domingo, 30 de octubre de 2016

NO ES LA ABSTENCIÓN, ES LA ECONOMÍA








El sábado pasado, 29 de octubre, pasaban algo más de las 20:15 cuando en el Congreso de los Diputados se producía esta escena: "El resultado de la votación ha sido el siguiente: votos emitidos, 349; votos a favor del candidato, 170; votos en contra del candidato, 111; abstenciones, 68. Señorías, al haberse alcanzado el voto favorable de la mayoría simple de los miembros de la Cámara, queda otorgada la confianza al candidato, don Mariano Rajoy Brey, lo que le comunicaré a su majestad el rey a los efectos de su nombramiento como presidente del Gobierno. ¡Enhorabuena, señoría!".

Hoy día 31 de octubre, el BOE publicaba este Real Decreto "JEFATURA DEL ESTADO 9962 Real Decreto 414/2016, de 30 de octubre, por el que se nombra Presidente del Gobierno a don Mariano Rajoy Brey. En virtud de lo dispuesto en el artículo sesenta y dos de la Constitución, Vengo en nombrar Presidente del Gobierno a don Mariano Rajoy Brey, a quien el Congreso de los Diputados ha otorgado su confianza por mayoría simple en segunda votación, celebrada en la sesión del pasado día 29, de acuerdo con lo establecido en el apartado tres del artículo noventa y nueve de la norma constitucional. Dado en Madrid, el 30 de octubre de 2016. FELIPE R. La Presidenta del Congreso de los Diputados, ANA MARÍA PASTOR JULIÁN ". Y poco después el flamante presidente del Gobierno juraba la Constitución ante la biblia y un crucifijo (¿agradecimiento a algún poder fáctico?).

Y sí, es de bien nacidos ser agradecidos, yo también desde estas líneas quiero felicitar al Presidente del Gobierno de España, al Ilmo. Sr. D. Mariano Rajoy Brey, deseándole la mejor de las suertes para mejorar la vida de las españolas y los españoles dotándoles de más y mejores derechos, y sobre todo facilitando que mejoren su bienestar social y económico a lo largo de la próxima legislatura.






Una sesión de investidura que nos dejó en su primera sesión, un discurso complaciente y continuista del sr. Rajoy, un discurso de hombre de Estado, de Albert Rivera, reclamando reformas que España necesita para que el crecimiento económico goce de continuidad y estabilidad, a la vez que se mejore las condiciones de vida de la clase media y trabajadora, la principal impulsora de cambios sociales en nuestro país. Un Antonio Hernando que estuvo en líneas generales bien, es un gran parlamentario, que intentó justificar el cambio de voto del Grupo Parlamentario Socialista, y a la vez decirle a Rajoy que la gobernabilidad no la tiene, va a tener que ganársela a lo largo de la legislatura. Podemos reclamó la auténtica oposición, y montó el circo sin hacer propuestas de futuro ni entrar en materias de gestión pública. Y la última vez que pudimos escuchar a Pedro Sánchez decir un NO claro y rotundo al PP.

Si bien, no todo van a ser felicitaciones, el sr. Rajoy todavía candidato expuso lo siguiente en su discurso de ayer: "No pretendo acceder al Gobierno para realizar cualquier clase de política, no estoy dispuesto a derribar lo construido; se puede mejorar, sin duda, pero no puedo aceptar su demolición. Que nadie espere que yo contribuya a lesionar la recuperación económica y la creación de empleo. No haré ese daño a los españoles. No tiene ningún sentido liquidar todas las reformas; mejoremos lo mejorable, pero no impidamos que España siga siendo el país que más crece en Europa y el que más empleo crea. ¿Acaso esto es malo? ". 

Es decir, adiós a la reforma laboral, el sr. Rajoy y el Partido Popular no va a permitir un cambio significativo en el que se le concedan más derechos al trabajador. El sr. Rajoy está orgulloso de su reforma laboral. No va a incrementar las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios, ni mejorará las cuantías de los despidos, ni favorecerá una negociación colectiva que de más poder a los trabajadores en el marco de la relación laboral.

