El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, con objeto de
adecuada explicitación de los hechos y para su toma en constancia, manifiesto que el motivo de llamar al
orden a la diputada doña Marta Rosique i Saltor tiene su razón en que los nombres pronunciados previos
al del diputado Ábalos no corresponden a diputados electos. Muchas gracias. (Aplausos).
Señorías, por favor, olvidémonos de este tiempo de nubes pasajeras. ¿Hay alguna señora o señor
diputado que no haya sido nombrado? (Pausa). No.
RECURSOS CONTENCIOSO-ELECTORALES INTERPUESTOS.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): La señora secretaria primera de
la Mesa de Edad, tiene la palabra.
La señora SECRETARIA DE LA MESA DE EDAD (Rosique i Saltor): Relación de recursos contencioso electorales. El señor presidente de la Junta Electoral Central, mediante oficio de 27 de noviembre de 2019,
notifica que no se ha presentado ningún recurso contencioso-electoral contra el acto de proclamación de
candidatos electos realizado por las correspondientes juntas electorales provinciales en relación con las
elecciones al Congreso de los Diputados y al Senado, convocadas por Real Decreto 551/2019, de 24 de
septiembre, celebradas el 10 de noviembre de 2019.
ELECCIÓN DE LA MESA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS:
— ELECCIÓN DEL PRESIDENTE.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, se va a proceder
ahora a la elección de la Mesa del Congreso de los Diputados, según el procedimiento previsto en el
artículo 37 del Reglamento. En primer lugar, se elegirá al presidente de la Cámara. La votación tendrá
carácter secreto y se realizará por papeletas. Cada diputado escribirá solo un nombre en la papeleta.
Resultará elegido el que obtenga el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. Si ninguno
obtuviera en la primera votación dicha mayoría se repetirá la elección entre los que hayan alcanzado las
dos mayores votaciones y resultará elegido el que obtenga más votos.
Por la señora secretaria de la Mesa de Edad se procederá al llamamiento por orden alfabético de las
señoras y señores diputados para que depositen la papeleta en la urna correspondiente. Los miembros
de la Mesa votarán al final.
Comienza la votación.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor y Muñoz Dalda, se procede al
llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas en la
urna.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Un segundo, señorías, por favor.
(La señora Lastra Fernández se ha hecho daño en un tobillo al bajar las escaleras).
Doña Adriana Lastra, no traiga usted el voto. Si va a permanecer en la sala, hágalo sentada e iremos
a recogérselo. Si no, salga para que la atiendan y esperaremos hasta el final para que nos lo dé.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor y Muñoz Dalda, se continúa
con el llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas
en la urna.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Muchísimas gracias. Han sido
ustedes ejemplares. Hemos mejorado muchísimo.
Ahora vamos a recoger los votos de los heridos —yo también estoy un poco mancado del remo
derecho—, así que esto nos incrementará los tiempos muertos; digamos demediados, no muertos.
(Pausa).
Terminada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, ¿hay alguna señora
diputada o algún señor diputado que no haya sido llamado para votar? (Denegaciones).
Realizado el escrutinio, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): En consecuencia, tras realizar
el escrutinio de los votos emitidos, el resultado es el siguiente: votos emitidos, 349; 167, a favor de doña
Meritxell Batet Lamaña; 91, a favor de doña Ana María Pastor Julián; 52, a favor de doña Macarena Olona
Choclán; 11 votos en blanco, y 28 votos nulos. Al no haberse obtenido el voto de la mayoría absoluta de
los miembros de la Cámara, 176, y de acuerdo con lo dispuesto en el inciso final del artículo 37.1 del
Reglamento, se ha de proceder a una nueva votación entre los que hayan alcanzado las dos mayores
votaciones, resultando elegido el que obtenga más votos.
En consecuencia, esta nueva votación se
produce entre doña Meritxell Batet Lamaña y doña Ana María Pastor Julián, que son las diputadas que
han obtenido mayor número de votos en la votación anterior. (Rumores). Resultará elegida presidenta del
Congreso de los Diputados la que obtenga más votos. Si se produjera empate, se celebrarán sucesivas
votaciones hasta que el empate quede dirimido. (Rumores). ¡Por favor, señorías!, que ya ven que me
trafullo. Es la edad y el ronroneo. (Risas).
