Muchas gracias, señor presidente. Señorías.
Comparezco ante ustedes como consejera de Educación, Cultura y Deportes para informarles
de todos los detalles relativos a las medidas puestas en marcha desde esta consejería, y
relacionadas con la situación de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19.
En primer lugar, me gustaría tener un recuerdo para todas aquellas personas que nos han
dejado a causa de esta pandemia, y para sus familias, que son quienes permanecen sufriendo
su pérdida. Es duro que nos deje un ser querido, y lo es más aun en una situación como la que
estamos viviendo, en la que no ha habido ocasión para la despedida, para un último adiós, ni
antes ni después de la marcha, dejando, desde luego, en nuestro interior, un vacío difícil de
sobrellevar, imposible de olvidar.
También quiero hacer mención a las localidades que, desde sus ayuntamientos, desde sus
centros educativos u otras instituciones y organizaciones, han puesto en todo momento su
trabajo y esfuerzo en colaborar en cualquier asunto en el que se les ha requerido.
Debo hacer mención también a todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que se han
involucrado en ayudar y en participar para, allí donde las posibilidades de otros no alcanzaban,
ayudarles a encontrar una salida.
Como he dicho muchísimas veces, todas las medidas de las
que voy a hablar no las hemos llevado a cabo solos, hemos tenido el respaldo y la colaboración
de la comunidad educativa, de sus colectivos y de las organizaciones del ámbito, a quienes
debemos reconocer su colosal implicación.
Quiero para ello de nuevo —y no me cansaré de hacerlo—, en mi nombre, en el de todo mi
equipo y en el del Gobierno regional, agradecer el enorme esfuerzo del profesorado, con su
creatividad, con su generosidad y, desde luego, con su profesionalidad, pues han pasado de un
día al día siguiente a reprogramar, a reorganizar material, a cambiar sus hábitos y metodologías
con el fin de que ningún alumno, ninguna alumna de esta región, se quedará atrás.
Porque nadie
puede negar la dificultad de pasar de una educación en las aulas a una educación no presencial,
algo que el profesorado nunca hubiese concebido.
Sin embargo, han conseguido, además de enseñar, además de educar, transmitir emociones,
sentimientos y contacto, intentando hacer lo más parecida esa nueva manera de educar a la que
siempre habían planteado y de la que siempre habían disfrutado
Porque la educación, señorías, es comunicación. Es comunicación en el más amplio sentido
de la palabra. Formamos al alumnado de forma integral, y eso, desde luego, conlleva presencia,
una presencia que no hemos podido tener.
También quiero reivindicar la labor de los equipos directivos. Estos equipos directivos han
servido de enlace entre ellos y la Administración, entre las familias y el profesorado, han sido
grandes y eficaces organizadores; han protegido y defendido aquello en lo que creen. Lo han
hecho con un liderazgo pedagógico de primera, y lo han hecho, sobre todo, con aquello que
coincide con lo que creemos todos, con lo que creemos todas las que nos dedicamos a la
educación.
Quiero, asimismo, reconocer la actitud del alumnado de Castilla-La Mancha, que se ha
preocupado por mantener sus ritmos y por adaptarse a este escenario, un escenario en el que
las aulas han sido sus dormitorios o sus salones, en el que los pupitres han sido, muchas veces,
las mesas de las cocinas, y en el que los gimnasios han sido los pasillos de sus casas.
Hay que reconocer el mérito de aprender en estas condiciones tan adversas, y lo han hecho
de manera tranquila y sosegada.
Nuestros alumnos y alumnas, señorías, nos han dado una
lección importante de responsabilidad y de adaptación. Nos han dado una lección de vida.
Cómo no agradecérselo también a las familias, que han desempeñado una doble faceta: la de
padres y madres, y la de docentes. Agradezco, desde luego, su enorme esfuerzo para que la
educación no se perdiera en este último canal de comunicación. Han realizado una labor
excepcional, titánica, que demuestra que, desde luego, la educación es cosa de todos, y que
todos estamos en el mismo camino.
Estos son los agradecimientos, creo que indispensables en toda acción educativa, pues sin
ellos no hay reconocimiento del otro, y, por tanto, no existe el encuentro.
