jueves, 18 de julio de 2019

DEBATE INVESTIDURA CORTES CASTILLA - LA MANCHA II

Podría elegir muchos datos. De hecho, los voy a repasar a lo largo de mi intervención. Pero tenemos una foto de partida optimista. No digo feliz ni digo absoluta, digo que las cosas están objetivamente bastante mejor que hace cuatro años, que tampoco tenemos que inventar la pólvora para seguir avanzando, que tenemos que seguir con lo que estamos haciendo, y más, si es posible. 

Porque, evidentemente, la ciudadanía ha avalado, si quieren ustedes, la medicina que esta región tuvo que recibir después de los años anteriores y los años de la crisis. El proyecto que planteo se basa en tres conceptos a modo de triángulo, que están relacionados. Soy un firme defensor de que los tres dependen de forma interactuada entre ellos: cohesión, competitividad y sostenibilidad. Podríamos decirlo: hay que crecer, hay que saber para qué y hay que saber cómo mantenerlo. Sería el resumen de este triángulo. 

No voy a empezar por el hecho de crecer, que es lo que todo el mundo entendería. Lo primero es crecer para luego repartir. Bueno, mi prioridad es socializar el crecimiento y la recuperación. Porque crecer, es evidente que forma parte del objetivo de cualquier Gobierno que sea medianamente sensato, pero de eso voy a hablar también. Socializar la recuperación en un momento, señorías, de enorme trascendencia de modelo en España. 

Muchos de los retos que tenemos por delante, ojalá que los podamos abordar, no son consecuencia de un fracaso de sociedad. Es más bien lo contrario: son el éxito de nuestra sociedad. ¿Es un problema, de verdad, que dentro de 10 años haya más personas jubiladas que trabajando? Si no se cambian las cosas, claro, la legislación. ¿Es un problema que necesitemos cada vez más atención sanitaria, porque la gente vive más? ¿Es un problema que cada vez necesitamos más plazas de residencias para mayores y para dependientes, que tiene mucho que ver con la esperanza de vida? 

Bueno, habría, a lo mejor, quien lo querría arreglar rebajando sustancialmente la esperanza de vida. Claro, si la gente se muere antes, no se preocupen, que, evidentemente, el gasto público baja una brutalidad. No, yo creo que podemos presumir, entre todos, de haber conseguido la tasa de esperanza de vida más alta del mundo después de Japón, y de haberlo hecho, además, de una manera homogénea en una sociedad conflictiva, en cambio, en transformación, cambiando y revolucionando nuestros medios de comunicación, la distribución, desde el Internet hasta la logística, cambiando tantas cosas, que no somos todavía capaces de adivinar cómo van a acabar. 

Estamos en medio de una enorme transición económica que lleva años, y que no sabemos siquiera dónde nos dejará como sociedad dentro de años. Sabemos algunas cosas. Sabemos que la población va a seguir envejeciendo, afortunadamente. Sabemos, probablemente, que esta sociedad está transformándose hasta el punto de que, a la vuelta de poco tiempo, tendremos que hablar de que los impuestos no solo los paguen los ciudadanos, sino que los terminen pagando las máquinas. Ya lo verán. 

Realmente, y no planteo subir los impuestos a nadie, y menos a las máquinas, pero digo que la sociedad a la que vamos dentro de una década o dos, nos lleva a un cambio en el modelo productivo, en el modelo de trabajo, que no hay que ver como negativo. Al contrario, que encaja con todos los planteamientos de orden, de progreso, e incluso constitucionales. 

Lo saben muy bien también los responsables del servicio jurídico, como el presidente del Consejo Consultivo de la comunidad autónoma, que nos acompaña. La pregunta que nos tendríamos que hacer es: ¿a dónde va esta sociedad de éxito? ¿Cómo, lo que son retos, son retos en vez de problemas, y cómo los abordamos? Por supuesto, las pensiones; por supuesto, la atención a la dependencia. 

Todos los problemas que tienen que ver con el vivir más, y solo se vive más porque se vive mejor. La segunda pregunta que me tengo que hacer y nos hacemos en esta socialización de la recuperación es si en realidad, a pesar de que el mundo es mejor para todos, y hoy todos querríamos nacer hoy, en vez de en el siglo XVI, salvo que uno naciera siendo conde o duque, y con esos derechos tan extraños que tenían antes los poquitos, pero hoy todo el mundo quiere nacer, si tiene, sobre todo, problemas, más que hace 40, 50 o 60 años, ya no digamos en la posguerra. Pero, aun así, nos tenemos que seguir preguntando si todos tienen las mismas oportunidades de verdad. Este es el proyecto que planteamos.

Por eso la clave está en la cohesión. Cohesión que empieza por el desarrollo, la implementación y el incremento notable de las políticas sociales. Prometí, y vamos a cumplir, un objetivo que es: 2.000-2.000-2.000. 2.000 plazas más por ejercicio, para plazas de residencia para personas mayores; 2.000 plazas más en ayuda a domicilio; y 2.000 plazas más para teleasistencia. Son tres elementos que van a condicionar por completo la tranquilidad de nuestra gente mayor, su sosiego y su jubilación, que sea júbilo de verdad. (Aplausos). Su vida, con ella la de sus hijos, la conciliación de los hijos, y, sobre todo, de las mujeres, para que puedan trabajar. 

Por supuesto, combatir un fenómeno que alguien se tomará a risa, pero que empieza a ser algo evidente en una sociedad que envejece, que es el de la soledad. No voy a crear una consejería para la soledad, pero créanme que tendremos que empezar a hablar del problema que se plantea en una sociedad en la que la gente se puede encontrar sola en los últimos años de su vida, y que tienen que ver con un desafío, también, incluso si quieren, moral o de valores para esta sociedad. 

