lunes, 19 de diciembre de 2016

PROGRESAMOS ADECUADAMENTE






Efectivamente, si la valoración del primer trimestre del curso político pasara por las aulas y los profesores de hace unos años diríamos que vamos progresando adecuadamente (económicamente hablando), pero políticamente seguimos estancados, ya que desde el Congreso en las seis semanas de legislatura que llevamos todo son buenas vibraciones y expectativas de cambio, pero sólo quedan en eso.

La semana pasada, el día 15 se aprobaba el techo de gasto (límite de gasto no financiero), que asciende a 118.337 millones de euros, el mismo que el cierre presupuestario de 2016, con los votos a favor de PP, PSOE, Ciudadanos y PNV. Esta aprobación supone el primer paso para la elaboración de los Presupuestos de 2017. Igualmente quedaba aprobado el objetivo de estabilidad y deuda pública también con los mismos protagonistas a los que se ha añadido Coalición Canaria.

El Real Decreto de Medidas Urgentes que contiene un incremento de los impuestos sobre las labores del tabaco, alcohol de alta graduación, y un nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas, además de la subida del salario mínimo interprofesional un 8%, las bases máximas de cotización a la Seguridad Social un 3%, la actualización de los coeficientes catastrales o la prohibición de los aplazamientos en pagos de impuestos de IVA y Sociedades.  ha sido aprobado gracias al PP y PSOE, con la abstención en este caso de Ciudadanos, entre otros. Así mismo, su tramitación como proyecto de ley urgente ha sido rechazada. A la espera estamos de una posible subida de impuestos sobre los hidrocarburos y una transposición de Directivas europeas sobre impuesto medioambientales, todo llegará, y lo veremos.



A lo largo de estas seis semanas, se ha aprobado admitir a trámite el proyecto de ley de medidas urgentes para facilitar el trabajo de los autónomos, propuesta por Ciudadanos, se ha logrado por unanimidad un Pacto contra La Violencia de Género, que no ha evitado que el último fin de semana se hayan producido tres víctimas, se ha aprobado la creación de una Subcomisión para la elaboración de un Pacto Social y Político por la Educación que proponga una nueva ley educativa también incluido en el acuerdo de investidura de Ciudadanos con el PP, paralelamente se ha admitido a trámite una proposición de ley para reformar la LOMCE, la derogación y elaboración de una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, y se ha aprobado derogar la reforma laboral y elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, las últimas tres medidas propuestas por el PSOE.



Parece ser que los nuevos Presupuestos incluirán financiación para iniciar el complemento salarial para las rentas más bajas propuesto en el pacto de investidura de Ciudadanos con el PP, y un incremento del permiso de paternidad de dos a cuatro semanas, también propuesto por Ciudadanos en sus 150 exigencias al PP, además de reducir el gasto no productivo en 1.000 millones de euros.

Unos Presupuestos que de momento no se sabe muy bien cuando se aprobarán, pero que en este momento son objeto de debate entre PP y fundamentalmente PSOE, ya que el apoyo del PSOE garantizaría la estabilidad parlamentaria en este ejercicio. El PSOE ha puesto ciertas condiciones: recuperación de la capacidad adquisitiva de los pensionistas, subida del IRPF a las rentas más altas (conscientes de que éste es un punto en el que Ciudadanos no estaría de acuerdo, ya que el partido naranja entiende que la política fiscal restrictiva debe emplearse de forma subsidiaria en caso de insuficiencia de ingresos de la lucha contra el fraude o de la eliminación de duplicidades políticas e institucionales), e incremento de las partidas para políticas activas de empleo y desempleados.

Se espera igualmente una modificación de la ley electoral y una reforma de la Constitución, para reformarla y modernizarla, no para romperla, por lo que ha de ser definida su alcance previamente, siendo una de las primeras cuestiones que deben abordarse la supresión de los aforamientos, y todo hace pensar que se iniciarán los trabajos para llevarla a cabo en 2017.



Como decimos, el resultado del trabajo parlamentario está en una fase inicial, que después de considerar la admisión a trámite de los proyectos de ley de autónomos, o de la reforma laboral, incluso de la misma reforma educativa, tiene que haber un trabajo de debate en las correspondientes Comisiones del Congreso, que se produzca un acuerdo en el contenido entre los grupos parlamentarios (lo cual no es fácil),  y que dicho acuerdo se someta a la aprobación por el Pleno, tras lo cual debe pasar al Senado y debatirse y enmendarse en las Comisiones de esta noble y véjica institución, para que se pronuncie después el Pleno del Senado y vuelva al Congreso. Es en ese momento futuro cuando podremos valorar la dimensión del cambio, cuidado, por parte del poder legislativo.



Queda después la aplicación por el poder ejecutivo de las normas que apruebe el legislativo. Como vemos todo un reto. De momento, el Gobierno ya ha manifestado sus reticencias a que se tramiten proposiciones de ley que incrementen el gasto o disminuyan los ingresos previstos en los Presupuestos Generales del Estado, prerrogativa que posee y que hará valer, planteando si es necesario un conflicto al Tribunal Constitucional, que por otros antecedentes dará la razón al Gobierno que es el responsable de elaborar unos Presupuestos de los cuales conoce sus aspectos técnicos, y que por norma general aprueban las Cortes Generales. Por eso, es importante, que el PP negocie y obtenga el respaldo del PSOE a los Presupuestos de 2017, porque dicha aprobación se convertirá o se utilizará en cualquier caso como complicidad a la hora de gestionar la labor parlamentaria durante el próximo año.




¿Y esto que quiere decir?. Que el poder que tienen los grupos parlamentarios para legislar es reducido, existe constitucionalmente, pero es limitado por el sometimiento a las reglas presupuestarias, que elabora el Gobierno. El Parlamento puede controlar al Gobierno, puede pedir explicaciones, puede censurar algunas decisiones y puede respaldar y avalar otras, pero su capacidad normativa es limitada presupuestariamente, y eso tiene importantes implicaciones; entre otras que es más útil y eficiente  negociar que someter al trámite parlamentario las propuestas de los Grupos.

La vocación negociadora la tiene Ciudadanos, que ha firmado un pacto de investidura con el PP, y la está practicando el PSOE tras su abstención a la investidura de Rajoy. Podemos ha decidido que su estrategia es la oposición frontal a la espera de que se traduzca en votos y escaños en la próxima legislatura.




Una legislatura que nadie sabe cuanto durará, pero que las palabras de despedida del presidente Rajoy en la cena del PP de navidad de 2017, hace que siembre la duda sobre la duración de la misma, ya que alentó a los afiliados populares a preparar las próximas elecciones. Unas elecciones que según las últimas encuestas se tornan complicadas para el PSOE y Ciudadanos, ya que ambos bajan, consolidando la posición del PP, que aprovecha las concesiones en una etapa de diálogo y negociación para difundir una imagen de moderación, estabilidad y experiencia, que se traduce en un incremento de votos y escaños.

Precisamente a lo largo del primer trimestre tendrán lugar los Congresos del PP y la Asamblea General de Ciudadanos, un PP que apuesta por la renovación dentro de la estabilidad y fortalecimiento del liderazgo de los equipos actuales de trabajo, y Ciudadanos por una refundación de su ideario inicial desde el centro izquierda, hacia  un partido liberal progresista, europeísta y constitucionalista, además de aprovechar su experiencia en las instituciones para formar alternativas de gobierno en municipios, Comunidades Autónomas y en el Gobierno. Ciudadanos ha identificado los problemas y necesidades que tiene el país, y sin duda alguna muchas propuestas de su programa son las respuestas y medidas que necesitamos para crecer sostenida y sosteniblemente, potenciando reformas estructurales que pongan un buen rumbo a una economía con muchos estrangulamientos, y que necesita mayor dinamismo, flexibilidad, transparencia e independencia de los organismos reguladores.




El PSOE busca el momento para celebrar su Congreso, parece ser que puede ser en torno al verano, depende de cuánto tarde la nueva dirección socialista en que la militancia olvide a Pedro Sánchez, sacando toda la artillería, no en vano recientemente se celebraba un acto en Jaén para celebrar los diez años de aprobación de un nuevo derecho, que promovió el expresidente Zapatero, la Ley de la dependencia, en el que estuvo presente el mismo José Luis Rodríguez Zapatero y Susana Díaz; o el expresidente Bono en La Sexta aludiendo a que Sánchez es sinónimo de pérdida de votos y escaños, y desconfiando de las primarias, que nunca han ido bien al Partido Socialista. También el presidente García Page señalaba en un desayuno de Europa Press que era necesario una única dirección y no mirar atrás, además de caricaturizar la propuesta de Sánchez de recorrer España para presentar su proyecto.

Con estos mimbres, el Partido Socialista pasará tiempo en el desierto, decantándose muchos de los antiguos votantes, unos pocos por Podemos, y la mayoría por la abstención, al no encontrar fuerza política que represente la defensa de los derechos de los colectivos más desfavorecidos, y no mercadee con el voto prestado de las españolas y los españoles. Habrá de pasar tiempo para que los votantes olviden que su voto ha servido para que gobierne la derecha, además del espectáculo de que aquellos que avalaron el NO a Rajoy tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015, y encomendaron a Pedro Sánchez a ser la cara y voz del NO, abandonaran a su líder de manera vergonzosa a mediados de octubre de 2016, porque algunos dirigentes socialistas decidieron que Pedro Sánchez ya no servía para pilotar el timón del PSOE. Lo peor de todo es que era algo evidente, y que personalmente anuncié en aquellas maitines del 31 de agosto.



