viernes, 18 de diciembre de 2015

DEBATE PRESUPUESTOS MADRID

La Sra. CONSEJERA DE ECONOMÍA, EMPLEO Y HACIENDA (Hidalgo Tena): Señora Presidenta, señorías, tengo el honor de presentar ante esta Cámara, en nombre del Consejo de Gobierno, los criterios y los objetivos del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para el año 2016. Dejó escrito Cánovas del Castillo que la política es el arte de aplicar en cada época aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible.

En el contexto de estas sabias palabras podemos afirmar que, después de varios años de durísima crisis -la más dura sufrida por España al menos en los últimos 70 años-, hoy podemos otear el horizonte con cierto optimismo, aunque desde la convicción de que quedan todavía muchas cosas por hacer, y por eso estamos hoy  aquí, para que desde la política podamos transformar la realidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Señorías, el presupuesto es la principal palanca de impulso a las políticas públicas y es la expresión cifrada de los compromisos adquiridos con los ciudadanos a través del programa de Gobierno, por eso la especial relevancia de este proyecto de presupuestos de la presente legislatura, que dará contenido económico a buena parte del programa político al que se comprometió la presidenta Cristina Cifuentes en su investidura ante esta Cámara; al programa electoral con el que el Partido Popular se presentó a las elecciones del pasado mes de mayo, y hasta 22 puntos con contenido económico del Acuerdo de Investidura suscrito con el Grupo Parlamentario de Ciudadanos.

Señoras y señores Diputados, traemos a esta Asamblea unos presupuestos de alto contenido social, centrados en la necesidades de los madrileños, solidarios con quienes peor lo están pasando, garantistas con unos servicios públicos de calidad y dinamizador de nuestra economía como herramienta de creación de empleo. Unos presupuestos, señorías, que garantizan la sanidad, la educación pública gratuita y de calidad, así como la necesaria protección social para los que más lo necesitan. Unos presupuestos que tienen como objetivo prioritario coadyuvar a afianzar la recuperación y la creación de empleo en nuestra región, al tiempo que contribuyen a garantizar una auténtica igualdad de oportunidades entre los madrileños.

Unos presupuestos que van a ser el medio indispensable para que nuestra Comunidad siga siendo pujante, competitiva y capaz de obtener el máximo rendimiento de su tejido empresarial y apostando por los emprendedores. Unos presupuestos que reequilibran nuestro territorio, que apuestan por el valor de la cultura y del medio ambiente. En definitiva, señorías, un proyecto de presupuestos que esperamos que, con el apoyo de esta Cámara, puedan convertirse en el instrumento más eficaz al servicio de los madrileños para consolidar la senda de la recuperación económica, generadora de empleo, y fortalecimiento del estado del bienestar.

Señoras y señores Diputados, sin contexto es difícil entender lo que nos empuja y lo que nos motiva a tomar determinadas decisiones. Les he hablado hasta ahora de los principales objetivos y líneas del proyecto de presupuestos, pero permítanme que haga una necesaria referencia al presente y al futuro: me estoy refiriendo al escenario macroeconómico con el que ha trabajado el Gobierno para la elaboración de este proyecto de presupuestos para el 2016.

Podemos afirmar, ya sin miedo a equivocarnos, que la evolución de la economía en el último año ha resultado muy positiva, tanto en el entorno regional como en el nacional y también en el europeo, si bien podríamos decir que, en términos de crecimiento la intensidad ha sido diferente. España creció en el tercer trimestre de 2015 un 0,8 frente al 0,3 de la media de la Eurozona y hemos dejado de ser el problema de Europa para convertirnos en el país que tira de la economía de la zona y donde se crea el 60 por ciento de empleo.

Además, ahora el crecimiento es sostenible gracias al cambio que se ha producido en el modelo de producción, en el que las empresas son mucho más competitivas y exportan más a otros países. En estos años, la economía española ha conseguido reducir su dependencia del sector de la construcción y se ha vinculado mucho más a las exportaciones, que han pasado de representar el 22 por ciento del producto interior bruto al 30 por  ciento. De esta manera, junto con la vigorosidad de la demanda interna, España acabará el año con un crecimiento económico del 3,3 por ciento y un superávit exterior del 2 por ciento y, lo que es más importante, habiendo creado este año unos 600.000 empleos y con la previsión de poder crear medio millón más cada uno de los cuatro años de la próxima legislatura, hasta llegar a 20 millones de ocupados en España.

Asimismo, las previsiones para el año que viene nos indican un ritmo de crecimiento de la economía española entorno al 3 por ciento. Señorías, estos presupuestos son también los que mejor responden a la condición de la Comunidad de Madrid como la primera economía española según los principales indicadores. En la actualidad, crecemos a un ritmo interanual del 3,5 por ciento y el diferencial de crecimiento respecto a la zona euro en ese mismo periodo ha sido de 1,9 puntos.

De esta manera, acumulamos más de dos años de crecimiento económico continuado. Asimismo, la previsión de algunos prestigios servicios de estudios como Funcas o el BBV sitúa el cierre del año 2015 con un crecimiento del 3,6 por ciento del PIB en nuestra Comunidad. La explicación de esos datos la obtenemos de nuevo en el empuje de la demanda interna, tanto de consumo como de inversión, como motor de crecimiento de la Región en el último año, con un ritmo de crecimiento del 3,4 por ciento.

Asimismo, la demanda externa de bienes producidos en la Comunidad de Madrid observan una pauta de evolución muy favorable en 2015; hasta agosto, las exportaciones realizadas por estas empresas madrileñas alcanzaron los 18.850 millones de euros, lo que supone un 1,6 por ciento más que en el periodo del año anterior. Otro de los indicadores que consolidan a Madrid como motor de la economía española es precisamente la creación de empresas. Miren, hasta septiembre, se han creado en Madrid 14.942 nuevas empresas, 55 al día, lo que supone el 21 por ciento del total de las empresas creadas en España, y el capital suscrito por las mismas supone el 32,2 por ciento.

Por otro lado, el fortalecimiento de la confianza de los agentes internacionales en nuestra región como plaza preferente desde la que articular sus inversiones en España se pone en evidencia a través del extraordinario dato del segundo trimestre del año: el 68,8 por ciento del total de las inversiones recibidas en nuestro país, hasta los 4.229 millones de euros, lo que eleva al 65,4 por ciento el peso de Madrid en el total de la inversión recibida por España en la primera mitad del 2015, triplicando el volumen obtenido por la segunda plaza, que es Cataluña.

No menos destacado es el importe de inversión exterior efectuada por las firmas radicadas en Madrid: más de 12.000 millones de euros en el primer semestre del año, el 81 por ciento del total nacional y el volumen más alto desde que se inició la crisis. En este contexto, a lo largo del último año se han producido incrementos de la ocupación a un ritmo interanual del 2,19 por ciento, los primeros aumentos de la cifra de población activa y la reducción del desempleo.

Hoy Madrid tiene una tasa de desempleo 4,9 puntos inferior a la media nacional en el tercer trimestre del año 2015. Asimismo y como decía al comienzo de mi alocución, cuenta con 108.414 afiliados más que hace un año y el paro ha descendido en 50.541 personas en los últimos doce meses, tal y como podíamos conocer ayer, y esperamos que en el año 2016 se puedan crear otros 118.000 empleos. Pues bien, señorías, en este contexto que les he descrito es en el que hemos abordado la elaboración del Proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para el año 2016; un
proyecto serio, responsable, riguroso y que está adaptado a la realidad de la situación que vivimos en estos momentos y a las necesidades de la sociedad madrileña.

Por encima de cualquier duda y de mensajes ideológicos repetitivos sin ningún fundamento ni rigor técnico, este proyecto de presupuestos que traemos hoy a la Cámara garantiza que todos los madrileños seguirán contando con unos servicios públicos esenciales de la máxima calidad, ya que se prioriza el gasto social; es decir, la sanidad, la educación, las políticas sociales, la subvención al viajero para el transporte público y el empleo, que representa prácticamente el 90 por ciento del total de los recursos disponibles.

La sanidad y la educación absorben el 42 y el 25 por ciento de los créditos presupuestados respectivamente. En 2016, tendremos 157 millones de euros más para la sanidad y 75 más para la educación, las políticas de empleo crecen un 27,7 por ciento hasta los 397 millones, las políticas sociales y de familia presentan un crecimiento de 91 millones de euros, un 6,6 por ciento, para mejorar básicamente la dotación de la Renta Mínima de Inserción y las prestaciones económicas por dependencia.

También destaca la subvención al transporte público, que crece un 21,7 por ciento, hasta los 1.069 millones de euros, lo que permitirá reforzar la red y atender los compromisos adquiridos con los ciudadanos, como la tarifa plana de 20 euros para todos los jóvenes menores de veintiséis años y la de 10 euros a los beneficiarios de programas de activación para el empleo. También quiero destacar los incrementos de cultura y turismo, cercanos al 5 por ciento, y de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, que supera el 12,6 por ciento.

En la Consejería de Presidencia y Justicia, no puedo dejar de mencionar el cumplimiento de nuestro compromiso de dotar de más medios a la llamada justicia gratuita, cuyos créditos aumentan el 25 por ciento. Además, el Proyecto de Presupuesto contiene los créditos necesarios para el abono de un nuevo tramo de la paga extra de 2012 a todos los empleados públicos de la Comunidad de Madrid y un incremento retributivo del 1 por ciento. Por otro lado, como ya conocen todos ustedes, la elaboración del presupuesto está sujeta a los límites establecidos en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

De esta manera, el presupuesto de gastos no puede crecer más del 1,8 por ciento de la tasa de referencia de crecimiento del PIB de medio plazo de la economía española. En dicho crecimiento no se tiene en cuenta el gasto cofinanciado con fondos europeos, los recursos finalistas obtenidos por transferencias de otras Administraciones, así como tampoco los intereses de la deuda. El déficit presupuestario no puede ser superior al 0,3 por ciento del PIB regional; esto significa que no podemos incurrir en un endeudamiento neto superior a 640 millones de euros.

Y, en tercer lugar, el endeudamiento total de la Comunidad de Madrid debe ser inferior al 13 por ciento del PIB regional; es decir, nuestra deuda acumulada debe ser, en todo caso, inferior a 27.741 millones de euros. Pues bien, señorías, el Proyecto de Presupuestos del que les estoy dando cuenta cumple rigurosamente con el parámetros que acabo de citarle desde la perspectiva de una presupuestación rigurosa tanto en la vertiente de ingresos como en la de los gastos. Paso a detallarles a continuación las grandes líneas de este Proyecto de Presupuestos Generales, y comenzaré con el presupuesto de ingresos.

Los ingresos no financieros alcanzan los  17.226 millones de euros, lo que se traduce en un crecimiento del 7,4 por ciento, es decir, 1.186 millones más sobre lo presupuestado en el año 2015. Este incremento es fruto de la mejora de la recaudación, consecuencia de la activación económica que estamos experimentando en nuestra región tanto en la vertiente de los impuestos gestionados por la Administración General del Estado, cuya recaudación, como saben, compartimos las comunidades autónomas y que crece un 8,03 por ciento, como también por la vertiente de los impuestos gestionados por la propia Comunidad de Madrid, que crecen un 10,11 por ciento, toda vez que nuestros tributos están ligados al ciclo económico y a la recuperación de sectores como el mercado inmobiliario.

En lo que se refiere a la estimación realizada sobre el total de los ingresos no financieros, cabe destacar una vez más que el 88,7 por ciento de los mismos, 15.288 millones de euros, proceden del sistema de financiación autonómica, de los cuáles 12.480 millones se corresponden con los denominados recursos sujetos a liquidación. Así, la Comunidad de Madrid percibirá unas entregas a cuenta por valor de 11.711 millones de euros, cantidad que se corresponde con su participación en el IRPF, IVA, los Impuestos Especiales y los Fondos de Garantía y Suficiencia Global. En conjunto, estos recursos equivalen al 72,5 por ciento del presupuesto de ingresos no financieros de la región, y crecen un 8 por ciento respecto al ejercicio anterior.

En este sentido, es importante señalar que desde el año 2009, año de inicio de aplicación del sistema vigente, y hasta el año 2013, correspondiente al último ejercicio efectivamente liquidado, la financiación per cápita media de los madrileños procedente de los sujetos a liquidación ascendió a 1.885 euros anuales, es decir, 130 euros menos que la media de las comunidades autónomas de régimen común.

Estarán de acuerdo conmigo en que esto perjudica a los madrileños, y, por ello, espero que todos los Grupos nos pongamos de acuerdo para trabajar de forma conjunta con el fin de mejorar la situación de nuestra región cuando se aborde la reforma del sistema de financiación. En un análisis por capítulos, la recaudación por los impuestos directos se incrementa un 5,2 por ciento respecto al año 2015, hasta 9.328 millones de euros, mientras que los impuestos indirectos crecen un 11 por ciento, hasta los 9.278 millones.

Los recursos procedentes de ambos capítulos, cuyo peso supera el cien por cien del presupuesto de ingresos no financieros, se ven disminuidos por el capítulo cuarto, “Transferencias corrientes”, 2.530 millones de euros, cantidad que es un 3,1 por ciento superior a la de 2015. Este capítulo, si bien recoge todos los recursos que la Comunidad de Madrid; y sus organismos autónomos reciben para financiar sus operaciones corrientes, resulta finalmente negativo por las transferencias netas entre la Administración General del Estado y la Comunidad de Madrid, entre estas destacan la aportación que la Comunidad de Madrid realiza al fondo de garantía de los servicios públicos fundamentales del Sistema de Financiación Autonómica, cuyo fin es asegurar que cada región reciba los mismos recursos por habitante ajustado para financiar los servicios públicos esenciales del Estado del bienestar.

Así, para el año 2016, la transferencia de la Comunidad de Madrid a este mecanismo en concepto de entrega a cuenta asciende a 2.815 millones de euros, un 5,92 por ciento más que en el año 2015. Junto a ella, solo Cataluña, Baleares y Cantabria contribuyen a este fondo. En este sentido, Madrid sigue siendo la región más solidaria al aportar el 74,15 por ciento de los recursos que aportan las regiones a este mecanismo en el año 2016. Dentro de estos capítulos, y desglosando los ingresos por tributos, el IRPF representa el 50,1 por ciento de los ingresos no financieros y crece un 3,93 por ciento.

El segundo impuesto por importancia recaudatoria es el IVA, que representa el 33,8 por ciento del presupuesto y aumenta un 15,19 por ciento con respecto al ejercicio pasado. Los impuestos especiales representan el 9,03 por ciento y crecen un 5,06 por ciento. Pasando a los impuestos cedidos que gestiona la Comunidad de Madrid, estos ascienden en su conjunto a 2.951 millones de euros, un 10,11 por ciento más que en el ejercicio pasado.

De estos, destacan: el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas, que alcanza 1.150 millones de euros, un 15 por ciento más que en el año 2015, y la modalidad de Actos Jurídicos Documentados se estima en 550 millones de euros, es decir, un 10 por ciento más. Estas previsiones se basan en la reactivación del mercado inmobiliario. Y en lo que respecta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, no se prevé un crecimiento significativo, por lo que la previsión de ingresos se mantiene en el mismo nivel que en el año 2015, es decir, en 550 millones de euros. Por su parte, el capítulo tercero, “Tasas y otros ingresos”, asciende a 501 millones de euros, con un incremento del 23,9 por ciento sobre lo presupuestado en el año 2015.

Cabe destacar que las tasas no solo se han congelado para el próximo año sino que se eliminan tres, entre las que se incluyen las que deben pagar los usuarios del Sistema Sanitario Público por la emisión por robo, rotura o extravío, de la tarjeta sanitaria. El incremento se debe exclusivamente a la mejora prevista en recaudación. En lo que se refiere al capítulo quinto, “Ingresos patrimoniales”, estos experimentan un importante incremento, alcanzando los 348 millones de euros, el 2 por ciento de los presupuestos de ingresos no financieros, que se corresponden en su mayor parte a los ingresos por alquileres procedentes de la Agencia de Vivienda, a los ingresos procedentes de dividendos de diferentes empresas y a otros ingresos del sector público estatal y de consorcio.

Por su parte, el capítulo sexto, correspondiente a la enajenación de inversiones reales, representa un 1,3 por ciento del presupuesto de ingresos y disminuye un 66,8 por ciento sobre la previsión de 2015. Por último, las transferencias de capital alcanzan los 74 millones de euros, el 0,4 por ciento del presupuesto. Por último, quisiera destacar que este presupuesto de ingresos se enmarca en el compromiso del Gobierno de fomentar una política fiscal incentivadora que aumente los recursos de todos los madrileños para que puedan invertir, ahorrar o consumir, generando así crecimiento económico y empleo.

Así, los madrileños disponen de la tarifa del IRPF más baja de España, disfrutan de la plena desfiscalización del Impuesto sobre el Patrimonio y de una bonificación del 99 por ciento en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de padres a hijos y cónyuges, así como los tipos más bajos en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Señorías, a continuación les expondré el presupuesto de gastos para el año 2016 o, lo que es lo mismo, la expresión en números de las políticas públicas que implementaremos y reforzaremos en este primer año de Legislatura. Las palabras y el papel lo suelen aguantar todo, por eso la importancia que los que trabajamos en la Hacienda le damos al presupuesto como principal herramienta al servicio de la acción de Gobierno y como palanca de transformación de la realidad, que es el gran objetivo de la política con mayúsculas.

