1. Debate y votación de la enmienda a la totalidad, expediente 10/PRE-00001/1, al
Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha para 2020, presentada por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, expediente
10/PRE-00001.
2. Debate y votación de la enmienda a la totalidad, expediente 10/PRE-00001/2, al
Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha para 2020, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, expediente
10/PRE-00001.
SEÑOR CONSEJERO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS (Don Juan
Alfonso Ruiz Molina): Gracias, presidente. Señorías, buenos días a todos y a todas.
Intervengo hoy, en el inicio de este Debate General sobre las enmiendas a la totalidad que han
presentado, tanto el Grupo Popular como el Grupo de Ciudadanos, tengo que decirlo, con cierto
sabor agridulce, si me permiten la expresión. Un sabor agrio, porque, tras leerme la justificación
que ambas formaciones políticas hacen a sus enmiendas, lo que pone de manifiesto es que
Castilla-La Mancha les importa muy poco, y, desde luego, el proyecto de presupuestos les
importa aún menos.
Creo que aún tienen tiempo, en cualquier caso, para estudiárselo y poder
hacer las enmiendas parciales que consideren pertinentes. Porque a lo que se han dedicado en
las justificaciones a esas enmiendas es a ir uniendo los eslóganes que, con mayor o menor
fortuna, son los que vienen utilizando en los mítines que están ustedes celebrando.
Creo que presentar enmiendas, ya sean totales o parciales, es legítimo. Ya iremos analizando
qué es lo que no les gusta a ambas formaciones, de este proyecto de presupuesto. Pero lo que
verdaderamente, en ese sentido, sí que me molesta como consejero de Hacienda y
Administraciones Públicas, es la utilización o la tergiversación, si me permiten, de la realidad
económica y social de la región, pintándola como el apocalipsis, e incidiendo en la utilización de
términos que todavía nadie ha dicho que sea así, como es el de crisis económica.
De todas maneras, en su descargo, yo sé que esto lo hacen porque están recibiendo
instrucciones de Madrid, de presentar, para las próximas elecciones, un ambiente apocalíptico de
recesión económica, de crisis, de tal manera que, verdaderamente, las incertidumbres que yacen
sobre la economía nacional y sobre la economía regional, ustedes las multiplican más.
Me viene
a la cabeza aquella frase de Montoro cuando decía: “que caiga España, que ya la levantaremos
nosotros”. Creo que las dos derechas se están comportando de la misma manera.
Yo creo que no es verdad que vayan ustedes de la mano diciendo que, cuanto peor para
España y cuanto peor para Castilla-La Mancha, mejor para ustedes. Es más, van unidos, pero no
se dan cuenta que unos les están quitando espacio, votos, escaños, según los últimos sondeos.
(Aplausos).
Ustedes verán como lo hacen, y si esa estrategia es la más adecuada, compitiendo, a ver
quién ve las cosas de con carácter más negativo.
Pero lo cierto es que enmendar la totalidad del proyecto de presupuestos que se ha
presentado para el Gobierno, significa decir no a la asignación que, de los recursos de los que
dispone el Gobierno, asigna a las diferentes políticas de gasto.
Por lo tanto, esa enmienda a la
totalidad supone que enmiendan o que no están de acuerdo en que se destine más de 70% del
presupuesto a gasto social, es decir, a consolidar y mejorar el Estado de bienestar.
Enmiendan a que haya más profesores, que se construyan más centros educativos, que se
contrate a más profesores, que se contrate a más sanitarios, que se realicen las obras
hospitalarias, que haya más centros de mayores o personas con discapacidad, que haya más
prestaciones para la dependencia.
A todo ello, tanto Ciudadanos como el Partido Popular dicen
que no están de acuerdo.
Ambas formaciones enmiendan a la totalidad, también, que se pretende incrementar un 9 %,
los recursos destinados a incentivar el crecimiento económico y la creación de empleo, o que se
destine a incrementar en 8 % las partidas destinadas a impulsar los avances tecnológicos y la
innovación.
Parece que también están en contra, no parece, lo han enmendado, el que haya
planes de empleo para las personas que aún siguen en la cuneta laboral, que haya incentivos a
las empresas o que se potencie la investigación y la transformación digital para hacer frente a los
nuevos retos de la sociedad y la economía en el siglo XXI.
En definitiva, presentan una enmienda a la totalidad, presentan una enmienda al futuro de
Castilla-La Mancha.
¿Cuál es la parte dulce? Porque he dicho que era una sensación agridulce.