Vamos a plantear que en esta legislatura seamos capaces de hacer 40.000 incorporaciones más, 40.000 valoraciones más a la dependencia. Vamos a plantear, por supuesto, no solo seguir subiendo peldaños, que estamos ya entre el notable alto en valoraciones de dependencia en España. 

Estábamos muy suspensos hace escasamente cuatro años, de los peores en el país, sino que vamos a plantear, además también, la exigencia en el país de un colchón de renta, que, bien sea con nuestra legislación, o mejor, amparada con la del Estado, nos lleve a tener un mínimo asegurado en el conjunto del país, y que, sobre todo, homogeneice, que compatibilice, que evite distorsiones en las muchas ayudas que damos puntualmente, si no para energía, para pobreza, si no para otras razones concretas de familia numerosa, etcétera. 

Interesa mucho que haya un punto de partida en el que la sociedad pueda descansar la principal responsabilidad que tenemos, y es que lo esencial, lo básico, no le falte a nadie. (Aplausos). En esto voy a plantear con mucha claridad la ayuda del tercer sector. Afortunadamente, en España, por encima de otros muchos países, tenemos organizaciones que no tienen interés lucrativo, mueven dinero, mucho, y cada vez tienen que mover más, y tienen plantillas y tienen trabajadores, y cada vez tienen que tener más, pero que no se mueven por dinero, se mueven por otro concepto de rentabilidad, que emparenta claramente con nuestros objetivos, y con el mío de una manera muy clara, que es el de la rentabilidad social. 

En esto, tenemos que ser serios, espero, y les invoco a todos los grupos parlamentarios para aprobar la legislación, que será de las primeras que traigamos la Ley del Tercer Sector por unanimidad, que podamos establecer programas y conciertos duraderos, estables y razonables con el tercer sector para garantizar un crecimiento en las políticas sociales, que, además, no será disparatado en su gestión, y que además tendrá muy claro que la prioridad es el paciente, el dependiente, el usuario. 

Por supuesto importa quién es el trabajador, pero si no importa si es del Gobierno o es de una gran Administración o de una gran ONG, o una gran asociación, lo verdaderamente importante es cómo están de atendidos, y que podamos incrementar las tasas de cobertura del conjunto de una manera que solo en España podemos hacer, porque ha ido creciendo un tejido asociativo verdaderamente envidiable. 

Esta será una ley de las primeras que aprobemos, de las primeras que tramitemos, y que ya tiene prácticamente todos los informes evacuados para sacarla adelante. Además, plantearemos seguir abriendo y poniendo en servicio las infraestructuras sociales, que en esta última legislatura solo hemos podido abrir la mitad, que están hechas, que estuvieron casi terminadas, que se hicieron para algo, pero que se descontaron hace cinco años. Contamos con 122 recursos físicos para determinados servicios sociales que se paralizaron hace cuatro años y medio, de los cuales hemos abierto más de la mitad, y que pretendemos abrir a lo largo de esta legislatura. No vamos a tener ni que construir cosas nuevas. 

Bastará con poner en marcha las que estaban previstas, de manera que haremos, además, justicia, con esa inversión y ese gasto que la sociedad hizo en su momento, que luego se ralentizó por los tiempos de crisis o por el cambio de prioridades políticas, o a veces por las dos cosas, pero que siguen siendo un activo importante de una sociedad que no tendrá derecho o no tendrá posibilidad de ir los primeros en todo, pero que sí tiene que hacerlo en materia de cohesión y de igualdad. 

Vamos a plantear también una ley que, estoy seguro, tendrá mayoría de la Cámara, a ser posible unanimidad, que es la ley que nos permitirá presumir de ser la primera región en España, creo que en Europa, pero por concentrarme en el país, en universalizar el servicio de atención temprana. 

Qué importante es para la tranquilidad de la gente, para el futuro de nuestra gente, de nuestras familias, y para el mejor funcionamiento de nuestros servicios de atención, tanto sanitarios como sociales. Hay muchas familias a las que seguramente vamos a poder seguir diciendo que tiene su hijo una enfermedad rara, y cuando decimos rara, decimos que no se sabe. Pero nuestro objetivo es que, aun así, y a expensas de que la ciencia avance, tengan atención, tengan tratamiento, y, sobre todo, estén integrados en el conjunto del funcionamiento de la sociedad. Esto es lo más importante, señorías. (Aplausos). 

Tendremos, también, una ley en estas Cortes para la infancia y la familia. Una ley para la accesibilidad, que pretendo negociar también con el sector, y que entendemos tiene que ser avanzada. No una ley clásica, que de esas ya tenemos, y que han dado un buen rendimiento, sino una ley que nos ponga en el siglo XXI de verdad, y en el siglo XXII si podemos, en ambición, para hacer más cómoda, más fácil y, sobre todo, más democrática la vida diaria. 

Porque aquí todo el mundo puede votar. En las últimas elecciones, incluso gente que antes tenía inhabilitación judicial. Pero se puede ser democrático en eso y no en la vida diaria, porque también la democracia exige que todo el mundo pueda andar por la calle, y que las aceras sean válidas para todos. Fíjense qué cosa más sencilla. Pero en eso también consiste una democracia, que ya sé que se dice fácil y que cuesta mucho cambiar. Pero las leyes tienen que servir para remover obstáculos, para plantear objetivos y para determinar prioridades presupuestarias. 

