Estamos en un momento complicado, hemos asistido a una de las peores semanas en cuanto a temas de corrupción. El señor Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, sucesor en el cargo de Esperanza Aguirre, ha sido conducido a prisión por participar presuntamente en una trama de consecución de beneficios económicos por favores políticos a ciertos empresarios. Parece ser que en la operación Lezo, que así se denomina, podría incluir a exministros de Aznar, como Eduardo Zaplana, y podría haberse filtrado información de las investigaciones previas a la detención de González al interesado hace unos meses por algún miembro del Gobierno actual, además de que el Fiscal Anticorrupción, el señor Moix, podría haber presionado para que no se llevaran a cabo algunos registros comprometidos en el caso.
A su vez, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, y expresidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre dimitía como concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, por haber ejercido el cargo de máxima responsabilidad del partido en Madrid y haber descubierto la mala praxis de sus colaboradores, entre ellos el nombrado Ignacio González, su Consejero de Presidencia Francisco Granados, actualmente en prisión, o el diputado madrileño López Viejo, también formando parte de la trama Gurtel en la Comunidad de Madrid.
Es evidente, que añadiendo el caso de la presunta financiación ilegal de la caja B del PP, en los tiempos en que el tesorero era el sr. Bárcenas, la extendida operación Gurtel, la trama de beneficios obtenidos por el expresidente de Murcia (el señor Pedro Antonio Sánchez utilizando cargos públicos y que le ha llevado a dimitir no sin antes dejar pasar 45 días), a los hechos de la actual semana ponen en tela de juicio que estamos ante un caso de corrupción generalizada institucional por parte de algunos responsables del PP, de ese mismo PP que nos gobierna desde finales de 2011, y al que nuestro Grupo Parlamentario siguiendo el mandato de la Gestora que dirige el PSOE desde octubre de 2016, facilitó el nuevo Gobierno de Rajoy el 29 de octubre mediante su abstención.
La abstención socialista se produjo en un marco en el que se justificó para que desde el Parlamento se pudieran cambiar las políticas que más afectaban y perjudicaban a los ciudadanos. Ya comenté en alguna entrada a lo largo del pasado verano, que se llegaría a la abstención para facilitar la formación de un Gobierno, y que Pedro Sánchez sería presionado hasta obligarle a dimitir (VER ENTRADA AGOSTO 2016), lo cual anticipé el día 31 de agosto. Pues bien, a fecha de hoy, Mariano Rajoy preside un Gobierno cuyas políticas más importantes no han variado un ápice con respecto a la fecha de investidura.
Y algunos compañeros y compañeras, me podrán decir: "No es cierto, en el Parlamento, con el PP en minoría hemos conseguido que el Parlamento se pronuncie sobre la modificación de algunas leyes". Y esto no es cierto, sólo parcialmente cierto, porque tomemos un ejemplo, el 15 de noviembre se debatió en pleno la proposición de ley orgánica sobre la suspensión del calendario de implantación de la LOMCE, ¿cuál ha sido el resultado hasta la fecha?. Lo normal son 15 días para presentar enmiendas en Comisión tras lo cual se constituye una ponencia y se debate en el seno de la Comisión antes de su pase al Pleno de la Cámara. Pues la realidad es que se ha ampliado el plazo de presentación de enmiendas 16 veces, de momento hasta el 8 de mayo. Si se ha suspendido el calendario de aplicación no es por la iniciativa parlamentaria del PSOE que sigue en el limbo de los justos, sino porque Ciudadanos lo exigió para su apoyo a la investidura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno.
Otro ejemplo, la modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, para garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados, se debatió el 20 de diciembre, el 19 de abril pasó a Ponencia para su debate en la Comisión.
Otro más, fijación del salario mínimo interprofesional, debatido el 22 de noviembre en el Pleno del Congreso para su toma en consideración, actualmente en plazo de ampliación de enmiendas hasta el 8 de mayo tras 15 aplazamientos.
