Buenos días, compañeros y compañeras.
Esta semana hemos recordado por parte del socialismo madrileño la figura de
don Enrique Tierno Galván. Ejemplo del compromiso socialista con el
municipalismo
Lo que no mucha gente sabe es que el viejo profesor fue coautor del artículo 6
de nuestra Constitución, en la que incorporó el siguiente inciso: “la estructura
interna y el funcionamiento de los partidos políticos deberán ser democráticos”.
Sabemos que socialismo es democracia. Que fortalecer la democracia es
vigorizar al socialismo, porque es sobre el territorio de la democracia sobre el
que se despliega el proyecto político socialdemócrata.
Y que, por ello, la salud
de los partidos políticos también es la salud de nuestra democracia.
Esta es la razón de por qué el PSOE siempre ha sido la vanguardia democrática,
también en la cuestión interna.
Ya en la Segunda República la militancia del
PSOE no solamente tenía el poder de elegir a sus representantes, sino también
la capacidad de decidir sobre las cuestiones centrales de la organización
política. Los interminables debates por hacer más democrática nuestra
organización; los avances logrados fruto de debates prolongados-hemos sido
todos testigos y partícipes de muchos de esos debates en muchos Congresos gracias
al empuje y la determinación de los afiliados de base, se materializan en
las normas que hoy sometemos a vuestra aprobación.
Y este debate no es un debate interno. Si entendemos que los partidos son
instrumentos al servicio de la sociedad, este debate está entrando de lleno en el
tipo de sistema democrático que queremos para nuestro país. Y los socialistas
defendemos claramente una democracia abierta y participativa, transparente y
con rendición de cuentas.
Lo defendemos, lo hacemos, y nos lo aplicamos en
primera persona.
Por eso, esta dirección, vuestra dirección, solo pone negro sobre blanco la
voluntad expresada durante años de debates de los afiliados de base de hacer
del Partido Socialista, el PSOE de la militancia.
Y el PSOE de la militancia es participar en la toma de decisiones del rumbo
político de la organización. El PSOE de la militancia es elegir a representantes
con los que sentirse representados. El PSOE de la militancia es competir en
condiciones de igualdad.
El PSOE de la militancia es saber que la democracia
es un proyecto siempre inacabado porque debe adaptarse a las exigencias de la
sociedad a la que sirve. En cada tiempo histórico. Y la de hoy es una sociedad
crítica, informada, exigente, que aspira a verse reflejada en políticos que tengan
al menos el mismo mérito que a ellos se les exige cuando se presentan a un
puesto de trabajo.
Un PSOE cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes.
Y permitidme una reflexión añadida.
La militancia, con independencia de la afiliación que tengan a cualquier partido
político, es la vanguardia de la sociedad. La militancia son hombres y mujeres
que se comprometen con unos valores, que contribuyen con sus ahorros,
renunciando a horas de vida familiar, en la construcción de un determinado
modelo de sociedad. Tenemos que prestigiar, como hacemos en esta norma, la
palabra militancia.
Y lo vamos a hacer con hechos, como hacemos con esta
norma, porque al hacerlo, estaremos reconociendo la sociedad que queremos:
comprometida y plural, determinada y solidaria.
Hoy hacemos, con la norma que os presentamos desde la Comisión Ejecutiva
Federal, al PSOE el partido más democrático, participativo y paritario del país.
Hoy damos un paso de gigante en favor de la regeneración democrática del
conjunto del país.
Bien distinto a lo que hacen otras organizaciones políticas.
Porque lo que no es regeneración democrática es liderar partidos financiados
irregularmente, o apoyar a partidos financiados irregularmente al frente de
gobiernos, como está ocurriendo en la Comunidad de Madrid.
Compañeros y compañeras.
En el pasado Comité Federal os dije que la izquierda de gobierno que somos,
haría una oposición de Estado.