Ahora sí paso a informarles de todos los acontecimientos durante este periodo de educación
no presencial.
En primer lugar, me gustaría señalarles que durante todo este tiempo la comunicación con la
comunidad educativa siempre ha sido fluida y eficaz, y, por encima de todo, transparente.
Cada
decisión, cada paso que se ha dado, se ha comunicado a los centros educativos mediante
correos electrónicos u otros sistemas. Se han dado numerosas ruedas de prensa, se ha
incorporado toda la información al portal de Educación, se ha dado difusión en las redes
sociales, se ha informado al Consejo Escolar Regional, así como también, por supuesto, al
Consejo de Gobierno de la comunidad autónoma.
Hemos intentado explicar todo con la mayor claridad y prontitud.
Desde el primer momento
tuvimos claro que todos los colectivos —todos— debían de estar informados de cada gestión en
la que se pudieran sentir implicados, y hacerlo con tiempo suficiente para aclarar sus dudas y
resolver los problemas lo antes posible.
No hay que explicar, como ya he dicho, qué ha supuesto esta pandemia, pero sí hay que ser
conscientes, señorías, de que este periodo ha sido —y durante un tiempo va a ser— el período
más despiadado de nuestra historia democrática.
Por ello hemos considerado muy importante mantener la colaboración también con las
empresas con las que habitualmente trabajamos, y que llevan a cabo la organización, por
ejemplo, de cuestiones tan importantes como los comedores escolares, o la distribución de las
tabletas, el transporte, material tecnológico, o aquellas que se dedican a otros sectores, hasta
ahora muy imbricados en la estructura educativa.
Antes de empezar a dar cuenta con todo el detalle del desarrollo de las medidas, las pautas de
actuación y los procedimientos que se han llevado a cabo desde la Consejería de Educación,
Cultura y Deportes, quiero señalar un poco los principios que han regido y rigen todas nuestras
actuaciones.
En primer lugar, no dejar a nadie atrás, ese es el principio básico, y no dejarnos a nadie en el
camino.
Porque nuestro principal objetivo son las personas, y, ahora más que nunca, hemos
tratado, por encima de todo, que nadie se quede atrás, ni a nivel educativo, ni cultural o
deportivo, ni, desde luego, en el ámbito personal o social.
Asimismo, y relacionado con lo anterior, se ha llevado a cabo un permanente
acompañamiento, tanto a docentes como a alumnos y familias, así como a colectivos y a las
empresas relacionadas con nuestro ámbito de gestión
Es importante también mencionar la coordinación que ha existido entre la Consejería de
Sanidad y nuestra propia consejería, así como entre nuestra consejería con los cuatro ministerios
con los que se tiene que coordinar: el de Educación y Formación Profesional, el de Cultura y
Deporte, el de Ciencia y el de Universidades; desde donde se ha tenido que tomar decisiones
muy difíciles.
Les agradezco desde aquí que hayan escuchado nuestras sugerencias y, por tanto,
las de nuestra comunidad educativa, a través de las diferentes conferencias sectoriales o de las
comisiones generales.
Además de la coordinación, hemos abogado en todo momento por una escucha activa con
todos los sectores en los que cada idea ha sido estimada y valorada.
Algo muy importante —y de
lo que nos sentimos sumamente satisfechos— es la agilidad en la toma de decisiones. Hemos
actuado rápido y con coherencia, según la evolución de la pandemia, y teniéndose que tomar y
cambiar decisiones en función, fundamentalmente, de las nuevas situaciones que se han ido
generando.
Paso, ahora ya sí, a detallarles las medidas y pautas de actuación desarrolladas durante el
estado de alarma. Intentaré hacerlo de forma cronológica, aunque en ocasiones algunas de ellas
se han ido solapando en el tiempo. Creo que esta es la mejor manera —al menos la manera más
didáctica—para tener una visión global del conjunto.
Como saben, señorías, el pasado 14 de marzo el Gobierno de este país decretó el estado de
alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19,
mediante el Decreto 463/2020, del 12 de marzo.
