martes, 23 de julio de 2019

DEBATE INVESTIDURA INTERVENCIÓN CIUDADANOS

La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra el señor Rivera Díaz. (Aplausos). 

El señor RIVERA DÍAZ: Puro teatro, señor Sánchez, puro teatro es lo que lleva haciendo usted los últimos tres meses desde que hubo elecciones, mareando la perdiz. Y hoy nos trae aquí un truco de los malos; truco en la tribuna y trato en la habitación de al lado con Podemos y los separatistas; eso es lo que nos ha traído. (Aplausos). 

Un discurso impostado, un discurso de cartón piedra, a veces de cemento (dándose pequeños golpes en la mejilla con la mano); un discurso que no se cree ni usted, señor Sánchez; un discurso para despistar a los españoles mientras en la habitación de al lado se reparte sillas con Podemos y cesiones a los golpistas. 

Eso es lo que nos ha traído usted aquí. Y ¿quiere que hablemos de ese discurso impostado que no se cree usted? ¿Quiere que hablemos de verdad de esa cortina de humo gigante que nos ha traído aquí a la tribuna? 

No, vamos a hablar de su plan; vamos a hablar del plan Sánchez, y vamos a descifrar y a explicar a los españoles qué es el plan Sánchez. Miren, el plan Sánchez es un plan por el cual el señor Sánchez se quiere perpetuar en el poder controlando la televisión pública, las encuestas, criminalizando a los constitucionalistas y lavándole la imagen a sus socios; eso es el plan Sánchez. 

Y nosotros, señor Sánchez, ya lo advertimos cuando usted trajo aquí la moción de censura y lo vamos a seguir haciendo; usted tiene un plan, un plan que es bueno para usted, un plan que es bueno para los enchufados del PSOE, para Tezanos, para Oscar López, para Rosa María Mateo, para los enchufados de su partido; pero es un mal plan para las familias españolas. (Rumores). 

Tranquilos que me quedan veintiocho minutos. Es un buen plan para todos ustedes, señores socialistas; un plan que le va a ir bien al señor Sánchez, pero le va a ir mal a las familias a las que el señor Sánchez suba los impuestos; un plan bueno para sus militantes, pero un plan malo para el resto de ciudadanos que van a sufrir su sectarismo; un plan bueno para sus amigos, para sus socios, para los que quieren un indulto en una sentencia en Cataluña, pero un mal plan para los que defienden la libertad en este país. 

Así que, señor Sánchez, usted tiene un plan, el plan Sánchez, y nosotros vamos a oponernos. Hacer oposición es oponerse, pero no oponerse a Sánchez y al Gobierno de Sánchez, no, es mucho más; nos vamos a oponer al modelo de España que usted quiere, que es la España sectaria, que es la España de divide y vencerás, que es la España de insultar a los constitucionalistas y lavarle la imagen a los que han apoyado un golpe de Estado en Cataluña o a los que han legitimado los atentados terroristas durante tantos años, sus socios para esta investidura. (Aplausos).

Y como les decía, ¿cómo está haciendo este plan el señor Sánchez? Muy sencillo, se trata de criminalizar a todo el que no tenga el carné del PSOE, se trata de estigmatizar a todos los constitucionalistas que hemos defendido la libertad, la igualdad y la Constitución durante muchos años, lavarle la imagen a Otegi en la televisión pública, pactar con los separatistas la Diputación de Barcelona, y quitarle el Gobierno a Ciudadanos y a UPN en Navarra para pactarlo con Bildu, con los nacionalistas. Ese es el plan. 

El plan trata de estigmatizar a media España; porque hemos descubierto, señor Sánchez, que según usted, hay veinte o treinta millones de fascistas en España, porque cada vez que alguien discrepa de su plan: fascista; que vas a defender el ‘orgullo’ y eres de Ciudadanos o de otro partido y no eres socialista: fascista; que vas al 8-M y no eres del PSOE: fascista. (Aplausos). 

Sí, sí. Que te opones a los presupuestos de Sánchez: fascista; que te opones al programa electoral de Sánchez: fascista. ¿Sabe qué pasa, señor Sánchez? Que es usted el que necesita que haya muchos fascistas en España; es usted el que alimenta el odio y el enfrentamiento entre españoles; es usted, con su plan, el que sabe que si los españoles moderados se dan la mano, usted no es presidente; sabe que si los españoles se moderan y no se van a los extremos, usted no gobierna. 

Pero usted prefiere dividir y vencer. Usted prefiere tratar a los votantes de Ciudadanos o del Partido Popular estigmatizándolos, cuando siempre nos habíamos puesto de acuerdo para defender la Constitución. Usted prefiere pactar con los que no quieren el 155 antes que con los que queremos que se aplique la Constitución en Cataluña. 

Usted prefiere pactar con los que quieren quitar el Gobierno de Navarra antes que con los constitucionalistas que podemos gobernar en Navarra. Por tanto, señor Sánchez, y a todos los españoles que nos ven, al señor Sánchez nadie le ha empujado a pactar en Navarra con Bildu, se ha tirado en plancha. (Aplausos). 

¿Quién ha empujado al señor Sánchez a pactar con los nacionalistas en Baleares? Nadie, se ha tirado a la piscina con ellos; le gusta hablar de Països Catalans en vez de comunidades autónomas. ¿Quién le ha obligado a usted a pactar con Puigdemont y Torra en la Diputación de Barcelona? Nadie, se ha tirado usted de cabeza. O sea, nos quiere hacer ver a todos los españoles que el señor Sánchez tiene un plan hace un año ¡y la culpa es del resto de los mortales! 

No, no, la culpa de su plan es suya y solamente suya. El responsable de ese plan sectario de división y enfrentamiento es usted, y por eso hay que oponerse al plan Sánchez. Hay que oponerse al plan Sánchez… Sí, sí, ríase, pero a los españoles a los que tiene sectarizados y enfrentados no les hace gracia, señor Sánchez. Usted se ríe de las familias a las que va a subir los impuestos. Ríase usted de los ciudadanos que tienen que vivir en Cataluña bajo el yugo nacionalista. Ríase usted del juez Llarena, al que le hacen pintadas en su casa mientras usted le quiere dar la justicia al señor Torra. 