Voy a intentar contar, a mi juicio cómo hemos llegado a esta situación y qué expectativas podemos vislumbrar en un futuro cercano. Por cierto, ¿os acordáis de que este verano decíamos que los poderes fácticos harían Presidente a Rajoy?, Mirad el enlace, en las maitines del 31 de agosto, mi predicción que muchos pedistéis era el guión que finalmente se ha producido, Gobierno de Rajoy gracias a la abstención del PSOE con dimisión de Pedro Sánchez. IR A LAS MAITINES FINALES AGOSTO.

Decíamos ayer sábado adiós a más de 300 días de interinidad de un Gobierno. Después de las elecciones del 20 de diciembre de 2015, cuyo resultado ofreció 123 escaños al Partido Popular, siendo éste el partido mayoritario, frente a 90 escaños que obtuvo el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE con el candidato Pedro Sánchez, 33 votos de diferencia entre las dos principales fuerzas políticas.

Tras la renuncia del sr. Rajoy a presentarse a la investidura al no tener los apoyos necesarios, lo intentó el sr. Sánchez, llegando a un acuerdo con Ciudadanos, que alcanzaba 130 diputados, 7 más de los que tenía el Partido Popular. Ese Gobierno de reformas no fue posible, porque le dieron un portazo diciendo NO a la investidura de Pedro Sánchez, tanto el Partido Popular como Podemos.

Nuevas elecciones el 26 de junio de 2016, en las que el PP obtuvo 137 escaños, subiendo 14 escaños con respecto a diciembre, y el PSOE obtuvo 85, cinco menos que en diciembre, y subiendo la diferencia entre los dos principales partidos a 52 diputados, 19 diputados más de diferencia que en diciembre de 2015. Esta vez sí aceptó Rajoy presentarse a la investidura, que por cierto llegó a un acuerdo de 150 medidas con Ciudadanos, y cosechó un NO del PSOE, que no le permitió tener más síes que noes en la segunda sesión de investidura.

El pasado sábado 29 de octubre, Rajoy era propuesto para ser Presidente del Gobierno, al tener 170 votos a favor y 111 en contra, el resto 68 de los 85 diputadas y diputados del PSOE se abstuvieron siguiendo lo acordado en el Comité Federal del pasado 23 de octubre, que decidió la abstención en la segunda sesión de investidura tras votar NO en la primera.

Del 2 de septiembre hasta el 29 de octubre el Partido Socialista ha cambiado su decisión, antes el que era Secretario General del PSOE Pedro Sánchez desde el 13 de julio de 2014, dimitió el 1 de octubre como Secretario General en un Comité Federal que durante la semana anterior estuvo mediatizado para que ocurriera lo que al final fue público.




Un Pedro Sánchez que el sábado al filo de las 13:00 dimitía como diputado, con este discurso: LEER DISCURSO.

Terminaba así la historia de una crónica anunciada. Pocos meses después de llegar a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, Susana Díaz y otros destacados dirigentes y exdirigentes socialistas mostraban su preocupación por la gestión de Pedro Sánchez al frente de la Ejecutiva Federal y la estrategia del Partido. Hasta el momento de asumir la Secretaría General Pedro Sánchez, en el PSOE las decisiones se tomaban mediante un sistema de democracia representativa, en que los delegados en Congresos y Comités Provinciales, Regionales y Federal eran los representantes de los militantes, Pedro Sánchez incorpora la filosofía 1 militante = 1 voto para las decisiones transcendetales que afectaban a la vida del Partido. Y los militantes pudieron decidir sobre el pacto de investidura con Ciudadanos.

Tras las elecciones del 20 D, que ponen de relieve que las mayorías absolutas se han acabado como consecuencia de una sociedad plural y que ha dejado de creer en los partidos tradicionales para solucionar los problemas que les afectan como individuos y como sociedad; se abren los pactos entre fuerzas para alcanzar un Gobierno. Es evidente que las alianzas naturales son PP - Ciudadanos y PSOE - Podemos, esas son las alianzas lógicas entre las cuatro fuerzas de implantación nacional.