Ello significaba:
- En primer lugar, que había que defender al Estado del actual gobierno cuando tratara de instrumentalizar instituciones públicas a sus servicios o intereses espurios, como ocurre con el bloqueo a la renovación del Consejo de Administración de RTVE.
- Rescatar a un Estado del Bienestar recortado por la política económica austericidas de la derecha.
- Y, también, defender el Estado constitucional ante la amenaza secesionista. El PSOE es un partido constitucional. Y esto no es una mera proclama. Explica lo que somos y lo que hacemos.
- Si entendemos la Constitución como norma de convivencia, su ataque nada tiene que ver con la ideología, es un asunto prepolítico, que debe encontrar el rechazo de todas aquellas formaciones políticas que aspiramos a convivir en este proyecto común que se llama España.
- Pero, incluso, si entráramos en el territorio de las ideas, el secesionismo nada tiene que ver con la izquierda, al menos con la izquierda que nosotros representamos.
- La izquierda que somos es la izquierda modernizadora, europeísta y solidaria.
- Todo lo contrario al secesionismo que representa aislamiento, insolidaridad y regresión.
- Ser un partido constitucional además es saber que la mejor manera de defender a nuestra Constitución es adaptarla a la sociedad a la que sirve.
- Lejos de dar la razón, la propuesta de renovación del pacto constitucional se la quita a aquellos que aspiran a rompernos.
- Y nuestra Constitución no es sólo un artículo sino todos. Nuestra Constitución es una carta de derechos, libertades e igualdad de género que este gobierno incumple. Y esto también tenemos que denunciarlo los socialistas.
- La incumple cuando pone en riesgo la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones; la incumple cuando aprueba una amnistía fiscal que fue precisamente sentenciada como inconstitucional por un recurso del PSOE.
- La incumple cuando baja los brazos, como está haciendo el presidente del Gobierno, ante la brecha salarial que sufre la mitad de la población, como consecuencia de la discriminación laboral que sufren las mujeres.
O cumplir
también con la libertad de expresión y la libre manifestación que está
amordazada como consecuencia de la acción del Gobierno. O el trabajo digno,
hoy devaluado como consecuencia de la reforma laboral impuesta por el
Gobierno del PP, que la semana pasada cumplió 6 años de vigencia y que ha
hecho que, al menos, el 14% de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país
no llegue a fin de mes.
Y, mirad, cuando hablamos de que defendemos nuestro sistema público de
pensiones, estamos hablando de valores. Cuando hablamos de que defendemos
la igualdad laboral y luchamos contra la discriminación salarial entre hombres y
mujeres, estamos hablamos de valores. Cuando hablamos de la integración de
las minorías y del reconocimiento de la diversidad, estamos hablando de los
valores sobre los que queremos sustentar el proyecto social que defiende la
socialdemocracia.
¿Cuáles son esos valores que nos definen? Mirad, las sociedades cambian.
Y,
en consecuencia, los instrumentos serán distintos pero los objetivos van a ser
siempre los mismos. Yo siempre me he visto reflejado en aquellos principios
recogidos en la revolución francesa: la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y a
los que podemos unir una actitud que nos define como izquierda de gobierno,
que es la responsabilidad.
La igualdad en todos los frentes:
- La igualdad de oportunidades que garantizamos con los programas de retorno del talento que está impulsando el compañeros Emiliano García Page en Castilla la Mancha.
- Igualdad territorial que construimos cuando abrimos escuelas en el medio rural o prohibimos que se cierren, como está haciendo el Aragón el compañero Javier Lambán.
- O cuando Extremadura se movilizan gracias al liderazgo del presidente, Guillermo Fernández Vara, a favor de un tren digno que abra las puertas y conecte a Extremadura con el resto del territorio de nuestro país.
- Igualdad de género en Andalucía, como está haciendo la compañera Susana Díaz con la labor reconocida internacionalmente por ONUMujeres. Una radical igualdad entre hombres y mujeres que esta semana reivindicamos aún con más fuerza si cabe en el aniversario del nacimiento de una gran mujer como Clara Campoamor. De mi infancia recuerdo los carteles del partido, proclamando “socialismo es libertad”.
