SEÑOR PRESIDENTE DE LAS CORTES: Pasamos al tercer punto del orden del día, que
lo constituye el debate y votación del Dictamen emitido por la Comisión de Agricultura, Agua y
Desarrollo Rural sobre el Proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La
Mancha.
Tiene la palabra, en nombre del Consejo de Gobierno, el consejero de Agricultura, Agua y
Desarrollo Rural, el señor Martínez Arroyo.
SEÑOR CONSEJERO DE AGRICULTURA, AGUA Y DESARROLLO RURAL (Don
Francisco Martínez Arroyo): Buenos días a todas y todos los que nos acompañáis aquí esta
mañana.
La mitad de la tierra, la mitad del cielo y la mitad del poder. Eso es de lo que vamos a hablar
hoy aquí, de igualdad y de democracia paritaria en el medio rural y en la vida. Les pido a todos
que afronten este debate con la ilusión de mejorar la vida de las gentes de Castilla-La Mancha,
en este caso de la mitad de la sociedad, de las mujeres rurales, en una región claramente rural.
Hablamos de la ley del estatuto de las mujeres rurales, en plural, señorías, con toda la fuerza
que otorga al lenguaje la letra “S”, que identifica no a una ni a dos, ni a tres, ni a 100, ni a 1.000,
ni siquiera a 1.000.000 de mujeres rurales, sino a todas las mujeres rurales, a la mitad de la
sociedad aquí, en Castilla-La Mancha, y la mitad de la sociedad en el conjunto de nuestro país.
Lo que hacemos contribuye también a los objetivos del desarrollo sostenible 2030, 17 objetivos
de desarrollo sostenible en los que estamos involucrados desde el Gobierno regional, y luego mi
compañero, el consejero de Desarrollo Sostenible, hablará seguramente de eso en el debate
sobre la enmienda a la totalidad del proyecto de ley de economía circular. Pero yo quiero
mencionar el objetivo 5 del desarrollo sostenible: lograr la igualdad entre los géneros y
empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Vivimos en el mundo desarrollado.
En Castilla-La Mancha tenemos la enorme suerte de poder
decir que nuestra sociedad nos ofrece libertad, y trabaja por la igualdad. Pero es necesario
seguir haciendo esfuerzos en la dirección correcta en la que hemos iniciado hace tiempo, en la
que está involucrada la sociedad española, las gentes que piensan en el progreso, los que
quieren presumir de una sociedad mejor.
Hoy damos un paso más aquí, en Castilla-La Mancha.
Quiero dar la bienvenida a todas las mujeres que nos acompañan en la tribuna. Quiero
acordarme de todas las que nos han ayudado a hacer posible esta ley del estatuto de las
mujeres rurales, particularmente de la presidenta de FADEMUR Castilla-La Mancha, y de todas
las mujeres de la organización. También, expresamente, de la presidenta nacional de FADEMUR, Teresa López, que no ha podido estar hoy aquí con nosotros, pero que nos ha
ayudado a que hoy en Castilla-La Mancha demos un paso que no ha dado ninguna otra
comunidad autónoma hasta ahora.
(Aplausos).
Agradezco la presencia de todas, de todos, particularmente la ayuda y el esfuerzo de Elena y
Toté, funcionarias de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, no solamente por
construir la ley, sino también por hacerme ver a mí, personalmente, la necesidad de trabajar en
esta dirección. Gracias por vuestra ayuda y por vuestro compromiso.
El camino, desde luego, no lo hacemos solos, lo hacemos juntos todos, los hombres y las
mujeres. Lo hacemos juntos y lo hacemos, sinceramente lo creo, bien.
Gracias expresas también a Araceli Martínez, la directora del Instituto de la Mujer en la
legislatura pasada, porque sin ella no hubiera sido posible alcanzar este objetivo. Gracias a mi
compañera Blanca Fernández, actual consejera de Igualdad y Portavoz del Gobierno de CastillaLa Mancha, y gracias también al presidente Emiliano García-Page por dejarme el honor de
preparar y defender una ley que es un antes y un después para nuestro medio rural.
La ley, como decía, es un proyecto colectivo de todos, de algunos de los que he mencionado,
de muchas de las que he citado, y de muchas personas anónimas, sobre todo mujeres que hoy
nos estarán escuchando, o que, no escuchándonos, se beneficiarán, sin duda, de lo que hoy
hacemos en esta Cámara, ejerciendo nuestro trabajo con absoluta responsabilidad.
Solamente una comunidad autónoma tiene un estatuto parecido al nuestro: el País Vasco, que
elaboró hace unos años un estatuto de las mujeres agricultoras.
Hoy nosotros hacemos aquí
posible el primer estatuto de las mujeres rurales de nuestro país.
Recuerdo bien cuando hace aproximadamente tres años, en la consejería, hablando con Elisa,
la presidenta de FADEMUR, le pregunté qué podíamos hacer para mejorar la realidad de las
mujeres rurales en Castilla-La Mancha, y empezamos a hablar de la posibilidad de hacer un
estatuto. La verdad es que las cosas a veces se hablan y no se concluyen. Nos pasa muchas
veces en la vida, proyectos que no acaban de ver la luz. Bueno, este hoy ve la luz después de
esos tres años de trabajo muy intenso.
Desde el punto de vista jurídico, la ley comenzó su tramitación con la consulta pública del 9 al
31 de agosto del 2018. Les quiero agradecer a las organizaciones que presentaron aportaciones
en ese momento su contribución a la ley: FADEMUR, Comisiones Obreras, Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, AMFAR y ASAJA.
Esas aportaciones se incluyeron en los
debates para la elaboración de la ley, que estuvo en información pública del 25 de octubre al 23
de noviembre del 2018. Lógicamente, el anteproyecto de ley pasó, como está reglado en la
Normativa autonómica, por el Consejo Asesor Agrario el día 9 de noviembre, y por el Consejo
Regional de la Mujer, el día 26 de noviembre, recibiendo aportaciones escritas y orales en esos
órganos.
Una vez recopiladas todas las aportaciones se evaluaron, se incluyeron algunas de ellas en el
texto, y ese pasó al Consejo de Gobierno, que lo envió a las Cortes el 2 de abril del 2019. Las
Cortes, ya convocadas en esta nueva legislatura, asumieron este proyecto de ley que hoy
debatimos en las Cortes.
