miércoles, 18 de julio de 2018

INTERVENCIÓN PEDRO SÁNCHEZ CONGRESO 17072018 CONTESTACIÓN GRUPOS

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Gracias, presidenta. Me corresponde en el turno de réplica responder en el orden de las intervenciones. En consecuencia, empezaré por el señor Hernando y por la respuesta al Grupo Parlamentario Popular. Antes de nada me gustaría hacer una reflexión tanto al portavoz del Grupo Parlamentario Popular como al portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos, que más o menos han venido a verter las mismas críticas y a emplear el mismo tono, el mismo estilo parlamentario hacia mi intervención, hacia la naturaleza de mi Gobierno y también hacia la acción del mismo. 

Yo creo que es muy importante, señorías, cuando hablamos de regeneración democrática, respetar las formas. Es muy importante en dialéctica expresarse como uno quiera. En la dialéctica parlamentaria se puede ser más brusco, ser más blando, ser más refinado o ser menos refinado, pero lo importante es no faltar al respeto en lo personal, no ser injusto con el legado histórico del Partido Socialista Obrero Español, incluso con la acción que yo mismo y muchos de los que estamos aquí presentes hemos desplegado muy recientemente en momentos muy críticos de la historia política y democrática de nuestro país. 

Poco menos que decir que este Gobierno es cómplice de los terroristas me parece una injusticia, señor Hernando y señor Rivera. (Aplausos.—El señor Hernando Fraile hace gestos negativos). Sí. Primero por la historia del Partido Socialista. Nosotros hacemos nuestras las víctimas del terrorismo del Partido Popular, todas las víctimas que hubo en España durante los más de cuarenta años de asesinatos de la banda terrorista ETA. 

Lo que pido, señor Hernando, señor Rivera, es que ustedes sean justos también en que la defensa política de sus posiciones —que son legítimas, al igual que las nuestras— no se vea empañada por una victoria que se ha producido y certificado este año, que ha sido la disolución de ETA, y que eso no divida precisamente a las fuerzas democráticas que estamos aquí presentes. (Aplausos). 

Porque este partido, el Partido Socialista Obrero Español —que es el principal sustento de este Gobierno—, en su historia política, no solamente ha sufrido pérdidas de vidas humanas, de compañeros que simplemente pensaban en una sociedad en el País Vasco y en el conjunto de España distinta a la de otros y fueron asesinados por ello o tuvieron que huir del País Vasco por ello, sino que, cuando ha estado en la oposición, ha sido profundamente leal a todos los Gobiernos, fueran de Mariano Rajoy o de José María Aznar, en momentos muy duros de la lucha contra el terrorismo en los que el Partido Socialista apoyó el acercamiento de los presos de ETA precisamente para distender la situación en el País Vasco. (Aplausos). 

Señor Hernando, si me lo permite, lo suyo tiene mayor delito, porque el señor Rivera acaba de llegar y no parece que haya leído mucho sobre la historia política de España, sobre cuál ha sido el compromiso político del Partido Socialista Obrero Español en la lucha contra el terrorismo (aplausos) y sobre cómo ha liderado los pactos de Estado contra el terrorismo. Señor Hernando, usted representa al Partido Popular, un partido que cuando ha gobernado ha acercado presos al País Vasco y ha contado con el silencio —en este caso respaldándoles— y con la lealtad institucional que debe todo partido de Estado y de Gobierno, como es el Partido Socialista Obrero Español, sin ningún reproche. 

Por supuesto que puede criticar y verter todos sus reproches contra el actual Gobierno y su acción, pero en aras de regenerar la vida democrática, en aras de tener un debate lo más sereno y ejemplar posible para los ciudadanos que nos estén viendo en las redes sociales o en la televisión, lo mejor es dejar a un lado reproches que sabe usted —y lo sabe, señor Hernando— que son injustos. Precisamente, la gran reflexión que tendríamos que hacer en este país, después de la disolución de ETA anunciada hace pocos meses —y que en el fondo es el certificado de un fracaso que ellos ya asumieron en el año 2011, con otro Gobierno distinto al suyo—, es que ellos no pueden ver que los demócratas nos dividimos precisamente ahora que la democracia ha derrotado a ETA. (Aplausos). 

Por tanto, no voy a entrar aquí —porque, honestamente, señor Rivera y señor Hernando, me parece que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio a esas palabras— a recordar que José María Aznar acercó a presos, no voy a recordar aquí la utilización que, desgraciadamente, se ha hecho por anteriores administraciones de la política antiterrorista. Lo que sí voy a reafirmar, señorías, es que el Gobierno de España va a cumplir con la Ley Penitenciaria y que el Gobierno de España considera que, una vez que se ha derrotado a ETA y que se ha disuelto ETA, esas políticas penitenciarias que se utilizaron en su momento para pensar en cómo derrotar a ETA tienen que ser repensadas. Eso es lo que va a hacer el Gobierno de España. 

Y le digo una cosa señor Rivera: lo va a hacer públicamente, como lo estoy haciendo yo aquí, desde el atril. (Aplausos). Esta es la cuestión. Hablaban ustedes de las facturas del nuevo Gobierno, pero la única factura que está pagando este Gobierno es la que ustedes dejaron, señor Hernando. (Rumores). 

Usted nos habla de déficit público y de gasto público. Lo he dicho ya en mi primera intervención, señorías, el 3,1% de déficit público bruto es el más elevado de la Unión Europea, con un promedio del 1% de déficit público respecto al producto interior bruto. Señor Hernando, el Gobierno de España va a aprobar, previo informe y reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, una nueva senda de estabilidad donde se reconoce lo que ustedes saben. Se reconoce que los presupuestos que ustedes junto con el señor Rivera diseñaron no son creíbles, no van a cumplir los objetivos de déficit público marcados por Bruselas. ¿Cuál es la cuestión? (Rumores). 

Usted viene aquí y dice que España cuando fue a Bruselas llegó sin credibilidad. En fin, eso es todo relativo, señor Hernando. Puede ser a sus ojos, pero yo le puedo asegurar que la experiencia que yo tuve en Bruselas no fue esa. Le voy a decir una cosa, señor Hernando, lo que es evidente es que no contribuye a la credibilidad y al prestigio de un país incumplir sistemáticamente el déficit público, como ustedes hicieron durante los siete años que estuvieron gobernando este país. (Aplausos.—Una señora diputada: ¡Muy bien!). 

Por lo tanto, no mintamos; no mienta usted, señor Rivera, y no mienta usted, señor Hernando. Nosotros estamos diciendo que se puede plantear perfectamente una senda de estabilidad donde se reconozcan no solamente la realidad social y económica de nuestro país, sino también el consenso de los servicios de estudios y también, como recordaba antes el portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, el propio informe de la AIReF. Y es que, evidentemente, vamos a tener un déficit público del 2,7%. Por tanto, ¿qué hacemos? ¿Nos engañamos? ¿Decimos que vamos a cumplir el déficit público del 2,3%? ¿O es que lo que ustedes quieren es que cumplamos el déficit del 2,3% y, por tanto, sigamos recortando el Estado del bienestar, que es lo que ustedes han hecho cuando estaban gobernando? (Aplausos.—Rumores). 

No lo vamos a permitir. No lo vamos a permitir, señorías. Nosotros decimos: 2,7%, cinco décimas más; 1,9%, cinco décimas más, o 1,8%, cinco décimas más respecto al año siguiente, al año 2019. Y con eso lo que estaremos haciendo son dos cosas importantes: una, garantizar la estabilidad presupuestaria de este país, el saneamiento de las cuentas públicas, que España salga de brazo corrector del Pacto de estabilidad y crecimiento y que, por tanto, empecemos a respirar después de muchos años sujetos a ese brazo corrector, y dos, garantizar la cohesión social. Este es el debate de verdad, el debate de fondo. 

Y convendría, señor Hernando, que cuando usted reflexione, cuando su grupo parlamentario reflexione —también el Grupo Parlamentario Ciudadanos, porque tanto monta monta tanto—, digan ustedes cuál va a ser su posicionamiento en esta Cámara respecto a la senda de estabilidad —sobre todo ustedes, que gobiernan, porque Ciudadanos no gobierna— y expliquen a sus presidentes autonómicos que van a rechazar que haya una inyección de recursos de 2400 millones de euros a las comunidades autónomas. 

Porque cuando hablamos de eso, estamos hablando de sanidad, estamos hablando de educación, estamos hablando de dependencia, estamos hablando de todas aquellas políticas que cohesionan social y territorialmente nuestro país. No deja de ser paradójico que usted venga aquí y nos hable de que hay inversiones que no se van a cumplir, pero nos diga que ya veremos qué es lo que pasa con la senda de estabilidad por parte de la posición que mantenga el Grupo Parlamentario Popular. 

Una cosa y la otra son incompatibles, señor Hernando: o ustedes apuestan por que las comunidades autónomas tengan más recursos económicos —y eso entra dentro de lo razonable, dentro de esta senda de crecimiento y estabilidad que ha planteado el Gobierno actual— o, lógicamente, ustedes están diciendo que el Gobierno de España lo que tiene que hacer son más recortes y, en consecuencia, un deterioro mayor del Estado del bienestar. 

Y eso, señor Hernando, desde el punto de vista ideológico y de la política económica no es lo que nosotros queremos. Facturas, claro. Factura de la Seguridad Social, señor Hernando ¿Cuál es el déficit de la Seguridad Social? ¿Cuál es el maltrecho estado ahora mismo del Fondo de Reserva de la Seguridad Social? ¿Cuál es la situación para los jubilados? Y no ya la de los jubilados de hoy, porque cuando uno habla con los jubilados muchas veces lo que les preocupa no es tanto su jubilación como la jubilación del mañana, de sus hijos, de sus hijas, de sus nietos y de sus nietas. 

Lo que han hecho ustedes ha sido simplemente vivir del crédito, pedirle al Tesoro un crédito para seguir pagando las extraordinarias de los jubilados y jubiladas del país, y lo que nosotros queremos, señorías, es ofrecer un gran acuerdo a la Cámara para que podamos llegar a un nuevo Pacto de Toledo. (Aplausos). 

Eso es lo que queremos. ¿Ustedes no quieren? Pues tendrán que explicarlo. Tendrán que explicar que ustedes no quieren un nuevo acuerdo ni un nuevo Pacto de Toledo, porque son ustedes además los que han despilfarrado el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, los que han puesto en cuestión no solamente la sostenibilidad, sino la dignidad de las pensiones con una reforma, la del año 2012, que lo que hizo fue quebrar el Pacto de Toledo porque no contó ni con el acuerdo de los agentes sociales. Factura, por supuesto, la del empleo precario. 

