Pedro Sánchez invita a los partidos a "dejar en segundo plano sus intereses", para así "dar una respuesta unitaria" al desafío catalán
El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE ha comparecido en el Palacio de la Moncloa, tras reunirse con los líderes de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos.
El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE ha comparecido en el Palacio de la Moncloa, tras reunirse hoy con los líderes de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos.
Quiero que mis primeras palabras están dedicadas a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
A los hombres y mujeres del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra que, en estos días y a esta misma hora, con extraordinaria profesionalidad y bajo una gran presión, están trabajando para proteger los derechos y las libertades constitucionales en Cataluña.
En nombre de toda la sociedad española deseo trasladarles el reconocimiento y la gratitud por su indispensable labor en la defensa de la legalidad constitucional y estatutaria en Cataluña. Y junto a ese reconocimiento y gratitud, el deseo de la pronta recuperación de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los Mossos d’Esquadra que se han visto heridos por los altercados violentos que hemos presenciado durante las últimas horas.
Su profesionalidad unida a la gran coordinación con la que operan los distintos cuerpos de seguridad, tanto estatales como autonómico, es la mejor respuesta a los extremistas violentos.
Todos ellos, Policía Nacional, Mossos y Guardia Civil, deben saber que tienen el respaldo de toda la ciudadanía porque son garantes de lo más preciado, la defensa de las libertades públicas y derechos civiles.
Gracias por su labor y gracias por su contención frente a las provocaciones de los extremistas.
Ayer por la noche, y hoy mismo, hemos asistido en paralelo al ejercicio del derecho pacífico de manifestación de personas que están disconformes con la sentencia del TS, y también al despliegue de grupos violentos perfectamente organizados, decididos a amedrentar y alterar la convivencia con acciones violentas y vandálicas.
Nada hay que objetar a quienes se manifiestan pacíficamente, ejerciendo su derecho constitucional. Es más, es la responsabilidad de los poderes públicos garantizar su derecho a la libre expresión pacífica de sus ideas.
Pero ante los actos violentos, el Gobierno reitera que no va a consentir, bajo ningún concepto, que la violencia se imponga a la convivencia.
El Gobierno de España actúa y continuará actuando con todos los mecanismos del Estado para garantizar la plena vigencia de los derechos fundamentales y el mantenimiento del orden en Cataluña, incluyendo el derecho a la manifestación pacífica.
El Gobierno de España hace y continuará haciendo frente a cualquier forma de violencia sobre las personas o sobre los bienes públicos y de particulares que se produzca por parte de grupos violentos organizados o individuos violentos aislados.
La sociedad catalana y el conjunto de la sociedad española debe saber que el Gobierno considera todos los escenarios, y que responderá en cada momento con 3 reglas que he reiterado en los últimos días: la firmeza democrática, la unidad de los partidos políticos y la proporcionalidad en la respuesta.
Firmeza en la defensa de la democracia y la garantía en consecuencia de nuestra convivencia.
Proporcionalidad en la respuesta al desafío para no caer en provocaciones.
Y unidad de acción con todas las fuerzas políticas dispuestas a defender el orden constitucional y en consecuencia los derechos y libertades de todos los españoles.
Precisamente hoy he mantenido encuentros con los líderes de las principales fuerzas parlamentarias de nuestro país. Les he invitado a mantener la unidad y a dejar en segundo plano intereses de partido para así dar una respuesta unitaria a este desafío.
Y quiero transmitir a los españoles directamente lo que acabo de expresar a los dirigentes de las principales fuerzas parlamentarias:
Primero, que el Estado será siempre garante de quienes ejercen su derecho a manifestar pacíficamente sus ideas.
En segundo lugar, que los grupos violentos organizados, y en general quienes aspiran a quebrar las leyes democráticas, no van a conseguir su propósito. Nuestro Estado social y democrático de Derecho es fuerte y está plenamente amparado por la Ley.
En tercer lugar, que la única esperanza de los grupos violentos es que cometamos errores; su única esperanza es vernos exaltados y divididos.