Quiero, de manera breve, mencionarles algunas características concretas de esta ley.
La
necesidad de la ley nace básicamente del hecho de seguir trabajando para evitar las
discriminaciones que siguen existiendo, para trabajar por una parte de la sociedad que necesita
más del impulso de la Administración, porque está discriminada, señorías, todavía hoy.
Cada día nos levantamos con alguna noticia que pone de manifiesto la discriminación de la
mujer.
Cada día en nuestro país. El otro día, por ejemplo, un titular del ABC me hizo pensar en lo
importante que es trabajar en esta dirección y lo orgullosos que nos debemos sentir de hacerlo y
de no caer en las tentaciones involucionistas que hoy están tan de moda en algunos sectores de
nuestra sociedad, y que, desde luego, son totalmente ajenas a la labor de este Gobierno.
Decía el ABC, textual: “Las mujeres europeas trabajan gratis desde hoy hasta final de año,
debido a la brecha salarial”.
Lo decía el ABC el 7 de noviembre de este año. Es decir, las
mujeres europeas, fíjense, las europeas trabajan casi dos meses gratis. Cobran dos meses
menos de salario que los hombres europeos. Queda, por lo tanto, mucho por hacer, y esta ley
nos ayuda en la dirección correcta, porque busca la igualdad de oportunidades, busca empoderar a la mujer en el medio rural; sí, empoderar a la mujer; visibilizar a la mujer, sí,
visibilizar a la mujer; y reconocer el papel de la mujer. Empoderar, visibilizar y reconocer a
nuestras mujeres rurales. A vosotras, realmente.
(Aplausos).
Se afronta la discriminación múltiple que sufren las mujeres en el medio rural, que va mucho
más allá de la discriminación que sufren en el medio urbano. Seamos realistas y afrontemos la
realidad con valentía. La ley es feminista, señorías, como no puede ser de otra manera, a la vista
de lo que yo les estoy presentando.
Hemos hecho todo lo posible, todo lo que está en nuestro
ámbito competencial. Incluso en algunos casos me atrevería a decir que hemos bordeado las
competencias de la comunidad autónoma para comprometernos como Gobierno, este y los
Gobiernos futuros, en algunas cuestiones que, no dependiendo de nosotros, afectan
directamente a las mujeres.
La ley pretende coordinar las acciones a favor de la igualdad en el medio rural; fomentar la
formación de las mujeres, las agrarias y las rurales; luchar contra la división sexual en el trabajo,
también cuestión relacionada con la brecha salarial que yo les mencionaba anteriormente.
Imponemos la obligación, y lo digo con mucha contundencia, a las asociaciones u
organizaciones profesionales, empresariales o de otra índole que operen en el ámbito agrario y
rural, de tener una representación mínima del 40 % de mujeres o de cualquiera de los dos sexos,
por ser más preciso, en sus órganos de dirección, para poder acceder a las ayudas públicas.
Para ello damos un periodo transitorio de cuatro años.
A partir de ese momento no habrá ni un
solo euro de ayudas públicas para esas organizaciones que no apuesten verdaderamente por la
igualdad.
Se priorizará el acceso de las mujeres a las ayudas y subvenciones en el ámbito de la
agricultura y del desarrollo rural. Aquí me van a permitir que les lea en detalle, textual, el artículo
11 de la ley, porque me parece de vital importancia:
“En las normas reguladoras de ayudas y subvenciones de ámbito agrario y de desarrollo rural
se priorizará la titularidad de las mujeres.
Tal priorización se realizará sobre las solicitudes cuya titularidad sea una mujer, una titularidad
compartida o una persona jurídica en la que el porcentaje o las participaciones sociales en
manos de mujeres sean como mínimo del 50 %, o para el caso de cooperativas, que tengan
implantado un plan de igualdad de oportunidades, o que el porcentaje de representación de las
mujeres en los órganos de toma de decisiones sea igual o mayor al porcentaje que representan
en su base social”.
Establecemos de qué manera se van a tener en cuenta estas prioridades, está en la ley. Sus
señorías conocen el detalle de la ley porque han tenido la oportunidad de debatirla en la
Comisión de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, pero el compromiso es firme, y va a hacer
posible un cambio radical en el planteamiento de planificación en materia de políticas de
desarrollo rural en el Gobierno regional.
Se promoverá que las mujeres accedan a la titularidad de las explotaciones en cualquiera de
las formas posibles, a la vez que se promocionará la figura de la titularidad compartida, cuestión
en la que tengo que manifestarles el compromiso que yo quiero adquirir con ustedes hoy aquí, de
trabajar de verdad con el Gobierno central competente en muchas materias que tienen que ver
con la titularidad compartida, para conseguir de verdad la implantación efectiva en Castilla-La
Mancha de ese modelo de gestión de las explotaciones agrarias que iguala a mujeres y a
hombres, y en el cual hemos sido capaces de multiplicar por cinco el número de empresas
acogidas a este modelo de gestión.
Pero es totalmente insuficiente.
Tenemos que hacer mucho más, y tenemos que hacerlo de la mano con el Gobierno central,
que espero que se forme próximamente, y que espero tenga esta sensibilidad por la titularidad
compartida que ha manifestado siempre el Gobierno de Castilla-La Mancha.
(Aplausos).
Finalmente, por destacar las cuestiones más relevantes y no entrar en detalle, se fomentará la
afiliación de las mujeres agricultoras y ganaderas a la Seguridad Social, mediante ayudas y
subvenciones destinadas al abono de las cuotas a la Seguridad Social en el régimen que
corresponda.
Creo que es una ley muy ambiciosa, muy comprometida, la que hoy ponemos a su disposición,
para que ustedes decidan si realmente quieren que Castilla-La Mancha avance en una
determinada dirección o no.
Quiero trasladarles también algunos de los avances que ya se han producido en la legislatura
pasada en esta dirección, a pesar de que no estuviera vigente la ley. Hemos conseguido avanzar
en muchas cosas, no solamente por el impulso del Gobierno, lógicamente, que es muy
importante, sino también por el compromiso del sector agroalimentario y rural de Castilla-La
Mancha.
