El señor RIVERA DÍAZ: Gracias, presidenta.
Presidente del Gobierno, el Tribunal de Cuentas en 2014 —pero lo ha vuelto a hacer en enero
de 2017— nos ha informado a los españoles de algo que ni usted ni su Gobierno ni el Gobierno anterior
del señor Zapatero nos habían explicado; nos ha dicho que a los españoles nos va a costar la factura del
saqueo de las cajas de ahorro políticas 41.000 millones de euros de dinero público y 19.000 millones de
euros del Fondo de depósitos bancarios.
Señor Rajoy, en España hemos tenido que subir impuestos,
hacer recortes en sanidad y educación, mientras que en este país se han rescatado cajas de ahorro
saqueadas, como se está viendo en los tribunales, por algunos excargos políticos. La característica
principal de estas cajas no es que estén bien o mal gestionadas, es que hay exministros, expresidentes
de comunidades autónomas del PP, del PSOE o de otros partidos al frente de esta ruina.
Yo le pregunto, señor Rajoy, con un informe del Tribunal de Cuentas —que no es de Ciudadanos ni
del PP ni del PSOE, es un informe del Tribunal de Cuentas— que dice que hay 41.000 millones de euros
del dinero público que se han ido a la basura literalmente, ¿qué piensa hacer el Gobierno para investigar
ese agujero? ¿Van a dejar de bloquear ustedes, como hicieron ayer en la Mesa, PP y PSOE, la investigación
del agujero en las cajas de ahorro o van a seguir pactando PP y PSOE que no se pueda investigar en sede
parlamentaria ese saqueo de dinero público del bolsillo de los españoles? (Aplausos).
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Muchas gracias.
Muchas gracias, señor Rivera. Sin un sistema bancario saneado no hay ni crédito ni inversión ni
crecimiento ni empleo ni recuperación económica. Y cuando llegamos al Gobierno la situación de nuestro
sistema bancario era, como usted sabe muy bien, de una inmensa debilidad, y tuvimos que actuar para
que hubiera recuperación económica en España.
Pero esto no solo lo hicimos nosotros; esto lo hizo la
inmensa mayoría de los países de la Unión Europea. Alemania apoyó a sus entidades financieras con
el 8% de su PIB, Irlanda con el 31%, Grecia con el 22%, Eslovenia con el 18%, Chipre con el 18%,
España con el 5%, Luxemburgo con el 5,5%, Holanda con el 4,8%, y así podríamos continuar.
Usted habla de un rescate. Si nosotros no hubiéramos hecho nada, ¿qué se habría producido con las
cajas de ahorro? Una quiebra desordenada de las entidades que liquidaría la confianza en la economía
española.
¿Por qué ahora el Gobierno italiano ha tenido que darle 8.000 millones de euros al Banco Monte
Paschi de Siena? Porque si no, liquida desordenadamente la entidad, se genera un problema descomunal
y afecta, sin duda y mucho, a la situación de la economía italiana. Lo que hemos hecho es defender a los
ahorradores y depositantes que fueron beneficiarios de las decisiones que tomó el Gobierno, y también a
las personas que trabajaban en las distintas entidades financieras.
Por tanto, lo que hemos hecho es
recapitalizar el sistema, reestructurar el sector, echar a los directivos, limitar los sueldos y dirigirnos al
fiscal que, como usted sabe, ya ha actuado. Hemos hecho lo que procedía, no podíamos hacer otra cosa
diferente, que es exactamente lo mismo que ha hecho el resto de los países de Europa. Y si no, hubiéramos
tenido la quiebra en nuestro sistema financiero y gravísimos problemas económicos que nos afectarían a
todos.
