sábado, 12 de junio de 2010

Y RESUCITÓ FELIPE GONZÁLEZ


El 10 de junio coincidiendo con el 100 aniversario del Grupo Parlamentario Socialista, intervenía Felipe González ante el auditorio, con diputados actuales y antiguos, en el homenaje a Pablo Iglesias, que hace 100 años recogía su acta de diputado, nuestro primer Diputado.


Señaló que cuando el partido va bien, al país le va bien, y no le importa tomar cierta distancia, pero cuando las cosas van mal, militancia pura y dura, sin renunciar a decir lo que piensa. Y lo que piensa es que Alemania, cuando tiene margen para desarrollar políticas anticíclicas, la sra. Merkel, su presidente ha decidido apuntarse al carro de las políticas procíclicas, y poner en riesgo el crecimiento económico de Europa.


Recordó González, que Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania se han unido a decisiones de recorte de gasto público, imitando al Gobierno "de improvisadores" español. Criticó que Alemania ha estado viviendo 12 años de lo que exportaba mientras la masa salarial ha crecido un punto y medio, mientras nosotros consumíamos sus exportaciones y crecían nuestros salarios y pensiones de forma considerable.


Así mismo, González apostó como socialdemócrata por una economía de mercado con cohesión social y sostenible desde el punto de vista medioambiental, cuestionando el estar hablando continuamente de las imposiciones de un mercado, que realmente constituye una entidad invisible. Señaló que se acabó la época de las tres zonas económicas: Europa, Estados Unidos y Japón, y que en estos momentos, el 70% del crecimiento mundial se iba a producir gracias a los países emergentes, para lo cual la política económica europea debe adaptarse al contexto actual, y ser altamente competitiva.


Atribuyó la causa de un mayor impacto de la crisis financiera en nuestro continente, tras la caída del banco Leman Brothers, con una contabilidad dudosa, en Estados Unidos, a que Europa lleva 20 años sin tomar decisiones de calado de forma unánime y coordinada, no habiendo tomado decisiones con respecto a las reformas estructurales que necesitaba la economía europea para convertirse en la economía del conocimiento, en parte por los dulces efectos de un modelo económico basado en crecimiento económico, derechos ciudadanos, cohesión social, y generación de empleo. Consecuencia de esa paralización y de una toma de decisiones adoptada individualmente en los diferentes países, Europa ha perdido competitividad, ya que la Unión Europea solo se ha desarrollado en el aspecto monetario y no en otras cuestiones económicas también relevantes.


Felipe González criticó al PP por comparar siempre la economía española con la griega o la húngara, y no con la británica, con la que comparativamente tenemos parámetros mejores.


González apostó por una reacción desde un liderazgo fuerte, en tres ámbitos como vías de solución a la crisis:


1) Políticas anticíclicas, por aquellos países que tengan margen de maniobra, como miembros de la Unión Europea, y pensando en la Unión.


2) Reformar el sistema financiero, regulando los movimientos de capitales a corto, en lo cual están de acuerdo Francia y Alemania, pero también han de regularse los movimientos a medio y largo, para no incubar la siguiente crisis financiera.


3) Introducir elementos de gobernanza en la Unión Europea, no sólo económicos. Señaló que el paso del 2,5% de superavit presupuestario al 11% de déficit, se deben al incremento del gasto social, a disminuir el efecto de la crisis, rescatar el sistema financiero, y las políticas activas que se han puesto en marcha. Pero estas decisiones han sido ejercidas por muchos otros países.


Finalizó González criticando a la oposición calificándola de irresponsable, y a Duran Lleida que apoyó el decreto de las medidas de reducción de déficit público, pero anunció sin conocerlos, que no iba a votar a favor de los presupuestos, por lo que echó de menos un debate político más serio. Abogó así mismo por movilizar al Partido para explicar el tipo de economía que queremos y las razones por las cuales estamos sufriendo diferencialmente más que otros, y hablar de derechos y obligaciones a los ciudadanos; hay que pagar la deuda, igual que una familia tiene que pagar su hipoteca, y eso supone trabajar más, con mayor productividad y excelencia, lo que requiere mejorar la cualificación del capital humano. Y no conviene olvidar que en 1982 teníamos una renta per cápita de 4.500 dólares, y hoy la renta es de 34.500 dólares, con un PIB un poquito superior al de Italia.


Como siempre no cabe, sino manifestar un orgullo por tener en nuestras filas al mejor militante, a un expresidente que tiene las ideas claras, y que supone un valor inigualable para el Partido en este momento, en el que algunos tienden a expresar ciertas incertidumbres en determinados momentos de debilidad, para comprender que la unidad y la cohesión del Partido, y la puesta en marcha de la organización, a través de una comunicación ordenada a toda la sociedad es la mejor herramienta para vencer a la crisis y convencer a los ciudadanos.

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