jueves, 15 de marzo de 2018

INTERPELACIÓN MINISTRO EDUCACIÓN 14 MARZO

La señora MARTÍNEZ SEIJO: Gracias, señora presidenta. Hoy vamos a debatir sobre modelos educativos y sobre cómo mejorar la educación española, porque para nosotros, para los socialistas, la educación es un eje esencial, fundamental, para el futuro de las personas que conforman esta sociedad. Los socialistas siempre hemos concebido y concebimos la educación con la mayor seriedad, por eso hemos contribuido a que se produzca, tal y como se demanda, un cambio de modelo educativo. 

En educación siempre han existido diferencias ideológicas. Está su modelo, el heredado del ministro Wert, reflejado en esa ley cargada de aspectos negativos que tan poco gusta a la comunidad educativa. De la Lomce no se puede oír nada bueno. Es más, cuestiona serios principios constitucionales, como puede ser la segregación en la enseñanza diferenciada, el derecho a la participación, la elección entre religión o valores, la segregación del alumnado por rendimiento, la extralimitación de competencias; motivos todos ellos por los que ha sido recurrida en más de una ocasión ante el Tribunal Constitucional y sobre lo que ya hay alguna sentencia. (La señora vicepresidenta, Navarro Garzón, ocupa la Presidencia). 

Señor ministro, es un clamor social la necesidad de acabar con esta ley de una vez. Por eso hoy mismo le pido que su grupo parlamentario deje de vetar esta proposición de ley sobre la Lomce —hasta cuarenta y seis prórrogas de enmiendas lleva ya— y se empiece ya con urgencia a dar el paso hacia un nuevo modelo educativo que acabe con tantos y tantos aspectos negativos que contempla. Ministro, no queremos que continúe una ley basada en el principio de segregación por capacidades o por sexo; una ley que estigmatiza a los alumnos desde edades tempranas; 

una ley repleta de contenidos curriculares excesivos y dispersos; una ley cargada de burocracia en el aula; una ley que complica la vida a los docentes con tareas tediosas, inútiles y poco educativas, como la aplicación de los estándares de aprendizaje; una ley que ha conseguido la mayor dispersión curricular entre comunidades autónomas como nunca había existido anteriormente; una ley que no avanza; una ley que no pone ni los medios ni los recursos necesarios para introducir adecuadamente nuevas metodologías que hagan un currículo más comprensivo e inclusivo; una ley que obliga a elegir entre religión confesional o valores cívicos constitucionales y derechos humanos, una ley que cierra puertas al alumnado en vez de abrírselas al futuro; 

una ley que se olvida de la educación infantil de cero a tres años; una ley que margina la escuela pública y que ha roto el equilibrio entre la escuela pública y la escuela concertada; una ley que no pone remedio a la prevención del fracaso escolar y no hace nada por el refuerzo de los niños y niñas en la educación primaria; una ley que mutila el principio de escuela democrática y participativa; en definitiva, una ley que debería ser pasado y no presente, una ley que no queremos para el futuro. Señor ministro, en el tiempo que llevamos de legislatura no hemos visto ninguna voluntad de modificar esa ley, salvo paralizar las reválidas; la Lomce ha avanzado inexorablemente. 

La Comisión de Educación ha aprobado numerosas proposiciones no de ley que han dejado claro que hay una mayoría parlamentaria para que muchas cuestiones de la Lomce sean modificadas, pero nuestro sentir es que este Gobierno ha utilizado sistemáticamente la subcomisión de Educación para responsabilizarla de encontrar soluciones a todas las críticas y a todos los problemas que venían sobre la Lomce. 

A esto le llamamos dejación de funciones, pasar la pelota y no actuar como Gobierno, y eso para prolongar la vida de la Lomce, y mientras tanto, los niños y niñas de este país siguen sufriendo esta ley retrógrada y perjudicial para su futuro. Señor ministro, la educación española necesita cambios urgentes; cambios que no pueden esperar; la educación española requiere dar pasos adelante en un nuevo modelo educativo que garantice el derecho a la educación, que garantice el derecho al aprendizaje, el derecho efectivo a la inclusión en el aula y un modelo formativo que prepare para la sociedad del futuro a nuestros niños y niñas. 

Si queremos que España se incorpore plenamente a esta realidad con garantías, es necesario apostar seriamente por la educación. Los socialistas creemos que debemos afrontar un nuevo avance del modelo educativo que nos prepare para los retos del futuro y abordar con garantías de éxito y cohesión social la sociedad del conocimiento. 