El temor de los poderes fácticos a que Podemos entrara en un Gobierno del Estado, teniendo como precedentes los Gobiernos autonómicos de Valencia, Aragón y Castilla - La Mancha, comienzan a presionar para alejar a Sánchez de la Secretaría General. En este país el poder económico y financiero, apoyado por la Iglesia y los medios de comunicación no están dispuestos a que en este país la Iglesia pague el IBI de sus edificios, que se saque la religión del horario escolar, que la tributación fiscal obtenga su mayor recaudación en las rentas altas, que se obligue a las empresas a tributar por todos los beneficios obtenidos en el país, que se fiscalice y se obligue a los bancos a ejercer sus funciones, que no son otras que prestar dinero teniendo como base los depósitos de sus clientes, que las empresas paguen una indemnización justa a sus trabajadores al despedirlos, que las empresas paguen por hacer contratos impropios temporales para trabajos indefinidos, que el trabajador tenga la seguridad de que no va a poder ser despedido por capricho de las empresas. Este país no está preparado.

Estos poderes fácticos son los mismos que han hecho a algunos de los varones barones y baronesas hembras a criticar decisiones de Pedro Sánchez simplemente porque querían una mayor cuota de poder en los órganos de toma de decisión del Partido, sin tener en cuenta su posición, y su deber de fidelidad a la jerarquía de la organización.

Pero estos varones y baronesa han sido convencidos de los males que traía consigo Pedro Sánchez, y el peligro para los objetivos del Partido Socialista de un posible Gobierno con Podemos, cuyas bases no se habían puesto todavía, pero no importa, los medios de comunicación ya estaban ahí para falsear la realidad y con sus editoriales guiar los argumentos de los miembros de la Ejecutiva Federal que cayeran en las redes. Los telefonazos de Susana Díaz y exdirigentes socialistas hicieron el resto.

No pensaron muchos de ellos que mantenían gobiernos autonómicos gracias a Podemos, de nuevo la emoción pudo a la razón. Otros creyeron que así devolvían viejas rencillas, como Tomás Gómez, que fue defenestrado por la Ejecutiva Federal como Secretario del Partido Socialista de Madrid, cuando razones de peso llevaron a ello, entre otras no estaba en ese momento clara la implicación del dirigente madrileño en tramas de corrupción en la adjudicación de infraestructuras, y podían perjudicar los intereses del Partido. Posteriormente, la justicia exculpó a Gómez, de lo cual nos alegramos todos, pues Tomás Gómez es un convencido socialista, cuyo futuro todavía tiene que dar muchas alegrías al socialismo madrileño y español. Sus columnas en La Razón son estupendas, orientativas y políticamente muy "frescas" y necesarias.

La consecuencia es que el último lunes de septiembre dimiten 17 miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE con objeto de hacer caer a Pedro Sánchez junto a ellos, algo que consiguen en el Comité Federal del 1 de octubre, en el que dimite Pedro Sánchez como Secretario General, tras la votación sobre si los delegados del Comité aprobaban la convocatoria de un inminente Congreso Extraordinario. Con la dimisión se hace cargo del Partido una Gestora que ha ido trabajando, pese a que en un principio argumentaban que la decisión de apartar a Pedro Sánchez de la Secretaría General no tenía nada que ver con la abstención o decir NO a Rajoy en su investidura.








Esta Gestora ha ido trabajando y consiguiendo que se propusiera la abstención a la investidura de Rajoy para desbloquear la situación política y permitir que haya un Gobierno en España. No importaba el incumplimiento del programa electoral y de las promesas de la campaña electoral. Incluso alguno como Antonio Hernando, político y portavoz profesional, no dudaba en traicionar a su jefe de filas, para posicionarse como presidente del Grupo Parlamentario Socialista. La moral, el pudor y la conciencia al servicio del poder, que al final el que permite mejorar económicamente y personalmente, y lo digo desde el respeto y la consideración que profeso hacia Antonio Hernando como persona y como político.

