miércoles, 2 de mayo de 2018

INTERVENCIÓN PEDRO SÁNCHEZ CONGRESO SPD

Intervención de Pedro Sánchez en el Congreso extraordinario del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) 

(22-04-18 Wiesbaden, Alemania) 









Estimados amigos y colegas: Es un placer estar aquí con vosotros en su congreso. Muchas gracias por la invitación. En mi oficina en la sede del partido en Madrid tengo una gran fotografía en la pared. Esa imagen captura un momento emocionante: el presidente Kennedy y Willy Brandt, entonces alcalde de Berlín, saludan desde su automóvil a la multitud que se agolpa en las calles. Fue durante el famoso viaje del presidente americano en 1961, a una ciudad que acababa de ser dividida por un muro de hormigón. 

Debo decir que esta fotografía se ha convertido en muy útil para romper el hielo con las visitas que recibo en mi oficina.Siempre comienzo diciendo que es una imagen inspiradora: dos líderes, en su mejor momento, mirando al futuro con optimismo. Pero para mí, la parte más inspiradora de esa imagen no son solo los líderes. Es la multitud, la gente, la multitud en la calle. En un momento de gran incertidumbre, con la guerra fría amenazando la paz en Europa una vez más, no hay miedo en las caras de la gente. 

Hay emoción, hay confianza; hay determinación, hay optimismo. Sobre todo, hay esperanza. Y eso es precisamente lo que la socialdemocracia siempre ha representado para la gente en Alemania, en España y en Europa: la esperanza. Cuando la esperanza falla, cuando la gente mira el futuro con optimismo sino con miedo y resignación, los únicos que se benefician son aquellos que prometen recetas del pasado.

Es por eso que no podemos permitir que el miedo se imponga a la esperanza. Tenemos que luchar contra aquellos que prometen que la única alternativa es dar marcha atrás al reloj de la historia. Necesitamos esperanza contra aquellos que ofrecen soluciones simples a problemas complejos, tales como el cambio climático, desigualdades, la revolución tecnológica o las principales amenazas globales, como la inmigración o el terrorismo. 

Vengo de un país que le debe mucho a vuestro partido, al SPD. Y especialmente a hombres como Willy Brandt, una persona que presenció la caída de la democracia en España. Y alguien que también, cuarenta años más tarde, apoyó junto con su partido, -vuestro partido, el gran SPD-, la recuperación de esa misma democracia. 

Toda España, no solo el partido socialista en España pero también, tendrá siempre una deuda de gratitud con la socialdemocracia alemana. Hoy, España es una democracia consolidada que mira con orgullo al camino recorrido a lo largo de estas cuatro décadas de libertad. Una democracia gobernada por el estado de derecho. 

Una democracia que integra la diversidad de manera federal, como aquí, en Alemania. Una democracia completa que hoy enfrenta una vieja amenaza, que no es ajena a la historia reciente de Europa, que es el secesionismo. 

El desafío secesionista en Cataluña no es solo una amenaza para la integridad de España. También es una amenaza para el proyecto europeo en su conjunto. Son los valores europeos los que están en juego. Valores que se basan en una unión cada vez más estrecha, nunca en la división y la falta de solidaridad. Valores que se han basado en la necesidad de derribar los muros de la incomprensión mutua. 

Los valores necesarios para enfrentar desafíos comunes contra los cuales, las viejas fronteras del Estado-nación no pueden hacer nada.

Y, sobre todo, los valores del Estado de Derecho. Porque nadie está por encima de la Ley en una democracia. Queridos compañeros, en la democracia española la defensa de cualquier proyecto político es legítima. También para aquellos que tienen posiciones proindependentistas. Pero nadie puede violar la ley y una constitución democrática en la Europa del siglo 21 para alcanzar objetivos políticos. 

Y el movimiento independentista decidió violar la Ley precisamente porque saben que no tienen una mayoría social para cambiar democráticamente las leyes. No tienen una mayoría social tampoco en Cataluña para hacer esto. Así que frente a esta grave crisis constitucional a la que se enfrenta mi país, los socialistas españoles no nos hemos quedado de brazos cruzados. 

Hemos sido muy críticos con las acciones, o inacciones, del gobierno central. Han cometido errores importantes. Entre otros, la incapacidad de establecer un diálogo y la incapacidad de la derecha española para entender la diversidad territorial como una riqueza y no como una amenaza. 

Y cada día que pasa, estoy más convencido de que los españoles son plenamente conscientes de que con un gobierno socialista, esta situación en España nunca hubiera alcanzado este punto de ruptura. Podemos ser críticos con el gobierno, y lo somos. Pero no seremos desleales al Estado de Derecho ni a nuestra Constitución. 

Continuamente hemos hecho llamamientos al diálogo que han caído en oídos sordos de aquellos que solo han elegido la fractura y la división de una sociedad muy plural como es la catalana. 

Hemos hecho llamadas para reconstruir puentes con iniciativas de diálogo para hablar sobre cómo mejorar el autogobierno en Cataluña y la reforma del sistema territorial español. Pero a todas esas llamadas, queridos amigos y amigas, el movimiento independentista siempre ha respondido con silencio. Incluso han decidido no participar en la comisión parlamentaria que propusimos para abordar el problema territorial. 

Sin embargo, Nunca renunciaremos al diálogo. Seguiremos reclamando el espacio para la política. Queridos compañeros: La organización terrorista ETA en las próximas semanas está a punto de anunciar su disolución definitiva. Es una gran noticia, esperada por mucho tiempo en Europa y en España. Antes que nada, me gustaría recordar a los que más sufrieron la injusticia del terrorismo: las víctimas y sus familias. 

En segundo lugar, quiero destacar el papel esencial de la cooperación judicial en el marco de la Unión Europea en esta victoria. Porque, sin esta cooperación, nunca hubiéramos logrado este triunfo. Esta es la Europa por la que vale la pena luchar. 
  • La Europa de la cooperación. 
  • La Europa de la integración, de la solidaridad. 
  • La Europa que se encuentra en nuestros valores compartidos y la apelación a un “demos” cívico que trasciende fronteras. 
  • La Europa por la cual vale la pena reformular un gran acuerdo constitucional. 

Queridos amigos, Os necesitamos fuertes y unidos. Fuertes y unidos, caminando juntos, hombro con hombro, en la construcción de una Europa social. Necesitamos reconstruir todos juntos el contrato social roto por la crisis y las políticas derechistas. Una de las grandes lecciones que hemos aprendido es que nuestras organizaciones, el SPD y el PSOE, deben abrirse a la sociedad.

Necesitamos buscar respuestas a los desafíos de la nueva revolución tecnológica, que están cambiando nuestras sociedades. Una respuesta desde una visión optimista con confianza en el futuro. La voz de la socialdemocracia necesita la inspiración y la fuerza de un partido como el SPD. Sabemos que es un momento muy difícil para los progresistas en Europa. 

No voy a negarlo. Pero tener en cuenta algo: el momento más oscuro es siempre es el que precede al amanecer. Queridos amigos, comencé este discurso recordando el poder de una imagen. Un momento de esperanza y sin miedo en los ojos de la gente. Esperanza y sin miedo, amigos míos. Hagámoslo de nuevo. Hagámoslo de nuevo, juntos. Muchas gracias.

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