sábado, 13 de febrero de 2016

PRESUPUESTOS CLM16

Los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el ejercicio 2016 se desenvolverán en el contexto nacional e internacional anteriormente descrito. Los riesgos y oportunidades propios de dicho contexto afectarán a los resultados del mismo en términos de cumplimiento de los objetivos previstos. Pero para poder caracterizar adecuadamente este contexto es preciso realizar también previsiones relativas al entorno más cercano, que presenta también sus propias peculiaridades.

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Las particulares observadas en la economía castellano-manchega se utilizarán como hipótesis de partida para la individualización de las previsiones de evolución del PIB regional. Estas características peculiares se han obtenido mediante la observación de la evolución diferenciada de la economía regional en los últimos años. Mediante el estudio de esas diferencias se han formulado las siguientes hipótesis relativas a los ejercicios 2015 y 2016: 
  • La especialización sectorial relativa de Castilla-La Mancha en sectores como agricultura, industria, energía y construcción permite describir ligeras diferencias respecto de la media nacional marcadas por las previsiones de evolución de estos sectores. La recuperación de la demanda interna en el conjunto de España favorecerá la recuperación de dichos sectores. 
  • El consumo privado en Castilla-La Mancha crecería por debajo de la media española en 2015, de acuerdo con la tendencia que viene mostrando desde el inicio de la crisis, pero alcanzaría los niveles de crecimiento nacionales en 2016, de acuerdo con los resultados provisionales y la tendencia observada en 2015. 
  • El consumo público registraría una evolución menos negativa que en ejercicios anteriores. 
  • El sector exterior reduciría su aportación al crecimiento, tanto en Castilla-La Mancha como en el conjunto de España, en favor del consumo privado. Partiendo de estas hipótesis se ha realizado una estimación individualizada de la previsión de evolución del PIB. Esta previsión, según lo establecido en el artículo 15.5 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, toma como base el informe de situación de la economía de 10 de julio de 2015. En dicho informe se prevé un incremento del PIB real para España de 3,3% para 2015 y 3,0% para 2016.


Estas previsiones individualizadas para Castilla-La Mancha se corresponden con el perfil de evolución respecto del ciclo marcado o previsto por la economía nacional. El PIB de Castilla-La Mancha, que venía registrando caídas superiores a la media nacional en el periodo de recesión, por las razones anteriormente indicadas, se prevé que registre valores de crecimiento en torno a la media nacional o ligeramente superiores en la fase de recuperación. 

Esto se debe fundamentalmente a la dependencia de la economía castellano-manchega respecto de la evolución de la demanda interna nacional, debido a su especialización sectorial, que la hace relativamente menos competitiva respecto del exterior y por tanto más sensible a las oscilaciones del ciclo económico. En todo caso, dado el carácter lento e incipiente del proceso de recuperación, se considera que en 2016 la economía castellano-manchega no registrará aún tasas de crecimiento por encima de la media nacional, situándose la previsión de crecimiento en términos reales para dicho ejercicio en un 2,9%

Estas previsiones sobre la economía castellano-manchega para 2015 y 2016 están en consonancia con las de servicios de estudios como los de la AIREF, que prevé para 2015 un crecimiento interanual de la economía regional del 3,6%; los del BBVA, que prevé un crecimiento del 2,5% para 2015 (0,5 puntos porcentuales por debajo del crecimiento nacional estimado por este servicio de estudios) y del 2,9% para 2016 (0,2 puntos porcentuales por encima de la media nacional); y las previsiones de FUNCAS, que presentan resultados similares.

De las previsiones anteriores, y considerando una evolución de los precios medida a través del deflactor del PIB para Castilla-La Mancha similar a la del conjunto de España, obtenemos el crecimiento previsto en términos nominales y las cifras de PIB para 2015 y 2016 que han sido consideradas a efectos de la elaboración de los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016.

La cifra de previsión de PIB de Castilla-La Mancha para 2016 es ligeramente inferior a la que se obtendría si se realizase la estimación empleado para Castilla-La Mancha los porcentajes de crecimiento nominal de la economía española previstos por el Ministerio de Economía y Competitividad. Las previsiones de evolución del empleo toman como punto de partida el “Informe de posición de la economía española” del Ministerio de Economía y Competitividad. 

En este informe se incluye una previsión de crecimiento del empleo durante 2015 y 2016 para el conjunto de la economía española del 3% anual. En el caso de Castilla-La Mancha, las previsiones de crecimiento del empleo, que va íntimamente ligadas a las previsiones de evolución del PIB, registrarían un diferencial respecto de las previsiones nacionales muy similar al de estas últimas. 

Se estima que para 2015 el crecimiento del empleo en la región habrá sido del 2,7%, 0,3 puntos porcentuales por debajo del conjunto de España, y para 2016 se registrarán valores en torno a la media nacional, con una previsión de crecimiento del 2,9%, tan solo 0,1 puntos porcentuales por debajo de ésta.

Los presupuestos de cualquier administración pública conjugan dos aspectos fundamentales. En primer lugar, suponen un acto jurídico, máxima expresión de la división de poderes en un Estado de Derecho como el nuestro, mediante el cual el poder legislativo, como supremo depositario de la voluntad popular, establece el límite de recursos que el poder ejecutivo podrá gestionar en el ejercicio siguiente. Desde este punto de vista, por tanto, unos presupuestos rigurosos y transparentes, suponen una de las mayores expresiones de democracia y compromiso con los ciudadanos. 

No menos importante que el aspecto jurídico es el aspecto económico: desde esta óptica, los Presupuestos recogen la práctica totalidad de los gastos e ingresos públicos, es decir, que se traducen, a su vez, en las distintas actuaciones de la Administración y en los recursos previstos para financiarlas. 

La norma presupuestaria resultante de todo este contexto normativo contiene directrices que pueden orientar las decisiones de los agentes económicos y sociales en el futuro, pero trasciende la mera consideración de instrumento de planificación para incidir de una forma determinante en la realidad social y económica vivida en Castilla-La Mancha. 

El equilibrio en las cuentas públicas, el respeto a los principios de sostenibilidad financiera y estabilidad presupuestaria no dejan de estar presentes y se recogen en diferentes preceptos, cuyo objetivo común es reforzar la disciplina presupuestaria en la gestión de los recursos. Pero ello no puede ser a costa de impedir el desarrollo de las políticas más próximas a los ciudadanos y la máxima eficacia en la prestación de todos los servicios públicos esenciales para los mismos, que es uno de los principales objetivos para 2016. 

La recuperación social y la recuperación de los servicios públicos, en suma, lo que puede denominarse el rescate al Estado del Bienestar, pasa por la implementación de políticas más efectivas en el ámbito del empleo, la sanidad, la educación y los servicios sociales en su conjunto. La renovación de infraestructuras sanitarias; la reducción de las listas de espera quirúrgicas vinculada a la recuperación de parámetros y plazos que garanticen una atención sanitaria eficaz, además de universal, gratuita y de gestión pública; todo ello, para que la asistencia sanitaria satisfaga plenamente las necesidades de los ciudadanos. 

La atención a las personas y colectivos menos favorecidos y a quienes se encuentran en situación de dependencia, recuperando y mejorando la red de servicios sociales y asistenciales de nuestra región para que vuelva a estar entre las más avanzadas de España por su calidad y extensión. El Presupuesto debe ser, en estos aspectos, el instrumento que canalice la solidaridad entre los ciudadanos a través de la prestación de los servicios esenciales. 

La coyuntura actual de crisis económica ha ocasionado que personas, familias y colectivos estén viviendo situaciones de dificultad para hacer frente a necesidades vitales básicas y esenciales, encontrándose en situación de vulnerabilidad social, en situación de exclusión social o en riesgo de estarlo, o, únicamente, son personas familias y colectivos que necesitan de una especial protección. A pesar de contar a nivel autonómico con una serie de procedimientos y programas para intentar hacer frente a las necesidades más perentorias de la población castellano-manchega, estos procedimientos han resultado en la práctica insuficientes ya que proceden de anteriores legislaturas y sus dotaciones fueron reducidas drásticamente en aras de conseguir los objetivos de déficit.

La recuperación social es determinante para que realmente sea estable un escenario de recuperación económica. Una recuperación económica que pasa por la creación de riqueza y empleo y que requiere de un amplio acuerdo entre empresarios y trabajadores, de medidas de apoyo a los emprendedores y, en general, de actuaciones orientadas a estimular la creación de empleo de calidad. Y ello sin olvidar la necesidad de incidir en el mercado de trabajo para permitir la incorporación al mismo de las personas que encuentran más dificultades. 

En este sentido, el Plan de Empleo Extraordinario y Urgente para Castilla La Mancha, a desarrollar de forma inmediata y con una duración de dos años, permitirá dar una oportunidad de empleo a 60.000 personas, con medidas tendentes, por un lado, a la cualificación y el acceso a un primer empleo de las personas más jóvenes y, por otro, a rescatar a las personas que sufren el paro de larga duración y el agotamiento de la protección por desempleo, favoreciendo su inserción en el mercado laboral. Junto a la sanidad y los servicios sociales, la educación pública no puede ser contemplada como un mero factor económico. 

La mejora de las infraestructuras, la implementación de ciclos de formación profesional, la garantía de que un menor nivel económico no pueda incidir en el acceso a los distintos niveles de estudio y de que ningún niño quede sin escolarizar; todo ello, tiene su reflejo en estos presupuestos.

Los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016 reflejan la apuesta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por recuperar altos niveles de calidad en los servicios públicos que presta, a la vez que constituyen una muestra del compromiso constante con el desarrollo económico y social de nuestra región para satisfacer las necesidades de toda la sociedad castellano manchega. 

Esto convierte a los Presupuestos Generales de la Junta de Castilla-La Mancha en el principal instrumento de política económica con que cuenta el Gobierno regional, puesto que a través de la política tributaria puede incentivar la actividad económica, mientras que, a través de la gestión del gasto público, que ya en sí mismo es un importante componente de la demanda interna, puede incentivar el tejido productivo y, dado el reparto competencial existente entre las administraciones públicas de nuestro país, puede mejorar el bienestar de los ciudadanos a través de la prestación de los servicios públicos esenciales. 

El procedimiento presupuestario ha partido, en primer lugar, del condicionante legal que supone el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera fijados para nuestra Comunidad por el Consejo de Política Fiscal y Financiera en su reunión del 8 de julio de 2015, todo ello dentro del marco jurídico determinado por el artículo 135 de la Constitución Española y desarrollado en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. 

En aplicación de esta normativa, el Gobierno de la nación fija el objetivo de estabilidad presupuestaria referido a los tres ejercicios siguientes, tanto para el conjunto del sector público, como para cada uno de los grupos de agentes que lo integran. Así, para el ejercicio 2016 el objetivo de estabilidad fijado es del 0,3% del PIB regional para cada una de las comunidades autónomas. El cumplimiento de este mandato legal, constituye, por tanto, un principio básico de cara a la elaboración de los presupuestos. 

Para asegurar el cumplimiento de dicho objetivo, se ha establecido, para los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha un Límite de Gasto no Financiero de 5.693,8 millones de euros, que es el importe máximo que los gastos no finalistas y no financieros pueden alcanzar para garantizar el cumplimiento, en la fase de elaboración de los presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de los objetivos marcados. Dicho Límite de Gasto no Financiero fue aprobado por las Cortes Generales el 14 de enero de 2016, en cumplimiento de la Ley 11/2012, de 21 de diciembre, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. 

 Como se expone en el informe económico que forma parte de estos presupuestos, la situación hoy es bien distinta de la de hace un año en que había sólo indicios de una recuperación que debía llegar, y de la de años anteriores, en que los retos e incertidumbres eran considerables en plena recesión. Se ha realizado una estimación individualizada de la previsión de evolución del PIB, según lo establecido en el artículo 15.5 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, tomando como base el informe de situación de la economía de 10 de julio de 2015. En dicho informe se prevé un incremento del PIB real para España de 3,3% para 2015 y 3,0% para 2016.

El PIB de Castilla-La Mancha, que venía registrando caídas superiores a la media nacional en el periodo de recesión, por las razones anteriormente indicadas, se prevé que registre valores de crecimiento en torno a la media nacional o ligeramente superiores en la fase de recuperación. Esto se debe fundamentalmente a la dependencia de la economía castellano-manchega respecto de la evolución de la demanda interna nacional, debido a su especialización sectorial, que la hace relativamente menos competitiva respecto del exterior y por tanto más sensible a las oscilaciones del ciclo económico. 

En todo caso, dado el carácter lento e incipiente del proceso de recuperación, se considera que en 2016 la economía castellano-manchega no registrará aún tasas de crecimiento por encima de la media nacional, situándose la previsión de crecimiento en términos reales para dicho ejercicio en un 2,9%. Estas previsiones sobre la economía castellano-manchega para 2015 y 2016 están en línea con las de servicios de estudios como los de la AIREF, que prevé para 2015 un crecimiento interanual de la economía regional del 3,6%; los del BBVA, que prevé un crecimiento del 2,5% para 2015 (0,5 puntos porcentuales por debajo del crecimiento nacional estimado por este servicio de estudios) y del 2,9% para 2016 (0,2 puntos porcentuales por encima de la media nacional); y las previsiones de FUNCAS, que presentan resultados similares. 

La política financiera se ve condicionada por la necesidad de compatibilizar la provisión de recursos para hacer posibles las políticas anteriores con el mantenimiento de la deuda y la carga financiera de la misma en unos niveles razonables y sostenibles. Por eso se incide en la mejora de la eficiencia de los gastos y en la maximización de su efecto positivo sobre el conjunto de la economía de la región como claves tanto para la recuperación de ésta como para la consecución de unas finanzas públicas equilibradas y sostenibles a largo plazo. 

La reducción de la morosidad, gracias al efecto de los mecanismos de pago a proveedores, ha permitido aportar a la economía regional la liquidez necesaria. El proceso de reordenación del endeudamiento público, ante las mejoras producidas en los mercados de deuda pública, seguirá generando importantes ahorros en la financiación de la misma. A continuación expondremos algunas de las grandes cifras del presupuesto. 

Los ingresos totales previstos para el ejercicio 2016 se elevan a 8.420,1 millones de euros y los ingresos no financieros se sitúan en 6.690,7 millones de euros, un 7,1% superiores al ejercicio anterior. Destaca el incremento de las entregas a cuenta del Sistema de Financiación Autonómica por importe de 325,6 millones de euros. El crédito destinado a gasto no financiero, 7.114,2 millones de euros, se incrementa un 2,4%, siendo importante destacar el aumento de los gastos por operaciones corrientes con un incremento del 3,5% . La gestión responsable y eficaz de las finanzas públicas, permite presentar un Presupuesto que incrementa los fondos disponibles para políticas de gasto, garantiza la sostenibilidad de los servicios públicos esenciales, al tiempo que contribuye a reforzar aún más la confianza y credibilidad de la Región y sus instituciones como factor clave para la consolidación de la recuperación económica.

