martes, 29 de mayo de 2018

INTERVENCIÓN PEDRO SÁNCHEZ PLENARIO CONGRESO Y SENADO 29052018












Buenos días a todos y a todas, gracias por acudir a esta comparecencia.
Sabéis que el viernes pasado y ayer mantuvimos distintas reuniones en la Comisión Ejecutiva Federal plenaria y también en el Comité Federal, donde de manera unánime, tanto la Comisión Ejecutiva Federal como el Comité Federal del Partido mostraron el respaldo a la decisión que se tomó tras conocer la sentencia del caso Gürtel, de presentar una moción de censura a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
Y tenía mucho interés en estar primero en mi grupo, con el Grupo Parlamentario Socialista. Agradeceros, nunca está de más, el trabajo que hacéis diariamente por defender nuestro programa, nuestras propuestas y el proyecto político que encarna el Partido Socialista.
Pero también tenía mucho interés en estar aquí, en el Congreso de los Diputados, en la sede de la soberanía nacional de nuestro país, en particular para dirigirme a los 350 diputados y diputadas, a los 350 diputados y diputadas que van a estar llamados el próximo jueves, el próximo viernes a responder a una pregunta muy sencilla, muy clara, y es si tras conocerse la sentencia de la Gürtel de la Audiencia Nacional, Mariano Rajoy puede continuar como presidente del Gobierno.
Y la respuesta tiene que ser un sí o un no, no hay posiciones intermedias: o sí, o no. Y aquellos que puedan estar defendiendo el no a esta moción de censura, la pregunta que hay que hacerles es en qué posición queda la democracia española si el próximo sábado Mariano Rajoy continúa siendo presidente del Gobierno. En qué posición queda la democracia española cuando se conozcan las próximas sentencias vinculadas con al Gürtel, o vinculadas con otros casos de corrupción que ahora mismo están siendo juzgados en la Audiencia Nacional.
Por tanto, no hay posiciones intermedias, es un sí o un no a la permanencia de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Y mirad, esta pregunta, esta moción de censura no es ni una pregunta ni una moción de censura que haya forzado el Partido Socialista, el Grupo Parlamentario Socialista, vosotros y vosotras, que sois los representantes de nuestro proyecto político en la Cámara de la soberanía nacional.
Es una situación de emergencia institucional que ha provocado la ausencia de responsabilidades políticas del presidente del Gobierno y del partido que ahora mismo está dirigiendo el Gobierno. Y ante esa ausencia de responsabilidades políticas, el PSOE, que lidera la oposición, que se siente alternativa de gobierno, que es la segunda fuerza mayoritaria en el Congreso de los Diputados en una democracia parlamentaria como la nuestra, asume la responsabilidad de dar una salida a la emergencia institucional que ha provocado la ausencia de responsabilidad política del actual presidente del Gobierno.
Po lo tanto, la pregunta a responder es bien sencilla: si se considera o no que Mariano Rajoy debe continuar siendo presidente del Gobierno el próximo sábado. Y si aquellos que defiende el no a esta moción de censura se hacen la pregunta que antes os planteaba, de qué consecuencias tiene para la democracia que Mariano Rajoy continúa siendo presidente del Gobierno después de haberse conocido esta sentencia, yo creo que lo importante es trasladarles que no hay ningún cálculo político o electoral que justifique la permanencia de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
Es más, es importante también subrayar que el sí a la moción de censura no es un sí al Partido Socialista Obrero Español, es un sí a una democracia que se valora en sí misma; a una democracia que defiende, no los principios demoscópicos que, por supuesto, son importantes en toda democracia, sobre todo, en las democracias del siglo XXI, sino que se basa en fundamentos sólidos vinculados con los principios, con los valores, con las convicciones, con la ética, con la ejemplaridad en el ejercicio público. Estas son las razones y este es el porqué de que el PSOE hay presentado la moción de censura.