Habrá también una ley que convertirá, como digo, con el mayor rango, la estrategia que hasta ahora estamos siguiendo, para reservar parte de la contratación pública a los centros especiales de empleo, sea una reserva mayor y garantizada. Por tanto, una ley para reservar parte de la contratación pública a los centros especiales de empleo, que, en esta región, además, son muy importantes. (Aplausos). No creo que haya muchos Gobiernos que puedan dar lecciones en política social a este. Créanme. 

Más allá de los discursos o de la estética, yo creo que realmente, para comprobar el tono y la sensibilidad social de un Gobierno, hay que mirar a sus políticas. En esta, yo creo que hay una clave que tiene que ver con la cohesión, eje en el que me estoy moviendo en primer momento, que es la sanidad. 

La sanidad, fíjense es de las cosas de las que más orgullosos nos sentimos los españoles y las españolas, porque realmente el cambio de estos 40 años nos permite saber que, independientemente del dinero que tengan los padres en los bolsillos, o que tengamos, uno se pone enfermo y es atendido, y si es de urgencia, con el nivel de urgencia que requiere la enfermedad y determina el médico. 

Esto, no crean que lo pueden decir muchos países. Ni se puede decir por igual en todo nuestro entorno, pero en España sí. Ahora, nosotros tenemos que medirnos por el nivel de exigencia que nosotros mismos nos hemos puesto y nos pone la ciudadanía, y por eso estos próximos años van a ser determinantes en la sanidad. Lo han sido en los últimos cuatro, pero ¿cuántas regiones pueden decir que tienen tantas obras hospitalarias en marcha como tenemos nosotros? 

Que sepan que hoy ya, señora alcaldesa, es el primer día que el Gobierno de Castilla-La Mancha ya tiene las llaves, ya ha recibido las llaves del gran centro hospitalario de Toledo. Hoy es el primer día. (Aplausos). Empieza la cuenta atrás para su apertura, que no es fácil, que a lo mejor alguien piensa que es una mudanza sencilla, ninguna lo es, desde luego, a nadie se la deseo, pero esta mudanza llevará su tiempo, pero creo que antes de un año podremos tener la perfectamente organizada. 

Es muy importante este hospital, como lo son los que están en marcha, que estuvieron parados, y que incluso nos ha costado una millonada tener que negociar con las empresas a las que se les vulneraron sus derechos, y que al final nos han terminado costando, como digo, mucho dinero. Pero, por supuesto, será una realidad, y avanza a muy buen ritmo el de Guadalajara, avanza a muy buen ritmo el de Cuenca, y, por supuesto, vamos a hacer en esta legislatura. En los próximos meses estará ya el proyecto y la concesión definitiva al de Albacete, que va a ser un hospital de enorme referencia. 

Sé que hay gente que ha planteado ahí, como planteó Ciudadanos, señora Picazo, cambiar el sitio del hospital. No soy partidario. No soy partidario, porque vamos a hacer un nuevo hospital en la misma ubicación, y sin tener que hacer la misma mudanza. De una manera u otra será complicado, pero finalmente va a ser casi más fácil que hacer la gran mudanza del hospital de Toledo, que, sin embargo, se lleva al trasladar el sitio. Además, vamos a abordar, porque ya está también en rodaje el hospital, que será, además, un proyecto precioso en Puertollano. 

Créanme que es muy importante tener grandes hospitales, tenerlos en coordinación con aquellos hospitales medianos a los que hemos dado solvencia y hemos evitado su cierre, tanto en Tomelloso como en Almansa y como en Villarrobledo, y hacerlo con centros de salud que acerquen la sanidad a la gente. (Aplausos). Hacerlo al mismo tiempo que mejoramos, y mucho, la tecnificación, la tecnología, que cambia tanto la esperanza de vida de la gente. 

Poder decir que va a haber medicina nuclear como en ninguna comunidad autónoma. Del máximo nivel ya la tenemos en varios sitios, pero se van a ampliar a Guadalajara, a Albacete y a Toledo. Habrá oncología radioterápica en todas las provincias, y resonancia en todos los hospitales. Esto, no crea que lo pueden decir todos los sitios en España. En algunas varias, evidentemente. 

Vamos a plantear 2.000 nuevos profesionales en el ámbito sanitario. 37 quirófanos nuevos que habrá cuando estén culminadas las obras de todos los hospitales que están en marcha. Vamos a plantear medidas cualitativas, con una incidencia extraordinaria que sé que tiene mucha repercusión, la han tenido ya para los menores de 18 años, pero en esta legislatura creo que lo podremos hacer en el ‘20. Vamos a cumplir con el compromiso de que los parches, para los que necesitan insulina, puedan ser gratuitos en toda la región y para todos los dependientes de ello. (Aplausos). 

Vamos a plantear también un incremento hasta llegar al 25 % en atención primaria. Nos hubiera gustado poder llegar en esta legislatura, y solo el hecho de no poder tramitar en condiciones los últimos presupuestos, nos lo ha dificultado. Aun así, somos la región que más ha avanzado, con diferencia, en el conjunto de España, y seguramente la que más lo haga en los próximos, porque lo tenemos clarísimo. 

Más vale prevenir que curar, y curar cuanto antes, antes de tensionar más los hospitales y los centros de referencia. Por supuesto, vamos a plantear también el cumplimiento de la hemodiálisis para agudos en Talavera y en Alcázar de San Juan. Son muchas las decisiones que vamos a tomar. Son muchas las que tienen que ver con el desarrollo de lo prometido en sanidad. 

