sábado, 2 de mayo de 2020

COMPARECENCIA PEDRO SÁNCHEZ 2 MAYO


COMPARECENCIA PEDRO SÁNCHEZ 

Hoy hace ya 7 semanas desde que comparecí para anunciar el Estado de Alarma. Adelanté entonces que se avecinaban días muy duros y pedí al conjunto de la sociedad española sacrificio, unidad, disciplina social y moral de victoria para combatir la embestida feroz del virus COVID 19. Hoy, me gustaría comenzar mi intervención de una manera diferente. 

Con un mensaje de esperanza: con toda la prudencia que requieren las circunstancias, podemos afirmar que semana a semana se están cumpliendo los objetivos marcados y sé que consolida la bajada de la curva de propagación del virus. 

Hace 7 semanas, como decía antes, se decretó el primer Estado de Alarma, el virus entonces aumentaba su propagación cada día en torno a un 35%. Hoy lo ha hecho, según los últimos datos que hemos conocido, al 0.5%, es decir, 66 veces menos. 

Y los demás indicadores demuestran —lo recalco con toda la prudencia posible — que la enfermedad está siendo controlada en el país y que el Estado de Alarma, en consecuencia, funciona. 

Mientras los contagios descienden, 6 de cada diez personas contagiadas se están restablecido ya por completo. 

Es cierto que ayer mismo 276 compatriotas perdieron la vida. Y aunque sean en comparación con el último mes cifras mucho más bajas, el dolor continúa siendo insoportable dado que se acumula sobre el de miles y miles de pérdidas a lo largo de estas últimas semanas. 

Por eso, nuestro primer pensamiento como Gobierno debemos dedicarlo a quienes nos han abandonado y el primer homenaje de Estado, no les quepa duda, estará dedicado también a ellos y a ellas pero será en cuanto podamos sumarnos todos a él. Todos esperamos que ese día llegue ojalá muy pronto. 

Lo cierto es que estamos recogiendo, por fin, los frutos del sacrificio colectivo que hemos hecho durante todas estas semanas de Estado de Alarma. Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, la ejemplar disciplina social ejercida por la gran mayoría, nos permite ahora un merecido alivio. 

Fueron los niños y las niñas quienes empezaron la semana pasada a devolver la alegría a nuestras calles, a nuestras plazas. Y hoy mismo, los adultos y las personas mayores han podido salir o bien a caminar, a dar un paseo, o bien a hacer ejercicio. Y sé que lo han hecho.

Son los alivios pequeños, que llegan dosificados y que estoy convencido para muchos de ustedes pueden parecer aún insuficientes. Pero son importantes, y lo son porque marcan el cambio de rumbo que toman nuestras vidas. 

Recordemos: perdimos la movilidad, restringimos la movilidad y cayó en seco la vida social de nuestro país y la vamos a recuperar poco a poco. Hemos frenado la epidemia; hemos limitado en un tiempo record la difusión del virus. 

Ahora viene una etapa en la que recuperaremos poco a poco espacios de movilidad y de actividad social, de relación social mientras mantenemos a raya al virus. 

Y en esta desescalada será aún más importante, lo insistimos desde todos los ámbitos, será aún más importante en esta desescalada, en esa transición hacia la nueva normalidad el control y la responsabilidad social. La responsabilidad personal. 

En la desescalada la clave no será una sola decisión radical de permanecer en casa, como hemos visto en la escalada, en ese confinamiento como consecuencia del Estado de Alarma que decretamos hace 7 semanas. 

La clave serán decenas de decisiones: en el hogar, en el transporte, en la calle, en el trabajo, en el ocio. Como expliqué el pasado martes en mi última comparecencia, la desescalada comprende 4 fases que comienzan este próximo lunes, 4 de mayo con la Fase 0 o fase de preparación para esa transición, para esa desescalada. 

Esa Fase 0, que conocen perfectamente ustedes porque las condiciones ya las hemos adelantado, me gustaría sumar en este anuncio algunas otras. 

