DEL GRUPO PARLAMENTARIO CONFEDERAL DE UNIDOS PODEMOS-EN COMÚ PODEM-EN
MAREA, SOBRE FIJACIÓN DE LA CUANTÍA DEL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL.
(Número de expediente 122/000026).
La señora LÓPEZ ARES: Gracias, señora presidenta.
Señor Simancas, no hay mayor desigualdad que tres millones y medio de personas que perdieron su
puesto de trabajo. Esa es la mayor desigualdad que dejó a este país el Gobierno del señor Rodríguez
Zapatero. (Aplausos).
En el Partido Popular consideramos que es necesario incrementar el salario mínimo interprofesional,
pero también todos los salarios, bajos y medios, de nuestro país.
Por eso hemos hecho una reforma
tributaria para minorar la carga fiscal de los que menos tienen; hemos hecho una ley para la formación
profesional para el empleo, porque pensamos que la formación y la cualificación son las mejores armas
para combatir los salarios bajos, y sobre todo hemos hecho de la lucha contra el desempleo nuestro
objetivo final, porque cuando se destruye empleo no se pueden subir los salarios.
Señorías, creo
firmemente que todos los que formamos esta Cámara coincidimos en que estamos aquí para dar respuesta
a las necesidades de los españoles, y que estamos de acuerdo en que en materia laboral nos demandan
políticas adecuadas —y digo adecuadas— que permitan continuar en la senda de la creación de empleo,
y que permitan la mejora de la calidad de ese empleo, tanto en lo referente a la reducción de la temporalidad
como en el aumento de la remuneración real; y, señorías, digo adecuadas porque la creación de empleo
y la mejora de su calidad es un proceso complejo que no se resuelve con medidas básicas y menos con
medidas aisladas como la que se nos trae hoy a debate.
Y lo que en un análisis superficial puede parecer
una mejora para los trabajadores, especialmente para los que tienen menores remuneraciones, cuando
se profundiza en las consecuencias se observa que pueden suponer desempleo y pérdida de poder
adquisitivo, ya que no se puede aislar la subida del salario mínimo interprofesional, como se hace en esta
propuesta, de la evolución de nuestra economía y de la productividad.
La proposición de ley que se somete a la Cámara eleva el salario mínimo interprofesional a 800 euros
mensuales en 2018 y a 950 euros para 2020, con lo que al finalizar el periodo se habría producido un
incremento del 45%. Ante esta propuesta debemos preguntarnos: ¿pueden afectar estos cambios al
empleo y al salario real? Y la respuesta es que sí.
Con subidas en el salario mínimo interprofesional se
incrementaría significativamente la probabilidad de perder el empleo para el reducido número de
trabajadores para los cuales este salario es vinculante, digo reducido, menos de un 1%, porque en nuestro
país —y deberían saberlo, señorías— existen salarios mínimos de convenio establecidos en la negociación
colectiva que están por encima del salario mínimo interprofesional, tanto actual como del máximo que se
incorpora en esta proposición de ley.
Si no me creen pregunten ustedes a un auxiliar de cocina o a un
ayudante de camarero de Canarias con 1.111 euros mensuales; de Melilla con 930; de Asturias con 1.025
o a un peón de la construcción de Madrid que tiene un salario bruto anual de 17.771 euros, muy superior
a los 13.300 que nos traen hoy. Por eso no podemos olvidar que tradicionalmente en España los aumentos
en el salario mínimo se trasladan de forma paralela hasta los salarios mínimos de convenio.
El efecto negativo de la subida del salario mínimo afectará también a todos aquellos trabajadores
que de forma indirecta, vía negociación colectiva, vean su salario incrementado en función de la
variación del salario mínimo interprofesional.
Y esto, señorías y señor Simancas, no es una teoría, es
algo que ya ocurrió en este país. Según el estudio llevado a cabo por la Dirección General del Servicio
de Estudios del Banco de España, en diciembre de 2012, este fue uno de los efectos de la aplicación
del Real Decreto-ley 3/2004, de 25 de junio, que supuso que la probabilidad de perder el empleo
ocasionada por este decreto llegase a un 23,7 % para los trabajadores vinculados al salario mínimo
interprofesional, pero también supuso que la probabilidad de perder el empleo casi se duplicase,
llegando al 15,1% para aquellos trabajadores cuyos salarios mínimos definidos por convenio estaban
de forma indirecta afectados por el salario mínimo.
