jueves, 4 de junio de 2020

COMISIÓN EDUCACIÓN 25 MAYO 2020 PRIMERA PARTE

Muchas gracias, señor presidente. Señorías. Comparezco ante ustedes como consejera de Educación, Cultura y Deportes para informarles de todos los detalles relativos a las medidas puestas en marcha desde esta consejería, y relacionadas con la situación de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. 

En primer lugar, me gustaría tener un recuerdo para todas aquellas personas que nos han dejado a causa de esta pandemia, y para sus familias, que son quienes permanecen sufriendo su pérdida. Es duro que nos deje un ser querido, y lo es más aun en una situación como la que estamos viviendo, en la que no ha habido ocasión para la despedida, para un último adiós, ni antes ni después de la marcha, dejando, desde luego, en nuestro interior, un vacío difícil de sobrellevar, imposible de olvidar. 

También quiero hacer mención a las localidades que, desde sus ayuntamientos, desde sus centros educativos u otras instituciones y organizaciones, han puesto en todo momento su trabajo y esfuerzo en colaborar en cualquier asunto en el que se les ha requerido. 

Debo hacer mención también a todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que se han involucrado en ayudar y en participar para, allí donde las posibilidades de otros no alcanzaban, ayudarles a encontrar una salida. 

Como he dicho muchísimas veces, todas las medidas de las que voy a hablar no las hemos llevado a cabo solos, hemos tenido el respaldo y la colaboración de la comunidad educativa, de sus colectivos y de las organizaciones del ámbito, a quienes debemos reconocer su colosal implicación. 

Quiero para ello de nuevo —y no me cansaré de hacerlo—, en mi nombre, en el de todo mi equipo y en el del Gobierno regional, agradecer el enorme esfuerzo del profesorado, con su creatividad, con su generosidad y, desde luego, con su profesionalidad, pues han pasado de un día al día siguiente a reprogramar, a reorganizar material, a cambiar sus hábitos y metodologías con el fin de que ningún alumno, ninguna alumna de esta región, se quedará atrás. 

Porque nadie puede negar la dificultad de pasar de una educación en las aulas a una educación no presencial, algo que el profesorado nunca hubiese concebido. Sin embargo, han conseguido, además de enseñar, además de educar, transmitir emociones, sentimientos y contacto, intentando hacer lo más parecida esa nueva manera de educar a la que siempre habían planteado y de la que siempre habían disfrutado

Porque la educación, señorías, es comunicación. Es comunicación en el más amplio sentido de la palabra. Formamos al alumnado de forma integral, y eso, desde luego, conlleva presencia, una presencia que no hemos podido tener. 

También quiero reivindicar la labor de los equipos directivos. Estos equipos directivos han servido de enlace entre ellos y la Administración, entre las familias y el profesorado, han sido grandes y eficaces organizadores; han protegido y defendido aquello en lo que creen. Lo han hecho con un liderazgo pedagógico de primera, y lo han hecho, sobre todo, con aquello que coincide con lo que creemos todos, con lo que creemos todas las que nos dedicamos a la educación. 

Quiero, asimismo, reconocer la actitud del alumnado de Castilla-La Mancha, que se ha preocupado por mantener sus ritmos y por adaptarse a este escenario, un escenario en el que las aulas han sido sus dormitorios o sus salones, en el que los pupitres han sido, muchas veces, las mesas de las cocinas, y en el que los gimnasios han sido los pasillos de sus casas. Hay que reconocer el mérito de aprender en estas condiciones tan adversas, y lo han hecho de manera tranquila y sosegada. 

Nuestros alumnos y alumnas, señorías, nos han dado una lección importante de responsabilidad y de adaptación. Nos han dado una lección de vida. Cómo no agradecérselo también a las familias, que han desempeñado una doble faceta: la de padres y madres, y la de docentes. Agradezco, desde luego, su enorme esfuerzo para que la educación no se perdiera en este último canal de comunicación. Han realizado una labor excepcional, titánica, que demuestra que, desde luego, la educación es cosa de todos, y que todos estamos en el mismo camino. 