Hoy, en el 33 % de las ayudas del Programa de Desarrollo Rural se prioriza ya a las mujeres,
cuando en el anterior Programa de Desarrollo Rural no había priorización para las mujeres. Esto
ha supuesto un avance fundamental en el reconocimiento del papel de las mujeres en el campo,
del papel de las mujeres en nuestros pueblos, porque han pasado a ser ellas, en muchos casos,
las que presentaban los expedientes para poder recibir una ayuda pública.
Se ha priorizado a las mujeres en la reestructuración de viñedo, en los seguros agrarios, en la
sanidad animal, en la sanidad vegetal, en todos los proyectos que hemos puesto en marcha a lo
largo de la legislatura. Se ha incorporado la perspectiva de género en el tratamiento informático
de todas las líneas de ayuda.
Se han incorporado muchas mujeres al sector agrario.
De los 2.660 expedientes en Castilla-La
Mancha incorporados en la legislatura pasada en dos convocatorias, con un éxito sin
precedentes en el relevo generacional en el campo, una tercera parte de los incorporados han
sido mujeres, pasando de un 16 % de mujeres incorporadas en la convocatoria del 2014 a más
de un 33 % en el 2018.
Hemos multiplicado por cinco, como les decía, las titularidades compartidas, de tal forma que
nos hemos convertido en la segunda comunidad autónoma con más empresas gestionadas de
esa forma. Muy insuficiente todavía ese número con la realidad de nuestro medio rural. De ahí el
compromiso que adquiría con ustedes anteriormente.
Hoy, el 35 % de los solicitantes de la PAC en Castilla-La Mancha, y les recuerdo que hay
100.000 beneficiarios, son mujeres, el treinta 35 %. Todavía cobran bastante menos las mujeres
que los hombres, y esto también tiene una causa en la discriminación histórica de la mujer en la
gestión de las explotaciones económicas, de la actividad económica en el medio rural.
Hemos conseguido avances en la presencia de las mujeres en los órganos de decisión, muy
insuficientes todavía.
Por eso la ley obliga a que las mujeres y los hombres estén en igualdad de
condiciones en los órganos de decisión de las entidades y empresas que trabajan en el medio
rural. Pero en pocos años hemos conseguido un pequeño incremento de mujeres en los
consejos rectores de las cooperativas, del 5,8 % de presencia de mujeres en el año 2010 al 8,4
% de mujeres presentes en los consejos rectores a fecha de hoy.
También quiero, en este punto, dar las gracias a las cooperativas agroalimentarias de CastillaLa Mancha por su compromiso con el proyecto desde el inicio, y por su compromiso con la
presencia de mujeres.
Quiero trasladar también un mensaje a los hombres, porque sin los hombres no vamos a
conseguir el éxito de esta ley. Ni el de esta ley, ni el de la igualdad plena en nuestra sociedad.
Quiero trasladar un mensaje también a los hombres a los que les cuesta entender lo que
estamos hoy aprobando en Castilla-La Mancha. Todos ganamos. De manera egoísta, todos
ganamos. Pero, desde luego, no podemos tolerar que la sociedad no avance en la dirección
adecuada. No podemos volver al pasado.
Vosotras, las mujeres, nuestras compañeras, movéis el mundo. Os necesitamos a vosotras.
Pero es absolutamente necesario que compartamos los espacios públicos, hombres y mujeres.
Que estemos presentes nosotros denunciando aquello que haya que denunciar. Que seamos los
primeros: los primeros en votar, los primeros en decir, los primeros en participar, para que las
mujeres estén empoderadas, sean visibles y las reconozcamos en nuestra sociedad.
(Aplausos).
Hace dos días, 19 de noviembre, celebrábamos un aniversario. El 19 de noviembre del año
1933 las mujeres votaron en España por vez primera, hecho que le debemos, históricamente, o
al menos así lo hemos ido reflejando en los diferentes libros de historia y en la hemeroteca, a
Clara Campoamor, que fue perseverante, fuerte y valiente en tiempos difíciles, debatiendo con mujeres que, desde planteamientos similares, no fueron suficientemente valientes, y había que
ser muy valiente en el año 1933 para pedir el voto para las mujeres.
Clara Campoamor es un símbolo. Celebrábamos, como digo, hace dos días el aniversario de
ese voto histórico.
Hoy, de alguna manera, en el ámbito competencial de Castilla-La Mancha, es
también un día histórico.
Es un honor para mí presentar este proyecto de ley, defenderlo con la intensidad que he
intentado transmitirles, y dejar en sus manos algo que importa mucho a Castilla-La Mancha: el
papel de nuestras mujeres en el medio rural.
Muchas gracias.
(Aplausos).
SEÑOR PRESIDENTE DE LAS CORTES: Muchas gracias, consejero.
Le ruego al público que nos acompaña que se abstenga de aplaudir, porque en esta Cámara
solamente les está permitido a sus señorías.
Tiene la palabra doña Joaquina Saiz Cebrián, como ponente designada por la Comisión para
la defensa del Dictamen, por tiempo máximo de 15 minutos.
DOÑA JOAQUINA SAIZ CEBRIÁN: Gracias, señor presidente. Buenos días, señorías.
Quisiera dar la bienvenida a esta casa y agradecer la presencia en este Pleno a todas las
personas que nos acompañan hoy, y que son representantes de federaciones de mujeres
rurales, de asociaciones y organizaciones agrarias de nuestra comunidad, como son:
FADEMUR, la federación impulsora de esta ley, UPA, CERMI, AMFAR y ASAJA.
Como conocen ustedes, señorías, el Consejo de Gobierno del día 19 de febrero del 2019
procedió a la toma en consideración del anteproyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales
de Castilla-La Mancha, y solicitó al Consejo Consultivo su Dictamen, el cual fue emitido por el
Pleno de este órgano el pasado 20 de marzo del 2019.
El pasado día 2 de abril el Consejo de
Gobierno aprobó el proyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha y
acordó su remisión a estas Cortes regionales.