Muchas gracias. (Aplausos)
El señor RIVERA DÍAZ: Señor Rajoy, no ha contestado a mi pregunta. Yo le preguntaba no por el
rescate sino por si vamos a investigar por qué han desaparecido 41.000 millones del bolsillo de los
españoles con expolíticos al frente de esas cajas. Que ya está bien, que hay que hablar claro, que son
expolíticos puestos por ustedes y por el PSOE al frente de cajas de ahorros. Que las han arruinado, que lo han pagado los españoles con recortes y con más impuestos y queremos investigarlo, queremos saber
la verdad.
Señor Rajoy, no hacía falta que usted mintiera: Rajoy afirma que el rescate de la banca no va a
tener coste para los ciudadanos. (Muestra un recorte de periódico). Esto es mentira, señor Rajoy; igual
que Zapatero dijo que estábamos en la Champions y también era mentira. El problema es que ustedes
mintieron, les dijeron a los españoles que no iba a costar un duro.
Mire, el Banco de Valencia se vendió
por un euro. Eso es una estafa en toda regla porque ustedes nos dijeron que no iba a costar un duro y nos
ha costado 41.000 millones. Y queremos investigarlo en sede parlamentaria.
Señor Rajoy, el mapa político ha cambiado. PP y PSOE ya no pueden pactar en silencio. Les pido que
dejen de meter la basura debajo de la alfombra porque ya huele. Y les pido que nos dejen investigar en
sede parlamentaria porque la Cámara ha cambiado. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Señor Rivera, no conviene olvidar la realidad.
En los últimos test del Banco Central Europeo se dice que de 130 bancos que han sido testados respecto
a la calidad de los activos los españoles son los que tienen mejores resultados y son los segundos en las
situaciones a las que se ha aplicado un test de estrés. Lo más importante es que hay crédito en nuestro
país: créditos para personas, crédito para familias, crédito para pymes y crédito para grandes empresas.
Lo más importante es que la prima de riesgo, que estaba por encima de los setecientos puntos básicos,
hoy está en ciento y pico puntos básicos. Para eso ha servido la reestructuración de nuestro sistema
financiero. Hemos hecho exactamente lo mismo que hizo la gran mayoría de los países europeos. Ahora
resulta que va a ser usted la única persona en Europa que tiene un criterio diferente al que tenemos todos
los demás. Por tanto, insisto, hicimos las cosas bien y se ha recuperado. (Aplausos).
La señora RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ (doña Melisa): Señor ministro, teniendo en cuenta que el
pasado enero el precio de la luz subió un 28,56% y que no había precedentes desde 2013, ¿qué piensa
hacer el Gobierno para bajar el precio de la factura de la luz?
El señor MINISTRO DE ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL (Nadal Belda): Señora Rodríguez, como usted sabe, lo que es competencia directa de la política pública es precisamente la parte
regulada, que es el 60 o 65% de la factura de cualquier consumidor antes de impuestos, y eso se ha
mantenido constante, se ha congelado este año; el año pasado bajó un 2,8% precisamente porque había
un superávit que se podía aplicar a una rebaja de esa parte fija del recibo, y en los años anteriores, gracias
a la reforma energética, se mantuvo constante y esto ha permitido una rebaja desde el año 2013 en
general de los precios de la electricidad.
El año pasado fue, en la parte de mercado, un año excepcionalmente
bueno: hubo muy buena meteorología y bajos precios del petróleo —que es de lo que depende
esencialmente la parte de mercado— y este año no está siendo así, por lo cual tenemos una situación
totalmente diferente, no solo en España, sino en el conjunto de Europa occidental.
De hecho España ha
marcado precios que no son buenos, pero son algo mejores que los de Francia, Suiza, Bélgica, Italia, e
incluso en las puntas que los de Alemania y Holanda. Estamos en un mercado cada vez más integrado.
Francia nos está marcando mínimos y máximos prácticamente todos los días porque precisamente,
aunque no tenemos un nivel suficiente de interconexiones, el mercado cada vez está más integrado.