El escenario de ingresos que les he descrito ha permitido que el presupuesto de gastos no financieros crezca un 2,7 por ciento, hasta los 17.890 millones de euros, lo que supone 471 millones de euros adicionales sobre el volumen de gastos del año 2015, que nos permitirán mejorar la protección y la calidad de los servicios públicos madrileños en este contexto de recuperación. Los gastos corrientes del presupuesto ascienden a 16.080 millones de euros, un 2,6 por ciento más que en el año 2015, y representan el 90 por ciento del gasto no financiero. Dentro de este, el capítulo primero, referente a los gastos de personal, es el más importante de todo el presupuesto, con un peso relativo del 34,5 por ciento del total del gasto, y asciende a 6.167 millones de euros, con un crecimiento del 1,64 por ciento respecto al año 2015.

Dentro de este se han incluido, como he dicho antes, el incremento del 1 por ciento de las retribuciones del personal al servicio de la Administración autonómica, la devolución al menos de un 25 por ciento de la paga extraordinaria de los funcionarios correspondiente al año 2012, así como también 650 nuevos cupos de personal docente no universitario, y se han destinado 14 millones de euros para 372 nuevas plazas en el Plan de Atención Primaria. No obstante, no me gustaría pasar por alto que en el capítulo primero se han incluido también medidas de racionalización de gasto con la congelación de las retribuciones y la supresión de 18 altos cargos, que ha supuesto un ahorro de 2,1 millones de euros. El capítulo segundo, “Gastos en bienes corrientes y servicios”, asciende a 3.841 millones de euros, incrementándose en 9,3 millones de euros, lo que supone el 0,24 por ciento. El capítulo tercero, “Gastos financieros”, se presupuestan 818,6 millones de euros, un 15,6 por ciento menos que en el año 2015, y esto supone, señorías, un ahorro de 151 millones de euros.

El capítulo cuarto, que incluye las transferencias corrientes, asciende a 5.252,6 millones de euros, un 9,9 por ciento más que en el año 2015, correspondiendo la mayor parte de gastos a las áreas de transporte, educación, sanidad y políticas sociales. Dentro de este capítulo, cabe destacar la subvención al usuario en el transporte público. También se incluyen en estas las dotaciones a los conciertos educativos, las aportaciones a las universidades públicas o las recetas médicas. Las operaciones de capital ascienden a 753,9 millones de euros, un 4,2 por ciento más que en el año 2015.

El capítulo sexto recoge inversiones por importe de 526 millones de euros, cuyo esfuerzo se concentra en el mantenimiento, mejora y conservación de las infraestructuras públicas, siendo las más importantes las realizadas por la Agencia de la Vivienda Social, con 71,3 millones de euros Por su parte, el capítulo séptimo asciende a 155 millones de euros y crece un 45,7 por ciento respecto al año 2015. Dentro de este capítulo se incluyen actuaciones para la adquisición y rehabilitación de viviendas por importe de 34 millones, un 72 por ciento más que en el año 2015, o los 20 millones de euros destinados a planes específicos de I+D+i, a los que posteriormente me referiré.

Un año más, señorías, el mayor peso corresponde a la Sección de Sanidad, con un presupuesto de 7.446 millones de euros, es decir, 157,4 millones de euros más, un 2,2 por ciento más que el año pasado, lo que representa casi el 42 por ciento de la totalidad del gasto. Con este presupuesto, la Comunidad de Madrid mantiene su compromiso con la sanidad universal, gratuita y de máxima calidad. Asimismo, este presupuesto da cobertura y sirve para recordar que en la sanidad madrileña trabajan un total de 68.417 trabajadores. Merece la pena destacar que se incrementan las partidas destinadas a la atención primaria hasta los 1.855,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,1 por ciento respecto del año 2015.

Sin embargo, la atención hospitalaria, con casi 5.000 millones de euros, es la partida más importante del presupuesto de sanidad pues representa el 66,17 por ciento de la Sección. Especial relevancia tiene también el incremento del 54 por ciento correspondiente a la ampliación del calendario de vacunación en 2016, que supone un gasto de 45,3 millones de euros. El presupuesto de Sanidad, señorías, sirve para permitir el funcionamiento en la Comunidad de Madrid de 430 centros de atención primaria, de 36 hospitales públicos, que permitirán atender a más de 517.000 ingresos de pacientes, 3 millones de urgencias, 405.000 intervenciones quirúrgicas, 46.000 partos, 13,5 millones de consultas externas, 2,1 millones de pruebas diagnósticas y 2,9 millones de vacunas administradas.

Le sigue en importancia por su peso el presupuesto de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte con el 25 por ciento del conjunto de gasto, es decir, 4.413 millones de euros, 74,8 millones de euros más que el año pasado. Con el objetivo principal de mejorar la calidad de la educación, se sigue apostando por una de las principales señas de identidad del sistema educativo madrileño, que es la enseñanza bilingüe. Así, en 2016 se seguirá ascendiendo tanto en centros de primaria como en institutos, 493 en total y llegará por primera vez a la formación profesional, incrementado la dotación un 13 por ciento hasta los 26 millones de euros. Las partidas destinadas a becas y ayudas para la enseñanza no universitaria, así como también las ayudas a comedor, que permitirán llegar a los 100.000 beneficiarios, se incrementan de forma significativa hasta los 98,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 16 por ciento. Merece la pena destacar otros datos más cotidianos de para qué sirven estas cuentas.

Por ejemplo, para otorgar 31.000 ayudas de escolarización de niños de hasta tres años en centros privados, 11.000 becas para estudiantes de formación profesional de grado superior, 3.000 nuevas becas para estudios de idiomas y de tecnologías de la información y comunicaciones y 1.000 nuevas becas de segunda oportunidad. Destaca también el programa de apertura de colegios en períodos lectivos con una dotación de 2 millones, que podrá beneficiar a 12.000 alumnos. Además, se contempla la reducción de tasas universitarias del 10 por ciento, para la que se destinan 39,5 millones de euros y 2 millones más para las becas destinadas a alumnos con discapacidad o dificultades económicas, que beneficiarán a 750 universitarios.

Y se mantiene, como no puede ser de otra manera, la apuesta por los programas de I+D+i con una dotación de 24,3 millones de euros, un incremento del 45 por ciento sobre el año 2015. Asimismo, también se sigue en el esfuerzo realizado por los institutos madrileños de estudios avanzados, Imdea, con una dotación de 16,7 millones de euros.

Señorías, el presupuesto de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras es de 1.585 millones de euros y experimenta un incremento del 9,3 por ciento respecto del presupuesto de 2015. El programa más importante es el correspondiente a la programación y desarrollo del transporte, con una dotación de 1.142 millones de euros, dentro de la cual destaca la subvención a los usuarios del transporte público, que se incrementa en 190 millones de euros, un 21,7 por ciento más que en el año 2015. Se incluye la ampliación del límite de edad del abono transporte, con una tarifa plana de 20 euros y para los desempleados de larga duración incorporados al PAE.

Asimismo, se dotan los créditos necesarios para la ya anunciada contratación de 360 nuevos conductores en Metro de Madrid, así como los necesarios para el mantenimiento de 293 estaciones, 13 líneas y 287 kilómetros de la red de metro, los autobuses de la EMT en la parte que nos corresponde y los 1.824 autobuses interurbanos. La partida destinada a vivienda y rehabilitación asciende a 209 millones de euros y se incrementa un 3,6 por ciento respecto al año 2015, que harán posible la gestión de 23.421 viviendas protegidas de la Agencia de Vivienda Social, más de 76.300 contratos gestionados por el plan Alquila y 7.500 viviendas con alquileres superreducidos. Además, se contemplan 43,3 millones de euros destinados al plan de vivienda estatal al que recientemente se ha adherido la Comunidad de Madrid, lo que permitirá, entre otras cosas, potenciar el programa regional de ayuda al alquiler y la rehabilitación de edificios.

Finalmente, la dotación para la adquisición de viviendas destinadas al realojo se incrementará igualmente en 4,2 millones de euros, un 76,3 por ciento más que en el ejercicio 2015. Los créditos de la Consejería de Políticas Sociales y Familia ascienden a 1.474 millones de euros, con un crecimiento del 6,6 por ciento, lo que pone una vez más de manifiesto el compromiso de la Comunidad de Madrid con el gasto social. Se sigue manteniendo el compromiso con las personas mayores con actuaciones dirigidas a residencias y a centros de día que alcanzan los 469,9 millones de euros, que permitirán mantener la mayor red de plazas públicas.

Por otra parte, el compromiso del Gobierno regional con las personas con discapacidad se plasma, con una dotación de 284,5 millones de euros, para seguir atendiendo a las 308.000 personas con discapacidad que hay en nuestra región. Destacan dentro de estas actuaciones las partidas destinadas a atención temprana, con una dotación de 13,2 millones de euros, que crece un 29,4 por ciento respecto al presupuesto del año 2015. Las partidas destinadas a la lucha contra la exclusión social ascienden a 162,4 millones de euros, lo que supone 28,25 millones de euros más que en el año 2015, y la mayor parte de esto, 120 millones de euros, se destinan, señorías, a la renta mínima de inserción, que crece un 28 por ciento sobre el año 2015, que permitirá garantizar los ingresos básicos de forma ilimitada a las 28.000 familias beneficiarias.

Las prestaciones económicas por dependencia se incrementan en 31,5 millones de euros, hasta los 150 millones de euros, lo que supone un 26,6 por ciento más que el inicial del 2015. El presupuesto de la Consejería de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno asciende a 700,7 millones de euros y experimenta un crecimiento del 1,3 por ciento. Destacan las partidas destinadas a la modernización de las infraestructuras de justicia, que crecen un 18,7, y la destinada a la justicia gratuita, que lo hace en un 25,2. En materia de seguridad, se continúa con el proyecto BESCAM, que mejora la seguridad de los 109 municipios de la Comunidad de Madrid en los que está implantado, con una dotación de 69,6 millones de euros, y se seguirá potenciando la vigilancia y extinción de incendios, destacando la puesta en marcha del parque de bomberos de Valdemoro.

El presupuesto para la Sección “Economía y Hacienda” se incrementa un 3,29 por ciento hasta los 329 millones de euros. El fomento del uso de las tecnologías y la potenciación del I+D+i empresarial, como forma de supervivencia y crecimiento de las empresas madrileñas, seguirá siendo una prioridad, incrementando la dotación hasta los 20 millones de euros, lo que supone un incremento del 471 por ciento. La mejora de la financiación es otro de los elementos clave para el crecimiento y la internacionalización de las empresas madrileñas y, por ello, se dotará el refuerzo necesario para que instrumentos como Avalmadrid sigan apoyando a las empresas en este sentido.

Para reforzar el compromiso con la industria madrileña se destinan 11,7 millones de euros, además se incrementa la dotación para la informática y las comunicaciones con 160,1 millones de euros, un 2,8 por ciento más que en el año 2015. Señorías, como ya me han escuchado decir varias veces e insisto nuevamente, el empleo es la prioridad principal del Gobierno de la Comunidad de Madrid, lo cual tendrá reflejo en las dotaciones presupuestarias, y prueba de ello es que la Sección “Políticas de empleo”, dotada con 397 millones de euros, es la que mayor incremento experimenta de todo el presupuesto, con un 27,7 por ciento sobre el presupuesto del año 2015.

Las principales partidas que incluye el presupuesto dotarán de contenido económico las líneas estratégicas integradas en la Estrategia Madrid por el empleo, que se pondrá en marcha en 2016 y que se concreta en las siguientes actuaciones más destacadas: La modernización de las oficinas de Empleo para el año 2016, con una dotación de 7,57; en lo que se refiere a las actuaciones de formación para el empleo, esta se dota con 112 millones de euros; las políticas de promoción y fomento del empleo se dotan con 207,86 millones de euros, un incremento del 43 por ciento, que permitirá atender especialmente a aquellas personas más alejadas del mercado de trabajo; las políticas de empleo en el marco de la garantía juvenil se incrementan en 25 millones de euros, y se continuarán en 2016 a través de la Unidad de autónomas, Economía social y Responsabilidad social de las empresas, apoyando al colectivo de autónomos y a las empresas de la economía social dada su importancia en la creación de empleo, y cuya dotación de 33,3 millones de euros supone un incremento del 4,16 por ciento respecto al año 2015, cantidad a la que habrá que
sumar los créditos necesarios para las ayudas a la contratación que se encuentran en el presupuesto de la Dirección General del Servicio Público de Empleo.

En definitiva, con todos estos recursos se podrán realizar actuaciones tangibles para los madrileños, como más de 5.000 acciones formativas para el empleo destinadas a más de 55.000 personas, 200.000 acciones personalizadas de búsqueda de empleo, 128.000 salarios de personas con discapacidad en Centros Especiales de Empleo, 22.000 consultas de asesoramiento para emprendedores, 3.150 beneficiarios de cursos de habilidades y talleres de creación de empresas y 28 convenios en materia de prevención de riesgos laborales.

Señorías, el presupuesto de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio contará con una dotación de 370 millones de euros, lo que pone de manifiesto el compromiso del Gobierno regional en esta materia con el territorio, con casi la mitad de su superficie protegida. Asimismo, se continúa apostando por el esfuerzo inversor del plan Prisma, con una dotación de 51,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,8 por ciento.

A la Agricultura y Ganadería -otra de las áreas que se refuerza- se la dota de 30,4 millones de euros, de los cuales las ayudas directas a estas actividades ascienden a 7,4 millones de euros, un 5,7 por ciento más que en 2015. El área de Medio Ambiente se incrementa un 9 por ciento hasta los 21,35 millones de euros, y los programas de evaluación ambientales estarán dotados con 28,2 millones de euros. Señorías, el presupuesto para Cultura y Turismo crece un 4,9 por ciento hasta los 122,3 millones de euros, con el objetivo de convertir a la Comunidad de Madrid en un referente cultural, tanto nacional como internacional, y reforzar su atractivo turístico.

La promoción y difusión cultural, junto con las actividades museísticas y expositivas, asciende a 51,1 millones de euros, y dentro de estos programas destacan las actividades teatrales de danza y otras dotadas con 12 millones, que experimentan un crecimiento del 21,4 por ciento respecto al año 2015. En materia de patrimonio cultural, que incluye las bibliotecas y el patrimonio bibliográfico, los archivos, el patrimonio documental y el patrimonio histórico-artístico, asciende a 45 millones de euros; dotaciones todas ellas superiores a las consignadas en el año 2015.

El impulso al turismo estará basado en políticas de creación de marca, de desarrollo de productos turísticos sostenibles, de mejora de la competitividad de las empresas y la mejora de la comercialización de los productos y destinos turísticos; para ello, cuenta con una dotación de 13,47 millones de euros, un 3,4 por ciento más que en el año 2015. Finalmente, señorías, voy a hacer una breve incursión en el sector público empresarial de la Comunidad de Madrid para decirle que su presupuesto del gasto no financiero para 2016 es de 3.115 millones de euros, con un crecimiento de 158 millones, un 5,33 por ciento más.

Quiero destacarle que a lo largo del año 2016 se realizarán inversiones por importe de 427 millones de euros, entre las que cabe destacar las que realizará el Canal de Isabel II y las que realizará Metro de Madrid. Si tenemos en cuenta las inversiones del sector público empresarial, las inversiones alcanzarán los 953 millones de euros y el sector empresarial aporta el 45 por ciento del total de la inversión de la Comunidad

Señorías, concluyo. Estos presupuestos vienen a incrementar la solvencia y la credibilidad de la economía madrileña para que nuestra región siga siendo un polo de atracción del talento, de inversión y las empresas. Señoras y señores diputados, desde esta tribuna pido el apoyo al proyecto de presupuestos y, por tanto, el rechazo de las dos enmiendas a la totalidad presentadas, ya que son unos presupuestos al servicio de los madrileños, puesto que son una palanca de impulso para la protección de los más vulnerables y de refuerzo de los servicios públicos, como ya he tenido ocasión de explicar, al tiempo que mantienen los impuestos más bajos de toda España; unos presupuestos que coadyuvarán a vigorizar el crecimiento económico y su transformación en empleo estable y de calidad y, por último, unos presupuestos que contienen buena parte de los compromisos adquiridos con los madrileños en la última campaña electoral, en las últimas elecciones; madrileños que volvieron a dar la confianza al Partido Popular y que, por tanto, se merecen que ese contrato que firmamos con ellos se siga ejecutando con su principal instrumento: los presupuestos.

En conclusión, un proyecto de presupuestos que deben servir ahora que la recuperación económica es una realidad para que esta llegue a todos los ciudadanos de nuestra región y para impulsar aún más el crecimiento, el empleo y el bienestar de todos los madrileños, especialmente de los más vulnerables. Por todo ello, solicito el apoyo de esta Cámara mediante el rechazo de las dos enmiendas a la totalidad presentadas. Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular).