Es mucho lo que tenemos que hacer en relación y en coalición con los sindicatos y con los trabajadores, a los que agradezco: a los sanitarios, a los docentes, a los sociales, que, en buena medida, también van a incrementarse, los públicos y los que tienen que ver con el tercer sector a lo largo de esta legislatura, a todos los trabajadores públicos les tengo que dar mi agradecimiento. 

Hemos mejorado mucho las condiciones a lo largo de estos cuatro años, porque aquí se recortaron como en ningún sitio de España. Acabamos de cumplir ahora, en julio, con la tasa de recuperación integral de todo el sueldo que se recortó en la época dura y negra de esta región, con un incremento del 0,25 en la nómina de todos los funcionarios y funcionarias. (Aplausos). 

Alguien podrá sonreírse con esto, pero es que es muy importante. Tenemos más funcionarios, los formamos más, vamos a seguir creciendo, lo vamos a hacer cumpliendo con el objetivo de déficit y con la legislación de ortodoxia financiera en España, lo vamos a hacer en mejores condiciones físicas por los sitios donde se trabaja, y lo vamos a hacer, además, optimizando, y mucho, todos los recursos. 

Además, planteamos la mejora de las condiciones en medio de un país en el que los funcionarios en su conjunto siempre han sido el primer colectivo del que se han acordado los distintos Gobiernos a la hora de empezar unos, recortes más pequeños, y otros muchos, más agudos.

Lo cierto es que le estoy muy agradecido a los miles y miles de trabajadores públicos de la Administración y a aquellos que trabajan para el servicio público en colaboración con la Administración, porque realmente forman parte, no solo del principal objetivo del Gobierno, sino de la economía de esta región. 

El peso específico que tiene la decisión del Gobierno, lo que aquí decidimos, pesa en nuestra economía más de lo que pesan las decisiones de muchos Gobiernos respecto de sus economías relativas. ¿Por qué? ¿Porque somos más humildes? Sí. ¿Porque la región adolece de otros déficits de iniciativa empresarial o privada? Sí, por supuesto. Eso no nos quita un ápice de responsabilidad. Al contrario, nos la aumenta. Además, nos hace trabajar más en coalición con el empresariado, que se ha portado muy bien estos cuatro años, no digo con la Junta, que también, con la sociedad, porque ha habido un esfuerzo sostenido para ir mejorando las condiciones de los trabajadores, y lo ha ido haciendo en un momento en el que el crecimiento era verdad, pero no estaba garantizado. 

Es más, no lo podemos decir ni siquiera en España, para mucho tiempo. En definitiva, la cohesión nos lleva a hablar de políticas sociales. La cohesión me lleva a hablar de sanidad. La cohesión me lleva a hablar de igualdad. Este es un principio que atraviesa todo el discurso. Por lo tanto, igualdad, para entendernos, cuando hablamos de igualdad hablo de igualdad en todas las oportunidades, pero me van a entender, de una manera muy evidente, en materia de igualdad entre hombres y mujeres. 

Tenemos que ser referencia con la legislación de igualdad y con la Ley de Igualdad de estas Cortes, como lo hemos sido en la lucha contra la violencia machista. Claro que hay muchos tipos de violencia, pero no podemos jugar, y menos aún mercadear, para llegar a los Gobiernos o a las poltronas, con conceptos que, cuando una mujer es asesinada, llevan a todos a hacer el mismo discurso. Yo les reclamo a todos los partidos que cuando van a una manifestación por violencia machista digan lo mismo, y que luego lo digan, de la misma manera, cuando se sientan en un Parlamento. (Aplausos). 

Porque lo contrario es engañar, y en esto no se puede, ni tener ambigüedad ni lenguajes ambiguos. Hombre, por favor, a estas alturas, y menos en esta región, que fue la pionera en la lucha contra la violencia machista, la pionera. Es más, pretendo darle el máximo rango a la lucha de igualdad, precisamente en la formación del Gobierno, y pretendo hacerlo, además, para que sea más transversal todavía la política de igualdad. 

Lo ha sido, porque la formación, la presencia de una magnífica responsable, probablemente quien más entiende en España de esto, la magnífica presencia permanente, su vigilancia, no sé si necesaria, querida Araceli, en el Gobierno, ha sido la mejor demostración de que esa política se hacía día a día, sin necesidad de acordarnos de ella cuando llegan momentos memorables o celebraciones que nos recuerdan a todos que la igualdad es una cosa y la diversidad también lo es. Diversidad que, a lo largo de estos días, va a poder también exhibir en las calles de España mucha gente que tiene distinta orientación sexual, y que aquí no solo tenemos que defender, sino que tenemos que amparar frente a los ataques que rezuman una antigüedad en España, que no quiere la inmensa mayoría de la ciudadanía. (Aplausos). 

Por eso la igualdad es la clave de la cohesión. Cohesión que, fíjense, me lleva a hablar de cohesión fiscal en este capítulo. No en otro. Cohesión fiscal. Está de moda que los partidos, cuando llegan las elecciones, prometan acabar con impuestos, incluso, que no tenemos. También está de moda que los que lo dicen, luego nunca lo hacen. Eso es así. Aquí se prometió acabar con el céntimo sanitario, y no solo lo doblaron, sino que encima se ha generalizado en toda España con el Gobierno del Partido Popular. 

Yo creo que he sido muy serio en el planteamiento fiscal, y no me he dejado llevar ni en la campaña ni en ningún tipo de debate sobre populismo fiscal. El populismo fiscal es de los peores, y no crean que lo hace solo Podemos o lo hace Vox. Claro, dirán ustedes que como no están aquí, lo digo con más facilidad. No. Que el populismo fiscal lo han hecho los partidos mayoritarios en España, uno muy especialmente. Yo les diría que, en esto, seamos serios. La fiscalidad de esta región afecta muy poco a la actividad económica. A lo mejor sí afectará. Podríamos decir que sería mejor. 