- La libertad se hace posible cuando, por ejemplo, Francina Armengol en la Islas Baleares saca del subempleo y la explotación laboral a miles de trabajadores y trabajadoras.
- La libertad que se ensancha en la Comunidad valenciana gracias a la apuesta que está haciendo Ximo Puig por la educación pública en esa comunidad
- Y el valor de la fraternidad en Asturias, con Javier Fernández, ejemplo de cohesión social con su salario social básico.
- Y el valor también del diálogo y el acuerdo en Cantabria y Euskadi, donde estamos presentes para marcar la impronta social en sus gobiernos autonómicos.
Un buen hacer que prueba lo incomprensible de la regla de gasto que
atenaza a los Ayuntamientos y desde aquí de nuevo, desde el Comité Federal,
exigimos al Gobierno de España que derogue la regla de gasto y libere los
recursos a los Ayuntamientos del país.
Libertad, igualdad, fraternidad y responsabilidad que es la base de la oposición
de Estado que estamos desplegando los socialistas en las instituciones.
En 2019 vamos a ir al encuentro con las urnas, con la seguridad y la fuerza que
nos dan el aval del trabajo bien hecho allí donde hemos estado representados en las instituciones. Y con un propósito claro y firme al alcance de la mano: ser
la primera fuerza política en 2019 en este país.
La Comisión Ejecutiva Federal ya se ha puesto en marcha.
La elaboración de
los programas marco municipal, autonómico y europeo los coordinarán dos
personalidades que, estoy convencido, van a contar con el aplauso del Comité
Federal, porque son personas no solamente queridas, sino de un extraordinario
valor intelectual y un compromiso político enorme: nuestra presidenta, Cristina
Narbona, y el responsable de estudios y programas, José Félix Tezanos.
Ambos, junto al resto de la dirección y al conjunto del partido elaborarán nuestro
proyecto de país abierto a la ciudadanía para los municipios, las autonomías y
las instituciones comunitarias.
Un proyecto para la modernización del país, progresista y europeísta.
Y subrayo estas tres características: modernizador, progresista y europeísta,
frente a la pugna neoconservadora de las dos derechas, de la que estamos
siendo testigos toda la sociedad española.
Una pugna de poder, no es una pugna
ideológica, absolutamente de poder por ver cómo se reparten los escaños en el
centro derecha de este país. Y que, por cierto, está teniendo ya consecuencias
para la ciudadanía española en forme de parálisis política.
Los que deberían gobernar no gobiernan. Y aquellos que deberían apoyar a los
que no gobiernan para que gobiernen, no les apoyan. El resultado: España no
avanza. España está paralizada.
Este gobierno es un lastre para el avance de nuestro país.
- Representa un proyecto agotado, vacío de ideas y anegado de corrupción - Mirando a los tribunales y dando la espalda a los problemas reales de los ciudadanos
- En guerra fría con su socio. Una guerra entre iguales a los que solo separa el reparto de escaños, pero desde luego no la cuestión ideológica.
- Y un gobierno que no da señales de vida. Sin pulso. Ahora amenazan con prorrogar los presupuestos por segundo año consecutivo, incluso también dejan caer que estarían dispuestos a llegar a 2020 con la prórroga por tercer año consecutivo de esos presupuestos.
- Es decir, eluden de nuevo sus responsabilidades al frente de las instituciones. Aprobar los presupuestos es la primera y principal obligación de un gobierno, porque sin presupuestos no hay nada que gobernar. Un gobierno sin presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina.
Así que no hay excusa, y exigimos desde el Comité Federal al presidente del
Gobierno que presenten el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del
Estado, para dar confianza a los actores económicos, para dar seguridad a la
ciudadanía española, y también para dar credibilidad y estabilidad a la vida
pública en nuestro país.
