miércoles, 9 de noviembre de 2016

REFORMAS O POPULISMO







Apenas doce horas terminaba el recuento electoral en los Estados Unidos de América, parecía que nos despertábamos de un mal sueño. Donald Trump obtenía 270 delegados, y con ellos la victoria en las elecciones a la Presidencia de esa nación, la más poderosa económicamente hablando.

Donald Trump será el 45 presidente americano. Desde aquí por supuesto, mi más sincera enhorabuena y felicitación al nuevo Presidente y mi deseo de continuidad de una relación bilateral fructífera para España, Europa y los propios Estados Unidos.

Los ciudadanos nunca se equivocan cuando ejercen su derecho al voto, es la esencia de una democracia. El debate es, ¿por qué los ciudadanos han dado su apoyo mayoritario al sr. Trump?. Las razones hay que buscarlas en la propia salida de la mayor crisis financiera, la que empezó en el año 2007, precisamente en la gran nación americana.

Una crisis basada en el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y su consecuente traslado a los mercados financieros, cuya voracidad diseñó complejos activos sin un respaldo tangible que permitiera su conversión líquida monetaria. En una palabra eran activos tóxicos, que se mezclaron con otros de calidad variable y se distribuyeron masivamente a lo largo de todo el mundo aprovechando la globalización económica mundial, afectando en primer lugar a entidades financieras víctimas del impago de deudas de ciudadanos cuya hipotecas era superior al valor real de su vivienda, y luego a inversores particulares, empresas del sector de la construcción, de diferentes sectores y creando desempleo y pobreza entre los colectivos más precarios.

Las medidas monetarias expansivas de la Reserva Federal estadounidense han permitido la recuperación de la economía americana. Las recetas de austeridad europea impulsadas por Alemania han provocado una recesión previa a una tímida recuperación y finalmente una paralización de la economía europea en buena parte de la eurozona.

Tras más de seis años de duración de la crisis más grave de la historia económica moderna, la salida a la misma ha sido desigual, recuperación de la cuenta de resultados de las grandes empresas, pero en los colectivos más débiles se ha producido mayor dificultad de acceso a un empleo y en peores condiciones salariales, de tal manera que retrocediendo al siglo XIX, buena parte de la plusvalía del coste de bienes y servicios se la apropia el empresario, quedando para el empleado en el mejor de los casos un salario de subsistencia.

En este escenario han surgido los partidos populistas en el mundo occidental, al amparo de los fallos del mercado, de los agujeros en derechos sociales que tiene la economía de mercado, que es el mejor sistema económico que hemos conocido y que es el que nos ha permitido crecimiento, progreso y bienestar de los países occidentales.

Estos partidos populistas, al amparo de unas políticas que favorecen al inversor, a los mercados y a las grandes empresas, y que han olvidado reformas que beneficien a la clase media y trabajadora, y que la hagan recuperar su papel central en la economía, después de que ha sido la que ha pagado injustamente las consecuencias de una crisis que no ha generado; pues bien esos partidos populistas ofrecen soluciones fáciles y mágicas a problemas muy complicados.

El sr. Trump ha anunciado en la campaña electoral que derrotará al terrorismo islámico impidiendo la entrada al país de musulmanes, expulsando a los refugiados sirios y con mayor seguridad ciudadana, facilitando la adquisición de armas por los ciudadanos. También ha denunciado la supuesta dilapidación de partidas presupuestarias dedicadas a compromisos de mejora medioambiental, que prometió no seguir financiando, con el ahorro que supone para el contribuyente. Prometió así mismo no facilitar la inmigración mexicana, recuperando el mercado laboral para los americanos. También denunciar los acuerdos comerciales que perjudican a los productores americanos al importar productos y bienes de otras zonas comerciales. No olvidemos que ha puesto en duda el dedicar ayudas financieras a colectivos cuya aportación al proceso productivo es escasa (mujeres amas de casa, desempleados, discapacitados o perceptores de subvenciones).

En definitiva Donald Trump ha dibujado un panorama proteccionista de la economía americana, que le permita que los americanos sean dueños de su propio destino con sus recursos. Es desde luego simplista y falso culpar de los males de una nación a los extranjeros, o a los que defienden el diálogo y cooperación con los que se supone que son causantes de las consecuencias de una crisis financiera y económica mundial. Pero esta visión traslada que eliminados estos factores, el ciudadano americano medio puede recuperar su posición económica y social, posición que le ha sido arrebatada de manera injusta, y que con su voto piensa que ha mandado un mensaje de rechazo a los mercados voraces y a los políticos y políticas que les mantienen en un limbo, sin solucionar los problemas que padecen.

