domingo, 18 de junio de 2017

DISCURSO PEDRO SÁNCHEZ CONGRESO 18062017

Bon día, buenos días, bos días, egun on. Gracias compañeros y compañeras. Gracias a los delegados y delegadas, a los partidos hermanos, a los sindicatos y a las organizaciones sociales que nos acompañáis. 

Gracias a los trabajadores que habéis hecho posible que este Congreso salga adelante. Y gracias a las plataformas y a todos los afiliados, hayáis votado a quien hayáis votado. Todos y todas habéis dado una lección de respeto y compañerismo, de democracia y libertad, de autonomía y dignidad. Olvidamos quiénes éramos. 

Y quiero daros las gracias porque os levantasteis para recordárnoslo. Nos dijisteis somos el PSOE, somos la izquierda y España nos necesita. El nuevo PSOE se abre paso, que es el PSOE de siempre. El que nunca tuvo miedo al cambio, el que siempre lideró el cambio

Delegados, Ante el Congreso que vosotros formáis, después del voto de los militantes, os damos las gracias por vuestra confianza y nos ponemos a vuestro servicio como Comisión Ejecutiva Federal. Una Ejecutiva plural, intergeneracional, paritaria y diversa. Gracias compañeros por asumir esta alta responsabilidad. 

Del proceso de primarias hay tres reflexiones que me gustaría compartir. La primera: La democracia interna a quien legitima es al partido, a los 200.000 afiliados que formamos la gran familia socialista. Hoy hay un único y claro ganador: el PSOE. Y con un PSOE ganador, gana la izquierda y gana España. Segunda: Con más democracia vamos a construir el nuevo PSOE, y con más democracia vamos hacer de España un país mejor. Quiero dirigirme a quienes se convocaron hace 6 años, un 15 de mayo, al grito de no nos representan. A todos ellos les decimos que su demanda de regeneración aún insatisfecha, pronto será una realidad. Que trabajaremos unidos para hacer una política limpia, participativa, independiente de los poderes económicos que garantice una Justicia libre de injerencias y extirpar la corrupción de nuestra democracia. Somos la izquierda de Gobierno. Con ejemplaridad y solvencia, aspiramos a representar a quienes gritaban que nadie les representaba. 

Y tercera reflexión: las primarias han sido un ejercicio colectivo, valiente y sincero de una organización centenaria para renovar nuestro proyecto. Hoy el reloj del PSOE y el de España marcan la misma hora. Hoy el PSOE pone rumbo a La Moncloa

Amigos y amigas, Quiero dar las gracias a los millones de ciudadanos que siguen confiando en nosotros. Y dirigirme a aquellos ciudadanos que, durante estos meses, vuelven a mirarnos con una esperanza renovada. A todos ellos les digo: Aquí está el PSOE. Aquí está la izquierda de Gobierno. Somos la izquierda que cuando gobernó puso en pie el Estado del Bienestar; somos la izquierda que reconoció derechos y libertades como la igualdad entre hombres y mujeres; Somos la izquierda con Memoria Histórica; somos la izquierda que puso a España en el corazón de Europa; somos la izquierda que puso fin al terrorismo de ETA. 

Somos el PSOE. Algunos dicen querer recuperar lo que la socialdemocracia construyó y la derecha desmanteló. Que no se preocupen, aquí está de nuevo el PSOE. Aquí está la izquierda de Gobierno. La izquierda que cumple, la izquierda que escucha. La izquierda que unirá lo que la derecha quebró: empleo y derechos, estado y bienestar, juventud y oportunidades, mujeres e igualdad, pensiones y dignidad. Y porque somos la izquierda de Gobierno, miraremos de frente a la derecha. Ni de lado ni desde abajo. De frente.

No competimos más que con el PP. Nuestra única meta es derrotar a la derecha para gobernar por la justicia social. Quiero anunciaros que trabajaré para conseguir una mayoría parlamentaria que cierre esta etapa negra de gobierno del Partido Popular. Hoy el cambio depende fundamentalmente de tres. Si continúan los vetos, pediremos a los españoles que con su voto hagan que el cambio dependa de uno: el Partido Socialista. 