La parte dulce es
que me permite, con este debate a la totalidad, exponerles, como a mí me gusta, las bondades
de este presupuesto, que tengo que decir que es un presupuesto realista en los ingresos,
expansivo en lo social y riguroso en lo financiero, y que persigue, desde luego, que esta
comunidad autónoma pueda seguir creciendo, creando empleo y consolidando el Estado de
bienestar, después del esfuerzo que se ha realizado en los últimos cuatro años, por recuperar
social y económicamente a la región, muy azotada por la crisis, pero también tengo que decir, muy azotada por los recortes a los que la sometió el Partido Popular durante la legislatura negra
de la democracia en esta comunidad autónoma.
En relación con ese escenario macroeconómico, sus señorías saben, porque también he
tenido ocasión de señalarlo en otras ocasiones, que se ha elaborado ya pensando en que iba a
ser ejecutado en un escenario macroeconómico de desaceleración económica, tanto a nivel
nacional, como no podía ser de otra manera, como a nivel regional.
No voy a extenderme en esos datos, porque lo hemos discutido aquí en múltiples debates que
hemos tenido recientemente, tanto para el techo de gasto como para hablar de deuda, o para
incluso hablar algunos, porque otros no lo hicieron, de la evolución de la economía regional.
Pero
es verdad que en las dos enmiendas coinciden, supongo que se habrán puesto de acuerdo, en
reflejar ese escenario apocalíptico.
Tengo que decir que, todo lo contrario, desde el Gobierno se ha elaborado un cuadro
macroeconómico que se ha realizado con la máxima prudencia, con la información disponible en
cada momento, y, desde luego, y como también he tenido ocasión de decir en esta Cámara, que
cuenta con el aval de la Autoridad Independiente de Responsabilidad a Fiscal, que hay que
citarla, también, no solamente cuando habla en negativo, sino cuando habla en positivo.
Lo digo porque, como pasa con los datos económicos, no solamente hay que coger los que en
cada momento perjudican, sino en general, unas veces bien y otras veces mal. En este caso,
aunque les duela, cuentan esas proyecciones que hemos hecho desde el Gobierno, con ese aval
de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que tengo que decir, aunque el término
no va conmigo, pero es verdad que son muy conservadoras, y que ponen de manifiesto la
desaceleración económica.
Digo, y lo voy a decir muchas veces a lo largo de mi intervención, desaceleración económica,
que no es depresión ni es crisis económica. Además, no lo dice este consejero, lo dice hasta el
Fondo Monetario Internacional, porque, efectivamente, es lo que hay. Son tasas de crecimiento
inferiores a las que ha habido en los ejercicios anteriores.
Las previsiones que hemos hecho, en las que consideramos se va a ejecutar el presupuesto,
advierten ya de una ralentización de la economía, y, en este sentido, incluso el presupuesto está
dirigido también a intentar paliar, de alguna manera, los efectos de esa desaceleración.
No voy a decir lo que dice el Gobierno respecto a las previsiones para los próximos años, pero
sí que tengo que decir que los servicios de estudio, y no cito a ninguno, difieren ligeramente en
cuanto a los decimales, a las décimas, una décima más arriba uno, otro más abajo, pero
coinciden en dos aspectos.
Primero, que la economía regional va a crecer en torno al 2%, que puede ser el 1,9 % o puede
ser el 2,1%; y la segunda coincidencia de los diferentes servicios de estudios económicos es que
va a crecer por encima de la economía nacional. Por lo tanto, creo que hay que ser optimistas,
porque de tanto que viene el lobo, que viene el lobo, van ustedes a conseguir que al final venga
el lobo en forma de crisis económica.
Podemos enfrascarnos en todos los datos de coyuntura que quieran, que son los que utilizan
ustedes, el del momento. Yo utilizo más de tendencia.
En cualquier caso, les puedo abrumar.
Tengo folios y folios con datos muy positivos, que contrarrestan las medias verdades que utilizan
ustedes en su justificación a esas enmiendas a la totalidad, que lo único que pretenden es meter
miedo.
En definitiva, es la prudencia y el realismo lo que han movido las estimaciones que hemos
hecho, tanto de las proyecciones económicas para los próximos años, fundamentalmente para el
2020, como los ingresos. Creo que la fortaleza de este presupuesto, precisamente, es el
realismo con el que se ha elaborado.
En este sentido, dado que también les preocupan
enormemente las estimaciones de ingresos que se han realizado, tengo que decir que ponen de
manifiesto un desconocimiento absoluto de lo que son las estructuras presupuestarias.
Dicen sus
señorías, en ambas enmiendas, que los ingresos crecen en el 13,9 %, y no diferencian entre lo
que es la parte financiera y la parte no financiera.