Por último, proposición de ley sobre protección de seguridad ciudadana y derogación de Ley Orgánica 4/2015 (la llamada Ley Mordaza), se debatió su toma en consideración el 21 de marzo en el Pleno del Congreso, y tras cuatro aplazamientos, estamos hasta el 8 de mayo en fase de presentación de enmiendas.
Esa es la realidad, no ha cambiado de facto nada. Se toman en consideración iniciativas que propone la oposición parlamentaria, que después se dilata su tramitación en el tiempo, sin que los ciudadanos a fecha de hoy hayan notado absolutamente ningún cambio producto de la abstención del PSOE para permitir un gobierno de Rajoy que sigue gobernando, con los mismos contratos laborales aprobados en la última reforma laboral de 2012, que no ha definido hasta el momento las condiciones de titulación en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, y con una ley de la dependencia que no llega a los que la necesitan. Esa es la realidad del país, estamos igual que tras las primeras medidas del Gobierno del PP con mayoría absoluta en 2012.
La otra falacia ha sido la de los presupuestos, hacía falta que hubiera un Gobierno urgente para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y subir las pensiones y el sueldo de los funcionarios, las ayudas a los desempleados y que no corriera riesgos la recuperación económica. Pues, hoy, 1 de mayo, los Presupuestos Generales del Estado siguen debatiéndose en el Congreso de los Diputados, seguimos con los Presupuestos prorrogados de 2016. Y lo que es más paradójico, después de que el Grupo Parlamentario pagara un alto coste interno y externo por su abstención en la investidura, permitiendo un Gobierno de Mariano Rajoy, muy probablemente los Presupuestos Generales del Estado se van a aprobar sin el concurso del PSOE,
Todos sabemos que los Presupuestos contienen las cifras que permiten las políticas económicas, sociales y sectoriales que se desarrollarán a lo largo de un año, y que las iniciativas parlamentarias han de tener en cuenta los límites de los diferentes programas y partidas presupuestarias, pues el Gobierno puede y debe vetar cualquier iniciativa que suponga un incremento de gasto o una reducción de ingresos sobre lo presupuestado. No participar en el diseño de los Presupuestos es quedarse fuera de la iniciativa política en ese ejercicio, y tener que asumir el marco presupuestario pactado entre otros, es decir quedarse fuera del reparto de la "tarta" en una fiesta que ha pagado con su abstención.
No digo que la culpa la tenga el Grupo Parlamentario ni la Gestora. Todo lo que ha ocurrido en este tiempo en nuestro país, en el terreno social y político es muestra de un cambio de ciclo que se inicia con la crisis económica de 2008, y que los libros de Historia lo estudiarán en un futuro próximo. Esta crisis marca un antes y un después en el mundo occidental, y supone un duro golpe para la clase media y trabajadora que es la que paga las consecuencias de una crisis con una base financiera, pero que hace tambalear todo el sistema productivo sobre el que se asienta la sociedad de los países desarrollados.
La economía de nuestro país tiene muchos estrangulamientos que repercuten negativamente en nuestra competitividad con el exterior, y por tanto con repercusiones serias en un mundo globalizado. Las respuestas a los problemas del siglo XXI no pueden ser soluciones del siglo XX, sino que demandan nuevas ideas, nuevas políticas, modernizar nuestra economía y regenerar la democracia, para que el crecimiento económico llegue a todos por igual, y la redistribución de la riqueza creada sea equitativa.
Pero no quiero dar una clase de economía, sino dejar claro que estamos en una situación, que por otra parte, vemos que vive Europa, que tras una crisis económica con repercusiones para las clases medias y trabajadoras, los ciudadanos desconfían de los políticos socialdemócratas y conservadores que fueron los que respondieron desde los Gobiernos de los diferentes Estados a los problemas planteados a lo largo del siglo XX, y se mejoró en calidad de vida de los ciudadanos y en poder adquisitivo, pero esas políticas no sirven para responder a los retos de una sociedad castigada y que ha visto como ha pagado con una pérdida de derechos sociales los errores de los gestores del sistema financiero internacional, lo que se ha traducido en desconfianza hacia la política y los políticos, y abrazar a los nuevos políticos, los populistas que ofrecen soluciones fáciles a los problemas siempre complejos de rigen el funcionamiento de una sociedad, y así tenemos el triunfo de Syriza en Grecia, el Brexit, la victoria de Trump en EE.UU., la representación parlamentaria de Podemos en España, o el apoyo a Le Pen y Melenchon en Francia.