A mí no me hace ninguna gracia, aunque a usted sí que le hace gracia. (Aplausos). Así que aquí se trata de criminalizar a los moderados y aplaudir a los radicales, se trata de criminalizar a los constitucionalistas y pactar con los que quieren liquidar España. Y la pregunta es, ¿y con quién piensa llevar a cabo este plan, el plan Sánchez? Pues, con su banda. Menuda banda; con Otegi, brindando, con los nacionalistas en Navarra, con los de Més en Baleares, con los nacionalistas en la Comunidad Valenciana, con Podemos llevando la economía de España. 

Esos son los socios de su banda. Tiene un plan y tiene una banda, y la pregunta es, ¿la banda se ha juntado para esta investidura en el cuarto de aquí al lado? También, pero la banda lleva operando tiempo; es una banda que lleva operando tiempo porque usted gobierna en el País Vasco en un bipartito con el Partido Nacionalista Vasco. 

Nadie le empujó a pactar con los nacionalistas en el País Vasco, lo hizo usted; nadie le empujó. Y usted gobierna en Baleares con los nacionalistas porque usted quiere, no porque los constitucionalistas le hayamos obligado. ¿Por qué pactó usted la Diputación de Barcelona con Torra en vez de con los constitucionalistas? 

Porque usted tiene de socios de la banda al señor Torra y compañía. Así que hay un plan, el plan Sánchez; hay una banda, los que quieren liquidar España o los que no creen en la economía de mercado o en el libre comercio, y ese plan es el que usted nos trae hoy aquí. Por tanto, es mucho más importante votar hoy en contra de este plan que votar incluso en contra de un Gobierno Sánchez, porque ese plan es un plan para una década. 

Le hemos pillado, señor Sánchez. Usted, cuando llegó a la moción de censura, no lo hizo por la corrupción. ¿Sabe por qué no lo hizo por la corrupción? Y ahora le voy hacer una pregunta y, si me la contesta, me callo. (Rumores). Si usted dice que el problema de la moción de censura fue un caso de corrupción del Partido Popular (rumores), ¿va usted a dimitir si hay condena por los ERE al Partido Socialista, sí o no? ¿Va a dimitir, sí o no? Contésteme. (Aplausos). 

Si usted sube a esta tribuna y dice que dimitirá si condenan a su partido por los ERE, entonces empezaremos a creerle. Si usted se compromete —se lo pregunté en dos debates electorales ante 18 millones de españoles; salvo que usted haya rectificado— y dice: yo dimito si hay sentencia condenatoria por los ERE, entonces empezaremos a creerle, pero mientras yo creo que usted tiene un plan desde que montó la moción de censura, que consiste en llegar al poder, perpetuarse y criminalizar a los rivales políticos. 

Y yo no quiero una España, señor Sánchez, donde se criminalice a quien piensa distinto; no la quiero. Yo no quiero una España con socios de una banda que quieren liquidar mi país y criminalizar a los que peor o mejor, con proyectos distintos, quieren defender la unidad y la igualdad entre españoles. 

Y la pregunta también es desde cuándo está en marcha este plan, ¿se está negociando ese plan aquí, en la habitación de al lado, en la habitación del pánico, mientras me he traído aquí la cortina de humo? Sí, pánico para muchos españoles a los que nos da pánico que nos suban los impuestos o que concedan indultos; pánico para muchos españoles. 

Esa es la habitación del pánico para muchos españoles. ¿Desde cuándo se está ejecutando? ¿Es nuevo? No, desde que usted gobierna con los nacionalistas en el País Vasco, desde que usted en Navarra pretende que no gobernemos los constitucionalistas, desde sus Gobiernos en Cataluña en algunos ayuntamientos o en la diputación con los nacionalistas y separatistas, desde que usted gobierna en Baleares o la Comunidad Valenciana con los nacionalistas. 

Viene de largo, señor Sánchez; usted llegó al poder con los nacionalistas y con los populistas y quiere seguir gobernando. (El señor candidato a la Presidencia del Gobierno, Sánchez Pérez-Castejón, hace gestos negativos). Sí, sí, señor Sánchez, usted ha perpetrado ese plan con una banda, pero tengo una mala noticia para usted: quiere que no haya oposición en este Parlamento, pero va a haber oposición por lo menos por parte de Ciudadanos. (Aplausos). 

Así que el plan Sánchez está en marcha, la banda ya sabemos cuál es, y ahora quiere meterla también en el Gobierno nacional. Sabemos que lo lleva haciendo, como mínimo, desde la moción de censura, incluso diría yo que desde que le echaron de su partido. Usted quería un Gobierno como este y el señor Rubalcaba, que en paz descanse, dijo que eso era un Gobierno Frankenstein. 

Bien, pues usted trae hoy aquí una propuesta —mejor dicho, no la trae, eso es en la habitación de al lado; aquí nos trae una cortina de humo— y está montando un Gobierno Frankenstein, cuando le echaron de su propio partido precisamente para que no montara un Gobierno Frankenstein. Pues bien, usted hoy está organizando el Frankenstein. 

Y la pregunta es también quién se beneficia del plan, porque si el plan fuera bueno para la mayoría de los españoles, no tendríamos nada que decir, no. No, del plan Sánchez se beneficia principalmente el señor Sánchez, es el principal beneficiario de su plan —de ahí el apellido del plan—, pero también los quinientos enchufados que usted ha metido a dedo en todas las administraciones, en todas las empresas públicas. ¿Beneficiarios del plan? 

El señor Tezanos, que manipula las encuestas con dinero público; la señora Rosa María Mateo, que manipula la tele pública al dictado del señor Sánchez con el dinero de todos; el exsecretario de organización del PSOE, que dirige Paradores sin saber de hoteles; su exjefe de gabinete, que dirige Correos sin haber pegado un sello, y así una larga lista. 

Esa es la lista de beneficiarios del plan Sánchez. Ese es el plan Sánchez, un plan por el que Sánchez se beneficia, los quinientos amiguetes y enchufados también y los militantes del PSOE. Poco más, señor Sánchez. 

Las familias, a pagar más impuestos; la mitad de los autónomos no se pueden ir de vacaciones este año, por mucho que usted diga, precisamente por la situación económica; muchos de los españoles que nos están viendo están preocupados porque parece que discrepar del PSOE es ser un fascista, cuando es ser simplemente un demócrata y no ser socialista. Ese es el plan Sánchez, esos son sus beneficiarios. ¿Quiénes fueron los perjudicados? 

