domingo, 28 de octubre de 2012

¿QUÉ LE PASA AL PARTIDO SOCIALISTA?


El Partido Socialista Obrero Español es un gran partido, no en vano es el más antiguo en nuestra panorámica     institucional, y ha sido el que más ha aportado al desarrollo social e histórico en nuestro país. Gracias a nuestros representantes en la II República, España conoció un progreso en educación como ningún otro país, incorporando las innovaciones de los países más adelantados del mundo.




Y es con su madurez institucional, al comienzo de nuestra democracia, como se moderniza social y económicamente nuestro país, con los Pactos de la Moncloa, establecidos entre las diferentes fuerzas políticas, durante la etapa de Gobierno de la UCD. Y, tras llegar al Gobierno, en 1982, de la mano de Felipe González, nuestro país se moderniza en los aspectos de infraestructuras, sanidad, educación y pensiones, garantizando un sistema público educativo, sanitario y un modelo de reparto en pensiones, basado en la solidaridad intergeneracional.



Posteriormente, tras la etapa de los Gobiernos de Aznar, de 1996 - 2004, José Luis Rodríguez Zapatero, revoluciona igualmente el desarrollo de nuestro país, garantizando derechos de asistencia a los mayores y dependientes, incorporando un cuarto pilar del Estado del Bienestar a nuestro país. Las mujeres, los jóvenes, la educación y el desarrollo autonómico conocen un desarrollo imparable, asegurando la igualdad de acceso a los servicios públicos independientemente de las condiciones del ciudadano.

En 2011 se celebran elecciones autonómicas en mayo, y generales en noviembre, representando un cambio en el panorama electoral, como consecuencia de la grave crisis económica que padecemos desde 2009, una crisis que ha determinado una merma sustancial en los ingresos del Estado, consecuencia de lo cual, se ha incrementando significativamente el déficit público, hasta alcanzar las dos cifras (por encima del 11%). 

Empieza una nueva etapa del Partido Socialista, en la oposición, tanto en Comunidades Autónomas, como a nivel del poder legislativo central. Una etapa caracterizada por la llegada al poder del Gobierno de Mariano Rajoy, que apuesta por la reducción del déficit público exigido por la Comisión Europea, mediante la disminución del gasto público, afectando en general a todos los niveles, y exigiendo a las Comunidades Autónomas un ajuste que pone en riesgo los derechos sociales de la ciudadanía, disminuyendo la contratación de profesores y profesoras al inicio del curso, despidos en sanidad y desaparación de los derechos derivados de la Ley de Dependencia.


                


En estas circunstancias, se genera una enorme tensión social, por el incremento del desempleo a nivel nacional. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa no dejan lugar a dudas, los primeros 9 meses de Gobierno de Rajoy se traducen en 500.000 parados más, alcanzando en estos momentos el desempleo una tasa superior al 25%. Sólo en el último trimestre, se han perdido 85.000 puestos de trabajo, 50.000 en el sector público, como consecuencia del decretazo de recortes de 10.000 millones de euros en sanidad y educación. 

En estos nueve meses del Gobierno de Rajoy, el PP ha perdido apoyo popular, pero el PSOE no lo ha ganado, estando en una encrucijada difícil de abordar. Los últimos resultados de Galicia y Euzkadi no dejan lugar a dudas, en ambos casos su apoyo se ha reducido a una representación del 20% de los electores, inferior, incluso al fenómeno del abstencionismo. Esto ha generado un aluvión de críticas por parte de algunos dirigentes socialistas, amplificadas interesadamente por los medios de comunicación. 

El Partido Socialista forma una estructura definida con una organización funcional por un lado, y territorial por otro. Tiene órganos de debate y decisión. Es en las Ejecutivas donde se toman decisiones, de acuerdo al programa decidido en los Congresos periódicos, que son actualizados y analizados por los Comités, donde están representados los militantes.

Los resultados de Galicia y Euzkadi eran previsibles en todos los estudios de intención de voto. Lo que parece inaudito es que no se tuviera preparada la reacción a dichos resultados previsibles. Se tenía que haber normalizado la situación y no haber dejado flotar la idea de que el Partido Socialista ha obtenido un resultado inesperado; lo que no quiere decir que debamos ser conformistas con estos resultados. Dicho lo cual, a partir de los resultados de estas dos Comunidades, hay que afrontar el ciclo electoral que termina el 25 de noviembre con las elecciones a la presidencia de la Generalitat de Catalunya.

A partir de ese momento, tocará que los Comités Federal, Territorial y los Comités Regionales hagan una valoración de su trabajo desde que fueron nombradas las últimas Ejecutivas, y realizar un gran diagnóstico de la situación de la política actual y las causas del distanciamiento de los electores del PSOE. Y esto no es posible sin una metodología rigurosa y seria, utilizando las técnicas que la Ciencia Política y la Sociología pone a disposición de la realidad social y política. Quizá el último Congreso fue llevado a cabo antes de lo recomendable, y faltó este análisis científico, que de no hacerlo deja la definición de los planes estratégicos en función de la subjetividad de los órganos ejecutivos, por lo que no cabe otra alternativa que abordar este profundo estudio de diagnosis. Y ello lleva tiempo y coste económico, pero hay que hacerlo. 

Con las conclusiones del estudio diagnóstico es cuando se pueden establecer planes y políticas a medio y largo plazo. No consiste en ningún caso en convocar Congresos Extraordinarios, que nada resolverían, ya que el anterior se ha celebrado recientemente; no es cuestión de líderes, es cuestión de procedimientos de actuación, y ello requiere definir protocolos de actuación para la militancia en sus diferentes ámbitos de actuación, sobre todo mucho trabajo a pie de calle, en asociaciones de padres y madres de los colegios e institutos, asociaciones de vecinos, de consumidores, reuniones con sindicatos, y asociaciones de empresarios. Explicación y recogida de propuestas. Esa es la tarea. Tenemos que ser los oídos y la voz de la gente de la calle, los que pongamos voz a sus necesidades y deseos. 

La próxima cita electoral, serán las elecciones europeas, previstas para primeros de junio de 2014, y yo me pregunto, ¿adelantará las elecciones el señor Rajoy un año y medio, si la situación socioeconómica del país no mejora?. Habrá que estar preparado, y ello supone que tengamos una estrategia claramente definida, por lo que no es urgente la elección del candidato o candidata electoral a la Presidencia del Gobierno, pero a principios del 2014 sí debe estar elegido/a, y por supuesto la candidatura a las elecciones europeas. 

Tenemos pues el 2013 para realizar el diagnóstico e integrar nuestras propuestas en un Plan de Trabajo serio y riguroso apegado a la calle. Las actuales Ejecutivas tienen el derecho, la obligación y el deber de coordinar el trabajo y realizar la propuesta. Todos los militantes debemos lealtad a unas siglas y a unos procedimientos, y a las personas responsables en este momento: Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, Óscar López y resto de la Ejecutiva Federal, así como los hombres y mujeres que forman las Ejecutivas Regionales, Provinciales y los Comités Locales. Debemos apoyarles, su éxito es el nuestro y el de tantos electores como nos merecemos, que en algún momento nos han abandonado, pero que debemos recuperar y vamos a recuperar, porque la elección para salir de la crisis la tenemos clara: todos juntos, y sin abandonar a aquellos que peor lo están pasando. 

Hasta ese momento, tenemos que poner nuestra mejor arma a disposición de la sociedad: trabajo, trabajo y trabajo. A ganar a la crisis. Fuerza, trabajo y salud.

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