Hasta que llegue ese momento afirmamos, primero: que estamos abiertos al dialogo con el resto de fuerzas del cambio, respetando la autonomía política de cada organización. Segundo: el Partido Popular no cuenta con mayoría absoluta, por lo que con diálogo, podremos revertir juntos ya muchas de las leyes retrógradas aprobadas por la derecha. Tercero: pongámonos ya en marcha. Proponemos abrir un espacio de negociación y acuerdo con el resto de fuerzas del cambio en el Parlamento. Nuestras prioridades: el empleo con salarios decentes, la reindustrialización de nuestro país, la reconstrucción del Estado del Bienestar, la crisis territorial y la lucha contra la corrupción

El PSOE vuelve a ser el partido de la izquierda de este país. Cuando hablamos del centro es para poner en el centro de la acción política la agenda de la izquierda, que es la agenda de la mayoría social: crear empleos dignos, amparar a los millones de parados, defender la sanidad y la educación pública, construir la igualdad real entre hombres y mujeres, proteger el planeta, acabar con la pobreza infantil y garantizar pensiones dignas. 

Amigos, si tuviéramos que categorizar el tipo de oposición que vamos a hacer sería el de una oposición de Estado. Haremos oposición de Estado. Los españoles pueden estar seguros de que el PSOE estará con el Estado, pero no con este Gobierno. Estaremos con los ciudadanos de a pie a los que sirve el Estado. Defenderemos sus derechos como defenderemos a quienes garantizan esos derechos: los maestros, el personal sanitario, los jueces y fiscales… todos los hombres y mujeres que hacen funcionar nuestro Estado a pesar de los recortes, la corrupción y la manipulación del Gobierno.

Porque estamos con el Estado, estamos enfrente de este Gobierno. Oposición de Estado es defender la Constitución frente a este Gobierno que la ataca con sus políticas. Le decimos al sr. presidente del Gobierno que cuando la Constitución habla de igualdad para todos, su Gobierno la incumple con sus recortes en sanidad, en educación, en dependencia y en pensiones públicas. Cuando la Constitución habla de una fiscalidad justa, el Gobierno la incumple con la amnistía fiscal. Defenderemos al Estado de este Gobierno. 

Cuando la Constitución habla de libertades, el actual gobierno la incumple poniendo una mordaza a todos los españoles. Amordazar a la Administración, instrumentalizar a la policía, los jueces y los fiscales es ir contra la Constitución. Contra todos los españoles. Hablar con delincuentes sabiendo que lo son, como hace este Gobierno, también lo es. Porque somos aliados del Estado, haremos oposición a este Gobierno. 

Cuando la Constitución defiende una España que conserve y promueve el patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España, yo me pregunto por qué se ataca a nuestra industria cultural, por qué no recuperamos el legado patrimonial de nuestros pueblos; yo me pregunto por qué no tenemos por primera vez un Gobierno que defienda el catalán, el gallego o el euskera con la misma fuerza que el castellano. ¿Hay algo más ajeno a la Constitución que institucionalizar la desigualdad, la injusticia y la corrupción? Nuestros enemigos son todos aquellos que corrompen nuestra Constitución y nuestras instituciones y las quieren someter al servicio de sus intereses privados. Por eso haremos oposición de Estado. Porque defendemos al Estado y a la Constitución de los ataques de este Gobierno.

Amigos y amigas, El cambio en España es necesario. España hoy es más desigual que hace 6 años. A más derecha, mayor desigualdad y precariedad. Hoy hay 13 millones de ciudadanos en riesgo de pobreza, Hoy vemos personas buscando comida en contenedores de basura mientras su gobierno amnistía fiscalmente a políticos corruptos… 

Hoy los padres ven a sus hijos emigrar, sufrir la precariedad laboral y ni siquiera pueden imaginarse su emancipación, y hoy los hijos ven a sus padres sufrir el paro de larga duración… Hoy asistimos al horror de ver a mujeres y sus hijos asesinados por sus parejas o exparejas… Hoy hay miles de seres humanos agolpándose a las puertas de Europa huyendo del terror o muriendo en el mediterráneo… 