La primera de ellas es la obligación de utilizar a partir del próximo lunes 4 de mayo las mascarillas en todo transporte público. Por tanto, a partir del próximo 4 de mayo quien vaya a utilizar el transporte público estará obligado a llevar mascarilla. Para facilitar el cumplimiento de esta obligación, el lunes volveremos a repartir por parte de todas las instituciones del Estado, principalmente del Gobierno de España, en todo el país un total de seis millones de mascarillas en los principales nudos de transporte público. 

El Gobierno entregará además otros 7 millones de mascarillas a la Federación Española de Municipios y Provincias para que las distribuyan con este mismo propósito. Y además, un millón y medio de mascarillas a Cáritas, Cruz Roja y al CERMI, el Comité de Personas con Discapacidad, precisamente para poder repartirlas. 500 mil mascarillas a cada entidad. 

La Fase 0 incluye, como saben, algunas medidas de alivio que ya han entrado hoy en vigor, como la salida de niños y niñas, los paseos o hacer ejercicio físico en la calle. 

Y también, incluye otras medidas de apertura muy limitada de algunos establecimientos públicos, que entrarán en vigor este mismo lunes. Así, por ejemplo: 
  • Los restaurantes y cafeterías podrán abrir, no sólo para hacer entregas a domicilio, como venían haciendo hasta ahora, sino también para que seamos nosotros mismos quienes recojamos los pedidos en el propio local. Estos pedidos tendrán que continuar haciéndose por teléfono, a través de apps e internet o por correo electrónico, pero se podrá ir a coger la comida al restaurante o a la cafetería directamente. 
  • También vamos a establecer un sistema preferente de reparto para nuestros mayores, para aquellos colectivos vulnerables a la enfermedad y también, para las personas con algún tipo de dependencia. 
  • Por su parte, los comercios y locales de servicios que permanecían cerrados, como las librerías, las ferreterías, las peluquerías, las tiendas de reparación de calzado, los talleres, las de arreglo de ropa, entre otras muchas, podrán atender al público con un sistema de cita previa que garantice la permanencia en el interior del establecimiento o local, en un mismo momento, de un único cliente por cada trabajador. Esto es importante recordarlo, un único cliente por cada trabajador y en cita previa. Además, tendrán que tener un horario de atención preferente para mayores de 65 años, que deberá hacerse coincidir con las franjas horarias de sus paseos, les recuerdo, de 10 a 12 de la mañana y de 7 a 8 de la tarde. 
  • Y también podrán abrir los archivos, que deberán continuar prestando servicios, preferentemente, de forma telemática, pero también podrán permitir que los ciudadanos y las ciudadanas hagan consultas presenciales. 

En esta Fase 0, también se levantan las restricciones, como saben ustedes, para el deporte profesional. Y en consecuencia: 
  • Los deportistas profesionales y de alto nivel también podrán realizar entrenamientos individuales, recuerdo este término, en espacios al aire libre, sin límite de tiempo y siempre dentro de la provincia. 
  • Además, los que practiquen modalidades de deporte adaptado o paralímpico podrán estar acompañados de otra persona u deportista. 
  • Y los deportistas integrados en clubes deportivos que participan en ligas profesionales también podrán realizar entrenamientos y subrayo, individuales en las instalaciones de los clubes. 
  • En materia de movilidad, la actividad se irá incrementando paulatinamente al compás de la reactivación de la actividad económica. 

Por otra parte, les recuerdo también que el próximo lunes 4 de mayo habrá cuatro islas de nuestro país que pasan directamente no a la Fase 0 sino a la Fase I: la isla de Formentera, el Hierro, la Graciosa y la Gomera. Una en las Islas Baleares y otra en las Islas Canarias. Esto significa que, en estos territorios, en estas islas, las restricciones se irán relajando aún más en los próximos días: 
  • Se permitirá el contacto social en grupos reducidos, para personas que no tengan patologías previas y que no pertenezcan a colectivos vulnerables ante el COVID-19. 
  • Los convivientes, a diferencia de lo que ha ocurrido hasta ahora, podrán ir en el mismo vehículo privado, sin limitaciones. Es decir, que podrán ocupar todos los asientos del vehículo. Pero, insisto, los convivientes. 
  • Se podrá ir a los locales comerciales y de servicios, sin cita previa, pero con limitaciones de aforo. 
  • Se abrirán los mercadillos al aire libre. 
  • Y se reactivarán las terrazas, así como las bibliotecas, los espectáculos culturales en recintos cerrados y al aire libre, también con limitaciones de aforo. 

