PROYECTO DE LEY DE MEJORA DE LAS CONDICIONES PARA EL DESEMPEÑO DE LA
DOCENCIA Y LA ENSEÑANZA EN EL ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN NO UNIVERSITARIA. (Número
de expediente 121/000029).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos tiene la palabra la señora Martín Llaguno.
La señora MARTÍN LLAGUNO: Gracias, presidenta.
Señorías, viene hoy de vuelta del Senado un proyecto con las enmiendas que, adelanto, vamos a
apoyar porque, de hecho, ya las apoyamos y en parte son nuestras, pero quiero aprovechar para reiterar
lo que ya dije cuando se defendió este proyecto, que no nos gustaba y no nos gusta porque genera
desigualdad y agravios comparativos entre las comunidades autónomas.
De lo malo, lo mejor, por lo
menos hemos conseguido poner una horquilla de horas docentes y que se contemple a la concertada que,
al fin y al cabo, es educación financiada con fondos públicos. Este proyecto de ley, pese a todo, sigue
siendo un quiero y no puedo, como ha sido todo lo que ha rodeado a Sánchez en esta legislatura.
Ya que
van a hablar de condiciones para el desempeño de la docencia y que era verdad que había que estipular
un marco normativo que garantizara la reversión de los recortes, por lo menos se podría haber hecho bien,
es decir, eliminando las diferencias y los agravios comparativos entre las comunidades autónomas, entre
los profesores, entre los centros y entre los niños.
Pero no, porque eso hubiera supuesto defender la
igualdad y, claro, defender la igualdad por parte del PSOE hubiera sido un riesgo muy grande porque
podrían haber cabreado a sus socios independentistas y nacionalistas. (Aplausos). Esto está muy bien
porque en esta legislatura hemos visto lo que entiende el PSOE por educación y lo que entiende el PSOE
por algunas otras cosas que nos había dicho. Voy a hacer un repaso.
En esta legislatura, ayer, el PSOE nos enseñó lo que son las fake news. Una fake new es la que la
señora Celaá dio en esta Cámara cuando dijo que el 0,2% de los libros en este país tienen adoctrinamiento
y no sabemos de dónde ha sacado el dato. Eso es una fake new. (Aplausos).
Hemos aprendido también
en esta legislatura lo que es la equidad educativa, que es todo lo contrario a lo que ha defendido el PSOE.
PSOE y equidad educativa es como un oxímoron, es como lo de hipoteca remunerada. ¿Por qué? Porque
al final lo que han decidido es que los niños españoles no merecen la misma educación en todos los
territorios. Yo no soy Iván Redondo ni lo pretendo, pero sí me voy a permitir darles un eslogan para que
puedan utilizarlo en su campaña electoral cuando hablen de educación: «Dime dónde vives y te diré la
educación que te mereces». (Aplausos).
Pero en esta legislatura hemos aprendido algunas cosas más.
Hemos aprendido lo útil que es la educación para el postureo. Por ejemplo, la ley de hoy, que era al final
una reversión de recortes que ya estaba más o menos implantada: proyecto de ley de mejora de las
condiciones para el desempeño de la docencia y la enseñanza en el ámbito de la educación no universitaria.
Es que no solo de manos, de fotos y de vuelos puede vivir un presidente, tiene que utilizar algo más, y un
título rimbombante para vender algo que ya estaba medio hecho y para tratar de monopolizar un ámbito
al que no pertenece, que es el educativo, les ha venido muy bien.
En estos meses de campamento en la Moncloa también nos han enseñado mucho del presidente, y
tranquilos que yo no voy a hablar del colchón. Nos han enseñado que cuando Pedro Sánchez hablaba del
valor de la educación, en realidad de lo que estaba hablando era del valor económico de la educación,
porque las horas volando le han dado la oportunidad de darse cuenta de la capacidad y potencia que tiene
sablear a los padres de la concertada para rellenar las arcas públicas y poder presentar un presupuesto.
Por tanto, cuando hablen de valor de la educación, estarán hablando del valor económico de la educación.
(Aplausos).
También hemos aprendido en estos meses quiméricos lo que entendía el PSOE por consenso.
El consenso para el PSOE es el consenso con los que piensan como ellos o con sus socios independentistas.