El Sr. GABILONDO PUJOL (PSOE): Muchas gracias, señora Presidenta. Este es un momento decisivo; en cierto modo, en este lugar todos lo son, pero para la posición política en relación con los ciudadanos y con la sociedad, la elaboración de los presupuestos es la máxima expresión de las prioridades, de las convicciones, de las preferencias y de las decisiones de cada quien. Obviamente, todos estamos supeditados a las posibilidades y no nos falta ni nos faltará comprensión para reconocerlo, pero no deja de ser elocuente el proyecto que se nos presenta; aquí no van a bastar los anuncios; estamos ante un proyecto de ley.

Tuvimos ya ocasión de subrayar que hubiéramos deseado haber podido participar desde el inicio, modestamente y desde lo que representamos, sin otra voluntad que colaborar en los esbozos de los objetivos y de prioridades para consensuar siquiera las urgencias. Ni deseamos interferir ni arrogarnos lo que no nos corresponde, que por supuesto reconocemos al Gobierno, pero, a nuestro juicio, no solo fue un error, es que ello nos obliga prácticamente a mostrar una reticencia de inicio al
no poder siquiera expresarnos en esta tarea previa tan importante; sin embargo, no por ello prejuzgamos el proyecto.

Hemos estudiado detenidamente, con dedicación y seriedad el que se nos ha presentado y consideramos que ni podemos ni debemos apoyarlo. Estimamos que no son los presupuestos que Madrid necesita y que, desde las posibilidades de nuestra Comunidad, no responden a los desafíos ni lo hacen de modo adecuado.

Sin prejuzgar las intenciones, lo cierto es que se nos han presentado unas cuentas irreales y absolutamente opacas que dificultan el análisis y la rendición de cuentas. Siempre hemos defendido que las convicciones hay que llevarlas a los presupuestos, que es en los presupuestos donde mostramos el alcance y el sentido de lo que elegimos y preferimos, de acuerdo con los recursos, es cierto, pero asimismo de acuerdo con nuestra forma de entender lo que es prioritario también para lograrlo.

Son el mejor espejo de nuestras políticas y, desde nuestro punto de vista, los que ahora se nos presentan no son sino la expresión de un concepto social y político que no compartimos y, más concretamente, no solucionan ni afrontan con solvencia los problemas de Madrid. En gran parte, en ello radica nuestro desacuerdo.

No es que no compartamos algunos valores con quienes nos proponen este proyecto, el Gobierno del Partido Popular, es que, por lo que se ve, no compartimos su escala de valores -no sus valores sino su escala de valores-, y tal vez la concreción de este hecho explique la razón de nuestra enmienda a la totalidad. No es que no haya nada bien; es que lo que no está bien es el todo en el que se presenta cada cosa.

Lo que no nos satisface del proyecto es precisamente este proyecto y su autocomplacencia con un modelo poco justo de sociedad. Es fácil suponer que el Gobierno que propone este proyecto considere que estos presupuestos son sociales y solidarios. ¡Pues claro! Será difícil ponernos de acuerdo si empezamos por no coincidir en lo que quieren decir estas palabras. Si no nos detenemos en ellas, este debate no pasará de ser sino una mera confrontación de aseveraciones: el Gobierno dirá que lo son y nosotros que no lo son. Así, sin más explicaciones, no avanzaremos. Ya se sabe que una aseveración vale tanto como otra.

Tendremos que hacer un planteamiento diferente y pensar, argumentar y ofrecer buenas razones; es lo que merecen esta Asamblea y, en definitiva, los ciudadanos, y lo que estamos dispuestos a hacer. A nuestro juicio, la solidaridad presupuestaria incluye la necesidad de que el proyecto suponga una efectiva redistribución, y eso, a nuestro juicio, exige un sistema fiscal equitativo y justo. Lo injusto no es incentivador; al menos, no lo es si lo que se pretende con ello es ratificar lo que ya sucede. Así que no será suficiente con medidas que se ocupen de paliar o atenuar necesidades; es preciso que estas medidas transformen hasta donde sea posible el actual estado de cosas para mejorarlo.

Y no es que la situación sea abstractamente injusta ni que baste con decir que siempre habrá injusticias; es que, en este punto radicalmente inadecuado, si algo se garantiza con este proyecto es que no habrá ninguna reforma de alcance, sino quizá mejoras tan solo parciales como insuficientes. Y no estamos aquí para ratificar con un presupuesto una situación que consideramos que no es presentable ni estamos aquí para tranquilizarnos amparados en la indiscutida buena voluntad -que no pongo en cuestión- de todos los miembros de esta Asamblea.

Los presupuestos presentados ratifican con cierta satisfacción la situación económica, social y política de la Comunidad; ni transforman ni redistribuyen. A muchos tal vez les parezca bien, muy bien orientada, pero a nosotros, no. Estos presupuestos no son justos ni solidarios y, en no poca medida, no hacen lo que dicen y no dicen lo que hacen y ni siquiera cumplen con pulcritud lo anunciado: enuncian unos principios que luego no se reflejan en las políticas presupuestarias ni en la gestión efectiva de los mismos.

Se habla de rigor técnico, que es imprescindible. Sí, sí, es imprescindible, pero es también insuficiente. Hace falta competencia y estos presupuestos son incompetentes social y políticamente, no digo técnicamente. Son unos presupuestos que al presentarse merecen ya una objeción previa. Se presentan antes de un necesario debate: el de la rendición de cuentas del cierre de 2014. Llegar al día en que debatimos las enmiendas a la totalidad del presupuesto sin haber debatido la liquidación del presupuesto de 2014 debería ser suficiente para devolver el proyecto de ley al Gobierno. Y en este punto, no son presentables.

No es que no lo sean legalmente, es que no lo son desde el procedimiento que cabe esperar de un Gobierno que hace ostentación de transparencia. Este carácter de presupuestos impresentables arroja sobre el proyecto una razón de base, antes de cualquier otra consideración, para subrayar que merecen, siquiera ya sea solo por esto, una enmienda a la totalidad; pero no es solo por eso. Si hemos venido a cambiar y mejorar la forma de hacer política, no debemos dar por bueno este procedimiento. Nosotros estimamos que esta ausencia del necesario debate y rendición de cuentas no solo no libera a este proyecto de presupuestos de los años anteriores; no lo desvincula de los años anteriores, sino que, al contrario, lo que hace es ligarlos hasta el punto de significar una verdadera continuidad de sanción a las políticas realizadas.

Existen otras muchas razones que justifican nuestra enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos que ha presentado el Gobierno del Partido Popular, y voy a tratar de apuntar las más significativas. Son, primero, unos presupuestos irreales. Ustedes afirman que estamos ante unos presupuestos rigurosos y creíbles. Lo cierto es que los presupuestos presentados por el Gobierno para 2016 siguen estando confeccionados con los mismos hilos de falta de rigor y de transparencia de los anteriores. Un año más estamos ante unos presupuestos irreales que dificultan el análisis y la rendición de cuentas. Bueno, en esto el presupuesto de Sanidad es ejemplar; quiero decir que es el ejemplo más raro de que son irreales.

En Sanidad, el Gobierno, como tradición popular, suele ejercer o ejecutar un presupuesto distinto al que se aprueba; año tras año, el presupuesto sanitario que se discute y vota en la Cámara regional sufre tales modificaciones a lo largo del ejercicio que queda convertido en, más que un presupuesto, una insinuación, y pondré algunos ejemplos. El presupuesto de Sanidad para 2016 asciende a 7.446 millones de euros, y nos subrayan como éxito que son más de 157 millones sobre lo presupuestado en 2015, pero son solo 22 millones de euros más que las obligaciones reconocidas en el presupuesto de 2014, lo que efectivamente se gastaron este año; ello no va a ser suficiente ni para la subida salarial del 1 por ciento del personal sanitario obligatorio.

Sus cuentas nacen sin rigor en un área tan significativa como Sanidad, que representa el 41,6 del presupuesto de esta Comunidad. La falta de ejecución del presupuesto es otra de las razones por las que el Grupo Socialista considera que los presupuestos son irreales. Ya se ha puesto de manifiesto en esta Cámara la  ineficiente gestión de su Gobierno en programas tan relevantes como el Plan de Garantía Juvenil, que, dotado con 50 millones de euros para 2015, apenas se ha ejecutado el 20 por ciento. En Educación el asunto es aún más llamativo. A la enseñanza pública no universitaria se destinan casi 3 millones de euros menos que en el año 2015. Esto es una desconsideración. En contraposición a los conciertos educativos, aumentan 36 millones de euros y un total de 120 millones más que en 2011.

En la etapa universitaria la pérdida presupuestaria es cercana a los 12 millones de euros, una vez descontados los incrementos salariales, las obligaciones por sentencias judiciales y la devolución de las bajadas de tasas, que les recuerdo que siguen siendo un 58,5 por ciento más que en 2011. Muchos jóvenes madrileños siguen sin poder acceder al sistema universitario por las altas tasas mantenidas; sé que a algunos les parecerá extraño, pero es así, no pueden.

Por cierto, tampoco se dice nada de los más de 200 millones de euros, más intereses, que la justicia les obliga a devolver a las universidades; no están presupuestados y las sentencias ya están dictadas. ¿Se les ha olvidado presupuestarlo o tienen alguna idea diferente que pagarlos? Y, por último, quiero señalar el más doloroso de los casos de irrealidad, el que tiene que ver con la renta mínima de inserción.

Anuncian textualmente: “El aumento más significativo se produce en el importe destinado a la renta mínima de inserción que se incrementa un 28,1 por ciento hasta alcanzar los 120 millones de euros.” El anuncio está hecho; es decir, estiman que en 2016 van a gastar 120 millones de euros a través de la RMI. Señora Presidenta, señores miembros del Gobierno, hace 15 días su Consejero nos envió a los Grupos políticos un documento en el que nos auguraban o aseguraban que en diciembre de 2015 el importe gastado este concepto sería de 121,5 millones de euros; presupuesta para 2016 menos de lo gastado realmente en 2015, y ha dado ruedas de prensa con esta medida.

Una razón más por la que consideramos que son irreales es porque, año tras año, se inflan los ingresos. Los datos de liquidación del presupuesto de 2014 ponen de manifiesto que los ingresos estaban sobreestimados en 925 millones de euros. Esa es la diferencia entre los ingresos que se presupuestaron y los realmente liquidados; de nuevo, el presupuesto de 2016 recoge un exceso de optimismo en la recaudación de los impuestos que gestiona la Comunidad, especialmente en el Impuesto de Transacciones Patrimoniales y en el de Actos Jurídicos Documentados.

Del resto de ingresos nos alegra ver la notable reducción de la partida por venta de patrimonio, después de varios años en que esta ha tenido una previsión fuera de la realidad. Aun así será difícil que se cumpla, pero sí inquieta la descapitalización que hacen de las empresas públicas para afrontar sus tensiones de financiación y tesorería en más de 250 millones de euros. Además de irreales son continuistas; continuistas además de lo que no está bien; es decir, continuistas de lo que no se hace bien.

Estamos ante un presupuesto que en lo esencial consolidan los recortes muy duros y continuados desde 2010 y certifica la desconsideración para con los servicios públicos esenciales directamente vinculados con el bienestar de las personas y de las familias madrileñas. En Educación, se mantienen las líneas esenciales de la política educativa de las Legislaturas anteriores, sin evidencias del autoproclamado nuevo talante del Gobierno de la Comunidad, ni vestigios de la publicitada política
social y preocupación por la educación, ni trazas de la anunciada salida de la crisis con incrementos reales de presupuestos que permitan recuperar siquiera parte de todo lo perdido tras año de austeridad y recortes en Educación, especialmente en la educación pública.

La continuidad en las políticas educativas se evidencia en el modelo de prestación de los servicios públicos, donde continúa el desvío de recursos a la iniciativa privada mientras se siguen recortando fondos para la educación pública. Este es el modelo para ser eficiente en gasto, pero lo que se ahorran no invirtiendo en educación pública no es que deje de necesitarse, es que tienen que pagarlo los madrileños y madrileñas. Esta no es una forma de buscar la eficiencia en la prestación de servicios, dejando de financiar servicios públicos y con ello dificultando su acceso a una gran parte de la ciudadanía.

En Sanidad, para 2016, no se prevén nuevos conciertos, ni privatizaciones. Muy bien; sin embargo, vemos con preocupación que continúa el incremento del presupuesto para asistencia sanitaria privada: para 2016 se prevé un gasto en conciertos con entidades privadas de 883,6 millones de euros, lo que representa un 12,1 por ciento del total del presupuesto del Sermas y un 2 por ciento de incremento respecto a 2015; en cambio, los hospitales de gestión directa pierden 195,5 millones de euros respecto al gasto real de 2014, menos 5,7 por ciento.

Ustedes no renuncian al modelo de privatización en la gestión de los servicios públicos porque, además, en el presupuesto de 2016, esto se extiende a las políticas de empleo: se incrementa la partida destinada a contratos con agencias de colaboración hasta 13 millones de euros, mientras que a modernizar los servicios públicos de empleo se dedican solo 7,57 millones. Esto supone una privatización de la intermediación laboral y las políticas activas de empleo no solo son ideales y continuistas sino que son también, en tercer lugar, insuficientes para garantizar unos servicios públicos de calidad.

Desde el Gobierno autonómico se repite hasta la extenuación que estamos ante un presupuesto cuyo objetivo prioritario es el gasto social. Tampoco en esto es novedoso el actual Gobierno de la Comunidad, me refiero a que no lo es en esto de declarar estas cosas, porque año tras año los diferentes Gobiernos de las Administraciones autonómicas presididos por el Partido Popular han hecho lo mismo: afirmar que la mayor parte del presupuesto regional es gasto social; este año son 9 de cada 10 euros.

El Gobierno vuelve a insistir en una obviedad para subrayar que, lejos de ser un mérito de su Ejecutivo, es la consecuencia directa de las competencias transferidas a la Comunidad de Madrid. La Administración autonómica es, ante todo, una institución prestadora de servicios y, después de los traspasos competenciales en materia de educación y sanidad, es sobre todo una institución gestora de gasto social. Que la mayor parte del gasto sea, por tanto, gasto social no depende de la voluntad del Gobierno, no es expresión de sus generosas convicciones, la decisión sí la tienen sin embargo sobre cómo se distribuyen los recursos; eso sí es una decisión política, y es eso lo que hace que, efectivamente, sean sociales o no los presupuestos, si se logran y se distribuyen los recursos con dimensión social o no.

Lo verdaderamente relevante es el tratamiento que se ofrece en los presupuestos a las necesidades de la ciudadanía madrileña en materia educativa, sanitaria, servicios sociales, transportes, vivienda, medio ambiente, en definitiva, el tratamiento que se ofrece en los presupuestos a la prestación de unos servicios públicos de calidad y a los que todos los madrileños y madrileñas pueden acceder en igualdad de oportunidades; esta es la clave, no la otra. El esfuerzo inversor de estos presupuestos es muy escaso; la inversión real presupuestada es de 682 millones de euros, lo que supone un 3,8 por ciento del gasto no financiero. Invertir menos de cuatro euros de cada cien solo indica que el esfuerzo inversor es escasísimo y a este reducido esfuerzo inversor hay que añadir que hay importantes líneas de inversión que se reducen, especialmente las dedicadas a construcción, mantenimiento y conservación de infraestructuras educativas y sanitarias imprescindibles. Me refiero a continuación a las imprescindibles.

En Educación, la partida destinada a construir y ampliar centros se ve severamente recortada en más de 16 millones de euros. También se reduce a la mitad, pasando de 10 a 5 millones, el equipamiento de los centros, que, como indican todos los docentes, está obsoleto. Se dedican 14 millones de euros menos a la educación secundaria y pierden también medio millón de euros los centros específicos de formación profesional. Consolidan un modelo de educación pública insuficiente; no hacen una apuesta clara y decidida por la igualdad de oportunidades; parecen mirar con reticencia cuanto suponga la escuela pública y la atienden insuficientemente. Además de insuficiente, el presupuesto de educación para el próximo año es profundamente desequilibrado: a pesar de que el alumnado de la pública crece más y en mayor proporción, se prima claramente la enseñanza privada y concertada. En sanidad el nivel de inversión es también bajísimo. La Consejería de Sanidad tiene 69 millones de euros para inversiones en 2016. La inversión prevista para este año, para 2016, no llega al 1 por ciento del gasto sanitario total; una inversión insuficiente que no permitirá mantener adecuadamente equipos, mobiliarios y edificios e impedirá renovar adecuadamente el equipamiento que precisa la sanidad pública; una inversión insuficiente que supone la obsolescencia tecnológica y el deterioro progresivo de instalaciones y edificios. Merece también una mención aquella apuesta tan proclamada, señora Cifuentes, tan suya, por la cultura, que no conlleva una apuesta presupuestaria, y tenemos que decir que, como nos temíamos, en 2016 habrá una continuidad con la gestión anterior y una falta clara de políticas culturales que estimulen la creación y la industria. No se recuperan los recortes de los últimos cuatro años en esta área, que ya alcanzan el 30 por ciento. Sí voy a reconocerles que, por fin, incrementan la partida de conservación de edificios en materia de justicia, pero analicémoslo: el fallido y carísimo proyecto de la Ciudad de la Justicia ha sido una carga para la ciudadanía madrileña que no ha hecho más que empeorar el estado de las sedes judiciales al haberse abandonado su mantenimiento a la espera de esta Ciudad que no llega, convirtiéndose ésta en el icono de la gestión improcedente en todos los sentidos. La justicia no se merecía esto. Así que, como a ustedes les gusta hablar de herencia recibida, aquí hay herencia recibida.