Las familias españolas, a las que nadie enchufa para dirigir Correos y que tienen que hacer una oposición. Esos son los perjudicados (aplausos); las clases medias trabajadoras, que van a tener que pagar más impuestos, o una economía donde lo único que se les ocurre al señor Sánchez y sus socios es, cada vez que hay un problema, subir impuestos. 

Sánchez se ríe de los españoles, literalmente, en este momento, pero a mí no me hace ninguna gracia, señor Sánchez, y a muchos españoles tampoco porque les preocupa el Gobierno que usted va a formar. Y la pregunta es qué es lo que está provocando además el plan Sánchez en la sociedad española. 

Pues, mire, señor Sánchez, está provocando grandes dosis de sectarismo. Yo estoy preocupado, como muchos españoles, del sectarismo que usted está liderando en este país. Ese sectarismo es peligroso para la sociedad. 

Cuando usted criminaliza a quien piensa distinto y no permite que unos señores defiendan cosas igual que usted, estén o no de acuerdo, eso es peligroso para la sociedad. Usted está colaborando con los sectarios; usted está colaborando con los que siembran odio; usted y ministros de su Gobierno están legitimando a los odiadores profesionales, y yo no quiero un país donde los ministros legitimen el odio, sino que luchen cada día contra el odio. 

Yo no quiero un Gobierno sectario sino un Gobierno que discrepe pero con el que pueda ponerme de acuerdo en algunas cuestiones. Ahora para ir al 8M hay que pedirle permiso a Carmen Calvo. Si algún español nos está viendo y no es militante del PSOE, envíele una carta, un email o un SMS: ‘CARMEN CALVO BONITA 8852 Quiero ir al 8M’. (Aplausos). 

Sí, ya le llamaremos, ya. Ahora, para ir al 8M hay que llamar a Carmen Calvo, para ir al Orgullo hay que llamar a Marlaska, que las calles son suyas, como diría Fraga otra vez, porque no se puede ir al Orgullo si no eres socialista, ¡claro! (Aplausos). Porque, claro, para defender la igualdad entre hombres y mujeres hay que ser militante del PSOE, señores, no ciudadano español y demócrata: militante del PSOE, ¡que no se han enterado!, ¡que son fascistas todos los demás! 

Para ir al Orgullo, aunque seas gay, lesbiana, heterosexual o lo que te dé la gana, tienes que ser militante del PSOE porque si no Marlaska te señala y te cae la del pulpo. Sí, señor Marlaska: la del pulpo. Usted, que es el ministro de las libertades, se dedicó el día del Orgullo, lamentablemente, a señalar para que atacaran las libertades de muchos españoles. (Aplausos). 

¡Vergüenza! ¡Vergüenza! Yo le digo una cosa, señor Marlaska: cuando usted estaba en la Audiencia Nacional —lo recordará— y le acosaban algunos que apoyaban el terrorismo para que usted no dictara sentencias en libertad yo siempre públicamente le defendí, y lo volvería a hacer hoy si fuera necesario. Esa es la diferencia entre usted y yo, que yo defiendo la libertad siempre. (Aplausos). 

En el plan Sánchez hay que ser socialista para defender la igualdad o ir al 8M, hay que ser socialista para poder ser de cualquier condición sexual. Básicamente, lo principal es tener carné del PSOE para todo, para tener trabajo, para ir al Orgullo, para ir al 8M, para lo que les dé la gana; ahora, eso sí, como no seas militante del PSOE o discrepes de las políticas del PSOE, estás jodido, con perdón. 

Y yo no quiero un país en el que el sectarismo lo lidere el presidente del Gobierno o sus ministros. Ya sabemos que hay odiadores, ya sabemos que hay sectarios, pero no los quiero en la bancada azul de mi Gobierno; no los quiero. 

Por eso hay que oponerse al plan Sánchez; por eso hay que oponerse a este Gobierno, más que por su Gobierno, por la España que quieren sembrar, una España de sectarismos, de rojos y azules, de enfrentamiento, una España donde los moderados no tengan cabida, donde hay que estar con Sánchez o contra Sánchez. 

No, hay muchos matices, señor Sánchez, y no hace falta pedirles permiso a ustedes para ir a ningún lugar. Porque para ir a Alsasua también hay que llamar —aquí hay que estar todo el día llamando para ir a un sitio—, hay que llamar a los nacionalistas vascos o a los nacionalistas de Navarra, o para ir a Rentería habrá que llamar a Otegi y para ir a Cataluña al pueblo de Puigdemont habrá que llamar a Puigdemont. 

Yo quiero un país en el que pueda ir adonde me dé la gana sin llamar a nadie. Ese es el país y la España en la que yo creo. (Aplausos). Señor Sánchez, lo difícil de defender la libertad no es defender la libertad de uno, que también, sino defender la libertad de los demás. Eso es ser liberal, eso es defender las libertades. 

Defender la libertad de uno mismo puede ser hasta egoísta, básicamente es de sentido común también, pero defender la libertad de los demás es lo que usted no hace. Usted, cuando sucede esto, no solo calla, sino que otorga. El señor Marlaska todavía está en su asiento después de lo que dijo. La señora Calvo, después de lo que dijo y lo que han hecho con muchas mujeres de Ciudadanos y de otras formaciones políticas, ahí sigue. 

Si lo que dijo la señora Calvo lo hubiera dicho una persona de Ciudadanos, estaríamos fritos, tendría que haber dimitido treinta y cuatro veces, pero la señora Calvo tiene su apoyo y ahí sigue de vicepresidenta. Porque la señora Calvo y el señor Marlaska no dicen eso por casualidad, lo dicen porque el señor Sánchez y su plan es lo que necesitan y piensan para la España que viene. Yo quiero que en la España que viene —da igual que seas socialista, liberal o conservador— puedas tener espacios de convivencia. 

Quiero un país en el que uno pueda ir adonde quiera y cuando quiera sin pedirle permiso al presidente del Gobierno. Quiero un país en el que el Gobierno sea controlado por la oposición, pero en el que también se pueda llegar a acuerdos de Estado. No quiero un país de trincheras ideológicas otra vez. Usted hablaba antes de la revolución tecnológica pero sigue en el siglo XX: en la izquierda y la derecha y en Franco. 

