domingo, 26 de enero de 2020

DIARIO SESIONES PLENO 16 ENERO PACTOS GOBIERNO

SEÑOR PRESIDENTE DE LAS CORTES: El primer punto del orden del día está constituido por el Debate General número 36, relativo a la necesidad de un apoyo institucional a los órganos constitucionales y sobre los pactos del Gobierno de la nación con los independentistas, presentado por el Grupo Parlamentario Ciudadanos. 

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 197.2 del Reglamento de la Cámara, procedemos al turno de los grupos parlamentarios por tiempo máximo de 15 minutos. En representación del Grupo Parlamentario de Ciudadanos tiene la palabra su portavoz, doña Carmen Picazo. 

DOÑA MARÍA DEL CARMEN PICAZO PÉREZ: Muchas gracias, señor presidente. Vivimos momentos confusos. Yo diría que en la actualidad vivimos en el mundo al revés. Miren por qué se lo digo: ahora, según el relato de Pedro Sánchez, resulta que lo progresista es romper el principio de igualdad entre los españoles. Es de izquierdas privilegiar a las comunidades más ricas en detrimento de las que menos tienen, de las más pobres, como si fuera Robin Hood, pero al revés. Lo decente parece ser que es utilizar las instituciones del Estado de derecho, todas ellas en beneficio propio del partido o del Gobierno. 

El ejemplo más reciente lo hemos tenido en la designación de la exministra de Justicia, María Dolores Delgado, como nueva fiscal general del Estado. Es que Sánchez ni siquiera se permite el lujo de disimular. Pero es que ayer veíamos cómo el Consejo General del Poder Judicial emitía un comunicado en defensa del Poder Judicial, ante las declaraciones vertidas por el vicepresidente segundo del actual Gobierno. Ya les digo, el mundo al revés. 

Parece que lo adecuado es, en definitiva, aproximarse a todos aquellos partidos abiertamente hostiles a la Constitución de 1978 y al proyecto común de Europa. El mundo al revés. Resulta que en este mundo no se puede poner la más mínima pega, porque quienes nos atrevemos a hacer algún reproche, a criticar, se nos dice que estamos crispando, o somos calificados de ultraderechistas y poco más que de profetas del apocalipsis. Ni siquiera los periodistas pueden preguntar por qué este Gobierno de la dignidad no responde a las preguntas, o al menos no más de 10. 

Aquí vamos a hablar claro, y lo voy a decir bajito para que no se me califique de ultra: el camino emprendido por Sánchez pone en riesgo la convivencia entre los españoles, sencillamente porque está polarizando la sociedad. Premia a quienes han intentado romper el Estado de derecho, y es tremendamente perjudicial para regiones como Castilla-La Mancha. 

Les pido perdón si estoy crispando el ambiente. Yo vi el debate de investidura, al igual que tantos españoles, y lo vi entre la preocupación y la vergüenza ajena. Les voy a ser sinceros: cuando vi que la representante de Bildu le daba lecciones de democracia al Partido Socialista, y cuando vi que la representante de Esquerra Republicana decía en la tribuna del Congreso de los Diputados que, sinceramente, le importaba un comino la gobernabilidad de España, yo me imaginé lo que podrían sentir los diputados del Partido Socialista cuando oían cómo se humillaba a la democracia de España, y pensé: “Alguno, alguien dirá hasta aquí, hasta aquí hemos llegado”. Pero no, me equivocaba.

Todo salió como estaba previsto, todos salieron en la foto, porque Sánchez es Dios, Otegi y Rufián son referentes morales, e Inés Arrimadas y Pablo Iglesias deben ser la reencarnación de algún monstruo, como se les llamó también en el hemiciclo. De verdad, qué pena, qué decepción, honestamente lo digo. ¿Me van a decir ustedes que el Partido Socialista Obrero Español ha quedado reducido a esto? 

Quiero pensar que no, porque con todas las diferencias que yo pueda tener con el Partido Socialista, sé que es un partido que ha sido clave en los momentos cruciales de nuestra democracia, que lo fue en el constitucionalismo, en la formación de la democracia que hoy tenemos y que nos ha hecho vivir los 40 años más fructíferos de este país. Sé que se han conseguido grandes retos por parte del Partido Socialista, y que gracias a ellos todos hemos disfrutado de grandes avances, sobre todo en la década de los ‘80, donde se mejoró bastante en lo social y en lo económico. 

Un partido que en su vida se dejó la vida en el País Vasco, defendiendo que ningún español es más que otro por nacer en un territorio. Todo eso se lo reconozco de verdad al Partido Socialista, y no me cuesta hacerlo, porque es así. Igual que tampoco me cuesta reconocer las cosas que ha hecho bien el Partido Popular. Primero, porque soy demócrata, y segundo, porque quiero lo mejor para mi país. 

