Semana anterior Bolsas repunte fuerte 7%, especialmente emergentes. Disminución volatilidad bonos corporativos y primas riesgo. Aumento venta bonos y rentabilidades, depreciación dólar contra mayoría divisas.
EE.UU. creación empleo 200.000 mensuales, pero cayeron horas trabajadas febrero, 4tr15 horas estancadas responsable crecimiento 1% PIB anual, 1tr16 expectativa crecimiento 1% PIB frente previsiones 3% por debilidad comercio mundial y fortaleza dólar.
China reunión Asamblea PC 3.000 compromisarios, establecimiento planes quinquenales, revisión a la baja crecimiento 6,5% e intención reconvertir varios sectores industriales (acero y vidrio -relacionado con construcción-) lo que conlleva cierre fábricas, destrucción empleo y crisis bancaria por créditos impagados, como Europa años 80. Plan inversión pública infraestructuras para compensar menor inversión privada, y expectativa sector servicios y consumo sustituirán sector industrial y exportaciones, Reconocen aumento morosidad bancaria, pero dicen que crédito continuará para lograr crecimiento. Más deuda pública y privada que EE.UU. o Alemania, crecimiento exponencial desde 2007, precipicio crisis bancaria, pese a lo cual Gobierno paso adelante.
Brasil expresidente Lula da Silva acusado corrupción empresa pública Petrobras, y proceso destitución presidenta Vilma Roussef continua. Incertidumbre política. Bolsa Sao Paulo subía 18% y real brasileño se apreciaba 6% contra dólar (3,7:1). 4tr15 PIB Brasil cayó 6%, consumo privado 5,5%, inversión 20% y exportaciones 2% (pese a depreciación real).
Revisión Eurogrupo programa griego, diferencias cumplimiento sobre pactado, sobre todo reforma pensiones, troika volverá a Atenas. Julio vencimiento deuda BCE (sin acuerdo -- riesgo impago -- fuga capitales -- corralito). Si acuerdo, habrá quita deuda. Urgieron a Portugal y España medidas adicionales cumplimiento déficit. Caída Europa datos PMI, pero se sitúa por encima de 50 (desaceleración actividad industrial), Alemania caída producción industrial diciembre y pedidos enero estancados cayendo fuerte domésticos y mejor exteriores.
España afiliaciones Seguridad Social dato bueno, creación empleo pérdida intensidad con respecto al 4tr15, crecimiento económico enero y febrero próximo 2% anual, inferior a previsión Gobierno lo que dificultará reducción déficit 2016 y cumplimiento objetivo 2017. PSOE + Ciudadanos 131 apoyos y 219 votos en contra. Sólo posible gran coalición PP - PSOE - Ciudadanos, pero PSOE no gobernará con PP, que sigue con corrupción, esta semana Getafe que afecta a personas entorno Cifuentes. Crisis española en parte deuda externa, salida vía exportaciones, Estado al límite endeudamiento y resiste gracias a política compra masiva deuda BCE 60.000 M y financia 100% déficit, efecto estancamiento secular (gasto inversión empresas 50% inferior a 2007 y ratio inversión sobre ventas ha caído niveles 1995, año que en ventas construcción 15% y hoy 2%).
Necesidad plan europeo inversiones, financiado por Bruselas con bonos a 15 años a tipos próximos al 0%, y que gasto en inversión no compute para el protocolo de déficit excesivo. Podemos propone incremento el gasto público y el consumo interno en un neocomunismo que incrementaría la deuda externa, como ha pasado con Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, que con caída precio petróleo, soja y gas ha frenado ciclo crecimiento basado en materias primas. Podemos objetivo déficit 4,8% 2015 (50.000 M euros) y en 2019 2,3%, para lo que manteniendo constante 50.000 M euros en numerador, hay que incrementar PIB nominal (denominador) = PIB real x índice de precios. Impuestos gravan variables nominales, con inflación aumenta recaudación, problema es que gastos crecen mucho más que ingresos. PIB debe crecer el doble en 4 años (100% = 20% anual). 2015 ha crecido un 3% (con intensa creación empleo).
Con burbuja inmobiliaria en período cuatro años creció España en punto álgido 35% en período cuatro años. Años 80 con petróleo cuadruplicando valor y alta inflación, PIB nominal España creció 60% (tasa paro 20%, destrucción empleo). Franco (cartilla racionamiento, hambre y huida 3 M personas para sobrevivir) con 40% inflación y política imprimir billetes como Venezuela o Argentina. Desde 2003 (cuatro años después introducción euro, e imposibilidad imprimir billetes) y China bajos salarios, máximo crecimiento PIB Irlanda 60% (eliminación impuesto sociedades para entidades no residentes -- afluencia capital extranjero, montando gran burbuja financiera y coste 45% PIB el saneamiento banca irlandesa). Pero Podemos propone duplicar impuesto sociedades (fuga empresas). En previsión FMI hasta 2019 ningún país crece más de un 25%.
ENTREVISTA A DANIEL LACALLE
Llega la hora de la verdad. Después de aterrizar en Tressis Gestión como director de inversiones en septiembre del año pasado, ahora Daniel Lacalle gestionará un fondo de dividendos. Si todo va como lo previsto, a finales de este mes empezará a construir su nueva cartera, en la que está dispuesto a invertir su patrimonio. Nos da las pistas de cuáles pueden ser las primeras compañías que entren en este producto, los sectores en los que más se fijará y de los que prefiere mantenerse al margen por el momento.
Tras la corrección, ¿es buen momento para construir una cartera de dividendos?
Sí, sobre todo por una razón: los tipos reales negativos están aquí para quedarse. La rentabilidad negativa en los bonos alemanes llega a los 9 años, el 23% del PIB del mundo tiene tipos reales negativos. La represión financiera destroza a cualquier inversor cauteloso. En un entorno en el que la guerra de divisas y los tipos reales negativos se empiezan a instalar, hay que buscar oportunidades en empresas que pagan buenos dividendos, y con caja, sobre todo. Eso de que te paguen el dividendo con acciones es como que te inviten a cenar con tu propia cartera.
Entonces, ¿va a evitar los 'scrip dividend'?
Por supuesto. Puedes invertir en una empresa que te guste y que tenga una política de scrip [retribución en acciones]. Lo que no puedes asumir es que el porcentaje de rentabilidad por dividendo es ese, porque es otro. No tengo nada en contra de esas políticas, me parece estupendo que haya empresas que decidan pagar parte en acciones, pero no es lo que yo busco. Me gustan las empresas que utilizan la caja excedentaria que tienen ni para invertir ni para hacer adquisiciones, sino para pagar dividendos. Y no son tantas?
¿En qué sectores se está fijando para confeccionar su nueva cartera?
En el consumo minorista, las tecnologías disruptivas que no necesitan aumentos de capital, la sanidad o la defensa.
¿Y el petrolero? ¿Espera más rebajas y cancelaciones de pagos? ¿Cómo ve a Repsol?
Lo que ha hecho Repsol obedece a la situación particular de su negocio y de sus accionistas minoritarios. El sector petrolero tenía un problema ya con los precios del crudo altos, por lo tanto no es una cuestión del precio, es una cuestión del modelo de negocio. Tenía una política de dividendo que se instauró en la época de las megafusiones, con dividendos muy altos, porque era un sector que no crecía, que iba a un proceso de consolidación y tenía mucha caja. Pero eso cambia cuando el sector se pone a invertir. Entonces, deja de utilizar la política de dividendos como un arma de devolver rentabilidad excedentaria y pasa a ser un arma para protegerse de malas inversiones.
¿Le preocupan los recortes de eléctricas como Engie o EDF? ¿Cree que las españolas están en una situación distinta?
Las eléctricas españolas fueron las primeras que se dieron cuenta de las equivocaciones que habían tenido con sus adquisiciones estratégicas y con el entorno de sobrecapacidad y de riesgo regulatorio que había. Están por delante de las alemanas y las francesas en reestructurar su negocio y en orientarse a un entorno de bajos precios y bajo crecimiento. Si se asume que los precios no van a subir, que la demanda no va a crecer y que los planes de inversión son los que han anunciado (así lo creo), me parece que los dividendos son sostenibles. En el caso de Électricité de France es una empresa estatal y el Gobierno permite sobrevivir a una empresa, pero no generar rentabilidad para el accionista. En principio, huyo en dirección contraria de las empresas estatales siempre porque su objetivo es otro diferente al mío.
¿Cómo afecta a este sector la incertidumbre política en España?
Cualquier político debería entender que lo último a lo que deberías introducir incertidumbre es en la regulación de los activos que tienen que ver con seguridad de suministro.
Además de las eléctricas, ¿ve oportunidades en otras compañías españolas?
Sí, por ejemplo en Inditex, y en compañías como Grifols o Técnicas Reunidas, aunque en esta última ahora no, porque el entorno es complicado. Técnicas es una compañía magnífica para cuando el ciclo cambie. Hay una cadena de televisión que me gusta mucho [no quiso decir cuál]. Las televisiones son un ejemplo de un negocio en el que puede haber un boom brutal y me parece que las españolas tienen muy bien anclado el modelo coste/beneficio.
Telefónica ha garantizado el dividendo para la próxima década, ¿se cree la rentabilidad del 8% que ofrece su retribución?
En una compañía tan grande con una rentabilidad del 8%, incuestionablemente el mercado no se cree esa rentabilidad. Si Alierta tiene la completa seguridad sobre su rentabilidad a 2020, que cambie su remuneración a un 70% basado en las acciones y un 30% el sueldo. ¿Qué crecimiento tiene Telefónica de ventas? En el escenario macro me parece que muchas de estas empresas asumen cosas complicadas, como que no va a haber una enorme desinflación por las tecnologías disruptivas o un crecimiento de la economía, de las ventas y los márgenes en términos reales. No pongo en cuestión el modelo de negocio de las telecos integradas europeas, sino que lo pone el propio mercado desde hace años. Telecom Italia, Deutsche Telecom o la antigua France Telecom han sido máquinas de destrucción de valor.
¿Y no ve atractivo el sector inmobiliario a través de las socimis, que están obligadas a compartir el 80% de sus beneficios?
El problema es que la sobrecapacidad en inmobiliario no se ha reducido totalmente. La pregunta es hasta qué punto puedes seguir encontrando nicho. Es lo que le pasaba a las yieldco. Los primeros proyectos son tan evidentes que la acción se dispara, pero, a partir de ahí, el mercado se cuestiona, ¿y ahora qué? Ese es el principal riesgo que yo veo en el sector inmobiliario.
¿Es momento de pensar en los dividendos de los bancos?