Un nuevo modelo educativo debe tener a la escuela pública como eje vertebrador del sistema educativo; es patrimonio de todos, es un eje importante de integración social, cultural e interterritorial, y por ello hay que garantizar los recursos públicos que necesita. La escuela, señor ministro, debe ser el elemento primordial para que las desigualdades de procedencia sean compensadas mediante la acción educativa, el entorno escolar. 

Nuestros niños y niñas deben poder contar con los recursos educativos, que les sean garantizados los materiales curriculares y servicios complementarios. Y todo ello requiere una política de becas y ayudas al estudio más justa de la que hay ahora. (Aplausos). Las becas no pueden ser un derecho sujeto a limitación presupuestaria, sino un derecho subjetivo, con cuantías suficientes y con certidumbre para todas las familias. 

Consideramos imprescindible avanzar en una educación inclusiva, atendiendo adecuadamente a aquellos alumnos que tienen necesidades de aprendizaje especiales, pero también a aquellos que tienen altas capacidades. Se requieren recursos, fundamentalmente humanos, docentes en las aulas; docentes que tengan la mejor formación continua en la actualización de contenidos, metodologías y novedades que la sociedad ofrece día a día, no como ahora, que ustedes en aquellas comunidades autónomas donde gobiernan se han cargado la formación continua del profesorado. (Aplausos). 

Queremos también la mejor formación inicial posible sin olvidar la carrera profesional y, desde luego, el necesario reconocimiento y prestigio social a la carrera docente. Se debe tener muy presente la realidad territorial existente en España y el papel de la escuela rural, que tanto se olvida, cuya prioridad debe ser siempre el alumno, buscando un equilibrio entre la socialización, la cercanía al hogar, la calidad educativa y la igualdad de oportunidades —la igualdad de oportunidades, ministro— Sin embargo la exigencia de más alumnos para ofertar optatividad, ciclos formativos o modalidades de bachillerato se han visto reflejadas en una menor oferta educativa, por tanto, desigualdad. 

Ministro, se necesitan también infraestructuras adecuadas, modernas y adaptadas a las necesidades de nuestros tiempos; contar con laboratorios de idiomas, laboratorios para las áreas experimentales con ordenadores que funcionen, conectividad en las aulas, talleres de formación profesional con maquinaria actualizada y con suficientes medios, que en muchas ocasiones no hay por falta de recursos. 

Y espero que comparta con nosotros por lo menos la preocupación, porque las medidas ya sabemos que no, para incrementar el número de alumnos que titulan en la ESO y reducir la tasa de abandono escolar de manera real, no con atajos de la formación profesional básica, para que nuestros alumnos puedan tener una vida plena y oportunidades en el futuro. 

Y ello requiere hacer un sistema más atractivo, motivador y una mayor oferta educativa, sobre todo de formación profesional de grado medio; es decir, que hay que potenciar y prestigiar la formación profesional para que conecte realmente con las necesidades del mercado de trabajo y permita la formación a lo largo de la vida. 

La formación profesional tiene que desempeñar un papel estratégico en un nuevo modelo productivo que queremos desarrollar en España, y una vez más, señor ministro, se requiere inversión para crear nuevas plazas de formación profesional en los sectores de mayor desarrollo para el futuro. 

La extensión de la educación infantil de cero a tres años y garantizar una plaza pública a aquellas familias que verdaderamente lo necesiten es otro desafío que el sistema educativo debe afrontar, porque avanzar en éxito escolar requiere también una escolarización temprana. Mejorar la comunicación en lenguas extranjeras es otro reto que requiere modelo y también recursos, empezando por la capacitación y la formación continua del profesorado y ayudas y becas para la inmersión lingüística de los alumnos. 

El modelo y el objetivo están claros para nosotros: introducir un currículo integrado para lograr la adquisición de competencia lingüística en lenguas extranjeras al final de la educación obligatoria. Y de lenguas extranjeras paso a otro gran reto de la sociedad del conocimiento: la alfabetización múltiple, la necesidad de formarse en interacción con distintas tecnologías para adquirir las competencias necesarias para la vida propia y para la sociedad, en el presente y a lo largo de la vida. 

El currículo educativo actual está diseñado para la homogeneidad y, como comprenderá, no todos los alumnos son iguales ni todos los alumnos necesitan lo mismo. Por eso, frente al encorsetado currículo de la Lomce, nuestros niños requieren un modelo de diseño curricular mucho más flexible basado en un conjunto de aprendizajes imprescindibles y con una responsabilidad mucho más amplia por parte de los centros educativos, no simplemente para el diseño sino también para el desarrollo del currículo, es decir, desarrollar plenamente lo que es la autonomía del centro. 