La Mesa de las Cortes, en su sesión celebrada el pasado 5 de septiembre, acordó admitir a
trámite el proyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha y su
remisión, oída la Junta de Portavoces, a la Comisión Parlamentaria de Agricultura, Agua y
Desarrollo Rural, que en sesión celebrada el día 23 de octubre de 2019 acordó que la propia
comisión elaboraría el Dictamen y, en consecuencia, procedió al debate de las siete enmiendas
presentadas por el Grupo Parlamentario Popular, que se mantienen vivas en este Pleno.
Asimismo, por parte del Grupo Parlamentario Socialista se presentó una enmienda transaccional,
que quedó aprobada con 5 votos a favor y 2 en contra.
Este proyecto de ley propuesto por el Gobierno de Castilla-La Mancha es la respuesta a un
compromiso con los principios de igualdad de trato y de oportunidades de las mujeres y
hombres, y de no discriminación por razón de sexo o género.
Con esta ley, el Gobierno regional se compromete a promover actuaciones dirigidas a la
consecución de igualdad efectiva entre mujeres y hombres, como elemento básico del desarrollo
sostenible del medio rural, prestando especial atención a las mujeres con discapacidad.
Una de las prioridades es la mejora de oportunidades de vida para las mujeres, en tanto
agentes clave para la vertebración y la cohesión social del medio rural.
Asimismo, otro eje prioritario es el de visibilización del trabajo que realizan las mujeres en la
actividad agraria, promoviendo su reconocimiento profesional y el acceso a los derechos
derivados de la titularidad de las explotaciones agrarias.
Es que la igualdad de género constituye
una de las principales barreras para la plena inclusión social, económica y política de las
mujeres.
Centrándonos en el entorno rural, las situaciones por discriminación que viven las mujeres se
agravan, pues estas sufren una doble discriminación, por ser mujeres y por serlo en el entorno
rural. Las mujeres del entorno rural se enfrentan a la falta de oportunidades, problemas de
conciliación familiar y roles de género, entre otros, cuya consecuencia final es la emigración de
nuestras mujeres a núcleos urbanos, lo que conlleva la despoblación de nuestros municipios.
Además, en el medio agrario hay una problemática muy específica, que es la invisibilización de
la mujer, la mujer que trabaja en el sector agrario. El trabajo que realizan estas mujeres en las
explotaciones agrarias no se corresponde con el reconocimiento como titulares de las mismas.
Este Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha que propone el Gobierno de
Emiliano García-Page tiene como finalidad el avanzar en el fortalecimiento de la igualdad
efectiva de mujeres y hombres en nuestro medio rural, como eje fundamental para conseguir un
desarrollo sostenible y frenar el problema de la despoblación en las zonas rurales.
(Aplausos).
Siendo preciso para ello mejorar la situación laboral de las mujeres y fomentar su presencia y
participación en la toma de decisiones, así como visibilizar su trabajo, promoviendo su
reconocimiento profesional y acceso a los derechos derivados de la titularidad de las
explotaciones agrarias.
El marco jurídico de esta ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha se
inspira en diversas disposiciones y actuaciones relativas al principio jurídico universal de la
igualdad de trato y de oportunidades de mujeres y hombres impulsadas desde los ámbitos, tanto
internacional, europeo, estatal, como autonómicos, entre los que podemos citar el artículo 14 de
la Constitución española; la Ley Orgánica 3/2007, del 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de
Mujeres y Hombres, que regula la dimensión transversal de la igualdad y la previsión de políticas
activas; y la Ley 35/2011, del 4 de octubre, sobre Titularidad Compartida de las Explotaciones
Agrarias.
En relación con nuestra comunidad autónoma, cumple con lo establecido en el artículo 4.3 del
Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, y complementa, entre otras, la Ley 12/2010, de 18
de noviembre, de Igualdad entre las Mujeres y Hombres de Castilla-La Mancha; y la reciente
aprobada Ley 4/2018, del 8 de octubre, para una Sociedad Libre de Violencia de Género en
Castilla-La Mancha, promovida por el Gobierno de Emiliano García-Page y de las más
avanzadas de Europa en esta materia.
El Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha se estructura en 1 exposición de
motivos, 4 títulos y 21 artículos, los cuales voy a pasar a enumerar, y 1 disposición transitoria
única.
En el título 1, disposiciones generales, se presenta el objetivo y finalidad de este Estatuto de
las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha y los principios en los que se apoyan, que no son
otros, repito, que avanzar en la aplicación y el ejercicio del principio de igualdad de trato y
oportunidades de las mujeres rurales, garantizando la perspectiva de género en las políticas de
desarrollo rural de nuestra comunidad, fomentando nuevas oportunidades de empleo y
corrigiendo una discriminación múltiple que sufren las mujeres del entorno rural.
El título 2, relativo a las mujeres rurales, establece los ámbitos en los que han de trabajar los
planes estratégicos para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de Castilla-La
Mancha, a fin de evitar la discriminación directa, indirecta y múltiple que sufren las mujeres del
entorno rural.
Establece que la consejería competente en materia de desarrollo rural ha de promover y
facilitar la coordinación de las acciones en favor de las mujeres rurales, y recoge el compromiso
de capacitación y formación en igualdad en el medio rural y en el sector agroalimentario de
Castilla-La Mancha.
También contempla medidas específicas y la planificación de las herramientas necesarias para
hacer posible el principio de igualdad en el medio rural, coordinando y formando a todos los
agentes que promueven y desarrollan acciones a favor de la misma, para poder realizar su labor
coordinadora satisfactoriamente.
También recoge un compromiso de capacitación y formación en sectores potenciales, como
son el cooperativismo, la agroalimentación, la comercialización y la capacitación técnica.
Es que, señorías, las mujeres rurales de Castilla-La Mancha deben ser representantes de
nuestras asociaciones u organizaciones profesionales, por lo que desde el Estatuto de las
Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha se fomentará la incorporación de estas en los órganos de
Gobierno de las mismas.
Es objetivo prioritario, dentro de este estatuto, que las mujeres del
ámbito rural que históricamente han sido invisibles para la sociedad agraria formen parte de nuestras asociaciones, cooperativas, organizaciones agrarias y de los órganos directivos de
todas las entidades que integran el sector público de nuestra comunidad autónoma.
