domingo, 29 de abril de 2012

NUEVA SEMANA, Y QUEDA LO PEOR



Vaya semanita, algunos nos la queríamos perder. El mismo Día del Libro, en el que el Príncipe Felipe de Borbón acudía a Alcalá de Henares, a entregar el premio "Cervantes", al poeta chileno Nicanor Parra, al que el  príncipe de Asturias se refirió como rupturista cuyo objetivo es comprender la realidad sin adscribirse a ninguna tendencia.

Pues ese mismo día de las letras,  la Oficina Estadística Europea, Eurostat, también publicaba los datos del déficit y deuda públicos, señalando que el área euro, con 17 países, alcanzaba en 2011, un nivel de déficit del 4,1% de su producto interior bruto reduciéndose en 2,1% respecto a 2010, en el caso de tomar en cuenta los 27 países de la UE, el déficit era del 4,5% del PIB europeo, con dos puntos por debajo respecto de 2010. La deuda pública ascendía por su parte al 87,2% (zona euro) y 82,5% (UE-27).

Nuestro país, España, era el tercer país con mayor déficit público tras Irlanda (13,1%), y Grecia (9,1%). En concreto, se certificaba un 8,5 de déficit con respecto al PIB, lo que supone 91.344 millones de euros, distanciándose del compromiso de reducción al 6% pactada con la Comisión Europea para 2011, y que hace difícil reducir el déficit al 3% en 2013.  No muy lejos se situaba el Reino Unido, con un 8,3%. La deuda pública, por su parte se situó en un 68,5%; por cierto lejos de Alemania (81,2%) ó Francia (85,8%). Con esta situación el PP retomaba el argumentario de la herencia recibida, y la desviación sobre el déficit previsto.

Un PP sin ideas, que no ha dado razones, sólo excusas y un nacionalismo paleto que combina ideología y mentiras, intentando sembrar dudas sobre la contabilidad pública española y de las Comunidades Autónomas, enviando señales de desconfianza en nuestro país,  y que esconde la lógica entre la diferencia entre una previsión y un dato cierto, previsión que cumplió el Gobierno, gracias al Plan de la Ministra Salgado que con un déficit del 11% lo redujo al 6% en el ámbito del Estado, pero no las Comunidades Autónomas, que hubieron de incurrir en más gastos debido a la caída de ingresos, por lo que tampoco se trata de buscar culpables, pero es inconcebible ampararse en esta  gran mentira del PP, escondiéndose en la herencia recibida, ya que en lugar de subir las tasas universitarias, o el IVA, o imponer una reforma laboral, podrían haber creado un impuesto a las grandes fortunas como ya existe en Francia. Una gran mentira que forma parte del quinteto de mentiras del PP: que no bajarían impuestos, que no abaratarían el despido, que no bajarían las pensiones, que no hablarían de la herencia recibida, y que no tocarían la sanidad o la educación. Sólo tiene una conclusión, que el Gobierno de Rajoy no sabe realmente dónde va, solamente toma decisiones para calmar a los mercados.

Al día siguiente se publicaba el coste laboral por hora, que en España ascendió en 2011 a 20,6 euros / hora, por debajo del nivel europeo (23,1 euros) o de los 17 países de la zona euro (27,6 euros). Este resultado, cuya tendencia es ligeramente ascendente en los últimos años, está por debajo de niveles como Francia (34,2 euros) ó Alemania (30,1 euros), aunque también es superior a Portugal (12,1 euros), ó países como Polonia (7,1 euros).

Al día siguiente, el martes 24, se debatían las cuentas públicas para 2012, en el Congreso, en el que todos los grupos de la oposición pedían la devolución del Proyecto de Presupuestos al Gobierno, fiel reflejo de la soledad social del Partido Popular, del máximo rechazo social que tienen estos Presupuestos, de la desconfianza que generan, incluso fuera de nuestras fronteras, que son malos para el presente y nefastos para el futuro, sin tener en cuenta que hay otras formas de ajustar el gasto y buscar mayores ingresos, que no sean sobrecargar  el peso del ajuste en los más débiles, en los trabajadores, en la clase media, en los parados, en los pensionistas, en los enfermos, cambiando de forma radical el sistema público universal de salud y la educación pública, construído a lo largo de los últimos 30 años.

Unos recortes terriblemente injustas e ineficaces, porque no van a lograr el objetivo de ahorro económico que plantean ni van a garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, porque el único objetivo es la reducción del déficit público, y diseñar servicios públicos en función de la renta, aprovechando la crisis para recortar en función de su ideología y del diseño de sociedad que tienen desde la derecha más conservadora y radical de Europa, sin contar con nadie, ni con el Partido Socialista (mayoritario en la oposición), ni con sindicatos, ni con Rectores, ni con otros representantes de la sociedad, ni siquiera con las Comunidades Autónomas, a las que les imponen un recorte adicional de 10.000 millones de euros, generando angustia, pesimismo, sufrimiento e incertidumbre en la sociedad española.