Estamos en el siglo XXI, hace cuarenta años de la Constitución, ¿de verdad sigue usted dividiendo a los españoles en buenos y malos? ¿De verdad el matiz para ser un buen o mal español es ser de izquierdas, de centro, de derechas o mediopensionista? 

Yo no creo en esa España, señor Sánchez, mi modelo de España es antagónico al suyo: es justamente el contrario, el de la libertad frente al sectarismo, el de la igualdad frente a la desigualdad, el del Gobierno con los que quieren liquidar España o Gobiernos con los que queremos defender España. Por todo eso, es una obligación oponerse a su plan; es una obligación oponerse, controlarlo, vigilarlo y desmontarlo. (Aplausos). 

Porque tenemos una mala noticia para ustedes: les vamos a desmontar el plan. Ese plan que ustedes tienen y que venden de humo y acuerdos pero que pactan aquí, en la habitación del pánico, se lo vamos a desmontar. Ahora con 57 escaños en vez de con 32, ahora con más fuerza, ahora con casi 4300000 españoles detrás, que nos votaron, precisamente, para que vigiláramos su plan, que nos votaron para que desmontáramos su plan. Lo hicieron con una característica, que les dijimos lo que íbamos a hacer con sus votos. Eso es lo que vamos a hacer aquí. (Aplausos). 

Hoy usted ha osado hablar de la ley de familias, con ese. Me encantaría que fuera así pero no va a ser así. ¿Sabe por qué? Porque ustedes vuelven a creer en las familias del PSOE, no en todas las familias. Si hablamos de familias, con ese, ¿por qué criminalizan la custodia compartida? ¿Por qué ustedes se opusieron a la ley de custodia compartida que trajo Ciudadanos a esta Cámara? ¿Qué ven de malo a que un padre y una madre compartan responsabilidades? 

No sean ustedes antiguos, no sean del siglo XX, por favor. Los padres y las madres de este país tienen derecho a la custodia compartida, dejen de bloquear la custodia compartida, por favor. (Aplausos). Familias, con ese, pero con el carné del PSOE, porque las familias de gestación subrogada, según la señora Calvo, se tienen que ir a Ucrania. Basta ya de hipocresía. Señora Calvo, coincide su discurso con lo más retrógrado de este país. 

Usted hace el mismo discurso que hacen los más extremistas en el otro lado, criminalizando e insultando a las parejas LGTBI o a las madres que no pueden tener hijos y se ponen de acuerdo con otras madres de una manera regulada. ¿Sabe lo que ha pasado en Portugal? Que un Gobierno de izquierdas, como ya ha sucedido en Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y muchos otros lugares, ha aprobado una ley para regular la gestación subrogada. ¿Son también fascistas sus compañeros socialistas? (Aplausos). 

Ley de familias es la que ha traído Ciudadanos, en la que están todas las familias. Algunos hablan de familia natural, como si los demás no fuéramos naturales, como los berberechos. No, mire, somos naturales todos, lo digo también por algunos discursos retrógrados tanto en el lado derecho como en el lado izquierdo. Familia somos todos, porque en una familia la única condición es querer convivir y que haya amor, que haya convivencia. 

Ese es el único requisito. Aquí, a nuestra izquierda, la subrogada y la custodia compartida no es familia, y aquí, a nuestra derecha, las familias LGTBI no son familia. Pues en el centro y en Ciudadanos todos los modelos de familia son familias. (Aplausos). 

Hablando de familias, cójanse la cartera, sobre todo las familias de las clases medias, porque el señor Sánchez ya envió un documento en el que decía que iba a subir 26000 millones los impuestos; Podemos es verdad que no se esconde y ha dicho siempre que quiere subir los impuestos a las familias españolas. 

Y me pregunto: si ustedes cada problema que hay en España lo solventan subiendo impuestos, al final todo el mundo acaba pagando impuestos y huyen los que tienen que invertir y los que tienen que contratar. ¿No han pensado ustedes los socialistas alguna vez que haya otros métodos que no sea subir los impuestos? 

Cada vez que hay un problema, impuestazo, sablazo a las familias. ¿Han pensado ustedes en incentivar otros comportamientos distintos? ¿Han pensado ustedes en incentivar a los inversores y a los que contratan? ¿Han pensado en hacer reformas del mercado laboral que no nos lleven a la precariedad a la que ustedes —y, por cierto, los Gobiernos del Partido Popular— nos han llevado durante cuarenta años? 

¿Han pensado ustedes que la educación es parte fundamental de eso y no el sectarismo de utilizar la educación? No se soluciona todo subiendo los impuestos, señor Sánchez, no se soluciona todo en España subiendo los impuestos. 

Le decía que la mitad de los autónomos no se pueden ir de vacaciones porque tienen que currar, porque tienen que pagar impuestos y ustedes encima les quieren subir el IRPF y encima les quieren machacar. Pues nosotros vamos a defender a los autónomos de esa subida de impuestos y a las familias para ayudarlas a poder tener hijos, claro que sí. 

Porque las familias, si quieren tener hijos en este país, no pueden, la mayoría de familias no se lo pueden permitir. Vamos a estar al lado de las familias, lo dijimos en la campaña, lo hemos hecho con el primer proyecto de ley que hemos presentado, el proyecto de ley de familias, y lo vamos a seguir haciendo para que el sablazo fiscal que ustedes preparan no afecte a sus bolsillos. 

Señor Sánchez, usted se ha llenado la boca al hablar de igualdad, pero usted es el rey de la desigualdad, usted es el presidente de la desigualdad. En España hoy hay más desigualdad de nunca entre estudiantes de diferentes comunidades autónomas. 

En España hoy, con el ‘cuponazo’, se invierte el doble de dinero en el País Vasco en educación que en otras comunidades autónomas. Eso es desigualdad. En España hoy un guardia civil y un policía nacional cobran un 20 o un 30% menos que un mosso d’esquadra o un ertzaina. Eso es desigualdad. En España hoy no se puede educar en lengua vehicular en español ni en Cataluña ni en otras comunidades autónomas. 

