domingo, 18 de febrero de 2018

INTERVENCIÓN PEDRO SÁNCHEZ COMITÉ FEDERAL 17022018






Buenos días, compañeros y compañeras. Esta semana hemos recordado por parte del socialismo madrileño la figura de don Enrique Tierno Galván. Ejemplo del compromiso socialista con el municipalismo 

Lo que no mucha gente sabe es que el viejo profesor fue coautor del artículo 6 de nuestra Constitución, en la que incorporó el siguiente inciso: “la estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos deberán ser democráticos”. 

Sabemos que socialismo es democracia. Que fortalecer la democracia es vigorizar al socialismo, porque es sobre el territorio de la democracia sobre el que se despliega el proyecto político socialdemócrata. 

Y que, por ello, la salud de los partidos políticos también es la salud de nuestra democracia. Esta es la razón de por qué el PSOE siempre ha sido la vanguardia democrática, también en la cuestión interna. 

Ya en la Segunda República la militancia del PSOE no solamente tenía el poder de elegir a sus representantes, sino también la capacidad de decidir sobre las cuestiones centrales de la organización política. Los interminables debates por hacer más democrática nuestra organización; los avances logrados fruto de debates prolongados-hemos sido todos testigos y partícipes de muchos de esos debates en muchos Congresos gracias al empuje y la determinación de los afiliados de base, se materializan en las normas que hoy sometemos a vuestra aprobación. 

Y este debate no es un debate interno. Si entendemos que los partidos son instrumentos al servicio de la sociedad, este debate está entrando de lleno en el tipo de sistema democrático que queremos para nuestro país. Y los socialistas defendemos claramente una democracia abierta y participativa, transparente y con rendición de cuentas. 

Lo defendemos, lo hacemos, y nos lo aplicamos en primera persona. Por eso, esta dirección, vuestra dirección, solo pone negro sobre blanco la voluntad expresada durante años de debates de los afiliados de base de hacer del Partido Socialista, el PSOE de la militancia. Y el PSOE de la militancia es participar en la toma de decisiones del rumbo político de la organización. El PSOE de la militancia es elegir a representantes con los que sentirse representados. El PSOE de la militancia es competir en condiciones de igualdad. 

El PSOE de la militancia es saber que la democracia es un proyecto siempre inacabado porque debe adaptarse a las exigencias de la sociedad a la que sirve. En cada tiempo histórico. Y la de hoy es una sociedad crítica, informada, exigente, que aspira a verse reflejada en políticos que tengan al menos el mismo mérito que a ellos se les exige cuando se presentan a un puesto de trabajo. Un PSOE cercano a sus militantes es un PSOE cercano a sus votantes.

Y permitidme una reflexión añadida. La militancia, con independencia de la afiliación que tengan a cualquier partido político, es la vanguardia de la sociedad. La militancia son hombres y mujeres que se comprometen con unos valores, que contribuyen con sus ahorros, renunciando a horas de vida familiar, en la construcción de un determinado modelo de sociedad. Tenemos que prestigiar, como hacemos en esta norma, la palabra militancia. 

Y lo vamos a hacer con hechos, como hacemos con esta norma, porque al hacerlo, estaremos reconociendo la sociedad que queremos: comprometida y plural, determinada y solidaria. Hoy hacemos, con la norma que os presentamos desde la Comisión Ejecutiva Federal, al PSOE el partido más democrático, participativo y paritario del país. Hoy damos un paso de gigante en favor de la regeneración democrática del conjunto del país. 

Bien distinto a lo que hacen otras organizaciones políticas. Porque lo que no es regeneración democrática es liderar partidos financiados irregularmente, o apoyar a partidos financiados irregularmente al frente de gobiernos, como está ocurriendo en la Comunidad de Madrid. Compañeros y compañeras. En el pasado Comité Federal os dije que la izquierda de gobierno que somos, haría una oposición de Estado. 