Por eso quiero que os deis cuenta vosotros, los diputados del Partido Socialista en esta Cámara, de que quien está humillando las siglas centenarias del Partido Socialista no es la oposición con sus críticas legítimas, sino los socios que Sánchez ha elegido para seguir unos meses más en la Moncloa, para poder seguir disfrutando de su colchón. 

Quiero que os deis cuenta de que quien polariza la sociedad no es la derecha, señores diputados del PP, sino que es precisamente este Gobierno de Sánchez, junto con Pablo Iglesias, quien alimenta diariamente a Vox y lo promociona, con su continua exhibición de una supuesta superioridad moral de la izquierda y con su retórica de las dos Españas. 

O se es progre, o se es facha. Tan facha como lo fue en su día el señor Pedro Sánchez con sus declaraciones, hace meses, antes de las elecciones, cuando nos decía, por ejemplo, que no dormiría tranquilo con un Gobierno con el señor Pablo Iglesias, con Podemos, al igual que no lo haría el 95 % de los españoles. En aquel momento, ¿el señor Sánchez se despertó de repente en un día facha? ¿Qué es lo que pensaba? 

O igual que en otras declaraciones y en otras expresiones de hace muy poquito y muy recientemente, hay días en los que sin duda se levantó de un facha que no se lo imagina ni él. Quiero que os deis cuenta de que este Gobierno no era la única salida, como se ha intentado hacer ver, y se ha vendido y se ha promocionado. No, es que no era la única salida al bloqueo que existía en este país respecto a las elecciones, a la constitución de Gobierno, y que, en todo caso, no era la oposición la que estaba bloqueando. 

Fue Sánchez quien forzó unas nuevas elecciones generales, ante la incredulidad de la mitad de la sociedad española, con la convicción, sinceramente, de que obtendría más votos en las siguientes elecciones, más escaños, y con la convicción de que el pacto con Podemos, separatistas y populistas, estaba prácticamente hecho. A las pruebas nos remitimos, cuando en menos de 48 horas se dieron el abrazo el señor Sánchez y el señor Pablo Iglesias. 

Fue en Ferraz, recordemos, cuando gritaban: “con Rivera no”, y fue Inés Arrimadas la que, precisamente, ofreció la alternativa del 221. Es decir, lo más sensato, lo que me imagino que a la mayoría de sus votantes les hubiera gustado que el gobierno socialista hiciera, es decir, firmar pactos, y pactos tan sensatos como, por ejemplo, en defensa de la educación, en defensa de las familias. No estábamos hablando de romper España. 

No estábamos hablando de las cesiones que los partidos nacionalistas, separatistas y populistas han llevado a cabo y que están intentando que se lleven a cabo. Es que no hubo posibilidad de diálogo. No nos pueden decir que no había otra posibilidad, porque lo lógico y sensato hubiera sido que se pudiera haber hablado, que hubiéramos podido tratar sobre ello, y explicar por qué no se quería negociar en este país sobre temas tan importantes y que son tan necesarios, y que estamos dejando siempre al margen en pro de los intereses de aquellos que quieren romper España. 

Con todo ello, lo más grave es que en su afán por conservar el poder, Sánchez ha comprometido el principio de igualdad consagrado en la Constitución. Sánchez ha pactado con fuerzas nacionalistas que van en contra de la unidad de nuestro país. 

Sánchez ya es incapaz, como vimos durante el debate de investidura, de defender al jefe de Estado, uno de los símbolos de la unidad de España. Sánchez ha otorgado al separatismo una Mesa de negociación, al margen del Parlamento elegido democráticamente por los ciudadanos, abriendo la puerta a un acuerdo, a una Mesa bilateral entre Cataluña y España, como si Cataluña fuera un Gobierno independiente y tuviera las mismas prerrogativas que cualquier otro Estado. 

No hace falta ser jurista para saber que esta concesión se encuentra totalmente fuera de los cauces establecidos por la Constitución, e incluso del propio Estado de autonomía catalán. En esta circunstancia, debemos recordar y reafirmar nuestra obligación, como representantes públicos, de acatar y respetar la democracia, la Constitución y el ordenamiento jurídico. 

Por ello se hace absolutamente necesario mostrar apoyo a todas las instituciones democráticas contempladas en nuestra Constitución, y, al mismo tiempo, reprobar los discursos, en sede parlamentaria, que afirman que existe una dicotomía en nuestro Estado, en España, entre democracia y autoritarismo. Por ello vamos a proponer una Propuesta de Resolución. Diputados del Grupo Socialista, esta resolución no va dirigida en contra del presidente del Gobierno, sino a favor de que defienda la Constitución, algo elemental.