Señorías, me he tirado cuatro años intentando explicar al Grupo Parlamentario de Podemos
cuáles eran las estructuras presupuestarias. Solamente a Podemos, porque eran los únicos que
me atendían, los del Partido Popular, no hace falta que se lo explique, porque da igual. Tienen ya
la fotocopia hecha, y todos los años presentan enmiendas a la totalidad. Pero me he tirado
cuatro años intentando explicar algo que también tiene su complejidad, que son las estructuras
presupuestarias, y veo que con el Grupo Parlamentario de Ciudadanos me va a costar, también,
cuatro años, explicarles cómo es el presupuesto.
Ya sé que son muchas páginas, requiere mucho esfuerzo, pero no tengo ningún inconveniente
en explicarles cuál es la estructura del presupuesto, para que no mezclen churras con merinas,
salvo que lo hagan a posta y piensen que, de alguna manera, consiguen su objetivo.
Por eso decía que había que diferenciar ingreso financiero de no financiero. Pero lo primero de
todo es que estamos comparando dos presupuestos, dos ejercicios, el presupuesto 2020 con el
presupuesto 2018. Por lo tanto, cada vez que vean ustedes un porcentaje, si quieren hacer un
ejercicio matemático sencillo, que incluso lo tenemos en los teléfonos móviles, dividan entre dos,
para que vean que las tasas de crecimiento de determinadas partidas no son tan abultadas.
Respeto a los ingresos no financieros, no crecen el 13,9 %, sino que crecen el 9,11 %.
Estoy
hablando de variación de dos años. El 9,11 % es variación de dos años, que, si lo dividen entre
dos, insisto, que es una operación sencilla, les saldría una tasa de crecimiento del 4,5 %. Es
decir, que, si hubiera habido presupuesto 2019, ahora estaríamos hablando de que los ingresos
se hubieran estimado en una variación del 4,5 % respecto a los del ejercicio 2019. Como
estamos comparando, insisto, dos ejercicios, dos estados de ingreso, resulta que es el 9,11 %.
Les voy a poner, además, otro ejemplo, que ya tuve ocasión de explicarles cuando estábamos
hablando del límite de gasto no financiero.
El 85 % de los ingresos no financieros provienen de
las entregas a cuenta, que, en una situación de normalidad, nos viene comunicada o nos viene
dada por la Administración del Estado.
En este sentido, les recuerdo que las entregas a cuenta de 2019 se incrementaron, respeto a
las del 2018, en el 6,38 %. Nosotros, ahora, ante esa falta de información por parte del Ministerio
de Hacienda, hemos previsto una variación del ‘20 con respeto al ‘19, del 4,18 %, es decir, dos
puntos menos.
Podríamos haber cogido la misma cuantía, que era la información de la que
disponíamos en su momento, del 6 y pico, del 6,38 he dicho, y, sin embargo, precisamente por
ese criterio de prudencia hemos utilizado el 4,18 %.
Ya también lo explique, pero no estuvieron atentos, en el debate del límite de gasto no
financiero, porque esa es la mejor referencia.
El límite de gasto no financiero para el 2020 se
incrementaba, respecto al del 2018, en el 7,5 %, y el límite de gasto no financiero, lo que nos
está diciendo es cuál es la estimación de ingresos que realizamos para cada ejercicio
presupuestario, de tal manera que nos fija hasta dónde podemos gastar.
En este caso, la operación todavía es mucho más sencilla, porque, como no hay déficit, porque
no podemos tener déficit, resulta que los ingresos que hemos estimado coinciden, precisamente,
con ese límite de gasto no financiero, y decíamos que el límite de gasto no financiero crecía en el
7,5 %.
Otra operación sencilla. Si sus señorías dividen el 7,5 % entre dos, resulta que la tasa de
crecimiento anual de los ingresos que hemos estimado por término medio, sería del 3,75 %. Por
lo tanto, yo creo que hay que saber, en cada momento, de qué cifras estamos hablando.
Porque hablar de una variación del límite de gasto no financiero de un 3,75 % anual 2018-
2020, implica o significa que estamos estimando tasas de crecimiento inferiores a las previsiones
de variación del PIB nominal.
Ahora ya no hablamos del 2 % del PIB real, sino que estamos
hablando del PIB nominal, porque los ingresos se mueven en función, no solamente del
crecimiento de la economía, sino también en función del deflactor del PIB. La suma de ambos,
PIB real más deflactor del PIB, nos da el PIB nominal.
Por lo tanto, hemos hecho una estimación de los ingresos del 3,75 % de media anual 2018 y
2020, que, insisto, está por debajo incluso de la estimación de crecimiento para estos dos
ejercicios, del PIB nominal.
Respecto a los ingresos de naturaleza financiera, el capítulo 9 del estado de ingresos, el
crecimiento es del 34,96 %, una barbaridad podríamos pensar.