(Un señor diputado: No, no). Sí, sí. Otra información sorprendente que hemos tenido ha sido que cuando
el PSOE se levantó de la mesa no era por motivos económicos, sino por motivos de salud, porque el señor
Sánchez ha demostrado que ha tenido alergia a las mesas de trabajo y una querencia excesiva por los
decretazos.
De hecho, la prueba es cómo han tramitado esta ley Celaá que han querido meter y cómo no
han hecho ningún tipo de negociación con los colectivos; pregúntenles a ellos. (Aplausos). Por cierto,
señora Celaá, que usted dijo que presentaba su ley por respeto a la gente del ministerio que había
trabajado en ella. Creo que ese respeto al menos nos lo hubiéramos merecido nosotros y los 83
comparecientes que vinieron al Congreso y cuyo trabajo se ha quedado en un cajón.
Así que el respeto lo
pido para todos y, en especial, para aquellos que vinieron a explicarnos su visión de la educación.
También nos ha enseñado algo más el PSOE en estos meses y es que cuando hablan de educación
en realidad están hablando de remember. Me he quedado muy preocupada y he entrado en shock al
entender que los señores del sanchismo se han quedado criogenizados en la LOE y solamente salen de
ella cuando tienen que hacer alguna cesión a los socios independistas o a los socios nacionalistas. (Aplausos).
Así que yo creo que esto es importante que lo sepa toda España, que cuando hablan de
educación hablan de la LOE, hablan del pasado.
En fin, voy a acabar con algo bueno porque siempre hay esperanza y creo que esta legislatura también
ha servido para mostrar algunas cosas. Ha servido para mostrar que cuando nosotros hablábamos de que
la educación nos la tomábamos en serio y nos la creíamos, ha sido verdad.
Y ha sido verdad cuando
hablábamos de equidad educativa no solamente porque no nos hemos levantado del pacto, porque hemos
hecho propuestas y porque hemos estado aquí, sino porque ahora, cuando hemos llegado a gobernar, la
primera medida que hemos tomado ha sido poner un plan de refuerzo educativo en Andalucía con 10
millones de euros que ustedes podían haber utilizado para que los niños andaluces tengan en verano un
plan de refuerzo de matemáticas y de inglés porque era verdad cuando lo decíamos. (Aplausos). Así que
hay esperanza y queda tiempo.
Espero que los ciudadanos hayan tomado nota de lo que ha sido esta
legislatura en términos de educación y espero también que tengamos la oportunidad de demostrar lo que
pensamos de la educación en el Gobierno. Se lo digo de verdad no por mí ni por el bien de mi partido, sino
por el bien de los niños en este país.
Gracias. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Prendes Prendes): Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Díez Trillo.
El señor DÍAZ TRILLO: Muchas gracias, presidente.
Señorías, señora ministra, llevamos dos sesiones en las que hemos tenido un profundo —y profuso
diría yo— debate sobre la educación e incluso muy enardecido, como hemos comprobado esta mañana.
Conviene al país, sin duda, debatir sobre la educación, pero conviene hacerlo con datos, con cifras, con
inteligencia, como ha dicho esta mañana mi compañero Torres Mora. Escribió mi paisano Juan Ramón
Jiménez aquello de: «¡Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas!».
Yo diría también los datos y
las cifras, y la primera cifra se la quiero dedicar a la señora Martín. Cuando un Gobierno toma decisiones
—sobre todo si es la primera—, se está retratando. Ustedes han roto ya un acuerdo en Andalucía para
dotar a la educación pública de 4500 plazas. Lo han roto y ya van por 3700 y bajando. Esa es la realidad
de Ciudadanos cuando acaba de empezar a gobernar. (Aplausos).
Más allá de la broma y de los chistes, conviene también a este debate de educación la seriedad, la
profundidad y el rigor.
Hace poco más de dos años tuve la oportunidad, en nombre del Grupo Socialista,
de debatir sobre el decreto de paralización de las revalidas. Era un gesto del anterior Gobierno que yo
saludé como una claudicación, como una suerte de armisticio frente a lo que había sido una durísima
batalla de la derecha, en la que ustedes están ahora también incorporados, frente a toda, y digo bien, toda
la comunidad educativa.