Estos son los agradecimientos, creo que indispensables en toda acción educativa, pues sin ellos no hay reconocimiento del otro, y, por tanto, no existe el encuentro. Ahora sí paso a informarles de todos los acontecimientos durante este periodo de educación no presencial. En primer lugar, me gustaría señalarles que durante todo este tiempo la comunicación con la comunidad educativa siempre ha sido fluida y eficaz, y, por encima de todo, transparente. 

Cada decisión, cada paso que se ha dado, se ha comunicado a los centros educativos mediante correos electrónicos u otros sistemas. Se han dado numerosas ruedas de prensa, se ha incorporado toda la información al portal de Educación, se ha dado difusión en las redes sociales, se ha informado al Consejo Escolar Regional, así como también, por supuesto, al Consejo de Gobierno de la comunidad autónoma. Hemos intentado explicar todo con la mayor claridad y prontitud. 

Desde el primer momento tuvimos claro que todos los colectivos —todos— debían de estar informados de cada gestión en la que se pudieran sentir implicados, y hacerlo con tiempo suficiente para aclarar sus dudas y resolver los problemas lo antes posible. No hay que explicar, como ya he dicho, qué ha supuesto esta pandemia, pero sí hay que ser conscientes, señorías, de que este periodo ha sido —y durante un tiempo va a ser— el período más despiadado de nuestra historia democrática. 

Por ello hemos considerado muy importante mantener la colaboración también con las empresas con las que habitualmente trabajamos, y que llevan a cabo la organización, por ejemplo, de cuestiones tan importantes como los comedores escolares, o la distribución de las tabletas, el transporte, material tecnológico, o aquellas que se dedican a otros sectores, hasta ahora muy imbricados en la estructura educativa. 

Antes de empezar a dar cuenta con todo el detalle del desarrollo de las medidas, las pautas de actuación y los procedimientos que se han llevado a cabo desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, quiero señalar un poco los principios que han regido y rigen todas nuestras actuaciones. En primer lugar, no dejar a nadie atrás, ese es el principio básico, y no dejarnos a nadie en el camino. 

Porque nuestro principal objetivo son las personas, y, ahora más que nunca, hemos tratado, por encima de todo, que nadie se quede atrás, ni a nivel educativo, ni cultural o deportivo, ni, desde luego, en el ámbito personal o social. Asimismo, y relacionado con lo anterior, se ha llevado a cabo un permanente acompañamiento, tanto a docentes como a alumnos y familias, así como a colectivos y a las empresas relacionadas con nuestro ámbito de gestión

Es importante también mencionar la coordinación que ha existido entre la Consejería de Sanidad y nuestra propia consejería, así como entre nuestra consejería con los cuatro ministerios con los que se tiene que coordinar: el de Educación y Formación Profesional, el de Cultura y Deporte, el de Ciencia y el de Universidades; desde donde se ha tenido que tomar decisiones muy difíciles. 

Les agradezco desde aquí que hayan escuchado nuestras sugerencias y, por tanto, las de nuestra comunidad educativa, a través de las diferentes conferencias sectoriales o de las comisiones generales. Además de la coordinación, hemos abogado en todo momento por una escucha activa con todos los sectores en los que cada idea ha sido estimada y valorada. 

Algo muy importante —y de lo que nos sentimos sumamente satisfechos— es la agilidad en la toma de decisiones. Hemos actuado rápido y con coherencia, según la evolución de la pandemia, y teniéndose que tomar y cambiar decisiones en función, fundamentalmente, de las nuevas situaciones que se han ido generando. 

Paso, ahora ya sí, a detallarles las medidas y pautas de actuación desarrolladas durante el estado de alarma. Intentaré hacerlo de forma cronológica, aunque en ocasiones algunas de ellas se han ido solapando en el tiempo. Creo que esta es la mejor manera —al menos la manera más didáctica—para tener una visión global del conjunto. 

Como saben, señorías, el pasado 14 de marzo el Gobierno de este país decretó el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, mediante el Decreto 463/2020, del 12 de marzo. 

