miércoles, 27 de abril de 2016

INTERVENCIÓN PEDRO SÁNCHEZ ANTE GRUPO PARLAMENTARIO




Muchísimas gracias Micaela, muchísimas gracias compañeros y compañeras, senadores, senadoras. Tenía una intervención preparada, pero no la voy a leer. Voy a comentaros en esta intervención algunas cosas que me parecen importantes.

Mirad, esta semana se ha cumplido el 30 aniversario de la aprobación de la Ley General de Sanidad en nuestro país. Fue aprobada por un gobierno socialista y aporbada por un militante, ministro socialista, Ernest Lluch. Esa ley trajo a España la universalidad de la sanidad pública. Trajo a España derechos, dignidad, ciudadanía. El Partido Socialista es el partido de la igualdad.

Hace unos días, recordando la figura de Ernest Lluch, visité en internet un video de Ernest Lluch muy famoso, en una plaza muy famosa de este país, acompañado de un gran alcalde, en el que se encaró a aquellos que defendían el terrorismo y a la banda terrorista de ETA, y les dijo –os acordáis-: ‘gritad, gritad, gritad, porque mientras gritáis no matáis’. Y les dijo que aquellas personas que se estaban manifestando a favor de ETA y en contra de la paz y de la concordia en el País Vasco, no habían entendido nada, porque la democracia había permitido, después de cuarenta años de dictadura, que aquellas personas se pudieran manifestar en libertad.

Ernest Lluch fue asesinado por aquellos que no pudieron soportar ese grito de libertad y de concordia. Nosotros, compañeros y compañeras, el Partido Socialista Obrero Español, es el partido de la libertad, y aquellos que hoy ensalzan a Otegi y le llaman hombre de paz, convendría que recordaran las palabras y la memoria de Ernest Lluch.

Yo milito en el Partido Socialista desde el año 93, aunque socialista de corazón fui desde que nací. Tomé conciencia con 13-14 años, porque fue entonces cuando me di cuenta de que mis abuelos, que han muerto, el año pasado el último de ellos, nunca pudieron aprender a escribir ni tampoco a leer; y fue entonces cuando me di cuenta de la enorme injusticia que se había perpetrado a muchas generaciones durante la larga dictadura franquista. Y decidí afiliarme al Partido Socialista, porque quise afiliarme al partido que cambió todo; que cambió la historia de este país; que devolvió la dignidad a la ciudadanía, los derechos, las libertades; que hizo que nuestro país, arrinconado en la historia, fuese un país europeo.

Por eso, compañeros y compañeras, la diferencia entre el socialismo y otras pseudoizquierdas, ¿sabéis cuál es?, que nosotros no renunciamos a gobernar el presente porque queremos transformar el futuro. Mientras otros lo único que piden es cambiar el futuro, pero dejan a la derecha gobernar este país. Nosotros queremos gobernar para transformar el futuro.

Por eso, compañeros y compañeras, diputados y diputadas, senadores y senadoras, gracias. Gracias por el trabajo que habéis hecho estos cuatro meses. Gracias por vuestro trabajo en las comisiones, en los plenos. Porque habéis demostrado que cuando se habla de políticas y no de sillones, cuando se habla de soluciones y no se habla de sillones, el partido Socialista y el resto de fuerzas del cambio nos podemos poner de acuerdo.

Nosotros hemos cumplido con nuestra labor, con nuestro cometido, con la palabra dada. Dijimos a los españoles el pasado 20 de diciembre que votar socialista significaba votar cambio, y nosotros hemos intentado liderar y protagonizar ese cambio.

Mirad, compañeros y compañeras, es verdad que nos vamos a presentar cuatro candidatos el 26 de junio que repetimos, que ya nos presentamos el 20 de diciembre, pero a ojos de los españoles no somos iguales. No somos iguales. Yo el 20-D aprendí muchas cosas del mensaje que nos trasladaron los españoles. Aprendí el mensaje que me trasladaron a mí como líder del PSOE y también como secretario general y presidente del Grupo Parlamentario Socialista. Mirad, la ciudadanía nos dijo claramente que teníamos que abrir una nueva etapa política en nuestro país, y que teníamos que ejercer la nueva política; y la nueva política era abandonar y desterrar el ‘y tú más’. Por eso hoy he dicho lo siguiente:

Mirad, yo siempre he dicho que nuestro sistema político y nuestra democracia se está resintiendo de que el actual presidente del Gobierno no hubiese dimitido como consecuencia de haber enviado ese SMS a Bárcenas de apoyo y de aliento, precisamente una semana después de que se conociera que tenía 30 millones de euros escondidos en cuentas corrientes en Suiza.

Dije desde el primer momento que el señor Rajoy tenía que haber anunciado su dimisión y no tenía que haberse presentado a las elecciones del 20 de diciembre. Lo sostengo. Creo que se tiene que asumir esa responsabilidad política por parte del señor Rajoy. Me equivoqué en la forma, pero no me equivoqué en el fondo y creo que en las próximas elecciones del 26 de junio también los españoles estamos llamados y convocados a que el PP y Mariano Rajoy asuman sus responsabilidades políticas y se regenere la democracia mandando al PP a la oposición.