Y esta traslación de incrementos de salarios a
desempleo sucedió y volverá a suceder en tanto en cuanto en las empresas afectadas no se produzcan
las ganancias de productividad necesarias que avalen las subidas salariales, directas e indirectas,
ocasionadas por un incremento del salario mínimo, porque su evolución debe ser acorde a la evolución
actual de la economía.
Debemos mejorar la participación de los salarios dentro de la renta nacional,
pero sin perjudicar la competitividad de nuestras empresas, especialmente de las pymes y de los
autónomos con asalariados.
Además esta proposición incorpora de forma implícita pérdidas futuras de poder adquisitivo, ya que
junto a la propiamente vinculada al aumento nominal de la masa salarial en la propuesta se introduce una
cláusula de indexación que, además de no cumplir la Ley 2/2015, de 30 de marzo, de Desindexación de
la Economía Española, tiene efectos económicos negativos, pues contribuiría a la consolidación de
espirales inflacionistas de precios-salarios, introduciría rigideces, produciría desequilibrios, y sobre todo
reduciría el nivel adquisitivo de todos las familias españolas.
Tampoco debemos olvidar que toda
proposición de ley debería venir acompañada de una memoria económica, y, señorías, el efecto de esta
ley sobre los presupuestos sería importante, ya que significaría en el caso del Servicio Público de Empleo
un incremento de gastos de 310 millones de euros para 2018 y de 633 millones para el año 2020.
En el
caso del Fogasa el impacto sería de 17 y 36 millones de euros respectivamente. Pero a las cifras anteriores
debería incorporarse el efecto adicional que se derivaría del aumento del número de beneficiarios
potenciales de prestaciones por desempleo de nivel no contributivo.
Aproximando este impacto a partir de
la encuesta de condiciones de vida del año 2015 esta ley conllevaría aumentos del gasto de 1.050 millones
para 2018 y 2.150 millones para el año 2020, es decir, sin incorporar el efecto de incremento de gasto que
también tendría sobre el presupuesto de la Seguridad Social, esta proposición llevaría asociado un
aumento del gasto de 1.377 millones de euros para 2018 y de 2.819 millones para 2020.
Señorías, ¿qué
sugieren para cubrir ese gasto? ¿Qué otras partidas de gasto reducirían o se haría vía subida de impuestos
con el consiguiente perjuicio para familias y para la competitividad en nuestras empresas?
Señorías, lo dije al inicio de mi intervención: los problemas complejos no suelen tener soluciones
sencillas y esta propuesta supondrá destrucción de empleo y pérdida de poder adquisitivo. Nosotros
estamos a favor de seguir trabajando en aquellas normas que signifiquen una mejora de los salarios,
incluido el salario mínimo interprofesional, pero consideramos que la subida debe ir acompañada de las
reformas que eliminen los efectos negativos de esta subida.
Desde el punto de vista de la forma, mi grupo
parlamentario no entiende por qué en la modificación del sistema de determinación del salario mínimo
interprofesional para los años 2018 y 2020 se prescinde de los aspectos positivos que tiene la actual
regulación. No entendemos por qué se cambia el instrumento normativo; el real decreto se caracteriza por
ser más flexible, al no estar sometido al cumplimiento de determinados porcentajes para su aprobación,
revisión o derogación.
Además tampoco entendemos por qué, si la regulación actual garantiza que sean
oídos los interlocutores sociales en la fijación del salario mínimo, el artículo 1 prescinde de este hecho.
El Grupo Popular considera que en la normativa se debe incorporar la concertación social; mal precedente
se sienta en esta propuesta, sobre todo si se tiene en cuenta que el salario mínimo legal no es el
mayoritariamente aplicado, sino que por medio de la negociación colectiva generalmente es mejorado.
Para terminar, señorías, les diré que el pasado mes de abril —y aquí ya se ha comentado desde la
tribuna— se aprobó por unanimidad una proposición no de ley en la que se instaba al nuevo Gobierno a
incrementar el salario mínimo interprofesional.