Ello significaba: 
  • En primer lugar, que había que defender al Estado del actual gobierno cuando tratara de instrumentalizar instituciones públicas a sus servicios o intereses espurios, como ocurre con el bloqueo a la renovación del Consejo de Administración de RTVE. 
  • Rescatar a un Estado del Bienestar recortado por la política económica austericidas de la derecha. 
  • Y, también, defender el Estado constitucional ante la amenaza secesionista. El PSOE es un partido constitucional. Y esto no es una mera proclama. Explica lo que somos y lo que hacemos. 

La Constitución es nuestro marco de convivencia. Es el punto de encuentro de gentes con valores diferentes, con alternativas políticas distintas, pero que anteponen una cosa por encima de cualquier otra, y es la convivencia a la supremacía de su proyecto.
  • Si entendemos la Constitución como norma de convivencia, su ataque nada tiene que ver con la ideología, es un asunto prepolítico, que debe encontrar el rechazo de todas aquellas formaciones políticas que aspiramos a convivir en este proyecto común que se llama España. 
  • Pero, incluso, si entráramos en el territorio de las ideas, el secesionismo nada tiene que ver con la izquierda, al menos con la izquierda que nosotros representamos. 
    • La izquierda que somos es la izquierda modernizadora, europeísta y solidaria. 
    • Todo lo contrario al secesionismo que representa aislamiento, insolidaridad y regresión. 
  • Ser un partido constitucional además es saber que la mejor manera de defender a nuestra Constitución es adaptarla a la sociedad a la que sirve. 
    • Lejos de dar la razón, la propuesta de renovación del pacto constitucional se la quita a aquellos que aspiran a rompernos. 
  • Y nuestra Constitución no es sólo un artículo sino todos. Nuestra Constitución es una carta de derechos, libertades e igualdad de género que este gobierno incumple. Y esto también tenemos que denunciarlo los socialistas. 
    • La incumple cuando pone en riesgo la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones; la incumple cuando aprueba una amnistía fiscal que fue precisamente sentenciada como inconstitucional por un recurso del PSOE. 
    • La incumple cuando baja los brazos, como está haciendo el presidente del Gobierno, ante la brecha salarial que sufre la mitad de la población, como consecuencia de la discriminación laboral que sufren las mujeres. 

Como izquierda de gobierno que somos nuestra tarea no es solo denunciar el ataque sistemático del PP a la Constitución. Es hacer cumplir todos y cada uno de los artículos de la Constitución. Todos y cada uno de ellos. Por ejemplo, el derecho a la vivienda, negado a millones de jóvenes que ven imposible la hora de emanciparse. Sabéis que en nuestro país la edad de emancipación está por encima de los 30 años y en nuestro entorno europeo estamos hablando de una edad de emancipación de 20-22 años. No es el caso de España.

O cumplir también con la libertad de expresión y la libre manifestación que está amordazada como consecuencia de la acción del Gobierno. O el trabajo digno, hoy devaluado como consecuencia de la reforma laboral impuesta por el Gobierno del PP, que la semana pasada cumplió 6 años de vigencia y que ha hecho que, al menos, el 14% de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país no llegue a fin de mes. 

Y, mirad, cuando hablamos de que defendemos nuestro sistema público de pensiones, estamos hablando de valores. Cuando hablamos de que defendemos la igualdad laboral y luchamos contra la discriminación salarial entre hombres y mujeres, estamos hablamos de valores. Cuando hablamos de la integración de las minorías y del reconocimiento de la diversidad, estamos hablando de los valores sobre los que queremos sustentar el proyecto social que defiende la socialdemocracia. ¿Cuáles son esos valores que nos definen? Mirad, las sociedades cambian. 

Y, en consecuencia, los instrumentos serán distintos pero los objetivos van a ser siempre los mismos. Yo siempre me he visto reflejado en aquellos principios recogidos en la revolución francesa: la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y a los que podemos unir una actitud que nos define como izquierda de gobierno, que es la responsabilidad.