Eso es desigualdad. Hoy no puedes ser funcionario e irte con tu familia a trabajar a Baleares porque ustedes, el Partido Socialista, impiden trabajar a muchos funcionarios, médicos, etcétera, en Baleares. Por tanto, quien está generando desigualdad es el Partido Socialista son sus socios nacionalistas. 

Porque a los nacionalistas no les gusta la igualdad, les gusta el privilegio, les gusta ponerse por delante de los demás, les gusta sentirse superiores al resto, y nosotros creemos en la igualdad. Así que, señor Sánchez, la igualdad se defiende con hechos: una tarjeta sanitaria única para todos los españoles, igualdad para poder estudiar en cualquier lugar de España, para poder trabajar donde quieras. Esa es la desigualdad que ustedes están generando. (Risas del señor candidato a la presidencia del Gobierno, Sánchez Pérez-Castejón). 

Sí, usted ríase, pero como se ponga enfermo este verano un español que nos esté viendo y quiera ir a otra comunidad autónoma y le tengan que atender van a llenarle de burocracia, cuando lo que hay que hacer es atenderle en la sanidad pública. Eso es lo que hay que hacer. (Aplausos). Usted en su discurso ha descubierto el derecho a la educación. Y

o le invito a que se lea la Constitución. Ya está, señor Sánchez, el derecho a la educación. ¿Dónde pone el límite del derecho a la educación en la Constitución? Se ha sacado de la manga un derecho aquí que ya existe, el derecho a la educación. Además, la Ley Orgánica de 2006 garantiza la educación permanente no solo para jóvenes, sino para todos los ciudadanos. ¿Qué nos viene a traer aquí? ¿Los cursos de formación de Andalucía? ¿Ese es el derecho a la formación suya? (Risas y aplausos). 

Los cursos de formación del PSOE en Andalucía no son para formarse, son para forrarse, para que se forren los militantes socialistas, esos son los cursos de formación. (Aplausos). Así que, si el señor Sánchez ha liderado la desigualdad, imagínense con la banda que lleva y los socios que lleva: más desigualdad. Nos oponemos a su plan, nos oponemos a sus socios y nos opondremos a la desigualdad. Pero no estoy de acuerdo en una afirmación que he escuchado antes. 

Han dicho que el señor Sánchez no ha dicho nada de Cataluña. Discrepo. Usted no ha dicho ni una palabra pero lo ha dicho todo, porque no tener ni una palabra para el principal desafío a la democracia española es decirlo todo, señor Sánchez. 

Es decir quiénes son sus socios, es decir lo que usted quiere hacer allí y mirar hacia otro lado cuando la mayoría de catalanes se sienten desamparados por su Gobierno y sus socios. (Aplausos). El señor Sánchez en su programa propone que Torra nombre a los jueces en Cataluña. ¡El señor Sánchez en su programa propone que Torra nombre a los jueces! 

Pero ¿usted ha visto la que han liado los separatistas y los golpistas en Cataluña sin nombrar a los jueces? ¿Usted se imagina que Torra pusiera y quitara a los jueces en Cataluña? Sí, sí, ustedes proponen que el Consejo de Justicia sea competencia exclusiva de Cataluña. Pregúntele al señor Iceta, que es el que le hace el programa electoral. 

Él y todos ustedes defienden que los jueces los ponga Torra. Me opongo rotundamente a que unos golpistas nombren a jueces en mi país. Quiero que lo hagan los jueces elegidos por todos, los jueces con una urna en el Consejo General del Poder Judicial, no en un Consell de Justícia de Catalunya. Ustedes creen que el problema es el Constitucional, cuando el Constitucional es parte de la solución frente a los atropellos a la democracia que han cometido sus socios. 

Señor Sánchez, ha dicho usted al señor Casado que hay una deriva judicial por culpa de la política. Oiga, prevaricar no es política; prevaricar es un delito, que es lo que han hecho los golpistas. La sedición no es política; la sedición es un delito. La prevaricación es un delito, la malversación de fondos públicos es un delito. 

Pero ¿de qué está usted hablando? ¿En qué mundo vive? ¿De verdad se piensa que alguien ha empujado a Junqueras a prevaricar, que alguien ha convencido a los separatistas de que tenían que malversar fondos? ¿Les hemos obligado nosotros? Esto no vale: como no me den ustedes la razón cometo delitos y es culpa suya. 

No, mire, si usted va en dirección contraria atropellando a la gente, el conductor suicida es usted, no yo, y eso es lo que está pasando en Cataluña. Así que, señor Sánchez, con los que quieren liquidar nuestro país no hay nada que hablar; ley y justicia. Y usted hace lo contrario, no hablar con los constitucionalistas y dialogar con los que no quieren diálogo, sino que quieren imposición. Señor Sánchez, yo sí que creo que Cataluña tiene que formar parte de España, pero una Cataluña con los mismos derechos y libertades de sus ciudadanos que el resto. 

Yo soy catalán, pero no quiero privilegios ni para mi tierra, quiero que todos los españoles seamos iguales. Soy catalán y me siento orgulloso, pero no quiero que en mi tierra no se pueda estudiar en español o que nos impongan ideologías y adoctrinamiento en las escuelas. 

Soy catalán, pero no quiero pasar ni una frontera ni un muro para ir a visitar a mis compatriotas. Soy catalán y, precisamente por eso, soy español, y mi manera de ser español es ser catalán y precisamente defendiendo la Constitución. 

Y sí, señor Sánchez, si hay que aplicar la Constitución, se aplica sin problemas, porque el 155 y la Constitución fueron democracia y la imposición fue precisamente saltarse la ley. (Aplausos). Señor Sánchez, para repartirse a los jueces llame usted al señor Casado, a mí no me llame; yo no quiero que los políticos elijamos a los jueces, quiero cambiar la Ley del Poder Judicial para que los jueces escojan a los jueces. 

Señor Sánchez, para repartirse Televisión Española llame a sus socios o incluso al señor Casado; a mí no hace falta que me llame porque no participo de su idea de repartirse y poner a dedo a la que preside en este momento Televisión Española. Quiero que dimita y que haya un concurso público
para que estén los mejores. 