Nunca invierto en bancos. Son como una apuesta doble por el entorno macroeconómico. En un contexto mundial complejo, los bancos son una oportunidad para el que cierra los ojos y lo mira a muy largo plazo, pero la volatilidad hay que asumirla.
Por países, ¿cómo estará distribuida la cartera? ¿España tendrá un peso importante al tener una de las rentabilidades más altas?
La mayoría de las empresas serán anglosajonas. A mí no me interesa que una compañía tenga una rentabilidad alta, sino que pague esa rentabilidad con lo que les sobra. Puedes tener una compañía de un 8-9% de rentabilidad, pero que ese dividendo esté viniendo de mayor apalancamiento y posibles scrip. Yo prefiero otra que me pague un 4%, pero del dinero que literalmente le sale de las orejas. Busco compañías que no se estén lanzando al agujero al que le están diciendo los bancos centrales, que no se dediquen a financiar elefantes blancos porque lo diga un comité en Bruselas. Lo que hicieron las compañías americanas cuando Ben Bernanke lanzó el QE fue recomprar acciones, aumentar el dividendo y no invertir. Esa es la oportunidad en la que las empresas europeas y japonesas todavía no han entrado. Y entrarán.
¿Veremos empresas americanas muy tradicionales de dividendo en el fondo como Coca-Cola o Microsoft?
Coca-Cola seguro, Microsoft no lo tengo tan claro, porque no me parece una compañía barata. Me gustan las empresas que son aburridas, pero conscientes de la realidad, como Disney. Luego hay empresas que son más cíclicas, aunque con rapidez a la hora de orientarse al ciclo, como el caso de KBR. En ellas, la oportunidad sí está en las caídas.
¿Y una compañía como Apple, aunque emita deuda para pagar dividendos?
Hace muy bien emitiendo deuda. ¡Cómo no va a emitirla si es un chollo! Coincidí en una conferencia con Tim Cook y dijo que le daba igual la fortaleza del dólar, pero que si la Fed deja los tipos así, claro que emite bonos.
¿En qué otros aspectos se fija a la hora de invertir en compañías de dividendo?
Me encantan las empresas que no crecen por crecer, como las tabaqueras. Asumir que no es un negocio de crecimiento me parece ser consciente.
Aparte de Estados Unidos y Europa, ¿hay alguna otra región que le guste?
Ahora no. Hay cosas que tengo en el radar en Rusia, con una pinta estupenda, pero no me arriesgo a devaluaciones de la divisa.
Hablando de fiscalidad, ¿qué le parece la exención de los primeros 1.500 euros cobrados por dividendos?
Es una locura quitar excenciones en un entorno en el que en España el ahorro está fundamentalmente depósitos y en el que desde la política monetaria se busca proactivamente la devaluación y los tipos reales negativos. Es un doble asalto al ahorrador. Tienes que ayudar a que la gente diversifique su ahorro, y no puedes hacerlo subiendo los impuestos a algo que, además, no recauda nada.
¿Cree que la bolsa se ha equivocado adelantando una recesión?
No me parece que la bolsa se haya equivocado. Otra cosa es si la tendencia va a ir hacia abajo, pero la bolsa ha reflejado claramente el impacto de un crecimiento muy inferior a lo esperado y deteriorándose muy rápido, también ha reflejado bien que ni de lejos hemos acabado con la devaluación del yuan. Janet Yellen está diciendo todas las semanas que va a subir los tipos y estoy convencido de que todas las personas que dicen que la Fed no los va a subir están equivocados.
¿Y qué espera de Draghi esta semana?
Lo de siempre. Draghi va a hacer lo que puede hacer, que es política monetaria, pero no va a juntar a Rivera, a Sánchez y a Rajoy para que te bajen los impuestos. Los problemas de Europa son estructurales, no se solucionan con más liquidez. Draghi está siendo extremadamente inteligente en todas las reuniones, no para de hablar de las reformas estructurales como reforma esencial, pero no le hace caso a nadie.
PROBLEMAS ESTRUCTURALES DE EMPLEO
La crisis ha colocado a España como segundo país de la OCDE con un nivel más elevado de paro de larga duración. En concreto, un 14% de los desempleados llevan más de un año sin trabajar, un porcentaje que multiplica por cinco la media de la Organización. Los expertos advierten de que esta tasa se registra en un mercado de trabajo cercado por dos males endémicos: paro estructural y un grave problema de empleabilidad. Más aún, alertan de que las instituciones españolas no están preparadas para hacer frente al paro de larga duración, por lo que recomiendan mejorar las políticas activas, integrar los servicios públicos estatales y autonómicos o aprobar incentivos fiscales a la contratación de desempleados de larga duración.
La crudeza de las cifras va más allá si tenemos en cuenta que, de ese 14% de población activa que lleva desempleada más de un año, un 70% no encuentra trabajo desde hace más de dos años. De acuerdo con el informe, 'El legado de la crisis: el mercado de trabajo español y las secuelas de la gran recesión', elaborado por Fedea y JP Morgan Chase, éste es un problema más arraigado y generalizado en España que en cualquier otro país de la OCDE, salvo en Grecia.
No es de extrañar si tenemos en cuenta que, a lo largo de la crisis actual, el empleo ha caído un 18% desde máximos y que, treinta y dos trimestres después permanece un 14% por debajo de su nivel inicial. La comparación con la crisis de los años noventa arroja datos muy significativos. Entonces, el empleo cayó un 8% y se recuperó veintitrés trimestres después. Con estas tasas sobre la mesa, el estudio incide en que nuestro país necesita 2,4 millones de trabajos para volver a los niveles de empleo previos a la crisis y en que la recuperación de éste tardará, todavía, unos cinco años más en producirse. No en vano, la crisis ha dejado en España más de cinco millones de personas apuntadas a las listas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE).
Nuestro mercado de trabajo presenta profundos problemas, tal y como señalan los expertos: un elevado nivel de paro estructural (que la Comisión Europea sitúa en el 18,5% de la población activa) y un problema claro de empleabilidad. Esto les lleva a afirmar que las medidas aplicadas a lo largo de los últimos años en el mercado laboral, pese a ir en la dirección correcta, son claramente insuficientes.
Desde Fedea entienden que el hecho de que las instituciones españolas no estén preparadas para hacer frente al paro de larga duración evidencia hasta qué punto son necesarias más reformas. Las más evidentes tendrían que ver con una mejora del diseño de las políticas activas de empleo, con hacer que el actual sistema de asistencia personalizada cubra a un porcentaje mayor de parados, o con integrar los servicios públicos estatales y autonómicos, entre otras. También sería adecuado que, cinco años después de aprobarse por ley, se materialicen las primeras asignaciones de parados a las agencias privadas de colocación. Pero sin duda, el nuevo Gobierno debería plantearse la aprobación de incentivos fiscales a la contratación de parados de larga duración.
En este sentido, Jesús Mercader, miembro de Sagardoy Abogados considera que las políticas públicas deben dirigirse a fomentar las capacidades y habilidades de los trabajadores durante toda su vida activa. Los trabajadores en sectores o sistemas de producción en decadencia, recalca, deben prepararse constantemente para adaptarse a los cambios, y la empresa y la sociedad deben participar activamente de este objetivo. Aunque Mercader ve necesario dar una respuesta de políticas activas a los parados de larga duración que complementen las políticas de rentas, cree que en el medio y largo plazo debe ponerse el acento en las políticas activas dirigidas a la población ocupada. La recualificación permanente es la vía más razonable para evitar situaciones de escasa empleabilidad que derivan en desempleo de larga duración.
La grave crisis financiera y económica sufrida en todos los países desarrollados desde el año 2008 ha afectado al mercado de trabajo español de una manera particularmente dura. La tasa de paro alcanzó el 26,9% en el primer trimestre de 2013, siendo la segunda más alta de la OCDE (por detrás de la de Grecia) y más de tres veces la tasa de paro media de la OCDE en ese momento (8,0%).
Aún hoy, esta tasa es ligeramente superior al 20% y, lo que es aún más preocupante, el desempleo de larga duración, definido como el de aquéllos que llevan 12 meses o más en este estado, está actualmente afectando a casi 6 de cada 10 parados en España. Sin embargo, y a pesar de este aumento masivo del desempleo, el componente salarial de los costes laborales unitarios tardó más de cuatro años en ajustarse a la baja y su nivel a finales de 2011 estaba todavía por encima del existente al inicio de la crisis, en el verano de 2007.
DÉFICIT ESPAÑOL INCUMPLIDO
La grave crisis financiera y económica sufrida en todos los países desarrollados desde el año 2008 ha afectado al mercado de trabajo español de una manera particularmente dura. La tasa de paro alcanzó el 26,9% en el primer trimestre de 2013, siendo la segunda más alta de la OCDE (por detrás de la de Grecia) y más de tres veces la tasa de paro media de la OCDE en ese momento (8,0%).
Aún hoy, esta tasa es ligeramente superior al 20% y, lo que es aún más preocupante, el desempleo de larga duración, definido como el de aquéllos que llevan 12 meses o más en este estado, está actualmente afectando a casi 6 de cada 10 parados en España. Sin embargo, y a pesar de este aumento masivo del desempleo, el componente salarial de los costes laborales unitarios tardó más de cuatro años en ajustarse a la baja y su nivel a finales de 2011 estaba todavía por encima del existente al inicio de la crisis, en el verano de 2007.
DÉFICIT ESPAÑOL INCUMPLIDO
La Comisión Europea tiene previsto apercibir hoy formalmente a España por el serio riesgo de incumplimiento de los objetivos de déficit público en 2015 y 2016. Se trata del primer aviso de un expediente que podría concluir en sanciones si el Gobierno en funciones no acata la recomendación de Bruselas para cuadrar las cuentas lo antes posible. El Gobierno español se ha escudado hasta ahora en su condición interina para evitar las advertencias de la CE sobre el incumplimiento de los objetivos de déficit y dilatar los ajustes que, según Bruselas, hacen falta para cuadrar las cuentas. Pero desde la reforma del Pacto de Estabilidad a raíz de la crisis, la Comisión dispone de un amplio arsenal disciplinario. Y ha decidido utilizarlo ya con España, tras dos meses y medio esperando la formación de un Gobierno.
El organismo europeo tiene previsto remitir hoy a Madrid un apercibimiento para reclamar que se aplique a rajatabla la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que permite al Gobierno español, incluso en funciones, imponer medidas de control de gasto a las comunidades autónomas. Fuentes de Hacienda aseguraron que ya están aplicando la normativa. Bruselas ya había utilizado esta vía para pedir recortes a países remisos, como Francia y Eslovenia. La advertencia fijará un plazo para que España cumpla de la recomendación. El Gobierno deberá presentar también un informe detallado sobre el impacto presupuestario de las medidas adoptadas, para que la Comisión evalúe si permiten alcanzar o aproximarse los objetivos de déficit marcados, sobre todo, a nivel estructural.