La igualdad en todos los frentes: 
  • La igualdad de oportunidades que garantizamos con los programas de retorno del talento que está impulsando el compañeros Emiliano García Page en Castilla la Mancha. 
  • Igualdad territorial que construimos cuando abrimos escuelas en el medio rural o prohibimos que se cierren, como está haciendo el Aragón el compañero Javier Lambán. 
    • O cuando Extremadura se movilizan gracias al liderazgo del presidente, Guillermo Fernández Vara, a favor de un tren digno que abra las puertas y conecte a Extremadura con el resto del territorio de nuestro país. 
  • Igualdad de género en Andalucía, como está haciendo la compañera Susana Díaz con la labor reconocida internacionalmente por ONUMujeres. Una radical igualdad entre hombres y mujeres que esta semana reivindicamos aún con más fuerza si cabe en el aniversario del nacimiento de una gran mujer como Clara Campoamor. De mi infancia recuerdo los carteles del partido, proclamando “socialismo es libertad”. 
    • La libertad se hace posible cuando, por ejemplo, Francina Armengol en la Islas Baleares saca del subempleo y la explotación laboral a miles de trabajadores y trabajadoras. 
    • La libertad que se ensancha en la Comunidad valenciana gracias a la apuesta que está haciendo Ximo Puig por la educación pública en esa comunidad 
    • Y el valor de la fraternidad en Asturias, con Javier Fernández, ejemplo de cohesión social con su salario social básico. 
    • Y el valor también del diálogo y el acuerdo en Cantabria y Euskadi, donde estamos presentes para marcar la impronta social en sus gobiernos autonómicos. 

Valores que estamos haciendo realidad en todos y cada uno de los gobiernos municipales allá donde gobernamos. Gobiernos municipales pioneros en la transición energética y la movilidad sostenible, en la remunicipalización de servicios públicos que fueron privatizados por los gobiernos municipales de la derecha.

Un buen hacer que prueba lo incomprensible de la regla de gasto que atenaza a los Ayuntamientos y desde aquí de nuevo, desde el Comité Federal, exigimos al Gobierno de España que derogue la regla de gasto y libere los recursos a los Ayuntamientos del país. Libertad, igualdad, fraternidad y responsabilidad que es la base de la oposición de Estado que estamos desplegando los socialistas en las instituciones. 

En 2019 vamos a ir al encuentro con las urnas, con la seguridad y la fuerza que nos dan el aval del trabajo bien hecho allí donde hemos estado representados en las instituciones. Y con un propósito claro y firme al alcance de la mano: ser la primera fuerza política en 2019 en este país. La Comisión Ejecutiva Federal ya se ha puesto en marcha. 

La elaboración de los programas marco municipal, autonómico y europeo los coordinarán dos personalidades que, estoy convencido, van a contar con el aplauso del Comité Federal, porque son personas no solamente queridas, sino de un extraordinario valor intelectual y un compromiso político enorme: nuestra presidenta, Cristina Narbona, y el responsable de estudios y programas, José Félix Tezanos. 

Ambos, junto al resto de la dirección y al conjunto del partido elaborarán nuestro proyecto de país abierto a la ciudadanía para los municipios, las autonomías y las instituciones comunitarias. Un proyecto para la modernización del país, progresista y europeísta. Y subrayo estas tres características: modernizador, progresista y europeísta, frente a la pugna neoconservadora de las dos derechas, de la que estamos siendo testigos toda la sociedad española. 

Una pugna de poder, no es una pugna ideológica, absolutamente de poder por ver cómo se reparten los escaños en el centro derecha de este país. Y que, por cierto, está teniendo ya consecuencias para la ciudadanía española en forme de parálisis política. 

Los que deberían gobernar no gobiernan. Y aquellos que deberían apoyar a los que no gobiernan para que gobiernen, no les apoyan. El resultado: España no avanza. España está paralizada. Este gobierno es un lastre para el avance de nuestro país. 
  • Representa un proyecto agotado, vacío de ideas y anegado de corrupción - Mirando a los tribunales y dando la espalda a los problemas reales de los ciudadanos 
  • En guerra fría con su socio. Una guerra entre iguales a los que solo separa el reparto de escaños, pero desde luego no la cuestión ideológica. 
  • Y un gobierno que no da señales de vida. Sin pulso. Ahora amenazan con prorrogar los presupuestos por segundo año consecutivo, incluso también dejan caer que estarían dispuestos a llegar a 2020 con la prórroga por tercer año consecutivo de esos presupuestos. 
    • Es decir, eluden de nuevo sus responsabilidades al frente de las instituciones. Aprobar los presupuestos es la primera y principal obligación de un gobierno, porque sin presupuestos no hay nada que gobernar. Un gobierno sin presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina.