Los puntos que vamos a presentar son la mano tendida del constitucionalismo. No porque Ciudadanos se arrogue la representación exclusiva del constitucionalismo, sino porque cualquier constitucionalista los firmaría. Sencillamente los firmaría, y lo haría sin dudar. Me atrevo a decir que aún más los constitucionalistas de izquierdas, en la medida en que nuestro interés al presentar esta iniciativa es precisamente preservar la dignidad de las instituciones democráticas que garantizan nuestro Estado de derecho y, por tanto, la igualdad de todos los españoles. Muchas gracias. (Aplausos). (La señora vicepresidenta primera de las Cortes asume la Presidencia de la sesión). 

SEÑORA VICEPRESIDENTA PRIMERA DE LAS CORTES (Doña Josefa Navarrete Pérez): Gracias, señora Picazo. En representación del Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra la señora Merino. 

DOÑA MARÍA DOLORES MERINO CHACÓN: Buenos días. Muchas gracias. Se abren comillas: “Ni antes, ni después, ni durante, va a pactar el PSOE con el populismo de Podemos. El final del populismo es la Venezuela de Chávez”. Se cierran comillas. Pedro Sánchez. Se abren comillas: “España no se merece lo que está proponiendo Podemos con Iglesias como vicepresidente y con el apoyo de los independentistas”. Se cierran comillas. 

Pedro Sánchez. Se abren comillas: “¿Os imagináis esta crisis de Cataluña con la mitad del Gobierno defendiendo la Constitución y la otra mitad del Gobierno con Podemos dentro, diciendo que hay presos políticos en Cataluña, y defendiendo el derecho de autodeterminación en Cataluña? ¿Dónde estaría España? ¿Dónde estaría la izquierda?” Se cierran comillas. Pedro Sánchez. Se abren comillas: “No aceptaré debate alguno sobre la autodeterminación, los indultos y la soberanía nacional”. Se cierran comillas. Emiliano García-Page. “Seré muy rotundo sobre Esquerra Republicana. Si alguien se sale del camino constitucional, mi Gobierno puede ir al Tribunal Constitucional”. Se cierran comillas. Emiliano García-Page. 

El señor García-Page, que, por cierto, no está aquí, le gusta mucho hacer grandes declaraciones en los medios de comunicación. Pero es aquí, en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde tiene que defender, donde tiene que dar la cara y donde tiene que dejar claro que realmente cree en España, que defiende la Constitución y que defiende la soberanía nacional. El señor Page está tardando en ir al Tribunal Constitucional o al Tribunal Supremo, donde quieran ustedes ir. Están tardando. Ustedes han sido desleales con sus votantes y han engañado a los españoles, y lo saben. 

Pero son esclavos de sus palabras. Estoy convencida de que con este Gobierno Frankenstein ustedes no duermen bien, como no dormimos bien la inmensa mayoría de los españoles que defendemos la democracia, la Constitución, y creemos en España. Es imposible que el señor García-Page tenga la conciencia tranquila. Es imposible, cuando salen ahora a decir lo contrario de lo que decían cuando se presentaron a las elecciones. 

Es increíble que el señor García-Page tenga la conciencia tranquila cuando trata de justificar a su partido traicionando su propia identidad, y abandonando la senda de la concordia, del Estado de derecho y de la dignidad. Es incomprensible que, después de tanto pregón y tanto sabio consejo sobre ese buen Gobierno que desde Castilla-La Mancha proclamaba el señor García-Page, se hayan convertido ustedes, señores del Partido Socialista, en defensores de un Gobierno en coalición con comunistas, nacionalistas, independentistas, republicanos y los herederos de ETA. Es inaudito que el señor García-Page apoye y defienda a un Gobierno cuyos socios han dicho públicamente que les importa un comino la gobernabilidad de España. Inaudito. 

Es inadmisible que el señor García-Page intente ahora justificar un Gobierno auspiciado por los que atacan al rey, al jefe del Estado español, al que acusan de liderar respuestas autoritarias en España, dicen. Es humillante que ahora el señor García-Page se empeñe en blanquear a un Gobierno nacional que enmudece cuando se ataca a la Constitución española y cuando se proclama como hombre de paz a Arnaldo Otegi, un personaje que ha regado de sangre, de terror y de muerte las calles de España. 

Es inaceptable que el señor García-Page calle y otorgue con los que están ya reclamando la independencia de Cataluña y del País Vasco, que reclaman el acercamiento de los presos de ETA, después de prometer, ustedes mismos y el señor García-Page y el señor Sánchez, y todo el PSOE, que con el independentismo no, que con el independentismo nunca, y que iban a prohibir los referéndums ilegales, y los iban a tipificar como delito, cuando ahora ustedes están defendiendo un Gobierno con un acuerdo por escrito con los separatistas de Esquerra Republicana. 

Un acuerdo que recoge la amnistía para los políticos que están condenados por sedición, y un acuerdo que recoge que va a haber una consulta en Cataluña, como si la unidad de España no incumbiera a todos los españoles. Señor Page, que, por cierto, no está aquí hoy, ¿qué están haciendo ustedes con España? Señor García-Page, ¿dónde está su palabra? 

