miércoles, 21 de diciembre de 2016

CONGRESO PLENO 20122016 POBREZA

DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE MEDIDAS URGENTES CONTRA LA POBREZA. (Número de expediente 173/000007). 

La señora PRESIDENTA: Pasamos a continuación a debatir las mociones consecuencia de interpelaciones urgentes. Corresponde, en primer lugar, debatir la moción consecuencia de interpelación urgente del Grupo Parlamentario Socialista sobre medidas urgentes contra la pobreza. Por el grupo autor de la iniciativa y para la defensa de la moción, tiene la palabra la señora Martín González. 

La señora MARTÍN GONZÁLEZ (doña María Guadalupe): Muchas gracias, presidenta. Señorías, el Partido Socialista vuelve a intervenir en esta tribuna para presentar una moción como consecuencia de la interpelación a la señora ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de la semana anterior. Insistimos en que no renunciaremos a proponer una vez más la necesidad de elaborar un plan de lucha contra la pobreza, un plan justo, integral y de aplicación en todos los territorios, porque las personas pobres son pobres sin tener en cuenta el lugar donde residen. 

Si decíamos hace unos días que existen 13,5 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, tenemos 13,5 millones de motivos para insistir en la necesidad de trabajar para ellos. Si decíamos que 3,2 millones de personas viven en situación de pobreza severa, con más motivo tenemos 3,2 millones de motivos para ofrecerles una mejora en su calidad de vida. 

Nuestra obligación es darle la vuelta a estas cifras, mejorar los datos de la última encuesta de condiciones de vida, pero sobre todo tenemos la obligación de demostrar que la mejora económica puede llegar a todas las familias. Proponemos en esta moción un plan integral en el que se incluyan medidas de diferentes departamentos. 

Necesitamos el compromiso del Ministerio de Empleo porque, evidentemente, hay que compensar el descenso de la protección por desempleo, situada en este momento en el 54% de las personas desempleadas. Necesitamos también el compromiso de mejorar las condiciones laborales para todos aquellos trabajadores pobres y más aún para las mujeres trabajadoras pobres. 

Aprobaremos a propuesta del Partido Socialista una subida del salario mínimo interprofesional del 8%, la más alta registrada, pero no podemos olvidar que muchos trabajadores y trabajadoras no lo hacen a tiempo completo, por lo que siguen siendo pobres. La respuesta a la situación de pobreza y desigualdad presenta importantes lagunas, lo que explica la escasa reducción de los riesgos de pobreza tras las prestaciones sociales. 

La última red de garantía de ingresos está incompleta, con parados sin cobertura y con una protección del riesgo de pobreza muy desigual por territorios y por diferentes grupos de población. Por este motivo, proponemos buscar un amplio consenso y crear un ingreso mínimo vital que pueda satisfacer las necesidades básicas. Se cumplen en estos días diez años de vida de la Ley de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, un ejemplo de consenso en su aprobación y un ejemplo de sistema de cooperación entre administraciones. 

Podría ser aún mejor si tuviera la financiación adecuada; luego aprendamos. ¿Por qué un nuevo sistema de ingresos? Buscamos un nuevo sistema integrado con vocación de operar como última red de protección social, dirigido a la población más vulnerable y en riesgo de pobrezao exclusión social, y apoyado en los sistemas públicos ya existentes con un doble objetivo. 

En primer lugar, proporcionar a las familias sin ningún tipo de ingreso una renta que les permita afrontar las necesidades más básicas inherentes a la dignidad humana en línea con la nueva dimensión de los derechos humanos acordada en Naciones Unidas. 

En segundo lugar, invertir en la infancia, mejorando sustancialmente la situación de los niños en hogares con menos rentas y eliminando la pobreza más severa. Esta nueva prestación irá dirigida —y quiero recalcar lo que digo— a los hogares sin ingresos y en situación de necesidad, sea cual sea su causa como prestación no contributiva de la Seguridad Social y, por tanto, financiada con los Presupuestos Generales del Estado. (Aplausos). 

Debe ser una prestación coordinada con el subsidio por desempleo con iguales cuantías, de forma que, una vez agotada la protección por desempleo, permita el paso entre ambos sistemas, manteniendo siempre la cobertura de la prestación. Esta medida se diseña como la última red de protección cuando persista la necesidad y una vez agotadas el resto de prestaciones, de forma que se pueda facilitar la inclusión económica, social, educativa y laboral. 

Por supuesto, proponemos que puedan beneficiarse los 730.000 hogares que no tienen ingresos y consideramos que no hay colisión entre las propuestas de complementos salariales de otros grupos, pero esa es otra propuesta. Señorías, dentro del ingreso mínimo vital debemos abordar la cobertura de la prestación por hijo a cargo y aumentar su cuantía de forma escalonada, en función de las rentas familiares, solo vinculada a los ingresos del hogar e independientemente de la situación laboral de los padres. Así se pretende como primer objetivo combatir la pobreza infantil y como segundo eliminar la pobreza infantil más severa. 

Quisiera recordarles a sus señorías, por si alguno no sabe la cifra, que la prestación por hijo a cargo es en este momento de 291 euros anuales o 24 euros mensuales, luego no llega a un euro al día. Solo abordando esta subida romperemos la cifra de 2.300.000 menores pobres que serían sin duda adultos pobres en su gran mayoría. 

Permítanme que insista, señorías, en que los beneficiarios serían personas en hogares sin ingresos, menores en hogares bajo el umbral de la pobreza en tramos según renta y para aquellos que aún tienen la duda de lo que queremos decir, será necesario probar la ausencia de rentas y será necesaria la activación laboral y la formación para el empleo para personas con criterios de empleabilidad posible. 

Proponemos que el desarrollo del plan y el ingreso mínimo vital se implante de forma coordinada entre el sistema de servicios sociales y los servicios públicos de empleo para lo que hace falta un pacto con las comunidades autónomas. Necesitamos recuperar el plan concertado de servicios sociales, claro que sí, y será también necesario revertir a los ayuntamientos la competencia en materia de servicios sociales que se les anuló con la reforma local porque las redes básicas de servicios sociales y los ayuntamientos tienen siempre su puerta abierta. 

Creemos que es posible y creemos que debemos hacerlo como política social de justicia. Creemos, señorías, que debemos incluirlo en los próximos presupuestos de 2017. Señorías, solicitamos el apoyo de todos los grupos. Agradezco la colaboración de todos los que han presentado enmiendas y algunas de ellas las hemos aceptado, pero, señorías, los ciudadanos esperan que resolvamos sus problemas y la pobreza es el principal problema de todos. Muchas gracias. (Aplausos).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias. Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Reyes Rivera. 

La señora REYES RIVERA: Muchas gracias, presidenta. Querida Kitty: ¡Qué maravilloso sería que nadie necesitara esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo! Estas palabras las escribió una niña de trece años, Annelies Marie Frank, conocida por todos como Ana Frank. Las escribió en su famoso diario escondida en la parte trasera de un edificio de Ámsterdam durante la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial. 

Todos sabemos muy bien qué supuso para ella que el resto del mundo esperara ese instante al que se refería en su diario. Finalmente fue capturada y murió en un campo de concentración con apenas dieciséis años. Las consecuencias de esperar un instante son especialmente crueles con los niños. Un año, dos años o una legislatura es mucho tiempo en la vida de un niño. Esos dos años pueden ser decisivos para su desarrollo físico y emocional. Hemos escuchado más de una vez por parte de miembros del Gobierno decir que hay que esperar, que no hay dinero o que vamos a aguantar hasta que la situación mejore. 

Yo les digo que hay decisiones e inversiones que no se pueden postergar, señorías, y esta es una de ellas. Puede que ustedes no tengan claro cuáles son sus prioridades, pero nosotros les vamos a recordar cuáles son las nuestras. Es muy fácil porque —bien lo saben ustedes— está todo en un documento que suscribieron junto a nosotros. Son nuestras prioridades y, además, son nuestras exigencias de investidura. 