Asimismo, todos los alumnos y alumnas al finalizar la ESO deberían tener un certificado de competencias, como es lo habitual en nuestro entorno internacional, y que se utilice para una mejor orientación de los estudios posobligatorios y para facilitar la continuidad y el regreso a la formación, porque el sistema educativo debe ser considerado como un conjunto de oportunidades formativas interconectadas entre sí que van abriendo puertas a los estudiantes en vez de cerrarlas, que establecen pasarelas de unas vías a otras y que reducen al máximo las opciones irreversibles; es decir, que nosotros queremos hacer real esa convicción de que siempre debe haber tiempo para la formación y posibilidades para formarse, un concepto diametralmente opuesto al de las reválidas de su partido. 

Siguiendo con las diferencias de modelo llegamos a un principio que para nosotros es básico: el que los centros educativos sean un lugar para el aprendizaje de una cultura democrática, facilitando la participación efectiva de todos los componentes de las comunidades educativas, su capacidad para cooperar en la realización de un proyecto educativo y corresponsabilidad en el logro del éxito educativo. 

Y junto con el principio de escuela democrática y participativa, queremos una escuela que integre en su currículo de enseñanza valores cívicos y constitucionales, valores de igualdad, es decir, Educación para la ciudadanía. (Aplausos). Y una escuela laica como garantía de los valores públicos comunes, una escuela que fomente aprender a aprender. La convivencia es un factor de calidad que debe construirse entre toda la comunidad educativa y que requiere un proceso en el que haya modificaciones en el currículo y en la misma organización de los centros. 

Y, por último, el sistema educativo en una sociedad del conocimiento necesita acompañarse de una agenda de I+D educativa, coherente y bien financiada también para que los procesos de enseñanza y aprendizaje sean trasladados a la formación inicial y permanente del profesorado y fortalecer el sistema educativo frente a los cambios, sociales, tecnológicos y culturales. Y, como supondrá, todo este modelo y estos retos deben venir acompañados de una importante financiación. 

Se lo hemos dicho en muchas ocasiones, nosotros tenemos identificados los objetivos, las necesidades, las demandas educativas, y las cuentas con su propuesta no salen porque no ha habido voluntad real por su parte. Finalizo esta intervención recordando que hay importantes diferencias ideológicas y de prioridades políticas entre ustedes y nosotros. Ustedes son la derecha, nosotros somos la izquierda y eso también se traduce en la educación. 

Ustedes son de la Lomce y de los recortes y nosotros de la igualdad, de la equidad, de la inclusión, de más oportunidades (aplausos) y de la profunda creencia, señor ministro, de que la educación debe ser el eje transformador de la sociedad que queremos, una sociedad basada en ciudadanos más libres y más formados, una educación que dé paso verdaderamente a la sociedad del conocimiento. Gracias. (Aplausos). 

La señora VICEPRESIDENTA (Navarro Garzón): Muchas gracias, señora Martínez Seijo. En nombre del Gobierno tiene la palabra el señor ministro de Educación, Cultura y Deporte. 

El señor MINISTRO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE (Méndez de Vigo y Montojo): Señora presidenta, señorías, cuando el Grupo Socialista presentó esa interpelación me alegré sinceramente porque dije bien, vamos a saber qué es lo que ha provocado la espantada del Grupo Socialista de la subcomisión por el pacto social y político por la educación. Y le reconozco a usted que estoy, como diría un ilustre antiguo miembro de su grupo, pasmado porque usted no ha dicho aquello que está esperando todo el mundo dentro esta Cámara y fuera y es que nos explicara por qué han abandonado ustedes el pacto. 

Usted ha hecho una intervención, y se lo digo sin acritud, propia de la universidad de verano, de un think tank y de contar el modelo educativo, que está muy bien, pero estamos hablando de política, esto es un Parlamento y esto no es la UIMP. Estamos hablando de política en un momento muy determinado y muy concreto. Su intervención, si existiera aquella máquina del tiempo que previó HG Wells y nos pudiera retrotraer en el tiempo, es del año 2013. 

Es una enmienda a la totalidad contra la Lomce. Pues muy bien, pero no estamos ahí porque han pasado muchas cosas desde entonces y ha pasado una muy importante que ha tenido que ver con esta Cámara y es que aquí ha habido una votación de investidura del presidente del Gobierno y en esa votación de investidura llegamos a acuerdos importantes con su grupo, señorías. 