Para este fin se priorizará en las normas reguladoras de ayudas y subvenciones del ámbito
agrario la titularidad de las mujeres, las titularidades compartidas, o, en caso de cooperativas, el
alto grado de participación en sus consejos rectores, siempre que sea compatible con la
Normativa europea.
El aspecto más innovador y revolucionario de esta ley es el que recoge el título 3, donde se
regula de manera específica la promoción y derechos de las mujeres agricultoras y ganaderas a
la titularidad de las explotaciones agrarias, fomentando de manera más incisiva las titularidades
compartidas, así como la representación de las mismas en el ámbito agrario.
Por último, el título 4 crea la Comisión de Seguimiento y Evaluación, que vigilará el
cumplimiento de los objetivos de la ley y define sus funciones, formada por los actores
principales del entorno agrario, así como las mujeres del mismo.
Debo destacar también que para la redacción de esta ley se ha tenido en consideración a
todos los actores más representativos, tanto de las organizaciones agrarias, de cooperativas,
como de las federaciones de mujeres rurales de Castilla-La Mancha. Dicha norma se ha
sometido al proceso de participación pública a través de la web de la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha, y el anteproyecto de ley se ha expuesto en información pública durante toda
su tramitación.
Por terminar, señorías, espero que este sea un debate del que resulte un Estatuto de las
Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha aprobado por unanimidad, unanimidad que dará a esta
ley fuerza e impulso para alcanzar todos sus objetivos.
(Aplausos).
DOÑA JOAQUINA SAIZ CEBRIÁN: Gracias, señor presidente.
Señora Merino, con su intervención, poco menos que viene usted aquí a autoproclamarse la
representante de las mujeres rurales de Castilla-La Mancha, y eso, señora Merino, yo no se lo
compro. Ni se lo compro yo ni se lo compra el Grupo Parlamentario Socialista, y lo que es más
importante, ni se lo compran las mujeres de Castilla-La Mancha.
(Aplausos).
Sobre el voto femenino, sí, deberíamos de saber todos un poco más de historia. No hablar así,
sin saber.
La inmensa mayoría del PSOE, 84 diputados, votaron en 1931 a favor del voto
femenino. Solamente hubo un voto en contra, y no fue del Partido Socialista, fue de un partido
radical socialista que, por cierto, tuvo muy poco recorrido.
Los que no votaron ni en contra ni a favor fueron ustedes. ¿Dónde estaba el Partido Popular
en 1931? Ustedes sí que no votaron a favor del voto femenino.
(Aplausos).
En cuanto a las titularidades compartidas, esta ley se aprobó en el 2011 con un gobierno
socialista, llegó aquí a Castilla-La Mancha, 2011-2015. Usted, que tanto ha trabajado por las
titularidades compartidas, que tanto ha hecho por las titularidades compartidas, en la época de
Cospedal, 27 titularidades compartidas.
Las leyes, los reales decretos y las órdenes, además de
publicarlas, también hay que ayudar, hay que animar y hay que trabajar para que la gente se
adhiera a ellas. Para hacer titularidades compartidas hay que trabajar para que la gente se
anime. Desde el Gobierno de María Dolores de Cospedal, 27 titularidades compartidas. Con el
Gobierno de Emiliano García-Page se han hecho cinco veces más titularidades compartidas.
Sí que es verdad que hay que seguir trabajando, pero no venga usted aquí como la inventora
de la titularidad compartida y la que más trabajó por ella, porque no es así, con 27 titularidades
compartidas en cuatro años.
Ahora ya paso a hablar de las enmiendas del Grupo Parlamentario Popular, que han quedado
vivas.
En cuanto a las enmiendas 1 y 2, no las podemos aceptar porque las definiciones de
discriminación, directa e indirecta, respectivamente, vienen de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de
marzo, para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres, y sustituir “en atención del sexo” por
“razón de sexo” puede distorsionar el sentido de la frase, por lo que no se va a aprobar.
Además, el Grupo Parlamentario Popular también enmendó para incluir en la definición de
discriminación indirecta la frase: “salvo que dicha norma, criterio o práctica pueda justificarse
objetivamente en atención a una finalidad legítima, y que los medios para alcanzar dicha
finalidad sean necesarios y adecuados”.
No la podemos aceptar, porque hace referencia a una
discriminación camuflada, que no se puede comprobar directamente.
Desde el Gobierno de Emiliano García-Page no podemos dar pie a ningún tipo de
discriminación, ni directa ni indirectamente.
Respecto a la enmienda número 3, sobre incluir la definición de medio rural, la enmienda que
usted proponía era incluir que no entraran dentro del concepto de medio rural las poblaciones
con una densidad inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado. Tampoco la podemos
aceptar, ya que muchos municipios eminentemente agrícolas con poca población, pero con una
superficie de su término grande, se quedarían dentro de esta definición; y pueblos
eminentemente agrícolas, nada más ni menos que 56 municipios de esta región, entre los que
podemos destacar Bolaños de Calatrava, Portillo de Toledo, el Pozo de Guadalajara, todos esos
pueblos se quedarían excluidos, y esta ley lo que quiere es incluir, no excluir.
La enmienda número 4 la ha retirado, se han dado cuenta que es verdad lo que decíamos, que
esa ley está derogada y no puede entrar una referencia a una ley derogada.
Las enmiendas 5, 6 y 7 no las podemos aprobar, porque ya le comenté en la comisión que
esta ley está redactada y consensuada con la máxima representación e interlocución, y
necesitamos una representación equilibrada para que haya una buena interlocución con las
organizaciones agrarias, con las cooperativas, con la representación de la mujer de Castilla-La
Mancha, tanto a nivel del Instituto de la Mujer, las áreas de la mujer, de igualdad, de las
organizaciones profesionales agrarias más representativas y de las cooperativas, así como
mediante las federaciones de mujeres de máxima representación en Castilla-La Mancha.
Por eso, señorías del Grupo Parlamentario Popular, no podemos apoyar sus enmiendas, ya
que, obviamente, no son posibles. Cambiarían el sentido de este proyecto de ley del Estatuto de
las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha, y este es un estatuto que está consensuado, como
ya he comentado, por la amplia mayoría de la representación agraria y de la mujer en general, y
de la mujer del mundo agrario en particular, en nuestra comunidad.
En definitiva, señora Merino, no las podemos aceptar porque no aportan nada para mejorar el
proyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha.
Sí que les pido que reconsideren y que voten a favor de esta iniciativa del Gobierno de
Emiliano García-Page, porque esta ley es fundamental para las mujeres del medio rural. Es
necesaria, y, sin duda, contribuirá de manera decidida al desarrollo sostenible, a frenar el
problema de la despoblación y a la consecución de la igualdad efectiva de mujeres y hombres de
nuestros pueblos.
Muchas gracias.
(Aplausos).
SEÑOR CONSEJERO DE AGRICULTURA, AGUA Y DESARROLLO RURAL (Don
Francisco Martínez Arroyo): Gracias, presidenta. Gracias a todos por sus intervenciones.
Yo he hecho una intervención de inicio que creo que es muy poco política, en el sentido del
debate entre partidos y de la discusión. He intentado salirme un poco de los debates habituales
de la Cámara porque entendía que la ley es suficientemente importante y garantiza tantos
derechos que no merece discusión. Lo he intentado. Yo no he hablado, señor Ruiz, de los
intereses de unos y otros.
No era esa mi intención, por supuesto, si así ha parecido.
Todo lo contrario. Intentaba salirme del día a día en una ley especial. Lo es para mí,
personalmente, lo tengo que decir claramente, yo creo que se ha notado en la primera
intervención, y lo es para Castilla-La Mancha. Entonces, creo que todos tenemos la
responsabilidad de salir un poco del regate corto, y esa era mi intención.
Me gustan poco los tópicos, intento salirme de los tópicos también, no solamente en las
intervenciones públicas, sino en el debate público o en las decisiones del día a día.
Pienso que
los tópicos no nos favorecen. Castilla-La Mancha es una sociedad moderna, que quiere serlo
más. Hoy se va a poner más a la vanguardia. No tenemos que hablar hoy aquí de tópicos, y la
señora Merino nos ha vuelto a traer tópicos habituales, que yo creo que hoy no tocan.
Hoy yo me acuerdo de gente, algunas mujeres presentes aquí, otras no presentes físicamente,
pero sí pensando en este momento, como Valentina o Ana, de Madridejos, que tienen una
empresa de azafrán que se llama Zaffralia, y que acaban de ganar ellas el Premio Gran
Selección al mejor azafrán de Castilla-La Mancha.
Me acuerdo de Rosalía, en Landete, que hace un vino excepcional, a mayor altitud que nadie
en nuestro país, que lo hace ella. Me acuerdo de las productoras ecológicas de lentejas de
Verdinaya, en Minaya, Albacete. Me acuerdo de Kika, que cultiva plantas aromáticas en Ossa de
Montiel; o me acuerdo de María Jesús, presidenta de la cooperativa de Villacañas, que sí nos
acompaña hoy en el público. Presidenta de la cooperativa de Villacañas.
Me acuerdo de esta gente que he mencionado, por citar algunos ejemplos preciosos de
mujeres emprendedoras, modernas, ambiciosas, feministas, que trabajan por sus pueblos, que
trabajan por nuestra comunidad, que trabajan por la gente que les rodea. Hay muchas que son
anónimas, agricultoras, ganaderas, empresarias, artesanas, trabajadoras, cooperativistas, de un
medio rural, el nuestro, que es único, y del cual presumimos mucho.
Bueno, hoy vamos a poder
presumir todavía más, y eso va a ser gracias a esta ley que hoy van a aprobar, seguro, a la vista
de las intervenciones de los grupos parlamentarios, estas Cortes.
Por lo tanto, una gran alegría que creo que deberíamos tener todos, y que esas mujeres que
yo he citado expresamente y todas las demás que están detrás de las palabras que también he
mencionado, hoy nos van a agradecer, y, desde luego, se van a sentir orgullosas, seguro, de
aquellos que las representan en esta Cámara.
(Aplausos).
Quiero agradecer las palabras de la señora Saiz en las dos intervenciones, y el apoyo que ha
trasladado del Grupo Parlamentario Socialista a este proyecto de ley, porque creo que es lo que
toca. El Partido Socialista, señorías, y aquí lo tengo que decir, aun siendo miembro del Gobierno
y no hablando en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, ha estado siempre, siempre,
también en el año 1931, defendiendo a las mujeres. Ojalá otros lo hubieran estado.
(Aplausos).
Lo estuvo en el año 1931, señora Merino, y lo está hoy en el año 2019 en Castilla-La Mancha.
En el año 1931, si se fijan, no he hablado del año 1931, he hablado del año 1933. En el año
1933, el 19 de noviembre se produce la primera votación con participación de las mujeres
mayores de 23 años, también de los hombres mayores de 23 años. Esto se debe a la aprobación
en el Congreso de los Diputados, el 1 de octubre del año 1931, del sufragio universal femenino a
partir de los 23 años, que es también la edad que esa votación fija para los hombres.
Por
supuesto, esa ley, que entra en vigor de manera práctica en el año 1933, en la fecha que yo les
he dicho, no es posible entenderla sin el Partido Socialista, que es el partido que más votos
aporta, con mucha diferencia, a la propuesta de ley para que voten en España las mujeres.
¿Cómo se puede intentar trasladar un debate tan bonito, hablando de cosas que no suceden
hoy, encima, haciendo un uso absolutamente torticero de la historia que nos precede, y, en este
caso, de la que estamos enormemente orgullosos?
(Aplausos).
Por supuesto que me siento heredero de Clara Campoamor. Se lo digo como lo siento.
También de Victoria Kent, y también de Margarita Nelken, a la que usted ha mencionado, de las
tres, y de tantas otras mujeres que han hecho posible esa realidad del voto femenino de la que
hoy, lógicamente, ya no tenemos que preocuparnos. Menos mal. Menos mal que estaban ellas
en ese Congreso de los Diputados. Estaban ellas porque había democracia, república en
España.
La señora Nelken, que es la que usted ha mencionado, recoge su acta el 18 de noviembre del
año 1931, mes y medio después de la aprobación del voto femenino en el Congreso de los
Diputados. No votó la señora Nelken.
Algunas de las personas que usted menciona son del Partido Socialista radical, lo cual también
es totalmente digno. No solo digno sino valiente. Las que eran del Partido Socialista Obrero
Español, que ya existía en el año 1931, también fueron muy valientes.
Insisto, gracias a ellas estamos hoy aquí hablando del estatuto de las mujeres rurales.
Yo me
siento personalmente heredero de ellas. De ellas, que dieron la cara cuando era difícil darla, que
fueron valientes cuando era difícil ser valientes. Ellas lo hicieron, todas ellas. Incluso las que
defendieron, en el Congreso de los Diputados, posiciones distintas de la que al final salió del voto
femenino en nuestro país. Hasta de ellas me siento orgulloso, porque fueron capaces de
defender con criterios, con argumentos, con capacidad intelectual y con compromiso, sus ideas,
en representación de los ciudadanos que las habían votado. Muy orgulloso de ellas.
Desde
luego, creo que el mejor homenaje que podemos hacerles hoy aquí a todas ellas es aprobar por
unanimidad este estatuto de las mujeres rurales.
Nosotros, por supuesto, hemos contado con todas las mujeres en la elaboración de la ley. Es
evidente que hemos contado con todas las mujeres a través de los órganos de representación, a
través de los comités y consejos que he mencionado anteriormente, en los que, por supuesto,
han tenido presencia todas las asociaciones.
Incluso la asociación que preside la señora Merino
forma parte del Consejo Regional de la Mujer, que es miembro permanente de la Comisión de
Seguimiento a la que usted hacía referencia anteriormente. Con lo cual, no se preocupe, que su
asociación va a estar presente.
He mencionado antes algunas asociaciones, y quiero mencionar expresamente también a
AFAMMER, que he omitido en mi intervención anterior, y también nos ha ayudado a elaborar
esta ley, para que vean que no hemos sido en absoluto sectarios, todo lo contrario, señorías, se
lo digo también al señor Ruiz, porque el objetivo ha sido que todas las mujeres participaran.
Es evidente que unos podemos estar más a gusto con unas opiniones que con otras,
lógicamente, para eso hay Gobierno y para eso los ciudadanos dijeron quién querían que
gobernara en Castilla-La Mancha en esta legislatura. Este Gobierno es un Gobierno feminista, sí,
nos gustan algunas palabras que acaban en “ista”. Usted decía en “ismo”. Bueno, algunas de las
que acaban en “ismo” también nos gustan, otras no, por supuesto.
Usted se puede imaginar
cuáles nos gustan y cuáles no, pero “feminismo” nos gusta mucho. Nos gusta mucho.
(Aplausos).
A la señora Merino le gusta poco, muy poco, porque ha declarado textualmente que el
feminismo no significa defender la igualdad. Creo que hay pocas palabras, pocas en cualquier
ámbito, que defiendan más la igualdad que la palabra feminismo.
No podemos estar de acuerdo
en eso, y eso nos complica estar de acuerdo en casi todo, porque es una forma tan distinta de
ver la vida. Desde luego, creo que no ayuda mucho que hagamos declaraciones de ese estilo,
como tantas otras que he tenido la oportunidad de revisar en el rato que he estado sentado en el
escaño, y que no voy a repetir aquí. Pero, desde luego, lo que no se puede es estar en misa y
repicando.
No se puede ser portavoz del Grupo Parlamentario Popular y al mismo tiempo presidenta de
una asociación de mujeres rurales, y pretender, en esa tribuna, hablar, no en nombre del Partido
Popular, sino en nombre de una asociación de mujeres rurales.
(Aplausos).
Porque permanentemente usted hacía mención en primera persona del plural a negociaciones
del Gobierno regional con asociaciones de mujeres rurales. Incluso se arrogaba algún papel en
éxitos de gobiernos socialistas, desde su asociación de mujeres, lo cual es una absoluta
distorsión de la realidad, evidente.
Pero fíjese, yo creo que aquí venimos a hablar, yo como miembro del Gobierno y ustedes
como portavoces de los grupos parlamentarios, de los grupos políticos.
La sociedad civil tiene su
ámbito, y, desde luego, está hoy aquí muy bien representada. Pero tiene su ámbito de
participación. Hay consejos en los que se participa, y todos tienen posibilidad de estar presentes,
como usted bien sabe. Pero aquí no se viene a hablar en nombre de una asociación de mujeres,
porque entonces parecería injusto. Las demás no están, y no parece lógico que solamente
intervenga una de ellas. Para mí es una pena que el debate haya derivado un poco en esto, y
yo me quiero salir otra vez para no acabar de esta forma.
Porque hemos hecho una intervención
que nada tiene que ver con los usos partidistas a los que en algunas ocasiones la señora Merino
nos tiene acostumbrados. Es una pena. Yo espero que el Partido Popular... La verdad es que no
sé muy bien, en los cinco minutos que le ha dado el presidente para su posicionamiento respecto
a este proyecto de ley, si ustedes van a votar a favor, se van a abstener o van a votar en contra.
Yo espero que voten a favor.
Es difícil explicar que el Partido Popular, con la señora Merino de portavoz aquí hoy,
presidenta de una asociación de mujeres rurales, vaya a votar en contra. Es muy difícil de
explicar, muy difícil.
Porque la ley no supone ningún perjuicio, por supuesto, para las mujeres
rurales, en un planteamiento de mínimos. Supone muchas ventajas.
La ley, por supuesto, y esto también se lo digo al señor Ruiz, es una ley de derechos, y como
tal ley de derechos, lo decía también la señora Saiz, no tiene como objetivo que haya un
presupuesto específico, sino todo lo contrario, que los derechos supongan beneficios para las
mujeres.
Algunos de los beneficios van a ser prioridad en las ayudas. Decía la señora Merino que es lo
mismo, que la ley no va a cambiar nada de lo que estamos haciendo.
Yo creo que he sido muy
claro en mi intervención inicial. Hay cosas que ya estamos haciendo, porque nos hemos
comprometido con ellas en el Gobierno del presidente Emiliano García-Page, en la legislatura de
2015 a 2019. Desde luego, la prioridad para las mujeres en la legislatura de la señora Cospedal
ya les diré cuál era: ninguna. Con lo cual, fíjense si la ley no es necesaria.