Y mirad, aquellos que defienden la Constitución, y nosotros defendemos la Constitución y siempre hemos dicho que este partido defiende la Constitución cuando se violenta o se pone en cuestión nuestro ordenamiento constitucional, la convivencia entre españoles. Pero se tienen que defender todos y cada uno de los artículos de la Constitución. Y el artículo 113 de la Constitución, en su párrafo primero es meridianamente claro respecto a lo que representa la moción de censura. Os leo textualmente: Artículo 113, párrafo primero de la Constitución Española. El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura. Es decir, esta es una salida constitucional, una respuesta constitucional a una emergencia institucional provocada por el actual Gobierno y el partido que ahora mismo lidera esas instituciones. Y la finalidad de la moción de censura es clara: es exigir responsabilidades políticas a aquellos que no asumen sus responsabilidades políticas.
Y, evidentemente, la moción de censura tiene que ser constructiva. La moción de censura tiene que alumbrar un gobierno y un gobierno que- y lo he dicho en reiteradas ocasiones desde el pasado viernes que anunciamos en comparecencia de prensa en la sede del Partido Socialista, también ayer ante el Comité Federal, y hoy también ante vosotros- evidentemente el gobierno va a tener una hoja de ruta clara, meridiana. Somos un partido de gobierno, un partido que cuenta con más de 20 años de experiencia de gobierno la frente de las principales instituciones de la administración general del estado y también en comunidades autónomas y en ayuntamientos. No nos engañamos, sabemos perfectamente cuál es la situación, la aritmética parlamentaria, la realidad política fragmentada que es, precisamente, la que está beneficiando a Mariano Rajoy. Somos plenamente conscientes y la hoja de ruta es meridianamente clara: es primero lograr un consenso en torno a la censura a Mariano Rajoy, es en segundo lugar, lograr un consenso en torno a lograr una necesaria estabilización y normalización de la vida política en nuestro país hoy convulsionada por un gobierno que ha situado a la política en la crispación, con los insultos que hemos visto durante estos últimos días, o también ante esa no asunción de responsabilidades políticas.
Por tanto, consenso en la moción de censura, consenso en la necesidad de estabilizar y normalizar la vida política e institucional de nuestro país y, lógicamente, que luego los españoles y españolas con su voto decidan qué rumbo dar a este país.
Ese es el consenso que yo ofrezco a todos y cada uno de los 350 diputados y diputadas que estáis en las Cámaras, en las Cortes Generales. Un consenso en torno a la censura, un consenso en torno a qué entendemos por estabilidad y normalización de la vida política y un consenso necesario que se tienen que dar en torno a la convocatoria de elecciones.
Mirad, esta dirección política lleva menos de un año al frente del Partido. El Congreso se celebró el 18 de junio, estamos a finales del mes de mayo y durante estos casi 12 meses esta dirección política ha tenido que enfrentarse a la mayor crisis de estado que ha vivido nuestra democracia. No lo digo en pasado, vamos a decirlo en presente continuo: vivimos en una crisis de estado, como consecuencia del desafío independentista en Cataluña.
Y el Partido Socialista no solo ha dado una respuesta constitucional, no digo apoyando sino negociando, dialogando con las distintas fuerzas políticas y singularmente con el Partido Popular, que es el partido del Gobierno, para dar una respuesta sensata pero firme, de Estado, constitucional, proporcional al desafío que se vivió durante el pasado año en el Parlamento de Cataluña y en la sociedad catalana.
Y entonces, como ahora, nosotros reivindicamos una oposición de Estado, porque no hay que olvidar que nuestro estado es un estado social y democrático de Derecho; es un estado de Derecho y, por eso, nosotros nos ponemos enfrente de aquellos que quiebran unilateralmente la convivencia, las reglas del juego, la democracia en Cataluña o en el conjunto del país, y que ponen en cuestión nuestro ordenamiento constitucional.