Antes de que esto ocurriese, desde el Gobierno
regional se había comenzado a tomar medidas ante la situación que se estaba generando. Para
ello, el día 26 de febrero ya se envió un correo a todos los centros educativos de la región, con la
finalidad de disipar las dudas que se estaban generando en torno al coronavirus.
En este comunicado se les instaba a los docentes a seguir las indicaciones de las autoridades
sanitarias. También en el mismo se les dio información de las páginas web, tanto del Ministerio
de Sanidad como de la Consejería de Sanidad, en las que podían encontrar toda la información
conocida hasta ese momento sobre esta enfermedad.
Posteriormente, el 12 de marzo, basándose en la evolución de la pandemia, y siguiendo las
indicaciones del Gobierno de España, el presidente de la comunidad autónoma, mediante el
Decreto 8/2020, acordó la suspensión de la actividad docente presencial en todos los niveles
educativos, así como las actividades complementarias, extracurriculares, deportivas y culturales,
ordenando a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes la adopción de las medidas
oportunas para llevar a efecto este mandato.
Por ello, y con el fin de garantizar la continuidad del servicio educativo, y teniendo en cuenta
que la educación es un derecho, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes dictó la
Instrucción 1/2020, del 13 de marzo, para la aplicación de las medidas educativas por causa del
brote de la COVID-19 en los centros docentes de Castilla-La Mancha, que hizo llegar, de forma
inmediata, a todos los centros educativos de la región.
En estas instrucciones se formalizaba la valiente decisión de no esperar a la siguiente semana,
decidiendo que el alumnado ya no asistiría a los centros escolares desde el mismo viernes 13 de
marzo, y el profesorado desde el lunes 16 de marzo.
En cuanto a las medidas puramente pedagógicas, he de decirles que en este mismo mes de
marzo se hizo llegar ya a los centros educativos de la región las instrucciones para la finalización
del segundo trimestre del curso escolar, que aconteciese con la mayor normalidad posible.
Posteriormente, una vez pasado el supuesto descanso de Semana Santa, y teniendo en
cuenta que aún no había ninguna fecha clara de reincorporación a las aulas, se establecieron las
primeras instrucciones para abordar el inicio del trimestre, a las que después se les han ido
incorporando otras de carácter más específico, relacionadas con temas concretos, tales como la
adaptación de la evaluación, la promoción y la titulación del alumnado.
En cuanto a las medidas que recogen las instrucciones que el día 13 de abril se hizo llegar a
los centros educativos, he de decirles que todas ellas fueron defendidas por esta comunidad
autónoma en la conferencia sectorial de Educación que se celebró el miércoles 15 de abril, y que
sirvieron de ejemplo para el resto de las comunidades autónomas.
El principal objetivo de estas instrucciones fue transmitir tranquilidad a toda la comunidad
educativa, y asegurar que el alumnado finalizase el curso escolar de una forma totalmente garantista, consolidando y reforzando lo aprendido, y preservando, por encima de todo, su salud.
Cuando hablo de salud, hablo de salud física y también de salud emocional.
Además, todo ello desde un planteamiento que ha priorizado —y sigue priorizando— la
igualdad de oportunidades, la atención al alumnado desde la inclusión, así como la flexibilidad
para adecuar la educación al contexto vigente, y, por supuesto, respetando la autonomía de los
centros educativos.
En este sentido, he de decirles que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha apostado por un
modelo de enseñanza-aprendizaje basado en el refuerzo y la profundización de los contenidos
ya dados, avanzando en aquellos básicos para la promoción o titulación que no revistan, por
supuesto, una especial dificultad de asimilación, teniendo en cuenta el formato actual de la
actividad no presencial.
Hemos considerado fundamental que se prioricen las tareas globalizadas en los diferentes
ámbitos curriculares, y el trabajo por competencias, rehuyendo la necesidad y también la presión
de terminar programas.
Para ello transmitimos a los directores de los centros educativos que
incidiesen en su labor de coordinación docente. Esta coordinación debía encaminarse a
garantizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, adoptándose decisiones que condujesen al
equilibrio en las sesiones, en los horarios del alumnado y en las tareas asignadas, teniéndose en
cuenta la nueva realidad de los hogares.