El PSOE por su parte, presentó más de 700 enmiendas, que recogían la eliminación de la amnistía fiscal, la anulación de la subida del IRPF, la creación de un impuesto a las grandes fortunas, reforma del impuesto de sociedades, más recursos para I+D+i, becas, servicios sociales, dependencia, PYMEs y emprendedores, reduciendo partidas en Ministerios como Defensa.

El Real Decreto aprobado sobre medidas de ajuste en el sistema sanitario introduce no sólo el copago farmacéutico, incrementando la contribución del usuario hasta el 60%, y con una participación en el mismo de los jubilados, sino que también se extiende a prestaciones como sillas de ruedas, collarines, muletas o el transporte no urgente para ir a recibir tratamientos, o dejar a la regulación del mercado fármacos para síntomas menores, que salen del sistema de financiación pública, y que buena parte de la población toman a diario.

El jueves 27, el dato que se publicaba era el de la EPA del primer trimestre de 2012, arrojando un paro del 24,4%, siendo ésta la peor cifra de paro de la historia, pierden el puesto de trabajo 366.000 personas, dejando el paro en 5,7 millones de personas, lo que debería hacer reflexionar al Gobierno del Partido Popular, de la necesidad de un cambio de política, máxime cuando la propia Ángela Merkel está últimamente apostando por políticas de crecimiento complementarias a las políticas europeas de austeridad. Posiblemente, el 6 de mayo, si Francoise Hollande finalmente es elegido nuevo Presidente en las legislativas de Francia, podamos ver un nuevo giro más social y más integral en una Europa que ha de dejar de ser la de los mercaderes y convertirse en un punto de encuentro entre los ciudadanos, con una política que persiga el equilibrio sin asfixiar la economía. La cifra de desempleo, sin duda alguna ha de relacionarse con la reciente reforma laboral, que provoca más despidos con menos derechos, destruyéndose en los tres primeros meses del Gobierno del PP, más de la mitad de empleo total del último año. 400.000 españoles que pierden su empleo, y cobran menos de prestación. Por otra parte, en el Programa de Estabilidad aprobado el viernes en Consejo de Ministros, figura una previsión de desempleo en 2015 mayor que en 2011, se llegará en 2016 al déficit cero, pero con un 23% de paro, por tanto en 4 años han renunciado a mejorar esa herencia recibida de la que tanto se quejan. Si en cuatro años, la reforma laboral no va a crear empleo, y los objetivos de la misma es crear empleo a medio plazo, ¿qué entiende el Partido Popular por medio plazo?.

Y al día siguiente nos anuncian una subida de los impuestos especiales, IVA para entendernos, que tan nefasto calificaba el PP hasta el mismo viernes, y que negaba la semana anterior en el Congreso de los Diputados, lo que demuestra que el Gobierno de Rajoy está perdido en este momento, sin un plan para salir de la crisis, y además en medio de un círculo vicioso: cada vez que improvisan una medida, sube la prima de riesgo, y al subir la prima de riesgo, el Gobierno rectifica e improvisa una nueva medida. Sin duda alguna, el señor Rajoy debería olvidarse de la herencia recibida, y explicar por qué sube todo (IVA, IRPF, medicamentos, tasas universitarias), mientras que se niega a implantar un impuesto para grandes fortunas y decide regalar una amnistía fiscal a los grandes defraudadores (medida que por cierto se tomó para no subir el IVA).

Urge pues un ajuste en los tiempos y velocidad del ajuste del déficit si no queremos provocar una situación insoportable, pues con el déficit cero está ofreciendo cero oportunidades a los jóvenes, empleo cero y futuro cero. Mientras tanto hay que tomarse en serio la reforma del sistema financiero y fiscal. No es posible  continuar inyectando dinero a la banca privada, y que según el último informe de la Comisión Europea, necesita otros 400.000 millones de euros. Al igual que hay que acabar con los paraísos fiscales, los testaferros y las cuentas ocultas. La reforma del sistema financiero urge finalizarla ya, con los grupos resultantes de las fusiones, con balances saneados que permitan competir en el negocio bancario internacional a nuestros principales bancos. La dilación en finalizar el proceso de fusiones sólo traerá confusión en los mercados internacionales, que ya han decidido que el sistema financiero español es el objetivo de sus ataques. Vaya semana, y lo que nos queda, parece ser que los viernes, la derecha española nos anunciará contrarreformas y recortes de derechos, poco a poco, agotando la paciencia de la mayoría de los ciudadanos.

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