Nosotros nos oponemos también a este Gobierno que pone en cuestión el estado social, con sus políticas de austeridad, con sus recortes injustificados del Estado del Bienestar, con la precariedad en la que ha sumido a muchísimos trabajadores y trabajadoras, pero también lógicamente defendemos al estado democrático, y el estado democrático no se puede permitir mirar hacia otro lado cuando la sentencia de la Audiencia Nacional es meridianamente clara: ha habido un partido que se ha financiado irregularmente, que ha violentado las reglas del juego democráticas, que ha utilizado sus posiciones institucionales para lucrarse privadamente y también partidariamente.
Y, ante esa realidad, los grupos parlamentarios de esta Cámara no pueden mirar hacia otro lado, tienen que responder sí o no a la continuidad de este Gobierno al frente de las principales instituciones de nuestro país.
Por tanto, la oposición de Estado que hemos reivindicado para otras muchas cosas es la misma que nos lleva a tomar una decisión difícil, una decisión que va a exigir lo mejor de nosotros mismos durante las próximas horas y durante los próximos días, una decisión que es presentar una moción de censura para decirle a este Gobierno y a Mariano Rajoy que su tiempo acabó.
Y su tiempo acabó porque ha puesto en cuestión la cohesión, la cohesión social y la cohesión territorial; y su tiempo acabó porque la principal tarea -en mi opinión- que tiene cualquier presidente de Gobierno es fortalecer la democracia, y la democracia hoy sufre con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno porque se ponen en cuestión la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. No ya solo los jueces y la propia fiscalía anticorrupción ha puesto en cuestión el testimonio de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en su figura de testigo ante los casos vinculados con la trama Gúrtel hace poco menos de un año, como vivimos, precisamente en este Congreso y en esa comparecencia dónde nuestra portavoz, Margarita Robles, lo que hizo fue pedir, con razón, una vez más, la dimisión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
La credibilidad en nuestras instituciones, no solamente de jueces y fiscales que han puesto en cuestión, sino también de los propios grupos parlamentarios. Ningún grupo parlamentario hoy defiende a este Gobierno, salvo el Grupo Parlamentario Popular. La credibilidad de este Gobierno, no solamente dentro de nuestras fronteras sino también fuera de nuestras fronteras, solamente hay que asomarse para ver lo que dicen de nosotros, de nuestra democracia, de nuestro gobierno, de nuestro país. La crisis reputacional que tiene nuestro Gobierno, como consecuencia de la inacción, de la pasividad, de la displicencia, cuando no de la permisividad en los casos de corrupción que atenazan a la vida democrática en nuestro país. Y también, amigos y amigas, la credibilidad de los partidos políticos que son los pilares fundamentales de la participación ciudadana en la vida política.
A lo largo de la pasada legislatura, y en esta legislatura, ha habido momentos muy importantes de debate, en los cuales el Partido Socialista, el Grupo Parlamentario Socialista defendió la calidad democrática y la necesidad de incorporar modificaciones en las leyes de partidos políticos: mejorar la transparencia, mejorar la participación de los afiliados, simpatizantes en los mecanismos de decisión de esas formaciones políticas. Organizaciones como la nuestra que firmaron convenios con Organizaciones No Gubernamentales tan importantes como “Transparencia Internacional” para autoexigirnos, no solamente un cambio de la cultura contable de nuestros partidos, sino también en la transparencia que hoy la mayor parte de los ciudadanos y ciudadanas exige a sus partidos políticos.
El que nosotros no tracemos una raya clara respecto a lo que consideramos qué es ejemplar y no es ejemplar; el que no tracemos una raya clara en lo que consideramos que es la exigencia de asumir responsabilidades políticas o no, perjudica al conjunto de los partidos políticos, singularmente, a aquellos partidos políticos que desde 1978 lideramos con nuestra acción de Gobierno -gracias al apoyo de los ciudadanos- la acción gubernamental o la acción política.
Por eso, no solamente porque somos la segunda fuerza parlamentaria en el Congreso de los Diputados, sino porque somos nosotros los principales damnificados del cuestionamiento en los partidos políticos, en la ejemplaridad de los cargos públicos, ante casos de corrupción que no nos afectan pero afectan a otros partidos políticos -en este caso, al Partido Popular-, es evidente que el Partido Socialista lo único que podía hacer era presentar una moción de censura ante la irresponsabilidad del Partido Popular y de Mariano Rajoy.