Como les he dicho en algunas otras comparecencias, comenzamos la desescalada con incertidumbres enormes sobre el virus, desde luego. Incertidumbres sobre el origen, sobre las vías de transmisión, sobre sus efectos sobre el organismo, sobre las terapias, sobre la vacuna… Al igual que los países de nuestro entorno. 

Quien presuma de conocer todo sobre el virus y sobre los métodos para combatirlo no está diciendo la verdad. Y además, no habrá aprendido nada de los errores. Pero comenzamos la desescalada con algunas certezas sólidas sobre la capacidad de España de vencer al virus: 

Sabíamos, por ejemplo, que el confinamiento era el modo de cortar en seco la propagación del virus. Y lo aplicamos; y cortamos la expansión del virus con las medidas más severas que se han adoptado en todo Occidente. 

Sabíamos que la higiene y la protección cortan el contagio. Y las hemos puesto en práctica; y estamos atajando los contagios como estamos viendo en las cifras. Sabíamos, por otro lado, que el confinamiento absoluto no podía durar para siempre. 

Y hace 20 días reanudamos las actividades económicas no esenciales con protección y precauciones para los trabajadores y trabajadoras, y hemos seguido avanzando frente al virus y los hechos han desmentido los malos augurios de algunos. 

De nuevo hemos de seguir tomando decisiones, y después de estas, lógicamente vendrán otras y nunca podremos estar completamente seguros de que acertaremos con cada una de ellas; y es posible que en algunas de las ocasiones nos equivoquemos. 

Pero en todo caso, hemos tomado y tomaremos, hasta que salgamos de esta situación, decisiones que nunca nadie había tenido que tomar en la historia de nuestro país bajo una única guía de actuación: la máxima coordinación, la máxima prudencia y la máxima cautela. Y todo con el objetivo de defender la salud pública del conjunto de la sociedad española y de salvar vidas. 

Centrándonos en ganarles al virus sin perder el tiempo en reproches a nadie. Por tanto, entre las dudas que persisten, debemos aferrarnos a determinadas certezas: sabemos, por ejemplo ahora, que el Estado de Alarma ha funcionado, no sólamente en España sino también en otros muchos países que están acogiéndose a este instrumento jurídico. 

El Estado de Alarma ha funcionado. Y sabemos que sigue siendo necesario. Por eso, el Gobierno de España solicitará el próximo miércoles una nueva prórroga de otros 15 días al Congreso de los Diputados. Vamos ganando la batalla contra la epidemia, pero con un coste muy elevado en vidas y en sacrificios. El virus no se ha marchado. El virus sigue ahí, al acecho y en consecuencia tenemos que estar preparados para poder reaccionar y lógicamente poder gobernar ésta transición hacia esa nueva normalidad. 

Hoy hemos recibido con alivio que solamente se registraron en España poco más de 1.000 nuevos diagnósticos. Parecen pocos al lado de los que llegamos a soportar hace muy pocos días; pero para comprender el riesgo que aún corremos, pensemos que un solo contagiado desde el extremo oriental de Asia puso en peligro a toda la Humanidad en menos de 100 días. 

Bajar, en consecuencia, la guardia ahora y en el futuro, relajar la higiene, reducir la distancia, rebajar en definitiva, la protección, sería aún peor que habernos rendido hace 5 semanas. Sería una irresponsabilidad absoluta, que se traduciría en vidas perdidas y mayores estragos para nuestra economía. 