Todos, todos los diputados acordamos fijar con las
organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas un calendario de incremento
del salario mínimo profesional, y el Grupo Parlamentario Popular no va a renunciar a ello. Nosotros no
vamos a excluirles de la fijación del salario. Acordamos que este calendario fuese acompasado a la
evolución de nuestra economía y productividad y no vamos a renunciar a ello.
Acordamos que el objetivo fuese alcanzar lo antes posible los objetivos contemplados en la Carta Social Europea, 60% del salario
medio neto, pero en el calendario que se trae no se alcanza este 60%. Acordamos reformar el artículo 27
del Estatuto de los Trabajadores para fijar nuevas bases para la determinación anual del salario mínimo,
y evitar que se produzcan futuras pérdidas de poder adquisitivo y tampoco renunciamos a ello.
En el mes
de abril fuimos capaces de acordar, y sin embargo hoy se busca el desacuerdo, trayendo a debate un
planteamiento que contradice lo aprobado el pasado mes de abril. Somos coherentes y mantenemos y
mantendremos lo aprobado. Sí a la subida del salario mínimo, pero no a un planteamiento como el que
hoy se presenta que generará destrucción de empleo y bajada de salarios reales. Ustedes serán los
responsables, unos por acción y otros por omisión.
Muchas gracias. (Aplausos).
DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE ESQUERRA REPUBLICANA, ORGÁNICA POR LA QUE SE
MODIFICA LA LEY ORGÁNICA 5/1985, DE 19 DE JUNIO, DEL RÉGIMEN ELECTORAL GENERAL,
PARA AMPLIAR EL DERECHO DE SUFRAGIO ACTIVO A LOS MAYORES DE 16 AÑOS. (Número
de expediente 122/000007).
La señora ESCUDERO BERZAL: Presidenta, señorías, permítanme que antes de entrar en el fondo
de la proposición de ley me dirija primero al señor Rufián.
Señoría, la provocación sustituye en el debate la falta de argumento y usted interviene solo para
ofender; toda su argumentación no ha respondido a la formación de un juicio de valor sobre el asunto del
que hablamos sino solo a la ofensa.
Le dejo la reflexión que hizo Leonardo Da Vinci: He ofendido a la
humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debería haber tenido. Cada intervención suya en esta
Cámara, señor Rufián, es una ofensa —no a toda la humanidad, por supuesto, pero sí a todos los
españoles—. Y por lo que nos afecta a nosotros, al Grupo Parlamentario Popular, me quedo con lo que
decía Maquiavelo: Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
Deje de querernos tanto,
señor Rufián.
Señora diputada de Podemos, sus cuentas son las de la lechera. ¿Podría decirnos cuántos escaños
tiene la oposición en Cuba? ¿Y en Grecia? ¿A quién le debe Syriza los cincuenta escaños que el sistema
da al ganador? Señorías, aunque hayan cambiado los ponentes estamos reproduciendo las mismas
intervenciones, los mismos argumentos que hace siete meses, exactamente el 19 de abril y, por otro lado,
es lógico.
La postura del Grupo Parlamentario Popular es exactamente hoy la misma que la que tan
brillantemente defendió y expuso mi compañera Pilar Cortés.
El Grupo Parlamentario de Esquerra
Republicana propone la modificación de parte del articulado de la Ley Orgánica del Régimen Electoral
General con la finalidad de ampliar el derecho de sufragio activo a los españoles mayores de dieciséis
años, introduciendo además otras modificaciones relativas a la composición de las mesas electorales
para permitir la designación de los mayores de dieciséis años y establecer una actualización anual y no
mensual del censo electoral.
Los argumentos esgrimidos por las formaciones políticas que apoyan la iniciativa y por lo referido en
la exposición de motivos de la propia proposición de ley para permitir que los mayores de dieciséis años
puedan votar son, resumiendo, según Esquerra para transformar el dolor de los jóvenes por culpa de la
crisis económica en un instrumento de transformación política; Compromís habló de nostalgia y coherencia
en los derechos de civiles y adquiridos;
Democracia y Libertad para dar una lección de democracia a los jóvenes; para mejorar la formación de la juventud, acabar con el tópico de que los jóvenes son infantiles,
los partidos se verán obligados a impulsar mejoras en la relación con la juventud y porque es una medida
de rejuvenecimiento, necesaria para la regeneración democrática, según Podemos, y porque esto es
progresismo, señorías, y el PSOE es progresista, y por coherencia con otras regulaciones de la edad.