En ese sentido, por supuesto que vamos a plantear en esta Cámara y a esta Cámara modificaciones legislativas del marco laboral. Nuestra intención y nuestro interés sería derogar toda la reforma laboral, pero hay que ser también realistas y saber que en esta Cámara no hay una mayoría parlamentaria para hacerlo, aunque sí para retocar muchos de los elementos que son más lesivos para el mercado laboral producto de su reforma. 

Aquí se han planteado por distintos grupos parlamentarios: el artículo 42, que ahora mismo está en trámite parlamentario, la ultraactividad, etcétera. Son cuestiones en las que yo creo que nos podemos encontrar y podemos empezar a desmantelar los efectos más lesivos, en forma de precariedad y devaluación salarial, que ha provocado precisamente la reforma laboral que ustedes impusieron con su mayoría absoluta en el año 2012. 

Usted habla de ingresos públicos y entonces vuelve con el argumentario de que los socialistas somos muy malos, que solamente subimos impuestos y que despilfarramos y que ustedes son los que de verdad bajan los impuestos y ayudan a la clase media y trabajadora; en fin, toda la retahíla de argumentos que es vieja política, señor Hernando. Y señor Rivera, usted vino aquí a decir que iba a cambiar la política y lo que hace es precisamente mimetizar y copiar el discurso más antiguo, más carca de la derecha española. (Aplausos). 

Y entonces yo me veo obligado a recordar cosas evidentes; me obligan a hacerlo el señor Hernando y el señor Rivera. Vamos a ver, señor Hernando, el Grupo Popular apoyó a un Gobierno que subió el IRPF, que subió el IVA, que subió los impuestos a la clase media y trabajadora. ¿Y cuál es el resultado? Ustedes han subido los impuestos a la clase media y trabajadora, ustedes han recortado el gasto público en educación, en dependencia, en sanidad, quebrando el principio de universalidad de la sanidad pública, deteriorando hasta niveles, a mi juicio, absolutamente impresentables la tasa de cobertura de desempleo. 

En definitiva, lo que han hecho ha sido subir los impuestos a la clase media y recortar el Estado del bienestar. ¿Y cuál es el resultado de todo esto, señorías? Que tenemos un déficit público del 3,1% del producto interior bruto y una deuda pública del 100%. Y usted viene aquí y me dice que nosotros queremos que los nietos y las nietas paguen al gasto público de hoy. ¡Pero si son ustedes los que han situado la deuda pública de este país en el 100%! (Aplausos). 

Señorías del Grupo Popular y de Ciudadanos, a mí me gustaría tener un debate mucho más constructivo, que me parece mucho más inteligente, mucho más adecuado a lo que espera la ciudadanía de esta Cámara. Me interesaría saber cuál es su opinión sobre si de verdad o no merece la pena que este país, que este Parlamento modernice nuestro sistema fiscal. 

Me gustaría saber, señor Rivera, señor Hernando, si ustedes están dispuestos a que haya un impuesto a los servicios digitales de las grandes corporaciones que no pagan impuestos en este país y que, precisamente, como no pagan impuestos, lo que hacen es devaluar y deteriorar en buena medida las condiciones laborales de muchísimas empresas y de muchísimos trabajadores, y además de ello lo que hacen es no permitir una recaudación de ingresos públicos que permita sostener el Estado del bienestar. Ergo, ¿cuál es la conclusión? 

Si no hacemos este tipo de reformas, si no modernizamos nuestro Estado del bienestar y nuestro sistema fiscal, lo que va a ocurrir, señor Hernando, señor Rivera, es que finalmente serán de nuevo las clases medias trabajadoras las que tengan que pagar el sostenimiento del Estado del bienestar. Nosotros decimos justicia social, sí, y eso significa justicia fiscal. (Aplausos). 

Por eso vamos a abrir el debate, vamos a abrir el debate sobre si empresas que explotan a sus trabajadores y que hoy, por cierto, son objeto de información en los medios de comunicación tienen que pagar impuestos o no en España. Por cierto, no anden muy despistados ustedes, ya que les interesa tanto Europa, porque precisamente hay un gran consenso en Europa respecto a la necesidad de incorporar a la fiscalidad impuestos a las compañías digitales. 

Por tanto, ese es el debate que nosotros queremos abrir. ¿Ustedes no quieren abrir este debate? Pues muy bien, será su problema, pero se estarán situando fuera de este tiempo y fuera de la Unión Europea. Por cierto, señor Hernando, a usted, que ha criticado tanto esto, solamente le digo una cosa. Hemos empezado a leer los informes y los papeles que tenía, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda; pregúntele al señor Montoro cuál era la posición del anterior Gobierno respecto a estas cuestiones. En cuanto al impuesto sobre sociedades, tanto el señor Hernando como el señor Rivera, tanto el Partido Popular como Ciudadanos, que son defensores de las pequeñas y medianas empresas, de los trabajadores autónomos, ponen el grito en el cielo y dicen que ya están aquí los socialistas. 

Nosotros no vamos a tocar los impuestos a la clase media y trabajadora, sean autónomos o sean las pequeñas y medianas empresas. Ahora, eso sí, a los grandes conglomerados que tienen tipos efectivos de menos del 10% les vamos a obligar a pagar como mínimo el 15%, porque no nos resignamos a que el tipo efectivo del impuesto sobre sociedades esté por debajo del 10% y por tanto sea inferior al de las pequeñas y medianas empresas. (Aplausos). 

¿Esto, señor Rivera, es ideología, es eficacia? Creo que son las dos cosas, es ideología y es eficacia. (El señor Rivera Díaz hace gestos negativos). Es eficacia, señor Rivera, claro que sí, que los conglomerados empresariales empiecen a pagar los impuestos que deben y hasta incluso es ideología, señor Rivera. La diferencia entre usted y yo es que yo sí defiendo a la pequeña y mediana empresa y a los trabajadores autónomos, entre otras cuestiones porque abrimos cauces para mayores ingresos públicos por parte de los conglomerados empresariales. 

Usted, señor Rivera, no sé a qué intereses defiende, cuáles son las personas y los intereses que tiene detrás de su partido, pero sí le puedo garantizar una cosa, señor Rivera, este Gobierno va a hacer justicia fiscal. (Aplausos). Así de sencillo. Me hablan de la Seguridad Social. Ya sabemos cuál es la receta de las derechas, de Ciudadanos y del Partido Popular. ¿Estamos de acuerdo, señor Rivera, señor Hernando, en que hay un problema en la Seguridad Social? 

¿Estamos de acuerdo, señor Hernando, señor Rivera? ¿Estamos de acuerdo en que hay un problema de déficit de la Seguridad Social? ¿Estamos de acuerdo en que hay un problema de infrafinanciación de la Seguridad Social? ¿Estamos de acuerdo en que ahora mismo, con las características del empleo que se crea, el número de cotizantes que tenemos no llega para cubrir y resolver en el medio plazo la Seguridad Social, no de las jubilaciones de hoy sino las de mañana, las de pasado mañana, las de usted, las de quien habla o la de nuestros hijos y nuestras hijas? 

¿Estamos de acuerdo en que la generación del baby boom dentro de unos años se va a jubilar y va a situar en un riesgo evidente de insostenibilidad a la Seguridad Social? ¿Tenemos un problema de financiación de nuestra Seguridad Social sí o no? Creo que todos aquí y en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo podemos decir que sí, que hay un problema de país, de Estado, que tenemos que resolver. ¿Cuál es la línea roja? 

Es evidente que la línea roja es que las pensiones tienen que ser dignas, tienen que ser pensiones que no pierdan poder adquisitivo, no el 0,25% al cual ustedes encadenaron las jubilaciones de este país con su reforma del año 2012. Si tenemos ese acuerdo, señorías, es evidente que tendremos que hacer cosas, que no valdrá solamente con la creación de empleo, sino que también tendremos que ser conscientes de que si queremos subir las cotizaciones a la Seguridad Social, como algunos grupos parlamentarios lo pueden plantear, no el Gobierno porque precisamente lo que queremos es no encarecer el coste del trabajo, tendremos que empezar a buscar fórmulas distintas. 

Racionalizar el gasto es una de las medidas que vamos a poner en marcha y desde luego abrir el debate sobre una fiscalidad finalista a la Seguridad Social. En ese sentido, señor Hernando, señor Rivera, ustedes dirán que no, pero nosotros sí vamos a crear ese impuesto finalista y lo vamos a vincular a un sector que ha sido rescatado con el esfuerzo de los españoles por valor de 40000 millones de euros. 

La filosofía de rescate por rescate es una filosofía que tiene que aplicar esta Cámara y que va a aplicar este Gobierno. (Aplausos). También le diré una cosa al señor Rivera en particular, si está tan preocupado por la incidencia que puedan tener este tipo de impuestos vinculados al sostenimiento de la Seguridad Social en el cliente, simplemente le pido, ya que usted se intenta mirar tanto en el señor Macron, que le pregunte cómo se hace en Francia. Pregúntele y ya verá como no ha pasado nada de eso con lo que usted nos amenaza, nos dice que va a ocurrir en España. Señor Hernando, le haré dos reflexiones, que también podría hacerle al señor Rivera. 

El señor Rivera me amenaza con que en el turno de réplica va a hablar de Cataluña. ¡Pero si no habla más que de Cataluña el señor Rivera! Da igual, siempre habla de Cataluña y siempre lo hace para mal. La cuestión es: ¿Qué alternativa hay al diálogo? ¿La confrontación? ¿Seguimos en la confrontación, señor Hernando? ¿Señor Rivera, seguimos en la confrontación? Creo que las reacciones al inicio del diálogo si algo han dejado a las claras es quiénes viven del conflicto y quiénes lo que queremos es deconstruir ese conflicto. 

Probablemente haya grupos parlamentarios que consideren que las relaciones entre el Gobierno de España y el Govern de Catalunya se tienen que sustanciar en un ring de boxeo. Ese no es el caso de este Gobierno, señor Hernando, señor Rivera; no es el caso de este Gobierno. Señor Hernando, usted ha hecho una referencia a la memoria histórica e implícitamente ha venido a decir algo así como que este Gobierno está empeñado en mirar al pasado con rencor, en abrir heridas cuando ya están cerradas. Señor Hernando, yo creo que es todo lo contrario, lo que queremos es cerrar heridas. Además, generaciones que puedan representar la suya o la mía, deberíamos mirar hacia delante y con paz hacia nuestro pasado. 

