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Inés Arrimadas García
Gràcies, senyora presidenta, senyors consellers, senyor president en funcions, autoritats, persones que ens acompanyen des del públic, diputats, diputades. «Allò que a les urnes no ens van donar directament, ara s'ha hagut de corregir a través de les negociacions». Aquesta frase, pronunciada ahir textualment pel senyor Mas, resumeix perfectament quin és el seu concepte de democràcia.
Al senyor Mas no li va agradar el resultat de les passades eleccions autonòmiques del 27 de setembre. No li va agradar. Ell volia veure aquestes eleccions com un plebiscit –això ho havia dit moltíssimes vegades– i volia una majoria social a favor de la independència. Però no la va tenir –i això no ho diem només nosaltres, sinó que ho diu molta gent, fins i tot de Junts pel Sí o de la CUP, que precisament avui ens acompanyen. Ja ho va dir el senyor Baños «hem perdut el plebiscit» el mateix
dia de les eleccions.
O, fins i tot, el senyor Homs, candidat de Convergència a les eleccions generals «no hi ha majoria per culminar el procés». Jo crec que en democràcia només els ciutadans poden corregir el resultat d'unes eleccions. I només les urnes poden corregir el resultat de les urnes. I el senyor Mas... no ha querido poner las urnas, las de verdad, las legales, las que nos representan a todos, las que tienen garantías, esas a ustedes les dan mucho miedo.
Porque cada vez que las ponen tienen menos apoyos. Y porque, cómo usted mismo ha reconocido en estos días, si volvían a poner las urnas se ponía en peligro el proyecto independentista. El miedo a las urnas de verdad, la presión interna de su propio partido ante la poca esperanza que tenían a tener un resultado bueno de cara a las elecciones ha hecho que el señor Mas hoy no sea el candidato a la presidencia de la Generalitat. Evidentemente no podían permitirse ir a las urnas sabiendo que su proyecto tendría menor apoyo del que tuvieron en las pasadas elecciones, que ya fue menos del que ello se imaginaban.
Evidentemente no podían ir a unas elecciones con un partido dividido, con un partido que ha perdido el apoyo mayoritario y social que ha tenido tradicionalmente en Cataluña, y con un partido afectado por gravísimos casos de corrupción que afectan directamente a la cúpula del mismo partido. Por tanto, la decisión del señor Mas de hacer lo que había negado que haría durante tres meses –que ya vemos cuál es el valor de la palabra del señor Mas, es el miedo, precisamente, a las urnas–, ha preferido corregir en los despachos lo que sabía que corregirían las urnas.
Además hay que reconocer que el señor Mas tiene una capacidad extraordinaria, que es la capacidad de ruptura. Ha roto la federación de Convergència i Unió, esa federación que ha sido capaz, insisto, de generar grandes mayorías políticas en Cataluña, ha roto su propio partido, y ha sido capaz incluso de romper hasta la CUP. Pero lo más grave de todo no es que haya roto Convergència i Unió, no es que haya roto Convergència, no es que haya roto la CUP, lo más grave es que ha dividido a la sociedad catalana. Y eso es un dudoso honor que se va a llevar el señor Mas como legado político
Y además hoy, vamos a investir al señor Mas –vamos a investir al señor Mas–, al señor «más de lo mismo». Porque si el señor Mas tenía... sí, sí,... si el señor Mas tenía motivos suficientes para irse a su casa, el señor Mas no se va a casa, i estos días yo creo que él mismo ha reiterado mucho en esta idea de que no se va, de que hay que contar con él para el presente y para el futuro. Y qué mejor contar con él que poniendo delante, poniendo en la presidencia a una persona nombrada a dedo, que es a imagen y semejanza del señor Mas.
Y es que, ciertamente, hay muchísimas similitudes políticas –porque no tengo el placer de conocer personalmente a ninguno de los dos–, pero hay muchas significaciones políticas que comparten el señor Puigdemont y el señor Mas. Una, que yo creo que es muy importante, es que el señor Puigdemont tiene también mucha experiencia, tiene una gran experiencia en utilizar las instituciones catalanas y ponerlas al servicio del independentismo, esta vez desde el municipalismo, como buen presidente de la Associació de Municipis per la Independència.