Pero aquí no hay estimaciones,
no hay ninguna estimación. Aquí, lo que hemos hecho, es poner la cantidad, que son
aproximadamente 2.500 millones, que coincide con los vencimientos de la deuda a los que nos
vamos a enfrentar en el ejercicio 2020. Porque la deuda no se reduce, se refinancia, como luego
tendré, también, ocasión de detallarles.
Además de que estos ingresos, son realistas, como les estoy señalando, lo digo también por el
Partido Popular, no contemplan en absoluto ningún incremento en la presión fiscal.
Yo sé que también es otro esfuerzo, en toda esta vorágine de folios, pero si se van ustedes al texto
articulado que acompaña al proyecto de presupuestos, al texto articulado de la ley, verán que no
hay ninguna modificación que implique ningún aumento de la presión fiscal. Es verdad que
confunden, también, lo que es incremento de la presión fiscal con Normativa, con lo que pudiera
ser la recaudación. Por mucho que digan ustedes una mentira, no se convierte en realidad.
Lo
cierto es que la presión fiscal, en este estado de ingresos, no se suma.
Por lo tanto, estamos ante un estado de ingresos que es realista, y, desde luego, insisto, un
estado de ingresos que no comporta, en ningún caso, incremento en la presión fiscal.
Esto no se lo digo a sus señorías, que ya lo saben. Se lo digo incluso a los medios de
comunicación.
Los ingresos son realistas, y no comportan incremento de la presión fiscal, entre
otros motivos, porque es el compromiso que adquirimos con los agentes económicos y sociales
en la legislatura anterior, y para esta misma legislatura.
(Aplausos).
Si no les gusta la estimación que hemos hecho, de los ingresos, parece que tampoco les gusta
la asignación que, de los recursos que consideramos, vamos a obtener, por la asignación que
hemos hecho entre las diferentes políticas de gasto.
Es verdad que aquí se lo despachan
algunos grupos, un par de parrafitos, dicen: “gasto superfluo” y tal, y se ventilan los 8.000
millones de gasto no financiero. Es decir, en dos párrafos nos ventilamos todo.
También tiene que ver con el número de páginas. El estado de ingresos, en la vorágine que es
toda la documentación presupuestaria, es mucho más reducido que el estado de gastos. Por lo
tanto, parece que solo les ha dado tiempo a mirarse el estado de ingresos, y del estado de
gastos han tirado de armario, como se suele decir, y han dicho: “son gastos superfluos”, y en
alguna de las dos enmiendas, incluso no he llegado a entender lo que decían. Pero eso ya es
producto de mi ignorancia.
Lo cierto es que el estado de gastos persigue, como he tenido ocasión de decir en otras
ocasiones, dos objetivos estratégicos, que son, además, los que van a marcar la política
presupuestaria de los próximos cuatro años.
El primer objetivo, y estos presupuestos van dirigidos a ello, es generar riqueza. La riqueza se
genera incentivando el crecimiento económico para la creación de empleo estable, promoviendo,
además, el cambio de modelo productivo, y aumentando, de esta manera, la capacidad de
innovación y digitalización de las empresas, fomentando la mejora de la competitividad y el
crecimiento del tejido empresarial, y, además, apostando, también, por la sostenibilidad
ambiental como eje del desarrollo económico de la región. Ese era el primer objetivo: generar
riqueza.
El segundo, como no podía ser de otra manera, es redistribuir esa riqueza a través del gasto
social, para, por una parte, finalizar la recuperación y consolidación del Estado de bienestar, y,
segundo, mejorar la calidad y la modernización de los servicios públicos, que son el principal
sostén de la cohesión territorial en la región.
Estos objetivos, generar riqueza, segundo, distribución, pero estos presupuestos contemplan,
también, un tercero, que es la lucha contra la despoblación y el declive demográfico, que está a
caballo entre el primero y el segundo de los objetivos que contemplamos, por su carácter
transversal.
En definitiva, se trata de que seamos capaces de generar crecimiento económico, pero que,
además, a través de la redistribución de la renta, convirtamos el crecimiento económico en
desarrollo. Lo hacemos, precisamente, con esa redistribución de la riqueza, con unos objetivos
que, además, tienen que tener en cuenta que se han de desarrollar a través del diálogo social y,
desde luego, cumpliendo dos premisas, dos compromisos: el primero, congelar el esfuerzo fiscal,
como ya se contempla en estos presupuestos; y segundo, cumplir con los objetivos de
estabilidad presupuestaria que prevén que, en el ejercicio 2020, el presupuesto tiene que estar
equilibrado y, por lo tanto, el déficit tiene que ser cero, y todo ello, lógicamente, con el objetivo
último de cumplir con los compromisos adquiridos con los ciudadanos.