Hay mucha gente en este país, señor Hernando —hay que reconocerlo—, que tiene las heridas abiertas. España, desgraciadamente, en términos globales, es un país con muchos desaparecidos todavía por encontrar en las cunetas de nuestras carreteras, y creo, señor Hernando, que es de justicia histórica hacer todo lo posible para que esas heridas se cierren, y el Gobierno de España va a contribuir a hacerlo. (Aplausos). 

También le diré, señor Hernando, que hace años el Partido Popular —me bailan las fechas, no sé si fue en 2008— condenó la dictadura franquista. El otro día, en una sesión de control, le decía que ojalá encuentren ustedes pronto la brújula. Encuéntrenla, señor Hernando, y sobre todo, oriéntenla hacia parámetros de una derecha moderna, aseada, europeísta, cosmopolita, abierta, y no hacia la ultraderecha que tienen algunos Gobiernos de partidos hermanos del suyo, como Hungría, Austria y otros países. (Aplausos). 

Se ha hecho referencia por parte del señor Baldoví, y yo también he aludido a ello en mi primera intervención porque me parecía bastante preocupante que, no ya en el rifirrafe de las primarias —que es otra cosa y, por supuesto, lo respeto, porque ahí se dicen cosas de las que uno algunas veces incluso hasta se arrepiente—, su portavoz en el Parlamento Europeo dijera aquello de que hay que suspender Schengen. Señor Hernando, Schengen es el principio vector, es el principio nuclear de la Unión Europea. ¿Sabe usted lo que está diciendo? ¿Que millones de jóvenes de este país no se van a poder mover libremente por el continente europeo? ¿Esa es la propuesta que trae el Partido Popular a esta Cámara? (Aplausos). 

Creo que hay maneras mucho más inteligentes de abordar cuestiones como las que ustedes han planteado, por tanto, les esperamos y les tendemos la mano. Va a ser muy difícil, señor Hernando —soy muy consciente de ello—, pero ojalá podamos entendernos en cuestiones que tienen que ver con el Estado. El Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea me va a permitir que responda globalmente a la señora Belarra, a la señora Martín, al señor Garzón y al señor Gómez Reino, en primer lugar, para hacer una aclaración, y es que el objeto de esta comparecencia es explicar las resoluciones y las conclusiones del Consejo Europeo, pero también explicar el programa de Gobierno por mi parte. 

Lo han hecho los ministros y ministras en las distintas comisiones y mi intención era, en este mes intenso que hemos tenido de traspaso, en un momento inédito de la democracia española, hacer esta comparecencia cuanto antes. No he centrado tanto mi intervención en el Consejo Europeo, entre otras cosas, porque muchas de las reflexiones que tendría que hacer con posterioridad al consejo permanecen vivas porque no han sido efectivamente resueltas. 

Yo dije públicamente que no estamos satisfechos con las conclusiones de la inmigración y les voy a decir por qué. El borrador de conclusiones que se encontró el Gobierno nada más entrar fue un borrador que usted no tiene por qué conocer en su desarrollo o en cuanto al trabajo del mismo, pero coincido con usted en que estaba muy orientado y centrado en una realidad, que era la de la política alemana y la de la política italiana. Era un enfoque de la inmigración que nosotros tampoco compartimos, donde se hablaba más de la reacción a ese flujo migratorio, más allá de la integración o, por ejemplo, de la necesaria cooperación con los países de origen y tránsito. 

En ese sentido, comparto con usted que, efectivamente, las medidas que se pusieron más en valor en esas conclusiones tienen que ver con el control de las fronteras, con la creación de las eufemísticamente llamadas plataformas regionales para la gestión de esos flujos migratorios en los países de origen, en los países de tránsito. En fin, todas las cuestiones que usted ha mencionado y en las que no quiero entrar más. 

Sí le diré que el Gobierno de España, desde ese punto de vista, tenía muy claro —porque no era tan evidente dentro del Consejo, señorías, el debate que se suscitó— que nuestro principal propósito era mantener y preservar un enfoque comunitario a un desafío que es global y que necesariamente precisa una respuesta europea y no por tanto unilateral, nacionalista, y que teníamos que incorporar dos cuestiones importantes para nuestro país; primero, la necesidad de reconocer la importancia de la cooperación con los países africanos, que está incorporado en la resolución del Consejo, en las conclusiones; y en segundo lugar, reconocer por parte del Consejo Europeo, de las instituciones comunitarias, que ahora mismo la presión está en la ruta del Mediterráneo occidental y que, en consecuencia, España necesita de recursos de solidaridad, además de exigir la responsabilidad, para poder hacer frente al reto migratorio. 

Estos eran los principales objetivos del Gobierno de España, reivindicar y fortalecer el vínculo cooperativo con los países de origen y los países de tránsito, mostrar esa solidaridad, mostrar además las políticas de integración y de desarrollo que son necesarias en el continente africano, pero, lógicamente, reconocer que España está sufriendo una presión que viene ya incrementándose desde hace tiempo y que, en consecuencia, necesitábamos de la solidaridad del conjunto de países europeos. Usted me dice que no les gustan las plataformas regionales, y yo lo dije en la intervención que hice previa al Consejo que nosotros tenemos muchas dudas sobre esas plataformas regionales. 

Dijimos que si se ponen en marcha esas plataformas regionales, primero, tendrá que ser con la cooperación y la opinión de los países de origen o de tránsito donde se vayan a situar; y segundo, que las reglas que tienen que gestionar esos centros o esas plataformas regionales tienen que ser las previstas por Acnur y por la Organización Internacional de Migraciones. Ese fue el enfoque que el Gobierno de España defendió en el debate. 

En relación con los centros de acogida en España o en el continente europeo que usted antes comentaba, el ministro del Interior creo que lo ha dicho en sede parlamentaria; es evidente que nosotros necesitamos también crear centros puerto donde puedan llegar muchas de esas pateras que ahora mismo están llegando directamente a las costas de Tarifa, de Almería o del levante y el sur español. Creo que eso es precisamente todo lo contrario de lo que usted está tratando de inferir en su intervención; nosotros lo que queremos es que cuando lleguen tengan la mejor de las atenciones por parte de la Cruz Roja y de las distintas ONG, que tengan una gestión eficaz y lo más rápida posible en relación con aquellas personas que están huyendo del horror y de la guerra y que en consecuencia puedan ser consideradas como potenciales asilados. 

Este es, señorías, el compromiso y la intencionalidad de la posición que tiene el Gobierno de España en relación con este asunto. Se ha comentado por parte de la señora Martín que habría que cerrar los CIE. Creo que el Gobierno —lo dije antes de la celebración del Consejo Europeo— lo que quiere es hacer suya —y hace suya— la resolución del Congreso de los Diputados; queremos revisar los CIE, pero necesitamos centros donde poder atender, acoger y tener a los migrantes irregulares que llegan a nuestras costas. Creo que eso, señorías, es importante mantenerlo. 

¿Que tenemos que mejorar su gestión y garantizar el respeto a los derechos humanos en los CIE? Por supuesto, ahí nos vamos a encontrar y hacemos nuestra la posición de este Parlamento, pero creo que es importante no engañar tampoco a la ciudadanía, es importante ser conscientes de que necesitamos espacios donde poder ubicar a los migrantes irregulares, a aquellos que no son asilados. Esa es la posición que tiene el Gobierno de España. 

Somos empáticos, somos sensibles a estas cuestiones que nos han hecho llegar muchas ONG, pero también consideramos que necesitamos esos centros para poder hacer una gestión de los flujos migratorios lo más acorde e inteligente posible. Ustedes quizá no están al tanto, pero hace escasos días el Gobierno de Italia lo que hizo de nuevo fue rechazar a migrantes irregulares que estaban en un barco y que no permitían que pudieran atracar en Italia. Cuando se dice que el Gobierno de España no es sensible a la realidad dura, durísima, que tienen muchos migrantes en el Mediterráneo… 

Creo que se nos pueden criticar muchísimas cosas a este Gobierno, pero esta no, porque, entre otras cuestiones, hace dos días hemos llegamos a un acuerdo el Gobierno francés, el Gobierno portugués y el Gobierno de España para hacernos cargo de distintos migrantes que están ahora mismo al pairo en el Mediterráneo como consecuencia del cierre de fronteras del Gobierno italiano, siempre y cuando ellos también se hagan cargo de una parte de esos migrantes que están en el buque. 

Creo que esto es de justicia; en primer lugar, porque estamos enfocando, desde el punto de vista europeo, un problema como es el migratorio; y en segundo lugar, lo que está demostrando el Gobierno de España es que es solidario no solamente con los migrantes que nos vienen a las costas del sur y del levante, sino que también es solidario con aquellas realidades migratorias que están saliendo de Libia y que desgraciadamente están encontrando el rechazo a la cerrazón de en este caso el Gobierno italiano. 

Creo que se nos puede criticar muchas cosas, estoy dispuesto además a aprender de los errores, a reconocer esos errores, pero en esta cuestión, señorías, al Gobierno de España no se nos puede criticar eso. No hay más que escuchar al señor Rivera y al señor Hernando sobre cuál es la política migratoria de este país, completamente distinta a lo que usted nos reprocha. Usted habla de la senda de estabilidad. 

Ustedes son un conglomerado de partidos que gobiernan en distintas ciudades y usted además ha hecho referencia a alguna de esas ciudades y las ha calificado como ciudades de acogida. Hay muchas ciudades y comunidades autónomas de acogida. Por cierto, si me permite volver un momento a la migración, el Gobierno de España ha tomado dos decisiones que creo que son muy importantes. 

En primer lugar, en todo lo que tiene que ver con los Menas, con la política migratoria y la necesidad de coordinar y cooperar, a la cual antes hacía referencia, hemos vuelto a constituir la Comisión Delegada de Migraciones, que estaba cerrada y sin reunirse desde hace muchos años en este país. En segundo lugar, vamos a convocar la Conferencia Sectorial de Migraciones para que precisamente el Gobierno de España y las comunidades autónomas tengamos un enfoque omnicomprensivo de una realidad que nos afecta a todos los territorios y a todos los ayuntamientos. 