Vivir de la prórroga es prorrogar los problemas de la gente. Es prorrogar y
consolidar los recortes al Estado del Bienestar que ha perpetrado la derecha
durante estos últimos años. Y es no rendir cuentas ante el Parlamento y ante los
españoles.
Y vivimos tiempos demasiado trascendentales como para no hacer nada,
¿verdad? Porque lo que pasa cuando no se hace nada es que las cosas al final
se pudren…
¿No vamos a hacer nada para resolver la crisis territorial de Cataluña? ¿No
hacemos nada para resolver el déficit estructural que tiene la Seguridad Social?
¿No hacemos nada con la desigualdad social? ¿No hacemos nada para luchar
contra la precariedad? ¿Contra la desigualdad salarial que viven las mujeres en
relación con los hombres? ¿No hacemos nada con los problemas que existen en
nuestro país?
Así que, frente a este gobierno que no hace nada, nosotros decimos que hay
mucho que hacer. Y hay que hacerlo ya. Y sobre todo, hacer lo más importante.
HACER PAÍS.
Porque cada minuto que pase, es un minuto perdido en hacer ese país que se
merece la gente.
Así que hagamos país. Y hagámoslo ya.
Hagámoslo ahora.
Esa es nuestra propuesta política. Hacer el proyecto de país que merece la
gente. Un proyecto para la modernización de España, progresista y europeísta.
Un proyecto solvente y responsable, que genere seguridad y confianza en la
ciudadanía, a toda ella, a quienes nos votan y a los que no.
Es verdad que a nosotros, amigos y amigas, no nos van a regalar nada. Lo
sabemos. Ya lo hemos sufrido en el pasado –y también lo puedo decir en
presente continuo ¿verdad?-.
Nuestro proyecto es autónomo, no está al servicio
de la plutocracia de este país, está al servicio de la mayoría social de este país,
y eso siempre tiene un coste.
Así que, con humildad y con determinación. Paso a paso. Ese es nuestro camino.
El buen camino. El camino que nos llevará a ganar la confianza mayoritaria de
la ciudadanía en los próximos comicios. El camino que nos llevará a liderar el
cambio seguro que demanda y necesita nuestro país.
Nuestro proyecto de país señala los tres retos a abordar como sociedad, para
las próximas décadas:
- Primero: consolidar un crecimiento seguro. Con un nuevo modelo productivo alternativo al neoconservador.
- Segundo: la recuperación de la igualdad, o si lo preferís el combate sin cuartel contra la desigualdad que sufren millones de españoles y españolas.
- Tercero: la regeneración democrática. Situando en el centro de la misma la ejemplaridad en la vida pública, como nos demandaron cientos de miles de españolas y españoles cuando se manifestaron el 15-M en las plazas y calles.
Yo me he reunido con los CEO de distintas industrias y no tenga un ministro
o ministra de Industria; no dan crédito a que este país no tenga una política
industrial; no dan crédito a que este país, que tiene en el sector de la automoción
a una de sus principales figuras exportadoras, no tenga a personas que, cuando
hablan en esos CEOs de compañías de automoción internacionales, tengan el
rango de ministro o ministra que es precisamente lo que necesita y se merece la
política industrial del país.
Y no lo están haciendo además al inicio de la
revolución industrial 4.0, en plena transición energética y en un país cuya base
exportadora –como decía- está muy vinculada al sector de la automoción.
Crecimiento seguro es apostar por una nueva política de infraestructuras.
Reivindicar el que este gobierno tiene de una vez por todas que soldar esa
vertebración del eje del mediterráneo y también abrir oportunidades a distintos
territorios que de manera secular han sido postergados por las administraciones
centrales, como por ejemplo Extremadura con su tren.
Crecimiento seguro es revertir los recortes en Ciencia e Investigación.