Pero algunos aspectos que sí pueden importar al empresariado,  y me importan a mí también moralmente, sí creo que tienen que ponerse en homogeneidad con España. Esta competencia obscena entre comunidades autónomas, a ver quién liquida más el patrimonio, a ver dónde se llevan los empresarios o el que tiene dinero su último testamento, esto es lo contrario del motivo de las autonomías. Autonomías que son ricas, y que dicen que bajan los impuestos, pero que luego exigen financiación al Estado a costa de los demás. 

Este cuento se tiene que acabar, señorías, lo diga una autonomía nacionalista o lo digan del PP, por ejemplo, como la que en Madrid tiene gala de intentar darnos ejemplo, pero sin aceptar nunca que hagamos un debate serio sobre financiación, sobre dumping fiscal y sobre dónde tiene que estar el domicilio fiscal, para que echemos las cuentas en serio y no podamos hablar de balances de renta, que realmente nos llevan a confusión. 

Por eso sí, voy a plantear en una iniciativa legislativa de estas Cortes, que en España se aborden, incluso si lo quiere gestionar el Estado, los impuestos que llevan a conflicto absurdo, porque afectan a muy poca gente, pero sí a una determinada orientación, la homogeneidad de impuestos, tanto en patrimonio como en sucesiones y donaciones.

Si yo busco la igualdad en la vida, entenderán que la busque cuando tiene que haber sucesiones, después de la muerte, porque es bastante injusto que en España haya competencia fiscal absurda, cuando para eso no hemos nacido las autonomías. Eso sí que rompe, como ha roto la unidad del país, más a veces, que alguna comunidad autónoma muy destacada se haya negado a poner en el sistema informático nacional la tarjeta sanitaria. ¿Por qué durante años no se ha podido tener una tarjeta que teníamos 16 de las 17 autonomías en servicio, y podía uno ponerse enfermo donde quisiera, y tener un trámite fácil? ¿Por qué no ha sido posible? 

Porque un Gobierno autonómico se ha estado negando hasta hace cuatro meses, y no era independentista. No era independentista. Esto, señorías, nos tiene que llevar a que, realmente, el debate sobre el país tiene que ser apasionado cuando hablamos de la soberanía, pero sensato, sereno, ponderado, moderado, porque en realidad es lo que nos ha hecho avanzar como sociedad. 

Por tanto, la cohesión es una clave que requiere como condición previa el crecimiento, y el crecimiento relacionado con un concepto que tiene mala prensa, sobre todo en la izquierda, que es el de competitividad. Pero yo lo hago, porque creo que sí, que la sociedad tiene que competir. Que la sociedad, si asumimos que es una sociedad de mercado, tiene que llevar incorporada una dosis de entusiasmo, si quieren ustedes, por emprender y por crear. Por emprender y por crear. 

El que no quiera amparar ese concepto creador o emprendedor, yo no sé si es de izquierdas o de derechas, simple y llanamente no está en el mundo que vivimos. Además, se puede encontrar con que, a la hora de repartir, no reparte derechos, reparte miserias. Créanme que creo, además, que la actualización de la vida política nos lleva a dejar muy claro que esta sociedad tiene que, sí, cuidar a los que menos, buscar la cohesión, pero en ningún momento erradicar o combatir a aquellos que producen, que crean, que no estoy hablando solo de los grandes empresarios, ni siquiera de los pequeños, que estoy hablando de muchos creadores artísticos que también se tienen que sentir amparados. 

Que estoy hablando de todo aquel que quiera hacer algo por los demás, incluso en el servicio público, porque predico, no es el concepto adecuado predicar, alguien puede confundirme en esta tribuna, pero puedo decir con mucha claridad que el concepto de emprendimiento también lo reclamo para la Administración pública. Claro, si es más fácil no fijar objetivos. Es más fácil que todo el mundo cobre, trabaje más o trabaje menos, pero eso no es razonable. Eso no es razonable, y menos aún sostenible. 

Por tanto, sí, vamos a avanzar en derechos de todos, y en proporción en exigencia, cada vez que se plantea un derecho, hay que plantearse un deber ciudadano, laboral, social, político. Esto es así. Esto es a lo que yo llamo competitividad en serio. Casi se lo resumiría. Para que el país sea competitivo tiene que tener dos listas: la de derechos y la de deberes. 

No es competitivo si solo tiene una, cualquiera de las dos por separado. En esto resumo una parte importante de la filosofía política que gestiona o que ampara el conjunto del proyecto. Claramente, el mejor medidor, la mejor consecuencia y el principal objetivo que tenemos es el empleo, para crecer. El empleo.

Hemos ido por delante del conjunto de las comunidades autónomas. Hemos reducido nuestra diferencia con la media nacional, cinco puntos, más de cinco puntos. Ese es el camino que seguir, señorías, no pensar que el mundo es un mundo de milagros. Con mucho esfuerzo, con mucha estrategia, siendo la comunidad autónoma que más dinero pone para la contratación, la que más ayuda da a los empresarios para el establecimiento de empresas o su ampliación, es como podemos seguir avanzando. 

Ojalá se abra, en el nuevo periodo europeo, un nuevo marco presupuestario que permita que otra vez podamos gestionar, desde las autonomías, dinero europeo que vaya dirigido a políticas clásicas de incentivación. Porque en Europa han cambiado mucho las cosas, aunque no se sepan. No sé ni siquiera lo que estarán cambiando hoy, pero una parte de lo que ha cambiado es que el concepto de cohesión, el concepto de igualdad ha retrocedido en Europa, claramente. 