La Cuenta Financiera sintetiza las principales magnitudes presupuestarias, permitiendo visualizar conceptos como el ahorro público, la formación bruta de capital y la capacidad o necesidad de financiación en términos presupuestarios. Esto otorga una visión global de la situación de la Hacienda regional y de la contribución de los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016 a la misma. 

Los principales conceptos que componen la cuenta financiera 2016 son los que se explican a continuación: 
  • Ahorro público Esta magnitud recoge la diferencia entre ingresos y gastos corrientes, por lo que muestra la capacidad o necesidad de financiación generada con la actividad normal de la Administración. En el Presupuesto 2016 se prevé un ahorro de -322,9 millones de euros, lo que supone una reducción del ahorro negativo de 197,6 millones de euros respecto del ejercicio 2015. Esta mejora en las cifras de ahorro se debe a una subida de los ingresos previstos del 7,2%, superior al crecimiento del gasto corriente, que es del 3,5%. 
  • Formación de capital La formación de capital mide el incremento del stock de capital público regional, lo que se puede caracterizar como el esfuerzo inversor de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La formación de capital se financia mediante el ahorro público y el endeudamiento previsto en los presupuestos. Contablemente, refleja la diferencia entre ingresos y gastos de capital, cifra que en 2016 se prevé que ascienda a casi 99 millones de euros. 
  • Capacidad o necesidad de financiación El déficit presupuestario bruto que incorpora el presupuesto 2016, como diferencia entre los ingresos y gastos no financieros, asciende a 423,5 millones de euros. 
    • Este déficit, que representa la suma del ahorro negativo y la formación de capital, considerando además los fondos destinados a contingencias e imprevistos, no es el que computa a efectos del objetivo de estabilidad, pues éste, como se ha indicado anteriormente, se expresa en términos de contabilidad nacional, para lo que son precisos ciertos ajustes técnicos. 
    • Para la financiación del déficit es necesario recurrir al endeudamiento. 
    • Concretamente, en los presupuestos de 2016 se recoge un endeudamiento neto de 423,5 millones de euros, correspondientes a un endeudamiento bruto de 1.726,2 millones de euros, menos las amortizaciones de deuda previstas, que ascienden a 1.302,5 millones de euros Hay que destacar que este déficit, una vez tenidos en cuenta los ajustes necesarios para expresarlo en términos SEC 95, cumple con el objetivo de estabilidad presupuestaria 2016 de Castilla-La Mancha, establecido en un 0,3% del PIB regional. Política de endeudamiento La situación del endeudamiento ha venido condicionada por las necesidades de financiación de los sucesivos déficits presupuestarios. El endeudamiento total ha continuado incrementándose de acuerdo con estas necesidades, si bien, a partir de las medidas del Real Decreto Ley 17/2014 se han producido notable mejoras en el coste de la financiación


Las mejores condiciones financieras antes mencionadas, que afectan en particular a los mecanismos de financiación (FLA, pago a proveedores), han llevado a una recomposición de la estructura interna de la deuda de Castilla-La Mancha, en la que dichos mecanismo han ido ganando peso frente a los préstamos del sector privado y los valores, que han visto reducido tanto su volumen en términos absolutos como su peso en el conjunto de la cartera de deuda.

El objetivo de sostenibilidad financiera para el conjunto de las comunidades autónomas españolas se cifra en un 22,5% del PIB, mientras que a Castilla-La Mancha le correspondería un objetivo del 33,0 %. Este objetivo de deuda pública se podrá rectificar por el importe efectivo de la ejecución de los mecanismos adicionales de financiación para las Comunidades Autónomas que se produzcan durante los respectivos ejercicios, siempre que no se destinen a financiar vencimientos de deuda o déficit del ejercicio en que se ejecute y por los incrementos de deuda derivados de reclasificaciones de entidades y organismos públicos en el Sector Administraciones Públicas, siempre que no financien déficit del ejercicio. 

Por tanto, del volumen de deuda resultante en el ejercicio 2016 habrá que realizar los ajustes técnicos oportunos en relación a los mecanismos adicionales de financiación para determinar el cumplimiento del objetivo de sostenibilidad financiera, que en cualquier caso vendrá asociado a una correcta ejecución de ingresos y gastos y a un cumplimiento de las previsiones en materia de estabilidad presupuestaria, de modo que no sea preciso recurrir al endeudamiento para financiar déficit adicionales o desviaciones sobre el objetivo marcado


El artículo 15 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera señala que corresponde al Gobierno la fijación de los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública referidos a los tres ejercicios siguientes, tanto para el conjunto de administraciones públicas como para cada uno de sus subsectores. 