Por las señoras secretarias de la Mesa de Edad se procederá al llamamiento por orden alfabético de
las señoras y los señores diputados para que depositen la papeleta en la urna correspondiente. Los
miembros de la Mesa de Edad votarán al final.
Comienza, pues, la votación.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor y Muñoz Dalda, se procede al
llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas en la
urna.
Terminada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): ¿Se ha omitido el nombre de
algún diputado para la votación?
La señora VEHÍ CANTENYS: Sí. No me han llamado.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): No se la ha llamado. Pero ¿ha
votado o no ha votado?
La señora VEHÍ CANTENYS: No.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): No ha votado. Por favor,
señoría, acérquese a identificarse para proceder a recoger su voto. (Así lo hace la señora Vehí
Cantenys). Perdónenos, porque no sabe más el demonio por viejo; sabe menos. (Risas). ¿A alguien
más hemos dejado sin nombrar? (Denegación). Pónganlo en mi debe; yo ya me ocuparé de poner algo
en mi haber.
Procedemos al escrutinio. Realizado el escrutinio, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, el resultado de la
votación ha sido el siguiente: votos emitidos, 346; 166, a favor de doña Meritxell Batet Lamaña; 140, a
favor de doña Ana María Pastor Julián; 11 votos en blanco, 29 votos nulos.
Al haber obtenido la mayoría de votos de los miembros de la Cámara, queda en consecuencia
proclamada presidenta del Congreso de los Diputados doña Meritxell Batet Lamaña. (Prolongados
aplausos de las señoras y los señores diputados, algunos puestos en pie).
— ELECCIÓN DE LOS VICEPRESIDENTES.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Se elegirán a continuación los
cuatro vicepresidentes. Cada diputado escribirá solo un nombre en la papeleta para la elección de
vicepresidentes. Resultarán elegidos por orden sucesivo como vicepresidentes los cuatro que obtengan
mayor número de votos.
Si en alguna votación se produjera empate, se celebrarán sucesivas votaciones
entre los candidatos igualados en votos hasta que el empate quede dirimido. (Rumores). Señorías, esto
es muy pesado pero es mi placer; guarden silencio.
Por las señoras secretarias de la Mesa de Edad, se procederá al llamamiento por orden alfabético de
las señoras y los señores diputados para que depositen la papeleta en la urna correspondiente. Los
miembros de la Mesa de Edad votarán al final.
Señorías, comienza la votación.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor y Muñoz Dalda, se procede al
llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas en la
urna.
Terminada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, silencio, por favor.
¿Alguna señora o señor diputado no ha sido nombrado para el voto? (Pausa). Al parecer, no; hemos
mejorado. Vamos a proceder a recontarlos.
Realizado el escrutinio, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, el resultado de la
votación para la elección de los cuatro vicepresidentes ha sido el siguiente: votos emitidos, 348; 108, a
favor de don Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; 101, a favor de doña Ana María Pastor Julián; 77, a favor
de doña María Gloria Elizo Serrano; 52, a favor de don Ignacio Gil Lázaro; 1 voto en blanco y 9 votos
nulos.
Quedan, en consecuencia, proclamados: vicepresidente primero, don Alfonso Rodríguez Gómez de
Celis (aplausos de las señores y los señores diputados, algunos puestos en pie); vicepresidenta
segunda, doña Ana María Pastor Julián (aplausos de las señoras y los señores diputados, algunos
puestos en pie); vicepresidenta tercera, doña María Gloria Elizo Serrano (aplausos de las señores y
los señores diputados, algunos puestos en pie); vicepresidente cuarto, don Ignacio Gil Lázaro
(aplausos de las señoras y los señores diputados, algunos puestos en pie).
— ELECCIÓN DE LOS SECRETARIOS.
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, se elegirán a
continuación los cuatro secretarios. Cada diputado escribirá solo un nombre en la papeleta para la elección
de secretarios. Resultarán elegidos por orden sucesivo como secretarios los cuatro que obtengan mayor
número de votos. Si en alguna votación se produjera empate, se celebrarán sucesivas votaciones entre
los candidatos igualados en votos hasta que el empate quede dirimido. (Rumores). ¡Señorías, por favor…!
Es el único placer que tengo: hacer estas lecturas.
Por las señoras secretarias de la Mesa de Edad se procederá al llamamiento por orden alfabético de
las señoras y los señores diputados para que depositen la papeleta en la urna correspondiente. Los
miembros de la Mesa de Edad votarán al final.
Comienza la votación.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor y Muñoz Dalda, se procede al
llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas en la
urna.
Terminada la votación y realizado el escrutinio, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, hago voto a su
paciencia y a la propia.
El resultado de la votación para la elección de los cuatro secretarios ha sido el siguiente: votos
emitidos, 348; 67, a favor de doña Sofía Hernanz Costa; 67, a favor de don Gerardo Pisarello Prados; 60,
a favor de don Javier Sánchez Serna; 58, a favor de don Adolfo Suárez Illana; 52, a favor de don José
María Figaredo Álvarez-Sala; 43, a favor de don José María Espejo-Saavedra Conesa; 1 voto en blanco
y cero votos nulos.
En consecuencia, tenemos que proceder a una nueva elección para dirimir los puestos de doña
Sofía Hernanz y don Gerardo Pisarello en orden a la ordinalidad —perdón por la redundancia— de los
secretarios. (Rumores). Muestren ustedes y muestre mi espalda la mayor resignación. Así son las
cosas y a hacerlo como manda el artículo 37.3 nos debemos. Cuanto antes lo hagamos antes
terminamos. Señorías, paciencia y barajar.
Procederemos de nuevo a la votación. Señorías, pueden
votar lo que quieran, pero serán votos nulos aquellos que no correspondan a doña Sofía Hernanz Costa
o a don Gerardo Pisarello Prados. La intención es simplemente saber quién será el primero y quién será
el segundo, pero cuestiones de orden son necesarias para el orden.
Se me hace una propuesta que creo muy razonable, que vendrá bien para mis huesos y para los
suyos, y es que hagamos un pequeño recreo de cinco minutos. Es pequeño, pero servirá para
desentumecernos. Entonces, cinco minutos de reposo. Señorías, aprovechemos bien estos cinco minutos,
son escasos; disfrutémoslos; estamos en muy buena compañía. (Pausa).
Señorías, por favor, han pasado ya los cinco minutos que nos hemos concedido.
Tengo estos ojos hechos a las penas / y a las cavilaciones estas sienes: / pena que vas, cavilación que
vienes / como el mar de la playa a las arenas. Seguiremos amarrados a la dura galera turquesca —que
presentó Góngora— en estos duros bancos, pero solo un poquito más.
Señorías, vamos a dar inicio a esta
votación extraordinaria para dirimir el puesto de los secretarios. Muchas gracias. Señoras secretarias, a
la brega.
Por las secretarias de la Mesa de Edad, señoras Rosique i Saltor, y Muñoz Dalda, se procede al
llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van depositando sus papeletas en la
urna.
Terminada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Como estamos cansados, pasan
algunas cosas, y ruego paciencia. Vuelvo a preguntar: ¿Algún diputado se ha quedado sin votar? (El
señor Zaragoza Alonso levanta la mano). Que se acerque hacia nosotros, que no le vamos a hacer
nada. (Risas.—Pausa).
Realizado el escrutinio, dijo
El señor PRESIDENTE DE LA MESA DE EDAD (Zamarrón Moreno): Señorías, prestos al término de
nuestra actuación, la Mesa de Edad quiere manifestarles su agradecimiento por la diligencia, el orden y
su capacidad de disimular mis defectos y, sobre todo, por su buen humor, que nos ha sido preciso.
Gracias. Ahora terminaremos enseguida, esta parte. (Aplausos.—Pausa).
Señorías, el resultado de la votación para dirimir el empate entre los dos secretarios ha sido el
siguiente: votos emitidos, 297; 91, a favor de don Gerardo Pisarello Prados; 87, a favor de doña Sofía
Hernanz Costa.
En consecuencia, quedan proclamados secretario primero, don Gerardo Pisarello Prados
(aplausos de las señoras y los señores diputados, algunos puestos en pie); secretaria segunda,
doña Sofía Hernanz Costa (aplausos de las señoras y los señores diputados, algunos puestos en
pie); secretario tercero, don Javier Sánchez Serna (aplausos de las señoras y los señores diputados,
algunos puestos en pie), y secretario cuarto, don Adolfo Suárez Illana (aplausos de las señoras y los
señores diputados, algunos puestos en pie.—Rumores). Silencio, por favor.
Por tanto, ruego a la señora presidenta y a los señores vicepresidentes y secretarios elegidos en este
acto que ocupen sus puestos en la Mesa del Congreso de los Diputados.
Muchísimas gracias y enhorabuena a los elegidos y a los electores. (Así lo hacen los nuevos
miembros de la Mesa.—Aplausos).
JURAMENTO O PROMESA DE ACATAMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN.
La señora PRESIDENTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (Batet Lamaña): Buenos días,
señorías.
Vamos a proceder al juramento o promesa de acatamiento de la Constitución de todos los miembros
de la Cámara, en los términos previstos en el Reglamento de la misma. (La señora Álvarez de Toledo
Peralta-Ramos pide la palabra).
Sí, señora Álvarez de Toledo.
La señora ÁLVAREZ DE TOLEDO PERALTA-RAMOS: Por una cuestión de Reglamento.
Señora presidenta, después del espectáculo humillante para la democracia que vivimos aquí el pasado
mes de mayo y que se ha vuelto a vivir esta mañana en el Senado, y dado que la presidenta ayer saliente
y hoy entrante contestó a una carta que le enviamos diciendo básicamente que no iba a hacer nada o solo
un mínimo esfuerzo para garantizar la pulcritud legal de los juramentos en el día de hoy, ruego a la
Presidencia que se lea la resolución de esta Presidencia de 1989 que especifica claramente cómo deben
producirse esos juramentos, así como también el párrafo clave de la sentencia 119/1990 que dice
literalmente que los juramentos no pueden acompañarse de cláusulas o expresiones que de una forma u
otra vacíen, limiten o condicionen su sentido propio, sea cual fuese la justificación invocada para ello.
Es
decir, que no caben juramentos con reservas mentales, ni por supuesto verbales, y que todos los electos
tengan muy claro a qué consecuencias se atienen, que se atengan a las consecuencias de no jurar de
manera perfectamente escrupulosa de acuerdo con el Reglamento, la Constitución y, por supuesto, la
Presidencia si no garantiza que eso sea así.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Álvarez de Toledo, por velar por el buen hacer de
esta presidenta. La señora presidenta es muy consciente de sus responsabilidades y de sus obligaciones,
y desde luego la Presidencia es ejercida de acuerdo con argumentos jurídicos, de acuerdo con la base
normativa que le corresponde, esto es, el Reglamento, la resolución y las sentencias del Tribunal
Constitucional en toda su interpretación e incluso teniendo ya esta vez —no en la anterior del 21 de mayo,
pero ahora sí— un criterio adicional de la Junta Electoral Central.
Por tanto, señora Álvarez de Toledo, la
Presidencia aplicará el Reglamento, la resolución y toda la normativa vigente, incluida la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional, para garantizar sobre todo que los derechos fundamentales en España y en este
Parlamento se puedan ejercer de la mejor manera posible, haciendo una aplicación flexible, como así
indica el Tribunal Constitucional (protestas), para que se garantice el derecho fundamental a la
participación —artículo 23 de la Constitución—.
En este sentido creo que se puede usted quedar tranquila.
La presidenta no va a hacer una aplicación arbitraria de las normas, sino que va a hacer una aplicación
jurídica de las mismas. Muchas gracias. (Aplausos).
Vamos a proceder, como había iniciado ya a anunciar, al juramento o promesa de acatamiento a la
Constitución de todos los miembros de la Cámara en los términos previstos en el Reglamento de la misma
y en la resolución de la Presidencia de 30 de noviembre de 1989.
Lo harán en primer lugar la Presidencia
y los miembros de la Mesa, y a continuación los restantes señores diputados. Ruego a los miembros de
la Mesa que se pongan en pie.
Prometo acatar la Constitución y cumplir fielmente mis obligaciones como presidenta del Congreso de
los Diputados.
Don Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ¿jura o promete acatar la Constitución y cumplir fielmente
sus obligaciones como vicepresidente primero?
El señor RODRÍGUEZ GÓMEZ DE CELIS: Sí, prometo.
La señora PRESIDENTA: Doña Ana María Pastor Julián, ¿jura o promete acatar la Constitución y
cumplir fielmente sus obligaciones como vicepresidenta segunda?
La señora PASTOR JULIÁN: Sí, juro.
La señora PRESIDENTA: Doña María Gloria Elizo Serrano, ¿jura o promete acatar la Constitución y
cumplir fielmente sus obligaciones como vicepresidenta tercera?
La señora ELIZO SERRANO: Sí, prometo.
La señora PRESIDENTA: Y don Ignacio Gil Lázaro, ¿jura o promete acatar la Constitución y cumplir
fielmente sus obligaciones como vicepresidente cuarto?
El señor GIL LÁZARO: Por España, sí, juro.
La señora PRESIDENTA: Don Gerardo Pisarello Prados, ¿jura o promete acatar la Constitución y
cumplir fielmente sus obligaciones como secretario primero?
El señor PISARELLO PRADOS: Por las trece rosas, sí, prometo.
La señora PRESIDENTA: Doña Sofía Hernanz Costa, ¿jura o promete acatar la Constitución y cumplir
fielmente sus obligaciones como secretaria segunda?
La señora HERNANZ COSTA: Sí, prometo.
La señora PRESIDENTA: Don Javier Sánchez Serna, ¿jura o promete acatar la Constitución y cumplir
fielmente sus obligaciones como secretario tercero?
El señor SÁNCHEZ SERNA: Por la democracia y los derechos sociales, sí, prometo.
La señora PRESIDENTA: Don Adolfo Suárez Illana, ¿jura o promete acatar la Constitución y cumplir
fielmente sus obligaciones como secretario cuarto?
El señor SUÁREZ ILLANA: Sí, juro.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Pasamos ahora al juramento general. La pregunta que se formula en términos generales es la
siguiente: señorías, ¿juráis o prometéis acatar la Constitución?
Ruego al señor secretario primero que proceda al llamamiento por orden alfabético para que las
señoras y señores diputados puedan proceder al acatamiento.
Los miembros del Gobierno en funciones
lo harán al final.
Por los secretarios de la Mesa se procede a dar lectura de la lista de las señoras y los señores
diputados electos, quienes juran, prometen o lo hacen utilizando otras fórmulas de acatamiento de
la Constitución, excepto el señor Jaume Alonso-Cuevillas i Sayrol que está ausente.
Durante la lectura, el señor Abascal Conde pide la palabra, a lo que la señora presidenta le
señala que dará la palabra al final del acatamiento a quien lo solicite.
A continuación, también por los secretarios de la Mesa, se procede a dar lectura de los miembros
del Gobierno en funciones, diputados electos, quienes juran o prometen la Constitución.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a los cuatro secretarios.
Todas las señoras y los señores diputados que han contestado al llamamiento han adquirido la
condición plena de diputados y diputadas. (Aplausos.—Los señores Casado Blanco, García Egea,
Mariscal Anaya y la señora Álvarez de Toledo Peralta-Ramos piden la palabra).
Señor Casado, tiene la palabra.
El señor CASADO BLANCO: Tal y como ha avisado anteriormente la portavoz del Grupo Popular,
este grupo iba a estar muy vigilante al desarrollo de la sesión de hoy. Quiero hacer una reflexión: si esta
Cámara no se defiende a sí misma de un espectáculo que atenta gravemente no contra el decoro
parlamentario, sino contra el propio orden constitucional en una sesión solemne, creo que empezamos a
tener un problema del propio pilar institucional de nuestra nación.
Quiero recordar que el artículo 108 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General dice que para
adquirir la condición plena como parlamentario hace falta acatar públicamente la Constitución. Del mismo
modo, se ha recordado que hay una resolución de la Cámara —también el artículo 20 del Reglamento—
que dice que para el juramento o promesa no se pueden utilizar fórmulas que desvirtúen o vacíen el
sentido del acatamiento de la Carta Magna.
Y en esta ocasión, en esta sesión solemne, esto ha sucedido
al menos en casi medio centenar de ocasiones. Por eso, señora presidenta, usted no debería haber dicho
que todos los diputados han adquirido la condición plena como parlamentarios. Al menos, tenía que haber
puesto medios para que los servicios taquigráficos, a través de la grabación o la traducción de algunas de
las expresiones, pudieran cotejar con la Mesa de la Cámara si esto ha sido así.
En nuestra opinión, no ha
sido así y, por eso, vamos a presentar un recurso de amparo ante la Mesa y también ante el Tribunal
Constitucional. (Aplausos). Pero le pedimos, en su concepto de flexibilidad, que guarde el pilar institucional
que esta Cámara merece frente al espectáculo que hoy se ha vuelto a reiterar.
Muchas gracias. (Aplausos.—El señor Abascal Conde pide la palabra).
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Casado.
Señor Abascal.
El señor ABASCAL CONDE: Señora presidenta, al amparo del artículo 72.1 del Reglamento en
relación con los artículos 4, 20 y 32, apartados 1 y 2, solicito la palabra para pedir a la Presidencia que,
aunque sea a posteriori, cumpla y haga cumplir y respetar el Reglamento de esta Cámara.
A nuestro juicio,
y según la clarísima sentencia del Tribunal Constitucional, hoy los electos de Junts pel Sí, de Esquerra
Republicana, del Partido Nacionalista Vasco, de Bildu y del Bloque Nacionalista Galego, no han alcanzado
la condición de diputados porque su fórmula de juramento no es válida según la Sentencia 119/1990 del
Tribunal Constitucional, que expresa con claridad que las fórmulas imaginativas tienen como límite que su
formulación no desnaturalice o vacíe de contenido el acatamiento mismo mediante fórmulas que supongan
un fraude de ley o priven de sentido al propio acatamiento, que es exactamente lo que ha ocurrido.
Es muy
evidente que no solamente no han jurado la Constitución algunos de los electos, sino que han realizado
un acto de conjura contra la Constitución, y me remito de nuevo a la sentencia del Tribunal Constitucional
cuando dice que lo decisivo es que el acatamiento a la Constitución haya sido incondicional y pleno.
En consecuencia, como es tan evidente que estos señores se han manifestado conjurándose contra
la Constitución o evitando su juramento, solicitamos a la Mesa y a la Presidencia que estudien con
detenimiento estas fórmulas y que adviertan, en su caso, a los señores electos de la ineficacia de la
fórmula empleada y de que, por no cumplir los requisitos de los artículos 4 y 20 del Reglamento, no
adquieren la condición de diputados.
En caso contrario, señora presidenta, queremos dejar constancia en
esta Cámara — concluyo ya— de que el Grupo Parlamentario VOX se reserva todas las acciones legales,
incluso ante los tribunales, no solamente contra los electos que van a adquirir la condición de diputados
ilegalmente en el día de hoy, sino también contra la Presidencia de la Cámara y los miembros de la Mesa
que lo permitan por la posible comisión de una prevaricación administrativa.
Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos.—La señora Arrimadas García pide la palabra).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Abascal.
Señora Arrimadas.
La señora ARRIMADAS GARCÍA: Señora presidenta, le pido la palabra por el artículo 72 del
Reglamento.
Señora presidenta, claramente en esta sesión no se ha cumplido no solo el Reglamento, sino las
sentencias relativas a cómo se tiene que acceder al cargo de diputado. Usted hacía referencia en su
primera intervención a la flexibilidad.
Es cierto que en la sentencia se habla de flexibilidad, y podemos
entender que algunos de los diputados y diputadas al acceder a su cargo hayan dicho cosas que entren
dentro de la flexibilidad; por ejemplo, «por España» (rumores), «por los derechos humanos» o incluso
una que a mí me encantó en la legislatura anterior en la que se juró «por el planeta».
Eso, dentro de lo
que cabe, no sale de lo que es la flexibilidad. Pero aquí, señora presidenta, se ha jurado o prometido el
cargo con graves insultos a nuestra democracia. Aquí se ha dicho que España es una dictadura. Aquí se
acaba de decir que hay presos políticos.
Eso, señora presidenta, y usted lo debería saber, es decir que los
jueces son prevaricadores que meten en la cárcel a la gente por sus ideas. Usted, señora presidenta del
Congreso, no es solo presidenta para los privilegios que le son dados por ser la segunda institución de España, usted es presidenta también para las obligaciones, y la mayor obligación que tiene es mantener
el decoro de esta Cámara y el respeto a las instituciones del Estado.