Así que no hay excusa, y exigimos desde el Comité Federal al presidente del Gobierno que presenten el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, para dar confianza a los actores económicos, para dar seguridad a la ciudadanía española, y también para dar credibilidad y estabilidad a la vida pública en nuestro país. 

Vivir de la prórroga es prorrogar los problemas de la gente. Es prorrogar y consolidar los recortes al Estado del Bienestar que ha perpetrado la derecha durante estos últimos años. Y es no rendir cuentas ante el Parlamento y ante los españoles. 

Y vivimos tiempos demasiado trascendentales como para no hacer nada, ¿verdad? Porque lo que pasa cuando no se hace nada es que las cosas al final se pudren… ¿No vamos a hacer nada para resolver la crisis territorial de Cataluña? ¿No hacemos nada para resolver el déficit estructural que tiene la Seguridad Social? ¿No hacemos nada con la desigualdad social? ¿No hacemos nada para luchar contra la precariedad? ¿Contra la desigualdad salarial que viven las mujeres en relación con los hombres? ¿No hacemos nada con los problemas que existen en nuestro país? 

Así que, frente a este gobierno que no hace nada, nosotros decimos que hay mucho que hacer. Y hay que hacerlo ya. Y sobre todo, hacer lo más importante. HACER PAÍS. Porque cada minuto que pase, es un minuto perdido en hacer ese país que se merece la gente. Así que hagamos país. Y hagámoslo ya. 

Hagámoslo ahora. Esa es nuestra propuesta política. Hacer el proyecto de país que merece la gente. Un proyecto para la modernización de España, progresista y europeísta. Un proyecto solvente y responsable, que genere seguridad y confianza en la ciudadanía, a toda ella, a quienes nos votan y a los que no. Es verdad que a nosotros, amigos y amigas, no nos van a regalar nada. Lo sabemos. Ya lo hemos sufrido en el pasado –y también lo puedo decir en presente continuo ¿verdad?-. 

Nuestro proyecto es autónomo, no está al servicio de la plutocracia de este país, está al servicio de la mayoría social de este país, y eso siempre tiene un coste. Así que, con humildad y con determinación. Paso a paso. Ese es nuestro camino. El buen camino. El camino que nos llevará a ganar la confianza mayoritaria de la ciudadanía en los próximos comicios. El camino que nos llevará a liderar el cambio seguro que demanda y necesita nuestro país.

Nuestro proyecto de país señala los tres retos a abordar como sociedad, para las próximas décadas: 
  • Primero: consolidar un crecimiento seguro. Con un nuevo modelo productivo alternativo al neoconservador. 
  • Segundo: la recuperación de la igualdad, o si lo preferís el combate sin cuartel contra la desigualdad que sufren millones de españoles y españolas. 
  • Tercero: la regeneración democrática. Situando en el centro de la misma la ejemplaridad en la vida pública, como nos demandaron cientos de miles de españolas y españoles cuando se manifestaron el 15-M en las plazas y calles. 

Es en torno a estos tres retos sobre los que pivotan los diez grandes acuerdos de país en los que está trabajando desde principio de año la Comisión Ejecutiva Federal. Lograr un crecimiento económico seguro es apostar por reindustrializar nuestro país.

Yo me he reunido con los CEO de distintas industrias y no tenga un ministro o ministra de Industria; no dan crédito a que este país no tenga una política industrial; no dan crédito a que este país, que tiene en el sector de la automoción a una de sus principales figuras exportadoras, no tenga a personas que, cuando hablan en esos CEOs de compañías de automoción internacionales, tengan el rango de ministro o ministra que es precisamente lo que necesita y se merece la política industrial del país. 