Parecía en aquel momento que el Partido Popular se caía del caballo —es
verdad que ahora acaba de montarse, junto a Vox y a Ciudadanos, a la grupa de la ultraderecha, y ahí
andan ustedes—, en aquel momento había una voluntad de acuerdo, de pacto —y sigo con la seriedad—,
por cierto, propuesto el 12 de septiembre por el Grupo Parlamentario Socialista, y poco después también
con un proyecto de ley para paralizar el calendario de implantación de la Lomce.
Este es el partido,
querido amigo Mena —se lo digo con todo el cariño—, no de las dos Españas, sino de una sola España,
el partido que superó el conflicto de las dos Españas; terrible conflicto que ahora rescata la derecha y que,
desde luego, yo me voy a abstener de alimentar.
Hay una sola España que se consagra precisamente con el gran anhelo de los ilustrados en el año 1978 del siglo pasado, gracias a la Constitución. Esa es la
aspiración de los liberales, de los socialistas y también de los comunistas.
Por eso, creo que en este
momento viene bien recordar que el Partido Socialista propone un acuerdo para derogar y para paralizar
el calendario de aplicación de la Lomce; pacto, por cierto —y recuerdo la intervención de la señora Moneo,
que lo hace siempre con respeto, seriedad y sobriedad incluso—, del que le recuerdo —del que usted fue
parte también, señora Martín— que las líneas rojas las puso siempre el Partido Popular.
El Partido Popular
no aceptó que pudiéramos alcanzar el 5% del producto interior bruto. (Rumores). No, señora Martín. Y le
digo una cosa, la ley que presentó antes de ayer la ministra contempla el 5% del producto interior bruto
precisamente como suelo para dotar y financiar adecuadamente la educación. Esos son hechos. Dirá el
señor Mena —lo ha apuntado— que, ciertamente, en ocho meses es difícil hacer mucho más. Estamos
hablando de decenas de decretos, de leyes que han mejorado la vida de los ciudadanos de este país.
Estamos hablando también de una propuesta educativa cierta y que enfila el futuro de la manera adecuada,
como comprobamos el otro día.
Quiero seguir con los datos y con las cifras. El Partido Popular planteó una emboscada que ha llevado
a dos cursos más de Lomce. Esa es la realidad. La emboscada, bajo la capa del pacto por la educación,
era seguir implantando la Lomce.
Lamento profundamente —no está aquí el señor Olòriz, al que me gusta
escuchar y debatir con él— que hayamos paralizado unos presupuestos y, por tanto, a un Gobierno que
hubiera llevado a cabo una ley, como se demostró también el otro día. En este sentido, me parece que el
Partido Socialista no solo tiene bien hechos los deberes en materia política y educativa, sino que tiene,
además, credibilidad en materia de educación.
El proyecto político educativo de Ciudadanos nos remite a
un ámbito preconstitucional. Ustedes quieren recentralizar la educación. Ustedes, en la misma iniciativa
que quieren apoyar hoy, pretenden hacer algo que ya pasó hace mucho tiempo, una España en blanco y
negro, una España que no existe, como no existen las dos Españas.
Hay una sola España. (Aplausos).
En ese sentido —y hablo del decreto; no quiero que se me escape el tema que nos trae hoy aquí, que
también es importante—, el decreto fue una especie de avanzadilla en esa confrontación con la comunidad
educativa para recortar derechos adquiridos por los profesores, pieza fundamental de la educación, y,
además, hizo un daño tremendo, que todavía estamos pagando: el aumento de las ratios; el aumento del
periodo de sustituciones, de las horas lectivas; congelación de los salarios. Empeoramiento, en definitiva,
de la calidad del profesorado, interinidad, precariedad.
Queremos recuperar parte de esos derechos con
este decreto, por supuesto no admitiendo las enmiendas, porque, como les he dicho, hay que hablar de
cifras. La ministra daba ayer algunas cifras —y esto es lo más triste para España, para la única España
constitucional, que es la de todos, la de todos los pueblos de España, por cierto— que yo quiero recordar
en cuanto a los niveles de titulación, por ejemplo, o el abandono temprano escolar; cómo se ha comprobado
que con la Lomce íbamos a mucho peor. Por tanto, ningún efecto.
Lamento, como españolito de a pie, que
tengamos que estar pendientes, precisamente, en una crisis del mayor talento, la mayor capacidad para
cambiar, para transformar un país, la mayor inversión en riqueza —se dice que un euro invertido en
educación se multiplica por cinco. Yo diría que por mucho más—. Hemos perdido siete años preciosos
para este país. ¿Por qué? Por un proyecto ideológico, señora Martín, puramente ideológico. Ustedes
pretenden segregar, quieren crear dos Españas, la de los ricos y la de los pobres.