Para la fijación del objetivo de estabilidad presupuestaria del conjunto de comunidades autónomas, siguiendo el procedimiento previsto en la ley, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas remitió la propuesta de objetivos para el periodo 2016-2018, al Consejo de Política Fiscal y Financiera de las comunidades autónomas, que fue objeto de informe favorable en su sesión de 8 de julio de 2015, de conformidad con el artículo 15 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, habiéndose remitido, también a estos efectos, a la Comisión Nacional de Administración Local con fecha 9 de julio de 2015. 

El Consejo de Ministros aprobó, en su sesión del 10 de julio de 2015, los objetivos de déficit y deuda pública del periodo 2016-2018. Los objetivos de estabilidad presupuestaria de este Acuerdo cumplen lo dispuesto en la disposición transitoria primera de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. A su vez, en la fijación del objetivo de deuda pública se ha mantenido la coherencia con el objetivo de estabilidad presupuestaria establecido y con lo dispuesto en la citada disposición transitoria primera. El objetivo de estabilidad de las comunidades autónomas está expresado en términos de contabilidad nacional, según los criterios metodológicos del Sistema Europeo de Cuentas (SEC 2010), con la finalidad de obtener cifras homogéneas que permitan realizar comparaciones a nivel nacional y europeo.

Los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016 deben ser, por tanto, compatibles con los objetivos de: 
  • 1) Déficit máximo, en términos de contabilidad nacional, del 0,3% del PIB regional. 
  • 2) Deuda pública acumulada no superior al 33% del PIB regional. El punto de partida con relación a la determinación del PIB regional, según lo establecido en el artículo 15.5 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, es el informe de situación de la economía de 10 de julio de 2015. En dicho informe se prevé un incremento del PIB real para España del 3,3% para 2015 y 3,0% para 2016. 


Las previsiones para Castilla-La Mancha se han individualizado en función de una serie de factores locales, dando como resultado un crecimiento previsto del 2,9% tanto para 2015 como para 2016. De acuerdo con los datos de la cuenta financiera (apartado 2.1.2) el presupuesto 2016 presenta un déficit previsto de 423,48 millones de euros. Si a esta cifra le añadimos los ajustes de la metodología SEC previstos para 2016, que en el momento de elaboración de los presupuestos se estiman en 286,50 millones de euros, resulta un déficit en términos de Contabilidad Nacional de 136,98 millones de euros. 

De acuerdo con la estimación del PIB de Castilla-La Mancha para 2016 (40.774,20 millones euros, resultantes de aplicar la primera estimación de 2014 de la Contabilidad Regional de España, 37.844,00 millones de euros, los incrementos nominales del PIB previstos para Castilla-La Mancha, inferiores al crecimiento previsto del conjunto de España, 3,4% para 2015 y 4,0% para 2016), esta necesidad de financiación sería compatible con el objetivo de déficit marcado para 2016 (0,3% del PIB regional). 

Un mecanismo fundamental para procurar el cumplimiento del objetivo de estabilidad es el Límite de Gasto no Financiero, regulado por la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera y la Ley 11/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera de Castilla-La Mancha. Para 2016 se ha establecido un Límite de Gasto no Financiero de 5.693,8 millones de euros, que es el importe máximo que los gastos no finalistas y no financieros pueden alcanzar para garantizar el cumplimiento del objetivo de estabilidad marcado en la fase de elaboración de los presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Dicho Límite de Gasto no Financiero fue aprobado por el Consejo de Gobierno el 22 de diciembre de 2015 y por las Cortes Regionales el 14 de enero de 2016. 

Esta es la cifra a la que deben limitarse estrictamente los gastos no financieros y no finalistas del ejercicio 2016 para poder alcanzar el objetivo de estabilidad. Los gastos no financieros (capítulos I a VII) y no finalistas (sin fuente de financiación asociada) incluidos en el presente anteproyecto de Presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se cifran en 5.693,8 millones de euros, cuantía coincidente con el Límite de Gasto no Financiero aprobado por la Cortes Regionales. 

Un análisis más riguroso de las disponibilidades presupuestarias exige distinguir, dentro del gasto máximo presupuestable aplicando la metodología del Límite de Gasto no Financiero, entre los intereses de la deuda pública (incluidos en el capítulo III del Presupuesto de Gastos), que por su naturaleza resultan ineludibles y restan recursos para gastos de actuación, y el resto de gastos, donde el Gobierno de la Comunidad Autónoma tiene la posibilidad de elección entre distintas políticas de gasto, siempre dentro de las limitaciones marcadas.

Teniendo en cuenta que para 2016 se prevén unos gastos en concepto de intereses de la deuda viva de 219,8 millones de euros, y contando con un Límite de Gasto no Financiero de 5.693,8 millones de euros, los fondos no finalistas realmente disponibles para políticas reales de gasto, los únicos sobre los que la Administración Regional tiene auténtica influencia para afectarlos de acuerdo con sus prioridades de política económica, de la que los Presupuestos Generales de Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha constituyen la herramienta fundamental, alcanzan la cifra de 5.474 millones de euros. 