Tiene experiencia el señor candidato en gastarse el dinero de los contribuyentes, de todos los catalanes, independentistas o no, en fomentar la causa independentista. En esto sabemos que es «más», es el señor «más de lo mismo». Además comparten otra cosa, y es que se creen –los dos, ambos– que los políticos en el siglo XXI podemos estar por encima de las leyes democráticas y de la justicia. En eso, sin duda, es «más de lo mismo».
Y además yo creo que el señor Puigdemont no será un presidente que pueda representar a todos los catalanes. Y yo creo que hoy el señor Puigdemont ha sido sincero y ha dicho que no se esperaba hasta hace pocas horas el ser el próximo presidente de la Generalitat –estoy convencida de que es así–, entre otras cosas porque ni siquiera le ha dado tiempo a borrar su Twiter, i hemos podido recuperar cuáles son las muestras de su escasa moderación, cuáles son las muestras de su escasa representatividad y respeto hacia todos los ciudadanos, independientemente de cómo piensen.
Yo creo que hay tuiters... hay tuits de su cuenta que realmente demuestran sinceramente que no puede ser una persona lo suficientemente moderada, lo suficientemente respetuosa con todos los catalanes como para ser, pues, un representante de todos ellos. Y también las citas. Hoy yo creo que usted ha hecho una selección muy moderada de citas –creo que algunas, comparto absolutamente, son muy bonitas–, pero claro, hace unos meses usted cuando tenía que seleccionar citas en uno de sus mítines a favor de la independencia pues no era tan moderado como ha aparecido hoy en su intervención.
Por ejemplo, seleccionaba una cita como que «els invasors de Catalunya seran foragitats de Catalunya». Jo creo que hoy sinceramente usted ha querido dar una imagen de modernidad, de moderación, que su trayectoria política y personal, sin duda, no avala. Además el señor «más de lo mismo» también comparte una característica y es que no ha ido de número uno en ninguna lista, ni siquiera en su propia provincia.
Nosotros pensábamos que íbamos a tener de presidente al número 4 por Barcelona, y al final parece que vamos a tener de presidente al número 3 por Girona. En eso también se parecen ustedes. Y yo creo que otra de las cosas que comparten es que creen –y así lo expresan– que la culpa de todo lo que pasa en Cataluña es del resto de España –antes que hablaba también si los tuits que nos llegan son ciertos, si no tiene la oportunidad de negarlo–, que el Estado es una cloaca y además es el culpable de los recortes sociales que tenemos en Cataluña.
Yo creo que un presidente que no asume que los recursos de Cataluña se pueden destinar mejor a políticas sociales que a chiringuitos políticos, es un presidente que va a ser continuista respecto a lo que hemos tenido hasta ahora. Y además, si le digo la verdad, usted ha coincidido en una cosa, señor Mas, que yo pensaba que no lo haría, de verdad que confiaba en que usted no iba a cometer el mismo error que el señor Mas, en su discurso de investidura –fíjese si sigue usted los pasos del señor Mas– no ha hablado de corrupción, se le ha olvidado, no ha tenido usted ni un segundo para hablar de corrupción. ¿Usted sabe que es el segundo problema más importante de los catalanes? No es la identidad del DNI, no es ser españoles, es que nos roben desde las instituciones nuestros representantes públicos.
Y usted no ha encontrado tiempo en esa hora, tan moderada y con un discurso –que le digo, que algunas partes, incluso algunas citas, incluso podría compartir– no ha tenido usted tiempo de hablar de corrupción. Además es que usted viene del mismo partido que el señor Mas, el mismo partido, pues, que está implicado, su cúpula está implicada en casos graves de corrupción. Usted no ha hablado de 3%, usted no ha hablado de medidas para luchar contra la corrupción. Yo, de verdad, pensaba que en eso no se iban a parecer, pero es que han sido idénticos, idénticos, ni una palabra, yo creo que al final tenemos lo que pensábamos que íbamos a tener, que es un presidente puesto a dedo para un desafío ilegal que no cuenta con la mayoría de catalanes y que está alejado de los problemas sociales.