Y en
la parte que depende de la política pública hemos actuado con mucha contundencia en la reforma
energética, y en la parte de mercados queremos que el mercado sea más eficiente, y hemos tomado,
sobre todo en el ámbito del gas —como usted sabe—, una serie de medidas que están permitiendo que
haya un funcionamiento algo mejor en un mercado que evidentemente compartimos con el resto de los
países europeos. (Aplausos).
La señora RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ (doña Melisa): Como bien sabe y lo hemos hablado muchas
veces, señor ministro, la cosa ya no es de poner parches, sino de buscar soluciones y que sean con el
mayor acuerdo posible.
Vamos a empezar citándole el acuerdo que usted y yo negociamos el pasado
agosto: apostar por esa auditoría de costes de todo el sistema, firmado y negociado en el punto 20 del
acuerdo; o apostar por esas interconexiones internacionales, no solo eléctricas, sino también gasistas,
también en el punto 18 del acuerdo que usted y yo negociamos; igualmente el autoconsumo o el
comúnmente conocido como impuesto al sol, recogido en ese punto 20 del acuerdo del pasado agosto, y
que con el veto que el Gobierno ha hecho a la proposición de ley de Ciudadanos ustedes mismos decían
que iba a haber un ahorro de 200 millones de euros.
Además, señor ministro, como estamos aquí para colaborar y aportar soluciones, nosotros hemos
estudiado que, aplicando las medidas de mejora a la competencia e igualándola a la del resto de países
de la Unión Europea, se pueden ahorrar 400 euros por familia al año, y ya le anuncio que vamos a
registrar una iniciativa al salir de esta sesión de control en la cual proponemos que se elimine el impuesto
especial de la electricidad, lo cual supondría un ahorro directo para las familias de casi un 6%; impuesto
por otro lado creado por el Gobierno del señor Aznar, cuando empezó el déficit de tarifa.
Para que no
argumenten que no sabemos de dónde se puede sacar el dinero le voy a decir que sí hay dinero, por
ejemplo, 2.800 millones de euros de la amnistía fiscal; 5.000 millones de euros de las radiales; 41.000
millones de euros del dinero que no se sabe dónde está de las cajas de ahorros; diputaciones; Senado.
Creemos que sí que hay dinero, que se pueden hacer cosas; es necesario planificar. Por eso aludo al
punto 18 del acuerdo que usted y yo negociamos el pasado agosto, en el que pone que trabajaremos por
un pacto de Estado.
Al final lo que queremos es que los ciudadanos dejen de pagar los errores políticos,
que se deje de repercutir en la factura toda la cadena que ha habido desde el Gobierno de Aznar pasando
por el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero hasta el día de hoy, porque los ciudadanos no tienen por
qué pagar los errores que en esta Cámara se pueden cometer.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor MINISTRO DE ENERGÍA, TURISMO Y AGENDA DIGITAL (Nadal Belda): Señora Rodríguez, su grupo presume de no hacer demagogia. Si me dicen que quitemos el impuesto especial sobre la
electricidad —que no viene de la época del señor Aznar, viene de mucho más atrás, es un impuesto que
tienen todos los países europeos por cierto— (Aplausos), ¿qué otro impuesto quiere usted subir? Porque lo que no se puede decir es que se baje un impuesto y no subir otros.
¿Qué otro impuesto quiere usted
subir? Lo digo porque tenemos un problema de déficit público en el país y usted lo sabe.
Por otro lado, me ha vuelto a sacar el tema de autoconsumo. Yo defiendo el interés general y no el de
unos pocos. Yo quiero que todos los españoles no vean incrementado el coste de la electricidad, y no
aumentar los costes regulados o que algunos se libren de pagar una parte de los costes regulados y se lo
trasladen a los demás, porque eso ni es eficiente ni es justo ni ayuda a nada. Eso sí, beneficia a unos
cuantos.
Yo estoy en el Gobierno y mi obligación es beneficiar a todos y no a unos cuantos, que es lo que
usted siempre está propugnando. (Aplausos).