Era trascendental que se entendiera que un horario presencial no podía ser, en ningún caso,
trasladable a esta nueva situación, y que, por tanto, debía existir un ajuste significativo de las
tareas, pues un exceso de estas podría ocasionar, en ocasiones, en determinados contextos
familiares, una frustración para el alumnado.
Así, los criterios de evaluación debían ser flexibles y
conducentes a valorar, no tanto los contenidos impartidos, sino el esfuerzo y la actitud de
nuestros alumnos y nuestras alumnas.
La evaluación derivada de este trimestre no debe perjudicar las calificaciones del alumno.
Más
que nunca, se llevará a cabo una evaluación continua, y de estos resultados se establecerá un
diagnóstico, que será decisivo para que en el inicio del curso 2020-2021 se pueda potenciar,
reforzar y paliar los posibles desajustes que la situación actual haya traído como consecuencia.
En esta línea, quiero destacar la enorme importancia del acompañamiento emocional, tanto al
alumnado como a sus familias. Esta labor ha estado muy presente en todo este proceso
educativo y todo este tiempo.
Para ello, nuestro profesorado ha demostrado —y sigue
haciéndolo— una especial sensibilidad hacia el alumnado con las reacciones emocionales
derivadas de la pandemia. Estas reacciones pueden ser tales como problemas de salud,
procesos de duelo, problemas originados por la situación a nivel personal o social, así como los
problemas relacionados con las rutinas cotidianas, como la alimentación, el sueño o la
planificación del trabajo.
Para continuar con la Normativa de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje,
durante este estado de alarma, el pasado 5 de mayo se publicó y se hizo llegar a los centros
educativos de la región la resolución del 30 de abril, por la que se dictaban las instrucciones para
la adaptación de la evaluación, promoción y titulación ante la situación de la crisis ocasionada
por la COVID-19.
Esta resolución se aplica a todas las enseñanzas no universitarias impartidas en los centros
docentes de la Comunidad de Castilla-La Mancha, y desarrolla la orden ministerial del 22 de
abril, por la que el ministerio estableció el marco y las directrices de actuación para el tercer
trimestre del curso 2019-2020 y el inicio del 2020-2021.
Quiero señalar que tanto en esta resolución como en todas las medidas que se han ido
tomando, la inclusión, desde luego, ha sido uno de nuestros puntos cardinales. Por tanto, en esta
resolución, la adaptación de la evaluación, promoción y titulación se ha hecho con una referencia
específica para cada etapa sobre la evaluación del alumnado de inclusión educativa, en la que
es imprescindible la participación del equipo o el Departamento de Orientación.
Aprovecho la referencia para mostrar nuestro indudable apoyo a los centros educativos de
educación especial, los cuales tienen garantizada su permanencia en la región mediante nuestro
decreto de inclusión educativa.
Este ha sido, además, uno de los primeros colectivos con los que hemos mantenido reuniones
para conocer de primera mano sus inquietudes, sus dudas, sus aportaciones y sus sugerencias.
Les detallo un poco las claves de la evaluación que se seguirán en el final de curso. Los
criterios de promoción y titulación no se designarán por materias, sino de forma integrada,
tomando como referencia el progreso del conjunto de materias, la adquisición de competencias
clave y la continuidad de sus estudios.
El equipo docente es el encargado de determinar la promoción y valoración al alumnado en su
conjunto.
La repetición seguirá siendo, como hasta ahora, una medida excepcional, sólidamente
argumentada y acompañada de un plan de recuperación. Las calificaciones de las materias
podrán mejorarse o recuperarse, si es que se encuentran pendientes, llevándose a cabo un plan
individualizado de recuperación de aprendizajes.
En relación con estas y otras instrucciones que hemos enviado a los centros educativos para
regular los procesos de enseñanza-aprendizaje en esta excepcional situación, quisiera hacerles
también partícipes de las felicitaciones que nos han hecho llegar todos los miembros de la
comunidad educativa, por las medidas e instrumentos adoptados, por su necesidad, y porque
llegan de manera oportuna.
Realmente nos sentimos orgullosos por sus agradecimientos, y por
comunicarnos que no se han sentido solos en ningún momento.