En eso es tener «más de lo mismo». Y yo creo que en un escenario como el actual, en un momento importante, en un momento difícil para los catalanes necesitamos más que nunca una buena oposición. Cuando el Gobierno deja sus funciones a un lado, cuando el Gobierno deja de servir a los catalanes, es cuando es más necesario tener una oposición firme, leal, sensata, dialogante en el Parlamento de Cataluña.
Y le diré porque, le diré porque. Porque realmente ustedes, en el último acuerdo a que ustedes han llegado con la CUP –podríamos remitirnos.... a otros acuerdos, pero en el último ponen de manifiesto una cosa muy grave, y es que ustedes van a hacer un cordón sanitario a todos los grupos de la oposición, usted, la CUP se ha comprometido, les han obligado, en ese ejercicio, pues que algunos han calificado como de humillación, de decir que no van a votar con los grupos de la oposición.
Yo creo que hay que recordar una cifra, que yo creo que a ustedes, de verdad, se les escapa. Ciudadanos, Partido Socialista, Catalunya Sí que es Pot y PP tenemos más votos que Junts pel Sí y que la CUP. Hacer un cordón sanitario a estos cuatro grupos parlamentarios es hacer un cordón sanitario a la mayor parte de los catalanes. Y eso no es digno de un gobierno que quiera presentar a todos los ciudadanos. Si usted está de acuerdo en hacer eso, si usted cree eso es normal, si usted está de acuerdo en esa parte del acuerdo creo que usted no está preparado para ser un presidente que represente a todos los catalanes, que trabaje por todos los catalanes.
Yo creo que ante un gobierno que excluye hace falta una posición que dialogue, hace falta una oposición que se siente, que vea que, por encima de las diferencias, están los problemas de los catalanes. Además, ya que tenemos un gobierno que no habla de corrupción, que niega que hay corrupción, que no quiere ni nombrarlo en sus discursos de investidura, necesitamos más que nunca una oposición que hable de corrupción y que ponga encima de la mesa medidas para luchar contra esta lacra de la sociedad, de la política, que afecta a la sociedad que es la oposición.
Y les diremos una cosa, ustedes han tenido suerte con las oposiciones que les han tocado estos últimos años; ustedes tuvieron mucha suerte con tener de líderes de la oposición a Esquerra Republicana, y al señor Junqueras de jefe de la oposición; ustedes consiguieron que en el acuerdo del Gobierno no hablaran de corrupción, que bien, ¡que defensa de los catalanes es hacer un acuerdo de gobierno que no hable de corrupción!, ahora, eso sí, de embajadas, de hacer la Agencia Catalana de Seguridad Social, de todo eso…
De gastar dinero en estructuras, eso todo lo que quieran, ahora, de juventud, por ejemplo, no hablaban, de corrupción… Han conseguido hacer lo mismo con la CUP. El señor Mas tiene una capacidad, de verdad, extraordinaria, y es de utilizar a la oposición como él quisiera, la ha tenido hasta ahora, ya les digo que, como líderes de la oposición, en Ciudadanos, no van a conseguir que hagamos eso.
Pero la CUP, en su acuerdo, en ese acuerdo tan extenso, de tantísimas páginas, no hablan ustedes de corrupción. No hablan ustedes de corrupción. ¿Eso es una oposición al Gobierno de Cataluña? Por suerte tenemos a otra oposición en el Gobierno de Cataluña que mientras el Gobierno no quiere hablar de corrupción, mientras el Gobierno tapa la corrupción va haber una oposición que la destape, va a haber una oposición que presente medidas para luchar contra esto.
Además yo creo, sinceramente, que Cataluña tiene problemas sociales gravísimos: familias que no llegan a final de mes, desahucios, personas que tienen que dar su pensión para que viva con ella toda su familia. Y eso es incompatible con seguir centrados en nuestro tiempo, en nuestro dinero, en nuestro esfuerzo en seguir por el camino de la independencia.
Porque además es que yo creo que hay muchísimos gastos superfluos en Cataluña que se podrían destinar a las personas que más lo necesitan. Hay muchísimo margen para eliminar chiringuitos políticos y destinarlo a lo que realmente importa, para blindar la sanidad y la educación.