España se comprometió a cerrar con un déficit del 4,2% en 2015 y del 2,8% en 2016. Y con un esfuerzo estructural de 0,8% y 1,2% respectivamente. Las previsiones de la Comisión, sin embargo, auguran un derrape de seis décimas en 2015 y de ocho décimas en 2016. En términos estructurales, según la Comisión, España no sólo no cumplió en 2015 sino que incluso se deterioró.
El apercibimiento a España no conlleva, de momento, amenaza de sanción. Pero su incumplimiento podría abrir el camino hacia otra recomendación con sanciones de hasta el 0,2% del PIB. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, restó ayer importancia en Bruselas a la reprimenda en ciernes y aseguró que los objetivos se cumplirán “si España sigue creciendo por encima del 3%”. Guindos destacó la mejora de numerosos indicadores, evolución reconocida ayer por la Comisión en el informe sobre desequilibrios económicos. Bruselas ya no los califica de excesivos como en años anteriores, calificativo que sigue colgando en los informes de Francia, Italia y Portugal.
El ministro español reconoció, sin embargo, que “la economía española sigue en una situación muy vulnerable”, y apuntó como principal riesgo el deterioro de la coyuntura a nivel mundial. En ese contexto de volatilidad, la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) revisó ayer a la baja su previsión de crecimiento para España. Estima que el PIB crecerá un 2,7%, una décima menos que en la anterior previsión y tres menos que el crecimiento que contemplan Los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Mariano Rajoy.
Las turbulencias y el parón en la actividad mundial anularán, señala la organización, el impacto positivo del abaratamiento del crudo. Funcas indica que en la revisión a la baja no se ha considerado la incertidumbre política interna, sin embargo, avisa que supone “un factor de riesgo que podría traducirse en un crecimiento inferior al esperado”.
La Comisión Europea ha enviado este miércoles un nuevo aviso a España instándole a poner en marcha medidas adicionales para asegurar que cumplirá con el objetivo de colocar el déficit por debajo del 3 % este 2016, y para ello apunta en especial la necesidad de que el Gobierno controle el gasto de las Comunidades Autónomas. Así lo explica la Comisión Europea en el documento de recomendaciones para España.
"España debe adoptar medidas para garantizar una corrección oportuna y duradera del déficit excesivo, en especial utilizando plenamente, según proceda, los instrumentos preventivos y correctivos previstos en la Ley de Estabilidad (presupuestaria) española", dice la recomendación remitida este miércoles al Gobierno por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. En concreto, añade el texto, estos instrumentos deben utilizarse para "controlar las desviaciones, a nivel de las administraciones locales y autonómicas, de los objetivos respectivos de déficit, deuda y regla de gasto".
El clima de buen entendimiento entre Bruselas y el Ejecutivo español se quebró ayer con el apercibimiento al Ejecutivo por el riesgo de que no cumpla el déficit este año ni el que viene. La senda pactada con Bruselas establece que el déficit se reduzca al 4,2% del PIB en 2015 (la cifra se conocerá el 31 de marzo) y al 2,8% en 2016. El Gobierno cree que lo cumplirá y Bruselas considera que habrá un desvío de seis décimas en 2015 y ocho décimas el que viene.
En ese contexto, las autoridades comunitarias han elevado el tono de sus advertencias, con el primer apercibimiento al Ejecutivo español para que aplique medidas de corrección de forma inmediata, en especial en el gasto autonómico. Los últimos datos de Hacienda, correspondientes a noviembre, constataban que solo cinco autonomías (País, Vasco, Canarias, Baleares, Galicia y Asturias) cumplían el objetivo del 0,7% marcado para todo el año y que la media se situaba en el 1,31%. El cierre se situará por encima de esa cifra con algunas autonomías como Murcia, Cataluña o Comunidad Valenciana, con un déficit superior al 2%.
La Comisión ya ha comunicado al Ejecutivo que quiere que esos ajustes estén contemplados en el Plan de Estabilidad, que el Ejecutivo en funciones remitirá a Bruselas en abril. En esa fecha, con independencia del resultado de las negociaciones que mantienen los distintos grupos políticos, no habrá nuevo Ejecutivo y será el que preside Mariano Rajoy el que tenga que fijar los ajustes en el documento que remita a Bruselas. Fuentes del Gobierno confirman que disponen de margen para la fijación de esas medidas a través de lo marcado en la Ley de Estabilidad Presupuestaria. En concreto, el artículo 19 fija la advertencia ante una situación de riesgo de incumplimiento. “En caso de apreciar un riesgo de incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria...el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, formulará una advertencia motivada a la Administración responsable previa audiencia de la misma. Formulada la advertencia, el Gobierno dará cuenta de la misma al Consejo de Política Fiscal y Financiera, si la advertida es una comunidad autónoma. La Administración tendrá el plazo de un mes para adoptar las medidas necesarias para evitar el riesgo”, señala el texto oficial.
La excepcionalidad de la situación también obligaría a que la medida sea consensuada, no solo con las autonomías, si no también con el resto de formaciones políticas, puesto que el Ejecutivo que surja de las actuales negociaciones o de unas nuevas elecciones puede ser de signo distinto al actual. Ese Gobierno, que echará a rodar el próximo otoño, se encontrará con la patata caliente de diseñar los Presupuestos Generales del Estado para 2017.
El actual Ejecutivo en funciones es consciente de que el apercibimiento de Bruselas forma parte de la negociación con España para lograr una senda más flexible en la reducción del déficit público, tal y como sucedió con Francia. El vecino galo se había comprometido con Bruselas reducir el desfase entre ingresos y gastos fiscales por debajo del 3% en 2015. El cierre de 2014 mostró un desfase de un punto y obligó al Gobierno francés a comprometerse a nuevas reformas estructurales y a nuevos ajustes. Algo similar puede suceder en el caso de España, aunque el margen para ajustar (ya sea vía ingresos o gasto) en las autonomías que más se han desviado (Murcia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura o Aragón) parece limitado y no es coherente con los presupuestos expansivos aprobados para este ejercicio.
Bruselas prevé que España registre un déficit del 3,6% para este año, pese a que se ha comprometido con la UE a reducirlo hasta el 2,8%, y ha reiterado en los últimos meses el mensaje de que los Presupuestos Generales de 2016, que presentó el Ejecutivo de Mariano Rajoy antes de las últimas elecciones, deberá ser enmendado por el nuevo Gobierno. Bruselas estima que la reducción del déficit "se vio frenada" por el efecto de la reforma del impuesto sobra la renta de las personas físicas e indica que los ingresos extraordinarios procedentes de otros impuestos se vieron "ampliamente contrarrestados por los mayores gastos".
En el análisis que acompaña la recomendación hecha pública este miércoles, la Comisión critica que el Ministerio de Hacienda "no ha aplicado las medidas preventivas, ni las medidas correctivas", que prevé la Ley de Estabilidad para las Comunidades Autónomas que presentan un "riesgo de incumplimiento". El documento apunta que sólo uno de los trece planes de ajuste de las Administraciones autonómicas que incumplieron sus objetivos de déficit en 2014 ha sido aprobado por los organismos competentes, lo que ha impedido que el resto sea seguido por el Ministerio de Hacienda.
El déficit agregado de las administraciones autonómicas se situó en el 1,3% del PIB, frente al objetivo del 0,7% para 2015, lo que indica un riesgo de "desviación considerable" respecto a la marca fijada para final de este año, de acuerdo a la Comisión. El Ejecutivo comunitario, además, pide a España que le informe de las medidas que vaya a tomar en respuesta a esta recomendación "a más tardar" cuando presente su programa de estabilidad de 2016, cuyo plazo límite es el 30 de junio. Las acciones podrían explicarse también en la revisión de los presupuestos, si se produce antes de tal fecha.
La Comisión Europea dio ayer un nuevo giro al culebrón post-20D, tensando algo más la cuerda entre Madrid y Bruselas justo cuando el panorama político promete más inestabilidad. Tal y como adelantó El Economista, el Ejecutivo comunitario envió la carta al Gobierno español en la que pide que presente antes de finales de abril las medidas necesarias para cumplir con la senda de ajuste fijada por las autoridades de la UE. Bruselas pone el énfasis en las autonomías, pero no se limita a ellas al recordar que España se relajó con los ajustes en 2013, lo que ha dejado a nuestro país con el mayor déficit de las principales economías europeas.
A España se le acaba este año el plazo para cumplir con el Pacto de Estabilidad (que limita el déficit al 3 % del PIB) y tiene que alcanzar un objetivo del 2,8%. Sin embargo, se quedará en el 3,6% del PIB, según las ultimas previsiones comunitarias. Por lo tanto, "España debería informar a la CE sobre las medidas para responder a esta recomendación en su plan presupuestario actualizado para 2016, o como tarde, en una sección dedicada del próximo plan de estabilidad de 2016", dice el escrito enviado ayer. Es decir, el Ejecutivo comunitario pide a España que presente como tarde en siete semanas los ajustes necesarios para cumplir con el objetivo del déficit, que supondrían unos 8.000 millones. Según las reglas de gobernanza económica europea (el llamado semestre europeo) los países deben presentar "preferiblemente el 15 de abril y no más tarde del 30 de abril" sus planes fiscales a medio plazo, que incluyen los programas de estabilidad y de reformas.
La Comisión lleva tiempo avisando que España anda desencaminada. El pasado octubre, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, echó por tierra el borrador presupuestario para este año enviado por Mariano Rajoy antes de convocar las elecciones, y pidió más esfuerzos estructurales (más ajustes), "tan pronto como fuera posible" una vez que hubiera Gobierno. Y aunque la Comisión vuelve a recordar la obligación de presentar esta actualización al Presupuesto, parece poco probable que los partidos logren formar una coalición en el próximo mes y medio, y menos aun a cuajar un paquete de ajustes. Por lo tanto, Bruselas pone por escrito una demanda envenenada e inesperada para el Gobierno en funciones del PP, a quien le pide que explique cómo ahorrar ese 0,8 % del PIB en vísperas de la nueva convocatoria electoral.
Preguntado por este diario este martes, y con la carta ya en el disparadero, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, no esperaba tener que presentar medidas adicionales porque Bruselas no iba a pedir "ir más allá" a un Gobierno que estaba en funciones. Aunque el principal golpe se lo lleva el Gobierno en funciones, por ser quien tendrá que sacar la tijera o subir impuestos, la Comisión también echa un jarro de agua fría a las promesas del resto de formaciones, que quieren acordar con la UE una senda de cumplimiento con Bruselas "gradual, realista y equilibrada", en palabras del líder del PSOE, Pedro Sánchez.