También quiero aclarar que, además de las resoluciones e instrucciones de carácter general,
cada dirección general ha concretado, según sus competencias, otra serie de instrucciones más
específicas.
Ya que hablamos de inclusión, me gustaría exponer el proceso de ayudas al comedor escolar.
Tan pronto se suspendió la asistencia del alumnado a los centros educativos, el 12 de marzo,
nuestra primera prioridad, desde luego, fue atender a las familias cuyos hijos o hijas fueron
beneficiarios de estas ayudas.
Nuestro Gobierno determinó continuar con esta prestación
recuperada por el Ejecutivo de Emiliano García-Page, y considerábamos que era de vital
importancia que este alumnado tuviese garantizado un menú equilibrado a mediodía, que
cumpliese con todos los requisitos nutricionales adecuados a su edad.
La manera en que se ha articulado esta medida era única hasta el momento en España.
Fuimos pioneros en esta medida.
Otras comunidades, después, decidieron abordar otras
cuestiones, y lo hicieron de forma diferente: con una cuantía económica o contratar otros
servicios, algunos de ellos conocidos por su poca garantía nutricional.
El servicio comenzó a prestarse el lunes 23 de marzo, y ha llegado a 190 localidades con
servicio de comedor escolar.
Se efectúa mediante dos modalidades: una mayoritaria, basada en
la gestión del servicio por empresas de cáterin, en colaboración con los ayuntamientos; y una
segunda, minoritaria, en la que los ayuntamientos, a través de establecimientos de su localidad,
proporcionan alimentos a las familias del alumnado becado.
A fecha de hoy se han favorecido de
esta ayuda más de 6.000 alumnos y alumnas de nuestra región, en concreto 6.143.
De las 190 localidades en las que hay servicio de comedor, 163 se han acogido a la primera
opción —recogida de menús—, y las otras 27 a la segunda, consistente en la adquisición de los
alimentos.
Continuando con el orden cronológico al que me refería al inicio de mi intervención, el
miércoles 25 de marzo se celebró una conferencia sectorial de Educación, en la que se trataron
temas como la finalización del curso escolar, las fechas y condiciones de la EBAU, la suspensión
de las pruebas de diagnóstico, las prácticas de formación de centros de trabajo para los estudios
de formación profesional, la situación del alumnado matriculado en el extranjero y la oferta
pública de empleo.
Tras esta conferencia sectorial, el Gobierno regional tomó la decisión y comunicó el
aplazamiento del proceso de oposiciones de enseñanzas medias —secundaria, formación
profesional y régimen especial— al próximo año 2021. Nuestra opción es la de establecer las
condiciones necesarias para poder convocar las 716 plazas ofertadas este año, y sumar, en el
2021, tanto la tasa de reposición como la de estabilización del 2020.
Esta decisión, desde luego, sin parangón en nuestra historia como autonomía, se ha debido a
varias cuestiones, entre ellas, una de las más importantes ha sido que las condiciones de estudio
para las oposiciones no estaban siendo —ni son, desde luego— las más favorables.
Asimismo,
se ha fundamentado en el respeto al profesorado, que se enfrentaba a un proceso de oposición
en circunstancias que van en contra de un normal desarrollo del mismo; así como a las recomendaciones sanitarias del momento en que se toma la decisión, pues no existían certezas
de que se pudiese realizar la prueba de forma garantista, con seguridad para los opositores.
Sin dejar el ámbito laboral, quiero señalar que todo el profesorado que está en fase de
prácticas tras haber superado el proceso de oposición del año 2019, finalizará esta fase con
todas las garantías, y podrá acceder a su plaza sin inconvenientes.
Paso ahora a informarles de tres pruebas, también presenciales, que tienen que celebrarse a
partir del mes de junio: en primer lugar, están las pruebas de acceso a la formación profesional.
Estas se efectuarán en diferentes IES de cada provincia, en primera convocatoria el día 15 de
junio, para los ciclos de grado medio, y el 15 y 16 de junio las de grado superior; y en segunda
convocatoria, el 29 de junio las de grado medio, y el 29 y 30 las de grado superior.
El plazo de
solicitud finalizó el 15 de mayo, y se han inscrito 1.843 solicitantes.
En cuanto a las pruebas libres para adultos para la obtención del título de graduado en ESO,
estas se efectuarán el día 18 de junio en primera convocatoria, y el 4 de septiembre en segunda.
Se desarrollarán en siete sedes de la comunidad autónoma.
En cuanto a la prueba de la EBAU, a la que están llamados a participar más de 11.000
estudiantes, se celebrará los días 6, 7 y 8 de julio para la convocatoria ordinaria, y los días 1, 2 y
3 de septiembre para la extraordinaria. Segundo de Bachillerato es un curso extremadamente
sensible, y por ello nuestro objetivo siempre ha sido el organizar esta prueba de tal manera que
nuestro alumnado tenga las mismas oportunidades que el alumnado de años anteriores, pues en
ella han sembrado sus esperanzas de futuro, y sabemos que también sus ilusiones.
Desde el principio se tuvo claro que tanto este alumnado como el de otras etapas sería
evaluado por lo que ha aprendido y no por lo que ha dejado de aprender, y que se flexibilizaría
esta prueba, proporcionándole una mayor optatividad.
El Gobierno regional ha estado trabajando con la Universidad de Castilla-La Mancha para
definir los espacios y las condiciones de la prueba.
El criterio general que se seguirá es el de
aumentar los espacio para mantener la distancia social. Para poder acometer esta medida, se
utilizarán, por un lado, las sedes universitarias, y, por otro, se incrementará el número de
institutos en los que se pueda realizar la prueba.
Todas estas pruebas que he citado estarán guiadas por las normas enviadas por el Ministerio
de Sanidad y visadas por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha.
Ahora quiero hablarles de la brecha digital, un asunto de suma importancia para este
Gobierno, un asunto que vuelve a estar relacionado directamente con la inclusión educativa —de
la que vengo hablando desde el principio de mi intervención—, y que, como les digo, ha regido
todas y cada una de nuestras actuaciones.
Un asunto que desde el principio hemos querido
atajar, pues generalmente lo sufre el alumnado con menos recursos.
Es que, si el uso de las nuevas tecnologías resulta importante como una herramienta de apoyo
durante un curso normalizado y de enseñanza presencial, ahora se hace imprescindible la
conexión digital. Esta ha pasado a ser la única forma de comunicación y de trabajo entre el
alumnado, los docentes y las familias.
Para atajar esta brecha, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes comenzó con una
fase de recogida de información.
Esta se solicitó a los equipos directivos de todos los centros
educativos de la región, y, a través de ellos, al profesorado, pues son ellos quienes mejor
conocen, desde luego, al alumnado.
Dicha información nos indicaría la diferente casuística que pudiese estar dándose entre sus
estudiantes y las familias en cuanto al acceso o el uso de los medios tecnológicos y la
comunicación a través de Internet.
En primer lugar, se pidió una relación nominal de alumnos y alumnas que pudiesen estar
afectados, ya fuera por la carencia de dispositivos o por la carencia de conexión.
Se les solicitó,
además, la tarea de valorar y cuantificar la disponibilidad de dispositivos portátiles —PC o
tabletas— de los que disponían en sus centros educativos, que pudieran ser susceptibles de ser
utilizados por este alumnado.
Gracias a este estudio detallado se reveló una serie de datos, que ha servido para poner en
marcha un plan integral de refuerzo informático, con el que garantizar que ningún alumno,
ninguna alumna, ningún niño, ninguna niña de Castilla-La Mancha, debido a su condición social o
económica, quede fuera del sistema educativo durante este tercer trimestre.
Se ha comprobado que esta situación ha afectado a algo más del 2,5 % del alumnado de la
región que se haya escolarizado en los últimos cuatro cursos de la etapa de educación primaria,
así como en educación secundaria obligatoria, en bachillerato o en formación profesional.
Para solucionarlo, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha una serie de
medidas articuladas en dos fases: la primera, en la que se atendió la demanda de 1.825
estudiantes de bachillerato, formación profesional y cuarto de educación secundaria obligatoria.