En eso tienen más culpa unos que otros. Pero eso afecta, de una manera evidente, a cómo nos llega el dinero y cómo lo podemos gestionar. En todo caso, el crecimiento, la competitividad, la investigación el I+D+i que todos hemos interiorizado ya como acrónimo, es clave para el futuro de esta región. El objetivo, señorías, es conseguir otros 100.000 puestos de trabajo. Otros 100.000 empleos. (Aplausos). 

Otros 100.000. Soy consciente de que estos segundos 100.000 empleos serán más difíciles de conseguir que los primeros, por muchas razones, pero creo que el objetivo no puede ser menor que el que nos planteamos hace cuatro años. Fíjense que hoy hemos dado unos datos que nos colocan en 11 años. Habría que remontarse 11 años para conseguir los datos de paro registrado de hoy, que es todavía incluso más optimista en datos de evolución de la EPA. La región va bien en materia de empleo. Ojalá y además podamos gestionar que el empleo no es precario, es más estable y en mejores condiciones. 

Eso ya mucha gente, muchos observadores internacionales, el Fondo Monetario, mucha gente ya ha establecido que uno de los principales problemas que puede tener la economía española es la enorme precariedad de sus ingresos. No vamos a sustentar la competitividad sobre la precariedad de los trabajos. Es que eso no es económicamente sensato. Además de que, moralmente, evidentemente, muchos no estamos dispuestos a sostenerlo. No, no. De verdad, créanme. 

¿Por qué algunos dicen unas cosas en público, y luego, cuando hablan, se da cuenta, cualquier empresario, que es que no puede vivir, una familia, con 500 euros, con 600 euros? Ni vivir él, ni el tendero de abajo. No, hombre. Yo creo que tenemos que abandonar las políticas que consisten en que, para que la economía vaya bien, que no haya impuestos, que para que la economía vaya bien, el Estado pague todo. Es que no se puede ser comunista y capitalista por horas alternas. 

Hay que tener un modelo en la cabeza, que sea coherente. Tan público es el dinero que damos a las empresas para abrirse, como el que damos a los trabajadores, como el dinero que pagamos a las empresas por hacer carreteras. Igual de público. Por tanto, cuando hablemos de lo público, que nadie lo demonice, y cuando hablemos de lo privado, que tampoco nadie lo dramatice. 

Porque lo uno y lo otro, forman parte de una rueda, de un círculo claramente elemental. Créame que conseguir que ese equilibrio sea cierto ha tenido mucho que ver con el éxito de estos cuatro años en una sociedad serena, sensata, que sabe lo que quiere. Que tiene claro que puede avanzar mucho más, pero que lo quiere con normalidad, sin aspavientos. Con ayuda, sí, con solidaridad, pero sin barbaridades. Creo que esto es muy claro como mensaje, después de las últimas elecciones. 

Por tanto, vamos a plantearnos eso con muchas medidas. Entre otras, poner en marcha el contrato puente, que con 12.000 euros garantizará al menos un año para el primer lanzamiento de contrato para la gente, que cuesta encontrarlo en su primera salida. Lo vamos a desarrollar, que ya lo tenemos anunciado, como saben, y lo vamos a hacer, además, también con un programa de ayudas para la mejora de las condiciones de trabajo en las empresas, y, sobre todo, de la ayuda a la conciliación en las empresas. (Aplausos). 

Hemos llegado a un acuerdo con los sindicatos importantes en la recta final de este último mandato, para la conciliación en la Administración. Es relativamente fácil llegar a ese acuerdo.

Vamos, fácil. No digo gratis ni barato, digo que es fácil porque coincidimos el Gobierno y coincidimos los sindicatos, y, evidentemente, es más complejo abordarlo en el mundo de la empresa privada. Soy consciente. Por eso nos vamos a plantear estimularlo, incentivarlo. Llegará un momento en que podamos plantear que algunas normas de conciliación estén relacionadas con los niveles de ayuda que se piden a la Administración. 

Pero, en todo caso, no voy a hacer nada por mi cuenta, lo vamos a hacer pactado. Ya les digo que, en materia social y económica, no tengo, ni mentalidad de héroe ni de aventurero. Tengo mentalidad de pactar. La idea de pactarlo con los sindicatos y con los empresarios. Porque, afortunadamente, a los que conozco que se sientan en la mesa, los conozco desde hace años y sé que son cabales. No digo que coincidamos en todo, y ellos lo saben, pero creo que hacen lo que no hacen muchos políticos hoy en España, que es poner los intereses del conjunto por los de su organización. 

Ojalá hicieran otros, en España, lo mismo que yo veo a los agentes sociales hacer a lo largo de los últimos años, al menos con nosotros. Por eso, señorías, vamos a plantear programas de mejora en las condiciones de trabajo, y, sobre todo, para atacar colectivos que tienen una difícil situación. En este caso, un plan regional para mayores de 50 años que carecen de prestaciones. Vamos a ampliar, también, el trabajo y el esfuerzo económico en materia de investigación y de ciencia. 

La ley de ciencia y de innovación está a punto ya de ser tramitada. Nos ha costado bastante tiempo pactar. Nos ha costado bastante tiempo llegar a consensos en ella, pero es una estrategia que va a llevar además un pequeño aparato que intenta coordinar, una agencia que queremos plantear, y que, además, comprometí residenciar en la ciudad de Puertollano, y que tiene que servir para mejorar, y mucho, las condiciones de la investigación, de la innovación, de la modernización y de la competitividad relacionada con estos conceptos en el ámbito económico en su conjunto. 