En todo caso, no hay que hacer demagogia. Estamos en un sistema integrado y los precios se están
marcando igual que en otros países europeos. Y algo haremos mejor en este país cuando los precios en
España están siendo… (Aplausos).
DEL GRUPO PARLAMENTARIO CIUDADANOS, SOBRE LA POLÍTICA DEL GOBIERNO
DESTINADA A IMPULSAR, PROMOVER Y PROTEGER LA CULTURA Y LAS INDUSTRIAS
CULTURALES EN ESPAÑA
La señora RIVERA DE LA CRUZ: Muchas gracias, señor presidente.
Hace unos días se conmemoraban los cincuenta años de la primera edición de Cien años de soledad,
y entre tantos protagonistas inolvidables que colocaba en esa novela Gabriel García Márquez había uno
que estaba basado en un personaje real, que era un librero barcelonés llamado Ramón Vinyes.
En la
novela aparece rebautizado como el sabio catalán, y en un momento del libro este hombre, que tiene una
librería en Macondo, se marcha de regreso a su país natal y grita, cuando ya está subido en el tren, que
el mundo se acabará cuando los hombres viajen en primera clase y sus libros viajen en tercera.
Yo creo
que aquí estamos para que las personas y los libros vayan en el mismo vagón.
Hace poco más de un mes hablábamos aquí de retos culturales; hablábamos de piratería, de rodajes,
de pensiones de escritores y hablábamos del IVA. Como yo sé que en el Partido Popular no les gusta
hablar del IVA cultural yo me comprometo desde ahora a empezar a referirme a ese 21% como el IVA que
soportan las actividades culturales más populares.
Yo no voy a decir que el IVA al 21% sea el único problema que tiene la cultura en España, pero es un gran problema, y me alegra como ni puede imaginarse
que tras la pregunta de mi compañero en la Comisión de Cultura, el señor Torres Mora, el ministro de
Cultura haya anunciado en esta Cámara el inmediato cumplimiento de la exigencia de Ciudadanos
recogida en el punto 89 del acuerdo de investidura: que en poco tiempo las entradas de teatro, de
conciertos, de danza, de circo dejarán de estar gravadas al 21%. (La señora vicepresidenta, Navarro
Garzón, ocupa la Presidencia).
Y el señor ministro ha dicho algo más —y cito textualmente—: cuando
cumplamos la senda del déficit bajaremos también el IVA de las entradas de cine. Eso podría ocurrir a
finales de este año. Por fin se ha puesto plazo oficialmente o una fecha concreta a esa bajada del IVA del
cine que está esperando el sector desde hace muchísimo tiempo.
Yo sé que en esta moción para el Grupo
Parlamentario Popular suponía un problema ese 21% del que estábamos hablando. Por eso desde esta
tribuna ofrezco a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular redactar una enmienda transaccional que
recoja textualmente las palabras dichas por el ministro en esta Cámara.
Esta moción tiene como objeto que este Parlamento avale con sus votos una serie de retos que estoy
segura de que nos importan a todos. No imagino a nadie en este hemiciclo que no aspire a aumentar el
índice de lectura en España; el 40% de los españoles no lee nunca. No imagino a nadie en este hemiciclo
que no quiera garantizar el derecho de los creadores a seguir trabajando más allá de la jubilación para
poder completar unas pensiones que a veces son miserables.
Estamos de acuerdo en que los autores
deben ser protegidos contra el expolio intelectual. Todos queremos que el sector audiovisual se consolide
y estoy segura de que a todos nos urge que se llegue a un acuerdo en el asunto de la compensación por
copia privada. También, cómo no, sé que muchos de ustedes quieren que el IVA que se aplique al cine, la
danza, la música o el teatro no esté gravado al tipo máximo. Las políticas culturales sólidas son un
mensaje a la sociedad y también al mundo.