Usted no puede permitir que, como
añadido a un juro o prometo, se insulte a los jueces, a la democracia de este país o, incluso, se ponga en
duda que esta sea la Cámara de la soberanía nacional hablando paralelamente de otras soberanías que
la fragmentan.
Yo le pido, señora presidenta del Congreso, que recuerde que no es la delegada de Sánchez en la
Mesa. Usted es la que debe velar por el cumplimiento del Reglamento y de todas las sentencias. Por es,
le pido que no vuelva a cometer el error que cometió en la pasada legislatura y que haga cumplir el
Reglamento. Porque le vuelvo a decir que usted no es solo la presidenta del Congreso para los privilegios
que le otorga su cargo; usted también es presidenta para las obligaciones.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a las tres señorías que han solicitado la palabra.
Siguiendo del aprendizaje de un referente político para mí que decía que política es pedagogía, me
voy a permitir compartir con todos ustedes algunos párrafos de las sentencias a las que estamos haciendo
alusión. Me refiero a las sentencias del Tribunal Constitucional.
La sentencia 119/1990 nos dice: No resulta
congruente una interpretación de la obligación de prestar acatamiento a la Constitución que antepone un
formalismo rígido a toda otra consideración, porque de ese modo se violenta la misma Constitución de
cuyo acatamiento se trata, se olvida el mayor valor de los derechos fundamentales, en concreto los del
artículo 23, y se hace prevalecer una interpretación de la Constitución excluyente frente a otra integradora.
Continúo con otra sentencia del Tribunal Constitucional, la 74/1991: La naturaleza misma de la función
representativa, con un evidente sustrato democrático producto de las elecciones, refuerza la idea de
interpretación flexible de los requisitos formales, haciendo prevalecer, pues, los derechos de participación
y representación sobre una exigencia formalista o rigorista de los requisitos que no guarde proporción
alguna con la finalidad perseguida al establecerlos y con la trascendencia misma del requisito.
Esta interpretación del Tribunal Constitucional la hace también la Junta Electoral Central cuando dice
en su Acuerdo 527/2019: La junta entiende que estas fórmulas son admisibles en la medida en que, de
conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional —y hace referencia a las dos sentencias
citadas—, contienen expresiones que tienen un sentido modal o causal que no implica condición, reserva
ni limitación alguna del acatamiento a la Constitución.
Todas las fórmulas utilizadas hoy han sido anteriormente utilizadas y, por tanto, también supervisadas
por la Junta Electoral Central. (Rumores). Esta interpretación que hacen tanto el Tribunal Constitucional
como la Junta Electoral Central, esta interpretación integradora, es precisamente la que hace también
esta presidenta, porque está convencida de que reforzando nuestros derechos fundamentales lo que
hacemos es reforzar nuestra democracia.
Finalmente, el mismo artículo que les ha facultado para solicitar
la palabra prevé expresamente que debe acatarse la decisión que adopte la Presidencia y que no cabe
debate alguno al respecto.
Muchas gracias. (Aplausos, con algunas señoras y señores diputados puestos en pie).
DISCURSO DE LA SEÑORA PRESIDENTA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS.
La señora PRESIDENTA: Y ahora, si me lo permiten, señorías, quería dirigirme también a la Cámara
con otras palabras; palabras complementarias. Señoras y señores, empezaré por felicitar a todas sus
señorías por su elección como diputadas y diputados, y también con este motivo evocar un consejo que
forma parte de la cultura cívica y sentimental de muchas generaciones, y que nos recuerda la gran
responsabilidad que acompaña al ejercicio del poder.
El poder nos da cosas tan importantes como la
capacidad de cambiar el mundo, pero no nos da otras que son igual de importantes; por ejemplo, el poder
no nos da la razón, y eso nos obliga a la prudencia. De modo que, además de agradecerles la confianza
en nombre de todos los miembros de la Mesa y en el mío propio, les prometo que usaremos con prudencia
esa confianza que han depositado en nosotros, y que lo haremos al servicio de los intereses generales
velando por el buen funcionamiento de esta institución, que es la institución principal de la democracia.
El Legislativo es el poder que procede directamente de la voluntad popular y que representa al titular de
la soberanía del que emanan los demás poderes democráticos. Una gran responsabilidad la nuestra,
señorías.
