miércoles, 19 de octubre de 2016

DEBATE LEY PRESUPUESTARIA 18 OCTUBRE

DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, ORGÁNICA DE REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA 2/2012, DE 27 DE ABRIL, DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA Y SOSTENIBILIDAD FINANCIERA. (Número de expediente 122/000036).

La señora PRESIDENTA: Comenzamos, por tanto, con el punto del orden del día relativo a la toma en consideración de proposiciones de ley. En primer término, corresponde debatir la toma en consideración de la proposición del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, orgánica de de reforma de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Para presentar la iniciativa, tiene la palabra la señora Asian González. 

La señora ASIAN GONZÁLEZ: Señora presidenta, señorías, antes de nada quiero manifestar, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, nuestra más enérgica condena y rechazo por la brutal agresión sufrida por dos guardias civiles y sus respectivas parejas en la localidad de Alsasua. Asimismo quiero mostrar, en nombre de mi grupo, nuestro explícito apoyo a la Guardia Civil y a la encomiable labor que realiza en protección de los derechos y garantías de todos los ciudadanos. (Aplausos). 

Defiendo en esta tribuna la proposición de ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular para modificar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y lo hago en el convencimiento de que hoy en esta Cámara vamos a llegar a un acuerdo por la finalidad de la reforma de la ley, que no es otra que evitar perjuicios a los españoles. En estos momentos tenemos que adoptar medidas —no se pueden hacer Presupuestos Generales del Estado, ligado a la interinidad del Gobierno de España— en esta Cámara para impedir que este sobrecoste se traslade a los ciudadanos en forma de perjuicios. Los ciudadanos no tienen por qué soportar el coste derivado de no tener un Gobierno en plazo. 

La Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria fue aprobada en un momento muy crítico para nuestro país, 2012. Estábamos al borde del abismo, con un riesgo elevado de intervención. Para evitar la quiebra fue necesario fortalecer la estabilidad en nuestra economía y garantizar presupuestariamente a las administraciones públicas. 

Pero la Ley Orgánica de Estabilidad cuya reforma hoy nos ocupa no es solo una ley económica, no es solo una ley fiscal. Es una ley con un marcado carácter social, porque la finalidad de la ley no es solo poner las cuentas públicas en orden, la finalidad de la ley no es solo arreglar la cifras macroeconómicas. La finalidad de la ley fue dar una garantía de futuro a nueve millones de pensionistas, a cinco millones de parados, a los beneficiarios de la sanidad pública y en definitiva a todos los beneficiarios de nuestro sistema de bienestar, que estaban seriamente amenazados. Por ello, insisto, nunca una ley fiscal ha tenido mayor impacto social. 

Quiero aprovechar esta intervención para diferenciar que el rigor presupuestario que se contiene en las normas de la Ley de Estabilidad no significa austeridad. De hecho, nosotros estamos mejorando nuestras cifras de déficit, y no lo hacemos reduciendo el gasto porque la recuperación económica lo permite. En los tres últimos años de recuperación económica no hemos reducido el gasto, lo hemos incrementado, sobre todo el social. 

Para comparar cifras, en 2007, año de bonanza económica, el gasto público en España era de 420.000 millones de euros, 38,9 del producto interior bruto, y ahora, en 2015, se ha cerrado el presupuesto con 468.000 millones, 43,3 del producto interior bruto. Por tanto, insisto, nunca una ley fiscal ha tenido mayor impacto social. La Ley de Estabilidad ha sido modificada solo una vez, y se hizo precisamente para mejorar la financiación de los servicios públicos esenciales y para ampliar el concepto de deuda pública y que fuera deuda pública de las administraciones no solo la financiera sino también la comercial. 

De esta manera quedó amparado y garantizado el cobro de 58.000 millones de deuda comercial de las administraciones públicas. Pero ahora es el momento de tomar medidas, de minimizar los daños, y una de las medidas más importantes que tenemos que adoptar para minimizar los daños es precisamente dar una habilitación legal para que el Gobierno pueda trasladar la flexibilidad que hemos obtenido en Europa a todas las administraciones públicas españolas. 