Otro ejemplo de que estamos ante un presupuesto insuficiente lo encontramos en los recortes de personal. La educación pública padece en estos presupuestos un nuevo recorte en personal docente, principalmente en educación infantil y primaria, una nueva vuelta de tuerca. Los recortes de personal de sanidad, el principal activo del sistema sanitario, han sido también duros este año. Continúa la precariedad y siguen bajando los incentivos a la productividad y a la carrera profesional. Mostramos nuestra firme disconformidad con su total desatención a la dotación de personal de los órganos judiciales.

Ustedes dicen que no hay previsto el aumento de plantilla judicial en la Comunidad, pero son plenamente conscientes de las 550 vacantes, con mesas vacías de funcionarios en los juzgados desde el año 2014, lo cual conllevará una justicia con falta de medios y, por lo tanto, lenta, lo que muchas veces supone que sea más injusta. La falta de inversiones y la falta de personal son solo algunos ejemplos. Yo no puedo hacer más que señalar aquí algunos ejemplos que muestran que los presupuestos de 2016 no permiten garantizar la prestación de servicios de calidad, tal y como lo entendemos desde el Grupo Socialista.

Ya sabemos que para su Gobierno, señora Cifuentes, la calidad y la excelencia son otra cosa. Estamos de acuerdo, se necesita eficiencia y rendición de cuentas, pero para que haya eficiencia es necesario que haya suficiencia y equidad porque, si no hay suficiencia, dejémonos de hablar de eficiencia y este discurso que ya conocemos, muy profesional, muy empresarial, sobre la eficiencia debe ir acompañado también de un discurso social sobre la suficiencia. También hablaríamos, en cuarto lugar, de la falta de transparencia de los presupuestos.

A pesar de que el Gobierno presume de transparencia, lo que nos hemos encontrado en estos presupuestos es una gran opacidad. Yo quiero agradecer a todos aquellos que han colaborado en la labor de hacer 1.109 enmiendas y en la labor de investigación que han tenido que realizar para llegar a poderlas expresar (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.), porque muchas partidas son tan genéricas que es difícil saber el destino que se da a los fondos en ellas recogidos. Voy a nombrar algunas que pasaran a la historia por su denominación: “Trabajos realizados para empresas: estudios y trabajos técnicos”; otro epígrafe que también es muy bonito es “Otros trabajos con el exterior”.

El asunto no sería más que un asunto de redacción gramatical si no fuera porque entre las dos partidas suponen 80 millones de euros. Hay una opacidad que se manifiesta también en la falta de acceso a información tan relevante como la ejecución del presupuesto del Sermas del ejercicio 2015, un presupuesto que representa el 45 por ciento del gasto total de la Comunidad de Madrid. Asimismo esta falta de claridad se observa en la información estadística sobre recursos humanos. También otra razón es que estos presupuestos son poco redistributivos, perpetúan un sistema fiscal regresivo porque mantienen los privilegios fiscales a las rentas más altas. En el Impuesto de Patrimonio, Madrid renuncia a recaudar más de 600 millones de euros.

El proyecto mantiene la política de los diferentes Gobiernos del Partido Popular de suprimir la imposición sobre quienes tienen más: Sucesiones, Donaciones y Patrimonio; en esto no se diferencian del viejo estilo. Es una política que supone una minoración de ingresos de unos 3.400 millones de euros; 3.400 millones de euros menos para abordar las necesidades de esta región. Se han elaborado garantizando  la estabilidad presupuestaria, pero esta afirmación que hacía el señor Ossorio el año pasado en la presentación de los presupuestos de 2015 no se va a cumplir, como tampoco se cumplió en 2014, ya que a finales del año el déficit estaba próximo al 1 por ciento, tres décimas por encima del objetivo fijado; se generó un déficit excesivo.

La deuda de la Comunidad de Madrid -seguimos endeudándonos- crece en 807 millones de euros, que será más de lo que reflejan los presupuestos, pues solo en los seis primeros meses de 2015 ha aumentado en más 1.700 millones de euros y supera actualmente los 26.000 millones. Además, no transforman la región, no corrigen las desigualdades territoriales, dejan a los ayuntamientos a su suerte y no existe un plan de ayuda a las corporaciones locales con mayores problemas de financiación.

Además, son insolidarios, antisociales, asociales, porque renuncian a combatir la pobreza, la desigualdad y la exclusión, aunque todos nos llenamos aquí la boca en aquel monográfico recientemente elaborado. ¿Dónde está eso en los presupuestos?

Hemos subrayado que en políticas sociales y de familia el Gobierno dice haber reforzado la renta mínima de inserción, pero se recorta la atención social especializada a personas con enfermedad mental, se recorta la mejor atención en los centros de mayores, se recorta en atención a la familia y al menor en 13 millones de euros; no hay nada nuevo. También en la estrategia contra la violencia de género, el año que viene 500.000 euros. ¿No era este uno de los grandes lujos de la nueva realidad? En educación, ayudas parciales. En sanidad, estamos esperando que se asigne el presupuesto del año pasado e incumpliendo un compromiso en el que se comprometió a poner los recursos necesarios para reducir las listas de espera, y ahora estamos en un espacio confuso.

En vivienda, no incluye ni un solo euro para reincorporar el patrimonio público, las 2.900 viviendas del Ivima que ustedes malvendieron. Los hechos no corroboran sus palabras, apenas se incrementa en 2 millones el presupuesto de la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad. Quisiera acabar con una consideración. No busquen ustedes presentarse con el rostro de la novedad, nosotros necesitamos que revisen aquello que no hicieron bien en los últimos años y no lo vemos aquí. Los madrileños esperan que nosotros solucionemos sus problemas, para eso han confiado en nosotros y nos han elegido.

Ustedes ofrecen medidas parciales, paliativas, no transformadoras; ustedes pintan las grietas y la estructura continua obsoleta. Lo que necesita Madrid es un cambio de políticas por razones de justicia, para transformar Madrid y, ahora que no tienen mayoría absoluta, cuenten con todos nosotros para lograrlo. Por eso, presentamos una enmienda a la totalidad del presupuesto, lo que supone que también a las políticas del Partido Popular, que desde nuestro punto de vista llevan a nuestra región por una senda equivocada; no garantizan a la ciudadanía madrileña en su conjunto, con calidad y justicia social, los servicios públicos; consolidan un modelo de crecimiento equivocado, injusto en los social, insostenible en lo ambiental, basado en el empleo precario y renuncian a combatir la pobreza y la desigualdad, dejando en la cuneta a gran parte de la ciudadanía madrileña.

No debemos apoyar este presupuesto; créanme que lo hacemos por convicción, lo hacemos porque pensamos que no lo debemos hacer y, desde luego, votaremos afirmativamente su devolución. Si no resultara así, trabajaremos con toda lealtad institucional por lograr mejorarlo a partir de nuestras 1.109 enmiendas en defensa de lo que consideramos que son las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas de Madrid. Muchas gracias, señora Presidenta. (Aplausos por parte de los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie).

El Sr. AGUADO CRESPO (Ciudadanos): Muchas gracias, señora Presidenta. Muy buenos días a todos. Desde Ciudadanos creemos que, para realizar cualquier tipo de presupuesto, no solamente en la Administración Pública sino en cualquier empresa, hay que analizar primero los datos macroeconómicos; es fundamental para entender las fortalezas y debilidades de cada Administración, especialmente las fortalezas y debilidades que se avecinan, e intentar reforzar las fortalezas y corregir las debilidades.

Desde ese punto de vista, creo que se puede presentar un presupuesto mucho más sensato, mucho más realista y, sobre todo, diseñado a más de un año vista, que es lo que desde Ciudadanos llevamos defendiendo desde siempre y defendemos: que se hagan presupuestos pensando en más allá de un año; en este caso, pensando en una Legislatura. (La señora Presidenta se ausenta de la sala). Creo que algunos de los datos macro son positivos y nos hacen ser optimistas en algunos casos: tenemos una demanda interna en la Comunidad de Madrid que ha crecido en 2014, se consolida en 2015 y sigue creciendo.

Eso es positivo. También es positivo que las exportaciones de servicios hayan crecido en 2014, sigan creciendo en 2015 y se hayan convertido en un elemento dinamizador de la actividad económica en la Comunidad de Madrid. Eso nos hace ser, insisto, moderadamente optimistas, y no solamente a nosotros; las principales agencias de calificación, fundaciones e instituciones que hacen previsiones al respecto, sitúan el crecimiento de la Comunidad de Madrid en torno al 3 por ciento en 2016. Creo que es un buen dato y es una buena señal, pero tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo y es importante analizar cómo se alcanza ese 3 por ciento.

Desde nuestro punto de vista, hay que distinguir entre factores exógenos a la actividad económica en la región, factores estructurales y factores que tienen que ver con el propio crecimiento orgánico de la actividad económica en la región. Me parece importante destacar varios puntos: el primero de ellos son los factores exógenos, es decir, cosas que están pasando que favorecen la situación actual en la Comunidad de Madrid, pero que puede ser que mañana o el año que viene ya no estén. Me refiero, por ejemplo, al precio de la energía, al precio del barril de Brent, que está inusualmente bajo. Está en torno a 40 dólares el barril. Eso, evidentemente, favorece la competitividad de las empresas en la región, porque recorta o reduce el coste de la energía, reduce el coste del transporte y eso nos hace ser coyunturalmente más competitivos.

Pero eso no estará siempre ahí; es posible que el año que viene suban los precios, y tendremos que haber hecho los deberes para que esto no condicione nuestra actividad económica y nuestro crecimiento de una forma más sostenible. El Brent es un problema; ahora es una virtud, pero no va a estar siempre ahí.

La política europea de expansión cuantitativa -como la llaman- de inyectar dinero a la economía también es muy positiva, está permitiendo reducir los costes de financiación en el sector privado y en el público, y eso nos permite acceder a crédito barato. Pero eso tampoco estará siempre ahí; las políticas de expansión cuantitativa se reducirán, se recortarán, y tendremos que haber hecho los deberes, como decía antes, para que esto no condicione nuestra economía. También influye como factor exógeno al crecimiento previsto de cara a 2016 la actitud de la Reserva Federal americana, en la que han apostado por aumentar los tipos de interés de forma paulatina. Eso está llevando, junto con otros componentes, otros factores, a la depreciación del euro respecto al dólar; estamos prácticamente en la paridad, y eso también es un elemento exógeno que ayuda a la competitividad de las empresas, porque tenemos capacidad de exportar más servicios, podemos vender más fácilmente.

Es verdad que nos resulta más complicado ir a estos países, por ejemplo, a Estados Unidos, a comprar, pero vender nos facilita mucho la vida. Insisto en que estos son factores exógenos que están valorados. El informe del BBVA, BBVA Research, calcula que el peso del Brent en nuestra economía o en la mejora de las previsiones económicas de cara a 2016 supone en torno a un 0,8 por ciento del PIB; es decir, si tenemos una previsión de crecimiento del 3 por ciento en 2016, el factor exógeno del Brent supone un 0,8, prácticamente un punto; o sea, que de ese 3 por ciento, si queremos hacer bien los deberes, habría que bajar casi a un 2,2 o a un 2 por ciento.

Pero el elemento de la práctica paridad entre euro y dólar supone un 0,6 por ciento respecto al PIB o la previsión de crecimiento de nuestro producto interior bruto, y si sumamos eso a la estimación del Brent, nos vamos prácticamente a la mitad; es decir, si del 3 por ciento previsto para 2016 quitamos los factores exógenos principales, nos encontramos con un crecimiento del 1,5 por ciento, que es bastante más limitado, sobre el que hay que trabajar.

Y como no se han hecho los deberes durante los últimos años y cuando entraba dinero en la Comunidad de Madrid se destinó a otras cosas, en vez de a llevar a cabo cambios estructurales, hay que hacerlos ahora y hay que hacerlos más rápido, sobre todo para intentar que dentro de unos años, dos, tres o cuatro años, el pinchazo de esta burbuja exógena de barril de Brent a precios muy reducidos, o de tipos de interés muy bajos, o de una paridad con el euro como la que está a día de hoy, nos lleve a lastrar nuestra economía, a tener que soportar más recortes, como los que hemos vivido en los últimos años.

Hacen falta cambios estructurales, y por eso desde Ciudadanos apostamos siempre por planes plurianuales; es decir, no nos quedemos en el cortoplacismo, en arañar votos en las elecciones. Vamos a presentar cambios que supongan de verdad mejoras en la gestión de la Comunidad de Madrid; cambios que tienen que ver, por ejemplo, con trabajar en defensa de una mejora en las políticas activas de empleo en la Comunidad de Madrid. Creo que hay muchísimo por hacer en las Oficinas regionales de Empleo; tienen que ser verdaderas oficinas de colocación de personas. No podemos seguir prescindiendo de un servicio que es vital y que hay que reforzar a nivel de recursos humanos, a nivel de su motivación, de su retribución, de su capacidad; en definitiva, para que estas personas que trabajan en esta Oficinas regionales de Empleo sean capaces de colocar a personas en el mercado laboral, que es el objetivo por el que se creó.

Lamentablemente, se ha invertido poco y mal en políticas activas de creación de empleo; si no recuerdo mal, en el año 2013 estaban presupuestados 400 millones de euros para políticas activas de empleo y solo se ejecutaron 200. Eso solo tiene una explicación, y es que no había política activa de creación de empleo y, por lo tanto, básicamente, se dejó en un cajón; 200 millones que no se invirtieron y que ahora debemos invertir y ponernos las pilas con este tema. Evidentemente, también hay que trabajar en la formación, en la capacitación y en la retención del talento, que se nos va, que se nos marcha a chorros, se nos marchan nuestros jóvenes, y los no tan jóvenes, porque no encuentran oportunidades laborales, porque no reciben la formación adecuada y porque, en definitiva, no encuentran un futuro, un plan de vida en España y en la Comunidad de Madrid.

Por eso, desde Ciudadanos defendemos también planes de formación, de capacitación de los profesiones, de los que se pretenden reincorporar al mercado laboral, y muchos de ellos precisamente provienen del sector de la construcción, donde han quedado fuera, han quedado excluidos del mercado laboral porque no hemos podido dotarles de unos mecanismos de formación para reciclar su formación e incorporarles de nuevo al mercado laboral. Por supuesto que hay que invertir también en innovación.

La innovación es fundamental, y yo creo que nos habrán escuchado a todos los diputados de Ciudadanos en varias ocasiones hablar sobre ello. Si no innovamos, seremos incapaces de competir a medio y largo plazo, y estaremos abocados a la precariedad laboral, a la que, por cierto, ha contribuido en una parte importante el Partido Popular durante los últimos años con los recortes y con la no política de inversión y de innovación. Hay que invertir en innovación, hay que alcanzar convenios público-privados para que exista innovación, para que exista transferencia tecnológica entre universidades y pequeñas y medianas empresas, eso que parece, como dicen ustedes en alguna ocasión, que es cosa de películas americanas; no es solo de películas americanas, en Estados Unidos funciona, en otras regiones de Europa funciona.

Y hay que intentar crear un cosmos, un ecosistema donde la innovación surja de la universidad y llegue, de manera real y efectiva, a las pequeñas y medianas empresas. Porque, si no hacemos nada, al final lo que pasa es que estas mismas previsiones que estamos analizando hoy se convierten, lamentablemente, en un viejo recuerdo de lo que fue la economía de la Comunidad de Madrid, y según algunos estudios, el año que viene, en 2016, el sector que más crecerá en la Comunidad de Madrid no será la innovación, no será la tecnología, será la construcción.

Crecerá a un ritmo del 6,7 por ciento otra vez, y eso me recuerda a que estamos, si no ponemos remedio, contribuyendo a volver al germen de la crisis inmobiliaria en España y de la crisis del ladrillo. Hay que poner remedio; evidentemente, la construcción tiene que recuperarse, tiene que crecer, pero a ritmos normales. Hay que apostar por que la industria siga creciendo, porque el sector servicios siga creciendo, porque la innovación, evidentemente de forma transversal, siga creciendo, y eso para, primero, por interiorizarlo -ustedes, señores del Gobierno- y, después, por dotar partidas presupuestarias también a temas de innovación.

En conclusión, con esta primera parte de análisis macroeconómico, yo creo que no podemos quedarnos únicamente en el análisis de los datos; hay que entender por qué hay previsiones de crecimiento del 3,1 por ciento para el año que viene. No es una previsión que dependa de la realidad
de la actividad económica en la Comunidad de Madrid, ni mucho menos de su gestión al frente del Gobierno durante los últimos años; al menos, el 50 por ciento del peso de ese crecimiento depende de factores exógenos o coyunturales, que no van a estar ahí siempre, y tenemos que ponernos las pilas todos -oposición y Gobierno- para que dentro de dos o tres años, cuando estos elementos desaparezcan, tengamos una actividad económica sólida y sostenible.

En cuanto a los presupuestos, yo les digo la verdad, miren, los hemos analizado desde un punto de vista doble: por un lado, desde el punto de vista de la forma y, por otro, desde el punto de vista del fondo. Somos nuevos en política, llevamos poco tiempo, venimos de la sociedad civil y de la empresa privada y nos encontramos con unos presupuestos que, desde el punto de vista formal, nos llaman poderosamente la atención. En primer lugar, nos encontramos con que los presupuestos se elaboran conforme a los presupuestos del año anterior, que eso no pasa en ninguna empresa del mundo; es decir, usted no puede presentar unos presupuestos en base a los presupuestos del año anterior no ejecutados.