Y no lo están haciendo además al inicio de la revolución industrial 4.0, en plena transición energética y en un país cuya base exportadora –como decía- está muy vinculada al sector de la automoción. Crecimiento seguro es apostar por una nueva política de infraestructuras. 

Reivindicar el que este gobierno tiene de una vez por todas que soldar esa vertebración del eje del mediterráneo y también abrir oportunidades a distintos territorios que de manera secular han sido postergados por las administraciones centrales, como por ejemplo Extremadura con su tren. Crecimiento seguro es revertir los recortes en Ciencia e Investigación. 

Tuvimos ocasión hace dos días de estar con la comunidad científica, reunidos en la calle Ferraz. Estuvimos con personas que suenan incluso para ser Premio Nobel de Medicina. ¿Sabéis en el centro de investigación que tiene esta persona cuántos trabajadores tiene a cargo? Tiene dos becarios. El 1,19% del PIB vinculado a la Ciencia es un insulto, porque no solamente nos está alejando de los parámetros medios de la UE, sino que además demuestra que este gobierno está pensando solamente en sí mismo y no piensa en el futuro del país.

Crecimiento seguro es apostar por la pequeña y mediana empresa, la economía social y amparar a los tres millones de trabajadores autónomos. Crecimiento seguro es abordar la transición ecológica de la economía que debe incluir también la transición hidrológica del país. Nosotros desde aquí volvemos a tender la mano al Gobierno de España para lograr ese Pacto Nacional del Agua. 

Y al hacer tal apuesta, estaremos no sólo sentando las bases de otro tipo de crecimiento económico, estaremos haciendo también algo muy importante: hablar y centrarnos en qué tipo de empleo se crea. Un empleo que tiene que ser más estable, más seguro, que posibilite a los trabajadores mirar con optimismo su futuro, con garantías, y también el de los suyos. 

No es un país estable aquel en el que el 90% de los contratos de trabajo firmados sean temporales. Nadie es libre con un sueldo que no le garantiza la existencia. Crecimiento seguro, y junto a ello, regenerar la vida democrática del país. 

Nosotros vamos a seguir defendiendo que tenemos que renovar el pacto constitucional en nuestro país. Y no solamente para resolver, que también, la cuestión territorial, sino porque tenemos que ensanchar y reconocer nuevos derechos y libertades en nuestra Carta Magna, y blindar muchos de esos derechos que ahora mismo no están reconocidos como fundamentales en nuestra Constitución. 

Y, finalmente, recuperar la igualdad. Lo que significa, ante todo y sobre todo, resolver el déficit estructural de la Seguridad Social. Sabéis que hemos empezado desde principios de año una campaña en asambleas abiertas para explicar cuál es la propuesta del PSOE en relación con el tremendo y preocupante déficit de la Seguridad Social. 

Mirad, los socialistas estamos a favor de incentivar el ahorro privado, faltaría más; creemos que es una virtud hasta incluso también de izquierdas –el ahorrar, el prever y el garantizar una cierta seguridad ante los avatares del futuro-. 

Pero resulta hipócrita que lo pida un gobierno que precisamente con su reforma laboral lo que ha hecho es que cobren menos los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Y lo más preocupante: al centrar el debate en el ahorro privado, el sr. Rajoy demuestra haber renunciado a resolver el problema grave de sostenibilidad del sistema público de pensiones. 

Frente a ello, los socialistas tenemos un plan para revertir esta situación. Que pasa por mejorar los sueldos de los trabajadores, porque a mejores sueldos mejores pensiones; por racionalizar buena parte del gasto de la Seguridad Social, que tiene que estar imputados a los PGE no a los presupuestos de la Seguridad Social, y que pasa también por crear nuevas figuras impositivas extraordinarias y finalistas como es el impuesto extraordinario a la banca que ha pedido el PSOE. 

Un sector que ha sido rescatado con 77 mil millones de euros de los bolsillos de los contribuyentes, que no hemos recuperado ni un céntimo de euro, a diferencia de lo que prometió el Gobierno de España. Que el año pasado obtuvo unos beneficios de más de 13.000 millones de euros. La propuesta es que si los ciudadanos rescataron al sector financiero, el sector financiero tiene que contribuir a rescatar también con su parte al sistema público de pensiones. 