Yo también me siento heredero, y se lo quiero decir así, de la ley de titularidad compartida que
mencionaba la señora Merino, porque la hizo mi partido, el Partido Socialista Obrero Español. O
de la ley de igualdad, o de la ley del matrimonio homosexual, o de tantas leyes que son derechos
hoy y no tuvieron ficha financiera.
(Aplausos).
En particular, de la ley de titularidad compartida me siento todavía más heredero, porque sé
perfectamente cómo se elaboró la ley de titularidad compartida. Sé perfectamente quién participó
en ella. Sé perfectamente quién era el secretario de Estado. Sé perfectamente cuál era el
objetivo de la ley, y sé perfectamente quién la compartía y quién no. Esto, por mucho que usted
repita aquí, en estas Cortes, verdades a medias, no va a acabar siendo una verdad, porque el
presidente era José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español. A ver si va
a resultar que la ley la hizo AMFAR. Pues no, no la hizo AMFAR, y esto es bueno que lo
sepamos.
(Aplausos).
Como esta ley, que es feminista, como he dicho anteriormente, no la hace FADEMUR, pero sí
cuenta con el impulso de FADEMUR. Ustedes no dieron ni impulso a la ley de titularidad
compartida, ni lo han dado aquí, porque han tenido la oportunidad, gobernando cuatro años, de
poner en marcha proyectos de titularidad compartida, y fíjense, cuando yo llegué al Gobierno
como consejero de Agricultura, había 28 explotaciones gestionadas en titularidad compartida, 28.
No sé, los datos son terribles.
Yo creo que estas leyes son un poco éxito de la sociedad, que es lo que he querido decir en mi
primera intervención.
El feminismo significa defender la igualdad, la igualdad donde es necesaria.
Yo mencionaba expresamente tres palabras en mi intervención inicial. La ley nos tiene que servir
para empoderar a las mujeres, de verdad, huyendo de tópicos. Para visibilizar a las mujeres que están ahí, y para reconocer el papel de las mismas. Lo vamos a hacer en el sector agrario, en el
conjunto del medio rural. La ley nos ayuda, claro que nos ayuda. Léansela.
¿Que hay cosas que
cuesta conseguir, como decía el señor Ruiz, al que agradezco su intervención y, por supuesto,
su votación a favor de este proyecto de ley? Claro que sí.
Con la ley no vamos a resolver el problema del reto demográfico, ni vamos a resolver los
problemas de nuestro sector agrario, claro que no. Pero vamos a contribuir a ello. Desde luego,
vamos a tener muy presente la realidad de esas mujeres de pueblos de menos de 100 habitantes
que tienen muchas más dificultades que otras mujeres. Pueblos en los que el 41 % de la
población son mujeres.
Es decir, hay un enorme problema de masculinización, como decía el
señor Ruiz, y de falta de niños. Tenemos que afrontarlo, y la ley nos ayuda, léansela. ¿Es mejor
tener una ley o es mejor no tenerla? Bueno, yo creo que no hay discusión.
Desde luego, les animo con total cariño a que voten a favor de este proyecto de ley, para que
mañana se sientan orgullosos, y para que las mujeres a las que algunos de ustedes representan
aquí, todos las representan como diputados, pero particularmente algunos de manera más
directa, como la señora Merino, puedan decirle: “gracias por habernos ayudado a tener más
derechos”, porque esto es lo que estamos planteando hoy aquí.
No he faltado al respeto en ningún momento. No lo hago, señora Merino. No lo hago nunca. Se
lo digo como lo siento, yo no lo hago nunca. Puedo ser más o menos incisivo en mis
intervenciones. Creo que no lo he sido en la intervención inicial, todo lo contrario. Pero nunca he
faltado al respeto.
Siempre he hablado con todo el mundo.
Pero es difícil ser a la vez portavoz de un partido
político en las Cortes regionales, y presidenta de una asociación de mujeres. Esto es un
contrasentido que nos dificulta el llegar a acuerdos, sin duda. Pero dispuestos a sentarnos
siempre.
Decía también el señor Ruiz lo de las redes clientelares. No puedo estar más de acuerdo con
usted. El otro día coincidí con ustedes, con su grupo político, en el debate de presupuestos, en el
debate en la Comisión de Agricultura.
Yo no comparto todo lo que usted dice ni lo que dice su grupo parlamentario, pero reconozco
el interés que tienen por resolver los problemas de la gente.
Se puede acertar o no, como puedo hacer yo también, o como puede hacer el Grupo
Socialista. Pero, desde luego, sin apriorismos.
Desde luego, redes clientelares, ninguna. Aquí vamos a trabajar en la dirección que establece
la ley de manera clara. No hay que ir más allá, lo dice la ley. La ley, desde mi punto de vista, es
muy feminista.
Nos será más fácil trabajar con aquellas mujeres que son muy feministas y, sobre
todo, con una parte de la sociedad a la que yo invocaba anteriormente, los hombres, nosotros,
que tenemos que estar del lado de las mujeres, y de los cuales depende, probablemente, una
parte importante del éxito de este proyecto.
Nos acompañan también alcaldesas. He visto a la alcaldesa de Villanueva de Alcardete y a la
alcaldesa de La Villa de Don Fadrique, que representan a los ciudadanos, que son herederas
hoy, ellas, igual que lo somos todos los que estamos en esta sala en este momento, herederas
de lo que en su momento impulsaron Clara Campoamor o Victoria Kent o Martina. Todas ellas
son herederas de aquel esfuerzo.
Voy a citar una frase para acabar, porque cuando alguien habla tan bien es mejor copiar lo que
dice. Voy a citar una frase de la mujer con mayor responsabilidad política hoy en nuestro país,
que, por supuesto, es heredera de todo ello, y que, por supuesto, se alegra hoy de que estas
Cortes regionales vayan a aprobar este estatuto de las mujeres rurales.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en el Día Internacional de las Mujeres Rurales,
en la sede de la Unión General de Trabajadores, y con esto acabo: “Me parece que solo se vive
de verdad cuando se está en el atrevimiento. El atrevimiento inteligente, que es el que nos
permite conocernos a nosotras y avanzar en la dirección de la vida que merece la pena ser
vivida”.
Enhorabuena.
(Aplausos).
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