Y les pongo un ejemplo: si en Sanidad ustedes presupuestan 10, ejecutan 12 y luego dicen que van a llevar a cabo un incremento de 11 con respecto al presupuesto de 2015, no están llevando a cabo un incremento del 10 por ciento, lo que están llevando a cabo es un decremento o una reducción del 8 por ciento con lo realmente ejecutado. Y eso, lo que supone es que están engañando, están distorsionando la realidad; no permite planificar como se debiera las cuentas públicas y, en definitiva, no permite rendir cuentas a la Cámara. Hay un popurrí de números a la hora de hacer los presupuestos que no encajan con la realidad y que, insisto, no se hace en ninguna empresa del mundo.

Lo necesario, lo que entendemos desde Ciudadanos que debe hacerse a partir de ahora, de cara a futuros presupuestos, es que, cuando ustedes presenten un presupuesto, lo presenten conforme al cierre o a la previsión de cierre del ejercicio en el que estamos y no conforme al presupuesto inicial de 2015, que en nada o en poco tiene que ver con lo que se ha ejecutado. Eso nos ha llamado poderosamente la atención y, desde luego, desde Ciudadanos sí que le exigiremos que en próximos presupuestos no se vuelva a repetir y que a partir de ahora elaboren presupuestos teniendo en cuenta lo ejecutado y no lo presupuestado.

Otro tema, desde el punto de vista formal, que nos ha llamado la atención de los presupuestos es que –como comentaba el señor Gabilondo anteriormente, creo que con acierto- no se informa sobre el grado de ejecución del Semas, que no es que sea una partida pequeña, supone más del 40 por ciento del presupuesto, y no se informa del grado de ejecución del Sermas durante el año. Es complicado intentar entender cómo se está llevando a cabo la ejecución presupuestaria o intentar proponer enmiendas o reformas cuando no conocemos cómo se está ejecutando. Por lo tanto, sí que les pediría que a partir de ahora lo incluyeran también en la información que remiten de manera periódica a los miembros de la Asamblea. Otro tema que nos ha llamado la atención desde el punto de vista formal: el formato de presentación.

Diez libros en un pendrive y toda la información en PDF. Pero, ¿ustedes consideran que se puede trabajar con esa información de una manera diligente y ágil? Yo creo que es prácticamente
imposible. Trabajando con la información en PDF no podemos comparar, no podemos hacer tablas, no podemos ver la evolución de distintas partidas. En definitiva, hacen un flaco favor a la transparencia y al intento, al menos desde el punto de vista de Ciudadanos, de colaborar y de contribuir a que los presupuestos cada vez sean más rigurosos, más transparentes y más realistas.

Otro punto que nos llama la atención formalmente es el desglose de la información, que también ha comentado previamente algún diputado, el señor Gabilondo si no recuerdo mal. Hay algunas partidas, en concreto la del transporte, que se titula “Compensación a usuarios del transporte, tarifa de equilibrio”, que son mil y pico millones y punto, no hay ni un solo desglose de cómo esos mil millones se distribuyen entre los distintos medios de transporte. Así es complicado intentar aportar valor con las reformas a las enmiendas parciales.

Por lo tanto, sí que les exigiría, por favor, que a partir de ahora incluyan un mayor nivel de desglose en todas las partidas. No es un subnivel, es un subnivel dentro de otro subnivel. Queremos conocer al detalle todas y cada una de las partidas que forman parte de ese presupuesto, que entiendo que ustedes lo tienen en la Consejería, pero que no lo facilitan en los presupuestos que nos envían cada año. Y, por último, también nos surge una duda: ¿existe algún mecanismo interno en el Gobierno para exigir responsabilidades cuando no cumplen con los presupuestos? Políticamente, me refiero. Es decir, si alguien se desvía de lo presupuestado, ¿pone su cargo a disposición de la Consejera? ¿Toma usted alguna medida? Porque lo que estamos viendo es que, de forma recurrente -se ha mencionado también aquí en la Cámara-, la partida de ingresos...

Ustedes presupuestaron en 2015 -lo presupuestó concretamente el actual portavoz del Grupo Parlamentario Popular, el señor Ossorio- unos ingresos de 684 millones de euros y, a día de hoy, según nuestra información, están ejecutados veinte. ¡Veinte!, de lo que está presupuestado, que son 684 millones. Eso, políticamente, ¿tiene alguna relevancia? ¿Les importa? ¿Les afecta? ¿Toman medidas? ¿Supone o debe suponer la dimisión de esa persona? Porque, desde luego, yo le digo una cosa: en una empresa, si usted, director financiero, se desvía en el 50 o en el 30 por ciento del presupuesto, sabe dónde está, ¿no?

Está en la calle al día siguiente. Me gustaría conocer su opinión acerca de esta responsabilidad política que entiendo que tienen que empezar a ejercer a partir de ahora si de verdad son un nuevo PP y quieren hacer las cosas de manera distinta. (Aplausos desde los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos). (La señora Presidenta se reincorpora a la sesión). Con respecto al fondo de los presupuestos, he de decir que desde Ciudadanos nos sentimos especialmente orgullosos por una razón, y es que lo que venimos defendiendo durante meses en esta Cámara aparece en el informe de la Airef, publicado el día 30 de noviembre, que, como saben, o para los diputados que no lo sepan, la Airef es la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que se creó como consecuencia del rescate que sufrió España en el año 2012, pues una de las condiciones que nos impusieron fue crear esta agencia o esta autoridad, Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que se encarga de fiscalizar o de intentar entender esa opacidad de las cuentas en España y en las comunidades autónomas.

De hecho, ya les avanzo, imagino que lo sabrán, que existe un pleito entre esta Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal y Montoro, porque Montoro se ha negado a dar información a esta agencia; así están las cosas. Les ha pleiteado básicamente porque no les permitía el acceso a las cuentas de las comunidades autónomas el señor Montoro, ese es el nuevo PP a nivel nacional, espero que pronto se cambie. Pero, en cualquier caso, este informe dice exactamente lo mismo que venimos diciendo durante meses -y les leo, es muy breve-.

Dice en el segundo párrafo: se aprecia un riesgo de incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria de 2016, fijado en el 0,3 por ciento del PIB, fundamentalmente debido a las incertidumbres apreciadas en determinadas partidas de ingresos previstas por la Comunidad. Bueno, pues eso yo creo que lo sabemos todos; evidentemente las estimaciones de ingresos en otros años estaban mucho más infladas –aquí también son demasiado ambiciosas- y ojalá, ojalá que estemos cerca de cumplirlas; pero, desde luego, el informe de Airef ya lo advierte. Y también advierte una cosa que nos llama mucho la atención y nos gusta y es, en las conclusiones, cómo habla directamente -y lo leo, es también muy cortito-:

El Gobierno de Madrid debe consolidar el presupuesto como documento en el que se concrete anualmente la planificación plurianual de la Comunidad de Madrid. Yo creo que eso no es que lo digamos nosotros, es que lo dice el informe de esta autoridad y entiendo que es una manera distinta de empezar a hacer política en la Comunidad de Madrid, con planes, con estrategia, con una hoja de ruta, sabiendo a dónde nos dirigimos y no encadenando presupuesto tras presupuesto metiendo recortes a partidas sin un criterio de saber hacia dónde vamos o hacia dónde queremos dirigirnos.

Y, por último, también, no me gustaría terminar, en este apartado del fondo de los presupuestos, sin hablar de algo que creo que para Ciudadanos y para, en general, los madrileños, es importante, y es que hemos conseguido incluir ya en este documento, en este documento que presenta el Partido Popular, en este borrador de presupuestos, 22 de los 76 puntos firmados en el acuerdo de investidura, 22 puntos que entendemos que son muy importantes y que ya, a día de hoy, están recogidos. Y me refiero, por ejemplo, al tema de sanidad: se incluyen 30 millones adicionales para atención primaria –que estaba recogido en el punto 50 del acuerdo de investidura-; 650 nuevos profesores en educación docente no universitaria; se incluye un aumento de 13 por ciento en enseñanza bilingüe –también creemos que es importante y venía recogido en el punto 59 del acuerdo- ; se recoge, por ejemplo, la reducción de las tasas universitarias, un 10 por ciento, bueno, pues, se recoge la compensación que supone aproximadamente 40 millones de euros-; se recogen también medidas que tienen que ver con la investigación, medidas que tienen que ver con el transporte; como saben la medida de extender el abono joven de 23 a 26 años y de reducirlo a 20 euros es una medida que aparecía en el programa del Partido Popular pero se conjuga con otra medida que aparecía en el programa de Ciudadanos que tiene que ver con la imposibilidad de elevar el precio del transporte público durante los próximos cuatro años; pues eso también está recogido en el presupuesto.

También está conseguido un tema que consideramos importante, y es el aumento de un casi 30 por ciento de lo presupuestado para atención temprana - y creo que es un logro-, incluido en el punto 64 del acuerdo de investidura, son 13 millones de euros. Se incluye también un aumento en la  renta mínima de inserción de casi un 30 por ciento; de un 28 por ciento pasa a 128 millones en los presupuestos.

En Economía y Hacienda, conseguimos que haya un aumento de 20 millones de euros en innovación, en forma de cheque innovación, que es lo que defendemos desde ciudadanos, que exista un cheque innovación para pequeñas y medianas empresas y que puedan apostar por la innovación, y, en definitiva, algunos ahorros que también se verán en la Cámara como la supresión del Consejo Consultivo y la disminución de 18 altos cargos de la Comunidad de Madrid, que se valora entorno a dos millones de euros.

Yo creo que son 22 medidas, que insisto, venían recogidas en el acuerdo de investidura, que es positivo que ya aparezcan recogidas en el proyecto de presupuestos de la Comunidad de Madrid, pero desde luego no son suficientes, y yo estoy de acuerdo en gran parte con la exposición que ha hecho el señor Gabilondo sobre la necesidad de avanzar y de cambiar cosas, que hay opacidad y que hay mucho que avanzar en tema de presupuestos y, desde luego, ahí intentaremos ir mejorando todo lo que podamos.

En el primer nivel, yo creo que está presentar enmiendas parciales que sean sensatas, que se puedan llevar a cabo, y eso es lo que vamos a hacer; de hecho hemos presentado 222 enmiendas para mejorar estos presupuestos, vamos a intentar que salgan adelante la mayoría de ellas; pero es verdad que no vemos el sentido, la operatividad de presentar una enmienda a la totalidad, sinceramente se lo digo. Yo creo que aquí estamos para intentar mejorar lo que hay, intentar hacer propuestas, y, de verdad, les digo que ¿es tan difícil reconocer que algo bueno hay en los presupuestos que ha presentado el Gobierno? Algo bueno habrá; yo creo que hay cosas buenas.

Pero igual le digo a los señores del Partido Popular, ¿es tan difícil reconocer que la ley que se pactó en la oposición, la Ley Integral de Transexualidad, es mejor objetivamente que la que ustedes han presentado? O sea, yo creo que hay que intentar apostar por una manera eficaz de hacer política. Yo creo que podemos partir de este presupuesto, que no es el nuestro, que no es bueno, pero que objetivamente es mejor que el del año pasado, es un poquito mejor que el del año pasado, y con enmiendas parciales tenemos la oportunidad real en esta Legislatura de cambiar las cosas; créanselo. Créanselo, que podemos cambiar las cosas, desde Podemos, PSOE y Ciudadanos podemos introducir enmiendas, y ya no tienen que ser enmiendas de brindis al sol, no.

Tienen que ser enmiendas que se pueden llevar a cabo si entendemos que son realistas, que son sensatas, y en eso estamos desde Ciudadanos. Entonces, es la primera vez en veinte años que van a poder tener la oportunidad, especialmente los diputados del PSOE, de hacer una oposición responsable, cuenten con nosotros para llevar a cabo o para sacar adelante enmiendas parciales que sean responsables y sensatas. (Rumores en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Con Podemos, igual.

El problema es que Podemos presentó el otro día una enmienda parcial con la que quería destinar 1.700 millones de euros a cooperación internacional; por ahí, no; vamos a presentar enmiendas racionales y lógicas. O un Prisma de 800 millones; pues esto no se puede hacer, pero otras cosas, sí. He estado leyendo otras enmiendas parciales suyas, de PSOE y de Podemos, y se pueden aprobar. Es más, va a ser la primera vez en veinte años que algunas enmiendas parciales en esta Cámara, porque la oposición se ponga de acuerdo, las saquemos adelante. Yo les invito a que trabajemos en esa línea, y que la semana que viene, cuando debatamos enmiendas parciales, nos sentemos y veamos qué enmiendas mejoran esto. Pero yo creo que la oposición de destruir por destruir tiene que pasar a mejor vida.

Yo les invito, sinceramente, a cambiar, a evolucionar -mejor dicho-, porque les voy a hacer una confidencia: yo, en verano, señor Gabilondo, me jugué un cena a que usted en este debate decía que los presupuestos, sin conocerlos, iban a ser injustos, insolidarios y antisociales, y es exactamente lo que ha dicho. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos.) Y eso lo que creo que pone de manifiesto es que es muy previsible. (Rumores en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista).

Desde que tengo uso de razón he escuchado siempre el mismo discurso de la oposición. Es verdad que había un componente adicional, que es que ustedes, aunque hacían oposición, no podían cambiar las cosas, pero es que ahora sí. Y exactamente igual al Partido Popular, si es que esto es una cosa de dos, lleváis controlando esto treinta años. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos.) Pero ahora tenemos la gran oportunidad de que su oposición, junto con la de Podemos y junto con la nuestra, sea una oposición responsable y saquemos cosas adelante. Yo, desde luego, les tiendo la mano y que cuenten con Ciudadanos para hacer reformas, para intentar mejorar, y que no cuenten con nosotros para discursos destructivos o guiños políticos. Yo creo hay que pasar de la política de titulares a la política de hechos reales y, desde luego, en ese sentido, contarán con Ciudadanos. Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos).

Con respecto a la intervención del portavoz del Grupo Popular, creo que, por mucho que insista en que España no fue rescatada, hay un rescate en toda regla, y le voy a pasar –si no le importa a la Presidenta- el MOU, el Memorándum of Understanding, de 2012, que condicionó al Gobierno español y que firmó el Gobierno español de Mariano Rajoy con Bruselas, donde se recogen los condicionamientos de ese rescate, por si luego tiene intención de leerlo y sigue manteniendo que España no estuvo rescatada, o no está rescatada. En este Memorándum of Understanding se recoge, por ejemplo, la creación de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que evidentemente Mariano Rajoy no tenía ninguna intención de aplicarla; y la creación del Sareb, que fue una ocurrencia del Gobierno de Rajoy o fue una imposición de Bruselas.

Yo creo que está claro que España fue rescatada especialmente desde el punto de vista financiero, pero fuimos rescatados y no habría pasado nada porque ustedes lo hubieran reconocido. Dicho esto, también insistía y defendía con cierta vehemencia en que la bajada de impuestos permite recaudar más. Puedo estar en cierta medida de acuerdo, pero explíqueselo también al señor Mariano Rajoy cuando antes de la campaña de 2011 defendió con mucha vehemencia la famosa curva de “Laffar”, donde, reduciendo la carga impositiva, aumentan los ingresos.

Eso lo defendió con maestría el señor Rajoy antes de las elecciones de 2011, y tres días después llevó a cabo la mayor subida de impuestos de la democracia en España. La mayor subida de impuestos de la democracia en España la llevó a cabo su partido, el Partido Popular, en 2011. También comentaba el Grupo Popular en boca del portavoz, el señor Ossorio, que, por supuesto, ellos utilizan la ejecución presupuestaria, lo ejecutado durante el año para elaborar los presupuestos. Me gustaría conocer cómo han hecho los presupuestos de Sanidad, porque si ustedes conocen esa ejecución, les agradecería que nos lo facilitara al resto de la Cámara, que no lo conocemos y no hemos tenido la oportunidad de conocerlo (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos.)

Pero si es verdad que ustedes ejecutan o, mejor dicho, elaboran los presupuestos en base a lo ejecutado, entonces no entiendo por qué de manera sistemática el Sermas ejecuta en torno a 500 millones más de lo que se presupuesta. Si usted ve que en un año ha ejecutado 500 millones más, lo normal es que, de cara el presupuesto siguiente, usted calcule que se ha pasado en 500 millones y ajuste el presupuesto.