Vuelvo a la cuestión de la estabilidad presupuestaria y vuelvo a la cuestión de la senda de estabilidad que he anunciado en mi intervención. Usted dice que es insuficiente y que no es la que ustedes esperaban. Yo no voy a mirar a Tsipras —por cierto, hay que ver lo que ha cambiado Tsipras, solamente les animo a que hablen con él—, un enfoque absolutamente socialdemócrata de lo que es la Unión Europea y de lo que tiene que ser la correcta gestión de los recursos públicos, pero váyanse ustedes al Ayuntamiento de Madrid. 

En el Ayuntamiento de Madrid la señora alcaldesa lo que ha hecho ha sido asumir un programa de estabilidad necesario para cuadrar unas cuentas que, por cierto, ella no fue la responsable de ese descuadre, de ese endeudamiento y de ese déficit público y, en cambio, puso en marcha un programa de estabilidad, unos presupuestos sobre la base de ese programa de estabilidad que, mire por donde, quien ha apoyado ha sido el grupo municipal socialista. 

Por tanto, el debate y probablemente el desafío que tenemos las izquierdas es ser conscientes y trasladar a la ciudadanía española lo que se ha trasladado a la madrileña y es que somos capaces de poder conjugar perfectamente, a diferencia de lo que hacen las derechas, estabilidad presupuestaria y saneamiento de las cuentas públicas con la consolidación del Estado del bienestar. ¿Que nos gustaría que esa realidad fuera mucho más rápida y que pudiéramos hacer muchas más cosas en menos tiempo? Claro que sí. Ahí nos podemos encontrar. 

Pero el punto intermedio, señorías, es lo que les pido que ustedes tengan en cuenta porque vamos a necesitar el apoyo de su grupo para poder sacar adelante importantes medidas que van a necesitar un respaldo presupuestario y espero poder contar con su concurso. Nosotros les tendemos la mano. Es importante el gesto que estamos haciendo. Tengan en cuenta que de esas cinco décimas de déficit público que se han ganado, un 1% será para la Administración General del Estado, un 2% para las comunidades autónomas y otro 2% para la Seguridad Social. 

Por tanto, estamos focalizando clarísimamente dónde están los objetivos, las necesidades y las renuncias de este Gobierno. Son las comunidades autónomas, son las administraciones territoriales y locales y es también la Seguridad Social, y es ahí donde nosotros vamos a centrar al menos la propuesta de senda de estabilidad. La señora Martín me ha preguntado por los refugiados y el incumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo. 

Lo que nosotros queremos es cumplir los incumplimientos de la anterior Administración. Nos hemos encontrado con ingentes cantidades de peticiones de asilo y, lógicamente, queremos dar curso a muchas de ellas, como no puede ser de otra manera. Se ha suscitado otro debate —no pude hablar de ello en la rueda de prensa después de la cumbre— a propósito del presupuesto de defensa. 

No descubro nada si digo que en la última Cumbre de la OTAN la propuesta que trajo el presidente estadounidense no fue llegar al acuerdo al que se llegó en 2014 en una cumbre en el País de Gales de situarnos cerca del 2% del producto interior bruto en defensa. 

La Administración estadounidense proponía inicialmente llegar al 4% en el año 2024. El debate —lo he dicho públicamente y lo repito en esta Cámara—, siendo empáticos y comprensivos con un país que es el que principalmente aporta al sostenimiento de la OTAN, sobre cómo se miden las aportaciones presupuestarias a la defensa conjunta de todos los aliados es, a mi juicio, injusto plantearlo solamente en términos financieros. 

Es cierto que tenemos un presupuesto de menos del 1% del producto interior bruto en defensa, del 0,93%, pero también lo es, señorías, en otras dos cuestiones que tienen que ver con las capacidades y con las contribuciones, es decir, la presencia exterior en misiones internacionales de España en los países bálticos, en Letonia, para garantizar y asegurar a poblaciones que ahora mismo están sintiendo, créanme —fui testigo de ello cuando me lo explicaron—, la presencia muy importante y preocupante de tropas rusas en sus fronteras; la presencia del Ejército español en Turquía, defendiendo a poblaciones que están en la frontera con Siria, que ahora mismo están en torno a dos millones de personas aseguradas por esa presencia militar española allí; el compromiso que tiene España de liderar la formación antiterrorista en un país cuyas imágenes todos recordamos, terribles, de brutales atentados de terroristas yihadistas en Túnez. 

Nuestro compromiso de estar allí formando parte de la lucha antiterrorista y hacer frente a guerras híbridas y a desestabilizaciones que se están haciendo por parte de determinados grupos a través de las redes sociales, de las fake news, de todas las cuestiones que tienen que ver con las nuevas tecnologías, señorías, exige que replanteemos cuál es nuestra aportación, no la de España, sino la del conjunto de la Unión Europea, de los países europeos dentro de la Alianza Atlántica. 

¿Qué defendió el Gobierno de España? Que tenemos que caminar hacia un aumento progresivo del presupuesto de defensa porque lo que queremos es garantizar la seguridad y la paz y no por otra cuestión. Queremos garantizar la paz y la seguridad, y la paz y la seguridad no se garantizan solamente en nuestras fronteras, sino también en el Báltico, en Letonia, en Turquía, en Libia, en Túnez, o que garantizan otros aliados en otras partes de la Alianza. 

¿Qué quiero decir con esto, señorías? Que vamos a tener que hacer una reflexión. Estados Unidos quiere retroceder en inversión en aportación a la OTAN, con lo cual lo que tendremos que hacer los aliados, sobre todo la Unión Europea, será repensar cuáles son nuestras contribuciones y cómo las medimos. Yo, que soy una persona profundamente de izquierdas, progresista, como ustedes, les puedo garantizar que de izquierdas también es garantizar la seguridad y asegurar la paz en el mundo, y eso exige una Alianza Atlántica que esperemos que se preserve en el tiempo —es lo que queremos— y una política exterior y de seguridad común, que es lo que yo al menos defendí en esa Cumbre de la OTAN. 

Con lo cual, si dejamos el gran titular de que ya vienen aquí los socialistas que quieren subir el presupuesto en defensa porque se pliegan a los intereses de Trump, y de verdad vamos a la sustancia del asunto, siendo conscientes de que hay amenazas que tienen que ver con el terrorismo internacional, principalmente yihadista, con la ciberseguridad, con países próximos a la Unión Europea que están ahora mismo poniendo en cuestión incluso la soberanía territorial de algunos países como Ucrania o Georgia, tendremos que ser conscientes de que tenemos que hacer una aportación superior. 

¿Eso significa, señorías, que tenemos que situarnos en los parámetros que nos decía la Administración Trump? No. Eso significa, señorías, que tenemos que hacer un planteamiento razonable de qué aportaciones económicas tenemos que hacer, de cuáles son nuestras capacidades, de cuáles son nuestras contribuciones en esas misiones internacionales. 

Puede que aquí no nos entendamos, que no podamos compartir camino con algunos grupos parlamentarios de izquierdas, pero espero que otras fuerzas parlamentarias que sí han estado al frente de estas responsabilidades sean empáticas con esta cuestión. Respecto a los planteamientos que ha hecho el señor Garzón y otras señorías del Grupo de UnidosPodemos, les diré que el Parlamento se dota de sus comisiones, como la Comisión de Gastos Reservados, la extinta Comisión de Secretos Oficiales. Nosotros lo que hemos dicho es que vamos a ver cuáles son las informaciones, las aclaraciones, que va a realizar el director general del Centro Nacional de Inteligencia, el CNI, y a partir de ahí, actuaremos. 

Sustanciemos el debate —la propia Cámara está reconociendo que este tipo de debates se tienen que sustanciar.— y luego veamos cuál es exactamente el proceder. Este es el planteamiento que tiene el Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista. Señorías, no tengo ni idea de quiénes son los amnistiados. Les doy mi palabra; ni idea. Usted, señor Rivera, parece que tiene datos sobre quiénes han sido amnistiados. Salga aquí y dígalo, señor Rivera. (Aplausos). Dígalo. Les puedo garantizar que no tengo ni idea. Lo que no voy a hacer es prevaricar. (Rumores). No voy a prevaricar, señorías. 

Usted, señor Hernando, apoyaba a un Gobierno que aprobó una ley de amnistía fiscal en la que uno de sus artículos decía que se garantizará la confidencialidad de aquellos que se acojan a esa amnistía fiscal, con lo cual, lecciones por parte de ustedes, señor Hernando, las justas. (Aplausos). Insisto en que nosotros lo que planteamos es una modificación de la ley, una nueva ley que prohíba que haya nuevas amnistías fiscales. No podemos actuar sobre un pasado ya sentenciado, señorías, pero sí podemos actuar sobre el presente y el futuro, que es lo que va a hacer este Gobierno. Ese es el planteamiento que tiene el Gobierno con relación al debate que se tiene que sustanciar en la antigua Comisión de Secretos Oficiales, y a partir de ahí veremos qué medidas se toman. 

El señor Gómez-Reino dice que tenemos que construir y ponernos en marcha para garantizar pensiones dignas, igualdad, y habla también de precariedad laboral. El resto de portavoces de UnidosPodemos ha hablado de la senda de estabilidad, de la imposición, de la fiscalidad, de las viviendas, de los alquileres. Lo importante será saber cuál es la posición de Unidos-Podemos cuando traigamos esas leyes y esos presupuestos. 

Nosotros hemos dicho que vamos a modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos, que vamos a poner coto a la burbuja inmobiliaria respecto al alquiler como consecuencia, precisamente, de los apartamentos turísticos. Hemos dicho que vamos a impulsar en cuatro años un parque indefinido de viviendas públicas en alquiler, y lo importante será saber cuál es la posición de todos y cada uno de los grupos que componen Unidos-Podemos. 

Desde luego, nosotros tendemos la mano. Señor Rivera, le hago la reflexión que le he hecho anteriormente al señor Hernando en relación con el respeto que nos debemos. Seguro que usted tiene más facilidades dialécticas; incluso de joven, como recordaba en algún video, ganó alguna competición de debate sin tener que insultar, sin tener que descalificar a la Presidencia del Gobierno ni al Consejo de Ministros. 

En definitiva, seguro que usted es inteligente y encontrará elementos de crítica mucho más sofisticados que decir que el Partido Socialista es feo, malo, colaboradores y filoterroristas. Estoy convencido, señor Rivera, de que usted puede dar mucho más de sí en el debate parlamentario. Su señoría ha hecho una afirmación con una sustancia ideológica profunda, ha dicho que hay que hacer política moderna. Yo estoy de acuerdo en que hay que hacer política moderna. 

Cuando habla usted, por ejemplo, de las urnas o de la falta de legitimidad que tiene este Gobierno, que ha sido constituido a partir del artículo 113 de la Constitución española, lo único que yo le pido, señor Rivera, es que lea la Constitución antes de hablar. Este Gobierno es perfectamente legítimo, entre otras cuestiones, porque contó con el apoyo mayoritario de esta Cámara. (Aplausos). Y, señor Rivera, cuando hablamos de urnas, ¿qué hace usted con los resultados de las urnas? ¿Qué hace usted, por ejemplo, en Cataluña? 

Usted es la primera fuerza parlamentaria en Cataluña, y, qué ha hecho, qué hace. Nada, nada, simplemente reprochar al bloque independentista mayoritario en el Parlamento de Cataluña y venir aquí también a reprochar, en este caso, al Grupo Parlamentario Socialista. 

Eso es lo único que saben hacer ustedes: reproche, reproche y reproche. Ustedes viven bien del conflicto, pero, señor Rivera, ese cuento se acabó. En esta Cámara hay un Gobierno que no vive del agravio territorial, como hacen ustedes. (Aplausos). Ustedes apuestan por la división y nosotros, señor Rivera, por la suma; esa es la diferencia entre ustedes y nosotros. 

Hablamos de modernización y transformación y entonces llega el señor Rivera y nos cuenta otra vez el tema del diésel. El señor Rivera nos dice que está de acuerdo en que hay que hacer la transición ecológica, que está de acuerdo en que hay que luchar contra el cambio climático, pero que no hay que poner impuestos que desincentiven el uso, por ejemplo, de carburantes profundamente contaminantes, cosa que están haciendo, por ejemplo, todos los países de Europa, señor Rivera: los que son del Partido Socialista y alguno de partidos liberales y también del partido hermano del Partido Popular. 

Con lo cual, lo que estamos haciendo son propuestas fiscales profundamente europeístas en la línea de las recomendaciones de la Comisión Europea y de muchos Gobiernos de distintos colores en la Unión Europea. Sobre el acuerdo en educación, yo he propuesto aquí un acuerdo en educación. (El señor Rivera Díaz: Lo han roto). 

El señor Rivera, no dice nada más allá del acuerdo en educación y de que los del bipartidismo somos muy malos. Pues bien, aquí ya estamos todos, señor Rivera. ¿Qué hace usted por fraguar ese pacto educativo? Absolutamente nada, señor Rivera. Lo que usted ha hecho ha sido aprobar unos presupuestos que lo que hacían era recortar la inversión en educación pública y caminar hacia atrás como cangrejos. (Aplausos). Habla de la formación profesional. ¿Cuál es su propuesta? ¿Tampoco está usted de acuerdo en la asignatura de valores cívicos y constitucionales? Pues bien, ya empezamos a tener acuerdo, señor Rivera. 

Pongámonos todos de acuerdo y hagamos algo, entre otras cuestiones, para acabar derogando la Lomce que aprobó de manera unilateral el Gobierno anterior con mayoría absoluta en la Legislatura 2011-2015. Dice que el señor Sánchez ha hecho un discurso de pasado, no de futuro, y que un discurso de futuro es hablar de precariedad laboral. Yo entiendo que el mío ha sido un discurso largo, pero también creo que usted ha atendido al mismo, porque yo he hablado de precariedad laboral. He dicho que vamos a presentar un plan director de lucha contra la explotación y la precariedad laborales. 

Me gustaría saber cuál es su posición sobre el contrato temporal, sobre la ultraactividad, sobre el artículo 42 del marco laboral que aprobó el anterior Gobierno. En definitiva, me gustaría saber cuál es su posición y no que se quede solamente en la superficie. Baje usted a la tierra y díganos cuáles son los planteamientos que tiene en todos y cada uno de estos puntos. Sobre la fiscalidad, yo le dije en una sesión de control, señor Rivera, que hay muchas diferencias entre usted y yo, y fíjese, empezamos acordando hace ya mucho tiempo, casi ya en la prehistoria. 

Ustedes han perdido una oportunidad extraordinaria de situarse en el centro de verdad. Ustedes cada vez se parecen más a la ultraderecha europea, y no al centro que proclama necesario en nuestro país. Entonces nos habla de que hay que pasar de los rojos y los azules y situarse, puede ser, en el naranja que usted defiende y que, por tanto, hay que hablar de impuestos. 

Usted dice que no hay que aprobar impuestos para las grandes corporaciones digitales, que tampoco hay que aprobar impuestos para los bancos para que puedan financiar o sostener la Seguridad Social, que tampoco hay que poner en marcha un impuesto sobre sociedades para que los conglomerados empresariales tengan un tipo efectivo más o menos semejante al de las pequeñas y medianas empresas; tampoco eso les vale y tampoco la imposición ecológica. Ahora, eso sí, ¿cuál es la propuesta del señor Rivera y Ciudadanos en materia de fiscalidad? 

Yo se la digo: el IVA superreducido para productos esenciales; hay que subirlo mientras el IVA general baja, por ejemplo, de bienes de lujo. Por supuesto, en cuanto al impuesto sobre sociedades, el señor Rivera y Ciudadanos lo que proponen es un tipo del 20% para las pequeñas y medianas empresas y también para las grandes corporaciones. Eso es lo que ustedes dicen que quieren. 

Señor Rivera, nosotros somos más modestos: proponemos el 15%. Si ustedes proponen el 20% y nosotros el 15%, yo les pido que aprueben y apoyen ese 15%. (Aplausos). Apoyen el 15%, señor Rivera, pero no dejen de apoyarme porque consideren que subo muy poco los impuestos a las grandes empresas en relación con su propuesta inicial. Lo que no me puede decir es que usted defiende subir el tipo de sociedades al 20% y que soy yo el que está subiendo los impuestos a las grandes corporaciones y a las empresas. 

Señor Rivera, a lo mejor conviene que usted se lea más detenidamente su programa electoral porque así no cometerá estos errores, a los cuales nos tiene acostumbrados desde hace mucho tiempo. En relación con la Ley electoral, nunca he dicho que no queramos reformarla. 

El acuerdo que tenía con usted precisamente era reformar la Ley electoral, pero es evidente que tendremos que reformarla entre todos, porque lo que no es de un régimen democrático es decir que se va a poner un mínimo de un 3%. Eso no es democrático, eso es impropio de los regímenes democráticos, señor Rivera, porque lo que no se puede hacer es silenciar la voz y el voto de muchísimos ciudadanos y ciudadanas en nuestro país, sobre todo en nuestro país. (Aplausos). 

Señor Rivera, más a las claras me parece la propuesta del señor Casado. Ya que ustedes están, por lo menos propongan la ilegalización de todo aquel partido que no piensa como ustedes y así se quedan solos en esta democracia, pero eso no es lo que quiere ni el Gobierno ni el Grupo Parlamentario Socialista y creo que tampoco la mayoría de los ciudadanos. ¿Dónde nos podemos encontrar? 

Nos podemos encontrar en la modificación que he propuesto al inicio de mi intervención, que es la del voto rogado; ahí hay una amplia mayoría del conjunto de la Cámara para modificar esa legislación. 

Agradezco no todo, pero sí muchas de las cuestiones que ha planteado el señor Tardà en relación con la necesidad de articular políticas de izquierdas, de dar un giro a la acción del Gobierno a la izquierda y, en ese sentido, tiene mi compromiso; de hecho, la agenda que han desplegado, que han presentado todos y cada uno de los ministros y ministras en las comisiones y la que he hecho yo también en el día de hoy en esta Cámara, tiene mucho que ver con una concepción progresista socialdemócrata de la sociedad, de reconstrucción, de amparo y de recuperación de muchos de los derechos y libertades perdidos en el ámbito de la sanidad, en el ámbito de la educación, en el ámbito de la dependencia, en el ámbito de la formación profesional, en el ámbito de la recuperación de derechos laborales y, por supuesto también, en el ámbito de las libertades con la derogación de la Ley mordaza, así como de las reformas laborales, señor Tardà. 

Es evidente que ahora mismo, a día de hoy, en esta Cámara no hay una mayoría para poder derogar totalmente la reforma laboral planteada por el anterior Gobierno, pero sí hay una mayoría parlamentaria para empezar a desmantelar buena parte de esos artículos que han introducido precariedad, desigualdad y devaluación salarial. 

Estoy pensando, por ejemplo, en todo lo que tiene que ver con la negociación colectiva, a la cual ha hecho referencia el portavoz del Grupo Vasco. Caminemos por ahí. Incluso los propios agentes sociales nos están diciendo que caminemos por ahí, por la cuestión del artículo 42, precisamente para las subcontratas; que caminemos en la ultraactividad, también en todo lo que tiene que ver con la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los convenios de empresa; que caminemos hacia ese pacto de rentas que evidentemente han firmado los sindicatos y los empresarios y que nosotros aplaudimos. 

Por ahí, señor Tardà, creo que nos podremos encontrar, porque son políticas de izquierda; en definitiva, en todo aquello que usted ha comentado antes en relación con las pensiones, con su revalorización, con el gasto sanitario y, por supuesto, con todas las políticas a las que ha hecho referencia en su intervención. Yo espero que ahí nos podamos encontrar distintas izquierdas que compartimos una misma visión de la justicia social y de la cohesión de nuestras sociedades. Usted ha hecho referencia a la memoria histórica. 

Este Gobierno ha creado una dirección general específica sobre memoria histórica. Eso no es para maquillar, eso es para articular y para materializar en buena medida muchas de las políticas a las que usted ha hecho referencia en su intervención. Hemos presentado cuando estábamos en la oposición una modificación de la Ley de la Memoria Histórica que fue vetada por el anterior Gobierno junto con el Grupo Parlamentario Ciudadanos. Hemos levantado ese veto. Creo que es una buena piedra de toque para que empecemos a modificar algunas de las cuestiones de la Ley de la Memoria Histórica. 

También vamos a tratar la aplicación y la materialización de muchas de las cosas a las que antes hacía referencia el señor Esteban, del Grupo Parlamentario del Partido Nacionalista Vasco. Nosotros pretendemos impulsarlo en buena medida durante este tiempo que estemos al frente del Gobierno. Habla lógicamente de la pregunta, nos dice que tenemos que ser audaces, que tenemos que tener una visión larga de cómo resolver la crisis política en Cataluña. 

Nosotros estamos dispuestos a hacerlo, señor Tardà. Estamos dispuestos a explorar con ustedes, junto con el resto de grupos parlamentarios del Parlamento de Cataluña, una solución para esta crisis. Somos muy conscientes ahora mismo, señor Tardà —en esto creo que no nos equivocamos y que no engañamos a nadie—, de que hay enormes diferencias, que hay una enorme distancia entre su grupo, el Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista en lo que respecta a la solución de la crisis en Cataluña. Pero lo que sí le puedo decir, señor Tardà, como decía al principio de mi intervención, es que lo importante es no ver a qué renunciamos, sino en qué estamos dispuestos a llegar a acuerdos por el bien de la ciudadanía catalana y del conjunto de la sociedad española. 

Usted plantea una votación. Yo lo dije también en la moción de censura, yo soy de los convencidos de que Cataluña, después de la sentencia del Tribunal Constitucional, tiene un estatuto de autonomía que no votó. En consecuencia, la crisis en Cataluña solamente se va a poder resolver votando, pero, señor Tardà, la discrepancia de fondo que tenemos es que lo que nosotros queremos votar es un acuerdo y ustedes, a nuestro juicio —eso me lo ha escuchado en muchas ocasiones—, lo que pretenden es votar una ruptura. 

En ese sentido, la reflexión que les haría es que si ustedes hacen alguna propuesta, también tengan en cuenta que en el Parlamento de Cataluña, para cosas como pueda ser por ejemplo la modificación del Estatuto de Autonomía en Cataluña o como pueda ser la aprobación de una ley electoral en Cataluña, ustedes necesitan, creo recordar, tres quintos de ese Parlamento. Eso a día de hoy ustedes no lo tienen para ejercer ese derecho a la autodeterminación. 

Más allá de las cuestiones constitucionales, más allá de cuestiones de índole política, que por supuesto nosotros también hemos subrayado en las conversaciones que hemos tenido con ustedes y con el presidente Torra, al que se lo dije, es evidente que la sociedad catalana está profundamente dividida en relación con este asunto. Por tanto, creo que también es justo decirle que estamos dispuestos a explorar soluciones políticas para Cataluña, que vamos a ser valientes, que vamos a ser audaces, pero que desde luego lo vamos a hacer en el marco de la Constitución, que es el gran consenso que nos une a todos, al conjunto de la sociedad catalana y al conjunto de la sociedad española. Somos muy conscientes de que esto va a tardar, que esto es una carrera a largo plazo y que son muchos los desencuentros. 

En consecuencia, lo que tenemos que hacer es empezar a construir encuentros. Por eso, la activación de las comisiones bilaterales, la mano tendida que usted ha planteado en relación con cuestiones de cohesión social, de políticas progresistas, creo que es un buen punto de arranque y yo se lo agradezco. Señor Esteban —es verdad que prácticamente he respondido a muchas de sus preguntas—, nos ha preocupado que haya una ultraderecha que ahora mismo está gobernando muchos de los países del este de Europa que ponga en cuestión Schengen. 

Es evidente que probablemente tengamos que ir a una reforma de Schengen por la cuestión migratoria que tenemos dentro a través de los desplazamientos secundarios, pero es evidente también que necesitamos la otra reforma, que es la del sistema europeo común de asilo. Ya tuve ocasión de hablar con el lehendakari sobre la cuestión migratoria. Somos muy conscientes, y lo hemos tratado también en la comisión interministerial, de los MENA, que tienen presión dentro del País Vasco. En ese sentido creo que podríamos caminar juntos y encontrar soluciones que sean adecuadas para sus intereses. 

Le agradezco mucho el recordatorio que ha hecho al pronunciamiento de la AIReF sobre la senda de estabilidad y también la mano tendida que nos ofrece en relación con las modificaciones puntuales que podamos hacer a la regulación de trabajo en la senda marcada por los agentes sociales. En relación con el acercamiento de los presos, creo que he sido bastante claro. Me merezco el reproche del Grupo Parlamentario Popular y del Grupo Parlamentario Ciudadanos, pero, desde luego, con el máximo respeto a las víctimas y a la memoria a las mismas, el Gobierno de España está decidido a contribuir a normalizarlo en el sentido que usted antes comentaba. 

En relación con el diálogo y la renovación del Estatuto de Gernika, el planteamiento que está haciendo el Partido Socialista de Euskadi y la visión que ha trasladado el Gobierno de Euskadi no voy a decir que me tranquiliza pero sí que me siento cómodo con ella. Es decir, el planteamiento de que sean acuerdos transversales que exijan la renovación del Estatuto de Gernika, el planteamiento de que no sea el acuerdo de una parte olvidando a la otra, sino que sea trascendente y que supere esa dinámica de bloques, es la mejor contribución que pueden hacer los distintos partidos presentes en el Parlamento de Euskadi a la renovación del Estatuto de Gernika, que hay que recordar que es el único estatuto que no se ha renovado en estas décadas en nuestro país. Por tanto, hay que aprender de las lecciones del pasado. 

Cuando se ha construido y se ha reconocido esa pluralidad en el País Vasco entre nacionalistas y socialistas le ha ido francamente bien al País Vasco y, en consecuencia, también al conjunto del país. Señor Campuzano, más o menos he contestado ya a muchas de las cuestiones que ha comentado respondiendo al señor Tardà. Efectivamente, creo que se necesita audacia y coraje, pero todos, no solamente el Gobierno y el Partido Socialista Obrero Español. Es importante que todos hablemos claro a nuestros ciudadanos y sepamos exactamente qué podemos hacer y qué no. Podemos hablar de todo, pero todo no es posible. 

En ese sentido, cuando dialogamos y cuando escuchamos, podemos encontrar muchos puntos en común. Desde luego, agradezco y mucho que usted ponga en valor la activación de esas comisiones bilaterales. Hay un tremendo campo por explorar ahí, hay recursos de inconstitucionalidad que ya está revisando el Gobierno de España, la ministra de Política Territorial; hay cuestiones que tienen que ver con economía y hacienda, que ya fueron objeto de la reunión que mantuvo la vicepresidenta con el vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, y hay cuestiones que tienen que ver con el corredor del Mediterráneo, que son fundamentales para la Generalitat de Catalunya. 

A partir de ahí, creo que podremos empezar a construir algo que nos falta todavía, a ustedes y a nosotros —y cuando digo nosotros no solamente me refiero al Gobierno de España, sino al conjunto de buena parte de las fuerzas políticas de ámbito nacional—, y es la confianza y las lealtades. En ese contexto creo que podremos hacerlo en el marco del Parlamento y en el seno de esas comisiones bilaterales; comisiones que, por cierto, están recogidas en el Estatuto de Autonomía de Cataluña que nosotros reconocemos y, por supuesto, vamos a activar. 

Ha hablado de la política fiscal, estamos de acuerdo; de la necesaria justicia fiscal, estamos de acuerdo, y de que tenemos que actualizar el sistema fiscal al siglo XXI, estamos de acuerdo. Ahí hay un amplio campo que he expresado en mi primera intervención y también en la réplica a otros grupos parlamentarios. Lógicamente, nos quedamos con la petición que usted y otros grupos parlamentarios han hecho a la regla de gasto de los ayuntamientos. 

En relación con los trabajadores autónomos tiene usted razón, es importante hacer una reflexión sobre ellos. La ministra de Trabajo ya hizo algunas contribuciones al debate y, sobre todo, anuncios para este importante colectivo. Solamente le diré dos que me parecen fundamentales. En primer lugar, una en la que tuve el honor de participar cuando era un diputado de a pie en esta Cámara y que es la prestación por cese de actividad de los trabajadores autónomos. Se les ponen muchísimas condiciones a los trabajadores autónomos a la hora de percibir esa prestación por desempleo, por lo que creo que tenemos que revisarlo. 

Y en segundo lugar, junto con las principales asociaciones de autónomos hemos puesto en marcha un grupo de trabajo precisamente para que las cotizaciones a la Seguridad Social se adecuen de una vez por todas a los ingresos reales de los trabajadores y las trabajadoras autónomos. Ese es el compromiso, la actitud y el ánimo con el que vamos a abordar las cuestiones de los trabajadores autónomos; y también, por supuesto, con el Plan director de lucha contra la explotación laboral, poner fin a los falsos autónomos. 

El señor Baldoví no tenía por qué saberlo, pero me voy a reunir este viernes en Castellón, de manera informal, con el presidente de la Generalitat, señor Puig. La cuestión es que estamos haciendo en Presidencia del Gobierno las reuniones con los presidentes autonómicos en orden de antigüedad de aprobación de los estatutos de autonomía, estamos siguiendo ese orden para que no haya susceptibilidades; me hubiera gustado, por supuesto, poder reunirme antes con el presidente de la Generalitat, pero en todo caso lo haré de manera informal este viernes en Castellón. 

Comparto con usted la crítica que ha hecho al cuestionamiento por parte del Partido Popular de Schengen. Creo que efectivamente eso es ir contra el sentido de la historia y contra los intereses de nuestro país, pero en fin, en esto estamos. En relación con la valentía que usted ha dicho, impuestos a las grandes corporaciones, lo suscribo; memoria histórica y Franco, lo suscribo; mordaza, lo suscribo; pensiones, lo suscribo. En definitiva, creo que ahí podemos encontrar muchísimas cuestiones en las que podemos coincidir. 

Usted ha comentado la cuestión de la financiación autonómica. Le ha parecido insuficiente —al menos es lo que he entendido— el horizonte de la senda de estabilidad que hemos planteado para las comunidades autónomas. En fin, yo creo que es bastante generoso dos décimas en el contexto en el que estamos y sobre todo con la necesidad de sanear nuestras cuentas públicas y reducir el déficit público. 

En todo caso le diré que saben que la Comisión delegada para Asuntos Económicos precisamente ha habilitado ya el procedimiento para que las comunidades autónomas empiecen a salir a los mercados financieros progresivamente, y en el caso de aquellas cuyo volumen o estructura de endeudamiento no aconseje en estos momentos esa salida a los mercados, como es el caso de la Comunidad Valenciana, lo que vamos a hacer es iniciar un proceso de reestructuración que permita acomodar los vencimientos al perfil del endeudamiento de las comunidades autónomas. 

Esta es una cuestión que tratará la ministra de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del próximo jueves. Por lo tanto, el compromiso que tenemos con Valencia es firme, señorías, señor Baldoví, no le quepa la menor duda. Pero evidentemente, como le decía en una sesión de control en la cual usted me reprochó que no íbamos a actualizar y a renovar profundamente el sistema de financiación autonómica, le diré que esos trabajos van a continuar, que no rechazamos que se pueda renovar ese sistema de financiación autonómica en el medio plazo pero que, mientras tanto, lo que tenemos que hacer es abordar las urgencias financieras de las comunidades autónomas, muy distintas en función de cuál es la región a la que nos referimos, y que en el caso de la Comunidad Valenciana es evidente que tiene mucho que ver con el endeudamiento. 

La portavoz de Bildu ha hecho referencia a la autodeterminación, a cuestiones que son marca de la casa; lo digo en términos coloquiales y sin ningún tipo de reproche ni de sentido peyorativo. (Rumores). Le diré dos cosas. En relación con la Radio y Televisión Española, el Grupo Parlamentario Socialista, señorías, aprobó a instancias del liderazgo del Grupo Parlamentario Socialista y con el apoyo parlamentario de la mayoría de esta Cámara, una proposición de ley que precisamente lo que hacía era cambiar la forma de renovación del Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española. 

En aras de ese consenso, no solamente hicimos un reparto que, digamos, recogía la representación plural de esta Cámara en el consejo de administración, sino que decíamos también que reconocíamos la necesidad de incorporar el concurso público para renovar el Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española. Poníamos una pequeña cláusula de salvaguarda en aras de ese consenso que decía que si no se llegaba a esa renovación vía concurso público —porque era la primera vez a lo largo de la historia de nuestra democracia que se iba a poner en funcionamiento—, evidentemente antes del 31 de diciembre de 2017 lo que teníamos que hacer era renovarlo por el mecanismo antiguo. 

Llegamos entonces al 31 de diciembre de 2017 y en aras del consenso el Grupo Parlamentario Socialista prorrogó la elección de esos miembros del consejo de administración en base al concurso. ¿Qué ha pasado desde entonces? Lo que ha pasado, señorías, es muy evidente, que ha habido un obstruccionismo parlamentario singularmente del Grupo Parlamentario Popular con la aquiescencia del Grupo Parlamentario Ciudadanos precisamente para no renovar y perpetuar el statu quo. 

El dilema que tenía que plantearse y que tenía el Gobierno encima de la mesa cuando caducó el mandato del Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española era muy sencillo: ¿dejábamos que el bloqueo político y el bloqueo empresarial se instalara en la corporación pública o poníamos en marcha un real decreto que lo que precisamente hacía era responder a ese riesgo de vacío político y empresarial en la dirección de esta corporación pública e instar a esta Cámara por una vía de decreto a agilizar los trámites para la renovación del Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española? 

Es decir, ¿dejábamos al pairo la renovación del Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española no ya con un bloqueo político sino con un bloqueo empresarial que estaba afectando a la sostenibilidad del ente público, o tomábamos cartas en el asunto y asumíamos nuestra responsabilidad? Pero, señorías, esta responsabilidad es compartida, es responsabilidad del Gobierno proponer soluciones pero también es la responsabilidad del Parlamento dar cauce a esas soluciones. 

El real decreto es provisional, el real decreto es simplemente cubrir un vacío que desgraciadamente estaba dispuesto a perpetuar sine die el Grupo Parlamentario Popular. Señorías, yo creo —y este es el planteamiento que hago a la Cámara— que con el real decreto hemos agilizado los trámites para que se renueve vía concurso el Consejo de Administración de la Radio y Televisión Española, y mientras tanto lo único que pido a esta Cámara es que apoye el último paso que hay en este real decreto en tanto en cuanto no se renueve por esta Cámara el consejo de administración. 

Como he dicho al principio de mi intervención, desde luego nosotros, señorías, estamos agradecidos —lo digo públicamente— a todos aquellos grupos parlamentarios que han apoyado este real decreto, que creo que es importante para los trabajadores y, sobre todo, para garantizar un servicio público esencial como es el de la información. (Aplausos). Señor Alli, me dice que tengo que expresar públicamente si reconozco los Fueros de Navarra. En fin, la duda ofende. 

Claro, si entro en el juego es poco menos que reconocer que precisamente lo que he hecho ha sido no reconocerlos; por tanto, no voy a entrar en ese juego, señor Alli. Yo desde luego creo que la duda ofende y que la posición del Partido Socialista de Navarra es bastante clara, así como la del Partido Socialista Obrero Español. 

En ese sentido, conocen de manera meridiana y perimetrada cuál es lógicamente la concepción que tenemos de Navarra; ahí están las declaraciones públicas de la secretaria general de Navarra, del Partido Socialista y las mías propias. Pero fíjese en la perversidad de su argumento —si me permite la expresión—, usted dice que estaría dispuesto a apoyar la reconstrucción del Sistema Nacional de Dependencia, el sistema de salud, la derogación de algunos de los artículos que ahora mismo son los más lesivos para la precariedad laboral de nuestros trabajadores y trabajadoras si gano unas elecciones y, en consecuencia, lo que tengo que hacer es convocar elecciones. 

En fin, yo creo que no hay tiempo que perder, que este mecanismo constitucional del que se dota y reconoce la Constitución en su artículo 113, la moción de censura, que tiene que ser constructiva y da lugar a un Gobierno, es perfectamente legítimo, señor Alli. El Gobierno convocará elecciones, como no puede ser de otra manera, cuando estime oportuno y en aras del interés general, pero desde luego lo importante, señor Alli, es mientras tanto dar respuesta a las necesidades urgentes del conjunto de la ciudadanía. 

El representante de Foro Asturias me hace dos reflexiones en relación con las infraestructuras y con el carbón. Yo quiero trasladar un mensaje de confianza, de tranquilidad a las cuencas mineras, a la sociedad asturiana y, desde luego, un compromiso cierto de que evidentemente la transición energética que se tiene que abrir paso en nuestro país necesita también esa mirada de justicia social. En ese sentido, como he dicho en mi primera intervención, la Ley de cambio climático va a dar una respuesta integral e integrada a todas estas realidades que son difíciles, que son muy complejas y, desde luego, vamos a garantizar esa transición justa. Señora Oramas, representante de Coalición Canaria, me apunto los deberes que me ha puesto en relación con el brexit. 

Agradezco el reconocimiento que ha hecho de la acción del Gobierno a cuestiones que tienen que ver con la bonificación al transporte del 75% de los ciudadanos de Canarias, de Baleares y de Ceuta y Melilla. Hay muchísimas cuestiones sectoriales que tienen que ver con el convenio de carreteras, con el plan de empleo y demás, que estoy convencido de que los ministros y ministras podrán darle respuesta. 

En definitiva, señorías, empecé mi primera intervención diciendo que el propósito de este Gobierno es fundamentalmente poner el reloj de la política a la hora de España y creo que esa es la principal tarea que tenemos por delante: acompañar a la sociedad española en un proceso de regeneración democrática que se abrió a partir de la moción de censura y que debe ser objeto de cultivo y de consolidación por parte de los grupos parlamentarios. Ahí están los acuerdos, acuerdos en cuatro ejes fundamentales: el de la economía y el empleo; el de la igualdad y la cohesión social; el de la regeneración democrática, y el la cohesión territorial y, por supuesto, la construcción europea. 

En ese empeño va a estar este Gobierno. Agradezco, a todos y a todas, el tono de este debate. Gracias, señora presidenta. (Aplausos de las señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie).

CONTESTACIÓN A CONTRARÉPLICA

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Gracias, presidenta. Señorías, quería también mostrarle al portavoz del Grupo Parlamentario Popular mi respeto, mi aprecio personal y el deseo —no son palabras políticamente correctas, sino que lo digo con total convicción— de que el congreso del Partido Popular salga lo mejor posible. 

Creo que es positivo que haya un Partido Popular fuerte, que defienda los intereses de los ciudadanos que representan sus valores, y pese a las discrepancias políticas que hemos tenido dialécticamente, señor Hernando —hemos tenido ocasión de conocernos en otras vidas, en otras circunstancias—, le quiero agradecer por lo que respecta a mi persona y a mi Gobierno, a pesar de su dureza, su comprensión durante estas semanas. 

Como ha dicho bien la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, le deseo en lo personal y en lo político el mejor de los futuros. (El señor Hernando Fraile: Gracias). De nuevo, no puedo estar de acuerdo con el planteamiento que ha hecho sobre el acercamiento de presos. 

Lo he dicho por activa y por pasiva, por perifrástica, pero les vuelvo a repetir tanto a usted como al señor Rivera —que son una pareja de hecho que ha funcionado de manera bastante engrasada durante los debates que hemos tenido ocasión de celebrar— que esta cuestión la vamos a hacer conforme a la ley, así de sencillo, y con toda la empatía hacia las víctimas, hacia su memoria y por supuesto hacia los familiares y las personas que han visto cercenada y segada su vida como consecuencia del terrorismo. El señor Rivera hacía referencia a lo que decía él que era una sentencia. 

Yo lo único que le pido al señor Rivera antes de venir aquí y contar las cosas es que se informe, que lea. No es una sentencia, es un auto, señor Rivera; hay una diferencia. (Rumores). Lo digo, más que nada, porque, ya que viene usted aquí y pontifica, quiero que sepa que en términos formales no es una sentencia sino un auto, y no se puede leer una frase y omitir el resto del razonamiento. Además, olvida algo muy importante, señor Rivera, y es que ese auto es del año 2015, es decir, ETA no estaba disuelta, porque una frase aislada es interesada y contradice la totalidad de la fundamentación, igual que no decir el tiempo en el que se ubica, que también es importante cuando estamos hablando de una cuestión tan importante, tan trascendental, tan sensible, como es el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas. 

Respecto a la política fiscal, el señor Hernando vuelve otra vez al argumentario de que el Partido Socialista lo que ha hecho ha sido subir los impuestos, aumentar el gasto público, pero afortunadamente para España llegaron los populares, bajaron impuestos, disminuyeron el gasto público, cuadraron las cuentas públicas. Siento, señor Hernando, que la realidad no sea conforme a su afirmación. Los impuestos se subieron con el Gobierno del Partido Popular. 

