miércoles, 16 de noviembre de 2016

DEBATE PARALIZACIÓN LOMCE 15112016 CIUDADANOS

DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE LA SUSPENSIÓN DEL CALENDARIO DE LA IMPLANTACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA 8/2013, DE 9 DE DICIEMBRE, PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA (ORGÁNICA). (Número de expediente 122/000001).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias. Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Martín Llaguno. 

La señora MARTÍN LLAGUNO: Miren ustedes —y antes de empezar—, escuchándoles, siento vergüenza. ¿Alguno de nosotros se ha parado a pensar que mientras estamos teniendo este tipo de debates, absolutamente partidistas y anclados en el pasado —decía el compañero de Esquerra Republicana que les gusta recordar, pero Wert ya pasó; ya pasó—, hay niños a los que estamos dejando sin una buena educación? ¿Alguien es consciente de que cada minuto que pasamos aquí debatiendo quién tiene la razón, quién se va a llevar la medalla, hay niños que van a quedar fuera del sistema? Después de esta reflexión empiezo mi intervención. (Aplausos). 

Para mí es siempre un honor hablar de educación, primero porque es uno de los valores fundamentales de mi partido, y segundo, porque yo personalmente me lo creo. Sin una buena educación no tendremos una sociedad próspera, no tendremos una sociedad libre y no tendremos una sociedad verdaderamente democrática. 

Por tanto la educación es fundamental. Dicho esto voy a ser muy clara y muy directa con mi intervención, señor ministro. Nosotros, Ciudadanos, vamos a votar a favor de la toma en consideración de la propuesta planteada por el Partido Socialista, una propuesta que, pese a lo que se está intentando vender, yo quiero recordar que no pide ni más ni menos que aquello que ya hemos conseguido trabajando, negociando un compromiso con el Gobierno: la paralización del calendario de implantación de la Lomce —ojo, aquí no estamos debatiendo la derogación de la Lomce, sino la paralización del calendario de implantación—; la puesta en marcha de un pacto nacional por la educación —que veo que va a ser difícil, después de escucharles a ustedes—, y en tercer lugar, la eliminación mientras dura ese tiempo, en esa moratoria, del carácter académico de las reválidas. 

Nosotros vamos a apoyarla por cuatro razones básicas: primero, porque nosotros creemos en el parlamentarismo, y creemos que la toma en consideración de una ley siempre es buena, más allá de que  luego podamos debatir enmiendas, o estemos o no de acuerdo con el fondo de algunas cuestiones. 

En segundo lugar, la vamos a apoyar porque esta proposición de ley recoge el fondo del acuerdo que pactamos con el Partido Socialista en aquella investidura fallida que no salió adelante, donde se decía textualmente que íbamos a poner en marcha una mesa para alcanzar un pacto social y político en el plazo de seis meses, y que mientras tanto se paralizaría con carácter inmediato el calendario de implantación de la Lomce en todos los aspectos que no hubieran entrado en vigor. 

Pero es que también esta proposición de ley recoge en parte el pacto que hemos hecho con el Partido Popular, que en su punto 78 dice textualmente —y esto está ya, no hace falta hacer una proposición de ley— que se impulsará un pacto por la educación en una subcomisión parlamentaria, y que en ese periodo se congelará el calendario de implementación de la Lomce en todos aquellos aspectos que no hubieran entrado en vigor, entre otros las reválidas. 

Finalmente vamos a votar a favor de la toma en consideración porque esta proposición de ley recoge el fondo de la solución técnica que yo hablé con el ministro para dar una salida al tema de las reválidas. En primer lugar, la suspensión y el planteamiento de la moratoria del calendario; en segundo lugar, la eliminación de los efectos académicos de las reválidas mientras constituíamos un pacto, y en tercer lugar, un pacto donde trabajáramos con seriedad y con consenso por una mejora educativa y no por estar peleándonos. (Aplausos). 

Dicho esto, quiero decirles que también me resulta un poco extraña la toma en consideración de esta ley en este momento, porque sinceramente no vemos demasiado sentido en hacer una proposición de ley en estos momentos en que estamos tratando de llegar a un acuerdo para establecer un pacto y poder hacer una mejor ley de educación. 