Le doy algunos datos: en 2009, por ejemplo, ustedes, el Grupo Popular, presupuestaron 6.800 millones de euros, y lo ejecutado fue 7.797 millones, 995 millones más ejecutados. Ahí se podría haber sacado un aprendizaje que no sacaron. Otro año, en 2012 -creo que usted ya estaba al frente de la Consejería de Economía-, presupuestaron 6.882 millones de euros; ejecutaron 9.191 millones, 2.300 millones de diferencia con el presupuesto. Ahí también podrían ustedes haber extraído una conclusión, y es que estaban presupuestando mal. En 2014, lo presupuestado, otro año más, 6.800 millones de euros; ejecutado, 7.300. No me diga, señor Ossorio, que ustedes hacen los presupuestos conforme a lo ejecutado, porque eso es rotundamente falso o, si lo hacen, desde luego no han acertado prácticamente en ningún año. Me gustaría también matizar nuestra posición de cara a plantearnos el posible voto a favor o en contra de los presupuestos; lo hemos dicho en alguna ocasión, pero me gustaría repetirlo en la Asamblea, en el Pleno. Hemos marcado tres hitos que creo que tienen todo el sentido del mundo. El primero es que los ingresos fueran más razonables; también lo dice -como mencionaba en mi anterior intervención- la Agencia de Responsabilidad Fiscal. Tienen que ser unos ingresos más razonables

Creo que ustedes han hecho un esfuerzo para reducir las estimaciones de ingresos; evidentemente, son muy ambiciosas, pero creo que entran en una lógica que podemos denominar como de muy optimista, pero no irreal. El segundo hito que nos hemos fijado de cara a plantearnos ese posible voto a favor de los presupuestos tiene que ver con la incorporación de determinadas enmiendas y partidas de gasto que, uno, vienen en el acuerdo de investidura firmado con ustedes y, dos, vamos a presentar como enmiendas parciales -como decía al principio, son 222 enmiendas-, y en función de la incorporación o no de esas enmiendas nos plantearemos nuestro voto a favor o en contra de los presupuestos.

Y un tercer nivel, que creo que es muy importante, es ese plan estratégico que también aconsejaba realizar la Airef y que llevamos meses pidiendo encarecidamente que se realice; un plan estratégico donde se acabe de una vez por todas con el cortoplacismo; donde veamos una Comunidad de Madrid con una hoja de ruta, que sepamos qué reformas queremos llevar a cabo, y no solamente reformas de un año o pensando en elecciones, sino pensando en mejorar la gestión de la Comunidad de Madrid, y eso pasa por medidas tan importantes como mejorar la coordinación de los hospitales, la integración entre hospitales para garantizar una mayor equidad dentro del sistema sanitario.

Eso pasa, por ejemplo, por intentar fusionar las bases de datos de los policías locales para que tengan un acceso unificado a dichas bases; pasa por mejorar la transparencia en las Consejerías, la coordinación entre ellas; pasa por mejorar los sistemas informáticos también, no solamente en Sanidad, sino también en Justicia. Tenemos mucho camino por recorrer. Evidentemente, no se puede hacer solo en un año, pero para eso tenemos cuatro años, y para eso desde Ciudadanos exigimos, para plantearnos la posibilidad de votar a favor de los presupuestos, un plan estratégico a cuatro años firmado por todos los Consejeros de la Comunidad de Madrid y los Directores Generales, en definitiva, todas las personas que tienen capacidad para condicionar y ejecutar presupuesto, y donde haya un compromiso al menos tan cierto como el que hasta ahora han demostrado con el acuerdo de investidura, y ese será el último punto que nos plantearemos de cara, como decía antes, a votar a favor o en contra de los presupuestos.

Nada más, sino insistir, por parte de Ciudadanos, en que tenemos una oportunidad, creo que única, de enmendar estos presupuestos, de sentarnos en una mesa a partir de la semana que viene para buscar puntos de encuentro y aprobar enmiendas parciales que provengan de PSOE, de Podemos o de Ciudadanos, que lo podemos hacer y que está en nuestra mano demostrar que los ciudadanos no se han equivocado eligiendo una manera distinta de hacer política y eligiéndonos como representantes públicos. Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario de Ciudadanos).


El Sr. GABILONDO PUJOL (PSOE): Muchas gracias, señora Presidenta. Hablemos entonces de los presupuestos. ¿Qué pensaría yo si fuera uno de estos trabajadores que han sido mencionados? A mí estas preguntas de qué pensaría yo me conmueven tanto que enseguida me he puesto a pensar qué pensaría yo. Desde luego, también he pensado algo más: ¿qué pensaría si fuera uno de los 461.000 desempleados en Madrid, qué pensaría si fuera uno de los más de la mitad que no tienen prestación y qué pensaría si fuera uno de ese 43 por ciento de parados que llevan más de 2 años buscando trabajo?

También he pensado que qué pensaría si fuera uno de los 97.400 empleados públicos que han perdido su trabajo en estas Legislaturas y también pienso que qué pensaría yo si fuera de los 49.011 dependientes que no han logrado ser acogidos en la Ley de Dependencia. Quiero decir que, puestos a pensar en algo, es muy interesante dónde nos ponemos a pensar y en quién pensamos. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista). (La señora Presidenta se ausenta de la sala). La política es el arte de ver, pero también es el arte de dejar en evidencia lo que uno no mira, y aquí se ve hacia dónde estamos mirando.

Desde luego, mirar a los que trabajan, con todo nuestro respeto y aprecio, a los empleados y a los servidores públicos, pero mirar también a los que están en situación de vulnerabilidad, de los que aquí hablamos poco, bueno, salvo que haya un pleno explícito. Ya hicimos el exorcismo y, ahora, ¿qué? Yo he oído aquí decir a un parlamentario -que ahora no está- que no se va a cumplir el objetivo del 0,3 por ciento del PIB, le he oído hasta en tres ocasiones preguntar sobre esto, diciendo que era decisivo; bueno, debe ser decisivo, pero ahora van a votar a favor de... Bueno, pero es que el tono es muy interesante, porque aquí ha habido un tono paternalista en algunas intervenciones.

Yo, a  veces, me lo oigo a mí mismo y, quizá por la edad, digo: no tienes que hablar con este tono paternalista, pero, sobre todo, me incomoda cuando otros me riñen y, además, prefiero debatir y discutir a que me riñan. Y me llama la atención que algunos presentes se dirigen a ustedes y dicen: que no se repita, ¿eh?, que a partir de ahora no hagan esto; o se dirigen a los otros: no vuelvan a decirlo, no vuelvan a hacerlo.

Pero, miren, un poco más de solidaridad y de fraternidad y menos paternalismo. Nosotros diremos lo que creamos que es honesto decir, aunque nos riñan con esta ternura tan propia de quien tiene el poder. No estamos de acuerdo y, además, hay un debate muy interesante. A mí me han dicho que lo que yo he señalado es previsible. Miren, no se pierdan un debate parlamentario del señor Rajoy reivindicando lo importante que es ser previsible. Fue un debate maravilloso.

Él hablaba de que ser previsible era el mayor signo de coherencia. Bueno, lamento, en vez de citar a Hume, citar al señor Rajoy (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) pero lo que sí es verdad es que ser previsible es señalada que era la máxima expresión de la coherencia. Muchas gracias por llamarme coherencia. ¿Saben por qué algunos han acertado las palabras que yo iba a decir? Porque yo estaba enjuiciando un presupuesto que es exactamente en la misma línea e igual que los de los últimos 20 años, y como resulta que las razones son iguales, las palabras para valorar los presupuestos siguen siendo las mismas y yo las tengo que confirmar y ratificar. Y por respeto también a la oposición de tantos años, de otras personas que han estado aquí y ahora están en otros partidos, otros en el Partido Socialista; por respeto a la oposición responsable, de ellos, que dijeron injusto, porque era injusto, que dijeron insolidario, porque era insolidario, que dijeron las palabras que dijeron, yo las voy a repetir.

Se me ocurre una manera para que no las repita el año que viene y es que ustedes nos hagan unos presupuestos justos, ¿qué les parece la idea? Y me parece que esto es muy interesante, sobre todo si aquí ya se rebate, entrando en las enmiendas. Miren, las enmiendas las vamos a hacer otro día, que yo sepa, además ya hablaremos muy despacito de ellas y yo estoy muy de acuerdo en que encontraremos espacios para conjugar también mejoras de los presupuestos.

Nosotros trabajaremos para mejorar los presupuestos, ya lo creo que lo haremos, pero nosotros entendemos que devolver no es tirar por la borda y no queremos tirar nada por la borda, lo que queremos es exactamente ver cómo mejorar, solo que nuestro modo de mejorar es un poco distinto. Algún partido de la Cámara cree que los ingresos están sobredimensionados; entonces, ¿por qué no hacen alguna enmienda sobre los ingresos? Ya hablaremos de esto. Nosotros hemos hecho alguna enmienda sobre otras inversiones; ¡ya hablaremos de ello! Pero a mí sí que me resulta imprevisible los que dicen: ¡Como no esté este incremento, no apoyaremos! ¡Como los ingresos...! ¡No apoyaremos! No; luego, por tanto, sí. Un poco silogismos...

Al menos, el del “modelo Bárbara”, que es decir universal, universal, universal; si no nos gusta esto y no vamos a apoyar, si no nos gusta esto y no vamos a apoyar, dado que se cumplen las dos cosas que no nos gustan, apoyaremos. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Yo, sinceramente, lo veo raro. ¿Por qué es continuista? Es continuista porque siguen desviando más de 800 millones a la sanidad privada, ¡y esto es injusto! ¡Es injusto!, siendo necesario como lo es, reivindicar y defender la sanidad pública. Y, si uno mira los datos, que llegan a ser 195 millones menos, ¡es lógico que digamos esas palabras! ¡Si no es por traer palabras manidas, es por traer convicciones! Me ha interesado mucho esa parte de la lección dos de nociones de Hacienda Pública:

Digo la lección dos porque ya nos la dio otro día aquí. Yo tomé nota y me lo aprendí; –dije: ¡qué interesante esto de asignación, distribución, estabilización! ¡Fue muy interesante! ¡Hoy también! Pero resulta que esta teoría de la Hacienda Pública está hablando también de una interrelación entre algunos factores. ¡Mire si me he aprendido la lección! Porque si, unido a una política fiscal injusta, no hay buenas políticas públicas, ¡el problema está en la combinación de los dos elementos! ¡Y nosotros no hemos dicho simplemente que no aceptamos los presupuestos por la política fiscal! Hemos dato siete razones distintas, que, conjugándose, poquito a poquito, van logrando una injusticia muy interesante.

Y, además, si es tan importante y tan decisivo no tanto las políticas fiscales sino aquellas buenas políticas sociales para lograr buenos resultados... Pregunta interesante: ¿cómo es eso compatible con que Madrid sea la Comunidad con más desigualdad? ¿Cómo logran ustedes, adoptando todas las medidas para que se resuelva la desigualdad, que el resultado final sea que hay más desigualdad? Bueno, no voy a hablar de toda España porque usted tiene tiempo sin límite y también porque la paciencia de todos nosotros no es sin límite, pero sí le puedo decir que tenemos algunas cosas de qué hablar. Hablemos de Educación. En inversión educativa, Madrid destina 690 euros por habitante, que es la menor de toda España, ¡la menor de toda España! El País Vasco, 1.200; Navarra, 1.000; Murcia, 939; Andalucía, 835. En ratios, el número medio de alumnos por profesor supera los 30; ¡el mayor de todas las comunidades autónomas!, menos Ceuta y Melilla.

El equipamiento: Madrid y Murcia, las comunidades con menos ordenadores por profesor. ¿Ustedes tienen otra idea de la innovación? Vale, muy bien. Tasas universitarias: han bajado el 10 por ciento sí, pero el 58,5 por ciento desde 2011 han subido; las segundas más caras de España, después de Cataluña. Bibliotecas públicas: Madrid es la penúltima en habitantes por biblioteca, la última en volúmenes por habitante y la tercera por la cual en volúmenes. Bueno, yo no me deprimo con esto, estoy orgulloso de vivir en Madrid, ¡pero tampoco me dan estas euforias que les dan a ustedes de sentirse tan contentos de vivir en este lugar tan estupendo! (La señora Presidenta se reincorpora a la sesión).

Y hablemos de sanidad, pero hablemos de sanidad desde los datos del barómetro del CIS, no de los datos dados desde el Ministerio, que tiene todo mi respeto. En gasto sanitario, Madrid destina 1.140 euros por habitante, por debajo de la media española. Es la tercera comunidad que menos gasta per cápita, muy inferior a otras comunidades como País Vasco, Asturias y Extremadura, y aquí tengo las cantidades. Nos llama la atención que la región más pobre de España gasté 257 euros por habitante más que Madrid en sanidad pública.

El grado de satisfacción, con el que por lo visto todo el mundo está encantado; bueno, menos, como decía el portavoz de Podemos, cuando se lo pregunta uno a alguien, que entonces la cosa cambia, pero, sin preguntarlo, todo el mundo está muy contento. El grado de satisfacción que tienen los ciudadanos con el funcionamiento del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid tiene una nota de 6,55; otras comunidades, como Navarra y Aragón, tienen un notable. Ha empeorado, además, respecto a 2010. ¿Cuál es la valoración que hacen los ciudadanos de su nivel de satisfacción con el modo en que funciona el sistema sanitario público? Cerca de un 25 por ciento de los madrileños contestan que el sistema sanitario madrileño necesita cambios fundamentales.

El 33 por ciento de los madrileños consideran que en los últimos cinco años los servicios asistenciales de atención primaria han empeorado. Se han cerrado 461 camas instaladas en Madrid desde 2011. ¿Qué quiero decirles con esto? Pues que menos alegrías, seamos mesurados, tengamos la serenidad de decir que hay muchas cosas que no están bien. Si nosotros queremos devolver estos presupuestos es para mejorarlos, no para deshacernos de unos presupuestos, sino para que ustedes piensen, quizás atribuyendo otro tipo de criterios a lo que se está diciendo, cómo lograr mejorarlos. Nosotros vamos a trabajar por esto; cuenten con nuestra lealtad en caso de que en esta votación no se acepte la enmienda a la totalidad, porque, oídos los argumentos de ese otro Grupo al que me refiero, podría ser que, en coherencia con los mismos, acabe o absteniéndose o votando a favor de la devolución.

Nosotros no vamos a votar en contra. Nosotros somos constructivos, vamos a votar a favor, a favor de que se devuelvan. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Digo esto porque a veces parece que los que estamos en contra somos los que pedimos que se devuelva; no, los que están en contra son los que se ponen en contra de que se devuelvan. Nuestra proposición positiva es exactamente que, al devolverse, lo que hay que hacer es analizarlos seriamente y mejorarlos, y si quieren mejorarlos, cuenten con nosotros, de verdad que trabajaremos y haremos lo que honestamente sabemos; algo hemos oído también hablar de estas cosas, sobre todo después de los cursos de Hacienda.

Yo digo que también aquí, en algunas intervenciones, señora Consejera, parecía que estaba en una Comisión con la portavoz de economía. El discurso tiene que tener otra dimensión política para todos nosotros; me lo digo a mí mismo, no a ustedes. Tenemos que pensar en los ciudadanos, no pensar simplemente en cómo salimos técnicamente de esta. Técnica, estupenda; posición política, muy revisable. Unos presupuestos irreales, continuistas, insuficientes, con falta de transparencia, poco redistributivos y que no transforman la región. Son insolidarios. Y, si a alguno le sirve para cenar, son injustos, antisociales e insolidarios. Por eso, votaremos a favor, a favor de su devolución. Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista).

La Sra. CONSEJERA DE ECONOMÍA, EMPLEO Y HACIENDA (Hidalgo Tena):  Pero, miren, no me resisto; no me resisto a hablar aquí seriamente de Hacienda pública, de dar unas nociones básicas de la teoría de Hacienda pública, que creo que ustedes las saben; lo que pasa es que, cuando se suben aquí, las olvidan intencionadamente. Las Administraciones Públicas, señorías, a través de la política presupuestaria, deben cumplir tres funciones: la función de asignación, mediante la provisión de bienes sociales; la función de distribución, señorías, consistente en ajustar el reparto de la renta y la riqueza para alcanzar una distribución considerada justa o equitativa, y la función de estabilización, por medio de la cual la política presupuestaria contribuye a la creación de empleo y a los objetivos de la política económica. En esto estamos de acuerdo.

Entiendo, señorías, que, con un presupuesto que -como he dicho antes- destina casi el 90 por ciento a los servicios públicos básicos como la sanidad, como la educación, como las políticas sociales, o como la subvención al transporte, no podemos poner en duda nuestra voluntad de proveer unos servicios públicos básicos a los ciudadanos; no lo podemos poner en duda. Doy también por supuesto que, siendo Madrid la Comunidad, la región, que tiene una tasa de crecimiento de un 3,5 por ciento, 4 puntos inferior a la media de la tasa de desempleo española, estamos en el buen camino -quedando muchísimo por hacer- de cumplir también la función de la estabilización.

Pero, después de haber escuchado sus intervenciones, quiero hacer especial énfasis en la función de distribución; en la función de distribución que tienen que cumplir unos presupuestos que presente una Administración Pública. Miren, señorías, hace ya algunas décadas que en la teoría de la Hacienda pública se ha superado la antigua visión de que la principal herramienta para favorecer la distribución de nuestra riqueza y mejorar la equidad de los ciudadanos es la política impositiva, habiendo hoy un elevado consenso entre académicos y hacendistas en que son los programas de gasto público, señorías, los verdaderos protagonistas de la función de redistribución de la política presupuestaria, adquiriendo, por tanto, una especial relevancia las prestaciones de carácter social por encima de las políticas impositivas.