No tendría sentido luchar en Europa por una mayor flexibilidad y que luego legalmente en España tuviéramos un sistema jurídico que nos impidiera que las administraciones lo utilizaran para financiar los servicios públicos esenciales que tienen atribuidos. Señorías, sabemos que en España se nos abrió un expediente de déficit excesivo en 2009. 

Los españoles hemos hecho muchos esfuerzos, pero a pesar de ello en marzo se nos hizo una recomendación autónoma por parte de la Unión Europea para que redobláramos los esfuerzos, para que hiciéramos medidas preventivas y coercitivas previstas en la Ley de Estabilidad, y España hizo muchos esfuerzos:  adoptó un acuerdo de no disponibilidad por importe de 2.000 millones, pero a pesar de los esfuerzos realizados, en julio el Ecofin acordó la certificación de falta de acción efectiva. ¿Qué supone esta falta de acción efectiva? 

Supone la posibilidad de que nos impongan una multa, supone la posibilidad de que no podamos participar en los fondos estructurales. Lógicamente, España, el Gobierno en funciones, ha formulado alegaciones y afortunadamente la multa ha sido cancelada, pero hemos adquirido compromisos: un mínimo en el pago del impuesto sobre sociedades, que veremos en esta Cámara, y adelanto del cierre presupuestario a julio de 2016, que supone un ahorro adicional de 1.000 millones; y finalmente, en agosto Europa nos comunica una nueva senda de consolidación fiscal. 

¿Cuál es esta senda? Es la del 4,8 de objetivo de déficit para 2016, 3,1 para 2017 y 2,2 para 2018. Teníamos que enviar una información justificativa para esta nueva flexibilización con la fecha máxima de 15 de octubre y lo hemos hecho; lo hemos hecho in extremis, pero la hemos enviado. ¿Qué hemos enviado? Hemos enviado un presupuesto prorrogado con una cifra del 3,6 de déficit cuando hemos adquirido el compromiso del 3,1, medio punto por encima, y hemos enviado un informe de acción efectiva. 

Ahora el incumplimiento será más grave porque la sanción ya no será del 2% sino del 5% y no se admiten alegaciones. Pero tenemos razones para el optimismo en España. Nuestra economía funciona bien: seguimos con el dinamismo económico, con un crecimiento del 3,2, el doble que la media europea; el empleo crece, no al ritmo que a todos nos gustaría, pero crece; y se fortalece el sector exterior: estamos próximos al superávit del 2% en la balanza por cuenta corriente con el exterior. 

Pero no nos engañemos, la incertidumbre doméstica que tenemos no nos beneficia, nos perjudica, por eso tenemos que adoptar medidas como esta: modificar la Ley de Estabilidad. La Ley de Estabilidad no pudo prever en abril circunstancias extraordinarias como la modificación de la senda de consolidación, un Gobierno en funciones y, por tanto, la imposibilidad de hacer un presupuesto. Vamos a hablar de cifras concretas. 

¿Cuál es el objetivo de las comunidades autónomas actualmente? El 0,3. Pero este no es solo su objetivo de déficit, también marca el nivel de su capacidad de endeudamiento, de la posibilidad de ser financiadas por el Estado. Sabemos que las comunidades van a terminar superando en 2016 esta cifra y se van a aproximar al 0,7. 

Necesitamos, por tanto, esta modificación legal para que las comunidades autónomas puedan cambiar del 0,3 al 0,7 su objetivo de déficit. ¿Y qué ocurre si hoy no acordamos esta modificación? Pues ocurren dos cosas fundamentales: la primera es que los servicios públicos esenciales verán resentida la calidad con que son prestados, y la segunda, que se incrementará la cola de proveedores. 

Volveremos a los impagos, no se podrán pagar las facturas a los farmacéuticos, no se podrán pagar las facturas a los proveedores de educación, y las insolvencias se propagarán a través de la cadena de pago con las consecuencias nefastas que eso tiene para autónomos y pymes. Y sobre todo, nosotros mismos estaríamos impulsando desde esta Cámara el incumplimiento de la Ley de Morosidad. 

Nosotros sabemos la importancia que tienen los mecanismos de financiación en nuestro país: Fondo de liquidez autonómica, Facilidad financiera o el recientemente aprobado Fondo social, exclusivamente para los servicios sociales. Ya se ha producido en los tres primeros trimestres de 2016 una inyección de 20.000 millones y en el último Consejo de la Comisión delegada para Asuntos Económicos se aprobó la distribución de 10.489 millones, pero sigue siendo insuficiente. 

Esto se corresponde con el 0,3, pero necesitamos 4.000 millones más para llegar hasta el 0,7 que necesitan las comunidades autónomas. Pero además, esto no es solo para que en 2016 las comunidades autónomas puedan prestar los servicios de sanidad, de enseñanza, de dependencia, es también para que las comunidades autónomas y las entidades locales puedan empezar a hacer sus presupuestos. 

Es que si no modificamos esta ley orgánica, las comunidades autónomas tendrán que hacer sus presupuestos con el 0,1, que es la cifra que actualmente está en vigor; cifra muy estrecha que no les va a permitir financiar la sanidad, la educación, los servicios sociales. 

No queremos que eso se produzca y por eso venimos aquí a presentar esta reforma, que lo que pretende es que la holgura que se ha negociado en Europa, 20.000 millones de holgura que se han obtenido, puedan transferirse a las administraciones territoriales; que el Ministerio de Hacienda se reúna donde se tiene que reunir con las comunidades autónomas, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con las entidades locales, en el Consejo Nacional de la Administración Local, que estudien estos 20.000 millones, esta mayor flexibilidad, que adopten un acuerdo, que el Consejo de Ministros lo apruebe y que lo traigan a esta Cámara, y aquí aprobaremos esa mejor senda de consolidación fiscal para todos. Además… (Rumores).

Además, la reforma que hoy se propone no es un parche. No es decir: mire, como las comunidades autónomas han gastado mucho, nosotros ahora vamos a hacer precipitadamente una modificación legal para darles más fondos. No, no, no; no se trata en modo alguno de esto, se trata de dar una solución legal para que nunca más vuelva a existir este problema jurídico que fue imprevisible cuando se dictó la ley en abril; para que ningún Gobierno en funciones que no pueda hacer presupuesto se vea impedido de poder dar flexibilidad, de poder financiar a las comunidades autónomas, de poder financiar a las entidades locales.

Señorías, termino mi intervención en el convencimiento de que hoy vamos a llegar a un consenso, vamos a llegar a un acuerdo para reformar la Ley de Estabilidad porque todos vamos a estar de acuerdo en que tenemos que minimizar daños, que tenemos que evitar perjuicios innecesarios a los españoles, porque ningún español debe soportar los costes derivados de no tener un Gobierno en plazo. Nosotros debemos adoptar en esta Cámara un acuerdo de reforma que nos permita financiar adecuadamente los servicios a que los españoles tienen derecho. Gracias. (Aplausos).

La señora PRESIDENTA:  Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos tiene la palabra el señor Roldán Monés. 

El señor ROLDÁN MONÉS: Gracias, presidenta. Señorías, no sé cuántos de los diputados de esta Cámara han trabajado alguna vez en una empresa, seguro que muchos, pero, ¿se imaginan una empresa que no tome decisiones importantes en un año entero? Ahora aplíquenlo a una de las naciones más avanzadas y más ricas de este planeta. Aplíquenlo, por ejemplo, al 30% de personal de sanidad que vive en permanente precariedad —enfermeros, médicos, personal de hospitales— que llevan años de interinos y que se les acaba el contrato y se van con una mano delante y otra detrás. Nuestro sistema de relaciones laborales está roto pero llevamos 300 días mirándonos el ombligo. 

Aplíquenlo, por ejemplo, a los profesores de secundaria, que luchan sin medios cada día para que no se quede ningún alumno atrás y con unos sueldos absolutamente ridículos. Somos el país que más talento desperdicia de Europa pero los partidos de esta Cámara se siguen mirando el ombligo. Aplíquenlo, por ejemplo, a los millones de jóvenes de mi generación que empiezan un contrato el lunes y lo tienen que terminar el viernes. Jóvenes de 30 años que no tienen hijos porque no pueden permitírselo. 

Tenemos el récord de Europa en precariedad y una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo pero nosotros, los valientes líderes de esta Cámara, no dejamos de mirarnos el ombligo. Aplíquenlo a los millones de mujeres que viven condenadas a la desigualdad y no hace falta que vayan muy lejos, aquí tienen a muchas periodistas que se pasan el día aquí y que saben que si de pronto deciden tener un hijo y hacer una parada en su carrera después les será muy difícil reincorporarse. 

Estamos en la prehistoria de las políticas de conciliación pero los señores de esta Cámara prefieren seguir mirándose el ombligo. Aplíquenlo a los miles de autónomos y emprendedores con ideas brillantes para crear empresas y nuevos empleos. Lo vimos hace poco en el South Summit con Albert Rivera en el que nos dijeron: Tenemos muchos proyectos pero es que la Administración no para de ponernos trabas, no dejamos de encontrarnos con impedimentos para crear nuevos proyectos y nuevas empresas que, en realidad, serán la base de la  sociedad del bienestar en el futuro. Estamos echando a perder millones de proyectos que serían, como digo, la base de la sociedad del bienestar en el futuro. 

Pero en esta Cámara seguimos mirándonos el ombligo. Aplíquenlo a los más de 3 millones de parados de larga duración que durante ocho años llevan llamando a puertas inútiles, haciendo cursos que no sirven para nada y, a pesar de todo, manteniendo el ánimo vivo y la esperanza de que algún día encontrarán un empleo. 

Cada año desperdiciamos miles de millones de euros —repito, miles de millones— en políticas de formación que no sirven para nada, que no responden a las necesidades de nuestros parados, pero los señores de esta Cámara prefieren seguir mirándose el ombligo. El tema que abordamos hoy aquí, la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, es una consecuencia más de la incapacidad de los viejos partidos para entender el signo de los tiempos. 

Los tiempos están cambiando, decía la canción de Bob Dylan, pero los viejos partidos siguen sin entender esos cambios. Los viejos partidos han de entender que este Parlamento no es blanco o negro, ya no es España roja y azul, la paleta de colores se ha ampliado y ustedes tienen que entenderlo. 

Escuchen, señorías del Partido Popular, las mayorías absolutas han muerto, al menos por una buena temporada, y ustedes tienen la responsabilidad de hablar con los que nos sentamos aquí y allí y con todos los de esta Cámara, pero no solo para activar la investidura la semana que viene, sino para que durante las próximas semanas ir pasando a todas las reformas que sean necesarias e ir aprobando todas las leyes precisas para poner a este país en marcha. 

Soy un parlamentario nuevo que acaba de cumplir su primer año en política y no estoy quizá en posición de dar demasiados consejos, pero me voy a permitir darles uno: O dejan de mirarse el ombligo y levantan un poco la vista o van a hacer mucho daño a este país y en el camino también a ustedes mismos. 

Señor Sánchez, señora Díaz, allá donde estén, con todo el respeto que me merecen sus siglas, he de decirles que a toda esa gente de la que hablaban le importa poco si tienen una mayoría de delegados en el consejo territorial, en el consejo ejecutivo, en el nacional o en su comunidad de vecinos, a la gente lo que le preocupa son las soluciones. 

Muchas de ellas se encontraban en el espacio común de consenso que hallamos en los acuerdos con el Partido Socialista y con el Partido Popular, esa es una base, es pequeña, pero es una base de principio de cambio para avanzar en este país. Ustedes hubieran podido presidir un Gobierno distinto pero, gracias a los grandes estrategas y estadistas que se sientan a su lado, hoy tenemos un Parlamento con una mayoría más fuerte del Partido Popular. 

Hubieran podido presentar un Gobierno alternativo, pero el problema es que hubiera sido con ideas del siglo XIX para responder a los problemas del siglo XXI. Eso es lo que representa el nacionalismo secesionista del señor Rufián, que está en esta Cámara, y muchas de las políticas populistas que representa Podemos. 

Sean valientes y asuman la abstención para que España pueda ponerse en marcha. Este va a ser un Parlamento libre. A nosotros tampoco nos gusta el señor Rajoy, se lo puedo asegurar, pero todavía nos gusta menos que los políticos sigan mirándose el ombligo mientras España sufre y mientras España se embarranca. Para terminar, ya les anticipo que vamos a votar que sí a esta toma en consideración de la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria porque no tenemos otra alternativa. 

Como se ha mencionado en intervenciones anteriores, si no se aprueba esta ley las comunidades autónomas dejarán de ser capaces de proveer los servicios fundamentales que gestionan como la sanidad y la educación. Por tanto, aprobaremos esta reforma. Como decía antes, la famosa canción de Bob Dylan, los tiempos están cambiando —the times they are a changing—, pero parece que algunos en esta Cámara siguen sin enterarse. 

En una estrofa de la canción decía: "Venid senadores, congresistas / por favor oíd la llamada / no os quedéis en el umbral / no bloqueéis la entrada" porque los tiempos están cambiando y es tiempo de cambiar. Muchas gracias. (Aplausos). 

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias. Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Saura García. 

El señor SAURA GARCÍA: Gracias, señora presidenta. Señorías, el Grupo Parlamentario Socialista va a apoyar la modificación puntual de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2012 porque de lo que se trata fundamentalmente es de que el Gobierno pueda actualizar y traer los objetivos de déficit aquí al Parlamento para que las comunidades autónomas puedan hacer su presupuesto para el año que viene y, por consiguiente, la educación, la sanidad y la dependencia no se vean recortadas; es decir, para que el Estado del bienestar no se vea recortado este año y, sobre todo, el año que viene. 

Por tanto, cuando se vota no a esta modificación —puntual— de la Ley de Estabilidad de 2012 se está votando en contra de que las comunidades autónomas puedan hacer su presupuesto y también en contra del crecimiento del Estado del bienestar para el año que viene. De hecho, las comunidades autónomas están esperando como agua de noviembre el que aprobemos esta modificación para poder hacer su presupuesto. 

Esto es lo que están esperando las comunidades autónomas. Además, señorías, saben ustedes perfectamente que esta Ley de Estabilidad Presupuestaria del año 2012 no es nuestra Ley de Estabilidad Presupuestaria. El Grupo Parlamentario Socialista votó en contra de esta ley fundamentalmente por dos razones: porque nos parece una Ley de Estabilidad Presupuestaria conservadora, neoliberal. 

¿Y por qué? Principalmente porque se confunde la estabilidad presupuestaria con el recorte del Estado del bienestar. Señorías, el saldo fiscal se conforma con dos elementos, los ingresos y los gastos. Si los ingresos públicos son más importantes, si crecen, los gastos públicos también crecen. 

Lo que sucede es que en esta ley se aplica de manera restrictiva una regla de gasto. Esta cuestión, una aplicación restrictiva de la regla de gasto, y el hecho de que el Gobierno actual en este último año y medio haya regalado a las rentas más altas 1,5 puntos del PIB, 16.000 millones de euros, estas dos razones explican efectivamente un Estado social mínimo, explican un Estado del bienestar mínimo y explican la austeridad. 