Esos acuerdos consistían, y le recuerdo el debate de investidura, en que el Gobierno retiraría y suspendería temporalmente los efectos de las evaluaciones en cuarto de la ESO y en Bachillerato y, a cambio, lo que haríamos es ir a un pacto de Estado social y político por la educación. Y ese pacto no surge de la nada, ese pacto, señorías, estaba en los acuerdos que el señor Sánchez y el señor Rivera habían concertado en la investidura fallida del señor Rivera, capítulo tercero: Constituir una mesa para alcanzar un pacto social y político por la educación que en el plazo de seis meses permita la elaboración de un marco legal consensuado. 

Eso lo hicieron los señores Sánchez y Rivera. No tuvo efectos. Se recogió en los acuerdos posteriormente entre PP y Cs, punto 78: Impulsar un pacto nacional por la educación que cuente con el consenso de las fuerzas políticas, constituir una subcomisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados que permita la elaboración de un acuerdo consensuado en el plazo de seis meses y durante ese plazo y hasta que se logre un acto nacional se congelará el calendario de implementación de la Lomce en todos aquellos aspectos que no hubiesen entrado en vigor. ¿Lo recuerda usted? 

Ese es el acuerdo al que llegamos; acuerdo al que ustedes habían presentado previamente una proposición de ley y yo recuerdo que en el debate de esa proposición de ley, que fue tomada en consideración y a la que usted se ha referido antes y sobre la que luego volveré, yo me levanté desde mi escaño y dije que para lograr el objetivo nosotros nos comprometíamos a hacerlo rápidamente porque una proposición de ley, como saben ustedes, tiene un plazo largo de tramitación; y me comprometí a hacerlo mediante un decreto-ley. Además me comprometía también a que ese decreto-ley lo iba a consensuar con las comunidades autónomas. 

Pues bien: lo hice. Lo consensué en la Conferencia sectorial de las comunidades autónomas el 28 de noviembre del año 2016; lo elevé al Consejo de Ministros, y lo convalidó esta Cámara, señoría. ¿Y qué convalidó? Convalidó el decreto-ley, que tenía dos elementos fundamentales —que eran también, por cierto, los de su proposición de ley—: suspendamos los efectos de las evaluaciones en tanto en cuanto no haya un pacto y establezcamos un procedimiento para lograr ese pacto; y vamos a residenciar ese pacto en una subcomisión del Congreso de los Diputados. ¡Oiga, yo no tenía ningún interés especial en residenciar el pacto en una subcomisión! ¡Al Gobierno le quita margen de maniobra! 

Pero era el acuerdo de esta Cámara. Estaban en ese acuerdo Rivera-Sánchez, estaban en el acuerdo Rajoy-Rivera, ¡pues lo mantuvimos, señoría! Y a partir de ahí, la subcomisión empezó sus trabajos, y le recuerdo que en la constitución de esa Comisión hubo tres grupos que votaron a favor; creo que el resto se abstuvo; pero votó su grupo a favor junto con PP y con C’s; el resto, se abstuvo. También, señoría, en el tiempo, la Conferencia de Presidentes del Senado decidió que el Senado tenía que incorporarse, puesto que este pacto se iba a hacer solo en la subcomisión del Congreso. 

Pues bien: estuvimos de acuerdo, señoría. Hubo un primer debate el 27 de marzo del año 2017 en el Senado, a partir de ahí se ha constituido una ponencia en el Senado que está trabajando y que está haciendo su trabajo. Bien. Sigue su curso. El Consejo Escolar del Estado. El 19 de diciembre de 2017 le pedí, señoría, que hiciera un documento sobre el pacto escolar. Lo está haciendo; está trabajando; las entidades educativas, la comunidad educativa, las entidades sociales. 

Y aún más, señoría. La conferencia sectorial, donde están presentes todas las comunidades autónomas, el 30 de marzo me pidió elaborar también una serie de estudios sobre ese pacto educativo, sobre temas concretos del pacto educativo. 

Y como están las actas —lo repito aquí— yo dije que tenía una complicación política para aceptar eso y era que yo, al ser el ministerio parte de la conferencia sectorial, iba a ser juez y parte en ese pacto puesto que al final era el ministerio el que tenía que presentar el proyecto de ley de normativa básica. Bien. Pero ustedes me dijeron que era conveniente, que era importante que las comunidades autónomas se sumaran —y yo estoy de acuerdo con ello, claro está—, ya que si son los que ejecutan y desarrollan legislativamente los pactos es lógico que estén. 