Antes de que esto ocurriese, desde el Gobierno regional se había comenzado a tomar medidas ante la situación que se estaba generando. Para ello, el día 26 de febrero ya se envió un correo a todos los centros educativos de la región, con la finalidad de disipar las dudas que se estaban generando en torno al coronavirus. 

En este comunicado se les instaba a los docentes a seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias. También en el mismo se les dio información de las páginas web, tanto del Ministerio de Sanidad como de la Consejería de Sanidad, en las que podían encontrar toda la información conocida hasta ese momento sobre esta enfermedad. 

Posteriormente, el 12 de marzo, basándose en la evolución de la pandemia, y siguiendo las indicaciones del Gobierno de España, el presidente de la comunidad autónoma, mediante el Decreto 8/2020, acordó la suspensión de la actividad docente presencial en todos los niveles educativos, así como las actividades complementarias, extracurriculares, deportivas y culturales, ordenando a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes la adopción de las medidas oportunas para llevar a efecto este mandato. 

Por ello, y con el fin de garantizar la continuidad del servicio educativo, y teniendo en cuenta que la educación es un derecho, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes dictó la Instrucción 1/2020, del 13 de marzo, para la aplicación de las medidas educativas por causa del brote de la COVID-19 en los centros docentes de Castilla-La Mancha, que hizo llegar, de forma inmediata, a todos los centros educativos de la región. 

En estas instrucciones se formalizaba la valiente decisión de no esperar a la siguiente semana, decidiendo que el alumnado ya no asistiría a los centros escolares desde el mismo viernes 13 de marzo, y el profesorado desde el lunes 16 de marzo. 

En cuanto a las medidas puramente pedagógicas, he de decirles que en este mismo mes de marzo se hizo llegar ya a los centros educativos de la región las instrucciones para la finalización del segundo trimestre del curso escolar, que aconteciese con la mayor normalidad posible. 

Posteriormente, una vez pasado el supuesto descanso de Semana Santa, y teniendo en cuenta que aún no había ninguna fecha clara de reincorporación a las aulas, se establecieron las primeras instrucciones para abordar el inicio del trimestre, a las que después se les han ido incorporando otras de carácter más específico, relacionadas con temas concretos, tales como la adaptación de la evaluación, la promoción y la titulación del alumnado. 

En cuanto a las medidas que recogen las instrucciones que el día 13 de abril se hizo llegar a los centros educativos, he de decirles que todas ellas fueron defendidas por esta comunidad autónoma en la conferencia sectorial de Educación que se celebró el miércoles 15 de abril, y que sirvieron de ejemplo para el resto de las comunidades autónomas. 

El principal objetivo de estas instrucciones fue transmitir tranquilidad a toda la comunidad educativa, y asegurar que el alumnado finalizase el curso escolar de una forma totalmente garantista, consolidando y reforzando lo aprendido, y preservando, por encima de todo, su salud. Cuando hablo de salud, hablo de salud física y también de salud emocional. 

Además, todo ello desde un planteamiento que ha priorizado —y sigue priorizando— la igualdad de oportunidades, la atención al alumnado desde la inclusión, así como la flexibilidad para adecuar la educación al contexto vigente, y, por supuesto, respetando la autonomía de los centros educativos. 

En este sentido, he de decirles que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha apostado por un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en el refuerzo y la profundización de los contenidos ya dados, avanzando en aquellos básicos para la promoción o titulación que no revistan, por supuesto, una especial dificultad de asimilación, teniendo en cuenta el formato actual de la actividad no presencial. 

Hemos considerado fundamental que se prioricen las tareas globalizadas en los diferentes ámbitos curriculares, y el trabajo por competencias, rehuyendo la necesidad y también la presión de terminar programas. 

Para ello transmitimos a los directores de los centros educativos que incidiesen en su labor de coordinación docente. Esta coordinación debía encaminarse a garantizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, adoptándose decisiones que condujesen al equilibrio en las sesiones, en los horarios del alumnado y en las tareas asignadas, teniéndose en cuenta la nueva realidad de los hogares. 

Era trascendental que se entendiera que un horario presencial no podía ser, en ningún caso, trasladable a esta nueva situación, y que, por tanto, debía existir un ajuste significativo de las tareas, pues un exceso de estas podría ocasionar, en ocasiones, en determinados contextos familiares, una frustración para el alumnado. 

Así, los criterios de evaluación debían ser flexibles y conducentes a valorar, no tanto los contenidos impartidos, sino el esfuerzo y la actitud de nuestros alumnos y nuestras alumnas. La evaluación derivada de este trimestre no debe perjudicar las calificaciones del alumno. 

Más que nunca, se llevará a cabo una evaluación continua, y de estos resultados se establecerá un diagnóstico, que será decisivo para que en el inicio del curso 2020-2021 se pueda potenciar, reforzar y paliar los posibles desajustes que la situación actual haya traído como consecuencia. 

En esta línea, quiero destacar la enorme importancia del acompañamiento emocional, tanto al alumnado como a sus familias. Esta labor ha estado muy presente en todo este proceso educativo y todo este tiempo. 

Para ello, nuestro profesorado ha demostrado —y sigue haciéndolo— una especial sensibilidad hacia el alumnado con las reacciones emocionales derivadas de la pandemia. Estas reacciones pueden ser tales como problemas de salud, procesos de duelo, problemas originados por la situación a nivel personal o social, así como los problemas relacionados con las rutinas cotidianas, como la alimentación, el sueño o la planificación del trabajo. 

Para continuar con la Normativa de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje, durante este estado de alarma, el pasado 5 de mayo se publicó y se hizo llegar a los centros educativos de la región la resolución del 30 de abril, por la que se dictaban las instrucciones para la adaptación de la evaluación, promoción y titulación ante la situación de la crisis ocasionada por la COVID-19. 

Esta resolución se aplica a todas las enseñanzas no universitarias impartidas en los centros docentes de la Comunidad de Castilla-La Mancha, y desarrolla la orden ministerial del 22 de abril, por la que el ministerio estableció el marco y las directrices de actuación para el tercer trimestre del curso 2019-2020 y el inicio del 2020-2021. 

Quiero señalar que tanto en esta resolución como en todas las medidas que se han ido tomando, la inclusión, desde luego, ha sido uno de nuestros puntos cardinales. Por tanto, en esta resolución, la adaptación de la evaluación, promoción y titulación se ha hecho con una referencia específica para cada etapa sobre la evaluación del alumnado de inclusión educativa, en la que es imprescindible la participación del equipo o el Departamento de Orientación. 

Aprovecho la referencia para mostrar nuestro indudable apoyo a los centros educativos de educación especial, los cuales tienen garantizada su permanencia en la región mediante nuestro decreto de inclusión educativa. Este ha sido, además, uno de los primeros colectivos con los que hemos mantenido reuniones para conocer de primera mano sus inquietudes, sus dudas, sus aportaciones y sus sugerencias.

Les detallo un poco las claves de la evaluación que se seguirán en el final de curso. Los criterios de promoción y titulación no se designarán por materias, sino de forma integrada, tomando como referencia el progreso del conjunto de materias, la adquisición de competencias clave y la continuidad de sus estudios. El equipo docente es el encargado de determinar la promoción y valoración al alumnado en su conjunto. 

La repetición seguirá siendo, como hasta ahora, una medida excepcional, sólidamente argumentada y acompañada de un plan de recuperación. Las calificaciones de las materias podrán mejorarse o recuperarse, si es que se encuentran pendientes, llevándose a cabo un plan individualizado de recuperación de aprendizajes. 

En relación con estas y otras instrucciones que hemos enviado a los centros educativos para regular los procesos de enseñanza-aprendizaje en esta excepcional situación, quisiera hacerles también partícipes de las felicitaciones que nos han hecho llegar todos los miembros de la comunidad educativa, por las medidas e instrumentos adoptados, por su necesidad, y porque llegan de manera oportuna. 