Sea cual sea nuestra posición y la del grupo político al que cada uno pertenecemos, esa responsabilidad
nos exige trabajar para cumplir con los fines y objetivos de la tarea parlamentaria.
Esta es, sin duda, representar a los ciudadanos, pero además hay que representarlos con el propósito de desarrollar
eficazmente las funciones que la Constitución atribuye al Parlamento y que se concretan en hacer realidad
las políticas que demanda nuestra sociedad. No es tarea fácil, como mostró la anterior legislatura, pero es
nuestro cometido y por él deberemos responder ante los ciudadanos.
En un tiempo en el que la complejidad de nuestras sociedades alcanza niveles que no tienen parangón
en el pasado es más necesario que nunca que las luces de la razón iluminen el gobierno de los asuntos
públicos, y la razón que ilumina en política es la que nace de la deliberación entre quienes tienen diferentes
visiones, valores e intereses.
Nos traen aquí nuestras diferencias y paradójicamente unidos por aquello
que nos separa, es aquí, en este espacio de representación y deliberación, donde emerge la comprensión
de la verdadera naturaleza de los valores compartidos y de los intereses generales, una comprensión que
debe nacer de la escucha y del diálogo con quienes piensan diferente o incluso contrariamente a lo que
nosotros pensamos.
La calidad de nuestro trabajo depende de muchos factores, pero hay uno que es esencial: el respeto.
Resulta asombroso que después de lo vivido y padecido todavía hoy sean actuales las palabras que
Fernando de los Ríos pronunciara aquí mismo, al comienzo de la década de los treinta del siglo pasado,
al afirmar que en España lo verdaderamente revolucionario es el respeto. El respeto no es un adorno, sino
un valor sustantivo de la actividad humana en general y de la actividad política en particular.
El respeto es
un valor exigente, es activo, impone contención y consideración y conviene empezar por respetarse a sí
mismo. Por eso, es bueno seguir el consejo de Don Quijote a su escudero, elevado a la condición de
gobernador, cuando le dice: «Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que
es el más difícil conocimiento que puede imaginarse». Y sigue Cervantes: «Del conocerte saldrá el no
hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey».
Nos conviene a todos saber quién habla desde
la tribuna de oradores, pero sobre todo le conviene saberlo al que habla. No es prudente encumbrarse
demasiado, no solo por decoro, sino porque a ciertas alturas falta el oxígeno y sin oxígeno falla el
razonamiento. Como dije en la anterior sesión constitutiva, ni siquiera la mayoría es el pueblo y, por
supuesto, tampoco lo es la minoría, así que mucho menos ninguno de nosotros individualmente.
Quizá la
medida del decoro sea acompasar el tamaño de nuestras palabras al de nuestros actos individual
y colectivamente.
Tenemos la fortuna, gracias a las generaciones que nos han precedido, de tener muchas cosas
valiosas que preservar. La sociedad española, con todos sus defectos y problemas, es una buena
sociedad. España es un buen lugar para nacer y para vivir. Nuestro deber generacional es mejorarla, legar
a nuestras hijas e hijos una sociedad mejor y para eso debemos poner cuanto antes manos a la obra. Y la
obra en política empieza por el respeto y el diálogo.
Hoy, en el Congreso con más agrupaciones políticas
de nuestra historia democrática, puede parecernos que nuestra fragmentación y la disparidad de nuestras
posiciones harán estéril cualquier diálogo, pero quien eso crea hará bien en pensar que el diálogo es en
la política lo que el trabajo de investigación básica es en la ciencia. Y como dijo Margarita Salas, quien
merece un recuerdo en esta Cámara por su contribución a la ciencia en España, lo importante es hacer
investigación básica y, luego, de esta pueden salir resultados aplicables que no son previsibles a primera
vista y, sin embargo, salen. Invirtamos, pues, en respeto y diálogo leal porque de esa inversión, estoy
segura, saldrán resultados. Señorías, obras son amores.
Se honra al Congreso y a la democracia en los
actos, en nuestros actos como diputados y como diputadas, y ese es mi compromiso que espero cumplir,
con la ayuda de todos ustedes y de todas las personas que trabajan en esta casa, con responsabilidad y
con respeto.
Muchísimas gracias, moltes gràcies, moitas grazas, eskerrrik asko. (Aplausos de las señoras y los
señores diputados, algunos puestos en pie).
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