El señor García-Page es el presidente y es el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, y no puede permitir, bajo ningún concepto, ser copartícipe de la ruptura de España. El señor García-Page no puede ser cómplice de esta traición a España, a la Constitución y a la soberanía nacional. El señor García-Page sabe mejor que nadie lo que ha hecho y lo que está haciendo, y los españoles vamos a descubrir muy pronto hasta dónde están dispuestos ustedes a ceder con tal de que el señor Pedro Sánchez duerma tranquilo en la Moncloa, porque es el único que duerme tranquilo en España. Ahora subirá a esta tribuna, el señor Page no, que está desaparecido. 

Después de tanto consejo y tanta proclama de buen Gobierno en España, de cómo hay que hacer las cosas en España, el señor Page se fue a comprar vaselina y todavía no ha vuelto. Pero es que no ha venido ni siquiera al arranque de este primer Pleno, de esta segunda sesión de periodo de sesiones de esta legislatura. Pero ahora subirá alguien, no sabemos quién, del Partido Socialista, subirá a esta tribuna, y estoy convencida de que van a asumir ustedes un papel de víctimas. 

Ahora son víctimas. Entonces, ustedes venderán que era la única solución para tener un Gobierno en España, y que la culpa es nuestra, como todo. La culpa de todo la tenemos nosotros. La culpa es nuestra, del Partido Popular, de los constitucionalistas, que no nos hemos abstenido. 

Pero que quede muy claro que el Gobierno que ustedes han conformado es el Gobierno que el PSOE y que el señor Sánchez han buscado desde el mismo momento en que se cerraron las urnas. Fíjense, un Gobierno que el señor García-Page ha respaldado con el voto de los nueve diputados nacionales que el PSOE tiene en Castilla-La Mancha. 

El PSOE, con el visto bueno del voto de los nueve diputados nacionales que ustedes tienen en Castilla-La Mancha, y con el visto bueno del señor Page, son realmente los únicos responsables del Gobierno que tenemos en España, y es el único responsable de lo que ocurra o de lo que vaya a ocurrir a partir de ahora en España. ¿Esto se podría haber evitado? Claro que sí. 

Si ustedes hubieran sido realmente el Partido Socialista. Si ustedes hubieran tenido cordura y sensatez. Si ustedes hubieran apostado por un Gobierno de pactos de Estado. Si ustedes hubieran pensado en la igualdad de todos los españoles. Si ustedes realmente defendieran la Constitución y no el sillón del poder, se podría haber evitado. Pero Sánchez y todos sus líderes regionales, entre los que está el señor GarcíaPage, solo pensaron en el sillón del poder. 

Hay que ver lo que les gusta el poder a los socialistas, que son capaces de vender a España y a todos los españoles solo a costa de gobernar. Ahora tenemos lo que tenemos: un Gobierno de Sánchez que ustedes han consentido y han apoyado. Pero ustedes saben que el Gobierno que hay en España es su epitafio político, y así lo saben. Ahora subirán ustedes y tendrán la desfachatez de decirnos que la culpa es de los demás, que no había otra solución. No, bonito, no, como decía aquella. 

Ustedes saben que el PSOE y que el señor Sánchez no han ofrecido nada a nadie, y menos aún al Partido Popular. Todo lo han hecho ustedes con premeditación, para que todo acabara como ha acabado, y ustedes lo saben. No obstante, les voy a recordar cómo fue, porque ustedes tienen muy poca memoria. Cuando se trata de hablar de ustedes, se les olvida enseguida todo. 

Apenas había transcurrido un día, después del recuento electoral, cuando el señor Sánchez se abrazó a Podemos y anunció un pacto de Gobierno con los comunistas. Todavía no se habían cerrado los resultados de las mesas que habían sido impugnadas. Les recuerdo que, por ejemplo, dieron un escaño más al Partido Popular en Vizcaya. Pero ustedes ya se habían abrazado a Podemos. 

El señor Sánchez ya se había abrazado al señor Iglesias, con el visto bueno del señor García-Page, que hizo lo mismo en la pasada legislatura, aquí, en Castilla-La Mancha. Ustedes ya se habían repartido hasta las carteras del Gobierno. “Yo, presidente; tú, vicepresidente; y tu esposa, ministra”. 

Les voy a recordar que ni siquiera el rey, ni siquiera el jefe del Estado había recibido a los líderes de los partidos políticos para encomendarles la formación de Gobierno, porque se encontraba de viaje en Cuba. Pero el señor Sánchez y el señor Iglesias, con el visto bueno del señor García-Page, ya habían formado un Gobierno de coalición. 

Ya se estaban abrazando. Ya eran matrimonio. De manera urgente, con premeditación y nocturnidad, convocaron ustedes una consulta a sus bases, a ustedes mismos, y ustedes dijeron sí a ese Gobierno, con comunistas, separatistas, republicanos y los amigos de ETA. Cuando ya lo tenían todo cerrado, entonces el señor Sánchez cita al presidente de mi partido, al presidente del Partido Popular, al señor Pablo Casado, cuando ya estaba todo hecho. 