Estos fondos se destinarán a atender los gastos de las distintas Consejerías y Organismos Autónomos la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en los diferentes capítulos (costes de personal, gastos en bienes corrientes y servicios, inversiones y transferencias) y en sus diferentes funcionalidades (educación, sanidad, infraestructuras, etc.), de acuerdo con la distribución de créditos establecida en estos Presupuestos Generales de Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016. Los fondos disponibles para gastar se han visto incrementados respecto del ejercicio anterior en 249 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,8%. 

Este incremento en las disponibilidades de gasto discrecionales, destinadas a financiar servicios a los ciudadanos de la región, se debe tanto a la mejora de las finanzas públicas registrada al introducir a Castilla-La Mancha en la senda de la consolidación fiscal, como a la reducción de los intereses de la deuda derivada de la mejora en la gestión financiera.

En términos globales, la estimación de los ingresos correspondientes a la Comunidad Autónoma de Castilla-la Mancha para el ejercicio 2016 supone un aumento del 2,6 % respecto al escenario presupuestario inicial de 2015. Este aumento global de los ingresos se debe: 
  • Incremento de las previsiones de ingresos por operaciones no financieras (ingresos por operaciones corrientes y de capital) en un 7,08%, con una subida de 442,6 millones de euros respecto al 2015. Estos ingresos representan el 79,46% de los ingresos para 2016. •
  • Disminución de los ingresos procedentes de operaciones financieras (emisión de deuda pública y préstamos a largo plazo), con un descenso del 11,68% respecto al 2015, lo que supone una menor necesidad de financiación en los mercados de 228,8 millones de euros. Los ingresos financieros representan el 20,54% de los ingresos previstos para 2016. Para una mejor comprensión de los datos, hay que poner en relación los ingresos con los gastos de carácter financiero de la sección 06 Deuda Pública, donde se produce una disminución importante de los gastos financieros por importe de 166 millones de euros. 

Durante 2016, se captaran 1.726,17 millones en forma de préstamos del sector público (básicamente del Estado, a través de los mecanismos financieros como el Fondo de Liquidez Autonómico), pero de ninguna manera puede esta cifra considerarse como el recurso a la deuda necesario para financiar el gasto público del año. Con estos ingresos, se procederá a la amortización de deuda pública emitida en ejercicios anteriores (200 millones de euros) y a la devolución del principal de los préstamos contraídos, básicamente del Plan de Pago a Proveedores, que en conjunto absorberá un total de 1.096,7 millones de euros.

La diferencia entre ingresos y gastos financieros, refleja el verdadero endeudamiento neto del ejercicio, por un total de 423,5 millones de euros, cifra que supone una reducción de 263,2 millones respecto al 2015. Por otro lado hay que tener en cuenta que dentro de la cifra de endeudamiento neto se incluyen conceptos que no aumentan las necesidades reales de financiación, como el ajuste por grado de ejecución que se detalla en el apartado relativo a ajustes de contabilidad nacional por importe de 114 millones, ya que este ajuste es una previsión que en fase de elaboración del presupuesto opera sobre el saldo de déficit en términos de contabilidad nacional, pero que en fase de ejecución se traduce en una diferencia entre el gasto ejecutado y el crédito inicial que minora las necesidades de financiación en términos presupuestarios. 

El resultado es de unas necesidades de financiación, un incremento neto de deuda, moderadas, financiables y compatibles con los acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los ingresos no financieros suponen un total de 6.690,74 millones de euros. La parte más importante de estos ingresos está constituida por los correspondientes al actual sistema de financiación de las Comunidades Autónomas de Régimen Común, regulado en la Ley 22/2009, de 18 de diciembre.

En este sentido, la comunicación del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de 29 de julio de 2015 determina unas previsiones de las entregas a cuenta en 2016 y la liquidación provisional del ejercicio 2014 para nuestra Comunidad que ascienden a 4.292,8 millones de euros, siendo la liquidación del 2014 de 212,5 millones de €. Las entregas a cuenta, por su volumen y forma de pago, se convierten en uno de los pilares básicos del presupuesto de ingresos para 2016, ya que representan más del 50% del total de ingresos previstos y el 64,2% de los ingresos no financieros. 

Dentro de los ingresos no financieros, la otra gran partida corresponde a las transferencias de carácter finalista, puesto que su destino es financiar determinadas actuaciones o partidas de gasto. Estas transferencias suman un total de 1.404,5 millones de euros.

Por último, nos encontramos con el resto de ingresos no financieros, integrados por los ingresos procedentes de tributos propios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, los ingresos de carácter patrimonial, los ingresos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional y del Fondo Social Europeo, así como el resto de transferencias, con un total estimado de 993,3 millones de euros. Si analizamos los ingresos en función del origen de los mismos, podemos distinguir cuatro grandes grupos: tributarios, patrimoniales, transferencias del sector público y financieros. 