Hoy está en riesgo el proyecto europeo por los errores propios y los ataques ajenos del eje Putin-Trump deseoso de quebrar nuestra unión y acabar con el multilateralismo como única forma de gobernar y humanizar la globalización. Como la única manera de luchar contra la pobreza y afrontar el cambio climático… 

Todo esto ocurre hoy. Y hoy la izquierda dice basta. Como dijo nuestro inolvidable compañero, Pedro Zerolo, cuando somos valientes, acertamos siempre. Seamos valientes. Ya hemos comprobado las consecuencias del neoliberalismo del Partido Popular en España y en Europa. Eso que el actual presidente del Gobierno llama sentido común, no es más que pensamiento retrógrado injusto e insolidario. Cuando el PP ha tenido que elegir, lo ha hecho siempre contra los débiles: rescatar los bancos con dinero de todos. Defender a la escuela privada frente a escuela pública. Amnistías fiscales para los grandes defraudadores frente a subidas de impuestos a la mayoría social.

En seis años, el PP sólo ha ofrecido soluciones sin justicia y sin derechos. Soluciones de unos pocos para unos pocos, provocando indefensión y vulnerabilidades a la mayoría. Frente a ello, el PSOE propondrá soluciones justas. Frente a los recortes del Estado del Bienestar y la precariedad, proponemos la solución justa de ser competitivos produciendo mejor, no más barato. Ganar competitividad a base de emprender, innovar y reindustrializar

No de devaluar las condiciones de vida de los trabajadores, autónomos y pequeños empresarios. Frente a la despoblación, proponemos apostar por la cohesión social y territorial desde la gran ciudad al pueblo más pequeño. Ayudar al campo, la montaña, al sector de la ganadería y la agroindustria, la agricultura y el sector pesquero abandonados por el Gobierno

Frente a la degradación del planeta y la pobreza energética, proponemos impulsar una ley de cambio climático y apostar por el ahorro energético, por las formas sostenibles de movilidad y por las energías renovables. Impulsar una transición ecológica de nuestra economía. Una transición que debe ser justa y sacar del abandono a las cuencas mineras olvidadas por este Gobierno. 

Frente a la reforma laboral, proponemos apostar por su derogación. Recuperar la negociación colectiva, elevar el salario mínimo, aprobar la ley de igualdad laboral, apostar por el pacto de rentas, y apostar por la conciliación laboral y familiar para evitar problemas como el de la generación llave

Frente a las amnistías fiscales, proponemos decir que si queremos un Estado del Bienestar de primera necesitamos un sistema fiscal de primera. Para que paguen más los que más tienen. Pero, sobre todo, para que paguen quienes defraudan. Frente al abandono de la Dependencia y la desigualdad proponemos abrir el debate de la renta básica, el impuesto negativo, e impulsar el ingreso mínimo vital que acabe con la pobreza que más nos duele: la pobreza infantil. 

Frente al ataque de este Gobierno a nuestra industria cultural, al abandono de las Humanidades en la educación que crean ciudadanos libre pensadores, proponemos convertir a la cultura como un eje transversal a la acción política global y reforzar la literatura, la filosofía, la historia y el arte. 

Por cierto, Yo llevo a mis hijas a la escuela pública (orgullo maestro) y quiero que se les enseñe educación para la ciudadanía no religión. Frente a la violencia machista, la igualdad real de género. No es asumible ni una asesinada más por el hecho de ser mujer, y no puede haber ni una sola decisión política o jurídica de nuestro país que no esté encaminada a que este horror desaparezca. Apelo a todos, a todos los hombres de este partido para que se conviertan en los grandes arietes de este combate por la democracia real, la que trata por igual a mujeres y hombres. 

Frente a la gran coalición en Europa, apostaremos por una nueva alianza de fuerzas progresistas. Por una Unión que ponga fin a la quiebra entre el norte y el sur. Que anteponga los intereses de todos los ciudadanos y no actúe bajo la lógica del país acreedor frente al país deudor, causando dolor y poniendo en riesgo la prosperidad presente y futura de millones de europeos. Que sea solidaria con los refugiados. Que anteponga la inversión creadora de empleo a los recortes. Una Europa que acabe con los paraísos fiscales. Que impulse la reindustrialización de nuestro país y del continente. 