Señor Sánchez, para bloquear el estudio de su tesis doctoral o el máster del señor Casado a mí no me llamen, pónganse de acuerdo entre ustedes, que lo hacen más fácil. Para taparse las vergüenzas de los ERE y de la corrupción a mí no me llamen, llámense entre ustedes. Pero yo sí le llamaré a usted; le llamaré a usted para que apoye la comisión contra la despoblación cuya creación hemos presentado en esta Cámara. 

Sí, le llamaré a usted, a pesar de lo que discrepo… (El señor Sánchez Pérez-Castejón, candidato a la Presidencia del Gobierno, hace gestos al orador). Sí, le llamaré; le llamaré para hablar de España, no para negociar con los que quieren romper España. (Aplausos). 

Sí, señor Sánchez, porque desde la oposición Ciudadanos va a liderar los pactos de Estado contra la despoblación, contra el terrorismo —materia en la que seguiremos apoyando ese pacto; discrepemos de lo que discrepemos, estaremos siempre contra el terrorismo—, contra el cambio climático, también lideraremos un pacto por la ciencia —lo hemos hablado usted y yo—. 

Claro que sí. ¿Hay espacio de entendimiento? Sí, para pactos de Estado donde ustedes no tengan que contar con los nacionalistas. Pero es que usted ha hecho todo lo contrario, señor Sánchez: insultar a los constitucionalistas y pasarles la mano por el lomo a los nacionalistas. 

¿Sabe qué ha ofrecido usted a los constitucionalistas hasta el día de hoy a las 6 de la tarde? ¿Qué ha ofrecido? Insultos; insultos por llevar la bandera de tu país, insultos por discrepar de Sánchez. Sí, eso es lo que han ofrecido, han ofrecido ustedes escraches legitimando esos insultos. Sí, sí, señor Sánchez, el portavoz del Partido Socialista nos llamó perros a Fernando Savater, a las víctimas del terrorismo y a Ciudadanos por defender a la Guardia Civil en Alsasua: perros, fachas, fascistas. 

Eso es lo que ha hecho usted con los constitucionalistas hasta el día de hoy. ¿Y a usted le sorprende que los constitucionalistas queramos vigilarle con lupa? Una lupa así de grande vamos a poner, porque no es que no nos fiemos de usted, es que sabemos el plan que tiene; nosotros, en Ciudadanos, sí que lo sabemos. 

Así que, señor Sánchez, como reflexión, usted para ser presidente tiene que contestar a algunas preguntas y no ha contestado a ninguna. Yo le pregunto aquí —muchos españoles se harán esa pregunta—: ¿cuándo va a cesar al señor Marlaska por las declaraciones que hizo? ¿Cuándo? ¿Cuándo va a expulsar del PSOE a la señora Chivite por pactar con Batasuna? ¿Cuándo? ¿Cuándo va a derogar la ley que permite que los políticos elijan a los jueces? ¿O cuándo va a dimitir la señora Rosa María Mateo para hacer un concurso público? 

¿Cuándo dimitirá Tezanos y pondremos a alguien objetivo al frente del CIS? ¿Cuándo va a subir usted los impuestos y cuánto? ¿Cuándo se aprobará esa tarjeta sanitaria única? ¿Cuándo se podrá garantizar que se estudie en español en todos los colegios de España? ¿Cuándo? ¿Cuándo va a cambiar usted la ley para que no haya barreras y que los funcionarios puedan trabajar en toda España? 

¿Cuándo nos va a explicar si va a respetar usted la sentencia de los golpistas? Señor Sánchez, si hay sentencia, ¿usted va a indultar a los golpistas? ¿Usted va a mirar a los ojos a los españoles para perdonarles la pena, vía gubernamental, a quienes son condenados por la justicia? Y finalmente, señor Sánchez, ¿usted va a dimitir —se lo vuelvo a repetir— si hay sentencia condenatoria de los ERE, sí o no? ¿Va dimitir usted si hay sentencia condenatoria? 

Estas son algunas de las preguntas que se hacen los españoles. Acabo, señor Sánchez. Lo cómodo hoy sería mirar hacia otro lado y que Sánchez gobierne y ejecute su plan con su banda, lo cómodo sería mirar a otro lado ante los nacionalistas y no denunciar lo que pretenden, pero lo correcto es hacerles frente, los responsable es oponerse a ese plan, lo decente hoy aquí es oponerse a ese plan, vigilarles y liderar una oposición que pueda ofrecerles a los españoles una alternativa. 

Lo correcto es ir a todos los lugares de España; lo cómodo sería no ir a Rentería ni a Alsasua ni al pueblo de Puigdemont ni cuando nos diga la señora Calvo al 8M o al Orgullo, pero lo responsable es ir a todos los lugares donde se defiende la libertad, y lo vamos a seguir haciendo. Lo fácil sería subir los impuestos cada vez que hay un problema en vez de hacer reformas y ayudar a las familias, lo fácil es repartirse jueces en vez de que los elijan los jueces o poner a dedo a quien dirige Televisión Española en vez de que lo elijan por concurso los mejores. 

Pero nosotros no hemos venido aquí a hacer lo fácil ni lo cómodo; hemos venido a esta Cámara desde hace tiempo a hacer lo correcto, aunque sea difícil. Así que vamos a votar que no con las dos manos: no al plan Sánchez, no a la banda que va a ejecutar el plan Sánchez. Porque, como diría Fernando Savater, oponerse al plan Sánchez no es ser de izquierdas o de derechas, es ser sensato. Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos, puestos en pie.—Aplausos del señor Rivera Díaz dirigidos a su grupo parlamentario).

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rivera. Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. 

El señor SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN (candidato a la Presidencia del Gobierno): Muchas gracias, señora presidenta. Señor Rivera, me alegro de verle. Me alegro de verle. (Risas y aplausos). Se ha especulado mucho estas últimas semanas en las que usted no ha tenido a bien reunirse conmigo, ha habido incluso especulaciones en los medios de comunicación de que teníamos algún problema personal usted y yo. 

Yo tengo que decirle, señor Rivera, que no hay ningún problema personal (el señor Rivera Díaz: No), efectivamente, y yo le deseo lo mejor en lo personal y, sin duda alguna, me alegro además de que se haya recuperado de lo que le aconteció esta semana. 