Por eso, os voy a pedir una cosa. Durante estas semanas que tenemos hasta las elecciones no entremos en el reparto de culpas. Dejémoslo a otras formaciones políticas. Los españoles han visto claramente quiénes hemos sido aquellos que hemos hecho todo lo posible por evitar el fracaso de esta legislatura y que hubiera un gobierno de cambio en nuestro país y quiénes lo que han hecho han sido bloquear ese cambio.

Mirad, yo en ese bloque del bloqueo entiendo al señor Rajoy, que lo bloquee. Evidentemente, lo que queríamos era cambiar las políticas y, en consecuencia, cambiar el gobierno liderado por el señor Rajoy. Lo que no entiendo, lo que me parece inexplicable es que aquellos que se alzaron al grito de no nos representan, acaben no representando aquello por lo que fueron elegidos, es decir, el cambio.

Y nosotros, compañeros y compañeras, el Partido Socialista Español si ha hecho algo durante estos cuatro meses es representar a los no representados. Eso hemos hecho. Ya la gran lección que hay que sacar en estos cuatro meses ¿sabéis cuál es?: que cuanto más fuerte esté el Partido Socialista, mayores garantías de cambio habrá en nuestro país. Por eso, la nueva política es dejar atrás el y tú más. La nueva política es también anteponer el interés general al interés partidario.

Mirad, cuatro meses después, se van a repetir las elecciones sin que le presidente del Gobierno en funciones, el líder del partido más votado el pasado 20 de diciembre, se haya subido a la tribuna para pedir y solicitar la confianza de la Cámara a la formación de su gobierno. Y lo hizo amparándose en una mentira y era que nosotros teníamos un acuerdo con Podemos para repartirnos el Gobierno y eso hizo que el Partido Socialista tuviera que afrontar una disyuntiva muy sencilla: o hacíamos lo mismo que Rajoy y situábamos en un bloqueo y en un desgobierno a la democracia en nuestro país, o dábamos un paso la frente y asumíamos nuestra responsabilidad. Y asumimos y acepté el encargo del rey precisamente por eso, porque no quería que España se sumiera en el desgobierno y en el bloqueo institucional y acepté la encomienda del rey porque creí y lo sigo creyendo que las fuerzas del cambio teníamos una oportunidad de cambiar el rumbo en nuestro país.

Desgraciadamente, no ha podido ser. Pero, que no os quepa duda, será. El cambio se aplaza dos meses, pero el cambio llegará. La nueva política que nos dijeron los españoles era la del acuerdo, no la de la imposición. Y a aquellos que hoy critican el acuerdo que firmamos con Ciudadanos, lo que les digo es que no han entendido nada. Porque lo importante es que los españoles han visto a un partido como el PSOE tender la mano, olvidarse de aquello que nos separa y centrarnos en las cosas que nos unen con partidos que tienen ideologías completamente distintas a las nuestras, como es el acuerdo con el partido del señor Rivera. El acuerdo con un partido que, efectivamente, es un partido de centroderecha, es un partido con el que no compartimos ideología, pero sí compartimos algo muy importante, y que es que España vuelva a funcionar. Ofrecer un cambio progresista y reformista en nuestro país.

Y aquellos que han bloqueado ese acuerdo no están bloqueando la investidura de un presidente socialista, no están bloqueando que el PSOE gobierne este país; lo que están bloqueando, ¿sabéis lo que es?, que se recupere la universalidad de la sanidad pública, que se recuperen los convenios colectivos, que se reconozcan las becas como un derecho y que se acabe con los aforamientos de diputados y senadores, para que por ejemplo la señora Rita Barberá sea juzgada como todo hijo de vecino en los tribunales ordinarios. Eso es lo que están bloqueando.

Y la nueva política, compañeros y compañeras, también supone reconocer que el PSOE sigue siendo esa pieza fundamental en cualquier aritmética parlamentaria posible. Y eso significa que la nueva política es cumplir con la palabra dada. Mirad, yo lo dije siempre. Dije que no iba a ser presidente del Gobierno a cualquier precio; lo dije el 21 de diciembre, el 22 de diciembre, el 23 de diciembre… todos los días sucesivos desde las elecciones. Hubo gente que no me creyó. Hubo voceros del PP que dijeron “el señor Sánchez, lo que va a hacer es echarse en brazos de Podemos y de los independentistas, todo con tal de poder ser presidente del Gobierno”. Se equivocaron. Hoy los españoles saben que yo soy un político que hace lo que dice y que cumplo con mi palabra.