Por este motivo, el presupuesto, como he dicho anteriormente, es expansivo en lo social,
austero en los gastos de funcionamiento de la Administración, inversor, especialmente, en
infraestructuras de carácter social, y responsable, porque contempla los compromisos que
venimos adquiriendo con los ciudadanos.
(Aplausos).
Por este motivo, y en base a estos objetivos, es por lo que los recursos destinados a financiar
el gasto social se incrementan en un 8 % importante, frente a un crecimiento del gasto no
financiero del 6,3 %, y alcanza la nada despreciable cifra de 5.600 millones. Podemos afirmar
que 7 de cada 10 euros se destinan a gasto social, lo que viene, en términos porcentuales, para
no despistarnos, que el 70 % del gasto no financiero lo destinamos a gasto social.
Consideramos
que son necesarios más de 400 millones en el ejercicio 2020.
Me gustaría, dentro del gasto social, destacar algunas cifras de los tres pilares básicos en que
se sustenta el Estado de bienestar.
En este sentido, señalar que a la salud de los ciudadanos y ciudadanas de Castilla-La Mancha
se destinan 3.000 millones de euros, es decir, casi el 40 % del gasto no financiero, con un
incremento, también, del 8 %, lo que nos posibilita que, a la sanidad de nuestros ciudadanos y
ciudadanas, se destinen más 219 millones respecto al presupuesto de 2018.
¿Qué es lo que queremos hacer, fundamentalmente, con esos recursos? Lógicamente,
financiar el incremento de personal y financiar más medios, mejorar los medios con que los
profesionales realizan su trabajo, con ese afán de ir reduciendo las listas de espera, y,
fundamentalmente, continuar con las importantes obras hospitalarias en Cuenca, en Albacete y
Guadalajara, iniciar las de Puertollano y, desde luego, inaugurar el nuevo Hospital de Toledo.
Para el área de Educación y Cultura, este presupuesto contempla un incremento de 135
millones, hasta alcanzar los 1.834, también, con una variación respecto al ejercicio anterior, del
8 %.
En este sentido, vamos a seguir avanzando en las infraestructuras educativas, acabando con
las aulas prefabricadas, incrementando la plantilla de docentes mediante la reducción de ratios,
aumentando las ayudas de comedor y, desde luego, impulsando la educación inclusiva y
actuando contra el fracaso escolar.
Dentro, además, del área de Educación y de Cultura, quería destacar los 169 millones.
Quería destacarlo porque parece que al Partido Popular se le hace poco, pero yo creo que
después de la política de recortes a los que sometió a la universidad en la legislatura negra de la
historia de Castilla-La Mancha, me parece un poco frívolo. A la nominativa a la universidad se
van a destinar 169 millones de euros. Es decir, un incremento que supera el 50 % de lo que nos
encontramos en el 2015, que fue de 120 millones de euros.
A esa cifra hay que añadirle,
además, que también hemos puesto a disposición de la universidad más de 10 millones del
Fondo Europeo de Desarrollo Regional, lo hemos puesto a su disposición, lo hemos cedido de
nuestro programa operativo.
En lo que se refiere al tercer pilar del Estado de bienestar, lo que sería el área de Bienestar
Social, es el área donde más esfuerzo presupuestario queremos realizar. En este sentido, la
variación es del 8,4 %, y, por lo tanto, destinaremos 788 millones para la atención a la
discapacidad, a las personas mayores, a la dependencia, a más financiación para la ayuda a
domicilio, para la red básica de servicios sociales, y más ayuda para las personas en riesgo de
exclusión social.
Este punto, también, quiero indicar que es sorprendente que el Grupo Popular lo critique en su
enmienda, en este caso también lo consideran insuficiente, cuando fue el Grupo Popular el que
realizó recortes superiores al 30 % en la legislatura en la que estuvieron gobernando.
Esto lo puedo unir luego ya con el siguiente debate, también, de la política tributaria. Pero se
les hace insuficiente el incremento del 8,4 % de gasto destinado a los más dependientes, a los
servicios sociales, y resulta que, cuando ustedes estuvieron gobernando, lo que hicieron fue
recortar el 30 %.
(Aplausos).
Eso nos ha costado mucho. En estos cuatro años, hemos incrementado el gasto en servicios
sociales en ese 30 %, por lo menos, para intentar dignificar a aquellos que más lo necesitan.
Precisamente, en relación con el gasto social, la mejora de la calidad y la modernización de los
servicios públicos es fundamental, y por eso le damos especial prioridad a los recursos humanos
y a los recursos materiales.
El gasto de personal en estos servicios, lo que está relacionado con el gasto social, asciende a
3.097 millones de euros, es decir, más del 90 % del gasto de personal de toda la Junta.
El 90 % del gasto en personal se destina, precisamente, al área de Educación, de Sanidad y de Servicios
Sociales.