Pero sí tengo que decirle, señor Rivera, que desde el punto de vista político usted se está equivocando mucho, muchísimo. Mire, usted ha puesto un cordón sanitario al Partido Socialista y con él se ha atado a la ultraderecha. Usted viene aquí y desde esta tribuna dice: teatro, puro teatro. Teatro, señor Rivera, es pactar con la ultraderecha e intentar que parezca un accidente. (Aplausos). 

Usted, señor Rivera, con todas estas expresiones de golpista, de banda, de sanchistas y del plan Sánchez y todas estas cuestiones que saca siempre a colación cada vez que tiene ocasión de poder hablar, cree que insulta, pero no lo hace así, señor Rivera; lo que hace es demostrar su capacidad de menosprecio. 

Me gustaría preguntar a la bancada de Ciudadanos y a usted mismo, señor Rivera, cuántos votos tiene que sacar el Partido Socialista a Ciudadanos y cuántos escaños tenemos que tener de diferencia el Partido Socialista y Ciudadanos para que no utilicen ni afijos ni etiquetas como las que ustedes siempre ponen para reconocer de una vez por todas a los votantes socialistas y a los cargos socialistas. (Aplausos). 

Usted viene, señor Rivera, a esta tribuna a dar lecciones de democracia, pero le digo una cosa y es que en democracia se respeta al adversario, y quien no tiene respeto al adversario tiene un problema con la democracia, y ese es usted, señor Rivera, cada vez que sube a esta tribuna y se dirige a aquellos que no piensan como usted. (Aplausos). 

La democracia es fondo y forma, señor Rivera; la democracia es fondo y forma. Y usted, al rechazar tener reuniones conmigo, no solo ha puesto como ejemplo su mala forma de entender la política y de hacer política, no solamente no ha dado usted cauce a un mandato que recibí del jefe del Estado como consecuencia de ser la primera fuerza política el pasado 28 de abril, sino que está contraviniendo el mandato de los ciudadanos, porque, efectivamente —y usted lo ha dicho en su intervención—, no hay una mayoría absoluta: yo tengo 123 escaños y estoy lejos, en consecuencia, de los 176 escaños para poder conformar un Gobierno como me gustaría, pero lo que le digo, señor Rivera, es que sería importante también tener diálogo y negociación con su grupo parlamentario para que España no se quedara bloqueada, la legislatura echara a andar y pudiéramos tener un Gobierno. 

Porque de eso estamos hablando, señor Rivera, señorías del Grupo Parlamentario Ciudadanos, estamos hablando de si España tiene Gobierno o no, de si tenemos un Gobierno o vamos al bloqueo institucional con el grave riesgo de poder ir a elecciones el próximo 10 de noviembre. 

Esta es la cuestión, señor Rivera. No le estoy pidiendo que usted vote a favor de mi candidatura, no estoy pidiendo que aplauda el discurso de investidura ni tampoco el planteamiento programático que estoy haciendo para los próximos cuatro años; yo solamente le estoy pidiendo que se abstenga, que facilite la formación de un Gobierno, al cual luego usted podrá llamar como quiera, insultar de la forma que nos tiene acostumbrados y hacer oposición como le venga a usted en gana, pero sería bueno, señor Rivera, que al menos usted tuviera clara cuál es la realidad: usted ni lidera la oposición, porque no lo han querido los españoles, ni lidera la derecha. 

Por tanto, facilite la formación de un Gobierno en España. No me escuche a mí, escuche a sus votantes al menos, señor Rivera. En todas las encuestas —y no solo de ese malvado Tezanos al cual usted siempre descalifica cuando tiene ocasión—, dicen que, al menos, el 70% de los votantes de Ciudadanos quieren que usted facilite la investidura y que haya Gobierno en España. 

El 70% de los votantes, señor Rivera, el 70% de los votantes de Ciudadanos piden que haya Gobierno y que Ciudadanos se abstenga en la formación del Gobierno en este debate de investidura. Declararse en rebeldía de los votantes es un mal negocio para usted y para Ciudadanos, pero eso es lo de menos: es un mal negocio para España. 

Por eso le pido, señor Rivera, que se abstenga por el bien de España y que se abstenga por el país que dice usted tanto querer y a cuya estabilidad usted dice que tanto contribuye. Porque usted ha tomado una deriva muy peligrosa, señor Rivera, usted al final ha cogido este mantra bastante conservador, aznarista, diría yo, de cuanto peor, mejor. 

Y, señor Rivera, el cuanto peor, mejor es cuanto peor, peor para usted, para su partido y, sobre todo y ante todo, para el país. Nosotros hemos visto durante estos últimos meses después de las elecciones un debate interno bastante intenso en su formación política. 

Ha habido un debate bastante intenso. Tanto es así que ha habido personas como Valls... Imagino que el señor Valls, señor Rivera, también forma parte del plan Sánchez y por eso ha facilitado que haya un Gobierno no independentista en el Ayuntamiento de Barcelona. (Aplausos.—Denegaciones del señor Rivera Díez). 

Sí, sí. Ya sabía yo que ustedes pensaban lo mismo que yo. (Risas). Pero también ha habido fundadores del partido que usted puso en marcha, señor Rivera, que han abandonado igualmente su formación, y además los ha despachado más o menos igual que me despachó a mí el otro día cuando dijo que no me iba a coger el teléfono y no se iba a reunir conmigo. 

Ha venido a decir algo así como: aquellos que no piensen como yo que monten otro partido. Yo no sé si van a montar otro partido, señor Rivera, pero Ciudadanos hoy parece La gran evasión. (Aplausos). Señor Rivera, ha venido aquí a darnos lecciones de centrismo. 

Dice usted que es un centrista, un liberal. Hombre, un liberal y un centrista no bloquea España; a un liberal y a un centrista no solamente le funciona un intermitente, el de la derecha. Usted, señor Rivera, ha dejado eso de rojos y azules, como dijo el señor Roldán, para abrazarse claramente al verde del señor Abascal. (Aplausos). 

Señor Rivera, ha dejado a un lado la idea de la regeneración democrática, luchar contra la corrupción, y lo único que ha hecho ha sido apuntalar la corrupción en la ciudad de Madrid, en Murcia y en Castilla y León de un Partido Popular que está lleno de corrupción sistémica en esos territorios, como bien sabe. (Aplausos). 