Usted a lo mejor no los sintió tanto, pero sí se subieron: se subieron el IRPF, el IVA y muchísimos impuestos —no quiero olvidar las tasas— y se recortó mucho el gasto público cuando ustedes estuvieron en el Gobierno y no cuadraron las cuentas, señor Hernando. La deuda pública está en el cien por cien del producto interior bruto, el déficit público está en el 3,1 del producto interior bruto, estamos bajo el brazo corrector del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el planteamiento que está haciendo el Gobierno de España es simplemente reconocer en esa senda de estabilidad las desviaciones que todos, incluso la AIReF, han reconocido que va a tener este presupuesto y el del año próximo. 

Por tanto, si queremos ganar credibilidad y confianza de las instituciones comunitarias, lo que tenemos que hacer es cumplir con nuestros compromisos. Decir que vamos a cumplir con unos compromisos que sabemos de antemano que son imposibles de cumplir precisamente lo que hace es minar nuestra credibilidad. Ese es el ejercicio que hemos hecho. No hemos claudicado por ello; al contrario, hemos ganado oxígeno, que creo que es muy coherente no solamente con nuestra realidad económica, sino también con nuestra realidad social. 

Esa es una reflexión que me gustaría hacerle también a la portavoz de Podemos porque en muchas ocasiones en la izquierda —tengo que decirle que yo también he cometido ese error— pensamos que hay que aumentar el gasto público. Nos gustaría aumentar mucho más el gasto público, pero no olvidemos una cosa, señoría: la economía está creciendo, al 2,8% es la previsión; la inflación está por encima del 2% y, en consecuencia, tenemos que ser muy conscientes de cuáles son las autolimitaciones que nosotros también nos ponemos para no aumentar más la inflación. Esto es importante, señorías, porque la macroeconomía no es un tecnicismo, al final son también las lentejas que tenemos y con ellas tenemos que contar. 

En todo caso, creo que la senda de crecimiento del gasto público que estamos planteando o, mejor dicho, de contención del gasto público, de una manera menos intensa a la que inicialmente se había planteado por el anterior Gobierno, es positiva también para reconstruir el Estado del bienestar, que es en lo que creo que estamos de acuerdo

Es verdad que los CIE no forman parte del sistema de acogida, eso es evidente.  Son centros para permanecer un máximo de sesenta días y en su mayoría se utilizan precisamente para los migrantes que tienen que retornar a sus países; por eso, consideramos que son necesarios. Sí estamos de acuerdo en que evidentemente tenemos que mejorarlos, y aquí además ha salido una resolución de la mayoría de los grupos parlamentarios sobre la atención en esos CIE, y nosotros estamos dispuestos a hacerlo; así lo han dicho tanto la ministra de Trabajo como el ministro del Interior. Así pues, trabajemos en esa línea. ¿Es verdad que Libia es un Estado fallido? Sí. ¿Tiene más de un Gobierno? También.

Pero es evidente que es un foco ahora mismo de presión migratoria. Usted habla de presión migratoria como si en España no existiera. Estoy de acuerdo con usted en una parte: la realidad migratoria. Los flujos migratorios son consecuencia de esa realidad demográfica, pero también, por otro lado, señoría, es evidente que ahora mismo tenemos un número de llegadas a las costas españolas en el año 2018 que ya supera al italiano: 18 000 frente a 17 000. 

Por tanto, tenemos presión, y eso, si habla usted con los alcaldes y alcaldesas de su partido o de sus partidos, se lo podrán decir, porque yo he hablado con ellos y me lo dicen: sus limitaciones, sus capacidades están ya al máximo y, en consecuencia, necesitan del apoyo del Gobierno. 

Creo además que ha habido alcaldesas de sus partidos que públicamente han reconocido el esfuerzo que está haciendo el Gobierno de España en materia de inmigración, y ahí lo dejo. Son muy conscientes de la realidad que tenemos enfrente, de cómo tenemos que gestionarla y de los enormes esfuerzos que está haciendo este Gobierno. Insisto, nos pueden criticar muchas cosas, estoy dispuesto a que nos critiquen muchas cosas, pero en materia de migración, señorías, nos podrán criticar más bien poco en relación con el desafío que tenemos delante y cuál es la respuesta que están dando otros países de la Unión Europea, que es muy diferente, radicalmente distinta a la que nosotros estamos planteando. En relación con la derogación de la reforma laboral, yo le diré dos cosas. 

Una, el plan director que vamos a presentar de lucha contra la explotación laboral va a incorporar muchos elementos de derogación explícita de la reforma laboral en todo lo que tiene que ver con la precariedad y la devaluación salarial. Sí, lo verá usted cuando lo presentemos en Consejo de Ministros. 

Y dos —lo he dicho y además lo he hablado con los agentes sociales—, hay muchas cuestiones que ya están en tramitación parlamentaria por iniciativa del Grupo Parlamentario Socialista y por iniciativa del Grupo Parlamentario de Unidos Podemos. Nosotros estamos dispuestos a explorarlas y a llegar a acuerdos, y ahí está todo lo que tiene que ver con la subcontratación. Creo que ahí podemos encontrarnos, pero tenemos que ser muy conscientes de que no tenemos una mayoría parlamentaria para derogar de la A a la Z toda la reforma laboral planteada por el Gobierno anterior, no la hay. Hable con los grupos parlamentarios. 

Nosotros lo hemos hecho y no la hay. Pero para modificaciones puntuales pero que son muy sensibles yo estoy convencido de que la hay. Por tanto, no entremos en el reproche fácil. Ustedes nos pueden reprochar que no queremos derogar totalmente la reforma laboral. 

Yo entiendo que eso entra dentro del juego político, pero es evidente que este Gobierno va a modificar aspectos sustantivos de la reforma laboral y creo que eso va a ser positivo, porque además nos lo han pedido los agentes sociales. 

El señor Rivera sigue con su ‘raca-raca’. Lo único que le pido al señor Rivera es que respete a las víctimas de ETA y no las utilice para enfrentarlas a este Gobierno en su desesperada búsqueda de votos. (Aplausos). Agradezco el tono y las palabras del señor Tardà. Por cierto, el señor Rivera me comentaba sobre la amnistía fiscal. Le vuelvo a decir que no conozco los nombres y apellidos de los amnistiados. A lo mejor usted no cree en mi palabra. Yo entiendo que usted no crea en mi palabra, pero le digo que no tengo ni idea de quiénes son los amnistiados. 

Le diré una cosa. Lo que no va a hacer este Gobierno, y yo en primera persona, es prevaricar. (Rumores). No, no lo voy a hacer, señor Rivera. Ustedes (dirigiéndose al Grupo Parlamentario Popular) aprobaron la Ley de amnistía fiscal, es otra cosa bien distinta. (Aplausos). Para su tranquilidad, señor Rivera —no vea fantasmas donde no los hay—, hay un informe jurídico de la Abogacía del Estado del pasado 13 de julio que dice textualmente que no resulta conforme al orden constitucional permitir la publicación de estos datos. Cierro comillas. (Un señor diputado: Ahora). 

Usted, que es un defensor de la Constitución española, que ejerce como partido constitucionalista, respete la Constitución, crea al presidente del Gobierno, aunque sea en esta cuestión solamente, señor Rivera. Créame, si usted considera, como precisamente este Gobierno y este grupo parlamentario, que impulsó precisamente el recurso de inconstitucionalidad a la ley de amnistía, que no tiene que haber nuevas amnistías fiscales, cuando traigamos ese anteproyecto de ley le pido que la apoye y que la defienda. (Aplausos). 

Respecto al señor Tardà, yo creo que los dos coincidimos en que esta crisis se tiene que resolver votando. Es evidente que el pueblo de Cataluña se tiene que pronunciar porque nosotros partimos de una premisa, que es la que criticamos en su día al Grupo Parlamentario Popular, y es que ahora mismo los catalanes y catalanas tienen un estatuto que no votaron. 

En ese sentido creo que tiene que resolverse con una votación. Evidentemente, los términos de esa votación para usted y para mí, para su grupo y para el nuestro, son distintos. En todo caso, bienvenida sea al menos esa intersección en cuanto a la solución democrática. Una reflexión que creo que también hay que hacer, señor Tardà, es cuántas elecciones ha habido en Cataluña durante estos últimos diez años. 

Ha habido unas cuantas elecciones, se han acortado muchísimo las legislaturas y creo que entre los catalanes de manera recurrente, de manera sistemática —usted mismo lo reconoció antes de las elecciones del pasado 21 de diciembre, hay dos bloques. Como usted mismo ha dicho cuando ha subido a la tribuna —al menos si me permite que interprete sus palabras—, en torno a un 50% de la sociedad catalana apoya a movimientos proindependentistas y en torno a un 50% de la sociedad catalana no apoya esos movimientos proindependentistas, sino otro tipo de formulaciones para resolver la crisis que existe ahora mismo en Cataluña. 

¿A dónde quiero llegar, señor Tardà? Yo creo honestamente que lo que tenemos que hacer es trascender esa dinámica de bloques. Antes —me permitirá el señor Esteban que simplemente utilice ese argumento que planteé en su intervención en el turno de réplica— yo le hablaba de que el Estatuto de Autonomía de Gernika, uno de los principios esenciales, de las premisas, tendría que ser un acuerdo transversal entre distintas sensibilidades y formas de entender Euskadi, nacionalistas y no nacionalistas. 

Yo creo que ese camino se tendría que empezar a articular en el seno de la sociedad catalana y en sus representantes políticos. Le diré una cosa, señor Tardà, yo vi con buenos ojos las mesas de diálogo transversal que se han planteado en el Parlamento de Cataluña. Esa es una buena piedra de toque, una buena base para empezar a recomponer también afinidades, complicidades, confianza y lealtades dentro de los grupos parlamentarios que están en el Parlament de Catalunya. 

Evidentemente, tenemos discrepancias de fondo, pero somos muy conscientes de que esta cuestión se tiene que resolver votando. Al Partido Nacionalista Vasco le agradezco su visión y su llamada a la atención, y a todas sus señorías también. Me permitirán que en este último turno de réplica agradezca en particular a la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y al Grupo Parlamentario Socialista todo el apoyo que están dando a este Gobierno. 

Somos muy conscientes de la enorme tarea que tienen en todas y cada una de las comisiones y de que en muchas ocasiones tienen que hacer encaje de bolillos para sacar adelante muchas iniciativas que trae —y que va a traer— el Gobierno al Congreso, pero contamos, señora Lastra —Adriana—, con el mejor equipo, que es el Grupo Parlamentario Socialista. Muchas gracias y gracias, señora presidenta. (Aplausos).

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