Con estas premisas, vivimos en España una situación en la que tras las elecciones de junio de 2016, el Partido Popular es la minoría mayoritaria, y necesita el concurso de otras fuerzas para formar Gobierno, pero lejos de procurar la formación de un Gobierno plural, quiere un Gobierno de continuidad de sus políticas, lo que lleva a la oposición a ser la que de un paso para solucionar la crisis institucional, primero Ciudadanos apoyando su investidura tras la negociación de 150 medidas de regeneración de nuestro país. Y en segundo lugar, se requiere el concurso del Partido Socialista por aritmética electoral, bien apoyando la investidura o absteniéndose.
Desde el 28 de diciembre de 2015, tras las elecciones del 20D, el Comité Federal del PSOE mandató a su Secretario General, Pedro Sánchez a no facilitar la investidura de Rajoy. Ese mismo Comité tras el desgaste del año 2016 y de unas nuevas elecciones el 26J, en la última semana de septiembre 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE dimiten para hacer caer al secretario Pedro Sánchez, sin que aún se sepan los motivos, y la realidad es que muchos de ellos ni sabían en realidad porque dimitían, lo que está claro es que hubo intervención externa de poderes económicos que no les interesaba un liderazgo fuerte de una persona como Pedro Sánchez que había hecho una lectura correcta de los sondeos electorales: es difícil que vuelvan las mayorías absolutas, en general se producirán dos bloques, uno con PP y Ciudadanos, que representa la derecha conservadora y el centro liberal progresista español, y el otro bloque formado por PSOE y Podemos, ambos inclusive no llegarán a la mayoría absoluta, la rozarán, pero tendrán que contar con el concurso de terceros.
Tras la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva Federal, vino el Comité Federal del 1 de octubre, aunque las cartas estaban echadas, en el que se planteó por parte de Pedro Sánchez un Congreso Extraordinario que diera la palabra y la salida de la situación a los militantes, propuesta que perdió por 132 noes frente a 107 síes. Tras esta derrota, Pedro dimite como Secretario General, no le quedaba otra opción, era un clamor de muchas federaciones, que tampoco sabían en realidad a que iban al Comité, ni que desde el lunes 26 de septiembre, la abstención era la opción que el Grupo Parlamentario Socialista adoptaría en el Congreso. Los poderes económicos que hicieron caer a Pedro Sánchez habían dictado sentencia (si hubieran leído mi blog durante el verano nos habríamos ahorrado mucho sufrimiento).
Una Gestora ha dirigido el Partido durante este período, presidida por el presidente de Asturias, Javier Fernández, y que no enjuiciaremos, porque en realidad nos imaginamos que lo ha hecho lo mejor que sabe o puede, y hay que agradecerle su dedicación durante este tiempo. Por cierto una Gestora donde el portavoz ha sido Mario Jiménez, gran parlamentario socialista andaluz, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Andalucía.
Pero ha llegado el momento de la verdad, el domingo 21 de mayo se celebran elecciones a la Secretaría General, a las que concurren siete precandidatos: Susana Díaz, Patxi López. Pedro Sánchez, Manuel Pérez, José Froilán Moreno, Pedro Antonio Ibáñez y Aurelio de San Miguel Belando, a todos ellos hay que agradecer su generosidad y compromiso, y desearles suerte, aunque al que más suerte le deseo y por el que optaré, como bien sabéis es Pedro Sánchez.
Y, ¿por qué?, te voy a dar 13 razones:
- Porque no puede haber votos socialistas para políticas de derechas, porque un PSOE ganador tiene que ir de la mano de su historia, abrir el proyecto a los militantes y a los votantes.
- Porque no valen a la sociedad española de 2017 soluciones de los años setenta y ochenta, al PSOE tampoco.