En cuanto a los medios materiales, porque se necesita, desde luego, que ese gasto social
tenga recursos humanos y recursos materiales, sí que quería poner en valor las inversiones para
infraestructuras de carácter social, que ascienden a 129 millones, creciendo un 36 %, lo que
supone, que también para alguien ha dicho que era insuficiente, 32 millones más que en 2018.
Esa cifra supone seis veces más que el incremento del gasto no financiero, y 20 puntos más que
las inversiones directas en su conjunto.
Pero, además, en base, también, a la consecución del primero de los objetivos, me gustaría
destacar que el proyecto de presupuestos para 2020 quiere destinar 422 millones, es decir, un
9,4 % más, para incentivar el crecimiento económico y la creación de empleo. Esto supone tres
puntos más que el incremento medio del gasto no financiero.
Para que se hagan una idea, son más de 1.000.000 de euros diarios destinados a incentivar el
crecimiento económico, intentando transformar el modelo productivo hacia uno más sostenible,
innovador, competitivo, y basado en el conocimiento. Precisamente la investigación, desarrollo e
innovación van a absorber 119 millones del presupuesto, lo que supone una variación respecto al
ejercicio 2018, del 7,5 %. Todo ello, además, lo queremos hacer compatible con el
mantenimiento de los recursos destinados a la agricultura y medio ambiente, que con 1.400
millones absorben cerca del 20 % del presupuesto.
Señorías, si es importante examinar el presupuesto desde el punto de vista de los objetivos
que queremos alcanzar, yo creo que también es importante analizar este proyecto de
presupuestos desde el punto de vista de la naturaleza económica de las diferentes partidas de
gasto.
En este sentido, me gustaría destacar tres.
La primera son los recursos humanos, que es, precisamente, la partida del capítulo 1, casi el
que más crece, excepto las inversiones, respecto al 2018, concretamente un 9,2 %, tres puntos
por encima del gasto no financiero. Es decir, que la Junta destina 3.400 millones a gastos de
personal, con lo que pretendemos hacer frente, no solamente a los incrementos de plantilla en
las áreas de Educación, Sanidad y Servicios Sociales, como he señalado antes, sino también
hacer frente a los incrementos retributivos que nos marque en cada caso la Ley de
Presupuestos, que a su vez está basado en el segundo acuerdo Gobierno-sindicatos firmado en
2018, que contemplaba, para el ejercicio 2019, un incremento máximo del 2,5 %, y para el 2020,
si se cumplieran las tasas de crecimiento previstas en el acuerdo, serían del 3 %.
Por lo tanto, capítulo 1, 3.400 millones, para dotarnos del personal que vamos necesitando
para prestar unos servicios públicos de calidad, y, además, desde luego, para hacer frente al
incremento de retribuciones que, o bien lo marca la Ley de Presupuestos Generales del Estado,
o bien los acuerdos firmados entre la Administración del Estado y los sindicatos.
El segundo capítulo que quería destacar es el de inversiones, porque, por primera vez en los
últimos ocho años se superan los 200 millones de euros en inversión.
La primera vez que se supera esta cifra, con una variación, respeto al último presupuesto, el
de 2018, del 15,7 %. También, referenciándolo al gasto no financiero, supone una variación dos
veces y media más que el crecimiento de ese presupuesto.
También, señalar, como he dicho anteriormente, que el 50 % del conjunto de las inversiones
está destinado a la creación de infraestructura de carácter social.
E
stoy muy satisfecho con estas cifras, capítulo 1 para pagar a los funcionarios, inversiones, y
resulta que al Partido Popular no le parecen bien las inversiones, consideran que el crecimiento
también es reducido. Es decir, que están ustedes conmigo en que les gusta la política fiscal
expansiva, y, en ese sentido, me van a tener siempre de la mano, en la medida en que también
me digan de dónde obtenemos los ingresos para poder ser expansiva.
La tercera partida, que es importante desde el punto de vista del análisis económico del
presupuesto, es el capítulo tercero, que por primera vez se reduce con respecto al ejercicio 2018.
La reducción es más testimonial que otra cosa, pero sí que pone de manifiesto que hemos
estado trabajando en cargarnos las operaciones financieras que se habían contraído, que son
muy caras, con otras más baratas, precisamente, por hacer uso de esa bajada de los tipos de
interés, que también critican en su enmienda.
Pero lo que no he entendido muy bien, y esto ha sido al Partido Popular, porque Ciudadanos,
al gasto, le ha dedicado dos párrafos, es que critiquen, como si fuera el veneno del presupuesto,
el gasto corriente. Cuando hablamos de gasto corriente estamos hablando de la suma de los
capítulos 1 al 4. Es decir, gastos de personal, gasto corriente en bienes y servicios.