Los demócratas del mundo echaremos de menos el liderazgo, inspiración, humildad, generosidad, cercanía y sentido institucional del presidente Obama y de la secretario Hillary Clinton. Pero ahora, ¿qué?. ¿Qué pasará?. Las bolsas asiáticas ayer caían en torno al 5%, el peso mexicano caía el 8%, y el dólar también se depreciaba con respecto al euro. Si bien al final de la jornada se producía una circunstancia curiosa, y es que la Bolsa española caía un inapreciable 0.4%, la mayoría de Bolsas europeas subían, el euro se depreciaba un 0,8%, y el Dow Jones subía un 1,4%. Los mercados han respirado y tras reaccionar en un principio a los resultados electorales, han retornado a la calma, no en vano el traspaso de poder no se produce en Estados Unidos hasta enero, por lo que estamos ante una espera tensa para observar qué podemos esperar de la era Trump en Estados Unidos, y que se irá confirmando a medida que llegamos al mes de enero.

Una buena amiga, reputada economista, en este momento responsable comercial de una afamada entidad, residente en Zaragoza desde el pasado lunes, hablaba ayer con ella, siempre es un lujo sus comentarios sabios y su conocimiento de la situación económica y financiera, y me decía lo siguiente, traslado los wasap que me enviaba:

  • "Donald Trump posee una gran fortuna conseguida a través de inversiones y resultados empresariales, conseguidos a través del modelo económico americano, no creo que ponga en riesgo la misma con decisiones arriesgadas, además ha dejado intuir la reconstrucción de las ciudades, lo que supone un aumento del gasto público, es decir una política fiscal expansiva", 
  • "Se va a generar volatilidad, pero a medio plazo la tónica de la renta variable será ascendente, sin poder a priori cuantificar la intensidad de ese crecimiento, que variará según el contexto empresarial. Se sabrá algo más cuando se conozca el equipo económico y programa económico", 
  • "En España estamos muy acostumbrados a vincular economía y decisiones políticas porque existen muchos estrangulamientos de la economía española; en Estados Unidos el mundo empresarial norteamericano y la política juegan en ligas diferentes". 
  • "Yo no recomendaría invertir en emergentes, pero sectores como las petroleras, farmaceúticas, constructoras, o empresas relacionadas con la defensa pueden salir claramente beneficiadas, frente a automóviles, renovables o entidades financieras". 
  • "Puede darse la circunstancia de un crecimiento de la renta variable moderado a donde irá a parar el exceso de liquidez derivado de las políticas monetarias expansivas y un impulso a la renta fija de forma paralela como sector refugio que permita que se aprecie, y aunque ello suponga reducir rentabilidades, permitirá eliminar el riesgo de burbuja asociada a compras masivas por los bancos centrales, que pueden dificultar las ventas por los inversores privados".
  • "Pienso que el mercado se puede corregir a sí mismo, especialmente el europeo, incluído el español; en el caso americano empeorará su calidad crediticia posiblemente, por lo que se depreciarán los bonos, incrementando su rentabilidad, será una oportunidad para el inversor que quiera renta fija con mayor rentabilidad".
Por tanto, cautela ante la nueva situación creada, que puede afectar más a las relaciones internacionales, o a las siempre complicadas relaciones comerciales, que a la propia economía. Estados Unidos es el sexto destino de nuestras exportaciones, si se produce un descenso de la misma, estamos poniendo en riesgo 11.412 millones de euros, algo más del 1,1% del PIB.

Será algo de qué preocuparnos a partir de enero, de momento las preocupaciones vienen por las previsiones de otoño de la Comisión Europea que plantea una reducción del crecimiento previamente estimado para 2017 (2,3% vs 2,6% por la recesión esperada) así como un crecimiento del déficit público estimado con la consecuencia del incumplimiento crónico del compromiso de déficit con Bruselas (en 2016 pasa del estimado inicialmente 3,9% al 4,6% con el que se trabaja conjuntamente, y en 2017 del inicial 3,1% al 3,8%), lo que implica un ajuste en 2017 de 7.800 millones de euros, que hacen necesarias reformas urgentes en nuestro país, para no perjudicar a las clases medias, mientras otros obtienen pingües beneficios.