Quiero felicitar al señor Legarda y al señor Prendes por la reflexión profunda y el estudio intenso de esta
iniciativa con la que estamos en buena parte de acuerdo.
Señores diputados, rebajar la edad de sufragio activo no es un debate baladí.
Una modificación tan
importante en el requisito principal para poder ejercitar un derecho fundamental, el derecho que tienen
todos los ciudadanos a participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes
libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal como proclama nuestro artículo 23 de
la Constitución, no puede tener razones de tanto peso como la nostalgia, el dolor, el rejuvenecimiento de
la democracia, problemas de la juventud,
la recomendación —que no obligación— contenida en una
resolución del Consejo de Europa de 2012 ni en la Ley del Parlamento de Cataluña de 2014, de consultas
populares no referendarias, ni en informes del Consejo de la Juventud de España ni en el Foro Europeo
de la Juventud ni en el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña, con todo el respeto que me merecen.
Señorías, no se trata —aunque algunos parece que quieran reducir a eso el debate— de si están o no
preparados los jóvenes de dieciséis años para votar.
El Grupo Parlamentario Popular no va a entrar en
eso. Cada persona es titular de los derechos que tenemos reconocidos por nuestro ordenamiento y los
ejercita conforme al mismo. Señorías, la edad de la persona es un estado o una cualidad que tiene una
extraordinaria importancia sobre la determinación de la capacidad de obrar de las personas, esto es la
actitud o la posibilidad que tienen los seres humanos para ejercer o poner en práctica los derechos y
obligaciones de los que son titulares.
La edad de una persona condiciona de forma general su capacidad
de obrar. Los ordenamientos jurídicos suelen establecer un límite de edad, llamado la mayoría de edad,
que determina el paso a la capacidad de obrar plena, es decir, a la posibilidad de ejercer por sí mismo los
derechos y obligaciones propios de su persona y sus bienes.
Nuestro Código Civil reconoció la mayoría
de edad a los dieciocho años desde noviembre de 1978 —antes era a los veintiuno como bien se ha
dicho— y nuestra Constitución en su artículo 12 lo declara igualmente, siendo a partir de esa edad cuando
se obtiene plena capacidad para realizar actos jurídicos válidos y ser responsable de los mismos, es decir,
se puede votar y ser votado, firmar cualquier tipo de contrato, comprar o vender cosas, ejercer acciones
jurídicas, ser titular de negocios.
En definitiva, ser responsable personalmente de las consecuencias de
todos sus actos. Adelantar la edad de voto a los dieciséis años en España no sería consecuente con
nuestro marco jurídico, aunque existen argumentos a favor.
Es cierto, como han dicho ustedes, que a esa
edad un joven tiene derecho a acceder legalmente al mercado laboral, de dar su pleno consentimiento a
un tratamiento médico o a mantener relaciones sexuales con un adulto y que tiene responsabilidades
penales pero olvidan —todos ustedes olvidan y lo hacen con intención— decir que esas responsabilidades
penales son las que contempla, señorías, la Ley del Menor y no el Código Penal.
Porque un menor de
dieciocho años no puede ingresar en la cárcel ni cumple las mismas penas que un adulto. También olvidan
respecto al ámbito laboral que los menores que quieran trabajar necesitan la autorización de sus padres.
Rebajar la edad para votar a los dieciséis años implicaría también rebajar la edad penal y la edad laboral,
ya que si no se hace así estaríamos ante una enorme demagogia, consistente en ganarse el favor de los
menores concediéndoles el derecho de voto pero, al mismo tiempo, declarándoles inmaduros e
irresponsables para trabajar o para rendir cuentas ante la justicia.
Declararles responsables para el voto
pero no para el trabajo o para la prisión sería convertir a los nuevos votantes en unos privilegiados,
señorías, con los mismos derechos que el resto de los ciudadanos pero no con las mismas obligaciones.
Esto, señorías, también va en contra de nuestra Constitución española porque va en contra de la igualdad
de todos los españoles.
De lo anterior se desprende que adelantar el voto a los dieciséis años no solo
supondría reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General sino también modificar el artículo 12
de nuestra Constitución.
Por otro lado, creo que es conveniente que se sepa que el límite de la mayoría de edad fijada en
nuestro ordenamiento está equiparado con el de nuestro entorno político y cultural —Francia, Alemania,
Italia— y la gran mayoría de países, ya que, como ya se ha dicho, solo en ocho países del mundo se
puede votar los dieciséis años; en otros como Japón a los veinte, en Kuwait a los veintiuno y en Irán, por
contra, a los quince.
Me ha llamado mucho la atención que sólo un grupo parlamentario, Democracia y
Libertad apuntó que habría que estudiar la posibilidad de que pudieran ser elegidos a esa edad. Realmente,
si se propone rebajar la edad para el sufragio activo, ¿por qué no para el pasivo? Sería justo y lógico que quien pueda votar también pueda ser votado.
¿Se imaginan un presidente del Gobierno en España con
dieciséis años? ¿Por qué no? ¿Verdad? ¡Si eso puede ser progresismo!
Hay otro argumento empleado en defensa de esta rebaja de edad para votar que me preocupa, que
diferentes grupos parlamentarios reclamen esta reforma como medida para que se tenga en cuenta la
juventud y así los partidos políticos se preocupen por los jóvenes, señorías, nos ha sorprendido.
No lo sé
de sus formaciones políticas, pero la mía lleva muchísimos años preocupándose y trabajando por la
juventud. No hay programa electoral en ningún ámbito ni acción de Gobierno en ninguna Administración
que no vaya dirigida a mejorar la calidad de vida de nuestros jóvenes y a mejorar las condiciones para que
tengan el futuro que se merecen.
No necesitamos en el Partido Popular rebajar la edad de votar para que
los jóvenes, su presente y su futuro, sean una prioridad en nuestras acciones.
Por último, argumentar la necesidad de rebajar la edad de voto para así conseguir la madurez entre
los menores, discúlpeme que lo cuestione.
Nosotros creemos que es exactamente al revés, que la edad
del voto se fija en función de la madurez de los votantes, pero ante esta argumentación de ustedes de si
rebajar la edad de voto genera madurez como por arte de magia, ¿por qué no rebajarla aún más y tener
personas maduras con quince, con trece e incluso con nueve años?
También argumenta que se mejoraría
la calidad democrática y cuesta entender que por el hecho de que voten las personas de dieciséis años
nuestro país vaya a tener más calidad democrática. Le sirve el mismo argumento que el anterior, que
entonces voten los de nueve años porque así tendríamos más calidad democrática.
Señorías, la Ley Orgánica del Régimen Electoral General ha sido modificada en diversas ocasiones y
estas modificaciones han dado lugar a la presentación de numerosas iniciativas. Incluso en la IX Legislatura
se creó una subcomisión sobre las posibles modificaciones el Régimen Electoral General sin que a
ninguna de estas iniciativas ni en el informe de la subcomisión se hayan presentado propuestas de
ampliación del sufragio a los mayores de dieciséis años.
Solo hay dos preguntas escritas formuladas por
el Grupo Parlamentario Socialista en esta legislatura y la proposición de ley del Grupo Parlamentario de
Esquerra hace seis meses. La resolución europea es de hace cinco años, del año 2011, y la ley catalana
de hace dos años, del año 2014. ¿A nadie le ha interesado este tema? ¿Y ahora sí? Creo que se lo dijo
muy claro mi compañera Pilar Cortés: Las leyes electorales, señorías, nunca son inocentes.
Ni el Grupo Parlamentario Popular ni el Gobierno del Partido Popular, señorías, tienen miedo. No
tenemos miedo para afrontar esta reforma, no tenemos miedo al cambio y no lo tenemos porque si alguien
ha cambiado España, si alguien ha dado la vuelta a este país con grandes y profundas reformas y ha
cambiado a mejor la vida de los españoles generando futuro, generando confianza y generando ilusión
para los jóvenes también, ha sido el Gobierno del Partido Popular.
Muchos de ustedes, señorías, hasta
ahora solo han gritado, pero hacer lo que se dice hacer, nada de nada. Llevan ya más de dos años
gobernando en muchos ayuntamientos y los españoles ya han visto lo que significa su cambio. No lo digo
yo, señorías, sino los españoles y lo han dicho en dos ocasiones: el 20 de diciembre y el 26 de junio.
Señores de Esquerra, termino señora presidenta, y señores de Podemos, tal vez ustedes proponen
esta reforma basándose en la premisa de que los menores de dieciocho años son más de izquierdas, pero
no se engañen, señorías, porque rebajar la edad del voto no hace ganar las elecciones a nadie.
Los
últimos estudios indican que la franja de edad donde hay más abstención es entre la de dieciocho a
veinticuatro años porque la gente más joven prefiere otras formas de participación política.
Acabo, señorías. Trabajemos todos para mejorar esta ley, pero no con parches ni con engaños, sino
desde la responsabilidad y la lealtad con todos a los que representamos que son, nada más y nada
menos, que a todos los españoles.
Muchas gracias. (Aplausos).
DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, RELATIVA A ALCANZAR UN
GRAN PACTO NACIONAL PARA FORTALECER Y GARANTIZAR NUESTRO SISTEMA PÚBLICO
DE PENSIONES DENTRO DEL MARCO DEL PACTO DE TOLEDO. (Número de expediente
162/000137).
La señora ESPAÑA REINA: Muchas gracias.
Señorías, buenas tardes. Desde el Grupo Popular hemos presentado una proposición no de ley para
impulsar en el Pacto de Toledo y en el diálogo social un nuevo acuerdo que contenga nuevas
recomendaciones y orientaciones para seguir garantizando el futuro del sistema público de pensiones.
Se
han presentado enmiendas por varios grupos y finalmente hemos alcanzado una enmienda transaccional
que va a ser aceptada y firmada por la mayoría de los grupos parlamentarios —Ciudadanos, Partido
Socialista, lógicamente el Grupo Popular, Grupo Mixto y PNV— y se nos han descolgado algunos grupos
como Podemos y Esquerra Republicana de Cataluña. Estamos haciendo un esfuerzo y espero que al final
de la jornada también puedan sumarse a este espíritu de diálogo, colaboración y consenso que esta tarde
ha impregnado este acuerdo, que deseo se mantenga a lo largo de toda la negociación.
Señorías, la Seguridad Social ha sido una prioridad para el Partido Popular en toda la legislatura
porque somos conscientes de que las pensiones son la columna vertebral del Estado del bienestar y han
sido el sostén de muchas familias durante la crisis.
Tenemos un sistema público de reparto eminentemente
contributivo y queremos que se siga siendo así, público y de reparto. En este sistema destinamos el 12,5%
del PIB al pago de pensiones, que es el noveno porcentaje más alto del mundo, exactamente 4,6 puntos
más que la media de la OCDE, dedicando el 38,5% de nuestros presupuestos al pago de pensiones.
Señorías, hoy en España se pagan más pensiones que nunca a más pensionistas que nunca y con unas
pensiones más altas que nunca y por eso creo que tenemos que estar orgullosos de lo que hemos
construido entre todos. Es un sistema que ha venido demostrando fortaleza desde los inicios de la crisis
en el año 2008, si bien es cierto que la demografía está poniendo cada vez más en tensión nuestro
sistema de pensiones.
Como saben ustedes, tenemos 9,4 millones de pensiones y vamos a sobrepasar
los 16 millones en el año 2050. El gasto en pensiones se ha más que duplicado desde el año 2000
—53.000 millones de euros— ascendiendo en la actualidad a 118.000 millones de euros. Tenemos un
millón más de pensionistas en la última década y además del reto demográfico tenemos el reto del empleo.
Desde el Partido Popular hemos defendido siempre que la mejor medida para garantizar las pensiones es
la creación de empleo. Señorías, ya hemos recuperado la mitad del empleo perdido durante la crisis;
1.600.000 empleos recuperados de los 3.300.000 que se perdieron en la crisis. Señorías, hoy el crecimiento
del empleo en España es tres veces superior al crecimiento de las pensiones, algo fundamental para
sostenibilidad del sistema.
Se han hecho muchas reformas de calado para mitigar los efectos demográficos.
Ahí está la propia Ley 27/2011 que presentó un Gobierno socialista, donde se elevaba la edad de jubilación.
Ahí están las reformas del Gobierno del Partido Popular, como la restricción de la jubilación anticipada
—no es posible que más del 50% se jubilara antes de la edad de jubilación—, favorecer la compatibilidad
entre trabajo y pensión —factor de sostenibilidad que empezará a producir sus efectos a partir de enero
de 2019— o el índice de revalorización de pensiones, que es una de las recomendaciones del Pacto de
Toledo.
Señorías, los pensionistas han tenido ganancias de poder adquisitivo en los últimos años y la pensión
media de jubilación ha pasado de 915 euros en el año 2011 a 1.049 euros, decía hoy la ministra. Por lo
tanto, se ha incrementado cerca de un 14%.
Muchas de estas reformas no han finalizado su implantación,
es decir, tienen que seguir causando sus efectos, pero han sido reformas adecuadas. La consecuencia de
todo esto es que no hay recomendaciones de la Unión Europea en materia de pensiones en los años 2014,
2015 y 2016. Hay que recordar, señorías, que tenemos una de las tasas de sustitución más elevadas de
Europa, en concreto, la segunda después de Holanda.
Es decir, estamos hablando de la relación entre el
último salario y la primera pensión. La tasa de sustitución en España es de más de un 80% cuando la
media de la OCDE es algo superior al 50%.
Señorías, es cierto que nuestro sistema para ser viable a medio y largo plazo necesita mecanismos
que lo sostengan y hay que seguir insistiendo en la senda de las reformas iniciadas para que el sistema
sea sólido y quede garantizado para generaciones venideras.
Por este motivo queríamos alcanzar con
todos los grupos un pacto nacional que avale el futuro de las pensiones para que en el Pacto de Toledo
se puedan analizar las circunstancias económico-financieras y demográficas que puedan garantizar la
sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones. Yo les pido, señorías, que hagamos posible que
los pensionistas de este país se sientan orgullosos de sus políticos.
Es un primer paso el que hemos dado
hoy, es un acuerdo importante y tenemos que demostrar que somos capaces de alcanzar un gran acuerdo nacional por las pensiones. Los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo tenemos que ser un
equipo, el equipo de las pensiones, y juntos, unidos en la defensa del mejor sistema de protección social
que tenemos en España, tenemos que lograr entre todos ese gran pacto de las pensiones.
Por tanto,
señorías, seamos responsables y dejemos a un lado los intereses partidistas.
Para mí es un honor formar parte de la Comisión del Pacto de Toledo, el gran pacto social de la
democracia y, como les decía esta mañana en la Comisión, nuestras manos están abiertas y tendidas al
diálogo, al acuerdo, a la negociación y al consenso, como este que hemos tratado de alcanzar esta tarde.
Lancemos un mensaje de tranquilidad a nuestros pensionistas diciéndoles que somos capaces de alcanzar
un gran acuerdo.
Es nuestra obligación, señorías, y es nuestra responsabilidad. Se lo debemos a nuestros
mayores y también se lo debemos a nuestros jóvenes, porque además se lo merecen. Agradezco a todos
los partidos el espíritu de diálogo y de consenso que ha habido esta tarde y tengan siempre en cuenta que
al Partido Popular nos encontrarán siempre en el diálogo, en la negociación, en el acuerdo y en el consenso
por el beneficio de nuestro sistema público de pensiones y de nuestros pensionistas.
Muchas gracias. (Aplausos).
DEL GRUPO PARLAMENTARIO CIUDADANOS, SOBRE LA CREACIÓN DE UN PACTO SOCIAL,
POLÍTICO E INSTITUCIONAL PARA LA MEJORA, MODERNIZACIÓN, AGILIZACIÓN E
INDEPENDENCIA DE LA JUSTICIA. (Número de expediente 162/000091).
El señor MOLINERO HOYOS: Gracias, señor presidente. Buenas tardes, señorías.
El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, como no podía ser de otra manera, va a votar
favorablemente la proposición no de ley presentada por Ciudadanos.