El gasto de personal está claro que es el que se destina para pagar la nómina de los
empleados públicos que trabajan en la Administración regional, y para incrementar, además, las
plantillas, como he dicho antes. Pero en el capítulo 2, que es el gasto que necesitan los servicios
públicos para funcionar, no he entendido muy bien al Partido Popular que lo considere como un
gasto nocivo, un veneno para el presupuesto.
Fíjense, si no hubiera capítulo 2, no podríamos pagar la farmacia hospitalaria, los implantes,
material de laboratorio, y aquí estamos hablando de sanidad.
No podríamos pagar el gasto de
funcionamiento de los centros públicos o los conciertos educativos. Si hablamos, por ejemplo, de
educación, todas estas partidas, que son tan sorprendentes, son capítulo 2.
Había otro capítulo, que es el capítulo cuarto, que es el de transferencias corrientes, que se
destina a que quien lo recibe, pague a sus empleados, además, también, su gasto corriente. Por
eso se llaman transferencias corrientes.
A través de él pagamos las recetas farmacéuticas, que
son más de 400 millones de euros. O, a través de él, pagamos la nominativa de la universidad.
No sé si es que este gasto tampoco les satisface. Son transferencias corrientes que forman parte
de ese gasto corriente, que consideran tan nocivo para el presupuesto.
Es verdad que se incrementa en 456 millones de euros, de los cuales tengo que decir que más
del 83 % de ese incremento, o el 83 % del gasto en bienes corrientes y servicios, o en gasto
corriente, está totalmente centrado en aquellos servicios que prestan o realizan la actividad más
social.
Por lo tanto, yo sé que es difícil esto del presupuesto, pero, desde luego, consulten con alguien
que les diga qué es lo que hay detrás de cada cifra presupuestaria, que yo creo que no cuesta
ningún trabajo. Incluso, si les cuesta trabajo, para eso están, para poder analizar el presupuesto
y poderlos criticar, pero poderlos criticar con cierto rigor.
(Aplausos).
Finalmente, si hemos hablado de para qué queremos gastar ese dinero, qué objetivos
queremos conseguir, si hemos hablado, por otra parte, o les he intentado explicar, en qué nos
gastamos el dinero o queremos gastárnoslo, desde el punto de vista económico, sí que me
gustaría darle una pincelada a lo que es el presupuesto, desde el punto de vista financiero.
Lo primero que hay que decir de este presupuesto, si lo analizamos desde la perspectiva
estrictamente financiera, es que estamos ante un presupuesto solvente, que está diseñado para
generar ahorro neto positivo, como lo fueron los presupuestos de 2017 y 2018. En este caso, en
el presupuesto de 2020 se duplica la cifra de ahorro neto positivo con respeto al 2018.
Ello
significa que estos presupuestos están diseñados para que el gasto corriente, el gasto de
funcionamiento de la Administración, sea inferior a los ingresos corrientes, y que la diferencia nos
permita financiar operaciones de capital, dado que, además, en este presupuesto no podemos
endeudarnos para financiar las mismas, porque estamos ante un presupuesto equilibrado.
Insisto, es el primer presupuesto en el que el déficit es cero, y, en consecuencia, el incremento
de la deuda también va a ser cero.
Lo he dicho muchas veces, pero quiero, también, subrayarlo aquí, el esfuerzo que ha hecho
este Gobierno por reducir las cifras de déficit que nos encontramos en el 2015. Hemos sido
capaces de reducirlas en un 75 %, que yo creo que está bien, hasta el extremo de que en el
2018 cumplimos con todos los objetivos: de estabilidad, del déficit, el de deuda, e incluso la
famosa regla de gasto.
En este sentido, tengo que decir que, en relación a la deuda, que también le preocupa, en este
caso, mucho a Ciudadanos, lo que pasa es que también, conceptualmente, tienen un pequeño
lío que intentaré, en cualquier caso, explicárselo, le dedican una especial atención a la deuda.
Incluso, yo no sé si el debate que mantuvimos aquí con relación a la deuda fue a instancias de
Ciudadanos.
Está, Ciudadanos, muy preocupado por la deuda. Yo también.
Es verdad que tenemos una
deuda cercana, casi rozando los 15.000 millones de euros, una deuda muy abultada. Siempre he
dicho que es una espada de Damocles, en la medida en que, si hay una variación en los tipos de interés al alza, lógicamente, aumentaría considerablemente la carga financiera. Ya veremos en la
negociación del nuevo modelo de financiación, de qué manera, también, podemos hacer frente a
este problema.