Si todavía no se habían terminado ni siquiera de contar los votos. Ustedes ya lo tenían todo pactado. Ya sabían cómo iba a ser. Cuando ya lo tenían todo cerrado, entonces citan al presidente de mi partido. En esa reunión, que fue muy corta, ustedes lo saben, el señor Sánchez se limita a exigir al señor Pablo Casado que se abstenga. Pero se abstenga ¿a costa de qué? No, usted se tiene que abstener para que yo sea el presidente, que Pablo Iglesias sea el vicepresidente, y tengamos el respaldo de separatistas, republicanos y abertzales. 

¿A ustedes esto les parece serio? ¿Ustedes se creen que esto es negociar un Gobierno, el Gobierno que se merecen España y todos los españoles? La investidura fue rápida y sin dolor. El dolor viene después, como bien le dijo el rey a Pedro Sánchez. Es que, con el PSOE de Sánchez y con el visto bueno del señor García-Page, han perdido ustedes el respeto a la separación de poderes, el respeto a las instituciones y a los órganos constitucionales. 

La democracia en España corre un grave peligro con ustedes. Ayer, sin ir más lejos, tuvo que salir la Comisión Permanente del Consejo del Poder Judicial a decirle al señor vicepresidente del Gobierno Nacional, que es vicepresidente porque ustedes han querido que lo sea, y le han pedido responsabilidad institucional, que no politice la justicia. Es importante que ustedes sepan que los políticos que están en la cárcel a día de hoy, lo están porque han incumplido la ley. Pero a ustedes eso no les importa. El señor Page, es que ni está.

Pero calla y otorga ante la grave afirmación de que no se puede judicializar el proceso de separatismo en Cataluña. Pero miren, no solamente este es un hecho por separado, es que hay aún más. El propio presidente del Gobierno, el señor Sánchez, ha llamado al desacato a la Junta Electoral, y ha dicho que él se va a reunir con el señor Quintorra, porque sigue siendo el presidente de Cataluña. Eso ha dicho el señor Sánchez. 

A pesar de que la Junta Electoral Central, a instancias del Partido Popular, le retiró el pasado 3 de enero la condición de diputado autonómico, por desobediencia, y lo inhabilitó para ejercer un cargo público, incluido el de presidente de Cataluña. El señor Quintorra, evidentemente, dice que se vuelve a declarar en rebeldía, en desobediencia a la legalidad, y dice que no piensa reconocer esa decisión, pero es que tampoco la reconoce el señor Sánchez, que juró cumplir y hacer cumplir la Constitución. 

El señor Sánchez, como presidente de España, de la mano del señor García-Page, que está ahí gracias a los votos del señor García-Page, no ha hecho nada para impedir tener un presidente autonómico en abierta rebeldía frente al Estado, sino que se ha sumado a ese desacato al organismo electoral, reconociendo que el señor Torra es el presidente de Cataluña. Porque, claro, ustedes han pactado una Mesa con los separatistas en Cataluña, una Mesa que exige la amnistía, que exige la independencia para Cataluña, y que exige un referéndum. 

A eso le ha dicho que sí el señor García-Page, desde Castilla-La Mancha. Porque el propio portavoz de Esquerra Republicana ya dijo hasta tres veces que, si no hay Mesa, no hay legislatura, y eso es lo que les duele a ustedes. A ustedes no les duele España. A ustedes no les duele la igualdad de los españoles. A ustedes no les duele que se rompa la soberanía nacional. 

A ustedes solo les duele que les quiten el sillón del poder. Eso es lo triste: la pérdida de identidad del Partido Socialista, la pérdida de identidad del Partido Socialista en Castilla-La Mancha, la cobardía del señor García-Page, que no ha tenido la valentía de venir hoy a este Pleno a debatir sobre algo que preocupa a todos los castellanomanchegos y a todos los españoles: que hay que defender la democracia, la Constitución y la unidad nacional. 

Pero nosotros, al igual que decía la portavoz de Ciudadanos hace un momento, la señora Picazo, vamos a defender la Constitución, y lo vamos a hacer con firmeza. Vamos a apostar por la soberanía nacional, y no nos va a temblar la mano. Nosotros no queremos el sillón. Nosotros vamos a dejar al margen nuestras siglas políticas, porque ahora más que nunca es cuando hay que demostrar que realmente lo que importa es España y la igualdad de todos los españoles. 

Lo dijo muy bien la señora Arrimadas en el Congreso de los Diputados, en la sesión de investiduras. Decía: “Jamás habíamos visto una humillación y una infamia como la que estamos viendo con el señor Sánchez, pero hemos llegado aquí por haber renunciado a trabajar por todo lo que nos une a los que sí queremos ser españoles y a los que sí queremos lo mejor para nuestro país”. Yo también me hago portavoz de esas palabras de la señora Arrimadas en el Congreso de los Diputados. 

