Intervención de Pedro Sánchez en el Congreso
extraordinario del Partido Socialdemócrata de
Alemania (SPD)
(22-04-18 Wiesbaden, Alemania)
Estimados amigos y colegas:
Es un placer estar aquí con vosotros en su congreso. Muchas gracias por la
invitación.
En mi oficina en la sede del partido en Madrid tengo una gran fotografía en la
pared. Esa imagen captura un momento emocionante: el presidente Kennedy y
Willy Brandt, entonces alcalde de Berlín, saludan desde su automóvil a la
multitud que se agolpa en las calles. Fue durante el famoso viaje del presidente
americano en 1961, a una ciudad que acababa de ser dividida por un muro de
hormigón.
Debo decir que esta fotografía se ha convertido en muy útil para romper el
hielo con las visitas que recibo en mi oficina.Siempre comienzo diciendo que es
una imagen inspiradora: dos líderes, en su mejor momento, mirando al futuro
con optimismo.
Pero para mí, la parte más inspiradora de esa imagen no son solo los líderes. Es
la multitud, la gente, la multitud en la calle. En un momento de gran
incertidumbre, con la guerra fría amenazando la paz en Europa una vez más,
no hay miedo en las caras de la gente.
Hay emoción, hay confianza; hay
determinación, hay optimismo.
Sobre todo, hay esperanza.
Y eso es precisamente lo que la socialdemocracia siempre ha representado para
la gente en Alemania, en España y en Europa: la esperanza.
Cuando la esperanza falla, cuando la gente mira el futuro con optimismo sino
con miedo y resignación, los únicos que se benefician son aquellos que
prometen recetas del pasado.
Es por eso que no podemos permitir que el miedo se imponga a la esperanza.
Tenemos que luchar contra aquellos que prometen que la única alternativa es
dar marcha atrás al reloj de la historia.
Necesitamos esperanza contra aquellos que ofrecen soluciones simples a
problemas complejos, tales como el cambio climático, desigualdades, la
revolución tecnológica o las principales amenazas globales, como la inmigración
o el terrorismo.
Vengo de un país que le debe mucho a vuestro partido, al SPD. Y
especialmente a hombres como Willy Brandt, una persona que presenció la
caída de la democracia en España.
Y alguien que también, cuarenta años más tarde, apoyó junto con su partido,
-vuestro partido, el gran SPD-, la recuperación de esa misma democracia.
Toda España, no solo el partido socialista en España pero también, tendrá
siempre una deuda de gratitud con la socialdemocracia alemana.
Hoy, España es una democracia consolidada que mira con orgullo al camino
recorrido a lo largo de estas cuatro décadas de libertad. Una democracia
gobernada por el estado de derecho.
Una democracia que integra la diversidad
de manera federal, como aquí, en Alemania. Una democracia completa que hoy
enfrenta una vieja amenaza, que no es ajena a la historia reciente de Europa,
que es el secesionismo.
El desafío secesionista en Cataluña no es solo una amenaza para la integridad
de España. También es una amenaza para el proyecto europeo en su conjunto.
Son los valores europeos los que están en juego.
Valores que se basan en una unión cada vez más estrecha, nunca en la división
y la falta de solidaridad.
Valores que se han basado en la necesidad de derribar los muros de la
incomprensión mutua.
Los valores necesarios para enfrentar desafíos comunes contra los cuales, las
viejas fronteras del Estado-nación no pueden hacer nada.
Y, sobre todo, los valores del Estado de Derecho.
Porque nadie está por encima de la Ley en una democracia.
Queridos compañeros, en la democracia española la defensa de cualquier
proyecto político es legítima. También para aquellos que tienen posiciones
proindependentistas.
Pero nadie puede violar la ley y una constitución democrática en la Europa del
siglo 21 para alcanzar objetivos políticos.
Y el movimiento independentista decidió violar la Ley precisamente porque
saben que no tienen una mayoría social para cambiar democráticamente las
leyes. No tienen una mayoría social tampoco en Cataluña para hacer esto.
Así que frente a esta grave crisis constitucional a la que se enfrenta mi país, los
socialistas españoles no nos hemos quedado de brazos cruzados.
Hemos sido muy críticos con las acciones, o inacciones, del gobierno central.
Han cometido errores importantes. Entre otros, la incapacidad de establecer un
diálogo y la incapacidad de la derecha española para entender la diversidad
territorial como una riqueza y no como una amenaza.
Y cada día que pasa, estoy más convencido de que los españoles son
plenamente conscientes de que con un gobierno socialista, esta situación en
España nunca hubiera alcanzado este punto de ruptura.
Podemos ser críticos con el gobierno, y lo somos. Pero no seremos desleales al
Estado de Derecho ni a nuestra Constitución.
Continuamente hemos hecho llamamientos al diálogo que han caído en oídos
sordos de aquellos que solo han elegido la fractura y la división de una
sociedad muy plural como es la catalana.
Hemos hecho llamadas para reconstruir puentes con iniciativas de diálogo para
hablar sobre cómo mejorar el autogobierno en Cataluña y la reforma del
sistema territorial español.
Pero a todas esas llamadas, queridos amigos y amigas, el movimiento independentista siempre ha respondido con silencio.
Incluso han decidido no participar en la comisión parlamentaria que propusimos
para abordar el problema territorial.
Sin embargo,
Nunca renunciaremos al diálogo. Seguiremos reclamando el espacio para la
política.
Queridos compañeros:
La organización terrorista ETA en las próximas semanas está a punto de
anunciar su disolución definitiva. Es una gran noticia, esperada por mucho
tiempo en Europa y en España.
Antes que nada, me gustaría recordar a los que más sufrieron la injusticia del
terrorismo: las víctimas y sus familias.
En segundo lugar, quiero destacar el papel esencial de la cooperación judicial
en el marco de la Unión Europea en esta victoria.
Porque, sin esta cooperación, nunca hubiéramos logrado este triunfo.
Esta es la Europa por la que vale la pena luchar.
- La Europa de la cooperación.
- La Europa de la integración, de la solidaridad.
- La Europa que se encuentra en nuestros valores compartidos y la apelación a un “demos” cívico que trasciende fronteras.
- La Europa por la cual vale la pena reformular un gran acuerdo constitucional.
Necesitamos buscar respuestas a los desafíos de la nueva revolución
tecnológica, que están cambiando nuestras sociedades.
Una respuesta desde una visión optimista con confianza en el futuro.
La voz de la socialdemocracia necesita la inspiración y la fuerza de un partido
como el SPD.
Sabemos que es un momento muy difícil para los progresistas en Europa.
No
voy a negarlo. Pero tener en cuenta algo: el momento más oscuro es siempre
es el que precede al amanecer.
Queridos amigos, comencé este discurso recordando el poder de una imagen.
Un momento de esperanza y sin miedo en los ojos de la gente. Esperanza y sin
miedo, amigos míos.
Hagámoslo de nuevo. Hagámoslo de nuevo, juntos.
Muchas gracias.
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