Pensemos que el próximo año tenemos elecciones en Francia y Alemania, y que la estrategia del sr. Trump se va a repetir con la extrema derecha en Francia y Alemania. La probabilidad de que Le Pen sea la próxima presidenta de la República de Francia suben.

Hoy mismo se planteaba Pablo Manuel Iglesias el que Podemos no abandonara su estrategia populista, dejando a un lado su posicionamiento como socialdemócrata en la campaña electoral del 26J  o fuerza política de amplio espectro transversal que le acompañó en la campaña electoral del 20D.

Lo que es evidente es que si el PP no aprovecha la legislatura para reformar las políticas que más perjudican a la clase media y trabajadora, y sigue presumiendo de una reforma laboral injusta y muy dañina para el trabajador, si no se aprovecha para cambiar el modelo productivo, para conseguir un sistema educativo que facilite las competencias necesarias al futuro ciudadano para competir con sus homólogos europeos y encontrar un empleo estable, para eliminar las trabas y exceso de regulaciones que alteran los precios en sectores energéticos, en definitiva para solucionar los problemas que afectan a la clase media trabajadora, el populismo ganará, y Podemos gobernará en España. Renovar y mejorar la democracia española, al igual que otras democracias occidentales, o fracasar en manos del populismo y el odio, ese es el debate.

El PP tiene que ser consciente de su situación parlamentaria y buscar el diálogo y el consenso para reformar y modernizar España, si no lo hace, la evolución social, pese a que las variables macroeconómicas pueden ser positivas puede desencadenar y desembocar en desconfianza hacia la clase política, y el resultado de las urnas puede ser impredecible.




El PSOE hasta el 1 de octubre de 2016 era la fuerza política mayoritaria de la izquierda, y alternativa de Gobierno al PP. En este momento, el PSOE no es referente, y ha de pasar mucho tiempo para recuperar la confianza de la ciudadanía. No ayuda tampoco que el portavoz defensor del NO es NO a Rajoy, cambie su estrategia a defender la abstención ante la investidura de Rajoy una vez empujado a dimitir el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, y ahora asegure sin ver un papel y sin elementos de juicio para conciliarse con los votantes del PSOE y demostrar su oposición al PP anuncie que el PSOE no va a aprobar los presupuestos del PP.

Una vez resuelta la gobernabilidad de Rajoy, ahora da igual si vota si, no o se abstiene ante los presupuestos. Los ciudadanos desprecian esa manera de hacer política, cuando una vez cometida la traición a los votantes mediante la defensa de la abstención, ahora se intenta trasladar la imagen de que el PSOE es la antítesis del PP, alimentando el desacuerdo en los temas relevantes. La ciudadanía no lo entiende, quieren acuerdos y soluciones por parte de los políticos.

Lo mínimo es trabajar, dialogar, y desde la defensa de los intereses de la clase media y trabajadora consensuar unos presupuestos útiles para los ciudadanos que han confiado en el programa del Partido Socialista, para conseguir desde la oposición lo que no ha sido posible desde el Gobierno, que es lo lógico y coherente en unos políticos serios y responsables.



La oposición no es decir ahora NO a todo para competir en el liderazgo de la izquierda y de la oposición. Mal camino lleva el PSOE si esa ahora es su estrategia. Oponerse por ser de izquierdas y oposición sin conocer el contenido al cual se opone. Es triste esta postura. Y debe replantearse, si no se quiere terminar en una posición electoral muy complicada, al ser una fuerza poco creíble en campaña e irresponsable en el Parlamento.




A los electores de izquierdas sólo les queda el populismo de Podemos o la abstención con el nuevo PSOE que busca sin encontrar su hueco ideológico. Eso fue lo que intentó advertir Pedro Sánchez en el programa de Telecinco, hay que escuchar a la gente que se esconde tras el movimiento de Podemos, si no solucionamos sus problemas, confiarán en soluciones mágicas y tendremos más tarde o temprano una victoria de Podemos, porque no es cuestión de esperar sino de actuar, si dejamos pasar el tiempo, será tarde.

Esperemos que el sr. Hernando, y el resto de dirigentes socialistas ejerzan su permeabilidad y flexibilidad de opinión y razonamiento, y trabajen por la izquierda y para los votantes de izquierdas, haciendo que su voto sirva para que mejoren sus condiciones de vida, y no para que se mercadee con él, y una vez desposeído de valor se agarren al NO a todo lo que venga del PP y de Rajoy, lo cual es la mejor manera de fomentar por inacción y falta de percepción realista que se multiplique el populismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario