RAJOY SE ENROCA

Llegaron los fríos, las heladas y empezó la actividad política. Curiosamente si no se hubiera desbloqueado la situación política, la próxima semana hubiera empezado la campaña electoral para las terceras elecciones para ir a votar el día 18 de diciembre. No pensemos en si hubiera sido mejor acudir a las urnas o no, ya carece de sentido, la decisión se tomó tras una convulsa semana de sucesos que marcarán la historia del PSOE para siempre y que dejó al Partido roto y fracturado por completo.

De cualquier forma se ha iniciado una legislatura, en la que un Gobierno en minoría está por una parte sufriendo derrotas en el Congreso de los Diputados de determinadas proposiciones de Ley que los Grupos parlamentarios de la oposición presentan. Pero por otra parte, sigue sin mover ficha sobre el techo de gasto que piensa proponer, así como del contenido de los Presupuestos, sabiendo bien que si las cosas se ponen mal, la disolución de las Cortes en mayo, para celebrar elecciones en junio, juega a su favor, por lo que dosificará su generosidad, perdiendo cuatro años de reformas necesarias en aspectos fundamentales:

• 1) un nuevo sistema fiscal progresivo y con mayor capacidad recaudatoria, 
• 2) un nuevo sistema de financiación autonómica, con suficiencia financiera para garantizar los derechos sociales básicos a cualquier ciudadanos español independientemente del lugar de residencia,
• 3) un control del gasto no productivo y eliminación de la burbuja política (duplicidades, personal de confianza), 
• 4) transparencia en el nombramiento de los presidentes de organismos reguladores, 
• 5) mayor libertad económica y estímulos competitivos en sectores que sufren aún un estrangulamiento económico (telecomunicaciones, energía, transportes), 
• y 6) un cambio de modelo productivo con modificaciones en el mercado laboral y sistema educativo.

En la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles 23 de noviembre, la primera desde hace casi un año, el presidente Rajoy no hizo gala de esa nueva etapa de diálogo y consenso que ofreció en la primera sesión de su investidura, y volvió a ser el presidente inmovilista y poco sensible a los 7 millones de trabajadores pobres cuyo salario no llega a fin de mes, mostrando satisfacción por su reforma laboral.

Dos preguntas, una de Antonio Hernando y otra de Albert Rivera sobre la reforma laboral tuvieron la misma contestación, muy poco constructiva y muy de enrocarse en su posición de representante del poder ejecutivo sordo hacia las demandas del legislativo. ¿Se acuerdan del conde de Romanones, muy conocido en la provincia de Guadalajara, cuando decía, "Sin problema, para ustedes las leyes, y para mí los reglamentos"?. 

Antonio Hernando, presidente del Grupo Parlamentario Socialista, y portavoz del mismo, y por cierto magistral en su exposición igual que siempre, es un político nato, brillante y necesario para el PSOE, exponía el efecto de la precarización del trabajo que ha supuesto sustituir empleo indefinido por temporal y a tiempo parcial, gracias a lo cual se ha logrado un mayor crecimiento económico y una mayor competitividad, es decir hemos cargado sobre las espaldas de los trabajadores el futuro de la economía española, igual que los antiguos egipcios, hemos puesto a los hombres y las mujeres a tirar de la economía española, sin tener en cuenta la dignidad de esos trabajadores ni las necesidades de sus familias. 

¿Saben qué contestó el sr. Rajoy?. Acudió a la pérdida de 2.129.031 trabajadores desde 2008 a 2011, período en que gobernaba el sr. Rodríguez Zapatero, al que el sr. Rajoy Brey ha escogido como chivo expiatorio que justifica todas las decisiones que ha tenido que tomar en la legislatura anterior. Sacó pecho mostrando que desde 2014 la cotización a la Seguridad Social ha subido en 1.639.000 trabajadores, y que él no tiene la culpa de los salarios que reciben los trabajadores, sino que los salarios se negocian entre empresarios y trabajadores (sindicatos y organizaciones empresariales), y además que el 75% de los trabajadores asalariados tenían un contrato indefinido. Concluyó su primera intervención con este literal: "Por tanto, creo que hemos mejorado el número de personas trabajando, creo que hemos mejorado la situación de quienes están trabajando y el objetivo es seguir haciéndolo para conseguir que haya 20 millones de españoles que estén trabajando en las mejores circunstancias posibles. Muchas gracias".

En su réplica el sr. Hernando, se refirió a que en lugar de centrarse en el pasado, es importante resolver los problemas del presente, y estos problemas consisten en la precariedad laboral, reclamando la negociación colectiva para una mejor redistribución de rentas, la recuperación de la causalidad de la contratación temporal, revertir la modificación unilateral de las condiciones de trabajo, y subir los salarios (incluido el salario mínimo interprofesional). La respuesta del Presidente Rajoy, mejor la vuelvo a copiar literal: "Sin duda alguna quedan muchas cosas por hacer, pero es que nada se resuelve, como le he dicho antes, en un cuarto de hora y por eso creo que conviene mantener las políticas que se han hecho en estos años, simplemente porque han funcionado y ahora de lo que se trata es de perseverar en ellas. A partir de ahí, proponga usted lo que quiera que yo, desde luego, estoy dispuesto".

El sr. Rivera, presidente de Ciudadanos, volvía a insistir en la situación de precariedad de nuestro mercado laboral, exponiendo además la sentencia europea que reclama indemnizar por igual a trabajadores fijos y temporales, preguntando qué iba a hacer para cumplir la sentencia y proteger los derechos de los trabajadores temporales. La respuesta del sr. Rajoy tampoco tiene desperdicio: "Lo que hemos hecho ha sido crear un grupo de trabajo en el que han nombrado, tanto las organizaciones empresariales como las organizaciones sindicales, sus representantes para ver cómo vamos a aplicar en España esa sentencia y para ver si es preciso modificar alguna ley para que las cosas se hagan de acuerdo con la sentencia de la manera más razonable posible para todos los trabajadores por cuenta ajena".

En la réplica el sr. Rivera ahondaba en el problema de la temporalidad y recordaba que en la propia Administración Pública se encadenaban contratos temporales, puso el ejemplo de una profesional sanitaria que encadenó hasta 8 contratos seguidos, y puso en la mesa el dato de que los contratos temporales en nuestro país tienen una media de 54 días, por lo que propuso una reforma en profundidad del mercado laboral y no parches.

Además el sr. Rivera expuso que España es el país campeón en paro junto a Grecia, y en precariedad junto a Alemania. La respuesta del sr. Rajoy la misma, que él no tiene la culpa, que lo deja en manos de la negociación entre representantes sindicales y empresarios y que llevamos tres años de creación intensa de empleo, les dejo igualmente el final de la contrarréplica: "¿Que queda mucho por hacer? Sin duda alguna, en eso estoy de acuerdo con usted, pero tiene que reconocer que algunas cosas se han hecho. Por ejemplo, el año 2015, según la EPA publicada en su momento, fue el año en que se creó más empleo en España en la serie histórica. Ese es un dato positivo, vamos en la buena dirección, vamos a continuar trabajando todos juntos y vamos a intentar conseguir el objetivo que, por otra parte, es común: que haya más empleo en España y terminemos pronto con la precariedad".

Paralelamente al día siguiente, el jueves tras la reunión del Presidente del Gobierno con los interlocutores sociales, han decidido convocar concentraciones ante las Delegaciones del Gobierno el 15 de diciembre, y una gran manifestación en Madrid para el día 18 de diciembre. El sr. Rajoy Brey, que dice que no tiene la culpa de la precariedad laboral, trasladó a los sindicatos el cumplimiento inexcusable del cumplimiento del déficit y no tocar las reformas que funcionan, la pregunta qué le haría al sr. Rajoy, es ¿para quién funcionan?. Es entendible las razones que llevan a los sindicatos a convocar protestas, y se comprende su frustración y decepción ante la negativa del Gobierno a rectificar las políticas que nos han llevado a la mayor precariedad y pobreza salarial de nuestra historia reciente.

Es cierto que el Gobierno está perdiendo algunas votaciones en el Congreso de los Diputados, la semana pasada se decidió admitir a trámite una proposición de Ley del Grupo Socialista, que incluye la suspensión de los aspectos que no hayan entrado en vigor de la LOMCE, que ya comentamos en una entrada anterior, y que realmente era innecesaria, puesto que Ciudadanos ya había pactado con PP dicha suspensión temporal durante los seis meses en que tuviera lugar la negociación de un Pacto Nacional por la Educación, de cuya elaboración se encargará una Subcomisión de la Comisión de Educación, que se pondrá en marcha el próximo jueves (como vemos mucho antes de que se debata en la Comisión de Educación la proposición de Ley del PSOE).

Esta semana perdió la votación sobre la admisión a trámite de una proposición de Ley de Unidos Podemos, para que el salario mínimo profesional, que toda la oposición pidió subir dicho salario mínimo profesional a 800 euros en 2018 y 950 euros en 2020, ya veremos en qué queda, al final de su tramitación, así sobre una proposición no de ley para la reforma de la justicia pactada entre PP y Ciudadanos al votar de forma unánime Unidos Podemos, grupos nacionalistas y el PSOE, demostrando igualmente que el pacto PP - Ciudadanos también requerirá de unas negociaciones parlamentarias complicadas.

Habrá que ver en los próximos meses la voluntad de cambio del Gobierno, ya vemos que en cuanto a reforma laboral parece escasa. La próxima semana se votará el martes la admisión a trámite de una proposición de ley por parte del grupo de Ciudadanos para reformar de forma urgente algunos aspectos de la Ley de Autónomos que elimine trabas y estimule el emprendimiento, y que esperemos que no sufra la misma suerte que la reforma de la Justicia. Otra proposición de ley que tiene preparada Ciudadanos es la reforma de la Ley Electoral, básica para conseguir después de 40 años una representación ciudadana más justa y que un voto de cualquier ciudadano español valga lo mismo.

El Partido Socialista trabaja por un pacto nacional que introduzca racionalidad en la planificación y ejecución de infraestructuras de transporte, y el próximo martes pedirá la derogación de la Ley Mordaza. 

Mientras tanto, se espera que el Gobierno proponga el techo de gasto y presente el Proyecto de Presupuestos, que aún tardará pues está negociando con el PNV su aprobación, toda vez que el Gobierno descarta que el PSOE los apoye, algo que no entiendo, pues lo lógico sería una mesa de negociación que permitiera que los Presupuestos Generales del Estado de 2017 incluyeran algunas de las propuestas del programa electoral socialista. Ciudadanos tiene confianza en poder aprobarlos junto al Partido Popular, si bien los límites están en que no haya recortes ni en educación, ni en sanidad ni en dependencia, ni subidas de impuestos de IVA ó IRPF, ya que existe margen persiguiendo a los defraudadores y modificando el impuesto de sociedades, en el que en los últimos años hay un agujero de unos 25.000 millones de euros.

Legislatura complicada pues se espera, el Gobierno está en minoría parlamentaria, pero sus poderes ejecutivos los ejerce de forma plena, y no olvidemos que en otra Cámara, en el Senado, el Partido Popular tiene una amplia mayoría parlamentaria para demorar la aprobación de las leyes, para introducir enmiendas o vetar alguna ley que exija mayoría absoluta al Congreso para levantar el mismo. Rajoy se enroca.

De momento, a juzgar por lo que ha ocurrido esta semana, la reforma laboral del Partido Popular seguirá aplicándose, y por tanto empobreciendo y precarizando al trabajador, dando argumentos a los ciudadanos para o bien abstenerse como medida de desprecio a los políticos que no son capaces de formular una alternativa a un gobierno conservador, o bien votar a Unidos Podemos, para desalojar al PP de la Moncloa. Otras leyes que correrán la misma suerte serán el sistema fiscal, o el sistema energético y de telecomunicaciones que seguirá la senda del capitalismo de amiguetes. Como vemos nada ha cambiado, el sr. Rajoy Brey sigue aplicando las mismas políticas insensibles al sufrimiento de los colectivos más débiles. ¿Para eso había que abstenerse?, esperemos que el tiempo de la razón a aquellos que han permitido la puesta en marcha de la legislatura, por el bien de los españoles.

No quiero dejar de mencionar, que hoy en Xirivella reaparecía Pedro Sánchez, el exsecretario general del PSOE, lo hacía junto a Odón Elorza, recibiéndole los valencianos en honor de multitudes demostrando que es necesario un líder del estilo de Pedro Sánchez, es necesario que Pedro Sánchez tenga la oportunidad de presentarse a una elecciones a Secretario General donde los militantes puedan ejercer democráticamente su derecho a que vuelva a dirigir la senda del Partido Socialista Obrero Español.

En Xirivella Pedro ha pedido que el PSOE vote en contra del techo de gasto y los Presupuestos, y ha pedido un Congreso para elegir la nueva Ejecutiva y el nuevo rumbo del PSOE ya, argumentando que la misión de la Gestora ha finalizado, y que el no convocar el Congreso sólo beneficia al PP. Transmitió la idea de que para ganar al PP se requiere la unión de la izquierda, y para ello es imprescindible un PSOE unido y fuerte.

No quiero extenderme mucho más, sólo decir que la unión del PSOE es más fácil con Pedro Sánchez, especialmente porque es el líder que necesitan las bases, unos militantes a los que Pedro les ofrece un argumentario y una expectativa de que es posible un gobierno alternativo a las políticas de la derecha. Si bien, no estoy de acuerdo en la inmediatez del Congreso. Hay que dejar trabajar a la Gestora, e ir definiendo la estrategia del Grupo Parlamentario Socialista y del resto de la estructura de las diferentes federaciones coordinando la acción política en un momento en que el PSOE está ejerciendo una tarea de oposición difícil en un Parlamento enormemente fragmentado, sin mayorías claras. Una vez que la estrategia esté definida y asumida, será el momento, y Pedro Sánchez tendrá su oportunidad, y ojalá vuelva a ser el líder en quien tanta confianza han depositado los militantes. 

Por cierto, hoy fallecía el comandante Fidel Castro, con 90 años, un personaje indiscutible protagonista de la historia internacional del siglo XX, un punto de referencia para los países de América Latina, y que bajo su mandato en Cuba se logró que la sanidad y la educación fueran pilares que contribuyeran al desarrollo económico de Cuba, pero también de enorme igualdad de oportunidades y dignidad entre sus gentes.