Y por tanto, mientras tengamos un gobierno dispuesto a utilizar el dinero de los ayuntamientos y de la Generalitat en impulsar la independencia, vamos a tener una oposición que plantee que el dinero de los ciudadanos debe estar destinado a los ciudadanos y no a los políticos o no al independentismo. Yo creo que, además, un gobierno de la Generalitat debería tener capacidad de negociación con el Gobierno de España, pero ustedes han cerrado toda puerta de negociación.
Creo que ustedes están siguiendo la peor estrategia de negociación que el Gobierno de la Generalitat ha podido seguir en la historia, porque hay reivindicaciones legítimas que tenemos que hacer los catalanes ante el Gobierno de España, legítimas, y que creo que podríamos tener un acuerdo, no sé si unánime, pero absolutamente mayoritario para ir al Gobierno de España y pedir un mejor sistema de financiación de las comunidades autónomas, que dé más recursos para la sanidad y la educación de los catalanes.
En eso yo creo que podríamos tener un acuerdo absolutamente amplio en esta cámara. O ir al Gobierno de España y reivindicar, legítimamente, que se ponga en marcha, de una vez por todas, el Corredor Mediterráneo, esa infraestructura tan necesaria para nuestra industria, tan necesaria para nuestra economía. O el sistema de Rodalies, que yo creo que miles de personas usan el sistema de Rodalies para ir a sus trabajos, para ir a sus casas y es evidente que se necesita una mejora de esos servicios.
Y también hay una responsabilidad del Gobierno de España, también hay una responsabilidad del Gobierno de España; no ha querido reformar el sistema de financiación de las comunidades autónomas, ha tenido otras prioridades: aeropuertos vacíos en toda España sin hacer el Corredor Mediterráneo. Y tenemos razón, yo creo que en eso tenemos razón, y podríamos tener un acuerdo amplísimo en todo este Parlament para ir a negociar legítimamente con el Gobierno de España.
Pero, usted irá a negociar un mejor sistema de financiación, señor Puigdemont? ¿Usted representará los catalanes ante el Gobierno de España? ¿Usted pedirá al señor Montoro que se abran las negociaciones para mejorar determinadas infraestructuras, determinados servicios industriales? Y usted dirá: «Es que es imposible, ya lo hemos intentado. No, no, no vamos a ir a negociar un mejor sistema de financiación, vamos a ir a negociar la independencia.»
Claro, que fácil… Ya dicen ustedes que es imposible negociar un mejor sistema de financiación, pero nos dicen a los catalanes que van a ir a negociar la independencia. ¿Pero a quienes quieren ustedes engañar? Además, si aquí hiciéramos política, si aquí se respetaran las leyes y la democracia, aquí tendríamos un acuerdo mayoritario porque ahora hay un grupo parlamentario, en el Congreso de los Diputados, con cuarenta diputados que defiende una reforma del sistema de financiación de las comunidades autónomas.
¿Usted va a utilizar ese cambio político en toda España en beneficio de los catalanes? ¿Usted va a ir a defender a los catalanes, a defender legítimamente mejoras para nuestros ciudadanos? Yo creo que no. Por tanto, si hay un gobierno que ha renunciado a negociar, si hay un gobierno que ha renunciado a hacer política de verdad y no política ficción más necesario es, si cabe, tener una posición responsable.
Y nosotros lo haremos desde aquí y desde el Congreso de los Diputados. Porque ya le digo que cuando el señor Albert Rivera se reunió con Mariano Rajoy una de las cosas que le dijo fue que hay que reformar, de una vez por todas, el sistema de financiación de las comunidades autónomas. Eso es mucho más de lo que usted –creo yo– que ha dicho usted que está dispuesto a hacer en representación de los catalanes. Además nosotros estamos muy orgullosos de ser un partido nacido en Cataluña, pero que somos conscientes de que no siempre lo que es bueno para Cataluña tiene que ser malo para el conjunto de España.
Y además la mejor prueba de todo esto es la Unión Europea. Yo sé que a sus socios esta referencia no les interesa mucho, porque están en contra, pero yo creo que la amplia mayoría de los catalanes sí que estamos orgullosos de ser ciudadanos de la Unión Europea sabemos que puede haber un proyecto que sea bueno para diferentes países. Y que lo que es bueno para Francia no tiene por qué ser malo para España.