Hagamos realidad la visión que reivindicó un gran socialista, Txiki Benegas, cuando recién integrada España en la Unión, apostaba por el liderazgo mundial de una Europa basada en los valores de paz, democracia, respeto a los derechos humanos y la solidaridad. Compañeros, Diremos basta a los patriotas que confunden patria con patrimonio y se lo llevan a paraísos fiscales. Nuestra patria está en otras latitudes. Nuestra patria está en las aulas de las escuelas públicas y en las camas de los hospitales públicos que abrimos donde gobernamos los socialistas

Nuestra patria se escribe con “e” de España, sí, y también con la “s” de solidaridad, porque no entendemos otra forma de seguir construyendo la dignidad humana. Así que no más contemporizaciones. Soluciones justas frente a un partido corrupto de un Gobierno injusto que sólo ha traído precariedad y desigualdad.

Propondremos las soluciones justas que necesita el país para volver a respetarse a sí mismo. Y sólo la izquierda de Gobierno puede hacerlo posible. Una izquierda que mire al futuro. Decía Willy Brandt que las organizaciones que se aferran al pasado no ganarán el futuro. Es verdad que los derechos y las libertades que hoy se reivindican en la calle, y que son ya patrimonio de todos los españoles, existen porque las aprobamos los socialistas. 

Estamos muy orgullosos de que los mayores avances del país lleven las siglas del PSOE. Pero, amigos, a la mujer de 50 años que pierde su empleo no le preocupa quien creó la sanidad, lo que le angustia es de qué va a vivir mañana. Al joven que ha cumplido, que se ha pasado la vida estudiando y no tiene la oportunidad que merece, le importa menos quien trajo la educación pública, y más si encontrará un trabajo o deberá emigrar. Hoy, millones de españoles ven el futuro con temor. Sienten que sus hijos tendrán un futuro peor que el suyo. Y el temor es el mejor aliado de la derecha. Combatamos el miedo construyendo un futuro de esperanza. 

Dejemos que la derecha agite la bandera del miedo que nosotros levantaremos la de la democracia, la de la ilusión, la del compromiso, la de la coherencia, la de los ideales, la de la conquista de derechos y libertades. Es mucho lo que hemos hecho, pero aún más los que nos queda por hacer. El socialismo no es sólo la historia que nos han contado, sino la historia que queremos escribir. Ya conquistamos el pasado, ahora nos toca conquistar el futuro. 

Y en este punto quiero dirigirme a tres colectivos importantes para los socialistas: los hombres y las mujeres jóvenes, a quienes tenéis más de 45 años y a los mayores. A los jóvenes, a aquellos que pertenecéis a la generación millennial: el futuro es vuestro porque vosotros sois el futuro. Sois la generación más capaz, formada, inquieta y solidaria de nuestra democracia. Sois los protagonistas del próximo cambio en España. No permitiremos ni el becariado, ni el precariado, ni vuestro exilio, injusto como todos. Os traeremos a todos los que queráis de vuelta a casa a que aportéis lo mejor, lo necesitamos, os esperamos con impaciencia. No permitiremos que seáis la generación perdida. Nuestra apuesta es impulsar la revolución del talento, la revolución que llevará de nuevo a la socialdemocracia a La Moncloa. 

A los hombres y mujeres de más de 45 años. No seréis la generación olvidada. Quienes sufrís la precariedad o el paro de larga duración, a quienes os han eliminado vuestras cotizaciones a la Seguridad Social poniendo en riesgo una pensión digna… os decimos que lucharemos por restituir vuestros derechos y por crear nuevas prestaciones que sean un colchón necesario hasta que encontréis un empleo u os jubiléis

Y a los hombres y mujeres mayores: sobre la precaria situación de las pensiones, quería hacer una reflexión y trasladar un compromiso. La reflexión: Muchas veces, los números en lugar de aclarar la verdad pueden ocultarla. El presidente Rajoy dice en Bruselas que el gasto de las pensiones se mantendrá en el torno del 12% del PIB durante los próximos años, pero esconde que se va a multiplicar por dos el número de jubilados, luego se recortarán a la mitad las pensiones si continúa gobernando la derecha. El compromiso: garantizaremos pensiones dignas. Proteger a nuestros mayores será el mayor de nuestros compromisos

Las pensiones son una prioridad para la izquierda. Y subirlas es una política de izquierdas y devaluarlas, como hace el gobierno, es una política de derechas. España necesita nuestra alternativa. Hay una crisis de liderazgo en nuestro país. Ni el presidente, ni su gobierno, ni su partido se parecen a España. Dicen estar preocupados por los españoles, pero ni conocen ni les importa su día a día. 