- Porque con Pedro no giramos a la izquierda, damos un paso al frente para dar una respuesta ilusionante y solvente desde la socialdemocracia, con un liderazgo compartido, en el que el debate y la participación de los afiliados y colectivos progresistas sea la principal estrategia para ganar a la derecha.
- Porque con Pedro Sánchez se garantiza el compromiso, la credibilidad de cumplir con la palabra dada, representa los ideales que nos llevarán a conquistar derechos y libertades.
- Porque Pedro Sánchez representa la apuesta por políticas de igualdad como motor de desarrollo, con Pedro Sánchez podremos lograr la reforma fiscal y la reforma educativa que permitirán la cohesión social base de la igualdad.
- Porque Pedro Sánchez tiene un compromiso con la regeneración de la democracia y de las instituciones en España.
- Porque con Pedro Sánchez no nos quedamos en el pasado, sino que miramos al futuro con optimismo con un proyecto autónomo y libre que será decidido por todos los progresistas de España y que ganará de nuevo a la derecha, si hacemos lo que decimos, y decimos lo que haremos, así con esperanza combatiremos el miedo al cambio, que es el mejor aliado de la derecha a la hora de votar.
- Porque con Pedro Sánchez, el PSOE ejercerá una oposición útil, en defensa de la mayoría, no de las élites a las que sirve y para las que gobierna la derecha.
- Porque con Pedro Sánchez el día 22 de mayo, veremos florecer a nuestro partido después de un invierno muy duro, empezaremos a conquistar el futuro del PSOE y de este país, dejando de aferrarnos a un pasado.
- Porque Pedro Sánchez sabe que tenemos mucho trabajo para incorporar gente joven y políticas para jóvenes, con Pedro Sánchez haremos que el PSOE sea el principal referente de este país para la juventud, porque los jóvenes son el futuro y son la base del cambio.
- Porque con Pedro Sánchez el PSOE renacerá y se vertebrará el cambio político volviendo a ser la primera fuerza de nuestro país, y no la tercera que nos deje en tierra de nadie.
- Porque con Pedro Sánchez, el PSOE pedirá que Rajoy asuma responsabilidades políticas por la corrupción en el PP, tanto de las comisiones ilegales como de la instrumentalización de las instituciones públicas, mediante su dimisión, como ha hecho Esperanza Aguirre, porque la corrupción del señor González no es más grave que la de Bárcenas.
- Porque no me gustó lo que se hizo a Pedro Sánchez por 17 miembros de la Ejecutiva Federal ni como se hizo para derrocar a un secretario general elegido por la militancia.
- Porque la autoridad en el PSOE, con Pedro Sánchez al frente no la tendrán los miembros de la Ejecutiva sino los militantes a los que representan, y las convicciones colectivas así como el valor de la palabra dada, y porque en 140 años de historia del PSOE nunca nadie se abstuvo hasta que lo hicieron 68 (de 83) diputados y diputadas socialistas el 29 de octubre ante la precariedad, los recortes, la corrupción y la desigualdad de la derecha,
- por lo que la abstención no puede ser todo PSOE, sino que está siendo más precariedad y más corrupción. El PSOE será ganador si cambia abstención por ilusión, ilusión por la unión de la izquierda para hacer frente al desempleo de larga duración, al paro juvenil, a la pobreza y a la digitalización de la economía.
Y Si es sí, es decir sí a la izquierda, sí a ser creíbles, sí al cambio y la unidad de la izquierda, sí a la ejemplaridad, sí a la coherencia, sí al futuro, sí a un partido abierto y participativo, sí a los afiliados, sí al socialismo, en definitiva SÍ AL PSOE. Porque el 21 de mayo se enfrentan varias candidaturas, pero sólo dos modelos de partido: el de la abstención y el de la militancia. Yo lo tengo claro, elijo el de la militancia. ¿Y tú?
VIDEO PEDRO SÁNCHEZ EN GUADALAJARA
Completamente de acuerdo contigo compañero, enhorabuena.
ResponderEliminar