Tuvimos
ocasión hace dos días de estar con la comunidad científica, reunidos en la calle
Ferraz. Estuvimos con personas que suenan incluso para ser Premio Nobel de
Medicina. ¿Sabéis en el centro de investigación que tiene esta persona cuántos
trabajadores tiene a cargo? Tiene dos becarios.
El 1,19% del PIB vinculado a la Ciencia es un insulto, porque no solamente nos
está alejando de los parámetros medios de la UE, sino que además demuestra
que este gobierno está pensando solamente en sí mismo y no piensa en el futuro
del país.
Crecimiento seguro es apostar por la pequeña y mediana empresa, la economía
social y amparar a los tres millones de trabajadores autónomos.
Crecimiento seguro es abordar la transición ecológica de la economía que debe
incluir también la transición hidrológica del país. Nosotros desde aquí volvemos
a tender la mano al Gobierno de España para lograr ese Pacto Nacional del
Agua.
Y al hacer tal apuesta, estaremos no sólo sentando las bases de otro tipo de
crecimiento económico, estaremos haciendo también algo muy importante:
hablar y centrarnos en qué tipo de empleo se crea. Un empleo que tiene que ser
más estable, más seguro, que posibilite a los trabajadores mirar con optimismo
su futuro, con garantías, y también el de los suyos.
No es un país estable aquel en el que el 90% de los contratos de trabajo firmados
sean temporales. Nadie es libre con un sueldo que no le garantiza la existencia.
Crecimiento seguro, y junto a ello, regenerar la vida democrática del país.
Nosotros vamos a seguir defendiendo que tenemos que renovar el pacto
constitucional en nuestro país. Y no solamente para resolver, que también, la
cuestión territorial, sino porque tenemos que ensanchar y reconocer nuevos
derechos y libertades en nuestra Carta Magna, y blindar muchos de esos
derechos que ahora mismo no están reconocidos como fundamentales en
nuestra Constitución.
Y, finalmente, recuperar la igualdad. Lo que significa, ante todo y sobre todo,
resolver el déficit estructural de la Seguridad Social.
Sabéis que hemos empezado desde principios de año una campaña en
asambleas abiertas para explicar cuál es la propuesta del PSOE en relación con
el tremendo y preocupante déficit de la Seguridad Social.
Mirad, los socialistas estamos a favor de incentivar el ahorro privado, faltaría
más; creemos que es una virtud hasta incluso también de izquierdas –el ahorrar,
el prever y el garantizar una cierta seguridad ante los avatares del futuro-.
Pero
resulta hipócrita que lo pida un gobierno que precisamente con su reforma
laboral lo que ha hecho es que cobren menos los trabajadores y trabajadoras de
nuestro país.
Y lo más preocupante: al centrar el debate en el ahorro privado, el sr. Rajoy
demuestra haber renunciado a resolver el problema grave de sostenibilidad del
sistema público de pensiones.
Frente a ello, los socialistas tenemos un plan para revertir esta situación. Que
pasa por mejorar los sueldos de los trabajadores, porque a mejores sueldos
mejores pensiones; por racionalizar buena parte del gasto de la Seguridad Social, que tiene que estar imputados a los PGE no a los presupuestos de la
Seguridad Social, y que pasa también por crear nuevas figuras impositivas
extraordinarias y finalistas como es el impuesto extraordinario a la banca que ha
pedido el PSOE.
Un sector que ha sido rescatado con 77 mil millones de euros
de los bolsillos de los contribuyentes, que no hemos recuperado ni un céntimo
de euro, a diferencia de lo que prometió el Gobierno de España. Que el año
pasado obtuvo unos beneficios de más de 13.000 millones de euros. La
propuesta es que si los ciudadanos rescataron al sector financiero, el sector
financiero tiene que contribuir a rescatar también con su parte al sistema público
de pensiones.
Recuperar la igualdad es también resolver la brecha salarial con una nueva
legislación de igualdad laboral que los socialistas vamos a presentar y que
aprobaremos este próximo lunes en la Comisión Ejecutiva Federal.