Simplemente recordar que, de los 15.000 millones de deuda, 6.000 se consiguieron en tiempo
récord por el Partido Popular, que incrementó en un cien por cien la deuda que se encontró en el
2011, y que este Gobierno lo ha incrementado, de acuerdo con las directrices del Ministerio de
Hacienda, en un 14 %.
Digo las directrices del Ministro de Hacienda, porque durante estos cuatro años, todas las
ciudades autónomas han incrementado su endeudamiento, e incrementan su endeudamiento en
la medida en que, durante estos cuatro años, estábamos en una senda de déficit.
Es verdad que
la íbamos reduciendo, y, por lo tanto, la deuda que íbamos incrementando era cada vez mayor.
Pero, con independencia de que se cumplieran o no, por parte del conjunto de las
comunidades autónomas, los objetivos de estabilidad, todas, y digo todas las comunidades
autónomas han ido incrementando su déficit.
Nosotros nos hemos ceñido estrictamente a lo que
nos mandaba el Ministerio de Hacienda, y el incremento, por lo tanto, ha sido del 14 %, que está
bien. Está bien, porque hemos cumplido y hemos reducido el déficit. Un 14 % frente a un cien por
cien, yo creo que es para reconocer el esfuerzo que se ha realizado por intentar cumplir los
objetivos de política económica y presupuestaria, y, al mismo tiempo, cumplirlos desde el punto
de vista financiero.
Aquí no se han dado cuenta de que nosotros no amortizamos deuda.
Quiero decir que todos
los años, en función de los vencimientos que tenemos, solicitamos a quien nos da los préstamos,
que es el Instituto de Crédito Oficial, la misma cuantía para hacer frente a ello. Por lo tanto, no
hay ningún mecanismo de reducción de la deuda, salvo que, y eso sí que lo tendría que explicar
Ciudadanos, pretenda anteponer el bienestar del Instituto de Crédito Oficial al bienestar de los
ciudadanos, y, por lo tanto, que este presupuesto, en lugar de estar equilibrado, mantenga
superávit.
Porque, como cualquier hijo de vecino, no vamos a empezar a reducir la deuda hasta
que no seamos capaces de generar ese superávit.
Por lo tanto, no estamos incrementando la deuda, estamos refinanciándola, y, además, en este
caso, al refinanciarla, dada la bajada de tipos de interés que hay, incluso nos salen operaciones
más baratas.
Por lo tanto, yo creo que esto de tergiversar, o es por desconocimiento, o es porque quieren
lanzar a la opinión pública una verdad que no es cierta, y, por lo tanto, es una mentira, en el
sentido de que vamos a incrementar la deuda. La deuda no se incrementa, se refinancia, y,
desde luego, no lo digo, también. El otro día lo dije, pero pasó desapercibido.
No es que tenga
mucha sintonía, ni esté en connivencia con nada más y nada menos que la directora gerente del
Fondo Monetario Internacional, que cuando se le preguntaba qué pasaba con la deuda, decía, y
abro comillas, que: “en cualquier caso, en todos los países, la reducción de la deuda y el déficit
siempre deben llevarse a cabo de forma que se proteja la educación, la salud y el empleo”.
Ahí lo dejo.
Lo dice la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, pero que coincide
plenamente con lo que opina este Gobierno. No vamos a ir reduciendo la deuda hasta que no
seamos capaces de obtener superávit presupuestario, y, desde luego, para obtener superávit
presupuestario, necesitamos un nuevo modelo de financiación autonómica, que aporte a esta
región los recursos que verdaderamente necesita para financiar los gastos en los que tenemos
que incurrir en la prestación de los servicios públicos.
(Aplausos).
Señorías, el proyecto de presupuestos que ha presentado el Gobierno en esta Cámara, para
su tramitación y espero que su aprobación, es un presupuesto que, tanto por su naturaleza
social, por su naturaleza económica, y, desde luego, por su diseño desde el punto de vista
financiero, está preparado para ser un instrumento fundamental para que el próximo año
podamos incentivar el crecimiento económico, podamos incentivar el empleo, podamos
transformar el modelo productivo, y, desde luego, que garantice un Estado de bienestar que
atienda con garantías a la ciudadanía, especialmente a los colectivos más vulnerables.
Animo, porque es mi obligación hacerlo, al Grupo Popular y a Ciudadanos, a que retiren sus
respectivas enmiendas a la totalidad.
Pónganse de acuerdo las dos derechas para hacerlo,
porque yo creo que estamos ante un presupuesto que apuesta claramente por el futuro de Castilla-La Mancha, desde la credibilidad de sus estimaciones, desde el rigor de sus cuentas,
desde la contención fiscal, desde la solvencia financiera, y, sobre todo, desde el compromiso
firme con el avance social y económico de Castilla-La Mancha.
Muchas gracias.
(Aplausos).
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