Argumentos muchos, como que a través del Parlamento se podría controlar al Gobierno, sin tener en cuenta que el Gobierno es el que ejecuta las leyes, e independientemente de que se aprueben leyes, luego han de desarrollarse con reglamentos, que han de ser elaborados por el Gobierno, por lo que no se regulará nada que no quiera el Gobierno. Además, el Gobierno tiene la potestad de vetar cualquier proyecto o iniciativa política que suponga un incremento del gasto o una disminución de ingresos en los presupuestos, haciendo uso del artículo 134.6 de la Constitución.

Pues bien, esta semana de investidura, el Gobierno en funciones ha vetado diez iniciativas, algunas propuestas por el PSOE como la derogación de la LOMCE, la mejora de la calidad del trabajo de los trabajadores subcontratados, la supresión de tasas judiciales, medidas para luchar contra la pobreza energética, y la universalización de la asistencia sanitaria. Este es el Gobierno del diálogo, el que veta antes de comenzar a gobernar medidas que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, y las vetan al PSOE que se va a abstener y que finalmente se ha abstenido, ya sin Pedro Sánchez ni como Secretario General ni como diputado.


Es cierto que la Mesa del Congreso, con el voto contrario de los representantes del PP ha levantado el veto a la iniciativa de la derogación de la LOMCE, y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados (no se pierdan el argumento del Gobierno del PP para no tramitarla, no es otra que el incremento de costes de las empresas públicas si mejoran las condiciones del personal subcontratado, simplemente vergonzoso en el siglo XXI, que se permita por el Gobierno del PP, sí a ese que el PSOE ha permitido con su abstención el seguir haciendo escarnio público y tropelías varias, que haya trabajadores de primera y de segunda, vergonzoso). No obstante, el Gobierno va a recurrir al Tribunal Constitucional la decisión de continuar la tramitación parlamentaria estas dos iniciativas. ¿Qué dirá el Tribunal Constitucional?.  VER EXPRESIÓN


Por cierto, 15 diputados han roto la disciplina de voto. los siete del PSC, los dos del Partido Socialista de las Illes Balears, y los diputados Zaida Cantera, Margarita Robles, Odón Elorza, Susana Sumelzo, Rocío de Frutos y María Luz Martínes Seijoo; hacia ellos mi admiración y valorar su compromiso con las promesas electorales.

Pero ahora la Gestora debe actuar. Y no tiene otro remedio que sancionar esta ruptura, ya que como decía un buen profesor de Psicopatología: "el mejor predictor de la conducta es la conducta anterior", es decir posiblemente no sea la única ocasión a lo largo de la legislatura en que diputados del PSOE apoyen o se abstengan ante iniciativas del PP en contra del programa socialista. Pero sin unidad el futuro del Partido es negativo.

Por cierto, aunque de momento no suceda, a los poderes fácticos no les gusta la actual alianza PSOE-PSC, en un futuro a medio o largo plazo se presentará en Cataluña el PSOE de Cataluña, federación del PSOE. La Gestora debe tomar nota, y no temblarle el pulso. En eso estoy de acuerdo, fíjense, no sería descabellado romper con el PSC, sus expectativas electorales se diluyen como un azucarillo, y en estos momentos sólo aporta a nivel nacional tener que respetar  pronunciamientos independentistas de vez en cuando, que hacen daño al Partido a nivel nacional. No todo van a ser discrepancias con los poderes fácticos.

La Gestora a la que desde aquí le deseo aciertos, tiene trabajo por delante, y habrá que ayudarla, desde las distintas federaciones y desde las Agrupaciones, que han de ponerse a desplegar el argumentario socialista que a partir del 1 de noviembre tengan a bien decidir, nos va en ello el futuro, y los militantes pueden discrepar y sentirse heridos, pero los dirigentes de las Agrupaciones tienen que trabajar para que la Gestora se consolide; si no hay consolidación de la autoridad de la Gestora, no hay Congreso.

Contrariamente a lo que pide Pedro Sánchez, con el que estoy de acuerdo en su estrategia, y le apoyaré en su proyecto político, el Congreso no puede convocarse en este momento, no tiene sentido, provocaría enfrentamientos entre la militancia, y las emociones y no la razón, guiarían el debate precongresual y el propio Congreso.

Es necesario un trabajo intenso de la Gestora para unificar el mensaje socialista en todos los rincones de España, recuperar la confianza de los ciudadanos, lograr la unidad de acción y explicar las decisiones que adopta el Grupo Parlamentario Socialista, lograr una percepción de utilidad e identificar una identidad concreta hacia el Partido Socialista por parte de los ciudadanos, y constituir un liderazgo claro que permita someter su proyecto al resto de militantes.

El Partido Socialista es un partido centenario, que hace escasas fechas celebraba los 34 años del primer gobierno socialista de la democracia española en 1982. Se ha decidido abstenerse ante la investidura de Rajoy, a mi juicio desacertadamente, y causando dolor a muchos militantes, especialmente a aquellos mayores que han sufrido las políticas de una derecha reaccionaria, pero se ha tomado. Ya no hay vuelta atrás, ahora hay que definir la estrategia sobre la mejor manera de articular las políticas que se llevaban en el programa electoral desde la oposición, lo cual va a ser muy difícil, por la actitud del PP, y de Podemos intentando erigirse en única oposición parlamentaria.

De la solución a esta crisis del Partido Socialista dependerá que pueda volver a ser alternativa de Gobierno, y lo que es más importante la recuperación de la percepción por parte de los ciudadanos que el Partido Socialista es el partido más cercano a los intereses de los trabajadores. Va a hacer falta pedagogía, y mucho diálogo, aunque no va a ser fácil, porque la realidad es que en este momento el Partido Socialista es un solar, sin líder, estrategia ni rumbo fijo. Hay que ganarse la confianza de una militancia que se siente herida y traicionada, y en este momento la Gestora no tiene credibilidad ante la militancia, tiene que ganársela y garantizar la estabilidad de la estrategia que decida definir.

Pero para eso se ha elegido una Gestora que sólo responde al Comité Federal, que es el mismo que en diciembre de 2015 mandató, entre líneas, el NO a Rajoy, aunque en realidad la suerte de Pedro Sánchez en ese Comité Federal del 28 de diciembre de 2015 estaba echada, los poderes fácticos empezaron a actuar para eliminar cualquier atisbo de Gobierno de izquierdas, con Podemos presente, fruto de las posibilidades de la aritmética parlamentaria. El mismo Comité Federal que ha acompañado la gestión de Pedro Sánchez al frente de la Ejecutiva y Secretaría General del Partido, goza pues de toda legitimidad, y a él nos hemos de referir y en él debemos confiar para salir de la situación.



Por lo tanto, mi opinión es que se tranquilicen los aspirantes a la Secretaría General, tendrán su oportunidad, algunos más que otros, y los poderes fácticos no se quedarán de brazos cruzados si no les gusta el Secretario General que surja, si es necesario se cargarán un Partido centenario, para volver a comenzar con un Partido Socialista que apueste por la socialdemocracia adaptada a las circunstancias socioeconómicas actuales, donde las prioridades han cambiado con respecto a finales del siglo XIX. Yo estaré junto a Pedro Sánchez, lo reitero, aunque las consecuencias no sean todo lo positivas que cabe esperar, y de hecho ya he aportado mis datos en la nueva web de Pedro Sánchez, os animo a hacerlo, porque juntos somos mas fuertes.









Como decía James Carville en la campaña de Bill Clinton a las presidenciales estadounidenses en 1992, "ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO", y eso digo yo ahora, no se trata de buscar excusas en las razones que nos han llevado a la abstención, no es por los intereses de España ni por los electores del PSOE, ni siquiera por el futuro del Partido en unas terceras elecciones,  es la economía y el control de los poderes fácticos, que mientras Podemos no se modere en sus pretensiones, en España no se permitirá un Gobierno de izquierdas. Por cierto, que triste, que ayudemos a los mercados en lugar de a la memoria de nuestros líderes, en lugar de dejar libre el asiento que ocupaba Pedro Sánchez, este sitio fue asignado a Rafael Simancas, político intachable y hombre de Partido, uno de los mejores valores socialistas. "La vida continúa" parece ser el mensaje de la Gestora. 

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