Y esa misma lectura, esa misma intención política, es la que nos hace ver que en España, lo que es bueno para Cataluña no tiene por qué ser malo para otras comunidades autónomas. Pero claro, para eso hay que hacer política, y para eso hay que tener un gobierno fuerte, que respete las leyes y que sepa negociar. Y me parece de verdad que la estrategia que ustedes están siguiendo es la peor de todas. Nos pone a los catalanes en la cola de las reivindicaciones que podemos hacer ante el Gobierno de España.
Es la peor estrategia que ustedes han podido seguir. Y lo vamos a tener que deshacer, vamos a tener que trabajar mucho desde la oposición, vamos a tener que trabajar mucho desde el Congreso de los Diputados para que también los intereses legítimos de los catalanes, dentro de un proyecto común y dentro de lealtad institucional, se puedan llevar a cabo.
Y yo creo que un gobierno, ante todo, un gobierno que obliga a los ciudadanos a cumplir las leyes, un gobierno que asfixia a sus ciudadanos con impuestos, un gobierno que molesta a las empresas y a los autónomos con burocracia tiene que ser el primero que cumpla las leyes democráticas y las resoluciones judiciales. Por tanto, un gobierno que, como ustedes dicen, está dispuesto a saltarse las leyes, no puede ser un gobierno representativo de los catalanes que cumplen las leyes, leyes, a veces, injustas, leyes burocráticas, leyes que les afectan en el día a día.
Y, por tanto, si el Gobierno que se va a constituir parece que no es respetuoso con las leyes, ya estaremos en la oposición para defender a esos catalanes que quieren que sus gobernantes, que sus políticos sean también los primeros que cumplan las leyes. Y les vamos a decir, también, que no vamos a permitir que ustedes obliguen a funcionarios a actuar en contra de la ley, porque si ustedes quieren llevar a cabo ese desarrollo de esa resolución suspendida van a implicar, necesariamente, y lo saben, a funcionarios.
No le vamos a permitir que sus derivas políticas afecten a la vida de los miles de funcionarios que hay en Cataluña. Por tanto, si ustedes no les protegen, ya les protegeremos nosotros desde la oposición. Yo creo que, cuanto más lejos está dispuesto a llegar un gobierno en saltarse la democracia, en saltarse las leyes en saltarse la justicia, más responsable debe ser la oposición. Y nosotros vamos a ser firmes, firmes, y quiero que lo sepan todos los catalanes. Vamos a estar firmemente defendiendo la democracia y las libertades que tanto tiempo nos han costado tener en Cataluña.
Y vamos a defender el autogobierno de Cataluña, la capacidad legislativa de esta cámara, de este Parlament que ustedes están poniendo en peligro. Y, además, me gustaría también decirles una cosa. Este «no» a su investidura, señor Puigdemont, no es un simple voto de discrepancia política, no es un simple voto porque no estemos de acuerdo con su proyecto político –como podría pasar en otras muchas ocasiones–, no es un «no» por discrepancia política, es un «no» porque no se puede estar de acuerdo, en democracia, con los que quieren saltarse las leyes, la democracia y la justicia.
No podemos dar apoyo a un gobierno que sabemos que nos va a llevar hacia un lugar donde los catalanes van a vivir peor, si cabe, de lo que viven ahora. Yo creo que esto debe quedar claro que no es una discrepancia para llegar a un acuerdo, lo que hemos tenido en Cataluña en estos meses no es una dificultad normal y lógica para tener un apoyo parlamentario, eso le va a pasar a muchísimos ayuntamientos, les va a pasar a muchísimos gobiernos autonómicos y le puede pasar, de hecho le está pasando, al Gobierno de España.
Pero esto no es una dificultad normal, porque ustedes, si querían llegar a un presidente, si querían llegar a un acuerdo, no era para gobernar, no era para solucionar problemas, no era para aplicar un programa de gobierno normal, es para saltarse la democracia y para no respetar a la mayoría social de catalanes que saben que no les siguen, que saben que no tienen su apoyo.