Realmente nos sentimos orgullosos por sus agradecimientos, y por comunicarnos que no se han sentido solos en ningún momento. También quiero aclarar que, además de las resoluciones e instrucciones de carácter general, cada dirección general ha concretado, según sus competencias, otra serie de instrucciones más específicas. 

Ya que hablamos de inclusión, me gustaría exponer el proceso de ayudas al comedor escolar. Tan pronto se suspendió la asistencia del alumnado a los centros educativos, el 12 de marzo, nuestra primera prioridad, desde luego, fue atender a las familias cuyos hijos o hijas fueron beneficiarios de estas ayudas. 

Nuestro Gobierno determinó continuar con esta prestación recuperada por el Ejecutivo de Emiliano García-Page, y considerábamos que era de vital importancia que este alumnado tuviese garantizado un menú equilibrado a mediodía, que cumpliese con todos los requisitos nutricionales adecuados a su edad. La manera en que se ha articulado esta medida era única hasta el momento en España. Fuimos pioneros en esta medida. 

Otras comunidades, después, decidieron abordar otras cuestiones, y lo hicieron de forma diferente: con una cuantía económica o contratar otros servicios, algunos de ellos conocidos por su poca garantía nutricional. El servicio comenzó a prestarse el lunes 23 de marzo, y ha llegado a 190 localidades con servicio de comedor escolar. 

Se efectúa mediante dos modalidades: una mayoritaria, basada en la gestión del servicio por empresas de cáterin, en colaboración con los ayuntamientos; y una segunda, minoritaria, en la que los ayuntamientos, a través de establecimientos de su localidad, proporcionan alimentos a las familias del alumnado becado. 

A fecha de hoy se han favorecido de esta ayuda más de 6.000 alumnos y alumnas de nuestra región, en concreto 6.143. De las 190 localidades en las que hay servicio de comedor, 163 se han acogido a la primera opción —recogida de menús—, y las otras 27 a la segunda, consistente en la adquisición de los alimentos. 

Continuando con el orden cronológico al que me refería al inicio de mi intervención, el miércoles 25 de marzo se celebró una conferencia sectorial de Educación, en la que se trataron temas como la finalización del curso escolar, las fechas y condiciones de la EBAU, la suspensión de las pruebas de diagnóstico, las prácticas de formación de centros de trabajo para los estudios de formación profesional, la situación del alumnado matriculado en el extranjero y la oferta pública de empleo. 

Tras esta conferencia sectorial, el Gobierno regional tomó la decisión y comunicó el aplazamiento del proceso de oposiciones de enseñanzas medias —secundaria, formación profesional y régimen especial— al próximo año 2021. Nuestra opción es la de establecer las condiciones necesarias para poder convocar las 716 plazas ofertadas este año, y sumar, en el 2021, tanto la tasa de reposición como la de estabilización del 2020. 

Esta decisión, desde luego, sin parangón en nuestra historia como autonomía, se ha debido a varias cuestiones, entre ellas, una de las más importantes ha sido que las condiciones de estudio para las oposiciones no estaban siendo —ni son, desde luego— las más favorables. 

Asimismo, se ha fundamentado en el respeto al profesorado, que se enfrentaba a un proceso de oposición en circunstancias que van en contra de un normal desarrollo del mismo; así como a las recomendaciones sanitarias del momento en que se toma la decisión, pues no existían certezas de que se pudiese realizar la prueba de forma garantista, con seguridad para los opositores. 

Sin dejar el ámbito laboral, quiero señalar que todo el profesorado que está en fase de prácticas tras haber superado el proceso de oposición del año 2019, finalizará esta fase con todas las garantías, y podrá acceder a su plaza sin inconvenientes. 

Paso ahora a informarles de tres pruebas, también presenciales, que tienen que celebrarse a partir del mes de junio: en primer lugar, están las pruebas de acceso a la formación profesional. Estas se efectuarán en diferentes IES de cada provincia, en primera convocatoria el día 15 de junio, para los ciclos de grado medio, y el 15 y 16 de junio las de grado superior; y en segunda convocatoria, el 29 de junio las de grado medio, y el 29 y 30 las de grado superior. 