Mire usted, no; hay una
sola España, que compartimos entre todos.
No quiero que se me escape, en el día de hoy precisamente, lo que decía don Antonio Machado, autor
del libro Juan de Mairena que sigue estando de total actualidad (muestra un libro), porque, como él decía
también, «hoy es siempre todavía». Él decía en ese libro que «entre el hacer las cosas bien y el hacerlas
mal está el no hacerlas, como término medio, no exento de virtud». Es lo que ustedes tenían que haber
hecho y no hacer únicamente un enorme daño a la educación en nuestro país. No está el señor Olòriz, al
que quería haberle dicho hoy desde la tribuna aquello también de Machado: «¿Tu verdad? No, la verdad;
y ven conmigo a buscarla».
Creo que esa es la tarea fundamental. Hablaba al principio de mi intervención
de la importancia de la verdad, de los datos, de las cifras. Manejemos esa verdad. Sé que hay un cierto
calentamiento electoral en este momento, pero el respeto a esta Cámara nos exige la verdad, los datos y
las cifras, y la verdad es que hemos perdido con esta ley de ustedes y con su decreto anterior siete años
preciosos para las generaciones futuras. Pero no se preocupen, con la ley que presentó la ministra
estamos dispuestos a recuperar ese tiempo perdido.
Me queda muy poco tiempo, pero no creo que el presidente interrumpa a Machado. Como se cumplen
ochenta años de su muerte en Colliure, quiero dedicar una primera estrofa de un poema que conocen
ustedes al partido al que tengo el honor de pertenecer, un partido centenario… «Al olmo viejo hendido por el rayo…» dice luego posteriormente: «… con las
lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido». Señorías, yo les deseo a ustedes que
con las lluvias de abril y el sol de mayo de las campañas electorales tengan todos y todas muchísima
suerte.
Este partido centenario se enfrenta a ellas con el vigor de las hojas verdes y el renacimiento que
significan los olmos. Así que, compañeros y compañeras, si me lo permiten, volveremos a gobernar.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Prendes Prendes): Muchas gracias, señor Trillo.
Por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, tiene la palabra el señor Pérez López.
El señor PÉREZ LÓPEZ: Señor presidente, señorías, señora ministra, buenos días.
Debatimos hoy la enmienda al proyecto de ley de mejora de las condiciones de trabajo del profesorado,
un título más extenso que su contenido y, sobre todo, falto total de ambición.
Este proyecto que contempla
suprimir tres medidas del Real Decreto-ley 14/2012, de medidas urgentes de racionalización del gasto
público, y que tenían relación con la carga lectiva del profesorado, la ratio y la sustitución de los profesores
de baja, demuestra el poco esfuerzo que el Gobierno del Partido Socialista ha hecho por la educación en
estos meses que lleva en el ejercicio.
Es un proyecto de tres artículos donde se nos anuncia el final de las
medidas de recorte olvidando que fue el propio Gobierno anterior, el del Partido Popular, el que ya inició
su reversión. Por cierto, siete años donde, una vez más, el Gobierno del Partido Popular tuvo que sacar
de la ruina económica a este país, como tantas veces hace, ya que el Partido Socialista a lo único que se
dedica es a gastar y a dejarnos sumidos en esa profunda ruina.
Con esta propuesta también se aprovecha
para hacer una concesión gratuita más al hacer el Gobierno dejación de sus competencias, trasladando
una responsabilidad de ámbito nacional al arbitrio de las comunidades autónomas. Y todo esto también,
señorías, sin escuchar al Consejo Escolar del Estado y a la opinión mayoritaria de la comunidad educativa.
Por eso, decimos que esta ley muestra la falta de ambición del Gobierno socialista y, sobre todo, la falta
de rigor a la hora de cumplir con su compromiso y con la necesidad educativa de los españoles. Porque,
miren ustedes, son ustedes, el Gobierno socialista, los que tienen dos agendas políticas: una agenda para
la oposición y una agenda para el Gobierno.
En la oposición su agenda era el 5% del producto interior
bruto para educación, y la agenda del Gobierno es que en vez de 2500 millones, se quedan en 150.
Anuncian un incremento de las becas a sabiendas que el presupuesto no iba a prosperar; prometen un
plan contra el abandono escolar del que nunca más se supo, y presentan una ley de educación que saben
que no se puede tramitar.
Por tanto, una agenda para la oposición y otra agenda muy diferente, muy
distinta, para el Gobierno; un Gobierno que nosotros entendemos que no puede renunciar a sus
competencias al dejar las horas lectivas del profesorado al arbitrio de las comunidades autónomas.
Desde
luego, nosotros entendemos que hay que tener más sensibilidad, ya que el Consejo Escolar del Estado
les recomendó que las mejoras contempladas beneficien también a todos los profesores de los centros
concertados, aspectos que ustedes han pasado por alto. Y es que el mencionado consejo, el pasado 2 de
octubre, en su dictamen 18/2018, recomienda una homogeneización en toda España de la parte lectiva
de la jornada laboral de los docentes para evitar desigualdades entre el profesorado y establecer un
máximo de veintitrés horas lectivas para los docentes en infantil y en primaria, y dieciocho para secundaria,
unas recomendaciones que, a la vista está, ustedes no han seguido y que son también una demanda de
los sindicatos.
Por eso, tras ese título tan largo, tan sugerente, al final —decíamos— se esconde una norma sin
ningún tipo de ambición. Es más, ustedes hacen referencia a la aplicación de la LOE con relación a la ratio
alumno/aula pero esconden que esa referencia, antes y después de la Lomce, ya permitía un incremento
del 10% del número de alumnos, tal y como lo refiere el propio artículo 87 de la LOE.
También hay que
decir que el incremento de la ratio está condicionado a la tasa de reposición del profesorado. Cuando
ustedes abandonaron el Gobierno en 2011 esa tasa de reposición estaba en el 35%, mientras que
en 2016, en 2017 y en 2018, con nosotros en el Gobierno, ya estaba en el 100%. Por tanto, ha permitido
no solo que se vuelva a los términos establecidos en la normativa básica sino que se encuentre por debajo
de lo que establece la propia ley, sobre todo respecto a la enseñanza pública.
Desde luego, los ejemplos son claros y aquí se pedía rigor.
Efectivamente, hoy sabemos que la
ratio puede ser de 25 alumnos en primaria y de 30 en secundaria. La realidad hoy día de nuestros
centros educativos es que en primaria la ratio está en 21,9 y en secundaria en 25,4. Nuestras ratios no solo están por debajo de lo que establece la propia normativa básica sino que se encuentra en la
media de la OCDE. Por tanto, ese discurso que estamos escuchando de destrozo de la enseñanza
pública, de hacinamiento en las aulas, etcétera, simplemente no se ajusta a la verdad, cuando se
pone negro sobre blanco, comprobamos que no es real.
Por eso decíamos que nada aporta este
proyecto a las condiciones de mejora de la calidad de nuestro sistema educativo. No son estos los
retos a los que debemos enfrentarnos ni son los que demanda la sociedad española. (La señora
presidenta ocupa la Presidencia).
Por cierto, señoría, el sistema educativo no está peor que
en 2011, está mucho mejor; es más, a los profesores debemos agradecerles que nuestro país tenga
una tasa de abandono educativo temprano del 18,2 % —esos son los datos oficiales—, desde luego
está mucho más cerca hoy de ese 15 % que la Unión Europea nos marca para 2020 que cuando
ustedes dejaron el Gobierno, que estaba en el 28 %. Esos son los datos puros y duros, les guste o no
les guste.
Al menos la herencia que ustedes han recibido es mucho mejor que la que nosotros nos encontramos
y no solo en relación al abandono educativo temprano sino también respecto al profesorado. Pero lo que
no podemos pasar por alto es el hecho de que ustedes con su norma rompen de facto los cuerpos
nacionales del profesorado, ceden sus competencias al arbitrio de lo que decidan las comunidades,
diseñan un profesorado con diferentes derechos y obligaciones y dan un paso más hacia una ruptura
definitiva del sistema educativo español.
La igualdad de derechos, deberes y oportunidades de los
docentes ha de estar presente en cuantas decisiones asuma el Gobierno y eso para nosotros es
innegociable. El profesorado, señorías, requería algo más y pedía algo más a este proyecto; requiere una
apuesta decidida por el diseño de la carrera profesional, por un cambio en el sistema de acceso, por un
impulso al reconocimiento profesional y económico de los docentes.
Por último, señorías, dos consideraciones finales.
Se ha hablado de Machado. No soy un especialista
en la literatura española del Siglo de Oro, pero en mi época algo sabíamos de Fray Luis de León y de San
Juan de la Cruz. No le vamos a pedir al presidente que se lea el Cántico espiritual o la Subida al Monte
Carmelo —bastante tiene con cambiar el colchón de la Moncloa—, pero al menos que alguien se preocupe
de revisarle los textos. De esta manera, le hubieran dicho que la célebre frase «Decíamos ayer» fue
pronunciada por Fray Luis de León al retomar sus clases en Salamanca tras permanecer cinco años preso
en Valladolid.
E incluso, ya que se habla de Machado, alguien podría recordarle que Machado nació en
Sevilla y no en Soria. Los que nos dedicamos a la enseñanza sabemos que la Logse ha provocado
grandes lagunas en el conocimiento del alumnado pero si es hasta el punto de confundir personajes tan
importantes, la verdad es que nos deja muy preocupados. Por esta razón a lo mejor encontramos por qué
ustedes la igualdad de oportunidades la cambiaron por la igualdad de resultados.
Una última recomendación y con esto termino. Me refiero, señora ministra, a los centros de educación
especial. Yo les pido que se acerquen a ellos sin ningún tipo de prejuicios, los conozcan, comprueben los
recursos de que disponen, la gran preparación y vocación de sus profesionales y el nivel de satisfacción
de los padres. Abandonen esos prejuicios, reconozcan su error y apuesten por ellos.
Muchas gracias. (Aplausos.—la señora ministra de Educación y Formación Profesional, Celaá
Diéguez, pide la palabra).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
En nombre del Gobierno ha pedido la palabra la señora ministra de Educación y Formación Profesional,
a quien le doy la palabra.
La señora MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL (Celaá Diéguez): Muchas
gracias, presidenta.
Señorías, muchísimas gracias por el debate obtenido. Con la aprobación de esta ley se hace mucho
más que una reversión de los recortes que se produjeron en 2012 con el Real Decreto 14/2012. Con la
aprobación de esta ley, que espero pueda llevarse a cabo esta tarde la votación, se salda una deuda con
el profesorado y con las familias.
Un profesorado que gracias a su profesionalidad, gracias a su dedicación,
ha sido capaz de, aun viendo muy perjudicadas sus condiciones de trabajo, dedicarse enteramente a la
mejora de la escuela y de la educación. Y unas familias que han tenido que soportar de la noche a la
mañana incrementos de ratios de hasta un 20% en las aulas de sus hijos e hijas y una espera de hasta
diez días para que un profesor, un docente, un profesional, fuera sustituido.
Es de justicia revertir estos
recortes porque estos recortes redundan en la mejora de la educación española y con ello redundan en la
mejora de la sociedad española.
El profesorado vio incrementadas sus horas de docencia directa, pero la cuestión pendiente en la
educación española, una cuestión cultural que hemos de mejorar, es que el profesorado se dedique
más a la observación, más al trabajo colaborativo con el resto del elenco de profesores para la atención
individualizada al alumno. Es decir, entre las medidas que recomienda este proyecto de ley, una
disminución en la docencia directa va a redundar en la mejora obviamente de la educación porque la
jornada laboral del profesor sigue presente; y, desde luego, supone una mejora en la llegada de aquellas
personas que han de ser sustituidas.
Por tanto, este proyecto de ley es una mejora sustantiva para la
educación española.
Aprovecho la oportunidad para agradecer a los grupos su trabajo, desde luego al grupo parlamentario
que sustenta al Gobierno y a todos los grupos de la Cámara, que hayan trabajado con atención en una
cuestión tan importante como es la reversión de los recortes del 14/2012.
Y en especial, quiero agradecer
a los profesionales, los profesores y profesoras del sistema educativo español su dedicación y su mérito
porque han sido capaces de soportar durante la crisis unas condiciones de trabajo muy duras y, sin
embargo, hacer que su trabajo siga teniendo una gran calidad para los alumnos, verdadero objetivo del
sistema, y para las familias españolas.
Muchas gracias. (Aplausos).
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