Por tanto, yo creo que esto hay que dejarlo claro, lo he dicho muchas veces en estas últimas semanas e incluso meses. Hablábamos mucho de quien iba a ser la persona que encabezara el Gobierno, hablábamos mucho del futuro presidente de la Generalitat, pero no estábamos hablando de lo importante, y es que sea quien sea el presidente de la Generalitat, no va a poder mirar a los ojos de todos los catalanes si se saltan la democracia y se saltan la justicia.
Nosotros vamos a defender lo que tanto trabajo nos ha costado a los ciudadanos y a los catalanes, que es tener democracia, tener autogobierno y tener un Estatut d’autonomia y tener este Parlament funcionando con estas competencias. Usted ha dicho en su intervención que no le van a temblar las piernas, le digo que a nosotros tampoco. Usted ha dicho en su intervención que va a dejarse la piel; yo le digo que nosotros también.
Pero la diferencia entre ustedes y nosotros es que nosotros vamos a respetar la democracia, vamos a respetar las leyes democráticas, vamos a respetar las resoluciones judiciales y, sobre todo, vamos a respetar a todos los catalanes, incluidos a los que no piensan como nosotros.
Creo, señor Puigdemont, que no cambia mucho del último debate de investidura que hicimos con el señor Mas, creo que las cuestiones que impedían que el señor Mas pudiera ser un presidente para todos los catalanes, desgraciadamente, usted las tiene también –y si no no habría sido elegido a dedo por el señor Mas–, pero lo que le digo es que ante un gobierno que se salta las leyes, ante un gobierno que desprecia a las resoluciones judiciales, ante un gobierno que sabe que no tiene el apoyo mayoritario de la mayoría social de los catalanes, va a tener una oposición leal, dialogante, democrática, que tienda la mano a todos y que sea firme en defender los intereses de los catalanes. Lo que no hagan ustedes, lo vamos a hacer nosotros.
Muchísimas gracias. (Alguns aplaudiments.)
Inés Arrimadas García
Gracias, señora presidenta. Senyors consellers, señor Mas, que no le veo..., señor candidato, señor Puigdemont, como usted se puede imaginar, yo tengo otras cosas más interesantes que hacer en la vida que seguirle a usted en Twitter. Pero esta labor de recopilación no la he hecho yo; mi tiempo es escaso, sobre todo para mirar las cuentas de los demás; la han hecho periodistas; periodistas también de Catalunya, también de medios catalanes, de esos que reciben también subvención por parte de la Generalitat de Catalunya.
Por tanto, no creo que tenga usted ninguna duda. Y además, no lo ha negado. Usted no ha negado ninguno de esos tuits, y yo creo que es una muestra de que realmente usted es consciente de que cuando uno gestiona personalmente sus redes sociales uno es dueño de las palabras. Y no hay nada más peligroso que una red social en manos de una persona que no es moderada, porque se muestra tal y como es. Y una persona como usted que aspira a ser presidente de la Generalitat creo que debería tener una característica y es la moderación, y es ser capaz de representar a una amplísima mayoría de catalanes. Y estoy convencida que declaraciones como la que ha hecho usted de cloacas, legal, este tipo de declaraciones no son compartidas por una mayoría de catalanes.
Y después, respecto a la cita, bien, usted estaba en un acto a favor de la independencia y eligió una cita. Podía haber elegido otras, muchísimas, pero eligió esta, que yo creo que es clarísima. Y yo le voy a decir una cosa: a mí no me va a dar, usted, lecciones de defensa de la democracia ni de condena del franquismo, ni de solidaridad con víctimas del fascismo. Porque le voy a decir una cosa: represaliados por el franquismo hay en muchas familias, incluida en la mía, y como sé perfectamente… (Aplaudiments.) Y como sé perfectamente lo que es… (Aplaudiments perllongats.)
Como sé perfectamente lo que suponen cuarenta años de dictadura, como sé perfectamente lo que supuso en este país la dictadura franquista no voy a permitir que nadie, ningún gobernante se vuelva a pensar que está por encima de las leyes democráticas y de la justicia. Y por eso se lo vuelvo a repetir. (Aplaudiments.)
No tengo mucho tiempo pero tengo que poner de manifiesto que usted no ha respondido a las preguntas que les hemos hecho. ¿Usted va a negociar con el Gobierno de España mejoras para los catalanes, como es una de las obligaciones del presidente de la Generalitat?