El umbral ético y social de nuestro país está muy por encima de todos ellos. Ni escuchan ni creen en las personas. La España que viene pide cambio y está poniendo sus ojos en nosotros. En nuestra alternativa. En un PSOE de izquierdas, creíble y coherente. Una izquierda de Gobierno que garantiza seguridad, solidez, seriedad y solvencia. Y que será fiel al mandato de sus electores y no se olvidará de ellos cuando recupere La Moncloa. 

Este reto implica una gran responsabilidad que nos exige una constante evolución en tres pasos: 
  • uno, volver a hacer bien lo que siempre hicimos bien para ganar al PP.
  • Dos: devolver la autoestima a todos los españoles. España necesita un liderazgo colaborativo en el que la principal fuerza es su mensaje: vamos a poner a España otra vez en marcha. 
  • Y tres, un liderazgo que diga sí a ser la fuerza vertebradora del cambio. 


Es posible. Miremos a nuestros hermanos portugueses. La política puede si la política quiere. Y nosotros queremos. Claro que se puede gobernar con rigor. Pero gobernar con rigor no es gobernar como hace la derecha, dándole todo a unos pocos y negando todo a la mayoría. Para nosotros gobernar con rigor consiste en pensar no en quien más tiene, sino en quien más lo necesita. Es otra forma de gobernar, es otra forma de hacer: se llama socialdemocracia. Y que se escuche bien: ser socialista es ser de izquierdas, y nosotros estamos orgullosos de ser de izquierdas. Estamos orgullosos de nuestras ideas, de nuestros valores, de los millones de socialistas de corazón, con o sin carnet, que lo dieron todo para hacer de este un país más digno y más libre. 

Y estamos orgullosos de cada uno de los presidentes autonómicos, de los alcaldes y alcaldesas socialistas que cada día trabajan para proteger los derechos, para conquistar nuevas libertades, para cambiar sus pueblos y comunidades, para frenar al gobierno de la derecha. Porque sabemos cómo hacerlo, solo nosotros podemos liderar las grandes transformaciones del país. 

Si España no cambia el rumbo, si no se moderniza, corremos el riesgo de situarnos en el vagón de cola de la globalización. Amigos y amigas, Nuestro deber es liderar un proyecto de democracia radical, basado en la ejemplaridad, ante el descrédito político e institucional del Gobierno. España sufre una condena de 6 años de precariedad, desigualdad…y corrupción. Por primera vez en la historia de nuestra democracia, un presidente del gobierno declarará ante los tribunales por la financiación irregular de su partido. El presidente del Gobierno dice que en el PP nadie se porta nunca mal. Son todos buenos. Según él nunca hubo tanta gente buena en la cárcel. Para él los malos son los jueces que los encarcelan y los policías que registran sus sedes.

Por eso tenemos un Gobierno que en lugar de apoyar, persigue a los jueces y fiscales que investigan su corrupción. Ante los casos de corrupción que le asedian, lo único que atina a decir el presidente del Gobierno es que se siente engañado y traicionado. Que imagine cómo se sienten todos los españoles. Si el Gobierno no pone fin a su agonía, agonizarán las instituciones. 

Hemos visto a Esperanza Aguirre dimitir. Aguirre no estaba más salpicada de corrupción que su compañero de partido, Mariano Rajoy. Pero para el sr. Rajoy cualquier dimisión es razonable menos la suya. Incluso se permite decir que gracias a él, en España quien la hace la paga. No. A quien le pillan la paga. ¿Cuántos Barcenas, Granados, Ignacio González hay escondidos sin pillar? 