Como secretario general del PSOE, pido formalmente y públicamente a todos
nuestros cuadros secundar los paros laborales convocados por los sindicatos
para el próximo día 8 de marzo. Y pido al resto de partidos, a izquierda y derecha,
que también los secunden, porque no estamos hablando de una cuestión
ideológica, sino de justicia social, y es que la mitad de la población sufre la
discriminación salarial por el mero hecho de ser mujer.
Recuperar la igualdad es también apostar por la cultura y transformar nuestro
sistema educativo: con más recursos económicos y estabilidad legislativa,
recuperando para la enseñanza las humanidades hoy relegadas por una derecha
que no quiere ciudadanos libre pensadores, con una apuesta decidida por la
formación profesional, la gratuidad de las primeras matrículas universitarias a los
estudiantes de postgrado de las universidades públicas y por el asentamiento de
nuevas técnicas pedagógicas que capaciten a nuestros hijos para desenvolverse
con éxito en un entorno que, si algo tenemos seguro, es que va a ser menos
certero.
Recuperar la igualdad es saber que un país decente no puede dejar a una gran
parte de los suyos en el camino.
Es sintomático que diversos organismos considerasen el término “aporofobia” la
palabra del año 2017. Y que es el miedo a los pobres, es no hablar de la pobreza,
negar esa existencia; al hacerlo el problema es que se anula la empatía, que nos
hace insensibles ante el dolor ajeno.
Por eso, frente a la idea imperante de ocultar el dolor ajeno bajo el velo del
silencio, nosotros decimos que mientras haya 10 millones de españoles en
riesgo de caer en la pobreza, mientras haya un 30% de los niños españoles que
viven en hogares pobres, no podemos hablar de las cicatrices de la crisis. Las
cicatrices son heridas ya cerradas.
Hay heridas todavía abiertas y, en
consecuencia, los socialistas siempre pensaremos en esos 10 millones de
españoles y españolas que todavía viven en riesgo de pobreza.
Y recuperar la igualdad es renovar la financiación autonómica y local, olvidada
por este gobierno incapaz de hacer nada, y cuyo coste de oportunidad ya
estamos sufriendo en forma de infrafinanciación de nuestro Sistema de Salud
Púbica. Así que desde aquí volvemos de nuevo a tender la mano al Gobierno
para negociar y acordar un nuevo sistema de financiación autonómica. Pero
estamos a la espera –después de unas cuantas semanas más- de conocer la
propuesta de este gobierno.
Compañeros y compañeras, termino.
Abrí mi intervención recordando a Tierno Galván. Quiero concluir apelando a la
memoria de dos grandes demócratas, desaparecidos hace años en un mes
como este.
Me refiero a Francisco Tomás y Valiente y a Fernando Múgica. Con ocho días
de diferencia, hace 22 años, nos arrebataron a dos referentes intelectuales para
este partido, y me atrevería a decir que ejemplos de la sociedad española.
Hace poco, una compañera me recordaba que tomó la decisión de afiliarse al
PSOE el día que asesinaron a Tomás y Valiente.
Aquél era un pequeño gesto. Uno entre millones de pequeños gestos anónimos
que contribuyeron a ganar la batalla al terrorismo. En palabras de su hijo
huérfano, Tomás y Valiente siempre defendió la tolerancia beligerante.
Fue esa
tolerancia beligerante la que nos llevó a reconquistar el espacio público y ganar
ese territorio frente a la barbarie.
Hoy, con la distancia del tiempo, tenemos la obligación, el deber, de recordar a
quienes tanto dieron, por su compromiso con las ideas que definen nuestras
siglas.
Y pensar que los grandes valores de la socialdemocracia, se defienden con la
fuerza de las convicciones y la inspiración de aquellos que, con su ejemplo,
siempre estarán presentes en nuestro recuerdo.
Gracias.
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