La austeridad, señorías, es una de las razones que explican a su vez el incremento de la desigualdad. La austeridad. Pero, señorías, luchar contra la desigualdad no se hace, desde nuestro punto de vista, con más endeudamiento, porque eso es más austeridad en el futuro. Nosotros lo que pensamos es que hay que luchar contra la austeridad fundamentalmente incrementando los ingresos públicos. El keynesianismo del siglo XXI son los ingresos públicos, señorías. 

Esto ayudará efectivamente a que no se produzca esa austeridad. Nosotros creemos que hay que modificar en profundidad esta Ley de Estabilidad Presupuestaria, pero no se puede modificar en veinticuatro horas. 

Si no se hace de manera sosegada, una modificación rápida podría conllevar, por ejemplo, un problema para pagar las pensiones públicas, podría generar un problema en el sistema público de pensiones que ya tiene un problema muy gordo, como el propio Gobierno reconoce en el plan presupuestario cuando habla de un déficit para este año del 1,7 en relación con el PIB. Por tanto, a modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria decimos sí, en profundidad; pero no se puede hacer una chapuza que puede ir contra el Estado del bienestar. 

El señor Garzón no está ahora en el Pleno, pero aquí quien no ha permitido que haya un Gobierno alternativo al señor Rajoy y al Partido Popular fue, entre otros, el señor Garzón votando contra un socialista para que fuera presidente del Gobierno, votando contra Pedro Sánchez para que fuera presidente del Gobierno. 

Por tanto, aquí quien únicamente ha impedido un Gobierno de transformación y de cambio ha sido precisamente Podemos y en concreto, porque ha intervenido esta tarde, el señor Garzón. Nosotros sí estamos a favor de modificar esa Ley de Estabilidad Presupuestaria. 

Una Ley de Estabilidad Presupuestaria a lo largo del ciclo como la entiende la socialdemocracia, en primer lugar, para apuntalar, para mejorar, para asegurar el Estado del bienestar; en segundo lugar, porque si no hay una sostenibilidad económica de las cuentas públicas el problema que podemos tener es quedarnos fuera del euro. 

Todos los países tienen que cumplir las reglas de estabilidad presupuestaria. E, insisto, el saldo son dos componentes, ingresos y gastos. La derecha española ha apostado por un Estado social mínimo reduciendo los ingresos y también reduciendo el gasto. En el último plan presupuestario el Gobierno lo que nos dice es que este año van a acabar los ingresos públicos en relación al PIB por debajo del 38%. La Unión Europea a Ocho, los países más ricos de la Unión Europea, tienen unos ingresos públicos en relación al PIB del 48%, más de 10 puntos. 

¿Cómo que no ha habido recortes del Estado del bienestar? Si tenemos en cuenta en términos absolutos el gasto discrecional del Gobierno, el gasto público social ha disminuido; si lo medimos en términos del PIB, no hay duda, han disminuido la educación, la sanidad, la dependencia, la vivienda y la política social. Han disminuido en términos del PIB porque, insisto, el saldo fiscal son ingresos y gastos, y este Gobierno ha regalado en el último año y medio 17.000 millones de euros a través del impuesto sobre sociedades y a través del IRPF al 10% más rico. 

Por tanto, por supuesto que es necesaria la estabilidad presupuestaria, otra estabilidad presupuestaria. Pero le digo más, si no se cumplen las reglas fiscales, si no hay estabilidad presupuestaria, nunca habrá en Europa una política fiscal única, nunca habrá en Europa un presupuesto único. Una condición necesaria para que haya un presupuesto único en Europa, para que haya una política fiscal única, es que existan reglas fiscales que nos lleven a esa convergencia por parte de todos los países. 

Por tanto, sí a una modificación en profundidad de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, sí a otra forma de presupuestar, sí a otra política fiscal, por supuesto que sí. Habría sido muy positivo que Podemos y el señor Garzón votaran a favor de esa otra política fiscal, le habría venido muy bien al país, pero optaron por otra vía. 