El Partido Popular necesita de una cura de regeneración que sólo puede tener en la oposición. Tenemos que elevar la calidad de nuestras instituciones. La corrupción no son solo las comisiones ilegales, también lo es el uso partidario de las instituciones de todos. Y el Partido Popular es líder en ambos casos. 

Se empieza promoviendo como ministro de Hacienda a quien después de haberlo sido con Aznar montó una asesoría fiscal y luego amnistió fiscalmente a sus compañeros de partido. Se continúa nombrado como fiscal anticorrupción a alguien con empresas en paraísos fiscales. Y se instrumentaliza la televisión pública para sus fines partidarios. Trabajaremos por recuperar la pluralidad de los medios de comunicación públicos. 

Compañeros y compañeras, Estoy a favor de España y del catalanismo. El catalanismo como nos recuerda Miquel Iceta. Como un sentimiento cívico, transversal, el amor por la tierra, la cultura y la lengua catalana y que lejos de dar la espalda a su realidad española, se abraza a ella, se implica, se compromete junto a millones de compatriotas españoles en la transformación y la modernización de España.  Sí, estoy a favor de España y del catalanismo. Esta afirmación puede sonar paradójica tal y como está planteado hoy el debate sobre Cataluña. 

En Cataluña porque desde hace años el debate lo centra el llamado Proceso, la corriente independentista que busca la segregación de Cataluña. Un camino que rechazamos. El falso argumento que utiliza el independentismo es que el pacto constitucional de 1978, mayoritariamente apoyado por el pueblo catalán, ha sido un engaño histórico. Y, de otro lado, para la derecha española, con una fuerte pulsión neocentralista que cree que los sucesivos procesos descentralizadores acometidos durante décadas de democracia, han debilitado a la nación española. 

Afirmar que estamos a favor de España y del catalanismo es enfrentarnos a estas dos visiones excluyentes que se retroalimentan mutuamente, que impiden avanzar en la búsqueda de una solución pactada, y que pretenden monopolizar el debate sobre lo que es España y lo que es Cataluña, como si entre una y otra no hubiera alternativa. Pero la hay. 

Frente al fatalismo, nosotros decimos basta a esta regresión política que daña nuestra convivencia, que esconde asuntos centrales en el debate público para los ciudadanos de a pie como es el empleo digno, los servicios públicos, el futuro de los jóvenes, el duro presente de millones de personas y la lucha contra la corrupción. Los dos gobiernos que se envuelven en banderas son dirigidos por partidos carcomidos por la corrupción. Entre el neocentralismo y el independentismo se abre un espacio de encuentro tan amplio como mayoritario a ambos lados del Ebro. 

Espacio que defiende la idea de que España es un proyecto compartido y favorable al fortalecimiento del autogobierno catalán y al reconocimiento de su identidad nacional. Y ese espacio de diálogo, negociación y acuerdo es el que proponemos el PSC y el PSOE. No creemos en identidades homogéneas y excluyentes. Somos partidarios de la convivencia de identidades diversas en proyectos democráticos compartidos. Los sentimientos de identidad y de pertenencia son plurales y dinámicos, y su convivencia es posible a partir de un profundo sentimiento de fraternidad y de una organización federal del Estado. Por eso es posible estar, como yo lo estoy, a favor de España y del catalanismo. Desde siempre, los éxitos del catalanismo han sido los éxitos de la democracia española. La democracia española y el autogobierno de Cataluña han ido siempre de la mano.

Y conviene decir, casi 40 años después del pacto constitucional, que es el catalanismo, hoy desdeñado por el independentismo, el que ha hecho posible que Cataluña cuente con el nivel de autogobierno más amplio y ambicioso de su historia, al igual que la extensión y el uso social y cultural de la lengua catalana. Y que la Constitución española reconoce el autogobierno catalán no como una concesión, sino como un derecho del pueblo de Cataluña. 