Recuperar la igualdad es también resolver la brecha salarial con una nueva legislación de igualdad laboral que los socialistas vamos a presentar y que aprobaremos este próximo lunes en la Comisión Ejecutiva Federal. Como secretario general del PSOE, pido formalmente y públicamente a todos nuestros cuadros secundar los paros laborales convocados por los sindicatos para el próximo día 8 de marzo. Y pido al resto de partidos, a izquierda y derecha, que también los secunden, porque no estamos hablando de una cuestión ideológica, sino de justicia social, y es que la mitad de la población sufre la discriminación salarial por el mero hecho de ser mujer. 

Recuperar la igualdad es también apostar por la cultura y transformar nuestro sistema educativo: con más recursos económicos y estabilidad legislativa, recuperando para la enseñanza las humanidades hoy relegadas por una derecha que no quiere ciudadanos libre pensadores, con una apuesta decidida por la formación profesional, la gratuidad de las primeras matrículas universitarias a los estudiantes de postgrado de las universidades públicas y por el asentamiento de nuevas técnicas pedagógicas que capaciten a nuestros hijos para desenvolverse con éxito en un entorno que, si algo tenemos seguro, es que va a ser menos certero. 

Recuperar la igualdad es saber que un país decente no puede dejar a una gran parte de los suyos en el camino. Es sintomático que diversos organismos considerasen el término “aporofobia” la palabra del año 2017. Y que es el miedo a los pobres, es no hablar de la pobreza, negar esa existencia; al hacerlo el problema es que se anula la empatía, que nos hace insensibles ante el dolor ajeno. 

Por eso, frente a la idea imperante de ocultar el dolor ajeno bajo el velo del silencio, nosotros decimos que mientras haya 10 millones de españoles en riesgo de caer en la pobreza, mientras haya un 30% de los niños españoles que viven en hogares pobres, no podemos hablar de las cicatrices de la crisis. Las cicatrices son heridas ya cerradas. 

Hay heridas todavía abiertas y, en consecuencia, los socialistas siempre pensaremos en esos 10 millones de españoles y españolas que todavía viven en riesgo de pobreza.

Y recuperar la igualdad es renovar la financiación autonómica y local, olvidada por este gobierno incapaz de hacer nada, y cuyo coste de oportunidad ya estamos sufriendo en forma de infrafinanciación de nuestro Sistema de Salud Púbica. Así que desde aquí volvemos de nuevo a tender la mano al Gobierno para negociar y acordar un nuevo sistema de financiación autonómica. Pero estamos a la espera –después de unas cuantas semanas más- de conocer la propuesta de este gobierno. 

Compañeros y compañeras, termino. Abrí mi intervención recordando a Tierno Galván. Quiero concluir apelando a la memoria de dos grandes demócratas, desaparecidos hace años en un mes como este. Me refiero a Francisco Tomás y Valiente y a Fernando Múgica. Con ocho días de diferencia, hace 22 años, nos arrebataron a dos referentes intelectuales para este partido, y me atrevería a decir que ejemplos de la sociedad española. 

Hace poco, una compañera me recordaba que tomó la decisión de afiliarse al PSOE el día que asesinaron a Tomás y Valiente. Aquél era un pequeño gesto. Uno entre millones de pequeños gestos anónimos que contribuyeron a ganar la batalla al terrorismo. En palabras de su hijo huérfano, Tomás y Valiente siempre defendió la tolerancia beligerante. 

Fue esa tolerancia beligerante la que nos llevó a reconquistar el espacio público y ganar ese territorio frente a la barbarie. 

Hoy, con la distancia del tiempo, tenemos la obligación, el deber, de recordar a quienes tanto dieron, por su compromiso con las ideas que definen nuestras siglas. Y pensar que los grandes valores de la socialdemocracia, se defienden con la fuerza de las convicciones y la inspiración de aquellos que, con su ejemplo, siempre estarán presentes en nuestro recuerdo. Gracias.

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