Señor Rivera, ha dejado atrás y ha dicho adiós a la lucha contra el nacionalismo periférico, y ha abrazado aquello que dijo uno de los padres fundadores de su partido, el señor Francesc de Carreras, que no solo dijo que se ha convertido en una suerte de adolescente caprichoso, sino que ha abrazado el nacionalismo español, que es lo que efectivamente se escucha cada vez que sube a la tribuna. Señor Rivera, ha abandonado y ha laminado todo debate interno. 

Cada vez está más solo en su torre de marfil, señor Rivera. Y finalmente, ¿lidera usted la oposición, señor Rivera? Si es la tercera fuerza política de este país, si cuando ustedes tuvieron la ocasión de liderar la oposición, ganando las elecciones en Cataluña, huyeron y dejaron a los constitucionalistas sin ningún tipo de defensa en el Parlamento de Cataluña. (Aplausos). ¿Pero viene aquí a dar lecciones de qué, de liderar qué oposición? ¿De liderar qué oposición si la señora Arrimadas no se presentó al debate de investidura en el Parlamento de Cataluña? 

Si ustedes lo que han hecho ha sido huir de Cataluña y dejar al constitucionalismo sin ninguna referencia en Ciudadanos. (Aplausos). Para ustedes todos son fascistas; todos son fascistas. La gente del 8 de marzo, las feministas, fascistas (rumores); aquellos que no comulgan con ustedes en la manifestación del orgullo gay, fascistas. (Rumores). 

Sí, sí, claro que sí. El Partido Socialista, fascista. Claro que sí, señor Rivera. Ahora, eso sí, no le vamos a poner una etiqueta, siguiendo la frase de la señora Arrimadas, a la ultraderecha porque no les gusta poner etiquetas. (Aplausos). Todos son fascistas menos la ultraderecha. 

A mí, señor Rivera, no me gusta poner etiquetas, pero en esta ocasión no me resisto. Su etiqueta es reversible, como las chaquetas. (Risas). Honestamente, señor Rivera, no le entiendo. Yo creo que usted está peleado con la realidad. 

No sé a qué obedecen sus discursos, a qué obedece el cordón sanitario que ha puesto al Partido Socialista, honestamente se lo digo. Según los datos, el 57% de los reales decretos-leyes aprobados durante los doce meses de gobierno de la legislatura anterior fueron apoyados por su grupo parlamentario. Usted y yo en 2016 acordamos doscientas medidas, que han formado parte también del discurso de investidura que he dirigido a la Cámara esta mañana. 

Hemos hablado de pacto educativo, de transición ecológica, de derechos civiles, de muerte digna, de eutanasia, de cómo resolver muchas de las cuestiones lacerantes que sufre mucha población en nuestro país. Todas estas cuestiones permanecen vigentes, señor Rivera, ¿y ninguna de ellas justifica al menos que usted se abstenga? Yo no le pido que vote a favor, sino que al menos se abstenga para que haya un Gobierno en España al cual usted se pueda oponer. 

No le pido más, señor Rivera. Además usted está pagando un coste insoportable. (Rumores). Sí, sí, usted está pagando un coste insoportable, señor Rivera. En Murcia usted está pactando con la ultraderecha y ahí están cuestionando los derechos de la minoría y la diversidad del colectivo LGTBI. (Aplausos). 

Usted en Andalucía ha pactado con la ultraderecha y ahí están haciendo listas negras con los trabajadores y las trabajadoras que están luchando contra la violencia de género. Usted está pactando con la ultraderecha y tenemos que escuchar decir a algunas líderes de la ultraderecha en Madrid que hay que revisar y cuestionar a aquellas personas que están educando en diversidad, y por tanto en respeto, a las minorías en los colegios públicos de Madrid. 

Señor Rivera, cuando un líder empieza a quedarse solo como usted debería preguntarse por qué. Si fuesen ustedes un partido liberal, señor Rivera, no estaríamos ahora mismo ante una situación de bloqueo. Yo se lo digo de una manera bien sencilla. ¿Cómo se puede comer que usted diga que está defendiendo los derechos del colectivo LGTBI cuando pacta con la ultraderecha que pone en cuestión esos derechos del colectivo LGTBI? 

¿Cómo puede decir usted que es feminista y luego apresurarse a intentar poner al feminismo una etiqueta de liberalismo? ¿Cómo puede decir usted que quiere luchar contra el nacionalismo y contra el independentismo cuando quiere que sea investido presidente del Gobierno por aquellas fuerzas independentistas a las cuales usted dice querer combatir, señor Rivera? ¿Cómo se come eso, señor Rivera? ¿Cómo se come eso? (Aplausos). 

Lo único que le digo, señor Rivera, más allá de todo esto, porque luego entra usted en disquisiciones: que si el sablazo fiscal… Señor Rivera, 26000 millones de euros. ¡Dice usted que voy a subir los impuestos 26000 millones de euros! Lea usted por lo menos los papeles e infórmese. Ya no está el señor Roldán, pero que el señor Marcos de Quinto le diga exactamente que no son 26000 millones de euros, señoría, que estamos hablando del ciclo económico y de los ingresos públicos que va a haber como consecuencia del aumento de la recaudación de los impuestos. 

Hable usted con propiedad e infórmese. Y si usted hace las dos cosas, lo que le pido, por favor, es que no mienta a los españoles y que deje de faltar de una vez por todas a la verdad. (Aplausos). 

Señoría, yo desde luego estaré dispuesto a hablar con usted de la ley de familias, estaré dispuesto a hablar con usted de los autónomos y estaré dispuesto a hablar con usted de todas las cuestiones. Por cierto, infórmese también, señor Rivera, porque en Portugal ha sido el Tribunal Constitucional el que ha echado abajo esa ley de maternidad subrogada. (Denegaciones del señor Rivera Díaz). 

Sí, señor Rivera. (Aplausos.—Rumores). En todo caso, señor Rivera, eso es lo de menos. Lo importante es que la legislatura eche a andar, lo importante es que España tenga Gobierno, lo importante es que haya oposición, lo importante es que podamos poner en marcha muchas de las iniciativas legislativas que estoy convencido de que entre todos podemos sacar en beneficio de la mayoría social. 

Por tanto, señor Rivera, le pido que por el bien de España usted y su grupo el próximo jueves se abstengan para que haya Gobierno. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie, y del Gobierno en funciones).

No hay comentarios:

Publicar un comentario