Es cierto que tenemos que trabajar conjuntamente todos aquellos que sí queremos ser españoles y que sí queremos lo mejor para nuestro país. Por eso yo hoy les pido, sobre todo, a todos los diputados del Partido Socialista, al Gobierno de Castilla-La Mancha, al señor García-Page, que no está aquí, que voten ustedes con cordura, con sensatez. Que piensen ustedes en la igualdad de todos los españoles. 

Que piensen ustedes en la igualdad de todos los castellanomanchegos, y que no sean ustedes copartícipes, y tampoco sean cómplices de esta gran traición a España, a la Constitución y a la soberanía nacional, que han abierto ustedes con un Gobierno con comunistas, separatistas, independentistas, republicanos y con los amigos de ETA. Muchas gracias. (Aplausos). 

SEÑORA VICEPRESIDENTA PRIMERA DE LAS CORTES (Doña Josefa Navarrete Pérez): Gracias, señora Merino. Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Mora. 

DON FERNANDO MORA RODRÍGUEZ: Señora vicepresidenta, señora consejera, señores y señores diputados. Creo que debatir aquí lo mismo que se ha debatido estos días en el Congreso de los Diputados, no sé si tiene mucho sentido, pero parece que sí que tiene sentido. Sobre todo, porque hay que meterse con el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, que es la única razón por la que se traen estos debates, y muy particularmente el debate del Partido Popular, que lleva insistiendo en este tema desde casi tiempo inmemorial. 

Es una postura obsesiva para con el presidente Page, pero lo que pasa es que esa obsesión se manifiesta en que no les da resultados. Dice: “Vamos a ver si ahora, que han pactado con no sé cuántos...” Mire usted el lenguaje que usan. ¿Sabe usted lo que dijo Franco el día 1 de octubre del año ’75, en la Plaza de Oriente? “Todo obedece a una conspiración masónica izquierdista de la clase política, en contubernio con la subversión comunista terrorista”. 

Es que me suena a ese lenguaje. Es que usan ustedes lenguaje vintage. (Aplausos). Hacer aquí un discurso de buenos españoles y de malos españoles, de la España y de la antiEspaña, donde unos son los constitucionalistas, y nosotros parece que estamos contra la Constitución, es dividir a los españoles en dos, y eso no es bueno. No es bueno para la sociedad en la que vivimos, en absoluto es bueno para la sociedad en la que vivimos. 

Creo que esta sociedad requiere otra cosa, otro tipo de comportamiento por parte de todos los políticos. Exige más responsabilidad a todos los políticos. Llevamos más de 10 años que hace que se produjo la gran recesión en el mundo en general, y también en España. Una gran recesión de carácter económico, que ha tenido repercusiones sociales, políticas, institucionales, incluso en el régimen de partidos que había instaurado en España. 

Todo eso se ha venido cuestionando a lo largo de 10 años. En 10 años, los políticos responsables en este país, y en ese tiempo ustedes lo han sido durante una buena tira de años, tenían que haberse puesto de acuerdo para dar solución a los problemas de España. Se tenían que haber puesto de acuerdo. Sin embargo, aquí lo que ha habido es un problema de incomunicación, de absoluta incomunicación. La gente nos pide diálogo, nos pide entendimiento. No se ría, señora Merino. No se ría. Nos pide diálogo y nos pide entendimiento, y es así. 

Aquí hemos pasado del bipartidismo al bibloquismo, donde partidos situados en un bloque o en otro, al final no se han mirado a la cara, y no han sido capaces de dar soluciones a los muchos problemas que tiene este país, y que se han enquistado a lo largo de 10 años, y resulta que cuando se tiene que formar Gobierno, y ustedes, evidentemente, yo no les voy a culpar absolutamente de nada, pero aquí todos tenemos la cuota parte de culpa que nos corresponde. 

Todos tenemos la cuota parte de culpa que nos corresponde, y nadie se puede evadir. Este no es un país de buenos y de malos. Este no es un país de españoles y de antiespañoles. Este no es un país de constitucionalistas y anticonstitucionalistas. No lo es, porque la inmensa mayoría de este país, los que votan al PSOE, al PP, a Ciudadanos, a Podemos y a otros partidos, la inmensa mayoría son gente que está con la unidad de España y con la Constitución. ¿Qué hemos hecho a favor de la unidad de España y de la Constitución? Les pregunto a ustedes: ¿qué hemos hecho? 