Nos quieren exaltados para que caigamos en sus provocaciones y alimentemos una espiral violenta;
Y nos quieren divididos para debilitarnos y tratar de imponer su voluntad sobre la democracia.
Y nos deben encontrar como exige la gravedad del momento: firmes, serenos y unidos.
El legítimo derecho de manifestación y reunión que está reconocido en el artículo 21 de nuestra Constitución, debe estar amparado.
Sin embargo, no hay causas, razones ni ideales que amparen o justifiquen el uso de la violencia en una democracia como la española, que ha conquistado la libertad tras un esfuerzo largo y doloroso.
Por eso, la primera obligación de cualquier demócrata es impedir que la violencia se imponga sobre el derecho a convivir en paz de millones de catalanes y catalanas, sea cual sea su opinión política. También, el derecho a convivir de quienes, desde el independentismo, rechazan de forma tajante el uso de la violencia.
Precisamente por eso deseo hacer un llamamiento expreso al Presidente de la Generalitat de Cataluña.
Tanto él como los miembros de su Gobierno, tiene el deber político, tienen el deber moral de condenar sin excusas y sin paliativos, con la máxima claridad y determinación, el uso de la violencia en Cataluña.
En Cataluña viven millones de personas que con independencia de sus ideas políticas tienen derecho a vivir en paz y con seguridad. Y eso es incompatible con la conducta de los grupos violentos que ponen en riesgo la paz de sus ciudades, las propiedades de sus vecinos y la integridad física de los ciudadanos, incluidos ellos mismos.
Ningún gobernante puede camuflar su fracaso tras cortinas de humo y de fuego.
Quiero informarles también que desde hace semanas el Gobierno de España viene trabajando en los distintos escenarios de respuesta.
Desde el pasado jueves 10 de octubre se activó de manera preventiva un comité de coordinación para dar seguimiento, informar y asesorar al Presidente del Gobierno sobre los acontecimientos que pudieran tener lugar como reacción a la sentencia del Tribunal Supremo sobre los hechos acaecidos el pasado 1 de octubre de 2017 en Cataluña.
Este comité está compuesto por representantes de los siguientes organismos: Gabinete de la Presidencia del Gobierno; Vicepresidencia del Gobierno; Departamento de Seguridad Nacional, Ministerio del Interior (Guardia Civil, Policía Nacional, Gabinete del Ministro, Gabinete de Planes de Coordinación, Subdirección de Sistemas de Información y Comunicación para la Seguridad y CNPIC); Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (SE. España Global y gabinete Ministro, Ministerio de Defensa (Ciberseguridad), Ministerio de Justicia, Ministerio de Economía, Ministerio de Fomento, Centro Nacional de Inteligencia (CNI), junto con la Secretaria de Estado de Comunicación. Es la primera vez que se hace para que la coordinación sea impecable y la evaluación de la situación los más rigurosa y milimétricamente seguida.
Coordinación que se traduce en cooperación a través de una comunicación constante con los líderes de los principales partidos.
La activación de este comité, en modo preventivo, permite trabajar de forma integral y contar con información multidisciplinar para la mejor toma de decisiones. Hay, como ven, planificación, pero también acción.
Y quiero anunciarles que desde el pasado fin de semana este comité de coordinación está en “atención permanente”.
El Ministro de Interior ejerce de portavoz y a lo largo de la semana viene informando permanentemente a los medios de comunicación sobre cualquier incidencia o novedad que se observa.
Deseo concluir con un llamamiento al conjunto de la sociedad catalana y al conjunto de la sociedad española, un llamamiento de serenidad y templanza.
El Gobierno de España garantiza y garantizará los derechos y las libertades de todos en Cataluña. Y lo hará desde la firmeza del Estado de Derecho, la unidad y la proporcionalidad en la respuesta a la violencia.
La moderación en la respuesta es también otra forma de fortaleza.
Estoy convencido de que vamos a superar estos episodios de violencia y, no les quepa duda, de que más pronto que tarde se restablecerá la tranquilidad y la convivencia en Cataluña.
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