Además, aunque no es competencia directa de la Administración autonómica, pero nos ocupa de una manera muy evidente también, queremos intensificar las políticas en ayuda de los autónomos. Aquí también muchas veces se hace demagogia y populismo del peor, pero vamos a crear una dirección general, precisamente para atender de manera más cercana, si quieren más especializada, porque ya se hacía, de una manera evidente, en los anteriores Gobiernos, la situación de los autónomos. 

Miren, esta región va a plantearse seguir siendo la región con más ayuda y estímulos, tanto al empleo como la empresa, y lo vamos a hacer sabiendo que es fácil que la región, siendo como es, tan grande, crezca más en unos sitios que en otros. Esto es lo que más me molesta, o lo que a veces genera más impotencia, porque las empresas, señorías, a pesar de que algunos empresarios y algunos sindicatos piensan que las pone el Gobierno, es mentira. No se lo piensen. 

Yo soy consciente de que cada vez que voy a abrir una empresa en un sitio, porque nos invitan, las más importantes, por cierto, además, que se han instalado en la región, tienen a gala no pedir un duro, un euro diría hoy, a la Administración, las más importantes. Alguna que está abriendo sus puertas ahora mismo en Illescas, lo sabe muy bien el alcalde, que también nos acompaña. Lo llevan a gala. Pero yo no pongo las empresas en un sitio. Ahora, eso sí, antes de que se vayan a otra región, en Castilla-La Mancha. Esto, sin duda ninguna. Créame que es importante. (Aplausos). 

Porque ya nos ocuparemos de que la cohesión social y económica revierta, por vía de impuestos, en servicios públicos, que tienen que ser iguales a todos, y también nos vamos a ocupar de dar más ayuda, de desarrollar la ley de zonas preferentes, de las zonas que tienen el nivel de paro más acusado. Hay sitios donde nos tenemos que volcar de una manera más evidente, como puede ser Talavera, nos acompaña su alcaldesa; como puede ser Puertollano; como puede ser Almadén. Como pueden ser muchos sitios que tienen un factor de despoblamiento y también estructural con el paro, mayor que el conjunto de la media. Hay zonas en esta región que van a estar en paro técnico en muy poquito tiempo, y otras que, sin embargo, van a estar por encima, no solo de la media autonómica, sino de la media nacional.

Eso nos tiene que llevar a una reflexión, de apoyar más, de hacer discriminación positiva, y estamos dispuestos a hacerlo. Incluso en la ayuda. En la ayuda, también, para la gestación de suelo industrial. No es que falte. En la región tenemos 6.000.000 de metros cuadrados para suelo industrial, que puede ser aprovechado. Pero ni todo está bien colocado ni todo bien gestionado. Da igual. 

En todo caso, tendremos tendencia y necesidades, porque muchas veces la gente piensa que, si no hay suelo, no vienen las empresas. Otros dicen que para que haya suelo, primero tienen que estar las empresas. Es el pez que se muerde la cola. Vamos a hacer las dos cosas al mismo tiempo, buscar empresas, que a veces exigen sitios, y que a veces exigen decisiones urbanísticas para que ese sitio sea el que ellos dicen. Fíjense lo que estoy diciendo. 

Lo digo aquí con la inmunidad, para que nadie se cabree, que le lleva a uno ser parlamentario. Dentro de la ley, lo vamos a hacer todo para que las empresas se radiquen aquí. Incluso vamos a acelerar los mecanismos para facilitar más suelo, creando, en la empresa pública que tenemos, en Gicaman, una división específica para el desarrollo de suelo industrial, sobre todo, destinado a las zonas preferentes de la comunidad autónoma. Además, vamos a plantear que todos los proyectos que tengan una dimensión mediana para arriba cuenten en la región con un tutor específico. 

Mucha gente habla de los problemas burocráticos. Unas veces es cierto, y muchas no. No es lo mismo instalar una empresa que puede ser contaminante, una empresa que puede destrozar los ríos o que puede contaminar el aire. Aquí hay alcaldes que saben perfectamente los problemas que podemos tener en algunos sitios. No es lo mismo una empresa así, que una empresa de servicios que no plantea ningún tipo de contravención a Normativa europea. Por tanto, no nos engañemos ni hagamos demagogia. Vamos a avanzar mucho en la agilización de trámites. 

Pero hay una fórmula que no falla, y es que cuando un empresario quiera ser atendido por el presidente de la Junta, va a ser atendido. Cuando quiera ser recibido por el consejero o la consejera, tanto del área económica como del área de hacienda, como el área de sanidad o el de educación, porque muchos tienen que ver, o el de agricultura, para la agroalimentaria, lo va a hacer. 

Además de eso, vamos a establecer una Normativa que identifique un tutor específico para que acompañe a modo de funcionario único, ya que la ventanilla única es más compleja y, a veces, más falsa de lo que se puede plantear. Son muchas Administraciones, nosotros podemos hablar de la nuestra, pero no de los ayuntamientos y no de la del Estado. Pero sí un tutor único que se responsabilice de llegar a buen puerto con esa inversión, de acompañar permanentemente al empresario o la empresaria que quiera invertir en nuestra región. 

Créanme, esa figura va a ser muy útil, y seguramente será muy imitada en el conjunto de España. En definitiva, busco acuerdos para que la región avance en el ámbito social y en el ámbito económico. Lo vamos a hacer en todas las direcciones, pero también en el sector del turismo, de la artesanía, que, como saben, es determinante en esta región. La verdad es que ha ido bien. Ha crecido el turismo, vamos por buen camino. Tienen que seguir las cosas en esa misma dirección. 