El plazo de solicitud finalizó el 15 de mayo, y se han inscrito 1.843 solicitantes. En cuanto a las pruebas libres para adultos para la obtención del título de graduado en ESO, estas se efectuarán el día 18 de junio en primera convocatoria, y el 4 de septiembre en segunda. Se desarrollarán en siete sedes de la comunidad autónoma. 

En cuanto a la prueba de la EBAU, a la que están llamados a participar más de 11.000 estudiantes, se celebrará los días 6, 7 y 8 de julio para la convocatoria ordinaria, y los días 1, 2 y 3 de septiembre para la extraordinaria. Segundo de Bachillerato es un curso extremadamente sensible, y por ello nuestro objetivo siempre ha sido el organizar esta prueba de tal manera que nuestro alumnado tenga las mismas oportunidades que el alumnado de años anteriores, pues en ella han sembrado sus esperanzas de futuro, y sabemos que también sus ilusiones. 

Desde el principio se tuvo claro que tanto este alumnado como el de otras etapas sería evaluado por lo que ha aprendido y no por lo que ha dejado de aprender, y que se flexibilizaría esta prueba, proporcionándole una mayor optatividad. El Gobierno regional ha estado trabajando con la Universidad de Castilla-La Mancha para definir los espacios y las condiciones de la prueba. 

El criterio general que se seguirá es el de aumentar los espacio para mantener la distancia social. Para poder acometer esta medida, se utilizarán, por un lado, las sedes universitarias, y, por otro, se incrementará el número de institutos en los que se pueda realizar la prueba. 

Todas estas pruebas que he citado estarán guiadas por las normas enviadas por el Ministerio de Sanidad y visadas por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Ahora quiero hablarles de la brecha digital, un asunto de suma importancia para este Gobierno, un asunto que vuelve a estar relacionado directamente con la inclusión educativa —de la que vengo hablando desde el principio de mi intervención—, y que, como les digo, ha regido todas y cada una de nuestras actuaciones. 

Un asunto que desde el principio hemos querido atajar, pues generalmente lo sufre el alumnado con menos recursos. Es que, si el uso de las nuevas tecnologías resulta importante como una herramienta de apoyo durante un curso normalizado y de enseñanza presencial, ahora se hace imprescindible la conexión digital. Esta ha pasado a ser la única forma de comunicación y de trabajo entre el alumnado, los docentes y las familias. Para atajar esta brecha, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes comenzó con una fase de recogida de información. 

Esta se solicitó a los equipos directivos de todos los centros educativos de la región, y, a través de ellos, al profesorado, pues son ellos quienes mejor conocen, desde luego, al alumnado. Dicha información nos indicaría la diferente casuística que pudiese estar dándose entre sus estudiantes y las familias en cuanto al acceso o el uso de los medios tecnológicos y la comunicación a través de Internet. En primer lugar, se pidió una relación nominal de alumnos y alumnas que pudiesen estar afectados, ya fuera por la carencia de dispositivos o por la carencia de conexión. 

Se les solicitó, además, la tarea de valorar y cuantificar la disponibilidad de dispositivos portátiles —PC o tabletas— de los que disponían en sus centros educativos, que pudieran ser susceptibles de ser utilizados por este alumnado. Gracias a este estudio detallado se reveló una serie de datos, que ha servido para poner en marcha un plan integral de refuerzo informático, con el que garantizar que ningún alumno, ninguna alumna, ningún niño, ninguna niña de Castilla-La Mancha, debido a su condición social o económica, quede fuera del sistema educativo durante este tercer trimestre.

Se ha comprobado que esta situación ha afectado a algo más del 2,5 % del alumnado de la región que se haya escolarizado en los últimos cuatro cursos de la etapa de educación primaria, así como en educación secundaria obligatoria, en bachillerato o en formación profesional. 

Para solucionarlo, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha una serie de medidas articuladas en dos fases: la primera, en la que se atendió la demanda de 1.825 estudiantes de bachillerato, formación profesional y cuarto de educación secundaria obligatoria. En esta fase se entregaron 1.057 dispositivos disponibles en los centros educativos, además de 768 tarjetas de conexión facilitadas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. 