Son un mensaje que nos dice y les dice a los demás que nos
preocupa nuestra cultura. En el país de Cervantes, de Lope, de Picasso, de Pardo Bazán, del maestro
Mateo, de Gaudí, de Lorca y de Buñuel, de María Moliner, de Velázquez, de Berlanga o de Joaquín
Rodrigo la cultura es nuestro petróleo. No solo tenemos que cuidarla, sino que además tiene que notarse
que lo hacemos, y eso implica esfuerzos presupuestarios. (Aplausos).
La cultura no puede tratarse como
una mercancía y la política cultural no se puede dictar desde el Ministerio de Hacienda. ¿Se imaginan
ustedes que en época de Felipe IV un ministro de Hacienda se hubiera dedicado a racanear con Velázquez,
por ejemplo? España vive un momento excepcional en cuanto a la creatividad. Examinen la excelente
cosecha del cine español en estos años de dificultades. Un corto hecho en España puede ganar un Óscar
de la academia.
El documental El Bosco de factura española llena salas en Francia. Los libros de nuestros
autores copan las listas de más vendidos dentro y fuera del país. Nuestros estudios de animación son
requeridos por productoras internacionales. Las empresas de videojuegos se fijan en desarrolladores
formados aquí. Imaginen ahora que nuestro audiovisual, nuestras letras o nuestro teatro recibiesen
además un empujón desde la Administración del Estado.
Tenemos talento, pero hay que crear un
ecosistema que lo deje crecer.
Llevo poco más de un año en política. Durante dos décadas he visto a hombres y mujeres trabajar
contra viento y marea sostenidos solo por la pasión de crear. Dejen que recuerde hoy en esta Cámara a
todos los actores que en los últimos años ensayaban sin cobrar para poder estrenar una función, a
pequeños productores que hipotecaban sus casas para levantar una película o una obra de teatro, a
escritores que cobraban anticipos ridículos por una novela y dos días antes de que saliera la veían colgada
sin su consentimiento en una página ilegal.
Y como la ciencia es también una forma de arte, me van a
dejar que recuerde a esos científicos que luchan desde sus laboratorios contra el alzhéimer o el cáncer y,
al mismo tiempo, contra la vergonzosa escasez de medios materiales para desarrollar su trabajo.
(Aplausos). Las ciencias y las artes precisan de un apoyo institucional que se regatea, quizá porque
muchas veces no entendemos la obligación de contribuir a la creación de un andamiaje material que les
dé cobertura.
Poco a poco se ha ido consumando una extraña separación entre sociedad y creadores.
Estamos justamente orgullosos de nuestros deportistas, por ejemplo, pero me temo que a veces no
valoramos de la misma manera el trabajo de los que crean, de los que escriben o de los que componen.
Apostar por la industria cultural es un reto complicado.
Ayer el ministro de Educación, Cultura y Deporte
recordaba que el general Patton había tomado con dos divisiones la ciudad de Tréveris, aunque el alto
mando militar le recordaba que era imposible hacerlo con menos de cuatro. Pertenezco a un partido que
no cree que haya cosas imposibles, solamente cosas difíciles.
Este es el país de don Quijote dispuesto a
enfrentarse él solo a una legión de gigantes; compartir patria con don Alonso Quijano nos legitima para
emprender batallas de final incierto. Dejen que vuelva a recordar Cien años de soledad, donde un anciano coronel moría tras haber librado treinta y dos guerras y perderlas todas. Esta guerra se puede ganar y,
además, la ganaríamos todos. Les pido, pues, que dejen que salga adelante esta moción desde la
seguridad de que, pese a cualquier discrepancia ideológica, hay muchas cosas en las que estamos de
acuerdo; por ejemplo, en la máxima de aquel sabio catalán que se negaba a viajar separado de sus libros.
Muchas gracias. (Aplausos).
DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE LA APLICACIÓN DE LA REGLA DE GASTO
A LAS ENTIDADES LOCALES
El señor DE LA TORRE DÍAZ: Señora presidenta, señorías, buenas tardes.
Debatimos hoy la cuestión de la regla de gasto, y la primera cosa que sorprende en todo este debate
es que se ha hablado aquí de la Constitución, de la sostenibilidad local, pero la regla de gasto es la misma
para todas las administraciones y viene establecida en el artículo 12 de la Ley Orgánica de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que ya se discutió en Las Cortes, y es una regla que limita el
gasto, salvo que se obtengan mayores ingresos por parte de la correspondiente Administración y limita el
crecimiento del gasto.
Esta regla se puede redefinir, eso no sería un problema, pero la que hay habría que
cumplirla, especialmente porque esta Ley Orgánica de Estabilidad Financiera el Grupo Unidos Podemos
la enmendó y no salió adelante hace pocos meses.
La postura de Unidos Podemos es básicamente
coherente, pues no están a favor de la estabilidad financiera y, en consecuencia, consideran que la regla
de gasto no debería aplicarse. Pero a los que consideramos que la regla de gasto debería aplicarse, nos
parece que es una norma básica, porque es la única forma de mantener la sostenibilidad de las
administraciones.
En esta cuestión la regla de gasto en concreto, que se aplica ahora mismo en España,
se votó el 15 de diciembre en el acuerdo de los objetivos de estabilidad y objetivos de deuda pública en
esta Cámara. Nuestro grupo votó a favor, pero también lo hicieron el Grupo Socialista y el Grupo Popular.
Establecía un objetivo que podía haber sido distinto; de hecho, el Partido Socialista pactó esto y pactó
también las subidas de impuestos y podía haber pedido a cambio de este apoyo la flexibilización de la
regla de gasto, pero no lo hizo.
Lo que es incoherente de esta moción es pactar una regla de gasto
que limita el incremento del gasto de las administraciones al 2,1% y a la semana decir que esto hay que
flexibilizarlo.
Por otra parte, en esta cuestión se dice además que el exceso, el superávit que tienen algunos
ayuntamientos pueda destinarse a inversión o empleo.
Pensemos en los ayuntamientos que este dinero
está destinando a amortizar deuda y que, cuando no se hace, a veces se invierte, y se puede invertir muy
mal, y estamos hartos de tener aeropuertos vacíos, polideportivos que no sirven, etcétera. Por poner un
ejemplo reciente, ya que se ha hablado aquí del Ayuntamiento de Madrid, este termina el ejercicio
presupuestario y, como no sabe qué hacer con el dinero, compra a un precio completamente excesivo un
edificio, ya que le sobra, en la calle Alcalá, 45.
A nosotros no nos parece que se deban dar más facilidades
adicionales para que el dinero del contribuyente se gaste de esta forma y para que no se garanticen a
futuro los servicios públicos.
Los ayuntamientos que tengan menos deuda serán más sostenibles en el futuro y además pagarán
menos intereses en el futuro. Aquí se ha hablado mucho de que las entidades locales traspasan dinero al
Estado, pero no es cierto, pues están amortizando su propia deuda.
Cuando esto no ocurre, en algunos
casos ha habido ayuntamientos que no pueden dar servicios a los vecinos. Para esto se pide una
reestructuración de la deuda. Este debería ser el último recurso, que no paguen los vecinos, sino que
pague el vecino, es decir, todos los demás contribuyentes.
Por tanto, nos parece que la regla de gasto puede ser discutible, pero alguna hay que tener; hay que
tener una ley orgánica de estabilidad financiera y los preceptos de las leyes hay que cumplirlos y garantizar
la sostenibilidad financiera a futuro de las administraciones públicas como la única forma de garantizar los
servicios públicos municipales en el futuro. En consecuencia, nuestro grupo, que considera que esta
propuesta es básicamente mejorable, no la apoyará y se abstendrá.
Gracias. (Aplausos).
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