Queremos que Farcama adquiera el rango de feria internacional. Queremos, además, ampliar los espacios comerciales al servicio de los artesanos, poner en marcha en Talavera de la Reina, además con eficacia para el sector, el Centro Regional de la Artesanía. Queremos, por supuesto, poner, en coalición con todo el sector, en marcha, el concepto de “hecho en Castilla-La Mancha”. No vamos a obligar a nadie, pero queremos, lo han hecho otras Administraciones y les ha ido muy bien, establecer la marca Castilla-La Mancha como un elemento, ya no solo de garantía y de calidad, sino también de mayor estímulo económico. 

Nos interesa apoyar a aquellos que dejan el dinero aquí, y que, además, lo pagan aquí, y que, por tanto, además, van unidos a factores de protección que tienen que ver, por supuesto, con los productos alimentarios, tienen que ver con la agricultura, con la ganadería, pero tienen que ver con tantas cosas que requieren determinado tipo de protección. 

Nunca vamos a plantear la ruptura comercial como está planteando los Estados Unidos. Algunos en España, que son magos del liberalismo, le tendrían que recomendar a Trump, vamos, que le va a dar lo mismo lo que le recomienden, porque está visto, pero le tendrían que recomendar lo mismo que decía antes, que no se puede ser comunista y capitalista según las horas del día. Que esto no va más así. Que esto no puede ser por caprichos. Que, además, sincera y llanamente, Europa no puede ser el objetivo de la diana, que es error, y que, si es así, en Europa, y nosotros formamos parte de Europa, tenemos que estar como una piña la derecha y la izquierda en Europa. 

Porque lo que se está planteando a nivel económico mundial es un desafío que va más allá de lo que mucha gente imagina. Que hay que reírse luego de lo que pasa con el sector de la cuchillería o con el sector del calzado, o con el sector del vino, que ya se ha implantado para los franceses, pero que puede venir para España cuando se establecen limitaciones comerciales. 

Eso, después de haber roto un acuerdo comercial que ha llevado años para Estados Unidos y para Canadá con la Unión Europea, que nos ha llevado años y discusiones, y manifestaciones con todo tipo de chalecos. Por tanto, ojo, estamos abordando una estrategia que no pasa por la comunidad autónoma, pero que nos puede y nos debe afectar. Por eso, señorías, en este ámbito de la competitividad, de la ciencia, de la investigación, incorporo también la educación. 

A lo mejor alguien piensa que tendría que estar en el ámbito de los derechos. Sí. Bueno, es un derecho y un deber. La educación, de hecho, en España es obligatoria en una franja de edad. Pero vamos mucho más allá de la educación obligatoria. Es un problema de competitividad. El mayor producto que tenemos, la mayor materia prima son nuestros chicos y nuestras chicas. Por tanto, créanme que es determinante fabricar talento y retener talento, e incorporar, si puede ser. ¿Por qué no va a venir aquí gente con talento, aunque se haya formado o educado en otros sitios? 

Es determinante apostar por la educación, hacerlo combinando todos los factores: un plan de infraestructura hasta el 2023, que va a ser tremendo; la digitalización, que va a llegar a todos los alumnos y alumnas en el año ‘23-’24; un pacto, que quiero que cerremos con los agentes sociales, en el ámbito de la educación, para ir cumpliendo con la Normativa, tanto en materia de ratios como en la mejora de condiciones. Ya en este curso queremos empezar a plantear mejoras en las ratios, y vamos a cumplir con la legislación estatal en el conjunto de la legislatura, pero de manera combinada, también, con otras mejoras que no están en la legislación, pero que nosotros queremos negociar. Todo no puede ser al tiempo, pero lo vamos a hacer. 

Lo vamos a hacer ya incluso con tercero y cuarto de secundaria para este curso, pero lo queremos pactar, aprovechando también que ha habido mucha cordura en la mayoría de los agentes sociales, en los sectores especializados, tanto en la sanidad como en la educación, a la hora de negociar con nosotros. Sí, hay que mejorar las condiciones del profesorado y la docencia, tanto las horas como las ratios, como las instalaciones físicas, y, por supuesto, también en los nuevos métodos de enseñanza. 

Esto, créanme, importa, como importa la universidad. Tenemos el plan cerrado con la Universidad de Castilla-La Mancha. Hay una estrategia después de dos años de tensiones que aquí vivimos, con más de una deslealtad política. Pero, bueno, pelillos a la mar, como dirían, o aquí sería al Guadiana o al Tajo, porque mar no llegamos a tener todavía. Sí, tiene que ir bien la universidad en estos próximos cuatro años, con las nuevas titulaciones que vamos a desarrollar, frente a todos los malos augurios, y un campus magnífico pactado, y que solo por la tozudez de algunas autoridades locales, no está ya en obras y en construcción en Guadalajara. 

Va a ser una gran realidad y va a ser de las grandes cosas que van a ver ustedes como diputados y diputadas de Guadalajara, de cualquier sitio, como un elemento de orgullo regional. Tenemos una universidad extraordinaria, como es la de Castilla-La Mancha, y trabajamos con una de las mejores universidades de España, como es la de Alcalá de Henares, y lo vamos a hacer para Guadalajara. (Aplausos). Obviamente, hablar de educación es hablar de cultura. En cultura, fíjense, de las primeras espinitas que nos vamos a sacar de encima, porque es determinante, es la Ley de Mecenazgo. Esta, la vamos a traer con mucha rapidez. (Aplausos).

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