La semana pasada tenía lugar en Guadalajara la presentación de la plataforma de militantes socialistas que pide un Congreso de forma inmediata. La cuestión no es Congreso ahora o dentro de seis meses, sino quién asume el liderazgo y qué estrategia plantea a medio plazo para dar respuesta desde la socialdemocracia a los problemas que tiene la economía en este momento. Susana Díaz no puede ser parte de la solución, cuando ha sido la artífice del problema: desgajar para coser, mala estrategia, pero no era capaz de enfrentarse a la militancia sin romper los lazos que unían a ésta a un líder que prometió llevar el barco socialista a la tierra prometida, no dijo que la travesía iba a ser fácil, pero algunos prefirieron la seguridad del puerto. Los barones también se han descartado, ya que el único papel que les pega, a muchos de ellos, en este momento es el de Judas Iscaríote, o el de los hermanos Pinzón. ¿Dónde está el mirlo blanco?, yo diría que la militancia como la canción que os ofrezco abajo es de la opinión de que Sánchez no ha terminado su tarea y habría que darle la oportunidad de una etapa inconclusa: "Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien". 

Mientras tanto, la salud económica del país es precaria, en un 2017 en que el PIB crecerá un 2,5% (28.000 millones de euros), mientras que la puesta en marcha de los Fondos de liquidez autonómica tan necesarios para algunas Comunidades Autónomas, como la de Valencia, la aportación de 5.248 millones de euros a la Unión Europea por el rescate bancario (que el Gobierno sigue negando alegando que se utilizó un préstamo en condiciones inmejorables, pero la realidad es que hay que pagarlo), y la financiación del déficit del 4.6% requerirán de unos 30.000 millones de euros, con lo que el objetivo de deuda no podrá bajar al deseado 99,7%, cuando además los vientos de cola que empujan la economía parecen frenarse, ya que el petróleo parece que va adquirir una tendencia al alza estable, la previsión de la inflación es que aumentará próxima al 1,5%, y se aprecia el final de los bajos tipos de interés y las compras masivas de deuda del BCE. 

Terminemos por añadir a este sombrío panorama, el rescate de las autopistas de peaje, que se convertirá en deuda de entre 3.000 y 5.000 millones de euros, socializando unas pérdidas que corresponden a empresas privadas beneficiadas por una concesión generosa, y convirtiéndose en un ejemplo más del capitalismo de amiguetes del Gobierno del PP, que privatiza los beneficios y socializa las pérdidas, que mete la mano en el bolsillo de la clase media y trabajadora, con subida de impuestos, mientras que es débil con los defraudadores. Sin cerrar el capítulo, no olvidemos que tenemos otro elemento de preocupación, el vaciamiento de la hucha de las pensiones, el fondo de reserva de la Seguridad Social, que requerirá un préstamo del Estado, y que subirá el pasivo.

Precisamente, esa más que frágil salud macroeconómica, un mercado laboral precario con dificultades serias de acceso, promoción y permanencia, una tendencia demográfica preocupante, unas instituciones económicas, sociales y políticas con muchos estrangulamientos e ineficiencias, y una regeneración pendiente son riesgos que el país debe asumir más pronto que tarde, ya que la actual calificación de "progresa adecuadamente" es ficticia, porque realmente en terminología educativa moderna, son muchos los estándares cuyo desarrollo es insuficiente e inadecuado, y de permanecer en el actual status quo, los riesgos actuales se convertirán en deficiencias y desequilibrios estructurales que se pagarán de nuevo por las clases sociales medias y trabajadoras con más recortes y más impuestos, volviendo a incrementar la desigualdad social.

Puede venderse como los mercaderes de Venecia, humo, subidas de un 8% de salario mínimo interprofesional, derogaciones (ya veremos qué se deroga) de leyes del PP, reformas educativas (también veremos donde queda el ideario socialista), pero sin reformas estructurales, lo que conseguiremos serán parches que pueden incluso como un boomerang, volverse en contra y paralizar con la mayor presión fiscal a los agentes económicos que crean empleo, y estrangular la economía, y tener que coser en la casa socialista y quizás también en casa de las ciudadanas y ciudadanos más desfavorecidos, porque el humo crea una cortina que no deja ver mas allá.

Progresamos adecuadamente, algunos más que otros. El país necesita algo más que un progreso aparente, necesita un cambio de modelo productivo, que permita un empleo digno y de calidad, y unos servicios públicos con recursos y financiación suficiente para ejercer su labor en condiciones de igualdad para todas las españolas y españoles, para que no sea el país el que progrese adecuadamente, o parezca que progresa, sino que sean las ciudadanas y ciudadanos los que progresen de forma decidida y firme hacia un futuro mejor.

Y termino con una canción, quizás lo mejor es que el piano, aunque desafinado, lo vuelva a tocar el intérprete que lo conoce y que sabe lo que no quiere.  EL HOMBRE DEL PIANO, Chenoa.

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