En su escrito, la Comisión compra la tesis de Guindos de que la principal fuente del desequilibrio fiscal son las CCAA. La carta recuerda que la Comisión ya señaló que los principales riesgos procedían de "las incertidumbres respecto al control del gasto, en particular en el nivel regional". La carta insiste en el "bajo impacto presupuestario" de las medidas de consolidación a nivel regional y local, y también alerta de la falta de aplicación de medidas preventivas o correctoras por parte de Madrid con las CCAA que incumplen los límites de gasto. Por tanto, la Comisión exige que nuestro país haga "un uso completo" de las herramientas preventivas y correctivas que contempla la ley de Estabilidad para evitar los derrapes de comunidades y ayuntamientos.
Pero la guardiana de la disciplina fiscal europea no se queda aquí, y advierte el relajamiento del Gobierno central con sus cuentas desde 2013. La UE pidió a España un esfuerzo estructural (excluyendo el ciclo económico) del 2,7 % del PIB en 2013-2015, aunque finalmente se quedó en el 0,8 %. Para este año el escenario se repite, porque la Comisión no espera esfuerzo fiscal alguno, cuando solicita un 1,5 % del PIB. La Comisión envió ayer cartas con un mensaje similar a Italia, Finlandia, Rumanía, Bélgica, Croacia. Sin embargo, en el caso de España la presión resulta especialmente significativa, ya que la institución tiró de uno de sus instrumentos de control (recomendación autónoma) de las nuevas reglas de gobernanza dado que España se encuentra en un procedimiento por déficit excesivo.
"Hemos hecho todo lo que podemos para alertar a las autoridades nacionales de los riesgos de cumplimiento", señaló ayer Moscovici en un comunicado. "Ahora depende de ellos tener en cuenta esta contribución cuando envíen sus planes fiscales a medio plazo en abril". A pesar del tono desafiante, no se espera que estos avisos acarreen sanciones en caso de que España continúe desviada de la senda de ajuste, tal y como comentaron fuentes comunitarias a El Economista. Por el contrario, se espera que la Comisión otorgue más tiempo a nuestro país, arrastrada por la inevitabilidad del incumplimiento y el poco apetito de sacar el garrote. Eso sí, la CE impondrá a nuestro país una exhaustiva lista de ajustes y reformas, y un estrecho marcaje para su cumplimiento. Una tarea hercúlea que caerá en manos del nuevo Gobierno.
EL DESEMPLEO CONTINUARÁ SALVO DESEQUILIBRIOS MACROECONÓMICOS
En un documento publicado por el Centre for Economic Policy Reserch (CEPR) sobre España se llega a dos conclusiones claras. Una es que la recuperación económica española no resolverá el gran problema del desempleo. La segunda es que la austeridad no ha sido la que ha sacado al país del estancamiento económico. España no será capaz de alcanzar el pleno empleo sin incurrir en grandes desequilibrios, a no ser que se realicen grandes reformas estructurales que sirvan para incrementar el PIB potencial. En el informe Has Austerity Worked in Spain? realizado por David Rosnick y Mark Weisbrot se señala que "con los datos examinados, la actual recuperación de España no resolverá, probablemente, el problema de masivo desempleo de cara al futuro".
España seguirá sufriendo este shock dentro del mercado laboral que sitúa la tasa de paro de España muy por encima de la media de la Eurozona. Un problema endémico del país y de su estructura que sólo se puede solucionar con reformas estructurales que aumenten el PIB potencial del país. Con el marco actual, la tasa de paro estructural de España es del 16,5% según el FMI e incluso más alta para el Banco de España. Si la tasa de paro baja de ese nivel, la economía del país comenzará a incurrir en fuertes desequilibrios como los padecidos durante el periodo 1999-2007.
"España no alcanzará el pleno empleo a menos que se realicen cambios estructurales en la economía, que a la postre sirvan para incrementar el PIB potencial del país". Los expertos que han analizado la situación de España sostienen que las medidas encaminadas a reducir el coste de despido pueden no tener el efecto esperado. Otras reformas encaminadas a mejorar la formación del capital humano y a crear un marco laboral que favorezca la productividad si pueden ser útiles para que el PIB potencial de España sea superior y se pueda crear más empleo sin incurrir en desequilibrios. Como también señala el economista jefe del Servicio de Estudios del BBVA, Rafael Domenech, "Tenemos un mercado de trabajo que estaba diseñado y todavía hay buenas partes de las regulaciones que toman sus raíces en cómo funcionaba el merado hace décadas, en los años 70", ha apuntado Domenech, quien ha considerado que el mercado de trabajo español está diseñado para antes del proceso de globalización.
Así, ha apuntado a la negociación colectiva como las causas del trabajo ineficiente en el ámbito de la regulación del trabajo, porque los salarios han estado "desconectados de la productividad", y a la rigidez salarial e indexación a la inflación. También se ha referido a la "extraordinaria dualidad" en las indemnizaciones entre contratos indefinidos y temporales; una fiscalidad "desfavorable" al empleo; un desajuste del capital humano y políticas activas "insuficientes", y políticas pasivas que "siendo generosas en términos del PIB, han sido poco eficientes y poco integradas". En concreto, un 26% de trabajadores no logra pasar ese "listón" para acceder a la contratación indefinida y se queda con contratos temporales, un 21% se encuentra en desempleo y el resto se corresponde con la economía sumergida, que "llevará años corregirla".
Y es que cuando España ha logrado reducir su tasa de paro a niveles históricos ha sido gracias a la creación de la burbuja inmobiliaria. "La construcción sola ha sumado el 55% de todo el desempleo que se ha creado en España desde 2007. Durante esa época, el 6% de toda la población española llegó a trabajar en ese sector, mientras que el 13% de todos los empleados eran del sector de la construcción", explican los economistas del CEPR. Estos datos superan de forma muy importante a los de la burbuja inmobiliaria en EEUU, donde el empleo en la construcción no llegó a superar el 6% sobre el empleo total.
"Los datos analizados no apoyan la tesis de que la actual recuperación económica sea el resultado de una vuelta de los mercados, del consumo y de la confianza de los inversores gracias a la consolidación fiscal. La explicación más probable es que la recesión, posiblemente el fin de la consolidación fiscal, combinado con unos factores externos muy favorables sean los causantes de la recuperación".
El crecimiento del PIB en los últimos trimestres ha estado conducido sobre todo por la "aceleración del crecimiento del consumo y la inversión. El consumo de los hogares ha aportado un 1,9% al PIB en los últimos cuatro trimestres, mientras que la inversión fija un 1,2%, la primera contribución positiva desde el estallido de la burbuja inmobiliaria", sentencia el informe. La vuelta de la inversión y del consumo de las familias puede tener más que ver con la mejora de ciertos factores externos (desplome del petróleo y los estímulos del BCE) más que con la consolidación fiscal. Incluso si el Gobierno ha tenido algo que ver con esta recuperación, se podría decir que han sido las últimas reducciones de impuestos (política fiscal expansiva) las que han permitido que las familias aumenten su consumo.
NUEVA POLÍTICA MONETARIA EUROPEA DEL BCE
Draghi ha desenfundado el bazooka, retomando el tipo de munición que ya empleó en 2014 y sorprendiendo al mercado con su contundencia. Es decir, lo ha hecho a lo grande: rebaja de tipos, inmersión mayor en los tipos negativos por aparcar el dinero en el banco, ampliación del programa de compra de activos (tanto en volumen como en tipo) y, sobre todo, una nueva barra libre de liquidez que podría significar que el Banco Central Europeo (BCE) pague a las entidades financieras que aumenten el crédito. En concreto, el BCE ha decidido bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0% y ha bajado el interés de la facilidad marginal de crédito al 0,25% (desde el 0,3%) y ha rebajado también más la tasa sobre los depósitos (el dinero que la banca aparca en la institución) hasta el -0,4%, desde el -0,3% anterior.
Eso sí, el presidente del banco central ha puntualizado que "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés permanezcan a estos niveles o más bajos durante un largo periodo de tiempo y bien pasado el horizonte de nuestras compras de activos". Bajo sus previsiones, "no anticipamos que sea necesario reducir los tipos más". Más allá de los tipos, la institución también amplía a la deuda corporativa los activos calificados como 'inversión', es decir, el BCE comprará deuda de empresas no financieras que servirá para completar su programa de compras de activos, la denominada flexibilización cuantitativa o QE por sus siglas en inglés.
En concreto, ampliará su programa de compras mensuales hasta los 80.000 millones de euros con la inclusión de deuda corporativa, según ha explicado en un comunicado. Este nuevo incremento se comenzará a ejecutar en abril de este año. Esto supone 20.000 millones más de euros al mes para la compra de estos activos. "Este programa estará activo hasta finales de marzo de 2017, aunque se podría prolongar todo lo que sea necesario", ha añadido el presidente de la institución monetaria. El banquero italiano ha asegurado que el BCE "seguirá vigilando muy de cerca los precios en los próximos meses" Draghi ha vuelto a señalar que el BCE tiene que hacer todo lo que pueda por llevar de nuevo la inflación a los objetivos marcados por la institución monetaria.
"El bajo precio del petróleo debería dar mayor apoyo a los consumidores y a las empresas", lo que a su vez también afecta de forma negativa a los precios, ha señalado Mario Draghi. No obstante, la política monetaria seguirá ayudando "manteniendo los tipos extraordinariamente bajos durante todo el tiempo que sea necesario". Por otro lado, también iniciará una nueva serie de cuatro operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO II), cada una con un vencimiento de cuatro años, y se celebrarán en junio, septiembre, diciembre de este año, siendo la última en marzo de 2017.
El tipo que se aplicará a estas operaciones será el tipo principal de refinanciación que esté vigente en ese momento en el BCE, ahora mismo en el 0%, pero para los bancos que incrementen el crédito podría llegar a aplicar hasta el -0,4% al que se sitúa actualmente la tasa de depósito. Es decir, el banco central pagará a las entidades que incrementen el crédito. Es decir, el BCE dará un trato especial a las entidades que den crédito a la economía real, a diferencia de otras entidades que se centran en otro tipo de operaciones.
Esta barra libre estará limitada al 30% del total del crédito concedido por la entidad a empresas no financieras y hogares, excluyendo las hipotecas. "Un banco que sea muy activo a la hora de conceder préstamos a la economía real puede pedir prestado más que un banco que se concentre en otras actividades", especificó Draghi. El banquero italiano tampoco ha dudado en señalar que las reformas estructurales se han ralentizado, lo que a la postre puede afectar al crecimiento del PIB. "Se están revisando los crecimientos futuros de la Eurozona a la baja, los riesgos del crecimiento global están aumentando junto con los riesgos geopolíticos".
Para que la política monetaria funcione, es necesario que las políticas fiscales y de reestructuración deben ayudar para que las medidas tomadas por el BCE logren un funcionamiento óptimo. "Se deben seguir implementando reformas estructurales que beneficien a la productividad, hay que acelerar las reformas a la vez que las políticas fiscales también deben apoyar al crecimiento económico".
Les resumo las medidas anunciadas por el presidente del BCE:
El consejero ejecutivo de BBVA y ex miembro del consejo de gobierno del BCE, José Manuel González-Páramo, ha advertido hoy del riesgo de que la política monetaria se agote y no surta el efecto deseado en la economía real. En una conferencia organizada en Bilbao por la sociedad de garantía recíproca Elkargi, y horas antes de conocer los resultados de la reunión del Banco Central Europeo, González-Páramo ha subrayado que seis o siete euros de cada diez que toman prestados las empresas vienen de la banca, y que no se puede poner en riesgo la cuenta de resultados de los bancos presionando sus márgenes porque entonces dejarán de dar crédito.
"Europa se financia de los bancos", ha dicho, insistiendo en que puede llegar el momento en que los tipos de interés bajos no favorezcan el crecimiento económico. El consejero de BBVA -entidad que este viernes celebra en Bilbao su junta general de accionistas- ha señalado que este complicado panorama acelerará la consolidación de las entidades financieras en Europa, ya que con los tipos de interés al nivel actual "se verá la diferencia entre los bancos que están bien y mal gestionados", y los que han apostado por la diversificación, la tecnología y el control de costes. Los que no lo hayan hecho -ha comentado- tendrán dificultades para sobrevivir.
González-Páramo ha urgido a los políticos para que lleguen a un acuerdo de gobierno en España que dé estabilidad a la economía y a la empresa. "El taxímetro del coste económico de la incertidumbre sigue en marcha", ha apuntado. Según los cálculos del banco, si se llega al verano con la actual incertidumbre, el coste en el alza del PIB será de medio punto esta año y de 1,3 puntos el próximo. "Hago una llamada al sentido de la urgencia", ha señalado a los políticos."No tenéis tiempo infinito para dar una solución y lograr una gestión estable de los asuntos del país".
Esta vez Draghi no ha defraudado a los inversores. El BCE ha anunciado incluso más medidas de las que esperaban los mercados y las bolsas europeas se dispararon en un primer momento más de un 3%. Sin embargo, una vez digeridas las palabras de Draghi, los índices se han desinflado y han cerrado en negativo. El Ibex se ha desmarcado con mínimas alzas del 0,07% hasta los 8.766,90 puntos por la elevada ponderación de la banca.
Tras una mañana en la que las bolsas europeas se movían en un rango muy estrecho, en niveles cercanos a los del cierre de ayer, el anuncio de toda la batería de medidas que ha adoptado el BCE para estimular la economía de la eurozona ha disparado la euforia compradora. Los principales índices del Viejo Continente llegaron a superar el 3% de revalorización, pero posteriormente, se desinflaron y las principales plazas han cerrado con recortes. Fue a partir de que Draghi, en la rueda de prensa, afirmara que no anticipa nuevos recortes de tipos, cuando los avances se frenaron y el euro se dio la vuelta, para fortalecerse frente al dólar.
Y eso que Draghi esta vez no ha decepcionado. El BCE ha bajado los tipos al 0%; ha situado la facilidad de depósito (esa especie de hucha que el organismo monetario pone a disposición de la banca para que guarde su sobrante de liquidez a un plazo de un día) en el -0,4% (frente al -0,3% anterior) y ha aumentado el programa de compra de deuda o Quantitative Easing (QE), hasta los 80.000 millones de euros mensuales (desde los 60.000 millones). Incluso ha superado las expectativas de muchos analistas al incluir entre los activos que se pueden comprar los bonos de empresas no financieras con grado de inversión (alta calidad financiera).
Con todo, el Dax alemán se ha dejado un 2,3% y el Cac francés, un 1,3%. El Ibex ha sido el único entre las grandes plazas que ha cerrado en positivo, aunque por la mínima, un 0,07% y partirá mañana desde los 8.766,90 puntos. El selectivo español ha llegado a superar durante la sesión los 9.100 puntos, un nivel que no tocaba desde comienzos de enero.
El Ibex ha sido el mejor entre las principales plazas europeas al ser el índice más bancarizado, que ha sido el sector más alcista de la sesión. Los bancos de la eurozona se van a ver beneficiados por una nueva serie de LTRO (préstamos de liquidez a la banca a muy largo plazo), cada uno con una duración de cuatro años, a partir de junio de este año. El interés de estos créditos podrá reducirse hasta un mínimo del -0,4% y el último de ellos tendrá lugar en marzo de 2017.
Popular (+4,64%) y Sabadell (+4,43%) han encabezado las alzas. Santander y BBVA han repuntado un 1,07% y un 1,35%, respectivamente. Caixabank ha sumado un 2,94%; Bankia, un 2,71% y Bankinter, un 1,36%. Sin embargo, la mayoría de los valores del Ibex ha cerrado en negativo, con Repsol a la cabeza, que ha cedido un 3,54% castigado por una nueva caída del precio del petróleo. También en negativo otros pesos pesados como Telefónica (-0,36%) e Inditex (-0,80%). La textil gallega ha visto hoy como, tras la presentación de resultados de ayer, han llegado las revisiones de recomendaciones por parte de las casas de análisis, mayoritariamente positivas. Kepler ha elevado el precio objetivo a 33,5 euros por acción, con consejo de 'comprar', el mismo que le otorga S&P Capital IQ. JP Morgan lo eleva a 'sobreponderar' con precio objetivo de 33 euros, mientras que HSBC, el menos optimista, lo ha reducido a 31 euros, desde 32.
En el ámbito empresarial el protagonismo ha sido para Abengoa, que ha comunicado a la CNMV los términos del principio de acuerdo alcanzado con sus acreedores para salvar la compañía. Entre los acuerdos se incluye la fusión de las dos clases de acciones. Después de vivir ayer una sesión muy volátil, hoy sus acciones han cerrado con signo mixto, con avances del 3,50% para las de Clase A y recortes del 17,35% para las de serie B.
Los efectos de las medidas de Draghi también han durado poco en el mercado de deuda. La rentabilidad del bono español a diez años ha subido hasta el 1,6%, con la prima de riesgo en 130 puntos básicos. El euro, tras una fuerte caída inicial hasta los 1,08 dólares, ha remontado posiciones y cotiza por encima de 1,11 dólares.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street ha sido otro de los catalizadores de las pérdidas durante la parte final de la jornada en las plazas europeas con caídas que en la apertura llegaron a rozar el 1%. Pero en los últimos minutos de sesión en Nueva York, la principal bolsa del mundo ha remontado y ha borrado todas sus pérdidas para acabar plana. El Dow ha cedido un 0,03% mientras que el S&P 500 ha subido un mínimo 0,02%. Por su parte el Nasdaq Composite ha perdido un 0,2%. Durante toda la jornada las caídas del precio del crudo han pasado factura a las bolsas. El petróleo se ha tomado un respiro después de varias sesiones de rally. El Brent ha corregido hasta los 40 dólares y el West Texas hasta los 37 dólares.
La Comisión Europea ha enviado este miércoles un nuevo aviso a España instándole a poner en marcha medidas adicionales para asegurar que cumplirá con el objetivo de colocar el déficit por debajo del 3 % este 2016, y para ello apunta en especial la necesidad de que el Gobierno controle el gasto de las Comunidades Autónomas. Así lo explica la Comisión Europea en el documento de recomendaciones para España.
"España debe adoptar medidas para garantizar una corrección oportuna y duradera del déficit excesivo, en especial utilizando plenamente, según proceda, los instrumentos preventivos y correctivos previstos en la Ley de Estabilidad (presupuestaria) española", dice la recomendación remitida este miércoles al Gobierno por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. En concreto, añade el texto, estos instrumentos deben utilizarse para "controlar las desviaciones, a nivel de las administraciones locales y autonómicas, de los objetivos respectivos de déficit, deuda y regla de gasto".
El clima de buen entendimiento entre Bruselas y el Ejecutivo español se quebró ayer con el apercibimiento al Ejecutivo por el riesgo de que no cumpla el déficit este año ni el que viene. La senda pactada con Bruselas establece que el déficit se reduzca al 4,2% del PIB en 2015 (la cifra se conocerá el 31 de marzo) y al 2,8% en 2016. El Gobierno cree que lo cumplirá y Bruselas considera que habrá un desvío de seis décimas en 2015 y ocho décimas el que viene.
En ese contexto, las autoridades comunitarias han elevado el tono de sus advertencias, con el primer apercibimiento al Ejecutivo español para que aplique medidas de corrección de forma inmediata, en especial en el gasto autonómico. Los últimos datos de Hacienda, correspondientes a noviembre, constataban que solo cinco autonomías (País, Vasco, Canarias, Baleares, Galicia y Asturias) cumplían el objetivo del 0,7% marcado para todo el año y que la media se situaba en el 1,31%. El cierre se situará por encima de esa cifra con algunas autonomías como Murcia, Cataluña o Comunidad Valenciana, con un déficit superior al 2%.
La Comisión ya ha comunicado al Ejecutivo que quiere que esos ajustes estén contemplados en el Plan de Estabilidad, que el Ejecutivo en funciones remitirá a Bruselas en abril. En esa fecha, con independencia del resultado de las negociaciones que mantienen los distintos grupos políticos, no habrá nuevo Ejecutivo y será el que preside Mariano Rajoy el que tenga que fijar los ajustes en el documento que remita a Bruselas. Fuentes del Gobierno confirman que disponen de margen para la fijación de esas medidas a través de lo marcado en la Ley de Estabilidad Presupuestaria. En concreto, el artículo 19 fija la advertencia ante una situación de riesgo de incumplimiento. “En caso de apreciar un riesgo de incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria...el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, formulará una advertencia motivada a la Administración responsable previa audiencia de la misma. Formulada la advertencia, el Gobierno dará cuenta de la misma al Consejo de Política Fiscal y Financiera, si la advertida es una comunidad autónoma. La Administración tendrá el plazo de un mes para adoptar las medidas necesarias para evitar el riesgo”, señala el texto oficial.
La excepcionalidad de la situación también obligaría a que la medida sea consensuada, no solo con las autonomías, si no también con el resto de formaciones políticas, puesto que el Ejecutivo que surja de las actuales negociaciones o de unas nuevas elecciones puede ser de signo distinto al actual. Ese Gobierno, que echará a rodar el próximo otoño, se encontrará con la patata caliente de diseñar los Presupuestos Generales del Estado para 2017.
El actual Ejecutivo en funciones es consciente de que el apercibimiento de Bruselas forma parte de la negociación con España para lograr una senda más flexible en la reducción del déficit público, tal y como sucedió con Francia. El vecino galo se había comprometido con Bruselas reducir el desfase entre ingresos y gastos fiscales por debajo del 3% en 2015. El cierre de 2014 mostró un desfase de un punto y obligó al Gobierno francés a comprometerse a nuevas reformas estructurales y a nuevos ajustes. Algo similar puede suceder en el caso de España, aunque el margen para ajustar (ya sea vía ingresos o gasto) en las autonomías que más se han desviado (Murcia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura o Aragón) parece limitado y no es coherente con los presupuestos expansivos aprobados para este ejercicio.
Bruselas prevé que España registre un déficit del 3,6% para este año, pese a que se ha comprometido con la UE a reducirlo hasta el 2,8%, y ha reiterado en los últimos meses el mensaje de que los Presupuestos Generales de 2016, que presentó el Ejecutivo de Mariano Rajoy antes de las últimas elecciones, deberá ser enmendado por el nuevo Gobierno. Bruselas estima que la reducción del déficit "se vio frenada" por el efecto de la reforma del impuesto sobra la renta de las personas físicas e indica que los ingresos extraordinarios procedentes de otros impuestos se vieron "ampliamente contrarrestados por los mayores gastos".
En el análisis que acompaña la recomendación hecha pública este miércoles, la Comisión critica que el Ministerio de Hacienda "no ha aplicado las medidas preventivas, ni las medidas correctivas", que prevé la Ley de Estabilidad para las Comunidades Autónomas que presentan un "riesgo de incumplimiento". El documento apunta que sólo uno de los trece planes de ajuste de las Administraciones autonómicas que incumplieron sus objetivos de déficit en 2014 ha sido aprobado por los organismos competentes, lo que ha impedido que el resto sea seguido por el Ministerio de Hacienda.
El déficit agregado de las administraciones autonómicas se situó en el 1,3% del PIB, frente al objetivo del 0,7% para 2015, lo que indica un riesgo de "desviación considerable" respecto a la marca fijada para final de este año, de acuerdo a la Comisión. El Ejecutivo comunitario, además, pide a España que le informe de las medidas que vaya a tomar en respuesta a esta recomendación "a más tardar" cuando presente su programa de estabilidad de 2016, cuyo plazo límite es el 30 de junio. Las acciones podrían explicarse también en la revisión de los presupuestos, si se produce antes de tal fecha.
La Comisión Europea dio ayer un nuevo giro al culebrón post-20D, tensando algo más la cuerda entre Madrid y Bruselas justo cuando el panorama político promete más inestabilidad. Tal y como adelantó El Economista, el Ejecutivo comunitario envió la carta al Gobierno español en la que pide que presente antes de finales de abril las medidas necesarias para cumplir con la senda de ajuste fijada por las autoridades de la UE. Bruselas pone el énfasis en las autonomías, pero no se limita a ellas al recordar que España se relajó con los ajustes en 2013, lo que ha dejado a nuestro país con el mayor déficit de las principales economías europeas.
A España se le acaba este año el plazo para cumplir con el Pacto de Estabilidad (que limita el déficit al 3 % del PIB) y tiene que alcanzar un objetivo del 2,8%. Sin embargo, se quedará en el 3,6% del PIB, según las ultimas previsiones comunitarias. Por lo tanto, "España debería informar a la CE sobre las medidas para responder a esta recomendación en su plan presupuestario actualizado para 2016, o como tarde, en una sección dedicada del próximo plan de estabilidad de 2016", dice el escrito enviado ayer. Es decir, el Ejecutivo comunitario pide a España que presente como tarde en siete semanas los ajustes necesarios para cumplir con el objetivo del déficit, que supondrían unos 8.000 millones. Según las reglas de gobernanza económica europea (el llamado semestre europeo) los países deben presentar "preferiblemente el 15 de abril y no más tarde del 30 de abril" sus planes fiscales a medio plazo, que incluyen los programas de estabilidad y de reformas.
La Comisión lleva tiempo avisando que España anda desencaminada. El pasado octubre, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, echó por tierra el borrador presupuestario para este año enviado por Mariano Rajoy antes de convocar las elecciones, y pidió más esfuerzos estructurales (más ajustes), "tan pronto como fuera posible" una vez que hubiera Gobierno. Y aunque la Comisión vuelve a recordar la obligación de presentar esta actualización al Presupuesto, parece poco probable que los partidos logren formar una coalición en el próximo mes y medio, y menos aun a cuajar un paquete de ajustes. Por lo tanto, Bruselas pone por escrito una demanda envenenada e inesperada para el Gobierno en funciones del PP, a quien le pide que explique cómo ahorrar ese 0,8 % del PIB en vísperas de la nueva convocatoria electoral.
Preguntado por este diario este martes, y con la carta ya en el disparadero, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, no esperaba tener que presentar medidas adicionales porque Bruselas no iba a pedir "ir más allá" a un Gobierno que estaba en funciones. Aunque el principal golpe se lo lleva el Gobierno en funciones, por ser quien tendrá que sacar la tijera o subir impuestos, la Comisión también echa un jarro de agua fría a las promesas del resto de formaciones, que quieren acordar con la UE una senda de cumplimiento con Bruselas "gradual, realista y equilibrada", en palabras del líder del PSOE, Pedro Sánchez.
En su escrito, la Comisión compra la tesis de Guindos de que la principal fuente del desequilibrio fiscal son las CCAA. La carta recuerda que la Comisión ya señaló que los principales riesgos procedían de "las incertidumbres respecto al control del gasto, en particular en el nivel regional". La carta insiste en el "bajo impacto presupuestario" de las medidas de consolidación a nivel regional y local, y también alerta de la falta de aplicación de medidas preventivas o correctoras por parte de Madrid con las CCAA que incumplen los límites de gasto. Por tanto, la Comisión exige que nuestro país haga "un uso completo" de las herramientas preventivas y correctivas que contempla la ley de Estabilidad para evitar los derrapes de comunidades y ayuntamientos.
Pero la guardiana de la disciplina fiscal europea no se queda aquí, y advierte el relajamiento del Gobierno central con sus cuentas desde 2013. La UE pidió a España un esfuerzo estructural (excluyendo el ciclo económico) del 2,7 % del PIB en 2013-2015, aunque finalmente se quedó en el 0,8 %. Para este año el escenario se repite, porque la Comisión no espera esfuerzo fiscal alguno, cuando solicita un 1,5 % del PIB. La Comisión envió ayer cartas con un mensaje similar a Italia, Finlandia, Rumanía, Bélgica, Croacia. Sin embargo, en el caso de España la presión resulta especialmente significativa, ya que la institución tiró de uno de sus instrumentos de control (recomendación autónoma) de las nuevas reglas de gobernanza dado que España se encuentra en un procedimiento por déficit excesivo.
"Hemos hecho todo lo que podemos para alertar a las autoridades nacionales de los riesgos de cumplimiento", señaló ayer Moscovici en un comunicado. "Ahora depende de ellos tener en cuenta esta contribución cuando envíen sus planes fiscales a medio plazo en abril". A pesar del tono desafiante, no se espera que estos avisos acarreen sanciones en caso de que España continúe desviada de la senda de ajuste, tal y como comentaron fuentes comunitarias a El Economista. Por el contrario, se espera que la Comisión otorgue más tiempo a nuestro país, arrastrada por la inevitabilidad del incumplimiento y el poco apetito de sacar el garrote. Eso sí, la CE impondrá a nuestro país una exhaustiva lista de ajustes y reformas, y un estrecho marcaje para su cumplimiento. Una tarea hercúlea que caerá en manos del nuevo Gobierno.
EL DESEMPLEO CONTINUARÁ SALVO DESEQUILIBRIOS MACROECONÓMICOS
En un documento publicado por el Centre for Economic Policy Reserch (CEPR) sobre España se llega a dos conclusiones claras. Una es que la recuperación económica española no resolverá el gran problema del desempleo. La segunda es que la austeridad no ha sido la que ha sacado al país del estancamiento económico. España no será capaz de alcanzar el pleno empleo sin incurrir en grandes desequilibrios, a no ser que se realicen grandes reformas estructurales que sirvan para incrementar el PIB potencial. En el informe Has Austerity Worked in Spain? realizado por David Rosnick y Mark Weisbrot se señala que "con los datos examinados, la actual recuperación de España no resolverá, probablemente, el problema de masivo desempleo de cara al futuro".
España seguirá sufriendo este shock dentro del mercado laboral que sitúa la tasa de paro de España muy por encima de la media de la Eurozona. Un problema endémico del país y de su estructura que sólo se puede solucionar con reformas estructurales que aumenten el PIB potencial del país. Con el marco actual, la tasa de paro estructural de España es del 16,5% según el FMI e incluso más alta para el Banco de España. Si la tasa de paro baja de ese nivel, la economía del país comenzará a incurrir en fuertes desequilibrios como los padecidos durante el periodo 1999-2007.
"España no alcanzará el pleno empleo a menos que se realicen cambios estructurales en la economía, que a la postre sirvan para incrementar el PIB potencial del país". Los expertos que han analizado la situación de España sostienen que las medidas encaminadas a reducir el coste de despido pueden no tener el efecto esperado. Otras reformas encaminadas a mejorar la formación del capital humano y a crear un marco laboral que favorezca la productividad si pueden ser útiles para que el PIB potencial de España sea superior y se pueda crear más empleo sin incurrir en desequilibrios. Como también señala el economista jefe del Servicio de Estudios del BBVA, Rafael Domenech, "Tenemos un mercado de trabajo que estaba diseñado y todavía hay buenas partes de las regulaciones que toman sus raíces en cómo funcionaba el merado hace décadas, en los años 70", ha apuntado Domenech, quien ha considerado que el mercado de trabajo español está diseñado para antes del proceso de globalización.
Así, ha apuntado a la negociación colectiva como las causas del trabajo ineficiente en el ámbito de la regulación del trabajo, porque los salarios han estado "desconectados de la productividad", y a la rigidez salarial e indexación a la inflación. También se ha referido a la "extraordinaria dualidad" en las indemnizaciones entre contratos indefinidos y temporales; una fiscalidad "desfavorable" al empleo; un desajuste del capital humano y políticas activas "insuficientes", y políticas pasivas que "siendo generosas en términos del PIB, han sido poco eficientes y poco integradas". En concreto, un 26% de trabajadores no logra pasar ese "listón" para acceder a la contratación indefinida y se queda con contratos temporales, un 21% se encuentra en desempleo y el resto se corresponde con la economía sumergida, que "llevará años corregirla".
Y es que cuando España ha logrado reducir su tasa de paro a niveles históricos ha sido gracias a la creación de la burbuja inmobiliaria. "La construcción sola ha sumado el 55% de todo el desempleo que se ha creado en España desde 2007. Durante esa época, el 6% de toda la población española llegó a trabajar en ese sector, mientras que el 13% de todos los empleados eran del sector de la construcción", explican los economistas del CEPR. Estos datos superan de forma muy importante a los de la burbuja inmobiliaria en EEUU, donde el empleo en la construcción no llegó a superar el 6% sobre el empleo total.
"Los datos analizados no apoyan la tesis de que la actual recuperación económica sea el resultado de una vuelta de los mercados, del consumo y de la confianza de los inversores gracias a la consolidación fiscal. La explicación más probable es que la recesión, posiblemente el fin de la consolidación fiscal, combinado con unos factores externos muy favorables sean los causantes de la recuperación".
El crecimiento del PIB en los últimos trimestres ha estado conducido sobre todo por la "aceleración del crecimiento del consumo y la inversión. El consumo de los hogares ha aportado un 1,9% al PIB en los últimos cuatro trimestres, mientras que la inversión fija un 1,2%, la primera contribución positiva desde el estallido de la burbuja inmobiliaria", sentencia el informe. La vuelta de la inversión y del consumo de las familias puede tener más que ver con la mejora de ciertos factores externos (desplome del petróleo y los estímulos del BCE) más que con la consolidación fiscal. Incluso si el Gobierno ha tenido algo que ver con esta recuperación, se podría decir que han sido las últimas reducciones de impuestos (política fiscal expansiva) las que han permitido que las familias aumenten su consumo.
NUEVA POLÍTICA MONETARIA EUROPEA DEL BCE
Draghi ha desenfundado el bazooka, retomando el tipo de munición que ya empleó en 2014 y sorprendiendo al mercado con su contundencia. Es decir, lo ha hecho a lo grande: rebaja de tipos, inmersión mayor en los tipos negativos por aparcar el dinero en el banco, ampliación del programa de compra de activos (tanto en volumen como en tipo) y, sobre todo, una nueva barra libre de liquidez que podría significar que el Banco Central Europeo (BCE) pague a las entidades financieras que aumenten el crédito. En concreto, el BCE ha decidido bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0% y ha bajado el interés de la facilidad marginal de crédito al 0,25% (desde el 0,3%) y ha rebajado también más la tasa sobre los depósitos (el dinero que la banca aparca en la institución) hasta el -0,4%, desde el -0,3% anterior.
Eso sí, el presidente del banco central ha puntualizado que "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés permanezcan a estos niveles o más bajos durante un largo periodo de tiempo y bien pasado el horizonte de nuestras compras de activos". Bajo sus previsiones, "no anticipamos que sea necesario reducir los tipos más". Más allá de los tipos, la institución también amplía a la deuda corporativa los activos calificados como 'inversión', es decir, el BCE comprará deuda de empresas no financieras que servirá para completar su programa de compras de activos, la denominada flexibilización cuantitativa o QE por sus siglas en inglés.
En concreto, ampliará su programa de compras mensuales hasta los 80.000 millones de euros con la inclusión de deuda corporativa, según ha explicado en un comunicado. Este nuevo incremento se comenzará a ejecutar en abril de este año. Esto supone 20.000 millones más de euros al mes para la compra de estos activos. "Este programa estará activo hasta finales de marzo de 2017, aunque se podría prolongar todo lo que sea necesario", ha añadido el presidente de la institución monetaria. El banquero italiano ha asegurado que el BCE "seguirá vigilando muy de cerca los precios en los próximos meses" Draghi ha vuelto a señalar que el BCE tiene que hacer todo lo que pueda por llevar de nuevo la inflación a los objetivos marcados por la institución monetaria.
"El bajo precio del petróleo debería dar mayor apoyo a los consumidores y a las empresas", lo que a su vez también afecta de forma negativa a los precios, ha señalado Mario Draghi. No obstante, la política monetaria seguirá ayudando "manteniendo los tipos extraordinariamente bajos durante todo el tiempo que sea necesario". Por otro lado, también iniciará una nueva serie de cuatro operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO II), cada una con un vencimiento de cuatro años, y se celebrarán en junio, septiembre, diciembre de este año, siendo la última en marzo de 2017.
El tipo que se aplicará a estas operaciones será el tipo principal de refinanciación que esté vigente en ese momento en el BCE, ahora mismo en el 0%, pero para los bancos que incrementen el crédito podría llegar a aplicar hasta el -0,4% al que se sitúa actualmente la tasa de depósito. Es decir, el banco central pagará a las entidades que incrementen el crédito. Es decir, el BCE dará un trato especial a las entidades que den crédito a la economía real, a diferencia de otras entidades que se centran en otro tipo de operaciones.
Esta barra libre estará limitada al 30% del total del crédito concedido por la entidad a empresas no financieras y hogares, excluyendo las hipotecas. "Un banco que sea muy activo a la hora de conceder préstamos a la economía real puede pedir prestado más que un banco que se concentre en otras actividades", especificó Draghi. El banquero italiano tampoco ha dudado en señalar que las reformas estructurales se han ralentizado, lo que a la postre puede afectar al crecimiento del PIB. "Se están revisando los crecimientos futuros de la Eurozona a la baja, los riesgos del crecimiento global están aumentando junto con los riesgos geopolíticos".
Para que la política monetaria funcione, es necesario que las políticas fiscales y de reestructuración deben ayudar para que las medidas tomadas por el BCE logren un funcionamiento óptimo. "Se deben seguir implementando reformas estructurales que beneficien a la productividad, hay que acelerar las reformas a la vez que las políticas fiscales también deben apoyar al crecimiento económico".
- 1. Riesgos sobre el crecimiento: "La recuperación de la eurozona sigue estando marcada por perspectivas poco alentadoras de crecimiento en los mercados emergentes, unos mercados financieros volátiles, los ajustes de balance necesarios en una serie de sectores y el lento ritmo de aplicación de las reformas estructurales".
- 2. Justifica los estímulos: "Este paquete no es una reacción exagerada a los precios del crudo, es unareacción adecuada al debilitamiento de las perspectivas de crecimiento en la eurozona".
- 3. Temor a la baja inflación: "Es crucial evitar los efectos secundarios y asegurar el retorno de la inflación a niveles por debajo pero cerca del 2% sin demora".
- 4. Futuro de los tipos: "El BCE espera que los tipos se mantengan en los niveles actuales o más bajos durante un periodo prolongado de tiempo, mucho más allá del horizonte de las compras de bonos ". [...] "No anticipamos que será necesario reducir aún más los tipos. Por supuesto, nuevos hechos pueden cambiar la situación".
- 5. Recado a los gobiernos: "Los gobiernos deben acelerar las reformas estructurales y fiscales necesarias para reforzar la economía en la mayoría de países del euro".
- 6. Los salarios, bajo lupa: "El BCE está prestando atención a garantizar que el entorno actual de baja inflación no se afiance en efectos secundarios sobre los salarios y los precios".
- 7. Respaldo del Consejo de Gobierno: "La decisión del BCE se ha tomado por una mayoría abrumadora. Fue una discusión muy tranquilizadora, positiva y muy constructiva".
- 8. Sobre el éxito de las TLTRO: "La cantidad que los bancos pueden pedir prestados está ligada a la cantidad de préstamos que tienen en su balance. Por tanto, un banco que es muy activo en garantizar préstamos a la economía real puede pedir prestado más que un banco que se concentra en otras actividades. Espero una gran demanda".
- 9. Sobre la posibilidad de que se quede sin estímulos: "El BCE no está corto de munición y la amplia batería de medidas aprobada hoy muestra que no es cierto que nos estemos quedando sin ella".
- 10. Tipos negativos: "La experiencia con tipos negativos ha sido muy positiva en el alivio de las condiciones de financiación y en la transmisión de estas mejores condiciones de financiación a la economía real".
- 11. Sobre el concepto de 'helicoptero de dinero": "No hemos pensado o discutido sobre un helicóptero de dinero. Se trata de un concepto muy interesante para que sea discutido por los economistas y en diversos entornos, pero nosotros no lo hemos estudiado todavía".
- 12. Si el BCE no hubiera empezado a actuar hace dos años: "¿Si no hubiéramos hecho nada en absoluto? La situación hipotética habría sido una deflación desastrosa en la zona euro".
Les resumo las medidas anunciadas por el presidente del BCE:
- 1. Los tipos oficiales (subastas semanales) bajan del 0,05% al 0%.
- 2. El Deposit Facility Rate (depósitos en el BCE) baja al -0,4% vs -0,3% anterior.
- 3. Baja el Marginal Lending Facility (intradiario) al 0,25% vs 0,3% anterior.
- 4. El montante de compra de activos mensuales pasa a 80 bn vs 60 bn anterior a partir del mes de abril (el consenso esperaba +10 bn). Aquí lo más significativo, a parte del incremento en el montante, es que el BCE comenzará a comprar bonos corporativos de empresas no financieras.
- Eso sí, serán bonos con "investment grade". Aunque la medida es bien recibida por el mercado, personalmente me hace reflexionar de lo aberrante que es esta medida. El banco central va a "prestar" directamente a las empresas al comprar su deuda, asumiendo riesgo de crédito. Más burbuja. Mal tienen que ir las cosas.
- 5. El BCE comenzará desde junio un TLTRO 2 (Targeted Long-Term Refinancing Operation) de préstamos condicionados a largo plazo.
- Aunque algunos analistas puedan pensar que "super Mario" puede comenzar a quedarse sin "madera", Draghi insistió que tiene aún herramientas para revitalizar el crédito. Incluso quedó sobre la mesa la posibilidad de una inyección directa de dinero a las economías domésticas o ciudadanos.
- Estas medidas se hicieron populares por la Fed bajo el mandato de Ben Bernanke, que le llevó a ser conocido como "Helicopter Ben".
- El BCE baja las perspectivas de crecimiento para la eurozona
- Por otro lado, El BCE rebajó las previsiones de crecimiento de la eurozona para 2016 y 2017. La autoridad monetaria de la eurozona espera que en el año vigente el avance del PIB sea del +1,4% yoy vs +1,7% previsto en diciembre. De cara a 2017 el BCE estima un crecimiento del +1,7% vs +1,9% anterior. Draghi reconocía los riesgos bajistas de la economía mundial, destacando China y su influencia a nivel global.
- Malas noticias también sobre la inflación, que es revisada también a la baja. Tras el -0,2% yoy de febrero, el BCE espera que para 2016 la inflación de la eurozona se sitúe en un pírrico +0,1% yoy (vs +1% esperado anteriormente). Sin embargo (y gracias al QE), el BCE prevé una inflación del +1,3% en 2017 y del +1,6% en 2018. No sé si es demasiado creíble.
- El movimiento del euro está siendo brutal. Tras una fuerte depreciación junto con el anuncio de las medidas del BCE (el euro se ha ido a 1,0825$), en esto momentos el euro se está apreciando por encima de niveles de 1,115$. Esto es un ejemplo de la sensibilidad y volatilidad de los mercados.
- Otro de los puntos calientes de las conferencias de Mario Draghi, que los periodistas suelen "olvidar", es el tirón de orejas a los Gobiernos de la eurozona. Una vez más, Draghi ha subrayado la necesidad de políticas fiscales expansivas (bajadas de impuestos) y reformas estructurales. En cualquier caso, los políticos europeos no harán ningún caso, como de costumbre.
- Conclusión
- A corto plazo algunos analistas pueden ver en estas medidas un revulsivo para los mercados. No sé. Lo que está claro es que habrá más burbuja para la renta fija. Pero preocupante la baja inflación que motiva estas potentes medidas monetarias ¡¡¡Incluso comprando bonos corporativos!!!. La verdad es que la prudencia que les comentaba en mi blog de ayer, la sigo manteniendo tras una interesante, apasionante e imprevisible sesión. Y nos queda la devaluación del yuan...
- Deberíamos volver a escuchar el "grito de auxilio" de Draghi solicitando políticas fiscales expansivas (bajadas de impuestos), más gasto público y reestructuración, etc. Pero algo nos dice que los Gobiernos europeos últimamente están trabajando cada uno por su cuenta y no adoptarán los repetidos mensajes de Draghi.
- Alemania ha encauzado varios datos macro satisfactorios y eso le da fuerza a seguir relanzando el dogma del equilibrio presupuestario, algo que no cuadra con las necesidades del resto de socios comunitarios.
- Es el problema de tener ciclos que no van a la misma velocidad. Francia ni está ni se le espera. Sus políticas son caducas, trasnochadas y populistas. Nunca estarán en vanguardia de la UE.
- Los periféricos han mejorado su situación: Chipre sale del rescate; Grecia comienza a darse cuenta que el populismo no les da de comer; ¿Y España? Aunque seguimos envidando en un mus de amarracos de poder, los reinos de Taifas de los cuatro fantásticos nos llevan a nuevas elecciones. ¡Qué pena del tiempo perdido!
- Tras haber realizado compras de renta variable europea durante las últimas semanas (ver blog anterior), llevamos algunos días siendo más prudentes (reduciendo exposición), dada la importancia de la actuación del BCE. Las dudas se centran en qué decisión tomarán los inversores tras el "más madera" de Draghi.
- Francamente, el momentum está guiando las decisiones de los inversores estos últimos difíciles meses, más que los fundamentales, y la decisión más razonable parece ser "acompañar al mercado". Esto es, si los inversores deciden premiar a Draghi, debemos acompañar el movimiento porque podría prolongarse.
- Pero si los mercados le dan la espalda, no descartamos volver a la zona de mínimos anuales, máxime cuando podría acercarse una nueva devaluación del yuan, momento en el cual las ventas serán generalizadas. Así que, llegados a este punto, prudencia. 2016 seguirá siendo un año difícil. No merece la pena olvidarlo.
El consejero ejecutivo de BBVA y ex miembro del consejo de gobierno del BCE, José Manuel González-Páramo, ha advertido hoy del riesgo de que la política monetaria se agote y no surta el efecto deseado en la economía real. En una conferencia organizada en Bilbao por la sociedad de garantía recíproca Elkargi, y horas antes de conocer los resultados de la reunión del Banco Central Europeo, González-Páramo ha subrayado que seis o siete euros de cada diez que toman prestados las empresas vienen de la banca, y que no se puede poner en riesgo la cuenta de resultados de los bancos presionando sus márgenes porque entonces dejarán de dar crédito.
"Europa se financia de los bancos", ha dicho, insistiendo en que puede llegar el momento en que los tipos de interés bajos no favorezcan el crecimiento económico. El consejero de BBVA -entidad que este viernes celebra en Bilbao su junta general de accionistas- ha señalado que este complicado panorama acelerará la consolidación de las entidades financieras en Europa, ya que con los tipos de interés al nivel actual "se verá la diferencia entre los bancos que están bien y mal gestionados", y los que han apostado por la diversificación, la tecnología y el control de costes. Los que no lo hayan hecho -ha comentado- tendrán dificultades para sobrevivir.
González-Páramo ha urgido a los políticos para que lleguen a un acuerdo de gobierno en España que dé estabilidad a la economía y a la empresa. "El taxímetro del coste económico de la incertidumbre sigue en marcha", ha apuntado. Según los cálculos del banco, si se llega al verano con la actual incertidumbre, el coste en el alza del PIB será de medio punto esta año y de 1,3 puntos el próximo. "Hago una llamada al sentido de la urgencia", ha señalado a los políticos."No tenéis tiempo infinito para dar una solución y lograr una gestión estable de los asuntos del país".
Esta vez Draghi no ha defraudado a los inversores. El BCE ha anunciado incluso más medidas de las que esperaban los mercados y las bolsas europeas se dispararon en un primer momento más de un 3%. Sin embargo, una vez digeridas las palabras de Draghi, los índices se han desinflado y han cerrado en negativo. El Ibex se ha desmarcado con mínimas alzas del 0,07% hasta los 8.766,90 puntos por la elevada ponderación de la banca.
Tras una mañana en la que las bolsas europeas se movían en un rango muy estrecho, en niveles cercanos a los del cierre de ayer, el anuncio de toda la batería de medidas que ha adoptado el BCE para estimular la economía de la eurozona ha disparado la euforia compradora. Los principales índices del Viejo Continente llegaron a superar el 3% de revalorización, pero posteriormente, se desinflaron y las principales plazas han cerrado con recortes. Fue a partir de que Draghi, en la rueda de prensa, afirmara que no anticipa nuevos recortes de tipos, cuando los avances se frenaron y el euro se dio la vuelta, para fortalecerse frente al dólar.
Y eso que Draghi esta vez no ha decepcionado. El BCE ha bajado los tipos al 0%; ha situado la facilidad de depósito (esa especie de hucha que el organismo monetario pone a disposición de la banca para que guarde su sobrante de liquidez a un plazo de un día) en el -0,4% (frente al -0,3% anterior) y ha aumentado el programa de compra de deuda o Quantitative Easing (QE), hasta los 80.000 millones de euros mensuales (desde los 60.000 millones). Incluso ha superado las expectativas de muchos analistas al incluir entre los activos que se pueden comprar los bonos de empresas no financieras con grado de inversión (alta calidad financiera).
Con todo, el Dax alemán se ha dejado un 2,3% y el Cac francés, un 1,3%. El Ibex ha sido el único entre las grandes plazas que ha cerrado en positivo, aunque por la mínima, un 0,07% y partirá mañana desde los 8.766,90 puntos. El selectivo español ha llegado a superar durante la sesión los 9.100 puntos, un nivel que no tocaba desde comienzos de enero.
El Ibex ha sido el mejor entre las principales plazas europeas al ser el índice más bancarizado, que ha sido el sector más alcista de la sesión. Los bancos de la eurozona se van a ver beneficiados por una nueva serie de LTRO (préstamos de liquidez a la banca a muy largo plazo), cada uno con una duración de cuatro años, a partir de junio de este año. El interés de estos créditos podrá reducirse hasta un mínimo del -0,4% y el último de ellos tendrá lugar en marzo de 2017.
Popular (+4,64%) y Sabadell (+4,43%) han encabezado las alzas. Santander y BBVA han repuntado un 1,07% y un 1,35%, respectivamente. Caixabank ha sumado un 2,94%; Bankia, un 2,71% y Bankinter, un 1,36%. Sin embargo, la mayoría de los valores del Ibex ha cerrado en negativo, con Repsol a la cabeza, que ha cedido un 3,54% castigado por una nueva caída del precio del petróleo. También en negativo otros pesos pesados como Telefónica (-0,36%) e Inditex (-0,80%). La textil gallega ha visto hoy como, tras la presentación de resultados de ayer, han llegado las revisiones de recomendaciones por parte de las casas de análisis, mayoritariamente positivas. Kepler ha elevado el precio objetivo a 33,5 euros por acción, con consejo de 'comprar', el mismo que le otorga S&P Capital IQ. JP Morgan lo eleva a 'sobreponderar' con precio objetivo de 33 euros, mientras que HSBC, el menos optimista, lo ha reducido a 31 euros, desde 32.
En el ámbito empresarial el protagonismo ha sido para Abengoa, que ha comunicado a la CNMV los términos del principio de acuerdo alcanzado con sus acreedores para salvar la compañía. Entre los acuerdos se incluye la fusión de las dos clases de acciones. Después de vivir ayer una sesión muy volátil, hoy sus acciones han cerrado con signo mixto, con avances del 3,50% para las de Clase A y recortes del 17,35% para las de serie B.
Los efectos de las medidas de Draghi también han durado poco en el mercado de deuda. La rentabilidad del bono español a diez años ha subido hasta el 1,6%, con la prima de riesgo en 130 puntos básicos. El euro, tras una fuerte caída inicial hasta los 1,08 dólares, ha remontado posiciones y cotiza por encima de 1,11 dólares.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street ha sido otro de los catalizadores de las pérdidas durante la parte final de la jornada en las plazas europeas con caídas que en la apertura llegaron a rozar el 1%. Pero en los últimos minutos de sesión en Nueva York, la principal bolsa del mundo ha remontado y ha borrado todas sus pérdidas para acabar plana. El Dow ha cedido un 0,03% mientras que el S&P 500 ha subido un mínimo 0,02%. Por su parte el Nasdaq Composite ha perdido un 0,2%. Durante toda la jornada las caídas del precio del crudo han pasado factura a las bolsas. El petróleo se ha tomado un respiro después de varias sesiones de rally. El Brent ha corregido hasta los 40 dólares y el West Texas hasta los 37 dólares.
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