Desde este punto de vista, los ingresos tributarios aportarán el 47,04% de los ingresos previstos, concretamente 3.961,2 millones de euros. Las transferencias, procedentes del Estado o de la Unión Europea, cuentan con una estimación de ingresos de 2.702,5 millones de euros, el 32,1% de los ingresos totales. Los ingresos financieros, con una aportación prevista de 1.726,2 millones de euros, supondrán el 20,5% del total, lo que supone una reducción del 11,7% respecto al 2015. Por último, los ingresos patrimoniales cuentan con una aportación residual, de tan sólo el 0,4% del total de ingresos presupuestados, con unos ingresos previstos de 30,3 millones de euros.

Respecto de la recaudación tributaria, tanto los tributos parcialmente cedidos que se ingresan a través del sistema de financiación autonómica como los totalmente cedidos o propios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que recauda ésta misma, se produce un aumento del 8,5% respecto al 2015 (309,6 millones de euros) como consecuencia de la liquidación positiva de la recaudación por IVA correspondiente al ejercicio 2014. 


Sin este efecto, la recaudación tributaria aumentaría un 2,3% (85,6 millones), un signo de recuperación de la economía de la región, que además de tener efectos positivos sobre la actividad económica y el empleo, ayudará a consolidar las cuentas públicas a medio plazo. En el análisis del estado de ingresos, desde el punto de vista económico, se distinguen las operaciones corrientes, las derivadas de operaciones de capital y los procedentes de operaciones financieras. Según esta clasificación, los ingresos corrientes son aquellos que proceden de ingresos tributarios, no tributarios y de transferencias recibidas para financiar gastos corrientes. La estimación de ingresos por operaciones corrientes asciende a 6.229,5 millones de euros, lo que supone el 74% del total.

En el ejercicio de 2016 el estado de gastos de los Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de sus organismos autónomos y entidades públicas contiene créditos por un total de 8.420,2 millones de euros. En términos cuantitativos para el 2016, se prevé un aumento del 2,6% respecto al presupuesto anterior, que en gran medida viene condicionado, por el fuerte descenso de los gastos financieros (-48,3%) y de los gastos de operaciones de capital (-8,3%), lo cual posibilita un incremento de los gastos asociados al mantenimiento de los servicios básicos esenciales (17,3%) y de las transferencias corrientes (7,8%). 

Por lo respecta al gasto de carácter financiero, se produce un incremento del 3,5% respecto al 2015, que viene derivado del perfil de amortizaciones de la deuda pública emitida en ejercicios anteriores, así como por la finalización del plazo de carencia del mecanismo de pago a proveedores. De hecho, las necesidades de financiación en términos de contabilidad nacional disminuyen un 39,2% respecto al 2015, por lo que la amortización de deuda no supone una disminución de los créditos destinados a políticas de gastos positivas para los ciudadanos y, por lo tanto, no deberían tenerse en cuenta a la hora de interpretar la evolución del presupuesto en 2016. 

En este sentido, si quitamos el efecto de los activos y pasivos financieros, el presupuesto de gastos no financieros se sitúa en 7.114,2 millones de euros, ligeramente superior en un 2,4% respecto al año anterior. Por lo que se podría hablar de un presupuesto moderadamente expansivo, una vez acabada la fase de ajustes en el gasto, que ahora deja paso a una política de optimización y asignación eficiente de los recursos públicos. 

De hecho, el límite de gasto no financiero, donde no se incluyen los gastos financieros ni aquellos que por su naturaleza condicionada van asociados a un gasto concreto (gastos finalistas), se ha fijado en 2016 por las Cortes Regionales en 5.693,8 millones de euros, un 0,7% superior al del 2015. De este importe, los fondos de los que realmente dispone el gobierno regional, y que puede dedicar libremente a las distintas políticas de gasto, una vez descontado el importe de los intereses financieros ya que se trata de recursos que no pueden dedicarse a ninguna de las actuaciones de la administración pública, así como la dotación del Fondo de Contingencia previsto el capítulo V, que tampoco tiene una partida concreta de asignación del gasto, son 5.474 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,8% respecto al ejercicio anterior. 

Es, por tanto, respecto a este montante de gasto al que tiene sentido referenciar el análisis de las distintas partidas, en especial a la hora de estudiar el peso de las distintas políticas. Las prioridades de la política presupuestaria para 2016 tienen su reflejo en las dotaciones recogidas en los presupuestos de gastos: unos servicios sociales básicos adecuados, dimensionados y ajustados a las necesidades de los ciudadanos, en el que tienen una especial preponderancia aquellos destinados al gasto social, la incentivación de los sectores productivos y la creación de empleo, la investigación e innovación tecnológicas y la calidad de la enseñanza. 

En este sentido, las políticas de gasto destinadas al funcionamiento de la red sanitaria, asistencial y educativa, en su conjunto, representan en los presupuestos de gastos de 2016 casi el 70% del total de los créditos no financieros consignados, con un incremento del 3% respecto del ejercicio anterior, destacando el aumento de la política de gasto en materia sanitaria que aumenta un 8,7%. Para lograr la recuperación del empleo e incentivar la economía, se dedica un importante montante de recursos a las políticas destinadas a los sectores económicos de importancia estratégica para la región. 