Con todos los respetos, y tras lo que he oído, creo que algunas fuerzas parlamentarias están utilizando esto a modo de herramienta de propaganda política, y nosotros ahí no vamos a entrar. Pero también entendemos que como esto recoge el acuerdo que tenemos con el Partido Popular, tampoco tendría mayor problema a la hora de apoyar o dejar que se tramitara la toma en consideración, puesto que esto teóricamente se va a hacer por un acuerdo y se va a hacer antes de que esta ley llegue a tramitarse realmente en el Parlamento, por tanto nos parece inocuo. 

Como concusión diré que estamos ante el ejemplo de cómo no podemos seguir abordando la educación. Miren, no podemos seguir haciendo batallas falaces de cara a la opinión pública, vendiendo cada uno nuestra chochona con ganas y con la idea de satisfacer a nuestro público. (Aplausos). ¿Ustedes de verdad creen que a las 40.000 familias que tienen ahora mismo un problema con las reválidas les preocupa si me pongo yo la medalla, si se la pone el señor del Partido Socialista o si se la pone el ministro de Educación? ¿Ustedes creen que de verdad eso les preocupa a los estudiantes? 

Lo que quieren los estudiantes es saber cómo, de qué y cuándo se van a tener que examinar, y en eso tendríamos que estar trabajando. Lo que estamos viendo hoy en esta Cámara no traduce a nuestro juicio el espíritu que consideramos necesario para una verdadera mejora de la educación; que los partidos dejen de utilizar el frentismo en la educación y que empecemos a trabajar con inteligencia y con estrategia. 

Hasta ahora la educación se ha reformado siete veces; desde la entrada en vigor de las leyes ninguna ha durado más de seis años; es verdad que la Lomce se aprobó de manera unilateral, que se hizo sin consenso y de una manera poco responsable bajo nuestro punto de vista, lo que ha llevado a un caos legislativo, pero qué poca responsabilidad han tenido las comunidades autónomas del partido del Gobierno que se han negado a implantar la ley cuando les correspondía. 

Señorías, basta ya; basta ya de utilizar la educación como un arma arrojadiza. Basta ya de batallas propagandísticas, basta ya de que nos estemos olvidando de los problemas de fondo, basta ya de que nos estemos olvidando de los problemas importantes: del fracaso escolar, de la necesidad de cambiar el acceso del docente, de la convivencia escolar, del bullying —estamos teniendo problemas en estos momentos—. 

La educación es nuestro pasaporte para el futuro, es nuestro pasaporte para el futuro, es el arma más poderosa que tenemos para luchar contra las desigualdades. Es el arma más poderosa que tenemos para combatir la amenaza de los populismos. Es además el alma de la sociedad, lo que va a quedar de una generación a otra. La diferencia entre un país que tiene una buena educación y un país que no la tiene es mayor que la de ese país entre siglos. 

Por tanto no podemos jugárnosla en esto. Yo les propongo una cosa: cambiemos el chip. Cambiemos todos el chip, y como dice Benedetti en aquel poema tan bonito, el poema del alma, hagamos un trato: yo quisiera contar con usted y usted sabe que en esto puede contar conmigo. 

Hagamos un trato: al menos en el campo de la educación tratemos de concebir la política no como el ejercicio del poder y no como un conflicto de intereses donde hablemos de enemigos y de amigos. Concibamos la política como una actividad de gente libre e inteligente con capacidad de dar soluciones. Decía Gabriel Celaya —acabo ya— que educar… (Rumores). 

La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor. 

La señora MARTÍN LLAGUNO: … es lo mismo que poner un motor a una barca. Hay que medir, hay que pensar, hay que equilibrar y hay que poner cosas en marcha. Si queremos de verdad mejorar la educación tendremos que llevar en el alma mucha generosidad, mucha paciencia concentrada, algo de marinos, algo de poetas y nada de piratas. Muchas gracias. (Aplausos).

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