Ustedes se obligaron a cumplirlas; al final del documento está la firma de su portavoz, don Rafael Hernando, y el compromiso en nombre de su grupo. Nos remitimos además a sus palabras: «El PP no firma acuerdos para quince minutos» dijo, así que recuerden muy bien que este pacto está vigente. Recuérdenlo especialmente ahora que están ustedes elaborando los presupuestos. 

A la vista de la enmienda que han presentado, no parece tenerlo del todo claro y, ya que estoy aquí, aprovecharé para refrescarles un poco la memoria. Medidas para luchar contra la pobreza y, en especial, la que afecta a la infancia. 

Exigencia 63: Elaborar un nuevo plan de infancia contra la pobreza con un incremento de la dotación de fondos en el marco de una ley integral de apoyo a las familias —exigencia 66—, entre otras cosas, para que las familias más vulnerables sean el objetivo prioritario de las políticas activas de empleo del Gobierno; y crear una certificación específica para las familias monoparentales que garantice un mínimo de protección. 

Exigencia 69: Un pacto por la infancia también con un incremento de la inversión, asegurando unos mínimos, como ya se hizo en su momento en el Pacto de Toledo. Además de todo esto, está nuestro complemento salarial garantizado para las familias con salarios más bajos; recuerden que firmamos 1.300 millones para el año 2017. 

Ya que el Grupo Parlamentario Socialista plantea este tipo de iniciativas, nos gustaría que bajara a la arena y lo negociara también con el Grupo Popular en el marco de los presupuestos. Señorías, debemos poner en marcha todas estas medidas cuanto antes, se lo debemos a esa clase media empobrecida por la crisis, y en especial se lo deben ustedes, señorías del Grupo Popular, que con sus políticas han contribuido a aumentar la desigualdad en nuestro país. 

En poco tiempo aproximadamente 3 millones de personas han pasado de la clase media a encontrarse en una situación de pobreza. Estas personas tenían sus aspiraciones, sus proyectos de vida y de repente todo se ha frustrado para ellos. ¿Cómo no les vamos a ayudar ahora, después de haber permitido que cayeran? Además no han caído solos, han caído también con sus hijos. Tenemos ya una generación casi perdida que no es la generación de Hemingway, y la tenemos aquí, en España. 

Son todos esos jóvenes sobradamente preparados que no encuentran trabajo, muchos de los cuales han tenido que salir fuera de nuestras fronteras para sobrevivir. Además de tener la obligación de recuperar todo ese talento juvenil que hemos dejado escapar o que han dejado escapar, tenemos la de no crear otra generación perdida con los que aún son niños. Los datos dicen que uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza o exclusión social. 

Yo no sé qué opinarán ustedes de esta cifra, pero cuando menos es una de esas ante las cuales no podemos esperar un instante. Curiosamente el otro día aquí en el hemiciclo escuchaba decir al señor Catalá que España está a la vanguardia en lo que a protección de la infancia se refiere. Yo discrepo considerablemente, ya que si estuviéramos a la vanguardia desde luego no tendríamos estas cifras. Ustedes suelen presumir además de la Ley de Protección de la Infancia. 

Yo no voy a decir que sea una mala ley, el problema es que para que muchos de sus puntos puedan aplicarse necesita desarrollo reglamentario; todavía estamos esperando ese reglamento, señorías, y lo hemos reclamado. Además, ¿sirve de algo una ley sin dotación presupuestaria? 

Les leo la disposición adicional vigésima: las medidas aquí incluidas no podrán suponer incremento de gasto público. Ley sin reglamento y sin inversión; debe ser que esto es lo que entienden ustedes que significa estar a la vanguardia. Hagamos un diagnóstico real. Si tenemos 3 millones de niños en riesgo, deben ustedes hacer algo más que sacar pecho. No somos un país modelo en protección de la infancia, pero podríamos llegar a serlo si fuera una de sus prioridades. 

Los niños son el recurso más importante con el que contamos para mejorar nuestra sociedad, para mejorar el mundo; cuidemos de ellos como se merecen. Gracias, señorías. (Aplausos).

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