Venimos, como saben ustedes, de una situación en la que teníamos que decidir con apremio para defender al país de la acometida brutal de la pandemia; y al mismo tiempo, debíamos coordinar y atender a todas las administraciones públicas en uno de los estados más descentralizados del mundo; y a la vez, debíamos rendir cuentas ante el Parlamento y ante los medios de comunicación, como tiene que ser en una democracia como la nuestra. 

Hemos procurado como Gobierno hacer frente a todas estas cuestiones, hacerlo pese a la dificultad del ejercicio y la intensidad de los minutos con la que hemos vivido, como ustedes, estas largas semanas de Estado de Alarma. 

Hemos tratado de seguir tres reglas: 
  • En primer lugar no polemizar con nadie, 
  • en segundo lugar buscar la unidad 
  • y en tercer lugar escuchar, escuchar a todos, escuchar a todos los colectivos, a todas las instituciones, a los agentes sociales. 

Los contagios no se evitan con polémicas; el virus no se doblega con división, ningún enfermo se cura con insultos. Ésa es mi manera de entender la política. Por eso el Gobierno ni polemiza ni polemizará con otras administraciones. 

Y por eso, el Gobierno aceptó adaptar el formato del Pacto de Reconstrucción Social y Económica que propusimos para alcanzar la unanimidad del conjunto de grupos parlamentarios. Y por eso hizo suyas también las reivindicaciones legítimas de algunos Gobiernos autonómicos sobre la gran industria, a la que finalmente se consideró entre los servicios esenciales. 

Y por eso el Gobierno también atendió a las reivindicaciones de los colectivos de trabajadores autónomos y ahora pueden compatibilizar la prestación por cese de actividad con otro tipo de prestaciones. Y por eso, el Gobierno atendió a las reivindicaciones del ámbito rural y por eso se podrá cuidar de los huertos particulares a partir de este mismo sábado. T

ambién atendimos las reclamaciones de las asociaciones de la prensa y modificamos el formato de las ruedas de prensa con el mayor despliegue de comunicación y transparencia hecho en democracia. 

Y del mismo modo, vamos a atender la petición de recursos de las CCAA con un nuevo anuncio y es que aprobaremos un Fondo especial para la Reconstrucción Social y Económica dotado con 16.000 millones de euros cuyos detalles compartiré mañana en la 8ª Conferencia de Presidentes que celebramos en estos últimos dos meses. Nunca en la historia de la democracia se habían celebrado tantas conferencias de presidentes como estamos celebrando en estas semanas que llevamos de Estado de Alarma. Será este Fondo un Fondo no reembolsable para que ninguna de las Comunidades Autónomas se quede atrás con independencia del impacto que haya tenido la pandemia en cada uno de los territorios. 

El Gobierno de España tiene determinación firme de gobernar para todos y además de escucha a todos. Debemos seguir por ello trabajando juntos. Y ahora que hemos superado los peores momentos de urgencia y también, reconozcámoslo, de cierto agobio, podemos ahondar en la coordinación, en la cooperación y mejorar en consecuencia la co-gobernanza de esa desescalada. 

Tenemos cuatro años por delante de legislatura para reconstruir social y económicamente nuestro país. Lo responsable, por lo tanto, es seguir trabajando con tesón por superar la crisis de salud pública de hoy y para prepararnos mejor ante sus consecuencias económicas y sociales que ya empiezan a verse como consecuencia de este parón de la actividad económica. 

Casi al mismo tiempo que decretamos el Estado de Alarma para defender la salud pública del conjunto del país y también para salvar vidas, pusimos en marcha una batería de acciones para proteger el tejido productivo de nuestro país, para proteger en definitiva la economía de nuestro país ante la emergencia que nos arrollaba. Supone con seguridad la mayor movilización de recursos públicos de nuestra historia democrática. 

Un esfuerzo que está salvando miles de empleos a través de la figura de los ERTE, que está ofreciendo subsidios a miles de trabajadores y también al colectivo de los autónomos y que está evitando los desahucios y los cortes de luz de las familias que han devenido vulnerables como consecuencia del parón de la actividad económica.