Y hemos constituido en el seno de la conferencia sectorial un grupo de comunidades autónomas que están trabajando en todos estos temas, señoría. O sea que tenemos a la subcomisión, al Senado, al Consejo Escolar del Estado y a la conferencia sectorial trabajando en un pacto de Estado social y político por la educación. Bien. Tuvimos un debate en esta Cámara el 20 de septiembre. Otra interpelación presentada por su grupo. 

Y usted dijo, textualmente: Ustedes entendían la educación por el diálogo y la participación, pero también queremos dejar claro que con el consenso: el acuerdo se logra dialogando, no imponiendo. Son sus propias palabras, señoría. Pues bien, hace solo un mes, en Navarra Información dijo que el consenso en materia educativa debería estar por encima del momento y del oportunismo político. Y yo estoy de acuerdo con usted. ¿Por qué no nos ha explicado usted, cuando ha subido aquí, por qué han pegado ustedes la espantada de la subcomisión? ¿Por qué no nos lo ha explicado? 

¡Señoría, es que ha tenido usted aquí diez minutos! ¡Es que ni lo ha mencionado! ¡Es que es como si no existiera, señoría! Usted nos ha hablado de algo que pasó en el año 2013 y de modelos educativos, pero aquí estamos hablando de política y usted no nos ha contado por qué ha pegado la espantada en la Comisión. Hay algunos que dicen que eso son consideraciones partidistas y oportunismo político. Pero no puede ser, porque usted está en contra de esto como dice en Navarra Información. ¡No puede ser oportunismo político! 

Es una semana en la que su partido ha pedido, primero, elecciones anticipadas; luego ha pedido una cuestión de confianza… Ustedes de pronto un día pegan la espantada en la Comisión. Eso es lo que queremos que nos explique, señoría, por qué se han ido ustedes de la Comisión. Ha habido 83 comparecencias en la Comisión. El otro día, el pasado lunes, en Bruselas, el comisario Navracsics, que vino desde Bruselas para comparecer ante esta subcomisión, me preguntaba cómo iba la subcomisión. 

Yo dije que ahí estaba, trabajando. Resulta que da igual que haya habido 83 comparecencias. Ahora dice usted que no, que se va, porque hay que retomar el cauce parlamentario. Yo creía que la subcomisión era un cauce parlamentario. ¿La subcomisión no es un cauce parlamentario? Claro que lo es. ¿Ese trabajo de año y pico no vale para nada? 

Usted nos explicará, señoría —espero que nos lo explique—, cuál es la razón por la que ustedes se han ido de la subcomisión, porque 8.125.000 alumnos y 800000 profesores quieren ese pacto de Estado social y político por la educación, y lo quieren porque desean que España tenga un modelo educativo estable y permanente, porque quieren incorporar todas las innovaciones de la revolución digital, porque todos los estudios internacionales dicen que nuestro modelo educativo es bueno pero que necesita un salto de calidad, porque estamos dando pasos importantes y positivos en la educación en España, porque la tasa de abandono escolar —cuando ustedes estaban era del 28%— está ahora en el 18,28%, porque cada vez hay más gente que se queda estudiando, que es muy importante porque es una manera eficaz de luchar contra el desempleo. 

Pues bien, tendrán ustedes que explicárnoslo, señoría; tendrán ustedes que decirnos por qué pegan la espantada y no quieren seguir trabajando en ese acuerdo. Le he oído decir en su intervención, donde por cierto no ha mencionado el pacto, que lo que hay que hacer es retomar la proposición de ley, derogar la Lomce a través de proposiciones de ley. ¿Eso es lo que usted propone? 

¿De verdad propone usted eso? Le voy a decir una cosa, porque a lo mejor como ha pasado tiempo no se acuerda usted. En la proposición de ley de 9 de septiembre, cuya toma en consideración aprobó esta Cámara, no se habla de derogar la Lomce, señoría, se habla del pacto de Estado social y político por la educación. Señoría, las leyes no se pueden derogar con 85 diputados y no se pueden derogar cachito a cachito. 

Si no me cree a mí, crea, por ejemplo, a alguien de su grupo, como el senador Álvarez Areces, que en marzo de 2016 dijo en el Senado: Derogar la Lomce sin poner otra ley que la sustituya es dejar a los niños en el limbo. ¿Eso es lo que quieren ustedes? ¿A eso obedece la espantada que han dado? ¿Qué alternativas dan ustedes? 