De sus evasivas entiendo que no, y me parecería un grave error, porque usted está cerrando el margen de acuerdo en el Parlament con esa cláusula que está haciendo de cordón sanitario a los parlamentos, a los grupos parlamentarios que representamos a la mayoría de votos de los catalanes. ¿La cierra? Y además la cierra con el Gobierno de España, que creo que es mucho más interesante y mucho más factible intentar negociar, intentar conseguir mejores cosas para los catalanes que querer imponer una independencia que usted sabe que no cuenta con la mayoría social de los catalanes.
Porque, si no, yo le pregunto: ¿Usted desmiente las palabras del señor Homs que decía que no hi ha majoria per culminar el procés? ¿Lo desmiente, usted, o está de acuerdo con esta afirmación? Porque si está de acuerdo con esta afirmación lo que usted está diciendo hoy aquí no es cierto. Usted está diciendo que tiene una mayoría social que le sigue y no es cierto: lo dicen hasta miembros de su propio partido.
Y, si no, pues, diga claramente que está en contra de la declaración del señor Homs. Yo creo, además, que lo más grave de todo lo que ustedes están haciendo es, precisamente, utilizar esa ilusión legítima y esa esperanza legítima de muchos catalanes en conseguir la independencia. Porque sí que es verdad: no hay una mayoría social a favor de la independencia. Nunca la ha habido. Pero sí que hay muchísimos catalanes que, hoy en día, creen las palabras del señor Mas o, a partir de ahora, del señor Puigdemont.
Y ustedes saben que están prometiendo cosas que no van a poder cumplir. Ustedes saben que están diciendo que vamos a declarar la independencia y que vamos a aparecer dentro de la Unión Europea y que vamos a tener agencias tributarias propias y agencias de seguridad social y aduanas. Ustedes están mintiendo. Incluso a la gente que legítimamente a muchísimos catalanes que han creído en sus palabras.
Y yo creo que es lo más grave de todo lo que se está produciendo aquí: que ustedes han dividido Catalunya en dos y están decepcionando, o lo harán, a las dos mitades. Y eso es muy grave, señor Puigdemont. Porque eso es un inconveniente para crecer, para avanzar como Catalunya. Yo creo que no se puede intentar construir un país si ni siquiera se respeta a la comunidad autónoma que somos. Y yo creo que eso es un error muy grave. Por supuesto, de corrupción usted no ha hablado. Se le ha vuelto a olvidar.
No ha tenido tiempo en treinta minutos de hablar de corrupción. Me parece muy grave volver a tener al frente de la Generalitat una persona que no habla de corrupción, una persona que da apoyo a la familia Pujol, que ha sido incapaz de declararse contundentemente en contra de lo que está pasando en Catalunya, del tres por ciento. Volvemos a tener un presidente que niega que haya corrupción, que no lo incluye en sus debates, porque no incluirlo en los debates es no incluirlo en la acción de gobierno.
Volvemos a tener un acuerdo de gobierno que no habla de corrupción – enhorabuena, señores de la CUP, señores de Esquerra, señores de Junts pel Sí–, y volvemos a tener al frente de la Generalitat una persona que no habla de corrupción. Yo creo que esto les va a servir para ganar tiempo, para reconstruir su partido pero el tiempo que ustedes están ganando o intentando ganar es tiempo que perdemos todos los catalanes. Hay margen de acuerdo en esta cámara para hablar de políticas sociales, de educación, de sanidad, de negociación con el Gobierno de España. Porque hay muchas de las cosas que ustedes critican.
Acabo, señora presidenta. Que nosotros compartimos. Pero tenemos que estar unidos para tener más fuerza y más poder de negociación. Si usted nos divide, estarán ganando los que quieren que no cambie nada, los que quieren que divididos seamos más débiles. Nosotros no vamos a caer en esa trampa que es muy vieja, que es: divide y vencerás. Nosotros vamos a unir a los catalanes y vamos a luchar porque vuelva a haber en esta cámara y en la sociedad catalana diálogo, negociación y sentido común. Se lo garantizo, señor Puigdemont. (Aplaudiments.)
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