En este sentido, está totalmente contrastado que la provisión de políticas sociales contribuye de una forma mucho más eficiente a la distribución de la riqueza que gravámenes sobre la renta o sobre la riqueza con tipos máximos excesivamente elevados o sistemas fiscales con excesivas progresividades. En definitiva, como en los años 70 afirmó un famoso prestigioso hacendista, de poco sirve empobrecer a los ricos si esto no lleva como consecuencia el enriquecimiento de los pobres. En definitiva, señorías, ¿me pueden decir cuál creen ustedes que es la principal finalidad de las políticas sociales?

La respuesta no puede ser otra que favorecer la equidad y la igualdad, señor Gabilondo; la equidad y la igualdad. Por tanto, yo creo que debemos abandonar una visión simplista, según la cual solo aumentando el nivel impositivo, señor López, o la progresividad de nuestro sistema fiscal, mejorarían los niveles de equidad, olvidando la parte más importante, que son los programas de gastos, que son los que realmente, mediante la realización de transferencias en especies a los ciudadanos, en forma de sanidad, educación u otros servicios, mejoran los niveles redistributivos.

En línea, como todos ustedes saben, con tipos impositivos más bajos -y lo ha dicho el señor Ossorio-, en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, entre 2008 y 2014, la Comunidad de Madrid recaudó 700,9 millones de euros más. En el Impuesto sobre Sucesiones, 431 millones más, lo que supone 119 más que Cataluña y 66 más que Andalucía. En el IRPF, entre los años 2008 y 2013, se recaudaron 885 millones más que en Cataluña; 3.744 más que en Andalucía, y con uno o dos millones menos de población respectivamente, y en el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, con el tipo general más bajo, se recaudaron 458,7 millones de euros. Estos ingresos, señorías, son los que permiten poder afrontar un mayor volumen de gastos en beneficio de los ciudadanos a través de los programas del presupuesto, en los que se concentran: 41,62 por ciento en Educación y 24,7 por ciento en políticas sociales, con el 8,24 del total del gasto.

Concretamente, miren, la función redistributiva en la Comunidad de Madrid en el año 2015 supuso una transferencia en especie a los ciudadanos de 2.099,77 euros por habitante, incluyendo las políticas de Sanidad, Educación, y las políticas sociales; es un 0,34 por ciento más de lo que destina Andalucía. Y este efecto redistributivo, señoría, no afecta solo a los ciudadanos de nuestra región; no hacemos política redistributiva con los impuestos de los madrileños solo en los ciudadanos de nuestra región. Miren, en el periodo 2009-2013, al Fondo de Suficiencia, al que garantiza los servicios públicos en todas las comunidades autónomas, se han aportado, de todas las comunidades autónomas, 20.405 millones de euros; la Comunidad de Madrid, señoría, ha aportado 14.283 millones de euros, y se ha distribuido -y aquí tenemos el cuadro del Ministerio de Hacienda- entre Andalucía, Canarias, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, región de Murcia, Principado de Asturias, La Rioja y Aragón.

Tengo cuánto dinero de la Comunidad de Madrid ha ido a cada una de esas comunidades. Es decir, señoría, con nuestros impuestos no solo hacemos política redistributiva entre los habitantes de la Comunidad de Madrid sino también hacemos política redistributiva entre los habitantes de otras comunidades autónomas cuyos sistemas impositivos ustedes, señorías, consideran más justos. Esto es que yo creo que favorecer la distribución de la renta en nuestra Comunidad y en otras regiones españolas es un objetivo, objetivo del que nos sentimos orgullosos, pero, desde luego, lo que quiero decirles es que no se puede decir que los presupuestos que se presentan en esta Comunidad no son justos y no contribuyen a la redistribución y a la transformación. ¡No se puede decir, señorías! La Comunidad de Madrid rebaja los impuestos a los ricos...

Bueno, algunas otras cosas ha dicho más fuertes el señor López Rodrigo, pero es mejor no entrar en ellas. La Comunidad de Madrid, con el Gobierno del Partido Popular, ha llevado a cabo una política de reducción selectiva y ordenada de impuestos. Mire, le voy a decir por última vez -a ver si, como dice el señor Ossorio, yo también tengo éxito y soy capaz de convencerle-: beneficia a todos los contribuyentes; esta rebaja del impuesto beneficia a todos los contribuyentes madrileños, a todos, absolutamente a todos, y no solo a los más ricos, que son 31.316 personas las que en la Comunidad de Madrid ganan más de 120.000 euros.

La rebaja se ha producido en IRPF, en Patrimonio, en Impuesto de Sucesiones, en Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados. En el IRPF -le leo la tarifa autonómica del IRPF-, hasta 12.450 euros de salario, ha habido una rebaja del 29 por ciento, y afecta, señoría, a 1.022.445 personas; hasta 17.707 euros, la rebaja pasa a ser del 6 por ciento y afecta a 508.170 personas; hasta 33.000, y así sucesivamente; más de 53.000, la rebaja ha sido del 2,3 por ciento y afecta a 226.172 personas. Está claro que, además, la rebaja, como le acabo de decir, es distinta y es mucho más alta en los tramos más bajos de la renta. En conclusión, la rebaja de la tarifa, la bajada que hemos hecho en la tarifa de la renta, afecta en mucha mayor medida a los madrileños con menor renta. ¡En mucha mayor medida, señoría! Las deducciones. Las deducciones de la cuota aplicables en la Comunidad de Madrid suponen un ahorro para los madrileños de 115,8 millones de euros y han sido utilizadas, en 2014, por 306.066 madrileños; pues bien, de ellos, solo 429 tienen ingresos superiores a 120.000 euros y 13.551 tienen ingresos superiores a 60.000 euros. Tampoco las deducciones de la Comunidad de Madrid, señorías, benefician solo a los más ricos.

En Patrimonio. La Comunidad de Madrid ha bonificado al cien por cien el Impuesto sobre el Patrimonio por las siguientes razones -ya lo saben-: es un impuesto desechado por los países más desarrollados, tiene poca incidencia como impuesto que redistribuya riqueza y tiene un tipo de gravamen que es confiscatorio cuando se compara con los tipos de interés interbancario. En consecuencia, el comité de expertos nombrado por el Ministerio en 2014 ya aconsejó su supresión formal y definitiva. En el Impuesto de Sucesiones, la Comunidad de Madrid ha aprobado una bonificación para los herederos y donatarios de los grupos 1 y 2.

Pero fíjense, señorías, en Sucesiones, el número de contribuyentes que aplicaron la bonificación fueron 63.641. ¿Sabe cuántas han sido, de 63.000, las herencias menores de 120.000? 56.636; es decir, 56.636 herencias han sido inferiores a 120.000. En el caso de Donaciones, se han dado 34.141, ¿sabe cuáles han sido inferiores a 120.000 euros? 31.752. Lo mismo sucede con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Pero, mire, señoría, algo que se nos olvida: las rebajas impositivas no solo benefician directamente a todos los madrileños sino que tienen efectos positivos en la economía en general y en la recaudación del IRPF en particular. Así -lo he dicho antes-, la Comunidad tiene el tipo más bajo y - lo ha dicho también el señor Ossorio- se recauda más dinero.

Y ustedes proponen en algunas de sus enmiendas que se suba el tipo de la tarifa autonómica. Y yo me pregunto: ¿por qué van a pensar que se va a recaudar más por él? En Andalucía tienen un tipo mucho más alto, en Cataluña tienen un tipo mucho más alto, y se recauda menos; con lo cual, no están considerados -me parece a mí- los efectos beneficiosos que de una política tributaria equilibrada también se obtienen como consecuencia en la economía. En conclusión, en materia impositiva, la rebaja de los impuestos aprobada por la Comunidad de Madrid afecta a todos los contribuyentes madrileños y no solo a los ricos. La pérdida de recaudación por los beneficios fiscales vigente en el Impuesto del Patrimonio y en Sociedades compensa con creces con los beneficios por la economía madrileña en general, concretada fundamentalmente en una mayor recaudación por IRPF y la atracción de una mayor inversión extranjera; y, aun teniendo en cuenta todo lo anterior, la Comunidad de Madrid -lo he dicho antes-, una vez más, es la Comunidad más solidaria con todo el territorio español.

Y ha hablado el señor Ossorio -y ustedes también; el señor López dice que no hacemos lucha contra el fraude- y le ha dado algunos números; pero, hablando en positivo, también decirle que vamos a intensificar todo lo que sea lucha contra el fraude porque nos parece que no solo es injusto sino que es una auténtica herramienta en contra de la competitividad. Mire, el plan de lucha contra el fraude es del año 2015 a 2018; pretendemos hacer un incremento de medios humanos especializados en la lucha contra el fraude; actualmente se está realizando una oposición de inspectores, que seguiremos incrementando; potenciaremos los cruces informáticos para la selección de contribuyentes, el desarrollo y mejora de los expedientes electrónicos y se trabajará en el Impuesto de Sucesiones y de Transmisiones Patrimoniales con todas aquellas herramientas que podamos poner  a nuestra disposición a fin de conseguir que la lucha contra el fraude sea en nuestra Comunidad cada día más eficiente, aunque bien es cierto que también me sumo a la felicitación de los trabajadores en la inspección, que están haciendo un trabajo encomiable.

Señoría, hablando de otra cosa, quizá no tan técnica como hasta ahora, pero me pregunto yo qué pensarán o qué pensaría yo si yo fuera una de los 68.417 trabajadores al servicio de la sanidad madrileña, o fuera uno de los 55.117 trabajadores de la educación, o fuera uno de los 9.432 trabajadores de servicios sociales, o de los 11.133 que trabajan en la Administración de Justicia, o de los 1.636 que trabajan en las políticas de empleo. Yo me pregunto qué pensaría yo cuando esta mañana aquí, por parte de ustedes, se ha puesto de manifiesto que en la Comunidad de Madrid no se prestan unos servicios públicos de calidad, que en la Comunidad de Madrid todo lo que se hace no está bien, no es en favor de los ciudadanos, cuando la Comunidad de Madrid es la Comunidad de Madrid.

Mire, señoría, es evidente que queda mucho por hacer. Siempre me va a escuchar decir que queda mucho por hacer, que todo es susceptible de mejorar, pero lo que nadie puede negar es que en la Comunidad de Madrid contamos con unos servicios públicos de calidad. Empezando por la sanidad, me gustaría poner en valor que en la asistencia sanitaria en la Comunidad de Madrid prima, como en muchos otros ámbitos, señoría, la libertad de elección, para los ciudadanos, de centro médico, de hospital, lo cual a mí me parece importante.

Y es curioso: los datos son siempre los que quitan y ponen la razón; las palabras y el papel lo aguantan todo, pero los datos son más difíciles de rebatir. Mire, el presupuesto destinado a Sanidad, señor Gabilondo, en Andalucía – y hablo de Andalucía porque llevan 25 años, -en 2011 y en 2016 ha disminuido... (El señor Gabilondo Pujol pronuncia palabras que no se perciben.) Pero, ¡escúcheme!, 582 millones. Es que usted ha dicho hoy que el presupuesto presentaba una enmienda a la totalidad porque habíamos mantenido los recortes que se habían hecho en los años de la crisis, y yo le contesto y le digo: 582 millones de euros.

En Cataluña ha descendido 729 millones de euros y, si cogemos el mismo periodo, señoría, en la Comunidad de Madrid, en ese mismo periodo, el presupuesto se ha incrementado en 316 millones de euros. Queda mucho por hacer sin duda, pero estos son los números, señoría. En términos per cápita, el presupuesto de 2016 para Sanidad en la Comunidad de Madrid asciende a 1.157 euros; un 3,4 por encima de los 1.119 euros que existen en Andalucía per cápita. Y en Cataluña ascienden a 1.191 millones de euros.

Y, fíjese – y en esto estoy totalmente de acuerdo con el señor Aguado-, estamos trabajando, y nos sentimos orgullosos, para que este gasto sea más eficiente: una mejor gestión de las prestaciones farmacéuticas, mejorando la utilización de los fármacos, los procesos de compras centralizadas, y haciendo todas aquellas medidas que conduzcan a un gasto más eficiente, tengan por seguro que seguiremos trabajando, y de la eficiencia nos sentiremos orgullosos. Ustedes hablan de la sanidad pública, y buena parte de ese gasto de la sanidad pública se destina a personal, concretamente 3.025 millones de euros en el presupuesto de 2016.

Y mire, señoría, desde el año 2009, el personal estatutario en la Comunidad de Madrid se ha incrementado un 13 por ciento y en Andalucía, por mucho que les pese, desde el mismo año, señoría, el personal sanitario se ha reducido un 7,5 por ciento. Y digo estos datos, señoría, porque usted aquí hoy ha dicho que mantenemos los recortes y que el presupuesto no es transformador porque no hemos superado esos recortes.

Hombre, yo creo que hay que ser por lo menos razonable –no usted, que es profundamente razonable-, hay que ser coherente –perdón- con las cosas que se hacen en otras comunidades cuando se gobierna. También han hablado de conciertos. Pues sí, tenemos conciertos con hospitales. ¡Es verdad! ¡Con seis hospitales! Oiga, en Andalucía hay 16, ¿eh? En Andalucía hay 16, ¡y en Cataluña sigue habiendo conciertos! Quiero decir que es un modelo perfectamente... Pero me van a permitir, y además en la última comparecencia... (Denegaciones por parte del señor Franco Pardo.)

No me diga que no porque, en la última comparecencia, doña Susana Díaz aseguró que los conciertos sanitarios son los que han permitido sostener los servicios públicos en la crisis económica ¡Eso lo dijo doña Susana Díaz hablando de los conciertos! Pero me quiero centrar en algo que me parece lo más importante, y es la eficacia ¿Cuál es la calidad de los servicios que estamos prestando? Mire, según los indicadores de satisfacción del Sermas, señoría, el 91,3 por ciento de los pacientes en 2014 se mostraron satisfechos o muy satisfechos por la atención sanitaria recibida en nuestra región y todas las especialidades, desde la hospitalización, la cirugía ambulatoria o las consultas. Y ustedes me podrían decir: ¡Hombre, claro, lo ha hecho el mismo Sermas!

Pero vamos a otro. Según el índice de reputación sanitaria, que es un estudio independiente que clasifica los mejores hospitales, servicios y profesionales médicos, que se elabora mediante 900 indicadores objetivos y la opinión de más de 2.700 enfermeros, asociaciones de pacientes y periodistas sanitarios, seis hospitales públicos madrileños se encuentran entre los diez mejores de toda España; seis, señorías, uno más que en 2015, Cataluña tiene dos y Andalucía y Valencia, uno respectivamente. El hospital de la Paz vuelve a ser el hospital con mejor reputación en toda España; el Doce de Octubre pasa a ser el tercero, mejorando dos puestos; el Gregorio Marañón ocupa el cuarto puesto; el Ramón y Cajal, el sexto; el Clínico San Carlos, el noveno puesto; y el hospital Puerta de Hierro, el décimo puesto, mejorando uno. Asimismo, los hospitales públicos madrileños son líderes en once de las dieciséis especialidades médicas. Y podría seguir, señorías.

Y ahora ustedes se volverán a subir aquí y dirán que la sanidad de la Comunidad de Madrid no es de calidad, que hemos hecho recortes, que no apostamos por la sanidad pública, y yo les aseguro que no voy a sentir ninguna frustración, porque les he dado estos datos no para convencerles, que sé que no lo voy a conseguir, sino para mostrar nuestro agradecimiento y reconocimiento a los 68.417 profesionales que trabajan en la sanidad madrileña. Señorías, por eso lo he hecho. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular). Hablan de educación, y -lo decía el Consejero el otro día en su comparecencia- cuatro son los principios que lideran la educación: calidad, libertad, igualdad de oportunidades y diálogo. Y la Comunidad de Madrid, señorías, seguirá garantizando el derecho de las familias a la libre elección de  centro educativo, público o concertado; en cualquiera de los casos, una enseñanza de calidad.

Y vayamos otra vez a los números. Si hablamos de enseñanza no universitaria, entre 2010 y 2013 el gasto en educación de la Comunidad de Madrid descendió un 3,2 por ciento. Eso descendió, pero en Andalucía cayó un 7 por ciento; en Cataluña, un 14 por ciento, y en la Comunidad Valenciana, un 2,2 por ciento. Con lo cual, las preferencias, señorías, también han ido enfocadas a esos servicios públicos que más importan a los ciudadanos. Si hablamos del gasto total en educación, las cifras vuelven a ser las mismas.

La Comunidad de Madrid en el periodo de 2011-2015, en el periodo de la crisis, es la que menos ha reducido, de las comunidades autónomas, su gasto en educación. Y los conciertos educativos, ¡qué mantra! Los conciertos educativos, como usted sabe señor Gabilondo, se pusieron cuando gobernaba el país el Partido Socialista, ¿se acuerda, verdad?

Pues a los conciertos educativos se destinan en el presupuesto de 2016 un montante de 970 millones de euros y un incremento del 1,1 por ciento respecto a 2015, es verdad; de esos 970 millones, 851 se destinan a pagar los gastos de personal de la gente que trabaja en los colegios concertados, y esa subida, señorías, básicamente es para poder afrontar la paga extraordinaria del 25 por ciento y del 1,1 que está referido a las mismas.