Viene hoy aquí, se sube a la tribuna en una interpelación urgente —todos esperábamos que fuera a tratar el tema que está en los medios de comunicación estos días— y nos explica por qué el PSOE aceptó la convalidación de un decreto-ley supeditada a la elaboración de un pacto escolar, votó a favor de la creación de una subcomisión para residenciar en él el pacto escolar, pidió una Conferencia de Presidentes a través de los presidentes de comunidades autónomas que se debatiera en el Senado, pidió que en la conferencia sectorial se hablara del pacto de Estado social y político por la educación. 

Después de pedir una interpelación, sube a la tribuna y no dice una palabra del pacto. Fantástico. Le pido que en la respuesta me lo cuente, no a mí, sino a todos los miembros de esta Cámara y a los que nos están escuchando, a los 8 125 000 chicos que están esperando que el PSOE dé una respuesta a algo a lo que se había comprometido. 

Señoría, termino, porque se me acaba el tiempo. Hay una canción de Los Secretos, cuya letra dice: Estoy metido en un lío y no sé cómo voy a salir. Yo creo que está usted en esa situación, señoría; está metida en un lío porque no sabe cómo explicar la espantada que han dado y no tienen ninguna alternativa al modelo educativo actual, señoría. Espero que usted suba a esta tribuna y me cuente por qué han dado ustedes esta espantada. Muchas gracias. (Aplausos).

La señora MARTÍNEZ SEIJO: Gracias, señora presidenta. Ya veo que está muy preocupado, muy inquieto, antes que hablar del modelo educativo, que para eso es ministro de Educación. Yo he hecho una interpelación en principio para hablar de modelos educativos y le he dicho claramente que hay un modelo, el de la derecha, que es el de la Lomce. 

Por cierto, por si usted no se acuerda, la Lomce está vigente, la Lomce sigue teniendo el rechazo de la comunidad educativa y la Lomce la están sufriendo esos 8100000 alumnos a los que usted ha hecho referencia. (Aplausos). Hemos venido aquí a hablar de educación, hemos venido aquí a hablar de una ley que no quiere nadie —a ver si se entera ya de una vez— y no a pasar página, que es lo que han pretendido hacer durante estos últimos meses. 

Nosotros nos hemos sentado a hablar de educación durante todos estos meses y lo hemos hecho con lealtad, lo hemos hecho con seriedad, lo hemos hecho con la responsabilidad que siempre este grupo parlamentario y el Partido Socialista han tenido en materia de educación. Nosotros no hemos venido —como ustedes hicieron con la Lomce— torpedeando el sistema educativo y atacando la parte fundamental, esencial, que es la participación de la comunidad educativa y con un modelo impositivo. 

Y ahora, aunque a usted no le guste la herencia que le dejó el señor Wert, tiene que vivir con ella, y tiene que vivir también con la herencia de la política de recortes. Señor ministro, le voy a explicar por qué le hemos dicho que hasta que no hubiese una propuesta de financiación seria nosotros no íbamos a volver a los trabajos de la subcomisión, su 3,67%. (Aplausos). 

Su compromiso de infrafinanciación con la educación española, el compromiso de la pobreza educativa que con su ridícula propuesta de 5000 millones de euros va a dejar a la educación española. Le voy a decir claramente lo que se puede hacer con esos 5000 millones de euros, que es todo lo que ustedes han sido capaces de poner encima de la mesa. 

Tenemos un estudio serio y riguroso hecho por comunidades autónomas para revertir los recortes que ustedes, con su política y con ese decreto de 2012, han impuesto en la educación española. 

Ese informe nos indica que con sus 5000 millones de euros —para esos seis años— no llegaríamos ni siquiera a un tercio de las necesidades que tiene el sistema educativo para revertir los recortes producidos y avanzar en la modernización de nuestro sistema. Si nosotros aceptamos esa infrafinanciación para el sistema educativo estamos castigando, penalizando por tiempo y tiempo no simplemente la educación española, sino el futuro de la sociedad de este país (aplausos), el futuro del modelo económico de desarrollo, señor ministro. 

Eso es lo que nos estamos jugando. Esa es la consecuencia de la ridícula propuesta de financiación que hacen. Sé que hay una clara diferencia entre los que apuestan por la financiación en el sistema educativo y los que no. 

Las cuentas que ustedes y su partido nos han traído a la mesa de la subcomisión, curiosa e interesadamente, son a fecha de 2015, cuando hubo un cambio de Gobierno en la mayoría de las comunidades autónomas. Le voy a dar un par de datos. Su secretario de Estado —que ha sido consejero de la Comunidad de Castilla-La Mancha— fue el agente, el responsable de un decremento de inversión educativa de más del 29%. ¿Sabe lo que ha sucedido desde 2015 hasta ahora? Un incremento del 14 % en Castilla-La Mancha. (Aplausos). 

Le voy a hablar de Baleares, 18 % de incremento en gasto educativo. Le voy a hablar de Aragón, 27% de incremento en gasto educativo. Le voy a hablar de Extremadura, el 6% del PIB, el mayor porcentaje del PIB de toda España de inversión educativa. (Aplausos). Le hablo también de Andalucía, con una inversión progresiva, 5 % del PIB. Comunidad Valenciana, todos sabemos lo que ha sucedido en estos últimos años en la Comunidad Valenciana —no hace falta que se lo recuerde—, 15% de incremento en inversión educativa desde el año 2015. 

¡Eso sí es apostar por la educación! ¡Eso sí es apostar por revertir los recortes! (Aplausos). ¡Eso sí es apostar por creer en un modelo educativo que obligatoriamente tiene que venir acompañado de financiación! ¿Para qué, señor ministro? 

Para volver a tener docentes en las aulas, para tener mejores infraestructuras educativas, para tener una política de becas y ayudas al estudio que fomente la igualdad de oportunidades, la equidad y la inclusión. Todo eso, requiere recursos económicos. Hablemos de futuro, porque usted, como ministro, no ha traído ni una sola idea de modelo educativo. 

Usted no ha sido capaz de dar una muestra de voluntad real para modificar la Lomce que, aunque no le guste, le recuerdo que sigue ahí. Lo único que está paralizado son las reválidas, lo único. Mientras tanto, la Lomce sigue haciendo ese daño con todas las cuestiones que le he dicho anteriormente, porque entre ustedes y nosotros sí hay diferencias en el modelo educativo. 

Le he dicho que nosotros creemos en la equidad y en la igualdad, en los ciudadanos libres, formados, preparados para el futuro y ustedes parece que quieren creer en un sistema educativo que vaya hacia atrás como el cangrejo. Voy a acabar con una referencia a la sabiduría popular, manifestada a través de Mafalda, una gran ilustrativa de la realidad social que tenemos en España. 

No queremos que en la educación española  suceda lo que Mafalda pronostica, que de tanto ahorrar en educación nos vamos a convertir en millonarios en ignorancia. Desgraciadamente, con esa política que ustedes han traído y han puesto encima de la mesa, ese puede ser el pronóstico de la educación española: millonarios en ignorancia. 

No lo queremos ni lo vamos a aceptar y mucho menos con esos recortes y esa infrafinanciación en gasto educativo. Muchas gracias. (Aplausos). 

La señora VICEPRESIDENTA (Navarro Garzón): Muchas gracias, señora Martínez Seijo. Para concluir el debate, tiene la palabra el señor ministro de Educación, Cultura y Deporte. 

El señor MINISTRO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE (Méndez de Vigo y Montojo): Señora presidenta, señorías, acaba usted citando a Mafalda. Yo voy a citar al señor Meijón. Al lado de Mafalda, seguro que en su familia subirá usted muchos puntos. Declaraciones del señor Meijón en La Voz de Galicia el 7 de agosto —habla del pacto educativo, de que conseguir un pacto va a ser complicado—: 

El primero que se levante de la mesa va a tener que explicar a sus votantes por qué lo hizo. Hay que entender que pactar significa ceder. El pacto va a tener un coste, eso está claro, pero nos saldrá mucho más caro que no lo haya. (La señora presidenta ocupa la Presidencia). 

Yo prefiero al señor Meijón que a Mafalda, señoría, porque tiene razón, porque hay que explicar por qué se va uno de un pacto en el que ha comprometido a la comunidad educativa, en el que lleva año y medio, en el que están implicados el Senado, el Consejo Escolar del Estado y las comunidades autónomas. Usted ha subido aquí y no ha dicho nada, lo de siempre, que nosotros somos malísimos y ustedes son estupendos. 

Nada, señoría. Financiación. Vamos a hablar de financiación con seriedad. La subcomisión acordó quince medidas, quince grandes ejes. Ustedes se empeñaron en poner la financiación en el segundo eje. ¿Qué le dijeron a usted el PP o C’s? 

Le dijeron a usted una cosa muy sensata y que entiende cualquiera —no hay que ser un experto en materia educativa—, y es que el coste de una reforma se mide por la ambición del contenido de la reforma. Es de sentido común. Nadie pone el carro delante de los bueyes. Lo que había que hacer, lo que se hace en cualquier negociación —esto no tendría que explicarlo yo aquí—, es ver qué es lo que se negocia, cuál es el contenido, y luego ver cuánto cuesta, no decir primero cuánto nos vamos a gastar sin saber cuál es el contenido. 