Hoy hay dos gobiernos, en Madrid y en Barcelona, que no desean iniciar dialogo alguno y viven mejor en el conflicto. Pero los progresistas nunca hemos rehuido las situaciones complejas. Tenemos respuesta para una situación histórica que afecta a la estructura territorial de nuestro Estado. Por primera vez en la historia de nuestro país, tenemos acumulada una experiencia de convivencia de nuestros pueblos, diversos entre sí, sin que se haya producido la ruptura de nuestro Estado y demostrándonos a nosotros mismos que este problema secular, se resuelve con criterios democráticos: respeto a la diversidad, sin menoscabo de la igualdad básica de todos los españoles. 

Pero la España de hoy no es la de hace casi 40 años. Por eso hay que reformar la Constitución. Nuestro modelo autonómico necesita importantes ajustes y no solo derivados por la situación planteada por el independentismo catalán. Somos un país con un solo Estado y con una única soberanía, la del conjunto de españoles, por eso no apoyamos la referéndum independentista. Defendemos la idea de Gregorio Peces Barba: que España es una nación de naciones con una única soberanía, la de todos los españoles, y con un único Estado. Un Estado que 40 años después exige reformarse, culminar su ser federal y perfeccionar el reconocimiento de su carácter plurinacional. 

Somos un país resistente, que no se fractura cuando desde la entrada en vigor de nuestra Constitución se reconoce el derecho al autogobierno de sus pueblos. Aquí estamos 40 años después, pudiendo ser andaluces y españoles, gallegos y españoles, catalanes y españoles. Todas ellas identidades que suman. No podremos encontrar soluciones ni desde el intento de romper la unidad territorial ni desde el neocentralismo que continua sin admitir la realidad de un país con diversidad territorial. Los socialistas pensamos que la salida lógica y racional llegados a este punto del desarrollo de la España autonómica, es la reforma federal del Estado, asentada en nuestros propios acuerdos de la Declaración de Granada

Un modelo que dé cauce, con lealtad entre todos, a un Estado donde Cataluña encuentre su sitio y desde donde podamos contribuir de manera decisiva a una Europa que siga dando el verdadero combate de nuestro tiempo: la justicia social, la única garantía de seguir el camino de la libertad y la igualdad. Algunos dirán que esto es difícil. Fácil no es, pero sí posible, ¿Sabéis por qué? 

Porque España no es ni Rajoy ni el PP. España no es inmovilista, España no es insolidaria, España no es anticatalana. España es plural y diversa, España es progresista, España es solidaria, España quiere a Cataluña. Compañeros, Haremos política con los hechos. La izquierda de gobierno es la que dice y la que hace. Han sido meses intensos, difíciles para el socialismo español. En el camino, hemos perdido grandes compañeros. En nuestra memoria Toño Alonso y Elena de la Cruz. 

Quiero terminar mi intervención recordando a una mujer extraordinaria: Carme Chacón. Carme nos ha dejado pero su recuerdo y su ejemplo seguirá vivo entre nosotros. En su discurso de presentación a la Secretaría General del partido, Carme dijo: “el PSOE debe ser coherente. Si decimos izquierda, hacemos izquierda. Si decimos cambio, hacemos cambio”. Hoy las palabras de Carme están tan vivas como su recuerdo, porque los socialistas hemos decidido seguir el camino que ella nos señaló. 

El camino de cumplir con la palabra dada, volver a ser la izquierda de nuestro país, y ser la alternativa al gobierno de la derecha. En política como en la vida, hay que optar, se exige elegir bajo qué bandera se lucha. Bajo qué idea. Para qué sueños. Los socialistas ya hemos elegido. Y hemos elegido volver a creer en la política. Bob Dylan cantó que los tiempos están cambiando, y la política tiene que cambiar con los tiempos. 

Frente a la explotación, elegimos buenos empleos.

Frente a los recortes, dignidad. 

Frente a la confrontación territorial, federalismo. 

Frente a la desigualdad de la mujer, feminismo. 

Frente al expolio de nuestros recursos naturales, ecologismo. 

Frente al poder de unos pocos, democracia. 

Frente a la corrupción, decencia. 

Frente al conformismo, rebeldía. 

Frente a la resignación, elegimos la esperanza, la esperanza en un futuro mejor. 

Compañeros y compañeras, Hemos dicho izquierda, hagamos izquierda. Hemos dicho cambio, hagamos realidad el cambio. Gracias. Muchas gracias y adelante. Rumbo a La Moncloa.

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