En esta fase se entregaron 1.057 dispositivos disponibles en los centros educativos, además de
768 tarjetas de conexión facilitadas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
En esta primera fase se ha contado con la colaboración de diferentes empleados públicos para
el reparto del material: agentes medioambientales, conductores del parque móvil de la Junta,
agentes de protección civil, personal de los ayuntamientos, equipos directivos y GEACAM.
En una segunda fase, con la que llegamos a más de 7.000 estudiantes de educación primaria
y secundaria, se adquirió material informático y de conectividad por vía de emergencia,
consistente en 4.000 dispositivos con conexión a Internet, y 400 tarjetas de 4G. Además, se
repartieron más equipos procedentes de los centros educativos, así como donaciones ex
profeso.
También hemos contado con 1.145 tarjetas de conexión 4G que el Ministerio de
Educación y Formación Profesional ha puesto a nuestra disposición para el alumnado de
Bachillerato y formación profesional.
Con ambas fases se ha atendido a casi 9.000 alumnos y alumnas de nuestra comunidad.
Como ven señorías, para contrarrestar la falta de recursos informáticos se han repartido cerca de
8.000 dispositivos informáticos y 6.000 tarjetas 4G.
Nunca antes habíamos tenido que afrontar una situación tan compleja y tan inconcebible como
la actual. Insisto, y no me cansaré de agradecer a los docentes y a los equipos directivos su
trabajo y su esfuerzo, que la mayoría de las veces, de verdad que ha sido mucho más de lo que
les hemos demandado.
Reducir la brecha es cosa de todos y todas.
Debemos seguir involucrándonos en reducir, no
únicamente la brecha digital, sino también la social que ella conlleva, y dar la mejor atención
educativa, desde luego, a todo nuestro alumnado.
Con esto quiero hacer notar que hemos logrado personalizar y humanizar la educación.
Nuestro alumnado se ha visto, de un día para otro, en un entorno totalmente desnaturalizado,
lejos de la educación presencial.
Nuestros alumnos y nuestras alumnas han tenido nombres
propios y contextos concretos, y gracias a eso hemos podido estar a la altura de la educación, y
mostrarles el respeto que se merecen.
Sobre el aspecto no presencial que ha regido todo este periodo, desde la Consejería de
Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con la Dirección General de Administración
Digital, se comenzó desde el primer día a trabajar por y para la reconversión del sistema digital,
pues todo el despliegue tecnológico debe ir acompañado de un universo virtual necesario, desde
luego, y que conecte con todos los miembros de la comunidad educativa.
Desde esta consejería se pusieron en marcha diferentes medidas para que dicho proceso se
desarrollase de una forma fluida, eficaz y completa.
Entre estas medidas —nuevas o
mejoradas— se encuentran: la mejora de la plataforma Papás 2.0 de esta manera, en la que se
han incorporado nuevas funcionalidades orientadas a las familias, y que pueden ser utilizadas en
dispositivos móviles.
Por ejemplo, un apartado de tareas y trabajos para la planificación semanal del alumnado, de
las familias y de los docentes; otro nuevo apartado, denominado “recuperación de contraseñas
por los tutores legales”; otro que se ha optimizado y completado el apartado “publicaciones de
notas y reclamaciones”; también en las aulas virtuales, el personal docente podrá poner
cuestionarios de pruebas; se ha mejorado también el espacio “mensajería de Papás”.
En cuanto a la formación del profesorado, se ha puesto en marcha un plan de formación para
el profesorado de la región, sobre el manejo de la plataforma con las nuevas actualizaciones.
Se
ha hecho una inversión de más de 400.000 euros, y se han ampliado servidores para permitir
que más usuarios puedan estar conectados al mismo tiempo, pudiéndose alcanzar picos de
35.000 usuarios conectados en un mismo momento, y se pueden conectar hasta 50.000.
Por indicar datos concretos, en la plataforma Papás 2.0 se vienen conectando, desde el inicio
de esta situación, entre 100.000 y 120.000 usuarios diarios de nuestra comunidad educativa.
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO PRIMERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO SEGUNDA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO TERCERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO CUARTA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO PRIMERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO SEGUNDA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO TERCERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO CUARTA PARTE
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