En este sentido, cabe destacar la importancia de la política de gasto dedicada a Desarrollo Económico y Empleo, que se incrementa en un 43,9%, Inversiones en I+D+I y Nuevas Tecnologías, con un crecimiento del 3,3% o la política de gasto dedicada a Agricultura y Medio Ambiente, con un 1,8% de incremento respecto a 2015. Siguiendo lo establecido en el Texto Refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha, se analiza en este apartado el presupuesto de gastos desde una triple perspectiva: económica, que agrupa las dotaciones de los presupuestos según la naturaleza del gasto que se pretende realizar; orgánica, que recoge la distribución de las dotaciones financieras entre las distintas secciones presupuestarias; y funcional, que contempla la distribución de estas dotaciones financieras según los objetivos perseguidos con las mismas.

En 2016 las operaciones de gasto de carácter no financiero representan el 84,5% del total, mientras que el 15,5% restante corresponde a las de naturaleza financiera. Dentro de las operaciones no financieras, las de capital cuentan con un peso del 6,7% del total presupuestado. Las operaciones corrientes, por su parte, representan el 77,8% del total del presupuesto.

El Capítulo V, que recoge los créditos del Fondo de Contingencia, destinado, en cumplimiento de la normativa en materia de estabilidad presupuestaria, a financiar las modificaciones de crédito que supongan incremento de gasto, no se incluye ni en las operaciones corrientes ni en las operaciones de capital al desconocerse si será necesario su uso como fuente de financiación de modificaciones presupuestarias ni qué tipo de actuaciones se financiarán con cargo al mismo. En cualquier caso, su peso es muy poco significativo, puesto que tan sólo representa el 0,02% en 2016.

Según su finalidad, los créditos destinados a gastos de actuación, que son aquellos que inciden directamente sobre los agentes sociales y económicos, incluyen las partidas presupuestadas contempladas en los capítulos IV, VI, VII y parte del capítulo II (gastos corrientes que afectan a los centros docentes públicos, productos farmacéuticos para la asistencia sanitaria, servicios de carácter social y vacunas), contarán en 2016 con unos créditos que ascienden a, 3.546,3 millones de euros y que representan el 42,1% del total presupuestado, un 7,1% más que en 2015. 

Los gastos de funcionamiento, por su parte, incluyen las dotaciones de los Capítulos I y II, exceptuando los gastos mencionados anteriormente, ascienden a 3.344,3 millones de euros aumentando un 4,4% respecto al ejercicio anterior y representando el 39,7% del total presupuestado. Como se ha comentado, la importancia de este tipo de gasto en el presupuesto refleja la importancia dentro de las políticas de gasto de las destinadas al sostenimiento de los servicios sociales fundamentales, puesto que se dedican a los gastos de mantenimiento y funcionamiento de los centros educativos, sanitarios, sociales, y otros centros de la administración, así como las remuneraciones del personal que presta dichos servicios, cuyas retribuciones experimentarán un incremento del 1% respecto al 2015, sin contar la devolución de una parte de la paga extra del ejercicio 2012. 

Los créditos para gastos financieros, capítulos III, VIII (salvo los incluidos dentro de los gastos de actuación) y capitulo IX, se destinan a hacer frente a la carga financiera por la utilización de recursos ajenos en la financiación de las políticas de la Administración Regional, y contarán en 2016 con una asignación presupuestaria de 1.527,8 millones de euros, lo que representa del 18,1% del total de dotaciones consignadas, y tal y como se ha señalado con anterioridad, se produce una reducción de este tipo de gastos del 9,6% respecto al 2015. Por último, el Fondo de Contingencia, que, dada su finalidad, no se puede imputar de partida a ninguno de los tipos anteriores, representa tan sólo el 0,02% del presupuesto. 

Si se analiza la distribución de los créditos para gastos entre las distintas Secciones presupuestarias, destaca el montante de la sección 61, correspondiente al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, que gestionará 2.552,7 millones de euros, el 30,3% del total del presupuesto consolidado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2016. 

También destacan las dotaciones de la sección 18, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, que ascienden a 1.562,5 millones de euros, lo que representa el 18,6% del presupuesto, la sección 27, correspondiente a la Consejería de Bienestar Social, por su parte, gestionará el 7,6% del total de créditos con un montante de 642,4 millones. 

La sección 21, Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural que gestionará un total de 1.378,7 millones de de euros, el 16,4% del total de recursos. Del resto de secciones, también tienen dotaciones significativas las Consejerías de Fomento y de Economía, Empresas y Empleo, con el 2,8% y el 2,9% del total presupuestado, respectivamente. Desde el punto de vista orgánico, por último, se puede señalar que el 69% del total del presupuesto corresponde a la Administración general, mientras que el 31% restante, será gestionado por los Organismos Autónomos y Entidades Públicas cuyos presupuestos se integran en los de la Junta de Comunidades

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