Lo vamos a hacer por coherencia y
por el respeto que nos merecen los acuerdos de esta Cámara. No podemos olvidar que esta proposición
no de ley es una reproducción del acuerdo adoptado en la Comisión de Justicia del día 4 del corriente mes
y que tiene el mismo objetivo y finalidad, que es intentar la modernización de la justicia.
Por eso es por lo
que vamos a apoyar esta proposición no de ley que ha presentado el Grupo Parlamentario Ciudadanos.
Por esta razón, por el acuerdo con el pronunciamiento favorable de la mayoría de los grupos en la
Comisión, queremos seguir mejorando la modernización de la justicia. Queremos la máxima participación
de todos los grupos y la manera correcta es la creación de una subcomisión que ya hemos solicitado y
que se está tramitando por los cauces reglamentarios adecuados.
Señorías, como muy bien saben —aunque de todas maneras quiero recordárselo—, el texto que hoy
debatimos no es ni más ni menos que una proposición no de ley. No es un documento definitivo ni un
contrato de adhesión ni una lista cerrada de medidas ni tampoco es una lista de tareas con sus
correspondientes recetas, como la han calificado algunos de los portavoces que me han precedido.
No es
ni más ni menos que instar al Gobierno para que comience a ejecutar una serie de trabajos. Este documento
es un punto de salida, el comienzo de una hoja de ruta, para que el Gobierno impulse el diálogo con las
fuerzas políticas, con los operadores jurídicos, con expertos y con ciudadanos hasta alcanzar una estrategia nacional para la justicia acorde con el siglo XXI.
No se trata de imponer o aceptar desde este
momento las recomendaciones que aparecen en la proposición no de ley; tampoco quiere decir que no
puedan ser ampliados los temas a debate ni pretendemos someter a control los acuerdos bilaterales
alcanzados; se trata única y exclusivamente de poner unas líneas mínimas para debatirlos en su momento.
Ese fue el encargo que nos hicieron los españoles en las últimas elecciones generales cuando nos
mandaron hablar, dialogar, consensuar y llegar a acuerdos, y eso es lo que está haciendo el Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso, tratar de dialogar para construir una justicia moderna y acorde con
el siglo XXI.
Señorías, todos los aquí presentes coincidimos en que es necesario modernizar la justicia para
convertirla en un servicio más ágil y eficaz, que responda a las necesidades de los ciudadanos y mejore
la calidad del Estado de derecho y con ello la democracia, como también coincidimos en el diagnóstico de
los males que afligen a la justicia.
Tenemos un sistema de una alta calidad profesional y técnica, pero poco
ágil en la respuesta a los litigios. Pues bien, este es el momento para instar al Gobierno a que inicie los
trabajos para la mejora de la calidad de la justicia.
Partimos con una ventaja muy notable, y es que el Gobierno está en sintonía para formalizar un
acuerdo estratégico para la mejora de esa justicia desde el diálogo y desde el consenso. Por eso hemos
solicitado la creación de una subcomisión, para debatir en su seno y no en otro lugar la reforma de la
justicia; puntualizo: en el seno de esa subcomisión. Ni este es el momento ni este es lugar adecuado para
debatir puntos estratégicos de la justicia; el lugar será precisamente la subcomisión donde se debatirá.
Por eso, señor Gómez Balsera, no se preocupe, hablaremos de las tasas judiciales. El Partido Popular no
tiene ningún inconveniente en hablar de las tasas judiciales, pero lo haremos en su momento y en su
lugar, que no es otro que la subcomisión que se creará a tal efecto y en la que todos los grupos
parlamentarios podrán presentar sus iniciativas, sus ideas y sus programas.
Señorías, aprovechemos la
actual composición del Parlamento para construir, desde las distintas perspectivas y sensibilidades
políticas y sociales, una justicia de calidad.
Para terminar, señorías, les pido tranquilidad por la enmienda que se ha presentado, les pido
generosidad en la valoración de la enmienda y les pido flexibilidad para que podamos votar conjuntamente
este texto, porque, en definitiva, lo importante en la enmienda es instar al Gobierno a que se inicien los
trabajos.
No podemos salir de este Pleno sin un acuerdo en una materia que la sociedad nos demanda a
gritos, no podemos enredarnos en debates estériles cuando están en juego los derechos y libertades de
los españoles.
Gracias. (Aplausos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario