TOMA EN CONSIDERACIÓN DE PROPOSICIONES DE LEY:
— DEL GRUPO PARLAMENTARIO CIUDADANOS, DE LUCHA CONTRA LA PRECARIEDAD
LABORAL. (Número de expediente 122/000194).
La señora PRESIDENTA: Continuamos con el punto del orden del día relativo a la toma en consideración
de la proposición de ley del Grupo Parlamentario Ciudadanos, de lucha contra la precariedad laboral. Para
la presentación de la iniciativa, tiene la palabra el señor Rivera Díaz. (Rumores).
Silencio, señorías.
El señor RIVERA DÍAZ: Gracias, presidenta.
Diputados, diputadas, ciudadanos que nos acompañan, hoy presentamos seguramente la que es la
ley y el asunto más importante que ocupa la vida pública española. La lucha contra la precariedad laboral
debe ser, o por lo menos debería ser, una prioridad para esta Cámara. Debería haber sido una prioridad
para el Gobierno que fue elegido al inicio de la legislatura y una prioridad para el Gobierno temporal que
tenemos en estos momentos.
Lo que sí es seguro es que es una prioridad para Ciudadanos porque
consideramos que el primer problema de España se llama paro, y la otra cara de la moneda del paro se
llama precariedad.
Señorías, lamentablemente, España todavía, después de casi cuarenta años de
democracia, encabeza dos ranking que no nos podemos permitir para el futuro de nuestro país: el ranking
de paro junto a Grecia —España es el segundo país con más paro de Europa— y el de mayor precariedad
laboral de Europa, solo a la par con Polonia, en esos ranking, como decía, desastrosos para nuestro país.
Después de tres décadas de fracaso —da igual si ha gobernado el Partido Socialista, da igual si ha
gobernado el Partido Popular—, España ha tenido una media del 18% de paro, duplicando la media de
paro europeo y, en el mejor de los casos, siempre estando a la cabeza del paro.
Ante el primer problema de España, ¿qué ha hecho hasta ahora el bipartidismo y el sistema político
español? Básicamente reforma, contrarreforma, parches y más parches, pero la realidad de hoy en
España es que creciendo al 3% del PIB, en un momento de bonanza económica, España es incapaz de
rebajar el 16% de paro.
A esto le sumamos un dato dramático, y es que el paro juvenil también es de los
más altos de Europa; por tanto, el cóctel es letal. Si los jóvenes de nuestro país no tienen empleo, si
somos el país con más desempleo de Europa junto a Grecia —que no es, desde luego, un buen ejemplo—
y si, además, nueve de cada diez contratos firmados en los últimos tres años son contratos basura,
contratos de usar y tirar, lamentablemente, convertimos la vida de mucha gente en vida de usar y tirar, y nosotros no queremos que la vida laboral de nadie, que el futuro y el sueño de nadie, sea de usar y tirar.
Queremos que los españoles y en particular los jóvenes, que son los más perjudicados, tengan futuro en
nuestro país y que no se tengan que ir a otros países para trabajar. (Aplausos). Por eso, señorías,
presentamos esta proposición de ley con la voluntad de conseguir tres objetivos.
En primer lugar, acabar
con tres décadas de fracaso y acabar con el paro y la precariedad que tenemos.
En segundo lugar,
modernizar y tener un nuevo marco de relaciones laborales, un marco de relaciones laborales del siglo XXI
donde trabajadores, empresarios y pequeñas empresas y autónomos se den la mano, no se den la
espalda, porque hay voluntad y porque la economía del siglo XXI merece cooperación y no lucha enfrentada
entre trabajadores, autónomos y empresarios. Creemos que ellos son los protagonistas de esta ley, los
trabajadores en primer lugar, especialmente los precarios, pero también en general todo aquel que trabaja
por cuenta ajena. (Rumores). Por otro lado, los autónomos y las empresas que contratan también deben
ser protagonistas, porque aquí el único interés es que ambos se pongan de acuerdo y generen empleo,
sobre todo empleo de calidad, que es lo que no tenemos.
En tercer lugar, romper la discriminación entre
trabajadores de primera y de segunda.
Señorías, con el sistema laboral que tenemos actualmente hemos empujado a la precariedad a 6,5
millones de trabajadores que no llegan a fin de mes y además sus contratos tienen una media de un mes.
¿Se imaginan ustedes que la vida y el futuro de muchos trabajadores y trabajadoras en España dependan
de la fecha de expedición y del final de un contrato de un mes, de tres meses o de seis meses? ¿Alguien
cree que se puede formar una familia, tener hijos, tener un futuro profesional, desarrollar una carrera y
formarse si tu vida laboral se agota en un mes?
Señorías, desde Ciudadanos proponemos y tendemos la
mano al resto de grupos para debatir, enmendar, negociar y acordar un nuevo marco de relaciones
laborales que aborde y que no niegue, como hacía el Gobierno hasta la fecha, que existe un problema que
se llama precariedad. Por eso desde Ciudadanos, como oposición constructiva también, tendemos la
mano a los grupos de la Cámara para ver dónde está el punto de acuerdo, para ver cómo podemos
trabajar cada día para que nuestros trabajadores tengan iguales y mejores derechos, pero sobre todo para
que nadie sea un trabajador de segunda.
Hoy en día hay una diferencia evidente entre trabajadores
temporales y trabajadores fijos, muchos de ellos en fraude de ley o utilizando la temporalidad como fraude
para no hacer fija a mucha gente que sí se merece un puesto fijo.
Lo que propone esta ley es aclarar esa
situación, convertir los contratos en estables desde el primer día que se firman para que el único objetivo
de un trabajador y de un empresario sea ponerse de acuerdo y formarse para ser mejores, y, en definitiva,
para garantizar la estabilidad de un empleo digno.
Señorías, un país en donde el 90% de los contratos son precarios, donde el paro juvenil se sitúa en
el 40% y donde la media de paro está en el 18% es un país sin futuro para mucha gente.
Nosotros
creemos en el futuro de este gran país que es España, pero para eso hace falta cambiar las reglas de
juego. España no tiene más paro que Alemania, Dinamarca, Francia, Suecia o que cualquier otro país
europeo porque nos haya caído una plaga bíblica o por una maldición; nuestra maldición se llama un
marco de relaciones laborales obsoleto, antiguo, que no soluciona las nuevas preguntas del siglo XXI.
El empleo del siglo XXI merece un marco de relaciones laborales del siglo XXI. Por eso planteamos en
esta ley tres reformas de calado, de profundidad, en tres ámbitos distintos; uno, el sistema y el tipo de
contrato; dos, la portabilidad de los derechos, que sean de los trabajadores y no del puesto de trabajo, una
mochila de derechos para los trabajadores; y tres, un bonus para aquellas empresas que generen empleo
estable, es decir, premio para quien dé estabilidad laboral en sus empresas.
En el primer punto hablamos de un contrato único básico, eso sí, con dos excepciones, la sustitución
y la formación, por tanto, de facto, el contrato único estable desde el primer día, el contrato de formación
y sustitución para acabar con el muro y la barrera de los temporales y los fijos. Si esta ley se pone en
marcha, cuando un trabajador firme un contrato en una empresa española desde el primer día tendrá un
contrato estable, y además lo que hacemos es igualar los derechos de los trabajadores en este caso con
un contrato único.
Como ustedes saben, hoy el contrato temporal tiene doce días por año trabajado de
despido y el contrato fijo tiene veinte días en objetivo y treinta y tres en improcedente, además, por
supuesto, respetando los derechos adquiridos de contratos anteriores con cuarenta y cinco días. ¿Qué
pretende esta reforma de Ciudadanos? Que nadie tenga el incentivo de echar y despedir a quien tiene
menos indemnización, que el coste de la indemnización no sea el motivo real del despido, que es lo que
ha sucedido en España hoy y lo que sucedió durante la crisis, especialmente con mucha gente que
empezaba a trabajar en una empresa. Por tanto, desde el primer día, trabajadores de primera, desde el
primer día veinte días por año trabajado y treinta y tres días en despido improcedente y con eso acabamos
con la discriminación de la inmensa mayoría de contratos. (Aplausos).
Es una primera reforma necesaria
que ya han hecho otros países como Francia, hace poco el presidente Macron impulsaba esa reforma; lo
hizo también Italia, Renzi en sus años de Gobierno; lo ha hecho también Dinamarca, uno de los países
con menos paro del mundo. Por tanto, la flexiseguridad, es decir, la flexibilidad para contratar, pero la
seguridad para el trabajador de tener derechos… (Rumores). ... es fundamental para el futuro del empleo en España.
Si seguimos con los
obstáculos y seguimos mirando al pasado, si seguimos con un modelo obsoleto, tendremos los resultados
que hemos tenido. Por tanto, señorías, si queremos acabar con la precariedad, no podemos hacer lo que
ha hecho el Partido Socialista y el Partido Popular durante treinta años porque los resultados son así.
Ojalá fueran distintos y ojalá no encabezáramos esos ranking, pero lo hacemos.
El segundo punto es esa mochila de derechos. Es una novedad en el sistema laboral español. Los
derechos ya no serían, si se aprueba esta proposición de ley, en el caso de la ley nacional, del puesto de
trabajo, no tenemos los derechos anclados al puesto de trabajo, sino que son derechos portables para los
trabajadores.
Eso permite que además de la indemnización en caso de despido, si alguien quiere irse de
una empresa porque no está a gusto, porque quiere emprender o porque quiere trabajar en otro lugar,
tiene derechos adquiridos, no se va con las manos vacías, tiene una motivación para emprender en otro
lugar y para trabajar en otra empresa.
Esto es fundamental por dos motivos, porque da libertad al
trabajador de no estar anclado a un puesto de trabajo solo por el despido, y sobre todo aporta productividad
y competitividad en las empresas porque evidentemente los trabajadores cuanto más a gusto y más
libertad tengan para estar o no en una empresa, más productividad hay en la empresa. (Aplausos).
Por
tanto, más libertad, más seguridad y más derechos para el trabajador y también para la empresa un
seguro anticrisis porque, al final, al contabilizar y tener en cuenta esos derechos, estás asegurando que
en el futuro tendrás dinero para pagar las indemnizaciones o los derechos de los trabajadores. Sabemos
que con la crisis muchas empresas han tenido que cerrar o han quedado desoladas prácticamente en
términos económicos o en quiebra porque no tenían siquiera el dinero para pagar esos derechos de los
trabajadores.
Por tanto, es bueno para el trabajador, pero la empresa tiene un seguro anticrisis que le
permite contabilizar y tener una previsión contable de esos futuros derechos laborales del trabajador.
Esta sería la segunda gran reforma, más seguridad en el contrato, flexibilidad para contratar, más
derechos para el trabajador, un seguro anticrisis para la empresa y, finalmente, premiar a las empresas
que no utilizan este tipo de métodos de contratos temporales para intentar tapar agujeros o que sea menor
el coste laboral de un puesto fijo.
Si un puesto en una empresa es fijo, salvo que se amortice por causa
objetiva, tiene que tener a un trabajador fijo. Solo los empleos realmente temporales pueden tener en esa
casuística ese tipo de contrato de temporalidad.
En definitiva, lo que hacemos, en primer lugar, es
garantizar un tipo de contrato más simple, con menos burocracia y más ágil, especialmente para pequeñas
y medianas empresas. El trabajador, desde que firma, no se tiene que preocupar de volver a firmar un
contrato porque desde el primer día es un contrato fijo.
Tiene más derechos el trabajador porque desde el
primer día son veinte días, no doce durante los primeros años de contrato; mochila de derechos para
poder decidir si te vas o no de una empresa y qué quieres hacer con tus derechos; seguro para la empresa
anticrisis y, por tanto, más estabilidad para la empresa; y finalmente, premio en las cotizaciones no vía
bonificaciones, como hasta ahora, sino a través de la estabilidad de la media en un sector económico
determinado.
Señorías, esta proposición de ley, si ustedes permiten que se tramite, y espero que lo hagan
por el bien de los españoles, y en particular del precariado de 6,5 millones de trabajadores que no llegan
a final de mes y entran y salen del mercado laboral, podremos negociar enmiendas, podremos llegar a
acuerdos y podremos mejorar el sistema laboral.
Si, por el contrario, ustedes quieren perpetuar el sistema
de fracaso que nos ha llevado a encabezar la lista del ranking de peor país en relaciones laborales, del
país con más paro y del país con más precariedad, volverán a obstaculizar una reforma fundamental.
Hay
mayorías posibles en esta Cámara si el Grupo Popular, el Grupo Socialista y Podemos tienen la voluntad
no ya de aprobarla, sino de admitirla a trámite. Estamos de acuerdo en que es una de las prioridades de
este país, por lo que estaremos de acuerdo por lo menos en debatirla y admitirla a trámite.
En definitiva,
señorías, les propongo que en vez de mirar al pasado, en vez de tirarnos los platos a la cabeza, en vez de dividir en este caso a los españoles en rojos, azules, socialistas, conservadores, populistas o liberales,
intentemos llegar a acuerdos, que es a lo que nos obliga la necesidad en este momento.
Por eso les
propongo que los diversos, los distintos, lleguemos a acuerdos para trabajar por la inmensa mayoría de
los españoles, porque les digo una cosa, cuando un señor es contratado temporal y le echan a la semana
o al mes, no es un votante del PSOE, de Ciudadanos o del PP, sino un ciudadano español y un trabajador
precario que no tiene derechos igual que el resto de trabajadores.
Por tanto, como no hay diferencias
entre nuestros electores a la hora de ir a contratar y de tener los mismos derechos, les propongo que en
este tema nos pongamos de acuerdo. Si están dispuestos a hacer reformas, cuenten con nuestro apoyo;
si están dispuestos a mirar al futuro, cuenten con nuestro apoyo; si quieren mirar al pasado, ya saben
cuáles son los resultados: fracaso, paro y precariedad.
El futuro puede ser mucho mejor con una ley como
esta y en este caso propongo al partido que gobierna y al resto de partidos de la Cámara que nos sentemos
a dialogar sobre el primer problema de España, porque este sí que es el primer problema de España. No
son fuegos artificiales, es la realidad que viven millones de españoles cada día.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, tiene la
palabra el señor Rodríguez Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Presidenta, señorías, son cada vez más los sectores sociales
que centran sus esfuerzos en acabar con la precariedad impuesta como modelo de vida. El «así no se
puede vivir» es un clamor en privado y cada vez se expresa con más fuerza en la esfera pública. Decenas
de miles de personas y multitud de conflictos laborales y sociales inundaron las calles el mes pasado en
una reivindicación unitaria cargada de razones: No más precariedad.
En este contexto, Ciudadanos nos trae hoy aquí una proposición de ley para, según su título, acabar
con la precariedad laboral, porque el contenido es otra historia. Esta ley, que afortunadamente nunca verá
la luz, no tiene ni una sola medida, ni una palabra, ni una coma para acabar con la brecha salarial entre
mujeres y hombres; para fortalecer la negociación colectiva; para mejorar los salarios; para frenar el
abuso de los contratos a tiempo parcial no deseado — principalmente de mujeres, por supuesto—; para
controlar la jornada y evitar que la gente haga horas de más sin cobrarlas.
No tiene nada, ni una sola
palabra, para hablar de todo esto. De temporalidad sí habla, pero, visto el contenido, habría sido mejor
que se les hubiese olvidado también.
La propuesta estrella de la ley es una especie de contrato único. Pretenden hacernos creer que
eliminando los contratos temporales desaparece como por arte de magia la temporalidad. Sabemos
perfectamente —y así lo hemos denunciado en multitud de ocasiones— que en nuestro país hay un
fraude de ley de proporciones gigantescas.
Se firman millones de contratos temporales que no lo son
realmente, sino que son indefinidos, pero no hay ningún mecanismo en la legislación para evitarlo. Pues
bien, desde Ciudadanos tienen una idea buenísima para acabar con esta dualidad, con esta diferencia
entre contratos temporales e indefinidos: convertir todos los contratos que se firmen a partir de ahora en
temporales.
En nuestro país, la diferencia fundamental entre las figuras de contratación no es la duración del
contrato, sino el coste que tiene que pagar el empresario por despedirnos. Actualmente, la finalización de
los contratos temporales se paga a doce días por año. Los despidos objetivos —o sea, cuando la empresa
tiene, según la ley, motivos objetivos para despedir— se pagan a veinte días por año con doce
mensualidades como máximo, y los despidos improcedentes —o sea, sin motivos—, a treinta y tres días, en veinticuatro mensualidades como máximo.
¿Qué plantea Ciudadanos? Eliminar la figura contractual,
dejando así la indemnización mínima en veinte días por año. Les faltó explicar cómo van a contratar las
empresas que necesiten trabajo temporal con causa, con justificación. Estaría bien que lo dijeran. En esta
ley no tocó; a lo mejor toca en otra. A priori, suena bien. Entonces, ¿dónde está la trampa? En que no solo
será la indemnización mínima para cualquier persona trabajadora de este país; lo malo es que también
será la máxima.
Ciudadanos añade un punto perverso —sádico, diría yo— que deberíamos conocer todas
las personas trabajadoras de este país, que somos casi 20 millones. El punto literal en cuestión es el
siguiente: Extinción del contrato de trabajo por causas objetivas.
El contrato podrá extinguirse por la
amortización justificada de un puesto de trabajo individualizado cuando las funciones hubiesen devenido
innecesarias o redundantes con las de otros puestos de trabajo, como consecuencia de una movilidad
funcional o geográfica, o de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, o como resultado
de cambios en el objeto social de la empresa o de su estrategia empresarial en la estructura organizativa
o en su actividad, en su oferta de productos o servicios, o en la composición de su cartera de clientes o
proveedores, o a resultas de la aplicación de una innovación tecnológica o de alteraciones significativas
del mercado de trabajo.
Vamos, que le faltó poner que, si llueve, también puedes despedir a un trabajador
con veinte días por año. (Aplausos).
Hasta 2012 la gente trabajadora disfrutamos de una protección de cuarenta y cinco días por año
durante cuarenta y ocho mensualidades.
La agresiva reforma laboral del Partido Popular destrozó esa
protección y colocó el despido improcedente en treinta y tres días por año durante veinticuatro
mensualidades. Pues bien, ahora con esta propuesta Ciudadanos pretende facilitar tanto las causas de
despido objetivo que ya ningún empresario tendrá que despedir de manera improcedente y, por lo tanto,
en la práctica fija la indemnización máxima en veinte días por año.
En resumen, quieren convertir todos
los nuevos contratos indefinidos que se firmen en temporales. Afortunadamente, millones de personas en
este país votaron, en su inmensa mayoría gente trabajadora, y configuraron una aritmética parlamentaria
que va a rechazar un disparate como este. Llevamos dos años aguantando la cantinela de: Rajoy fue
presidente porque ustedes no quisieron votar a Sánchez.
Y ahora la nueva versión es: ¿Se arrepienten
ustedes de no haber votado a Sánchez hace dos años? Pues ni una cosa ni la otra son verdad. Nosotros
impedimos, porque así nos lo pidieron nuestras inscritas y nuestros inscritos, un Gobierno de Rivera, un
Gobierno de Ciudadanos con Pedro Sánchez de presidente. Lo impedimos, sí, y además estamos
orgullosos de haberlo hecho; y, si volviéramos atrás, lo volveríamos a impedir otra vez por cosas como
esta. (Aplausos).
No quería finalizar sin comentar el otro concepto cutre-estrella de esta ley, sin desarrollar por supuesto
y copiado de otro país con un mercado laboral totalmente diferente al nuestro: la famosa mochila austriaca.
Ciudadanos pretende cambiar la indemnización por despido por algo así como una minicuenta de ahorro,
una hucha individualizada gestionada por la Seguridad Social y pagada por todos los empresarios del país;
¡ojo!, por todos, despidan o no despidan.
A ver, señorías de Ciudadanos, la función principal y el motivo de
existencia en nuestro país de la indemnización por despido no es una ayuda económica cuando te quedas
en paro, que también —para eso ya está la prestación por desempleo—; la indemnización por despido es
una herramienta de disuasión, una protección del trabajador o la trabajadora frente al poder arbitrario del
empresario; no es un mecanismo para vivir un poquito menos mal si te despiden, es una herramienta para
evitar que te despidan, sin olvidar además su carácter solidario, ya que todas las personas trabajadoras
pagamos a la caja única de la Seguridad Social.
Individualizar las prestaciones sería el primer paso para
acabar con el pilar fundamental de nuestro Estado del bienestar, de nuestro Estado de derecho y de
nuestra democracia o de lo que queda de ella: el sistema público de Seguridad Social.
Como trabajador, como hijo y como nieto de gente trabajadora es un orgullo para mí venir aquí y votar
en contra de una iniciativa tan cruel con mis semejantes como es esta que presenta hoy Ciudadanos, que
solo busca instalar la ley de la selva y crear más desigualdad. Se rían o no, es la verdad porque, ya saben,
por lo menos en lo laboral, entre el fuerte y el débil, la libertad oprime y la ley libera; sin equidad, sin árbitro
y sin reglas, la libertad es pura barbarie. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Simancas Simancas.
El señor SIMANCAS SIMANCAS: Gracias, señora presidenta.
Señorías de Ciudadanos, podemos compartir en buena medida el diagnóstico que ustedes hacen de
nuestro mercado de trabajo: una temporalidad excesiva, una desigualdad injusta, una precariedad que empobrece a millones de trabajadores en nuestro país. Es cierto. ¿Saben dónde está el problema, señor
Rivera? Que en esta proposición de ley no hay ninguna solución a estas dificultades.
En esta proposición
de ley la temporalidad se cronifica, la desigualdad se profundiza y con esta ley se empobrece más a los
millones de trabajadores pobres de nuestro país. Suele ocurrir con sus proposiciones, señor Rivera, que
presentan titulares tan llamativos como vacíos y falsos. Ya nos pasó con usted personalmente con la Ley
de autónomos. ¿Lo recuerda usted?
Aquella ley se tramitó, aquella ley se aprobó, aquella ley se ejecutó,
pero los autónomos de este país todavía están esperando aquello que les prometió usted: el acceso fácil
a la financiación (aplausos), el fin de la morosidad, la cotización a la Seguridad Social en función de los
ingresos reales. ¿Dónde está todo esto? Nada. Titular falso, vacío.
Ahora nos prometen el fin de los contratos temporales, el fin de la inestabilidad en los puestos de
trabajo y una mochila de derechos nuevos y extraordinarios. Solo que nada de esto es verdad. Titulares
falsos y vacíos.
La realidad es que la propuesta de ley de Ciudadanos no acaba con los contratos
temporales. ¡Los amplía a nuevas modalidades! La realidad es que la propuesta de ley de Ciudadanos no
acaba con la inestabilidad en el puesto de trabajo porque facilita y abarata el despido. Y la realidad es que
la mochila austriaca, la mochila de derechos nuevos y extraordinarios, ¡solo es un titular, señor Rivera!
Solo aparece en la exposición de motivos y en la disposición final décima. ¡No hay ni un solo desarrollo!
¿De qué derechos hablamos? ¿Cómo, cuándo, cuánto, quién los paga, señor Rivera? (Aplausos). ¡No
hay nada, nada de nada! Solo un titular falso.
Es usted, señor Rivera, el dirigente de un grupo de propuestas fake: propuestas falsas, propuestas
vacías, con titulares falsos o sin contenido. Y debían saber ustedes que no se puede engañar a todo el
mundo durante todo el tiempo. Por partes, señor Rivera. Vamos a ver: ¿cómo que el fin de la contratación
temporal? ¡Artículo 1.º! No tengo que ir ni al 2.º, ni al 3.º, ni al 4.º ni al 5..º Artículo 1.º: contrato temporal
formativo. ¡Lo mantienen ustedes!
Mantienen el contrato temporal formativo, y es el más duro y el más
injusto de todos, el más injusto con los jóvenes (aplausos), porque castiga a los jóvenes a no tener ningún
tipo de indemnización cuando termina su contrato. Lo mantienen ustedes. Sin salir del artículo 1.º,
mantienen ustedes el contrato temporal de sustitución, ¡se mantiene!
¿Cómo que se acaban los contratos
temporales? Contrato temporal de sustitución: ¡se mantiene y se amplía en tres modalidades! Lo amplían
ustedes tanto que se puede firmar un contrato temporal sustitutivo en razón a esta proposición de ley
prácticamente para cubrir cualquier puesto de trabajo. Cualquier puesto de trabajo que esté pendiente de
categorización, de asignación de cobertura definitiva, puede ser un contrato temporal sustitutivo. Lo
amplían. Lo generalizan. Mantienen los contratos a tiempo parcial. Mantienen los contratos discontinuos.
¿Dónde está el fin de la temporalidad? ¡Es mentira, es falso, es un titular fake! (Aplausos).
Además, señor Rivera, si no es preciso acabar con los contratos temporales. Los contratos temporales
tienen sentido, lo que no tiene sentido es el abuso. Hace falta una buena regulación, hace falta una buena
inspección, hace falta una buena sanción cuando haya infracción, cuando sea preciso.
Pero nada de esto
hay aquí, de eso no hay nada aquí. Nos dicen que van a acabar con la inestabilidad. ¿Cómo? Acabando
con la diferencia entre contratos fijos y contratos temporales. Ahora todos los contratos van a ser fijos.
(Rumores). Pero no nos dicen que esos contratos fijos universales son en realidad falsos contratos fijos.
¿Por qué? Porque facilitan y abaratan el despido. No dicen ustedes que en esta proposición de ley viene
una modificación de los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores para facilitar el despido de una
manera desmesurada.
Prácticamente cualquier empresario podría despedir a cualquier trabajador solo
con argumentar que va a reducir su cartera de pedidos o que de pronto se le ha ocurrido cambiar de
actividad o cambiar de estrategia.
Cualquier razón es buena, en función de esta ley, para despedir a un
trabajador. Con la engañifa de ‘vamos a acabar con la temporalidad, todos fijos’, lo que nos quieren colar
es el despido libre y gratuito, señorías de Ciudadanos. (Aplausos).
¿Por qué decimos que se abarata el despido? Porque generalizan ustedes tanto el despido objetivo
—que se paga a veinte días por año trabajado— que hacen prácticamente imposible que un trabajador
pueda alegar despido improcedente, que se paga con treinta y tres días por año trabajado como
indemnización.
Bajan de treinta y tres a veinte. Y es más, si el empresario descuenta de esos veinte días
de indemnización las aportaciones que han hecho a su famosa mochila, se pueden quedar los trabajadores
despedidos sin nada.
De treinta y tres a veinte y de veinte a cero: despido flexible y gratuito. (Aplausos).
Sí se pueden descontar, según su ley, las aportaciones a las cuentas personalizadas. Está en su ley,
léansela por lo menos. Justifican esta propuesta con lo nuevo y lo viejo, lo europeo y lo no europeo.
Señorías de Ciudadanos, no hay nada más viejo que el despido libre y gratuito. No hay nada más viejo
que desregular las relaciones laborales para facilitar la explotación de los trabajadores.
Es tan viejo tan viejo que el Partido Socialista Obrero Español se fundó hace ciento cuarenta años para combatir agresiones
como esta, señor Rivera. (Aplausos). Y este grupo va a ser consecuente con ese legado y va a votar en
contra.
Insisten ustedes en los alineamientos, intentando confundir, como si la política laboral del PP fuera
igual a la política laboral del Partido Socialista. No, señorías; les voy a decir dónde están los alineamientos
de verdad.
¿Saben ustedes por qué se ha vetado la tramitación en esta Cámara de la ley que eleva el
salario mínimo o de la ley que persigue la igualdad laboral entre mujeres y hombres? ¿Saben por qué se
ha vetado la tramitación de estas leyes? Por la coalición entre la derecha naranja y la derecha azul
(aplausos), por eso. ¿Saben por qué está bloqueada en ponencia la ley que acabaría con la explotación
laboral de los trabajadores subcontratados o recuperaría la prevalencia del convenio del sector sobre el
convenio de empresa? ¿Saben por qué está bloqueada? Por la coalición entre la derecha naranja y la
derecha azul. ¡Claro que hay alineamientos, y coaliciones, y pactos de sangre!, pero para favorecer a los
más fuertes, a los de siempre, en el mercado laboral y para perjudicar a los más débiles, a los débiles de
siempre, en el mercado laboral. (Aplausos).
¡Claro que hay dificultades en nuestro mercado laboral,
excesiva temporalidad, desigualdad, discriminación de la mujer!, pero no se va a resolver con el despido
libre y gratuito de esta propuesta fake, se resolverá con un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que es lo
que está promoviendo el Gobierno de la dignidad, con el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora España
Reina.
La señora ESPAÑA REINA: Muchas gracias, presidenta. Muchas gracias, señorías.
Como han dicho aquí otros compañeros, se presenta una proposición de ley por el Grupo Ciudadanos
cuyo título es de lucha contra la precariedad laboral. Con ese título lo normal sería que estuviéramos todos
los grupos de acuerdo, pero si leemos un poco la exposición de motivos resulta que son ustedes un poco
pretenciosos, porque lo único que hacen es cambiar el nombre.
Y claro, cambiando el nombre de las
cosas, señor Rivera, ni se lucha contra la precariedad ni se ataja la dualidad en el mercado laboral. La
realidad es que esto es un contrato temporal encubierto, porque sobre el papel todos son contratos
temporales, que queda fantástico para las estadísticas —claro, ustedes son los que quieren gobernar a
base de encuestas y a base de estadísticas—, pero la verdad es que si el empresario quiere de alguna
forma despedir, lo que hace es que amortiza el puesto y punto.
Dicen ustedes en la exposición de motivos que las reformas laborales prácticamente no han corregido
la dualidad.
Yo tengo que decirles que no estamos de acuerdo. La reforma laboral del año 2012 es
precisamente la que ha permitido que España lidere la creación de empleo en Europa; es una reforma que
han copiado en México, en Francia, en Italia y próximamente en Argentina. Es una reforma laboral que el
Partido Socialista ya no va a derogar. Fíjense ustedes la credibilidad de este nuevo Gobierno, que han
estado dos legislaturas diciendo que iban a derogar la reforma laboral y ahora resulta que la mantienen,
pero es que los datos son evidentes. (Aplausos).
Esta reforma laboral funciona y ha creado miles de
empleos en este país. Ha traído empleo, prosperidad y riqueza frente a la ruina que nos trajo el anterior
Gobierno socialista. Bienvenidos al mundo real, señorías socialistas.
Les voy a dar algunos datos. La contratación indefinida en el año 2017 creció el doble que la temporal:
357900 empleos indefinidos frente a 179000 temporales.
Señor Rivera, no me atiende usted, pero eso no
es de usar y tirar, como ha dicho usted antes. Esto no es de usar y tirar, como pueden ser sus argumentos;
esto es real: la contratación indefinida crece el doble que la contratación temporal en este país. (Aplausos).
Y le voy a decir una cosa: déjese ya de tanta demagogia, no me hable de contratos —contratos temporales,
contratos indefinidos—, que los contratos temporales se cuentan muchas veces; hábleme de empleos,
empleos temporales y empleos indefinidos. Como yo le he dicho: 357000 empleos indefinidos y 179000
empleos temporales. Por cada empleo temporal, dos empleos indefinidos. No me hable de contratos.
El
mayor periodo de crecimiento de la contratación indefinida, cincuenta y dos meses consecutivos, señoría,
¡eso no ha ocurrido nunca, nunca en la historia de este país! Y tres de cada cuatro personas tienen un
contrato indefinido, siete puntos más que antes de la crisis. ¿Que hay contratos temporales? Pues claro,
señorías, pero también les digo una cosa: los contratos de menos de un mes no llegan al 1%, el 0,89%.
Señor Rivera, no haga tanta demagogia, habla usted de los contratos de un mes, de la gente que está
trabajando un mes, y no llegan al 1%, señoría.
El contrato temporal tiene que existir por necesidad de
nuestro mercado, pero va a seguir siendo causal, señorías de la izquierda. Porque la izquierda y el Partido Socialista rompieron el principio de causalidad en la contratación temporal y nosotros lo que queremos es
reforzar la causalidad de los contratos de duración determinada, señoría. (Aplausos).
Eso es lo que
quiere el Partido Popular. ¿O ya no se acuerda, señor Simancas, de los contratos basura de los años
ochenta de Felipe González? ¿O no se acuerda de la concatenación sinfín de los contratos temporales
del señor Zapatero? ¿O de los contratos de aprendizaje sin ningún tipo de cobertura social, marca Partido
Socialista? ¿Dónde estaba el PSOE de hace ciento cuarenta años para defender los derechos laborales
de los trabajadores? ¿Dónde estaba el Partido Socialista Obrero Español? (Aplausos).
Por cierto, señor
Simancas, no se queje usted tanto: que si no se cumple lo de los autónomos, que si no sé qué; ahora
están ustedes en el Gobierno, reclamen al Gobierno, reclamen a su Gobierno ahora, señor Simancas.
Y reconozca, señor Rivera que el paro juvenil ha descendido 15 puntos desde que está vigente la reforma
laboral, pero, claro, es que el Partido Socialista lo subió hasta el 50%.
Yo le hago una pregunta al líder de Ciudadanos: ¿a usted le importa algo lo que digan la patronal y los
sindicatos?
¿A usted le importa algo lo que diga el diálogo social? Porque en la exposición de motivos del
texto de la proposición de ley no figura para nada el diálogo social, señor Rivera. ¿Sabe lo que le ha
pasado, señor Rivera? Que usted se ha quedado fuera de juego con la moción de censura. ¡Sí, es verdad!
Usted se ha quedado out, out. (El señor Rivera hace gestos señalando los bancos del Grupo Popular).
Entonces tiene que subir aquí para defender algo que es un bluff, algo que no se cree ni usted, señor
Rivera.
Usted y su contrato único son puro marketing, señor Rivera, esa es la realidad; puro marketing. Es
decir, usted cree que con las estadísticas, con las encuestas, con algo que suena muy bien y que es muy
bonito se va a crear empleo. Pues mire usted, ni las encuestas, ni las estadísticas, ni el contrato único
crean empleo. Y los españoles lo que quieren, señor Rivera, es empleo, y empleo de calidad, y que no les
tomen el pelo con tanto postureo. Además le voy a decir una cosa: cuidado con los despidos, señor
Rivera; cuidado con los despidos.
Estamos absolutamente de acuerdo en que hay que trabajar para
mejorar la calidad del empleo, claro que sí, como estaba ocurriendo en el diálogo social, en la mesa de
calidad del empleo. Esa era la propuesta del anterior Gobierno: reducir a tres modalidades los contratos
de trabajo, que lo teníamos firmado con usted; reforzar el principio de causalidad y establecer desincentivos
a las empresas que abusaran de la contratación temporal, y reforzar las actuaciones de la Inspección de
Trabajo, porque señoría, la precariedad también depende de los salarios, y los salarios se fijan en el
diálogo social.
Señor Rivera, la realidad es que ahora lideramos la creación de empleo en Europa, lideramos la
reducción de paro en Europa, lideramos la creación de empleo juvenil, de empleo femenino, la creación
de autónomos y la creación de empleo a tiempo completo. Ahí están los datos del mes de mayo, señoría,
ahí está el legado del Partido Popular: casi 19 millones de ocupados, esa es la realidad. Por eso, en el
Partido Popular somos partidarios de simplificar el número de contratos, como ya he dicho aquí y como
estaba firmado con usted, y de seguir trabajando en el diálogo social, pero, señoría, de ahí a un contrato
único hay mucha diferencia.
Señor Rivera, le voy a decir una cosa: su contrato único es un bluf y usted lo
sabe; por lo tanto, señorías, no vamos a apoyar esta toma en consideración.
Muchas gracias. (Aplausos).
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