En definitiva, señorías, nosotros estamos a favor de que el Gobierno pueda traer al Parlamento una actualización de los objetivos del déficit. Eso es lo que estamos modificando hoy, que el Gobierno pueda traer aquí —otra cosa distinta es que el Parlamento lo avale o no— unos objetivos de déficit. A partir de ahí las comunidades autónomas podrán hacer el presupuesto. 

No nos engañemos, votar en contra de esto hoy es votar contra la sostenibilidad del Estado del bienestar, es votar contra el presupuesto de las comunidades autónomas, es votar contra la educación, la sanidad y la dependencia. 

Por supuesto que nosotros vamos a votar a favor y por supuesto que más pronto que tarde cambiaremos la Ley de Estabilidad Presupuestaría. No solamente lo decimos nosotros desde el Grupo Parlamentario Socialista, lo dice la Autoridad Fiscal también. La Autoridad Fiscal dice que hay que cambiar esta Ley de Estabilidad Presupuestaria. 

La han cambiado desde el Gobierno por activa y por pasiva más de una docena de veces, la han incumplido y la están interpretando arbitrariamente. De hecho, se plantearon como objetivo en el año 2020 llegar a una deuda pública en relación con el PIB del 60% y van por el cien por cien del PIB. 

Por supuesto que hay que cambiar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, es lo que dice la Autoridad Fiscal también y es lo que dijimos nosotros en el debate sobre la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que era tan dura que no se iba a cumplir y que eso era malo para la actividad económica y para la credibilidad y la solvencia de España ante las instituciones europeas. 

No se ha cumplido el objetivo de deuda, no se han cumplido ningún año los objetivos de déficit, no se ha cumplido la regla de gasto y tampoco se ha cumplido, en definitiva, la consolidación fiscal. Como les decía, estamos cerca del año 2020 y nuestra deuda no está ni cerca del 60% del PIB, sino que estamos en el cien por cien del PIB. Por tanto, por supuesto que hay que cambiarlo, porque incluso la Autoridad Fiscal nos dice que tenemos que cambiar esta Ley de Estabilidad Presupuestaria, una ley conservadora y neoliberal con la que no estamos de acuerdo, porque lo que fundamentalmente busca es un Estado social mínimo. Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos).


TOMA EN CONSIDERACIÓN DE PROPOSICIONES DE LEY. (VOTACIÓN): — DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, ORGÁNICA DE REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA 2/2012, DE 27 DE ABRIL, DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA Y SOSTENIBILIDAD FINANCIERA. (Número de expediente 122/000036). 

La señora PRESIDENTA: Comenzamos las votaciones. Votamos en primer lugar la toma en consideración de la proposición de ley del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, orgánica de reforma de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Comienza la votación. (Pausa).

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 341, más 1 voto telemático, 342; a favor, 258; en contra, 18; abstenciones, 65, más 1 voto telemático, 66. 

La señora PRESIDENTA: Queda aprobada. 

ACUERDO DE TRAMITACIÓN DIRECTA Y EN LECTURA ÚNICA DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS. (VOTACIÓN): — ACUERDO DE TRAMITACIÓN DIRECTA Y EN LECTURA ÚNICA DE LA PROPOSICIÓN DE LEY ORGÁNICA DE REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA 2/2012, DE 27 DE ABRIL, DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA Y SOSTENIBILIDAD FINANCIERA. (Número de expediente 122/000036). 

La señora PRESIDENTA: Pasamos a votar el acuerdo de tramitación directa y en lectura única de la proposición de ley orgánica de reforma de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Comienza la votación. (Pausa). 

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 337, más 1 voto telemático, 338; a favor, 268; en contra, 16; abstenciones, 53, más 1 voto telemático, 54. 

La señora PRESIDENTA: Queda aprobado


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