El título tercero de la Constitución española habla del Gobierno y de la Administración en España, y aquí se ha bloqueado el Gobierno durante cinco años. Bueno, miento: una vez que se desbloqueó el Gobierno, lo hizo el Partido Socialista, absteniéndose para que gobernase Mariano Rajoy, y sin nada a cambio. (Aplausos). Pero no es solamente que no fuese sin nada a cambio, sino que el propio Partido Socialista tuvo problemas serios, muy serios, por esas abstenciones. Unas abstenciones que encabezó, como usted sabe, señor Núñez, el señor García-Page. Eso no lo ha hecho usted nunca. Nunca ha hecho eso usted por España. 

Nosotros hemos sido capaces de poner nuestro partido en juego para salvar a España. (Aplausos). Pero, señor Núñez, mirarse el ombligo no son las soluciones para España. Luego hablamos, señor Núñez, pero déjeme terminar. (Murmullos). Vamos a ver, Núñez, por favor. Señor presidente. (Murmullos). No, si yo no me pongo nervioso, el que se pone nervioso es usted, que está interrumpiendo. (El señor presidente de las Cortes asume la Presidencia de la sesión). 

SEÑOR PRESIDENTE DE LAS CORTES: Perdone. Señor Núñez, por favor. Vamos a mantener la cordialidad, el respeto entre todos los presentes, y vamos a permitir que el orador pueda dirigirse en su turno. 

DON FERNANDO MORA RODRÍGUEZ: Ustedes tienen un problema muy serio. Le voy a decir más: ustedes, en las investiduras que se produjeron en el mes de julio, y le voy a recordar una cosa: cinco años de inestabilidad en este país, cinco años, que no quiero perder el hilo. Cinco años bloquearon el Gobierno de unos y de otros, salvo esa excepción que le he dicho. Pero no solamente el Gobierno de España, el Parlamento. Bloqueado el Parlamento, sin dar soluciones a los problemas de España. Sin dar soluciones. 

El problema catalán, el problema de las pensiones, el problema de la migración, el problema del empleo, el problema de la precariedad laboral. Sin dar soluciones. En eso tienen ustedes su cuota parte de responsabilidad, porque han gobernado España. 

El problema catalán. Hablamos tanto del problema catalán, como si el señor Rajoy no mandase, aparte de su Gobierno, a hablar con el Gobierno catalán. No hemos visto pocas fotos de la señora vicepresidenta hablando con el presidente de Cataluña. No hemos visto pocas fotos. ¿Las hemos visto o no las hemos visto? Cuando la señora Sáez de Santamaría se veía con el señor Junqueras, hoy en la cárcel. Muchas, hemos visto muchísimas fotos. Hasta puso un despacho la delegación del Gobierno en Cataluña. ¿Estaba negociando o no estaba negociando? ¿Qué es lo que estaba haciendo? Nada. No debieron hacer nada. Hicieron un referéndum. No pasó nada. ¿Se acuerdan? Artur Mas lo convocó. 

Estaban ustedes en el Gobierno. Eso no era traicionar a España, España no se rompía. Como estaban ustedes en el poder, España no se rompía. Hicieron otro referéndum. No pasó nada, nada más que se lio la de Dios. Pero, claro, estaban ustedes en el Gobierno y no pasó absolutamente nada. Tuvieron que pasar días para que el Tribunal Constitucional interviniese, y lo hiciese el Senado con la máxima lealtad por parte del Partido Socialista Obrero Español, que votó la aplicación del 155, se lo recuerdo. (Aplausos). 

A ver si esa lealtad también se transmite por parte del Partido Popular. Porque aquí, el Partido Popular tiene una responsabilidad de Estado, como principal partido de la oposición. La debe de tener, pero no la ejerce. No la ejerce. Pero está muy bien hacer demagogia. Está muy bien decir que ofrecen no sé cuántos miles de pactos. 

Dice: “Ofrecemos pactos de Estado”. “Pero esos pactos de Estado, que los haga no sé qué Gobierno, porque no vamos a dar nosotros la solución al Gobierno”. Eso se dijo en julio y se dijo en septiembre, que no se iba a dar una solución al Gobierno. Se podían haber abstenido. Claro que se podían haber abstenido. 

¿Qué hizo usted, señor Núñez, que no predicaba la abstención entre su gente, para que fuese posible un Gobierno de mayoría simple, para posibilitar que el partido más votado gobernarse? Que es lo que ustedes siempre han dicho, hasta que se les rompió el cerebro con el tema andaluz (Aplausos). 

Ahora, claro, no se trata de ser víctimas, señora Merino. No se trata para nada de ser víctimas. Nosotros no somos víctimas, los que son víctimas son los españoles, de todos, de la irresponsabilidad de muchos. Este país necesita una clase política responsable. Yo era joven, muy joven, cuando viví la transición política, y a mí la gente de la transición política me dio muchos ejemplos, y siempre voy a decir el mismo ejemplo. En ese ejemplo no voy a meter al PSOE, voy a meter a dos partidos: al entonces Alianza Popular y al entonces Partido Comunista. 