¿Cómo vamos a pedir a los españoles que aumenten la cantidad que sea de gasto, de inversión en educación, sin decirles qué es lo que vamos a hacer, qué es lo que vamos a cambiar del modelo educativo? Eso no tiene sentido alguno. Ustedes se empeñaron en colocarlo en el segundo eje y cuando ha llegado el segundo eje han dicho: el 5% del PIB. Antes a su compañero le he explicado por qué creo que no es bueno utilizar un porcentaje sobre el PIB, pero todo eso es debatible. 

Ustedes se han empeñado en el 5% del PIB y, como no les han dado el 5% —porque yo no tengo nada que ver en esto—, porque han entendido que no era razonable hablar de una cifra cuando no se sabía el contenido, ustedes se han largado, han pegado la espantada, solo por eso. ¿Esta es la manera de entender el consenso? Señor interpelante, ¿eso es el consenso? ¿Lo que usted llama consenso es eso? 

Lo decía una conocida diputada británica y primera ministra, con la que usted no tiene nada que ver. Decía: consenso es que yo digo lo que quiero hacer y los demás me siguen. Esto se llama el trágala en lenguaje de Fernando VII: o el 5% o no hay nada que hacer, o me dan ustedes el 5% sin saber cuál es el contenido —pero quiero el 5%— o me voy y pego la espantada. Eso es lo que han hecho ustedes, señoría. 

Va a tener usted mucha dificultad en explicar esto a la comunidad educativa. Con su intervención de hoy me ha dado la impresión de que ustedes no tienen el más mínimo interés en el pacto, ni con el 5% ni con el 6% ni con nada, porque ha hecho usted un alegato en contra de la ley y en establecer cuáles son las diferencias de modelos educativos, cuando el pacto, como muy bien dice su compañero el señor Meijón, es acercar posiciones. 

Si usted sube a esta tribuna, no cuenta por qué da la espantada y se dedica a estirar posiciones, eso pone de manifiesto una voluntad política, que es: yo no quiero pacto. Pues dígalo, señoría, tiene usted derecho: yo no quiero que el Partido Popular o que el Gobierno popular obtenga un pacto en educación. 

Dígalo, señoría. Explíqueselo luego a la gente, pero dígalo. Yo creo, como he dicho antes, recordando a Los Secretos, que está usted metida en un lío, y su grupo también, que no van a saber explicar esto y que hay mucha gente de su grupo y de su partido que quiere el pacto porque sabe que es importante para España. Señoría, yo no utilizo términos como ceder o dar vuelta atrás; yo solo le pido que reflexione. 

Esto es un asunto de grupos parlamentarios, usted pretende una negociación con el Gobierno. Esto es un asunto parlamentario, son los grupos parlamentarios los que en la subcomisión tienen que llegar a acuerdos y luego traerlos al Pleno y ver dónde está la mayoría. Esto no es una negociación con el Gobierno; el Gobierno tiene que presentar luego un proyecto de ley de acuerdo con ese contenido. Yo le pido, señoría, que reflexione, que piense… —no quiero calificarlo— … que piense en la gente; que piense en los alumnos; que piense en los profesores; que piense en los muchos millones de personas que estaban ilusionadas con este pacto porque creen que es importante para España; que piensen en ellos; que reflexionen, señoría. 

Y que piensen que, al final, hay disposición. Yo lo dije el 27 de marzo en el Senado: No habrá acuerdo sin acuerdo presupuestario. Soy un convencido de ello, pero no pueden ustedes decir, cuando de los quince ejes hemos examinado uno, que ustedes quieren un determinado tanto por ciento, del que no se apean ustedes, o si no no hay nada. Señoría, esas no son maneras serias de acordar, de dialogar ni de respetar a esta Cámara. 

Por lo tanto, yo les pido que reflexionen, que se salgan del lío, porque saliéndose del lío ustedes, creo que daremos una satisfacción y esperanza a todos los españoles. Y creo que eso es lo que le conviene en estos momentos a España y lo que esperan de nosotros nuestros compatriotas. Por tanto, señoría, no le digo más, reflexione, dele una pensada y sigamos trabajando juntos en aquello que usted dice que es muy importante para su grupo —yo no lo pongo en duda—, pero que es también muy importante para el resto de los españoles. Muchas gracias. (Aplausos).

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