La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio Cordero):
Muchas gracias, señor presidente.
Voy a seguir quebrando las normas de racionalización de horarios, pero voy a intentar no pasarme
en exceso porque han sido muchas las cuestiones que han planteado ustedes. Les agradezco todos los
temas que han puesto encima de la mesa y voy a intentar responder.
Y como varios portavoces que han
intervenido de una u otra manera me han recriminado que haya elegido este horario tan tardío para
comenzar mi comparecencia, quiero aclararles que no ha sido a petición de mi equipo ni a petición
propia. Esta casa —no esta Presidencia— me sugirió una serie de horas para comparecer y, como
habitualmente tengo las mañanas bastante densas —me hubiese encantado estar aquí a las diez o a
las once de la mañana, pero no tengo el don de la ubicuidad ni quiero tenerlo—, de las horas que me
ofrecieron elegí la que me proporcionaron de las seis de la tarde.
Por ejemplo, la presidenta de la
Comisión del Pacto de Toledo se dirigió a mí para que pasado mañana, si podía, adelantase la hora de
las seis a las cinco y, como no tenía ningún problema de agenda, será a las cinco, como si en un
momento determinado me hubiesen planteado que fuese a las cuatro. En definitiva, siento haberles
dado la tarde tan completa y ahora, evidentemente, por deferencia a todas las personas que han
intervenido, voy a intentar responder de la manera más exhaustiva posible.
Y como ha habido cuestiones
que han sido muy reiteradas —prácticamente, todos los portavoces han mencionado el asunto—, voy a
intentar unificar. Por favor, les ruego que si ven que no respondo alguna de las cuestiones que me han planteado, me lo digan, ya que por supuesto, tanto mi equipo como yo misma, estaremos a su
disposición para que con una llamada de teléfono, de manera verbal, escrita o como sea les aclaremos
los aspectos que se puedan quedar en el tintero esta tarde, ya noche.
Paso a referirme a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, doña Carolina España, con la que a
pesar que vean ustedes que la cuestión dialéctica suele ser dura, porque nos conocemos de la X
legislatura, luego por suerte tenemos una relación cordial y pelillos a la mar. Señora España Reina, en un
momento determinado he tenido lo que se denomina un déjà vu, me he retrotraído a hace unos años,
cuando teníamos ocasionar de confrontar dialécticamente en comisiones y plenos. No voy a entrar a
debatir.
Sinceramente el hecho de considerar que este partido, este Gobierno o este partido en el Gobierno
ha llegado a gobernar España por la puerta de atrás me parece un insulto a la Constitución española
(Aplausos), y me parece un insulto a la Constitución española porque existe en la Constitución la
posibilidad de una moción de censura constructiva, que sencillamente es lo que ha utilizado el presidente
Pedro Sánchez, y por tanto su Gobierno es legítimo; no ha entrado por la puerta de atrás, ha entrado
utilizando una herramienta, un instrumento que le proporciona la Constitución española.
Si yo desde luego
jamás voy a cuestionar la legitimidad de los Gobiernos del Partido Popular, porque ha ganado unas
elecciones, ha conseguido una mayoría parlamentaría, le rogaría que dejara usted de cuestionar un
Gobierno legítimo como el encabezado por el presidente Pedro Sánchez, obtenido legítimamente con la
Constitución en la mano.
Evidentemente no voy a poner el tema del retrovisor, porque como dicen en mi
tierra y diría José Mota es muy cansino, yo no voy ahora a contrarrestar lo que usted ha dicho de que
el PSOE generó paro, todo tipo de desgracias, todo tipo de cataclismos, etcétera. Bueno, ya está, es su
opinión, yo la respeto, pero no la comparto.
Voy a hablar en profundidad de Seguridad Social y de pensiones pasado mañana, y si llego a saber
que algunos de ustedes lo echaban de menos no me habría importado ampliar mi intervención y hablar
también de las pensiones. Aunque yo no he hablado de ello usted ha decidido lanzarse, y como le decía
me resulta bastante cansino que una vez más usted haya vuelto a decir que el PSOE y el anterior
secretario de Estado, actual secretario de Estado de Seguridad Social, don Octavio Granado, dejó la
Seguridad Social de este país —ha dicho usted— en déficit, las pensiones congeladas, etcétera.
Sinceramente el Gobierno y el secretario de Estado dejaron en el Fondo de Reserva casi 67000 millones
de euros. Por cierto, ustedes lo han dejado en torno a 8000 millones de euros; han dejado la Seguridad
Social endeudada por importe de más de 20000 millones de euros, o sea, se han fundido los ahorros, han
endeudado a la Seguridad Social de este país, durante seis años no han adoptado ustedes ni una sola
medida.
Cuando hablo de los efectos letales de la reforma laboral, uno de los efectos letales de la reforma
laboral de su partido fue la precarización de las condiciones de trabajo, y entre ellas la devaluación
salarial, la devaluación de las cotizaciones, etcétera.