Siete semanas después podemos calcular con más precisión el alcance económico y social de esta crisis. Hace unos días, en alguna otra comparecencia, adelanté que nos hallábamos ante el mayor parón, el mayor cataclismo económico en un siglo. 

Pues bien, los cálculos de los que ya disponemos y que hemos trasladado a las instituciones europeas corroboran aquella previsión que anticipé y arrojan además dos conclusiones que me gustaría compartir con ustedes: 
  • La primera es que la senda de crecimiento sostenido y sólido que seguíamos antes de que la epidemia irrumpiera en nuestras vidas se verá interrumpida y este año la riqueza nacional se reducirá en más de un 9% y lógicamente tendrá un impacto sobre el empleo. 
  • Y la segunda conclusión de los cálculos es que estamos en condiciones de recuperar la riqueza y el empleo en los próximos dos años, en 2021 y 2022, para terminar en 2023 mejor de lo que estábamos al comenzar este año tan dramático como consecuencia del COVID 19. 

Para ello, a mi juicio y a juicio del Gobierno, serán imprescindibles tres pilares para lograr éste propósito: El primero de ellos es Europa. Me han escuchado hablar mucho de ello. Con un Pacto en la Unión Europea ambicioso, rotundo, para impulsar la Reconstrucción y la Recuperación Económica y Social que se comprometa con todos y cada uno los países miembros de la Unión y, en particular, con aquellos que han sufrido el mayor impacto en la pandemia. 

Eso se llamada solidaridad a la que no vamos a renunciar y que España está dispuesta a liderar. Este es el primero de los pilares. En segundo de los pilares es apoyarnos en nuestros empresarios, empresarias, trabajadores, emprendedores, profesionales autónomos convocando al proyecto de Reconstrucción Social y Económica al mejor talento de nuestro país. Éste es el segundo de los pilares. 

Estamos para vencer esas negras previsiones. Ya lo estamos viendo en muchos pequeños comercios que están adaptándose a ésta nueva realidad, en el teletrabajo, en nuestra industria, en nuestra capacidad de nuestro tejido productivo de resistir y dar un paso más. En el esfuerzo de rentas que estamos haciendo. En el Escudo Social y en la Red de Seguridad económica que estamos construyendo desde el Gobierno de España.

Sabemos hacerlo y lo vamos a hacer como país. No es la primera vez que lo hacemos. Y vamos a actuar para que esta recuperación sea sólida, sostenida en el tiempo y que a nadie deje atrás. Y duradera. Y, en tercer lugar, el tercer pilar, es la unidad. Al que me han ustedes escuchado referirme en muchísimas ocasiones. 

Lo vamos a lograr si nos unimos todos, si remamos juntos todas las administraciones, todas las instituciones, lógicamente los agentes sociales y también todos los partidos políticos. Si colaboramos Gobierno, Comunidades Autónomas, ayuntamientos, municipios, provincias, cabildos, consells, si colaboramos también y coordinamos el Gobierno de España, la oposición alrededor de ese gran Pacto de Reconstrucción Social y Económica que necesita nuestro país. 

Lo que es evidente es que gobierne quien gobierne y en todos los rincones de nuestra geografía, es necesario, será necesario esa reconstrucción y económica, ese gran pacto, esa gran alianza. Esta batalla contra el virus nos ha dejado unas cuantas lecciones entre las que me gustaría destacar una por encima de cualquier otra. Y es que la protección de cada cual depende de la protección de los demás. 

La protección siempre es recíproca. Nadie puede ponerse a salvo solo. Todos dependemos de todos. En nuestra salud y también en nuestro bienestar económico y social. En los hospitales y también en conjunto de instituciones. 

Esta crisis ha demostrado que somos una sociedad fuerte, resiliente, inteligente y disciplinada, solidaria y agradecida. Estamos superando esta prueba de una manera ejemplar -me gustaría volver a recordarlo- y eso nos da motivos para la esperanza de un mayor entendimiento, de una mejor convivencia. Ya estamos parando unidos al virus. Ahora toca mantenerlo a raya y poner en marcha cuanto antes a nuestro país. 

Muchas gracias

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