De esos comunistas que ustedes ahora aborrecen, como si fuesen el demonio, y les vuelven a poner los cuernos y los rabos como tuvieron en su tiempo. Hombre, ya está bien que volvamos a este tipo de lenguaje. Recuerdo que cuando el señor Santiago Carrillo fue invitado al Club Siglo XXI a dar una conferencia, le presentó don Manuel Fraga Iribarne, entonces presidente de Alianza Popular y exministro de Franco. 

Aquel discurso de Santiago Carrillo y la presentación de Manuel Fraga fueron objeto de muchos reproches por parte de comunistas y de gente del Partido Popular, o de Alianza Popular de entonces. Pero fue un gesto importantísimo para la reconciliación en este país, muy importante para que los comunistas, que ustedes ahora dicen, apoyasen la Constitución, y no solamente la Constitución, la monarquía. Luego, ¿de qué estamos hablando, sinceramente? 

Cuando resulta que hace 40 años, después de lo que se pasó, se fue capaz de poner de acuerdo, porque España necesitaba soluciones, ahora resulta que miramos para otro lado, que no nos miramos a la cara, que estamos en el conflicto permanente. Se lo digo con sinceridad: a mí tampoco me gusta tener que haber recurrido al apoyo de Esquerra Republicana. Se lo digo con sinceridad. Pero ¿qué han hecho ustedes para evitarlo? ¿Qué es lo que han hecho ustedes para evitarlo? Porque eso es lo que se pregunta la gente: ¿qué han hecho ustedes para evitarlo? (Aplausos). Absolutamente nada. 

No se trata de victimismo, se trata de falta de responsabilidad política por parte del Partido Popular, a nivel nacional. El mundo está cambiando mucho. La ciudadanía ha cambiado mucho. Los esquemas mentales han cambiado, el pensamiento de la gente ha cambiado. Ya no hay bloques de izquierda y derecha en la sociedad, y nos empeñamos en dividir a la sociedad entre bloques precisos de izquierda y derecha. Nos empeñamos en eso. Sin embargo, ¿qué hacemos por entender a la gente? ¿Qué hacemos? Si la gente busca huidas hacia adelante, busca nuevos partidos porque no le hemos dado solución a los problemas. 

Partidos que, muchas veces, no son capaces tampoco de dar solución a los problemas, y aparecen y desaparecen como el río Guadiana. Ahí está un poco la desesperación. Pero la desesperación de ustedes también está en que surgen partidos a su derecha, que les comen por los pies, y ustedes no han sido capaces de apoyar un Gobierno mayoritario del Partido Socialista en minoría, porque tienen miedo a ese partido que se llama Vox. Le tienen un miedo reverencial, porque si ustedes se abstienen, se los comen por los pies. Ese es su gran problema. (Aplausos). Claro, mientras tanto, quienes padecen todas estas historias son los españoles. 

Entonces hay que inventarse toda esa retahíla de terroristas, de comunistas. Mire usted, yo cuernos no tengo, ni rabo tampoco. La metralleta me la dejo en casa desde hace 45 años, que dejé de ser niño. Hombre, ya está bien. Sobre todo, cuando se utiliza el terrorismo en contra de un partido por el hecho de estar enfrente de ustedes. No, señor, nosotros tenemos víctimas del terrorismo. 

En el Congreso de los Diputados había diputados que han sido sus padres víctimas del terrorismo, en las filas del PSOE, o en las filas de Podemos, y no se puede insultar absolutamente a nadie. No se puede decir, como se dijo en su día, que se traiciona a los muertos. Es verdaderamente horroroso y vergonzante que esto se diga, que se utilice al terrorismo y a las víctimas del terrorismo en contra del partido del Gobierno para hacer oposición. Es verdaderamente vergonzante.

Creo que los españoles exigen otro tipo de política, otro tipo de políticos, otra forma de entenderse, otra manera de ser. Desde luego, lo voy a seguir reclamando. Voy a seguir reclamando el espíritu de la transición, el espíritu de consenso, el espíritu abierto de entendimiento, el de no cerrar nuestras mentes, porque la gente no tiene las mentes cerradas. 

La gente tiene las mentes abiertas, porque hay muchos ciudadanos que coinciden con ustedes en muchas cuestiones, pero esos mismos ciudadanos coinciden con nosotros también en muchas cuestiones. Por tanto, aquí lo que está en juego es la vida cotidiana de los ciudadanos. Desde luego, lo que no puede permitirse España es seguir sin Gobierno o tener unas terceras elecciones. 

Si hubiéramos tenido unas terceras elecciones, era para habernos mandado a la mierda, literalmente a la mierda, a todos. A todos. (Aplausos). ¿Es eso lo que ustedes querían? Nosotros no. Hemos tenido que coger el mal menor. ¿Podía haber sido mucho menor? Sí, con la abstención de ustedes, pero la han rechazado. No han sido capaces de comportarse como un partido de Estado, y en eso les irá la penitencia. Muchas gracias. (Aplausos).

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