En esta primera fase se ha contado con la colaboración de diferentes empleados públicos para el reparto del material: agentes medioambientales, conductores del parque móvil de la Junta, agentes de protección civil, personal de los ayuntamientos, equipos directivos y GEACAM. 

En una segunda fase, con la que llegamos a más de 7.000 estudiantes de educación primaria y secundaria, se adquirió material informático y de conectividad por vía de emergencia, consistente en 4.000 dispositivos con conexión a Internet, y 400 tarjetas de 4G. Además, se repartieron más equipos procedentes de los centros educativos, así como donaciones ex profeso. 

También hemos contado con 1.145 tarjetas de conexión 4G que el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha puesto a nuestra disposición para el alumnado de Bachillerato y formación profesional. Con ambas fases se ha atendido a casi 9.000 alumnos y alumnas de nuestra comunidad. Como ven señorías, para contrarrestar la falta de recursos informáticos se han repartido cerca de 8.000 dispositivos informáticos y 6.000 tarjetas 4G. 

Nunca antes habíamos tenido que afrontar una situación tan compleja y tan inconcebible como la actual. Insisto, y no me cansaré de agradecer a los docentes y a los equipos directivos su trabajo y su esfuerzo, que la mayoría de las veces, de verdad que ha sido mucho más de lo que les hemos demandado. Reducir la brecha es cosa de todos y todas. 

Debemos seguir involucrándonos en reducir, no únicamente la brecha digital, sino también la social que ella conlleva, y dar la mejor atención educativa, desde luego, a todo nuestro alumnado. Con esto quiero hacer notar que hemos logrado personalizar y humanizar la educación. Nuestro alumnado se ha visto, de un día para otro, en un entorno totalmente desnaturalizado, lejos de la educación presencial. 

Nuestros alumnos y nuestras alumnas han tenido nombres propios y contextos concretos, y gracias a eso hemos podido estar a la altura de la educación, y mostrarles el respeto que se merecen. 

Sobre el aspecto no presencial que ha regido todo este periodo, desde la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con la Dirección General de Administración Digital, se comenzó desde el primer día a trabajar por y para la reconversión del sistema digital, pues todo el despliegue tecnológico debe ir acompañado de un universo virtual necesario, desde luego, y que conecte con todos los miembros de la comunidad educativa. 

Desde esta consejería se pusieron en marcha diferentes medidas para que dicho proceso se desarrollase de una forma fluida, eficaz y completa. 

Entre estas medidas —nuevas o mejoradas— se encuentran: la mejora de la plataforma Papás 2.0 de esta manera, en la que se han incorporado nuevas funcionalidades orientadas a las familias, y que pueden ser utilizadas en dispositivos móviles. Por ejemplo, un apartado de tareas y trabajos para la planificación semanal del alumnado, de las familias y de los docentes; otro nuevo apartado, denominado “recuperación de contraseñas por los tutores legales”; otro que se ha optimizado y completado el apartado “publicaciones de notas y reclamaciones”; también en las aulas virtuales, el personal docente podrá poner cuestionarios de pruebas; se ha mejorado también el espacio “mensajería de Papás”. 

En cuanto a la formación del profesorado, se ha puesto en marcha un plan de formación para el profesorado de la región, sobre el manejo de la plataforma con las nuevas actualizaciones. 

Se ha hecho una inversión de más de 400.000 euros, y se han ampliado servidores para permitir que más usuarios puedan estar conectados al mismo tiempo, pudiéndose alcanzar picos de 35.000 usuarios conectados en un mismo momento, y se pueden conectar hasta 50.000. Por indicar datos concretos, en la plataforma Papás 2.0 se vienen conectando, desde el inicio de esta situación, entre 100.000 y 120.000 usuarios diarios de nuestra comunidad educativa.

COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO PRIMERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO SEGUNDA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO TERCERA PARTE
COMISIÓN DE EDUCACIÓN 25 MAYO CUARTA PARTE

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