Nosotros, como líderes de la oposición, en una democracia parlamentaria, hemos asumido nuestra responsabilidad y humildemente pedimos al conjunto de fuerzas parlamentarias que asuman la suya, que consensuemos todos juntos la censura necesaria, exigible, que espera el conjunto de la ciudadanía, al Partido Popular y al presidente del Gobierno y, posteriormente, hablemos, tendamos puentes para estabilizar y normalizar la vida política en nuestro país y convocar a los españoles y españolas a las urnas para que decidan con su voto el futuro que le quieren dar a su país.
Gracias.

ARGUMENTARIO
  • Consensuemos la censura, estabilicemos las instituciones y convoquemos a las urnas a los españoles para que decidan el futuro de este país.
  • El sí a la moción no es un sí al PSOE. Es un sí a las convicciones, la ética, la ejemplaridad.
  • Los 350 diputados y diputadas deben responder una pregunta muy clara: ¿puede seguir Rajoy como presidente del Gobierno? ¿Sí o no?.
  • Estamos en una situación de emergencia institucional porque Rajoy no ha asumido responsabilidades políticas. Y los socialistas somos los que hemos buscado la salida y asumiendo la responsabilidad, presentando esta moción de censura.
  • A los que no quieren apoyar la moción de censura hay que preguntarles, ¿en qué posición queda la democracia española tras la sentencia de la trama Gürtel y con las sentencias que aún quedan por venir?.
  • Hay que decir a Rajoy que su tiempo acabó. Su tiempo ha acabado porque ha puesto en cuestión la cohesión territorial y la democracia está sufriendo con Rajoy en la presidencia del Gobierno porque ha puesto en entredicho a las instituciones.
  • La moción de la que habla Ciudadanos, no está prevista constitucionalmente. Nosotros tenemos la obligación de actuar como dice la Constitución. Queremos primero estabilidad. Albert Rivera lo que no quiere es que Pedro Sánchez sea presidente y busca excusas.
  • Los que defendemos la Constitución defendemos todos sus artículos. El artículo 113 es claro respecto a la moción de censura. Es una salida constitucional ante una emergencia institucional.
  • No hay posiciones intermedias, es un sí o un no a la permanencia de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
  • Es una situación de emergencia institucional que ha provocado la ausencia de responsabilidades políticas del presidente del Gobierno y del partido que ahora mismo está dirigiendo el Gobierno.
  • El sí a la moción de censura no es un sí al Partido Socialista Obrero Español, es un sí a una democracia que defiende  principios, valores, convicciones, la ética, y la ejemplaridad en el ejercicio público. Estas son las razones y este es el porqué de que el PSOE hay presentado la moción de censura.
  • Artículo 113, párrafo primero de la Constitución Española. El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura. Es decir, esta es una salida constitucional a una emergencia institucional provocada por el actual Gobierno cuya finalidad es exigir responsabilidades políticas a aquellos que no las asumen.
  • Sabemos perfectamente cuál es aritmética parlamentaria, la realidad política fragmentada que es, precisamente, la que está beneficiando a Mariano Rajoy. Somos plenamente conscientes y la hoja de ruta es meridianamente clara: primero lograr un consenso en torno a la censura a Mariano Rajoy, en segundo lugar, lograr una necesaria estabilización y normalización de la vida política en nuestro país, y lógicamente, que luego los españoles y españolas con su voto decidan qué rumbo dar a este país.
  • Una moción de censura para decirle a este Gobierno y a Mariano Rajoy que su tiempo acabó, porque ha puesto en cuestión la cohesión social y la cohesión territorial; y su tiempo acabó porque la principal tarea que tiene cualquier presidente de Gobierno es fortalecer la democracia, y la democracia hoy sufre con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno porque se ponen en cuestión la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

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