Ha subido la pensión media —es normal— por el
efecto de sustitución, las personas que se van jubilando tienen pensiones más altas que las personas que
fallecen y dejan de cobrar pensiones, y no por las subidas del 0,25, eso no ha hecho que suba mucha la
nómina de las pensiones, pero sí es verdad que con su devaluación salarial no han subido las bases
medias de cotización, están por debajo de lo que teníamos en el año 2011.
Hasta el año 2011 las
prestaciones contributivas se pudieron pagar con cotizaciones en este país, y en el año 2011 entró en
déficit la Seguridad Social y ese déficit fue creciente —vale, me dice que leve y se lo reconozco, levísimo
déficit en 2011—. Jamás se tocó el Fondo de Reserva, la hucha de las pensiones.
Fue levísimo el déficit
de 2011, y ustedes han generado un déficit creciente, cotizaciones menguantes y Fondo de Reserva,
hucha de las pensiones, menguante, hasta el punto de dejar endeudada la Seguridad Social. Pero no
pasa nada, hablaremos en profundidad de la situación del sistema pasado mañana, y tendremos que
ponernos manos a la obra para buscar soluciones a esta situación.
El portavoz de Podemos me ha hecho una serie de preguntas sobre pensiones y sobre si vamos a
poner otra vez la edad de jubilación a los sesenta y cinco años. La respuesta es no. Lo siento, pero no.
Ahora mismo hay muchas personas que se pueden jubilar, por suerte, a los sesenta y cinco años porque
tienen carreras largas de cotización, pero la edad de jubilación está en los sesenta y siete para los que
tenemos carreras más cortas, como es mi caso, que me tendré que jubilar —ojalá la salud me aguante—
a los sesenta y seis y medio.
Conozco su proposición de ley y sé que quieren revertir la reforma de las
pensiones del año 2011, equiparar la de 2011 con la de 2013, pero les recuerdo que fue una reforma
hecha con consenso social, con diálogo social.
Fue un acuerdo muy importante del Pacto de Toledo y hay
ciertas cosas de esa reforma, de la ley de 2011, que este Gobierno no quiere retocar. En cuanto al tema
de la subida de las pensiones según el IPC le diré que evidentemente queremos que se mantenga el poder adquisitivo de las pensiones. El factor de sostenibilidad está ahora demorado y tendremos que
plantearnos qué hacemos. Por mi parte ningún problema para derogarlo.
En definitiva vamos a ponernos
a hablar y a plantear posibles soluciones en la Mesa del diálogo social, que ya les aviso que se va a
convocar en lo que queda de mes, para hablar de pensiones. Vamos a hablar también del nuevo Estatuto
de los Trabajadores, al que se han referido varias personas. Somos conscientes de que es difícil sacar en
lo que queda de legislatura un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Derogamos y qué queda. No.
El Gobierno y este ministerio creen que el Estatuto de los Trabajadores ha cumplido su función o su
disfunción —dependiendo de los momentos—. Es una norma que data del año 1980, casi es tan antigua
como la Constitución española —se diferencian en menos de dos años de edad—. Además tiene ya
múltiples retoques —no sé cuántas reformas llevamos ya del Estatuto de los Trabajadores—. Hay que
hacer un Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI.
Se hablaba de las nuevas formas de trabajo, de la
nueva economía, pero el tema digital y las nuevas tecnologías corresponden a una nueva situación que
no se refleja en el Estatuto de los Trabajadores. Está claro que tenemos que hacer un Estatuto de los
Trabajadores nuevo, pero con calma. Lo que voy a plantear a los agentes sociales en la Mesa del diálogo
social es crear un grupo de trabajo ad hoc para elaborar un proyecto de Estatuto de los Trabajadores, en
el que por supuesto tengan participación todos los grupos políticos de esta Cámara.
Pero estamos
hablando a medio plazo. Los aspectos más letales o más dañinos —depende del momento, se puede
utilizar una u otra terminología— son cuestiones que han salido aquí, pero que también nos han planteado
los agentes sociales esta misma mañana, como el artículo 42 referido a las subcontrataciones.
También
algunos de ustedes han preguntado qué vamos a hace con esto. Antes de esta comparecencia hemos
tenido mi equipo y yo una reunión con el presidente de la Comisión en la que nos ha puesto en
antecedentes respecto a todas las proposiciones de ley que están pendientes, y que fueron presentadas
por grupos de la oposición.
Una de ellas es la del artículo 42, otra es la de las pensiones de viudedad, otra
es de las pensiones de hijos e hijas de mujeres asesinadas como consecuencia de la violencia de género,
y también está pendiente la iniciativa legislativa popular que comentaba su señoría con relación al ingreso
mínimo vital.
La señora España Reina me ha hecho un reproche y me ha preguntado que qué vamos a hacer con
esto y si lo vamos a traer ya.
Señora España, el anterior Gobierno de España pidió un informe en este
sentido a la AIReF, al señor Escrivá, por tanto estamos a la espera de que el señor Escrivá… (La señora
España Reina: Su grupo no quería). Quiero decir que me he encontrado con la circunstancia de que el
señor Escrivá está pendiente de emitir dicho informe.
Desde luego en el actual Gobierno, en cuanto
tengamos el informe, nos pondremos manos a la obra sin ningún problema; nos pondremos a revisar lo
que tenemos entre manos, y espero poder llegar a un acuerdo en esta materia.
Por ejemplo, los agentes sociales también nos han planteado algunas cuestiones a las que se ha
referido el señor Campuzano, y en las que estoy totalmente de acuerdo. Decía que es fundamental
conseguir un mercado laboral donde no se abuse de la temporalidad, no se precarice el empleo, haya
salarios dignos y trabajos decentes.
Han sido los propios agentes sociales con este acuerdo los que han
dicho que hay que subir los sueldos en este país, cuestión que también decía el anterior Gobierno, la
señora Báñez. Por supuesto que yo estoy de acuerdo con usted en que también hay que velar por la
productividad y la competitividad de las empresas, pero en este caso son los propios empresarios y los
propios sindicatos —las organizaciones más representativas empresariales y sindicales— los que
también han caído en la cuenta, y no solamente por lo que planteaban el anterior Gobierno y los grupos
de la oposición. Hay muchas iniciativas que se han aprobado en esta casa en este sentido.
El
propio PSOE tiene una propuesta de pacto respecto a rentas, con subidas similares a las que se han
acordado en el IV Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva que se acaba de suscribir: una
subida del 2 o del 3 %, en función de variables. Es decir, está claro que la competitividad de las
empresas, sobre todo en un momento en que la economía de este país está creciendo, no se puede
basar en un modelo asiático —valga la comparación— de relaciones laborales, donde la competitividad
y la productividad dependan de unas malas condiciones laborales de precariedad, de bajos salarios.
Ese no es el modelo al que quiere ir este país; queremos ir a un modelo de trabajo digno, decente.
Evidentemente este país tiene que adoptar medidas para poder flexibilizar en un momento determinado
de crisis. Por ejemplo, les transmito que en este sentido los agentes sociales también nos han puesto
encima de la mesa el hecho de poder adoptar una serie de medidas destinadas al mantenimiento del
empleo, favoreciendo alternativas al despido en la empresa mediante la adaptación de la jornada.
Lo que conocemos por ERTE, expedientes de regulación temporal de empleo, con apoyo de la propia
Administración para completar los salarios que se dejan de percibir, y con mucha formación.
Prácticamente en todas sus intervenciones —permítanme que me dirija a todos en conjunto— el tema
de la formación ha sido muy recurrente.
Uno de los temas que se va a ver en la Mesa del diálogo social
—que se va a convocar próximamente—, y que desde el Gobierno tenemos claro, es el de hacer
coordinadamente un análisis sobre la formación y cualificación profesional. Es fundamental ver qué
estamos haciendo con la formación dual, con la formación profesional, para lo que les tiendo la mano, y
aquí tenemos que trabajar de una manera muy coordinada con el Ministerio de Educación.
Este es uno de
los grandes retos que tenemos pendientes como país, porque en estos momentos podría ocurrir que
estuviese reactivándose la economía, que hubiese empresas que necesitasen ciertos perfiles profesionales
y no tuviésemos trabajadores o trabajadoras cualificados para dicho perfil, lo cual sería tristísimo.
Hay que
estudiar todo el tema de la formación para el empleo en este país, y no quiero cargar las tintas en este
sentido, pero es verdad que se han producido algunos hechos lamentables de mala gestión de la
formación —que creo que son puntuales— que han hecho que exista una duda en cuanto a cómo se han
utilizado los fondos públicos destinados a esta materia.
Así pues tenemos que apostar por un modelo
nuevo de formación, pero yo no comparto lo que comentaba el portavoz de Ciudadanos sobre el bono de
formación que significa búsquese usted la vida, señor trabajador o señora trabajadora, y váyase usted a
formar donde considere. Creo que esto tiene que ser algo organizado, estructurado. Hay cosas en este
país que están funcionando muy bien, como la Fundación Laboral de la Construcción. Hay modelos,
organizaciones —en este caso, es tripartita— que están funcionando francamente bien. Vayamos a ver lo
que funciona bien.
Me consta que hay comunidades autónomas como el País Vasco donde ha habido
mucha industria —y hay por suerte—, zonas industriales donde se ha trabajado bien; eso pasa también
en Cataluña u otras zonas del país, donde se ha trabajado muy bien la coordinación entre la educación
reglada, la formación profesional, la formación para el empleo y la formación dual. En este país hay cosas
que se han hecho bien en algunos lugares y que podemos tener como modelos.
Sepan ustedes que este
es uno de los asuntos que los propios sindicatos y empresarios nos han puesto encima de la mesa.
También el tema de la jubilación parcial y los contratos de relevo, que ha salido aquí bastante, van a estar
en la Mesa del diálogo social y por supuesto podemos trabajar conjuntamente en esta dirección.
Todo lo
relacionado con las políticas de igualdad —igualdad salarial, igualdad de condiciones entre hombres y
mujeres— también está en el documento del acuerdo tripartito que nos han planteado las organizaciones
sindicales y empresariales. Me consta, porque así nos lo han trasladado esta mañana, que todos estos
temas no solamente se los han planteado al Gobierno, sino que también se los van a plantear a todos los
grupos parlamentarios.
También nos han propuesto los agentes sociales —en este caso vamos en la misma línea— que
adoptemos medidas de lucha contra la economía sumergida. Cuidado, los que más hincapié han hecho
en esto —por supuesto los sindicatos, UGT y Comisiones Obreras—, al menos desde el punto de vista de
la exposición verbal del tema, han sido los representantes empresariales de la CEOE Cepyme. ¿Por qué?
Porque la economía sumergida es una lacra, significa que hay por ahí empresarios o personas que se
denominan empresarios, pero que no lo son, porque un empresario me parece algo muy serio.
Decía el
portavoz del PDeCAT, el señor Campuzano, que al final los que crean empleo son los empresarios; por lo
tanto hay que tenerles total respeto, pero el respeto se lo tengo a los empresarios serios, a los empresarios
que crean trabajo decente, a los empresarios que pagan sus impuestos, a los empresarios que pagan las
cotizaciones que deben por sus trabajadores a la Seguridad Social, y no a aquellos que practican piratería
empresarial, por emplear un apelativo cariñoso, es decir, que lo que están haciendo entre otras cosas,
aparte de devaluar las condiciones de trabajo y de someter a explotación a las personas que trabajan para
ellos o ellas, es competencia desleal con los empresarios y empresarias, que por suerte son la mayoría
en este país, que cumplen.
Así pues son los propios empresarios los que están haciendo hincapié en este
tema, lo cual coincide plenamente con lo que yo les comentaba anteriormente, que es que el Gobierno ya
tiene elaborado en estos momentos un primer borrador de un plan director contra la explotación laboral,
donde se van a trabajar un montón de cuestiones que han salido esta mañana.
Desde luego tengan en
cuenta que va a haber lucha sin cuartel no contra los pobres autónomos, en absoluto, sino contra aquellos
que utilizan indebidamente a personas a las que obligan a hacerse autónomos a cambio muchas veces
de una cantidad miserable, que no voy a llamar retribución —porque no son trabajadores por cuenta
ajena—, de unos ingresos que obtienen de su actividad empresarial, de su actividad como autónomos,
porque aparentemente son autónomos. Se tienen que pagar la cuota, tienen que poner medios de trabajo
propios —la bici, la moto, el coche para portear paquetes—… Yo a eso lo denomino piratería empresarial,
lo siento. Así que lucha sin cuartel contra esto, y no contra las pobres personas a las que no les queda
más remedio que aceptar estas condiciones laborales leoninas.
Son trabajadores como la copa de un pino
y en ese plan director de lucha contra la explotación laboral va a ser una de las líneas de actuación, al
igual que los falsos cooperativistas, donde también se utiliza la figura de la cooperativa, emblema de la
economía social de este país, para personas que no son cooperativistas, pero que si quieren tener una
actividad más o menos retribuida tienen que entrar por esa situación; el abuso de la temporalidad, el tema
de la seguridad y salud laboral...
Es un plan muy ambicioso en el cual estamos ya trabajando y queremos
ponerlo en marcha con inmediatez.
Estoy también de acuerdo con algo que se ha dicho aquí esta tarde-noche. Vamos a encargar la
ejecución de este plan director de lucha contra la explotación laboral a los cuerpos de inspectores y
subinspectores de Trabajo y Seguridad Social.
Estoy de acuerdo con ustedes en que las plantillas son las
que son —1850 personas aproximadamente; miro al subsecretario, que es el responsable de la dirección
general en cuestión—, en estos momentos tenemos un grupo de la oferta de empleo del año 2017 que
está en tramitación, y nuestra intención es reforzar la plantilla de la Inspección, así como mejorar sus
recursos materiales. Recursos materiales y refuerzo de los recursos humanos hasta donde podamos
llegar. Evidentemente yo formo parte de un Gobierno.
Decían ustedes: ¿van a cumplir el presupuesto?
Pues sí, tenemos que cumplir el presupuesto. ¿Tenemos que aprobar el techo de gasto? Pues tendremos
que aprobarlo. Yo sé que posiblemente todo lo que pida no lo voy a conseguir, pero no les quepa la menor
duda de que como ministra de Trabajo, teniendo en cuenta que además este va a ser un plan muy
importante y muy potente, voy a pedir un refuerzo de la plantilla.
Sepan ustedes que la Inspección no
estará compuesta por todos los que tendrían que ser, pero por darles cifras del año pasado fueron capaces
de hacer más de un millón de actuaciones, inspeccionaron cerca de 550000 centros de trabajo, actas de
infracción por importe de 279 millones de euros, expedientes liquidatorios por valor de 944 millones de
euros, consiguieron que aflorasen 86 989 puestos de trabajo de empleo que en teoría no figuraban,
transformaron en indefinidos 92 925 contratos temporales…
Ojalá todo eso lo podamos intensificar y
multiplicar, porque vamos a estar velando por terminar con esa explotación laboral para que las personas
que son sometidas a ella tengan condiciones laborales dignas y justas, justicia social, pero además vamos
a estar velando por la mejora también de la economía de nuestro país.
Este es un país moderno, es un
gran país, y hay que apostar por un modelo de relaciones laborales del siglo XXI, por un modelo productivo
del siglo XXI, por una economía del siglo XXI.
Comparto también con ustedes que no debemos volver a caer otra vez en hacer una apuesta enorme
de mejora de la economía del país en sectores que luego han devenido problemáticos.
Yo no digo que en
este país no se construya, por favor, sí, hay que construir, hay que construir bien, y no estaría mal que el
precio de los alquileres y de las casas no se nos volviera a disparar. Creo que haríamos mal si volviéramos
otra vez a incurrir en el momento de burbuja inmobiliaria. Está claro que no lo debemos apostar todo al
sector servicios, que hay que apostar por las nuevas tecnologías, por el I+D+i, por toda la economía
digital, pero no a cualquier precio.
El portavoz de Foro Asturias lo ha denominado de una manera que me
ha resultado un poco chocante… (El señor Martínez Oblanca: Fundamentalismo). Fundamentalismo
ecologista urbano, eso. Yo no soy partidaria de ningún fundamentalismo, de ninguno. Ahora bien, que
tenemos que apostar por una economía limpia, por una economía sostenible, que tenemos que apostar
por velar no solamente por nuestra generación, sino por dejar un mundo mejor a nuestros hijos y a
nuestros nietos, está claro.
Tenemos que apostar por las energías limpias y renovables, pero, ¿eso
significa que no haya que adoptar medidas para paliar los efectos negativos? Yo, como ministra de
Trabajo, quiero que las personas trabajen, pero habrá que reorientar los trabajos, habrá que formar, habrá
que recualificarlos profesionalmente.
Esta revolución de las nuevas energías tenemos que hacerla, porque
si no el fenómeno del cambio climático y todas las perturbaciones que va a generar pueden terminar con
nosotros como sociedad. A lo mejor ninguno de los que estamos aquí lo vamos a ver, posiblemente,
porque son cambios, aunque ya estamos viendo algunos efectos, a más largo plazo. Pero yo quiero dejar
—y creo que todos también— a nuestros hijos y a nuestros nietos un planeta mejor. Sin caer en el
fundamentalismo está claro que tenemos que reorientar esto.
Eso significa que vamos a tener que hacer
un sobreesfuerzo enorme para que no se nos queden personas en la estacada. No quiero que se queden
trabajadores y trabajadoras en la estacada. Por ejemplo, en la provincia en la que he enraizado —no es
mi provincia de origen, porque soy extremeña— y llevo ya la mitad de mi vida, Guadalajara, estamos
viviendo el cierre de la central nuclear de Zorita. Tenemos dos centrales nucleares, la de Trillo y la de Zorita, pues hay un plan para el desmantelamiento de la central y para dinamización de la zona para que
las personas que están trabajando en la central puedan recolocarse en otras tareas.
A lo mejor no está
funcionando todo lo bien que debería funcionar, pero que tenemos que ir a ese modelo, sin dejar a las
personas en la estacada, es lógico, porque tenemos que mirar hacia delante, hacia el futuro.
Otro tema muy recurrente han sido las políticas activas de empleo, las prestaciones por desempleo,
cómo conectar las políticas pasivas con las política activas. Evidentemente el Servicio Público Estatal de
Empleo tiene mucho que hacer y también tienen mucho que hacer los servicios de empleo de las
comunidades autónomas.
Está claro que todas las políticas de empleo están transferidas, pero hay que
apostar por que cada persona inscrita como demandante de empleo tenga una atención individualizada,
lo que se denomina apostar por los itinerarios personalizados de inserción profesional, orientarles en la
búsqueda de empleo, formación profesional si necesitan recualificarse que hagan el curso
correspondiente… Decían antes que se está fomentando mucho el emprendimiento y resulta que es un
falso emprendimiento, comentaba el portavoz del PNV.
Es verdad, yo conozco casos, alguno muy próximo
a mí, de capitalización de prestaciones de desempleo, y una vez que has capitalizado, has montado un
pequeño negocio, por desgracia no a todo el mundo le va bien, porque a veces falta esa tarea de
acompañamiento de los autónomos. No es solamente hágase usted autónomo, emprenda porque así va
a tener un medio de vida. No, hay personas a las que se les da bien emprender y a otras que no.
Yo, por
ejemplo, como emprendedora sería un desastre. (Rumores). Sí, porque no tengo visión de negocio, lo
confieso, eso a mí no se me hubiera dado nada bien. Entonces, ¿qué ocurre? En Castilla-La Mancha tuve
la oportunidad de negociar con sindicatos, empresarios y organizaciones de autónomos un plan de
fomento del autoempleo con su presupuesto —porque si no, no sirve para nada—, y la idea era el
acompañamiento desde la idea inicial, ayudando a elaborar planes de empresa, y luego todo un
seguimiento.
¿Para qué? Para que no hubiese la mortandad —valga la palabra— de autónomos y
pequeñas empresas que nacen, prácticamente no crecen ni se multiplican, y fallecen. Ese planteamiento
de fomento del emprendimiento no es serio, hay que fomentar el emprendimiento con cabeza y con un
plan razonable.
Hablando ya del tema de migraciones, le preocupaban al portavoz de Podemos, al señor Rodríguez,
las personas que vienen, que tenemos ilegales…
Vamos a ver. A mí más que del efecto llamada me gusta
hablar del efecto huida. Esto forma parte de la historia de la humanidad. Los seres humanos huimos en
general de la miseria, del hambre, de las enfermedades, de los conflictos bélicos —de las guerras— y de
las persecuciones por razón de raza, sexo, ideología, religión o creencias.
Esto forma parte de la historia
de la humanidad. Aquí hemos tenido algunos ejemplos. Al ministro Caldera le criticaron muchos porque
inició un proceso de regularización de personas que estaban viviendo en este país y que estaban ilegales.
Se regularizaron, pasaron a tener un contrato de trabajo y eso significó que empezaron a pagar sus
impuestos —a pagar el IRPF— y a cotizar a la Seguridad Social.
Curiosamente, fue una década —a la
que yo me he referido con anterioridad— en la que en este país algunos expertos dijeron que en el
año 2000 íbamos a tener un déficit de la Seguridad Social de tres puntos del PIB de ese momento. Bien.
Pues teníamos en el año 2000 en el Fondo de Reserva, si no recuerdo mal, el equivalente a 500 millones
de euros. ¿Vale?
Esas personas —y, por supuesto, los españoles que ya estaban trabajando— que se
regularizaron contribuyeron a que se empezase a llenar la hucha de las pensiones, a que hubiese
excedente, superávit entre las cotizaciones y lo que se pagaba en prestaciones contributivas; esas
personas, con su regularización, contribuyeron también a que el Partido Popular tuviera esa hucha
de 67000 millones de euros ¡de ahorro de los españoles y españolas!, porque, ¡ojo!, la hucha no era
del PSOE, ¿eh?; la hucha no era del PSOE ni era del PP ni de ninguno de nosotros; esto es la sociedad,
esto es un sistema público.
Esas regularizaciones contribuyeron a llenar más la hucha de las pensiones,
que, por cierto, en estos seis últimos años nos ha venido francamente bien.
Así que tenemos la posibilidad. Existen, como comentaba usted, personas que están trabajando. Lo
suyo es que se vengan de manera regularizada, por las vías legales y seguras.
Por ejemplo, en las
contrataciones de temporada —campañas de la fresa, etcétera—, vienen contingentes, o sea, personas
que vienen de manera regular. Hay visados por estudios y para prácticas profesionales; está el tema del
reagrupamiento de personas que vienen y luego pueden reagruparse con sus familias; hay personas que
tienen situación irregular que pueden acogerse en algunos supuestos establecidos por la ley, como el
arraigo social o circunstancias excepcionales.
Y luego, en relación con la explotación laboral, dentro de
este plan director de lucha contra la explotación laboral, uno de los apartados va precisamente dedicado a luchar contra la explotación laboral de las personas inmigrantes que han venido a trabajar a nuestro
país.
Digo uno, porque son muchas las líneas de actuación.
Yo sé que se me han quedado muchísimas cosas en el tintero. A mí no me importa seguir aquí, me
puedo quedar aquí hasta las doce de la noche, pero tampoco quiero fastidiarles a ustedes la vida. El
portavoz de Ciudadanos ya ha tenido que ir con su criatura, que me parece un detallazo, y si además llega
justo para bañarla y darle el «bibe», ya lo hemos hecho completo.
De verdad, les pido disculpas. La
próxima vez que tenga que comparecer en esta casa procuraré que sea por la mañana o, como muy
tarde, a las cuatro de la tarde.
Muchas gracias.
CONTRARRÉPLICA
La señora MINISTRA DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL (Valerio Cordero):
Muchas gracias, señor presidente.
Señor Salvador, disculpe que me haya confundido.
La señora España vuelve al tema de la congelación de las pensiones. Vale, estoy de acuerdo. Con ese
fondo de reserva tan nutrido que teníamos de 67000 millones de euros…
Sabe que ustedes adoptaron
medidas en un momento determinado y que mi partido también lo hizo, medidas que, por cierto, como
fueron muy impopulares, nos llevaron una larga temporada —seis años— a los banquillos de la oposición.
Pero, bueno, el pasado pasado está. Por cierto, no se congelaron todas las pensiones. Jamás se
congelaron las mínimas ni las no contributivas ni las del seguro obligatorio de vejez e invalidez.
Al año
siguiente se abonó la paga compensatoria de desviación entre el IPC real y el IPC previsto; esto es, todos
los pensionistas de este país cobraron más en el año 2011 que en el año 2010. Usted puede decir que no,
pero está ahí. No recuerdo —esto lo tenía preparado para pasado mañana— si fue un 1,6% o algo así de
paga compensatoria. Imagínese cuántos años de 0,25 de ustedes se necesitarían para llegar a lo que se
subió en el año 2011 de compensación. (La señora España Reina: ¿Y el IPC?).
Y las mínimas subieron
muy por encima del IPC a lo largo de los siete años del Gobierno socialista. El jueves si quiere le doy
algún dato más concreto.
Estatuto de los Trabajadores. Realmente usted quiere que deroguemos la reforma laboral, ¿no? No
sé si el otro día le dije a usted o a una compañera suya del Senado que les veo con tanto interés en la
derogación de la reforma laboral que no sé… (La señora España Reina: ¡Eran ustedes!). … si el Partido Popular va a plantear —estaría muy bien— una proposición de ley para derogar la reforma
laboral, porque como tienen tantas ganas.
En cuanto al Estatuto de los Trabajadores, aunque ahora nos tenemos que sentar a trabajar en uno
nuevo, están claros los aspectos más negativos por los que me preguntaba antes el señor Salvador. Por un lado, el artículo 42. Va a haber una gran unanimidad, cuasi unanimidad. Lo están pidiendo los propios
agentes sociales.
El tema de la ultraactividad de los convenios es evidente. Los agentes sociales en su
acuerdo plantean que hay que recuperar en serio la negociación colectiva. Y también está la cuestión de
la prevalencia de los convenios sectoriales frente a los convenios de empresa. Todos estos aspectos y
algunos más que se pueden incluir podemos sacarlos adelante perfectamente.
Va a haber un acuerdo
importante no solamente en la Mesa de diálogo social, sino también en este Parlamento.
Señor Rodríguez, siento que usted caiga en la nostalgia y que eche de menos a la señora Báñez. Yo
también la tengo aprecio y, si quiere, la próxima vez que hable con ella se lo digo de su parte: mire usted,
que el señor Rodríguez la echa de menos. (Risas).
No le he contestado de manera pormenorizada,
porque alguna cosilla me ha quedado en el tintero, pero no solamente le he dicho que no a la edad de
jubilación a los sesenta y cinco años, también le he hablado de subidas según el IPC y del factor de
sostenibilidad. A lo del salario mínimo interprofesional, no le he contestado, pero el acuerdo de los
sindicatos y de los empresarios ya implica la sugerencia de que para el año 2020 los convenios colectivos
tengan un salario mínimo interprofesional de 1000 euros al mes.
En relación con algunas cuestiones que
me ha planteado, ya le he dicho que están recogidas en el Plan director contra la explotación laboral. A lo
de la ILP para una renta mínima, le he dicho que lo afrontaremos en cuanto tengamos el informe de
la AIReF. Y con que los autónomos coticen según ingresos reales estamos totalmente de acuerdo, porque
hay autónomos que están infracotizando.
En cuanto al portavoz de Ciudadanos, se han dicho por ahí cosas que yo he dicho, pero que no he
dicho. Yo no he profundizado en la materia. Ya sé que es complicado que los autónomos coticen por
ingresos reales, porque no tienen unos ingresos estables mes a mes como tiene un trabajador por cuenta
ajena, sea funcionario, sea del sector público o del sector privado, ya lo sé, pero se pueden establecer
procedimientos en virtud de los cuales se vea cuáles son los rendimientos del año anterior, hacer una
estimación objetiva, poner en algún momento de año a año una regularización, etcétera.
En definitiva, yo
creo que se pueden utilizar perfectamente distintos mecanismos de los que podemos hablar y debatir sin
ningún tipo de problema. Yo no voy a dejar todo a lo que diga la subcomisión. Me encantaría saber lo que
dice la subcomisión, porque como Gobierno es verdad que podemos utilizar el real decreto-ley, es decir:
yo tengo la idea de lo que quiero para los autónomos, planteo un real decreto-ley, se envía a Consejo de
Ministros y lo aprobamos.
Pero yo creo que no se trata de eso. Si hay una subcomisión del RETA y va a
haber unas conclusiones, debemos tenerlas en cuenta. No es que algunas organizaciones no estén de
acuerdo; por ejemplo yo no he oído a ATA decir que no esté de acuerdo, como aquí se ha dicho. No sé por
qué ATA no va a estar de acuerdo, dependiendo de cómo se plantee, claro.
Luego, igual que puede haber
autónomos que están sobrecotizando, hay algunos que cotizan por debajo de lo que debieran; pues
veámoslo. Yo conozco algunos que tienen rendimientos inferiores a lo que deben cotizar. ¿Que eso es una
cuarta parte? Pues también habrá que tener en cuenta a aquellos que están por debajo del salario mínimo
interprofesional.
Luego hablaba usted de la acción protectora y del cese de actividad. Al cese de actividad hay que
darle una vuelta completa, porque se están recaudando por cotizaciones unos 135 millones de euros y se
están repartiendo 17 o 18. Es decir, los requisitos son tan difíciles de cumplir, que es muy difícil que
alguien los cumpla. Y en cuanto a la acción protectora, está claro, las pensiones de jubilación del régimen
de autónomos son más bajas de media que las del régimen general.
¿Qué ocurre? Que como estamos en
un sistema contributivo, en función de lo que se contribuye, se tiene luego la cuantía de la pensión. Por
eso yo creo que para los propios autónomos la idea de que vayan ajustando sus cotizaciones a sus
ingresos va a ser también positiva en un futuro, porque van a tener mejores pensiones, porque muchos
de ellos van a tener bases de cotización más altas, van a tener bases reguladoras más altas y, por tanto,
les va a corresponder también una pensión más alta. Creo que ya casi le he contestado a todo.
Como ya
he dicho, hay que retomar todo el tema de la formación, hay que darle una vuelta completa.
Luego han planteado ustedes otras cuestiones, como lo de la Garantía Juvenil, que no está
funcionando. Esta mañana hemos estado hablando con los sindicatos y los empresarios y tenemos que
hacer ahí una mejora muy importante.
Me han sacado ustedes a colación —creo que ha sido el señor Rodríguez— el tema de las empleadas
o empleados del hogar.
Yo he encargado al secretario de Estado que estudie en profundidad toda la
situación de las empleadas del hogar. Le podría apuntar ya alguna cosa, pero prefiero tener un estudio
más completo; en cuanto lo tenga se lo hago llegar sin ningún problema. Desde luego, mi voluntad como
ministra de Trabajo —así lo he planteado a mi Gobierno y lo dije públicamente en una presentación reciente en un desayuno informativo al director general de la OIT, Guy Ryder— es ratificar el Convenio 189
de la OIT, sobre trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos. Vamos a trabajar en
esta dirección.
Quiero darles las gracias por sus intervenciones. He tomado nota de todo lo que me han ido planteando
y ya les digo que si no he contestado a alguna cuestión, no tengo ningún problema en que se pongan en
contacto conmigo para respondérselas.
Termino. Nos encontramos en la sala Constitucional, que es un lugar bastante emblemático, y estamos
escoltados por los denominados padres de la Constitución española de 1978, que está a punto de hacer
cuarenta años.
En los últimos días hay personas que me han tachado de ingenua. A mí me encanta tener
esta dosis de ingenuidad. Soy ingenua porque viví cuando era mucho más joven que ahora, hace cuarenta
años, lo que se denominó el espíritu de la transición —yo estaba entonces estudiando bachillerato en el
instituto—. Entre los años 1975 y 1978 este país fue capaz de entenderse. Represaliados políticos que
habían estado en la cárcel, personas que habían estado en el exilio, personas que habían metido a esas
personas en la cárcel y las habían perseguido fueron capaces de aparcar muchas diferencias.
Se produjo
una revolución, la legalización de sindicatos, la legalización de partidos políticos. Se firmaron los Pactos
de la Moncloa en un momento en que estaba disparada la inflación, disparados los tipos de interés,
disparado el paro, en que había una situación de terrorismo importante de la banda terrorista ETA, con
ruido de sables en los cuarteles, que luego terminó cristalizando en un intento de golpe de Estado en esta
casa el 23 de febrero del año 1981.
Las cosas estaban muy complicadas y nuestros antecesores fueron
capaces de sentarse a dialogar. Sindicatos recién legalizados, organizaciones empresariales, Gobierno y
partidos fueron capaces de sentarse y firmar los Pactos de la Moncloa y de sacar adelante, en un tiempo
récord, en menos de año y medio, una Constitución, que ya va a hacer cuarenta años.
Sé que el sistema que hemos tenido no es perfecto, pero yo, que viví durante una etapa de mi vida en
la dictadura, aun con imperfecciones, defiendo este sistema democrático. ¿No vamos a ser capaces los
que estamos aquí de ponernos de acuerdo para sacar adelante algunas grandes reformas que necesita
en estos momentos nuestro país?
Estoy absolutamente convencida de que lo vamos a hacer. He visto una
actitud buenísima por parte de las organizaciones de autónomos, de los agentes económicos y sociales,
de sindicatos y empresarios más representativos, de organizaciones empresariales más representativas
y también veo buena actitud, en general, en los grupos de esta Cámara. Creo que podemos hacer grandes
cosas juntos, porque por delante de todo, de los intereses partidarios de cada uno, están los intereses de
España, de este gran país, que podemos sacar adelante.
Muchas gracias. (Aplausos).
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