Como ustedes saben, los conciertos no son un modelo que solo exista en la Comunidad de Madrid, también saben ustedes que existen en Andalucía, donde se destinan 740 millones de euros, y también existen en Cataluña, donde se destinan más de mil millones de euros. Creo que es perfectamente compatible, y lo importante aquí es la calidad de la enseñanza. Y, como creo que lo importante es la calidad de la enseñanza, son los resultados los que tenemos que valorar. Mire usted, según el informe PISA, la Comunidad de Madrid obtuvo los mejores datos históricos, consolidando su liderazgo entre las comunidades autónomas españolas, con resultados por encima de la media española, europea y de la OCDE y por encima de la media de países como Alemania, Francia y Reino Unido.

En cuanto al “ranking” de comunidades del mismo informe, PISA coloca a Madrid en cuarto lugar en Matemáticas, en primero de lectura y en segundo de Ciencias; no le digo los resultados de otras comunidades autónomas, porque creo que es un poco duro. También sé que con todos los datos que les he facilitado tampoco les he convencido y que seguirán haciendo las mismas críticas, pero yo también les reitero que mi objetivo ha sido, al igual que he hecho con los profesionales sanitarios, mostrar nuestro agradecimiento y reconocimiento a los 55.117 profesionales que trabajan en la educación en nuestra Comunidad.

Y, como ya les he dicho antes, creo que no es serio tachar de poco social un presupuesto que destina el 90 por ciento de sus recursos al gasto social. La Comunidad de Madrid, esa a la que ustedes tachan continuamente de que no es social, aumentó el gasto, entre 2011 y 2015, en un 3,06 por ciento en servicios sociales, mientras que en otras comunidades autónomas –y es que hay que hacer análisis numéricos, porque un número por sí dicho no dice nada- bajó un 5,5 de media; en Andalucía disminuyó el 8,27 por ciento y en Cataluña, el 9,75. Ustedes pueden seguir con su mensaje demagógico, pueden decir aquí que los recortes básicos han sido en la Comunidad de Madrid, pero, señorías, estos son los números publicados por el Ministerio de Hacienda.

Y la renta mínima de inserción, que garantiza los ingresos básicos a 28.000 familias, que, por cierto, señor López Rodrigo, le digo que todas las personas que solicitan la renta mínima de inserción y cumplen los requisitos tienen el derecho, considerado subjetivo, y fuimos de las primeras comunidades autónomas, junto con Navarra y el País Vasco en regularlo, a tener esa renta mínima, y no solo tiene derecho sino que la tiene. Sin embargo, en la Comunidad de Madrid incrementamos el presupuesto este año 6,6 por ciento.

Y yo sé que nos les gusta, pero, mire, en Andalucía, la cuantía lleva congelada tres años, pero será que en Andalucía hay menos gente que necesita la renta mínima de inserción, aunque no son los datos que tenemos de solicitudes pendientes de atender. En lo que se refiere a los importes, la renta básica en Andalucía -también han dicho que es la más baja- asciende a 400 euros, sin embargo, en la Comunidad de Madrid no hay cuantía mínima, señorías, no la hay, sino que depende de los ingresos de cada unidad familiar, pero sí les puedo decir que el importe medio se establece en 532. Y, lo que a mí me parece más importante, mientras se mantenga la situación de vulnerabilidad de una persona que tenga la renta mínima, seguirá teniendo los ingresos ligados con la renta mínima, mientras se produzca esa situación.

¿Me quieren decir qué hacen en las comunidades autónomas en las cuales la renta mínima dura seis meses y dejan de tenerla? Tienen que salir del sistema, señoría, volver a solicitarla, volver a esperar el plazo que tengan que esperar, y estarán muchísimos meses desprotegidos. Con lo cual, reconózcanme, por lo menos, que el sistema que tenemos de renta mínima en la Comunidad de Madrid es un sistema mucho más justo y mucho más solidario que el que hay en muchas comunidades autónomas en las que ustedes gobiernan, solos o en compañía, como es el caso del señor López Rodrigo.

En lo que se refiere a dependencia, señoría, atendemos al 12 por ciento de los beneficiarios con derecho a prestación de todo el territorio nacional. Según los datos del Imserso, en la Comunidad de Madrid se atiende a más de 96.000 personas. Respecto a la discapacidad, les recuerdo también que somos la única Comunidad en España, señorías -la única Comunidad en España-, en la que prestamos los servicios que sean, ligados con la discapacidad: plazas residenciales, centros de día, atención temprana; lo que sea, de forma gratuita. La única Comunidad de España, señoría. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular).

Y en calidad, tanto en lo referente a la dependencia como a discapacidad, se pone de manifiesto también a través de una encuesta de satisfacción que se ha realizado entre 5.973 personas, y la nota media de cada uno de los servicios es un 8,03 sobre 10. Con lo cual, señoría, una vez más, mi enhorabuena a todas las personas que trabajan en el ámbito de la atención a las personas más vulnerables y de la atención a las personas que más lo necesitan. Miren, he mirado con mucho interés, porque cuando uno llega a algo nuevo siempre tiene que estar dispuesto a aprender... Yo tenía curiosidad de comprobar cómo han afrontado el futuro los nuevos Gobiernos de izquierdas, señor López Rodrigo -tenía muchas ganas de verlo- muchos de ellos en coalición de no ganadores; entiendo que sus presupuestos supondrían un gran giro social o una auténtica revolución, era lo que yo me esperaba. De hecho, la enmienda a la totalidad del Grupo Podemos, usted sabe que despacha en siete líneas las razones por las que solicita la devolución al  Gobierno.

Veamos lo que decían y lo que han hecho en el presupuesto municipal del Ayuntamiento de Madrid, que entiendo que entienden como suyo el presupuesto del Ayuntamiento de Madrid. Dicen de los presupuestos de la Comunidad de Madrid que aceptan los principios de austeridad, eso lo dicen en su enmienda a la totalidad, y veo que el presupuesto del Ayuntamiento de Madrid también se presenta equilibrado, no incrementa el gasto por encima de las posibilidades marcadas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas; dicho de otro modo, señoría, han cuadrado al céntimo, como no puede ser de otra manera, los ingresos y los gastos, y cumplen con el objetivo cero, que es el objetivo fijado.

Y yo les doy la bienvenida a conseguir el principio de estabilidad como un principio básico a la hora de hacer los presupuestos. Aseguran que carecen de garantía de cumplimiento de los objetivos de déficit; eso es lo que nos dicen a nosotros. Parece estar en contradicción con el punto número uno, permítame, y además - sirva de apostilla-, no es verdad, ya que los ingresos y los gastos, como hemos demostrado aquí está mañana, se han realizado de una forma ortodoxa. Mire lo que dice: “Consolidan un modelo fiscal regresivo y dependiente de la burbuja inmobiliaria”.

Lo dicen de nuestros presupuestos. Y allí donde hemos actuado, en los ámbitos en los que tenemos capacidad normativa, ha sido para dotar al impuesto de mayor progresividad; se lo he dicho en el impuesto de la renta: le hemos dotado de una mayor progresividad en el tramo autonómico y, de hecho, la rebaja del tramo más bajo es del 29 por ciento, frente al 2,3 por ciento del tramo más alto. Y dicen -lo ha dicho hoy usted aquí muchas veces- que son dependientes de las burbujas inmobiliarias nuestros presupuestos y nuestros ingresos.

Mire, señoría, los impuestos que gestionamos las comunidades autónomas de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados están sujetos, sin duda, a la actividad del mercado inmobiliario por un tema de configuración del impuesto: la transacción que grava el impuesto, la compra-venta de inmuebles o la constitución de hipotecas. Yo estoy convencida de que, si usted se mira el presupuesto del Ayuntamiento de Madrid, lo tiene que enmendar, porque, mire, según las previsiones del Gobierno municipal, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de naturaleza urbana recauda 1.259 millones; el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de carácter especial sube un 4,8 por ciento; la recaudación sobre el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos sube un 7,4 por ciento; el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras –ustedes saben lo que gravan, ¿verdad?- sube un 16,2 por ciento en los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid.

Es decir, la suma de todos ellos está muy por encima de la subida del 2,4 del 0,01. Aseguran también en la enmienda que nuestros presupuestos suponen una descapitalización de los servicios públicos de la Comunidad de Madrid y una transferencia de recursos públicos a manos privadas. Esto es lo que dicen de nuestros presupuestos, y lo dicen, señoría, mientras que se refuerzan los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid con casi 472 millones de euros y en el Ayuntamiento, lejos de remunicipalizar los servicios, incrementan casi un 8 por ciento los trabajos realizados por otras empresas. Esta es la realidad cuando uno se pone a hacer presupuestos. Lo que está en los papeles es lo que importa, porque las palabras, como hemos dicho antes –usted lo decía-, hay que manifestarlas en realidades. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular).

Y, luego, hay una cosa que a mí me ha llamado poderosamente la atención de los presupuestos del Ayuntamiento, y es que el conjunto de los créditos en materia de oficina, publicidad, reuniones, conferencias y dietas experimentan un crecimiento del 21,4 por ciento, algo que no ha ocurrido en la Comunidad de Madrid –permítanme que nos sintamos orgullosos de ello-, que en los gastos burocráticos continúa con la política de austeridad y eficacia, destacando los siguientes ahorros: los arrendamientos se reducen un 4,28 por ciento en nuestro presupuesto; los gastos de limpieza, vigilancia, gestión de centros, estudios, trabajos técnicos y otros gastos realizados por empresas externas bajan un 3,7 por ciento; los gastos en promoción económica, cultural y educativa alcanzan los 26 millones, recortándose un 28 por ciento respecto al ejercicio anterior, y desde 2008, señorías, este tipo de gasto ha disminuido en 76 millones, lo que supone un recorte del 74 por ciento.

Creo que también es importante que los madrileños conozcan que los gastos que no están directamente ligados a la prestación de servicios públicos de calidad en nuestra Comunidad han sido no solo recortados sino que seguiremos haciendo un esfuerzo de austeridad importante. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular). Además, señoría, tampoco he visto que estén dotados en los presupuestos en los lugares donde gobiernan o sostienen al Gobierno cuestiones que mejoren la protección social de los ciudadanos.

Hablan mucho de una renta universal –ustedes han hablado-, nos piden incrementar la cuantía de la renta mínima, no valoran nuestra renta mínima de inserción en esta Asamblea, pero no vemos que estén legislando para conseguir que en otras zonas de España los ciudadanos en una situación de mayor vulnerabilidad dispongan de lo que disponen los ciudadanos madrileños; no vemos que se haya regulado nada similar a la renta mínima de inserción madrileña, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana; no lo vemos, señoría.

Porque, como siempre digo, las cosas, para que puedan hacerse, tienen que estar en los presupuestos, señoría, no le quepa la menor duda. La enmienda a la totalidad del Grupo Socialista tampoco es mucho más extensa; tiene ocho líneas, eso sí, a mayor tamaño de letra. Las razones por las que solicita la devolución al Gobierno son las mismas que todos los años, más allá de los epítetos que lo califican sin mayor rigor técnico, a la luz de lo que acabo de contar sobre la evolución del gasto en aquellos servicios públicos esenciales como Educación y Sanidad. Estoy segura de que el señor Gabilondo... ¡Yo estoy segura! Es usted una persona seria, sensata.

Yo le tengo muchísimo respeto, y sé, además, que siempre valora el rigor, la excelencia y el esfuerzo, porque siempre se lo he escuchado decir y se lo he visto hacer en su trayectoria profesional. Pero, mire, yo estoy convencida de que usted no puede querer el modelo que en algunos sitios en los que están gobernando ha llevado a que sean las comunidades autónomas con la mayor tasa de paro, con la mayor tasa de fracaso escolar, aquello que está más lejos de esos principios que yo creo que los dos compartimos.

Como les decía, Andalucía ha recortado el presupuesto de Sanidad, ha recortado el presupuesto de Educación; comunidades, además, como la andaluza, que lidera de forma histórica los mayores índices de paro y pobreza en España y en la Unión Europea, a pesar de las transferencias recibidas en los últimos años de las Administraciones Públicas. Ese no puede ser el modelo al que tengamos que tender cuando hablamos de excelencia en los servicios públicos.

Tampoco he visto una nueva forma de presupuestar, y no solo hemos analizado sus enmiendas a la totalidad sino también, y mucho, sus enmiendas parciales. Mire, en la vertiente de ingresos, señorías, han consignado 1.300 millones de ingresos –lo decía antes el señor Ossorio- por el Impuesto de Patrimonio. La parte de patrimonio ya la ha explicado él fenomenal, pero hay una parte que me llama mucho la atención: es que presupuestan 600 millones de euros relativos a las tasas. Suben las tasas, duplican el capítulo tercero de las tasas; después, en la explicación, lo ligan básicamente -una parte importante- a subida de tasas en materia de precios públicos por escuelas infantiles, por ciclo formativo, en régimen especial, aumentando el importe a pagar por las familias.

¡No cuadra la defensa que han hecho del servicio de lo público y que ahora no digan que vamos a subir las tasas a todos los madrileños! A mí sí que me gustaría conocer en qué parte está destinado. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular). Lo ha criticado aquí mucho, pero en sus enmiendas parciales suben los convenios sanitarios. Yo creo que tenemos que estudiarlo. Mire, la partida destinada a fomento del empleo se reduce un 65 por ciento, y la línea para desempleados, en la Comunidad Valenciana, se recorta un 83 por ciento.

Esto es lo que están haciendo en otras comunidades autónomas donde ustedes gobiernan conjuntamente. Suben la partida de los tan denostados conciertos educativos y bajan las ayudas a transporte escolar. Señor López Rodrigo, esto, en Valencia. Aumentan también los convenios sanitarios; pasan de 364 a 450,7, un incremento del 87,3 por ciento. El gran cambio de Gobierno, apoyado por Compromís y Podemos en una nueva Consejería, la Consejería de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, entre cuyas funciones destaca la realización de actuaciones relacionadas con el desarrollo del autogobierno y la recuperación del derecho foral civil valenciano.

Esa es la gran transformación, pero, por lo demás, todos los programas de la estructura del Gobierno para 2016 son prácticamente los mismos que había en 2015, a excepción, eso sí, del Programa 46270, “Servicios Públicos de Radio Televisión”, dotado con 29 millones, que no estaba contemplado en el año 2015. Señoría, esta es la realidad, porque lo que no está en los presupuestos, casi no existe, y las palabras solo dicen cosas cuando están en los presupuestos. En definitiva, hacen aquí, cuando gobiernan, lo contrario a lo que hacen allí. Como les digo, señorías, creo que en la Comunidad de Madrid queda mucho por hacer en materia de políticas públicas; mucho.

Tenemos el mejor sistema de transporte de Europa, tenemos el mayor número de kilómetros de metro, la mayor subvención a la tarifa de equilibrio, que hace que el transporte aquí sea más barato que en París, que en Londres o que en Nueva York. En definitiva, creo que nos hemos dotado de unos servicios públicos de gran calidad que tenemos que seguir mejorando y sobre los que tenemos que seguir trabajando. Pero he de decirles también otra cosa: nosotros vamos a trabajar totalmente en aras de esa transparencia. Respecto a la liquidación, ya le ha contestado el señor Ossorio, yo estaba dispuesta a venir desde el momento en que me dijeron que tenía que hacerlo. Y, por supuesto, haremos todo lo posible para que en los próximos años puedan ustedes conocer y podamos tener la liquidación en el momento en que ustedes la requieran. También le voy a decir otra cosa, señor Gabilondo.

En Andalucía tampoco se presentó liquidación en comisión. (Afirmaciones por parte del señor Gabilondo Pujol.) Tampoco se ha hecho...Sí, pero es que nos ponen así, súper enfadados, y luego resulta que lo primero que uno pregunta es: oye, ¿en qué fecha se hizo la liquidación en Andalucía? Y te dicen: no, todavía no se ha hecho. Con lo cual, parece razonable que se sea igual de flexible aquí que se es de flexible allí. Creo que tenemos que preparar toda la documentación en aras de que sea lo más transparente, lo más clara, lo más concisa posible, y en ese sentido, nuestra mano y la del Gobierno están tendidas para ser capaces de elaborar unos documentos que permitan conocer en su totalidad lo que hacemos en los presupuestos, porque de lo que hacemos en los presupuestos nos sentimos profundamente orgullosos, porque estamos convencidos de que es lo mejor para dar los servicios públicos a los madrileños.

También le comentaba a su señoría que, estando de acuerdo totalmente con lo que decía en relación a los efectos exógenos, que hacen que el crecimiento pueda en un momento verse racionalizado, sí me parece muy importante el trabajo que estamos conjuntamente realizando de cara a hacer un plan estratégico, un plan de innovación, un plan de modernización, que nos permita ver con los servicios públicos qué se puede mejorar, dónde se puede ajustar, qué se puede hacer y de qué manera se tiene que hacer, hacer análisis coste-beneficio de las grandes inversiones; en definitiva, poner también la brea a futuro, desde una auténtica transparencia, a los servicios públicos en aras de una mayor eficacia y eficiencia.

Señorías, acabo mi primera réplica, no sin antes decirles que yo estoy convencida, y llevamos muchos años trabajando por los servicios públicos muchos de los que nos sentamos a la derecha y a la izquierda en esta Cámara, e insisto, estoy convencida de que con el trabajo de muchos años y de muchas personas hemos conseguido mejorar la vida y mejorar los servicios públicos de todos los madrileños. Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular)

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