Porque hoy la disyuntiva no es pactar con el PP o pactar con Podemos. Si hubiera habido una mayoría de izquierdas en este Congreso, es evidente que hoy yo sería presidente del Gobierno y que hubiera habido un gobierno de coalición con otras fuerzas políticas de izquierdas. El problema es que los españoles no optaron por un bloque mayoritario de izquierdas u otro de derechas. Es más, aquellos que están diciendo que es posible un gobierno de izquierdas, lo que están ocultando es que se necesita el apoyo de fuerzas independentistas conservadoras, como Democracia y Libertad. Y yo os pregunto, ¿es mejor para el país acordar con una derecha como la de Ciudadanos o con una derecha como la del señor Mas y Democracia y Libertad, que apoyó la amnistía fiscal de Rajoy y aprobó la reforma laboral del PP? Por eso, nosotros siempre hemos defendido lo mismo. Que la ciudadanía lo que nos dijo el pasado veinte de diciembre no es que creemos una nueva trinchera ideológica, un nuevo frente ideológico, frente lo que ha ocurrido precisamente en estos últimos cuatro años, que ha sido precisamente el gobierno más conservador y más retrogrado de la democracia española, y las mujeres sobre todo lo sabéis bien.

Lo que nos pidieron los españoles es precisamente trascender las fronteras ideológicas porque precisamente las grandes transformaciones que necesita España necesitan del concurso y del acuerdo de muchos, para que puedan perdurar en el tiempo. Ahí están el pacto educativo, el pacto de Toledo para sostener nuestras pensiones, las de nuestros mayores, el pacto contra la violencia de género –son veinte las mujeres asesinadas desde el 20 de diciembre en nuestro país-, el pacto para reformar nuestro sistema electoral… Necesitan del concurso de muchos y no del concurso de pocos. Por eso, nosotros siempre dijimos lo mismo: la única opción posible de cambio es que nos entendiéramos las tres fuerzas políticas del cambio, las principales. Eso no fue posible, pero no fue posible porque no hubiera una hoja de ruta compartida; hay un consenso unánime, lo hemos visto en este Congreso, respecto a qué cosas hacer para resolver la desigualdad social en nuestro país, para resolver la crisis de legitimidad y de regeneración democrática que necesita nuestro país, y también para crear las oportunidades laborales que demandan millones de españoles que hoy no tienen. ¿El problema sabéis cuál es? Que han podido los vetos nominales a la política.

Aquellos que vinieron bajo el grito de la nueva política, aquellos que dijeron que iban a desterrar el y tú más, han sido los primeros en caer en lo peor de la política, que es el y tú más. Por eso, lo que tenemos decirles a todos los españoles, a aquellos que hayan votado a Podemos, a Ciudadanos, al PP, es que quien quiera cambiar este país, lo que tiene que hacer es volver a confiar en el PSOE. Porque nosotros sí somos la garantía de cambiar el rumbo en nuestro país y de resolver los problemas de falta de oportunidades, de derechos sociales y la demanda justa de regeneración democrática en nuestro país. En muchas ocasiones se dice, por parte de aquellos que han bloqueado mi investidura, fijaos, son tan de izquierdas, tan de izquierdas, que lo que han hecho por primera vez en la historia es prohibir y vetar la investidura de un presidente de izquierdas y permitir que el presidente del Gobierno más retrógrado de la historia de la democracia, como es Rajoy, continúe en el Gobierno. Fijaos si son de izquierdas.

Por eso, en muchas ocasiones cuando se nos reprocha el acuerdo con Ciudadanos que es un acuerdo que mira a la derecha, yo os digo: ¿recuperar la universalidad de la sanidad pública es de izquierdas o de derechas, suprimir los copagos farmacéuticos es de izquierdas o de derechas, recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos es de izquierdas o de derechas? Para mí, claramente, es de izquierdas. Pero, fijaos, ¿sobre todo, sabéis lo que es? Es de justicia. Justicia pidieron los españoles, justicia social, y justicia vamos a construir a partir del 26 de junio, espero con una victoria socialista.

Yo, compañeros y compañeras, creo que nosotros lo que tenemos que hacer durante esta campaña que se avecina, durante las próximas semanas que tenemos por delante, como diputados, diputadas, senadoras y senadores, representantes de nuestra organización, es hablar con la ciudadanía, hacer pedagogía de lo que ha pasado durante estos últimos cuatro meses. Pero, sobre todo, hablar de futuro, de lo que vamos a hacer y ofrecer a este país para cambiar el rumbo durante los próximos cuatro años. Así que os pido que no haya reparto de culpas, que no hablemos de culpables, que hablemos de futuro y de soluciones, que es precisamente lo que necesita nuestro país.

El día de la aceptación de la encomienda del jefe del Estado, yo cité a Cervantes y dije que “a cualquier mal buen ánimo repara”. Yo os puedo asegurar que mi ánimo está fortalecido y que hoy tengo más ganas que nunca de poner fin al mal gobierno de Mariano Rajoy. Así que, compañeros y compañeras, en esta campaña, en estas semanas que vienen, a decir, porque el PSOE tiene mucho que decir mientras otros van a tener que explicarse. Decía Ernest Lluch que el socialismo es sobre todo construir la máxima fraternidad, la máxima igualdad, la máxima libertad entre nuestros compatriotas. Eso es lo que os pido: hacer socialismo, trabajar y a ganar. Porque os digo una cosa: nosotros sí que podemos, ¿y sabéis por qué?, porque queremos. Gracias.

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